Marina de Cope. / Ayuntamiento de Águilas
La ‘verde’ Iberdrola quería urbanizar un Parque Natural
"El peor ataque se inició cuando en 2001 el Gobierno
regional, del PP, decidió mutilar el espacio protegido arrebatándole 2.100
hectáreas para construir ahí una inmensa urbanización turística"
"El rotundo fracaso –jurídico, empresarial– que ha
sufrido Iberdrola en este asunto es proporcional con su empecinamiento en
violentar la protección del Parque Regional"
"Desde hace años la iniciativa de respuesta jurídica a
las pretensiones urbanísticas en este Parque Regional ha estado a cargo de la
asociación ecologista Prolitoral"
Pedro Costa Morata
Una ejemplar, así como poco relajada historia, ha terminado
tras 46 años de luchas, tensiones y sobresaltos, con la sentencia del Tribunal
Supremo que rechaza, en casación, las insistentes pretensiones de Iberdrola y
un consorcio de propietarios de disponer como suelo urbanizable de sus fincas
situadas en el Parque Regional de Cabo Cope y Puntas de Calnegre, en los
términos murcianos de Águilas y Lorca. Es esta una historia de luchas contra la
explotación de un paraje que ya en 1974, cuando la antecesora de Iberdrola,
Hidroeléctrica Española, quiso construir una central nuclear, suscitó una
vigorosa oposición ciudadana, inscrita entre las más interesantes y modélicas
de la historia antinuclear de España. En 1979, las flamantes autoridades
preautonómicas quisieron trazar una carretera costera para unir los dos polos
turísticos de Mazarrón y Águilas, lo que fue rechazado por los ecologistas, que
respondieron solicitando la protección como Parque Natural del área de montaña,
acantilados y playas de Calnegre; un Parque que vio la luz en 1992, declarado
por el Gobierno regional socialista y que abarcaba las Puntas de Calnegre, Cabo
Cope y la espléndida costa intermedia, de 17 km, con un total de 2.665
hectáreas.
El peor ataque, sin embargo, se inició cuando en 2001 el
Gobierno regional, del PP, decidió mutilar el espacio protegido arrebatándole
2.100 hectáreas para construir ahí una inmensa urbanización turística, “Marina
de Cope”, de propia iniciativa autonómica, capaz de albergar a 60.000 personas.
Esto dio lugar al arranque de numerosas acciones jurídicas, cerradas ahora con
la STS arriba mencionada e iniciadas con el recurso de inconstitucionalidad que
el PSOE presentó, a instancias de los ecologistas, contra el atropello del
Gobierno murciano. El Tribunal Constitucional se pronunció a finales de 2012
declarando nulas las actuaciones autonómicas contra el Parque Regional y
devolviéndole su integridad territorial.
Este era el plan de Iberdrola .
No se dieron por vencidas las partes perdedoras, demostrando
una constante insania contra la salvaguarda de ese litoral, y obstaculizando
sistemáticamente la plena recuperación de la legalidad y de la calidad del
espacio protegido. Se inició, así, una perversa colaboración entre la Comunidad
Autónoma y los propietarios expectantes, destacando la filial inmobiliaria de
Iberdrola, empeñada en rentabilizar las 300 hectáreas que había adquirido (tan
confiada en su poderío) para su proyecto nuclear.
El final judicial ha venido determinado por la resistencia
de Iberdrola y el Consorcio de los otros propietarios (empresas, cajas de
ahorro y particulares) a reconocer las sentencias del Tribunal Superior de
Justicia de Murcia que anulaban las modificaciones introducidas en el urbanismo
municipal de Águilas y Lorca, y bendecidas por la Comunidad Autónoma, cuando se
daba por eliminado el Parque Regional. Iberdrola y compañía han apostado fuerte
por el hecho de que este Parque carece de Plan de Ordenación de los Recursos
Naturales (achacable a la continua hostilidad del gobierno regional hacia ese
espacio), pretendiendo que esto desnaturalizaba al Parque y permitía las
actuaciones urbano-turísticas.
El final ha consistido en la minuciosa y sistemática
demolición jurídica, muy ejemplarizante, de la sentencia mencionada, de la que
se ha desprendido, a modo de resumen de esta saga jurídica, un alto aprecio de
los diversos tribunales (el Constitucional y los Contencioso-Administrativos en
todas sus instancias) por los espacios costeros protegidos. Desde hace años la
iniciativa de respuesta jurídica a las pretensiones urbanísticas en este Parque
Regional ha estado a cargo de la asociación ecologista Prolitoral, que reúne a
asociaciones y particulares interesados por la defensa jurídica y ciudadana del
litoral, apuntándose desde su creación notables éxitos.
El rotundo fracaso –jurídico, empresarial– que ha sufrido
Iberdrola en este asunto es proporcional con su empecinamiento en violentar la
protección del Parque Regional, y debe ser atribuido muy directamente a su
presidente, Ignacio Sánchez Galán (ISG), como uno de los fracasos más
importantes de su carrera y de sus negocios, lo que viene a dejar en evidencia
sus pretensiones de brillar, también, como empresario del llamado “ladrillo
eléctrico”, esa tendencia de las eléctricas a entrar en el negocio de la construcción
(y a la inversa). Pero sobre todo, pone de relieve la radical falsedad de sus
gestos y pretensiones de adalid empresarial ambientalista que hoy pretende ser,
a juzgar por intervenciones y declaraciones a favor de las energías renovables,
la lucha contra el cambio climático y bla, bla, bla; toda una sarta de
expresiones carentes de la menor sinceridad y que él mismo desmiente con su
comportamiento personal y el de su empresa (a cuyos directivos impone el uso de
la “corbata verde corporativa”, que pretenderá que sea un indicador de
compromiso).
“Marina de Cope es un proyecto muy bonito y en ello
seguimos”, decía todavía el presidente de Iberdrola, cuando se esperaba la
sentencia del Tribunal Constitucional que desbarataría el proyecto urbanístico
en el que tantas esperanzas ponía. Y se sabe de su empeño personal en llevar
hasta el Supremo sus ambiciones urbanísticas, pese a las advertencias –sobre
todo desde el mundo ecologista– que se le hacían sobre la (muy) remota
posibilidad de salirse con la suya y, más todavía, la inconsistencia de su
exhibicionismo verde, de tan escasa credibilidad.
A Sánchez Galán se le han pedido explicaciones –sin
resultados, por el momento– sobre el desagradable asunto por el que el
celebérrimo comisario Villarejo actuó, en nombre y por cuenta de Iberdrola,
para romper la oposición de los ecologistas gaditanos en su oposición a la
central de Arcos de la Frontera, de gas natural. E incluso se le ha propuesto,
con la cordial intención de que él mismo –tan verde y sensible– diera carpetazo
a la poco brillante presencia de Iberdrola en la Marina de Cope desde 1974, que
acuerde con los ecologistas murcianos el mejor uso ecológico y ambiental de esa
finca que nunca podrá explotar crematísticamente.
A este fin –a facilitarle su retirada honorable, si es que
es posible, tras tantas perturbaciones del orden ciudadano y jurídico que viene
generando en esa costa–, se le ha recordado, avivándole el pasado inmediato, la
indignación que supuso para los ecologistas que fuera Benigno Blanco,
responsable de la Asesoría Jurídica de Iberdrola entre 1987 y 1996 y,
seguidamente, secretario de Estado de Infraestructuras en el Gobierno del PP,
quien aprobó la autopista (luego, ruinosa e intervenida) de Cartagena a Vera,
que bordeaba el espacio del Parque Regional y que sólo se justificaba en la
explotación intensiva de esta costa murciano-almeriense y, muy especialmente,
de las 2.100 ha del megaproyecto de “Marina de Cope”, con la estratégica
propiedad de las 300 hectáreas de Iberdrola… Y, hace sólo unos meses, ha habido
que protestar cuando Manuel Zorrilla Suárez, de la Abogacía del Estado y de
carrera profesional en la que aparecen siempre imbricados los intereses
públicos con los privados, apareció, en un episodio algo más sospechoso que
rocambolesco, y accidentadamente desmentido, del que pudo deducirse que
apoyaba, como Abogado del Estado, las tesis de Iberdrola en el recurso de
casación, siendo criticado sobre todo por no haberse abstenido en tan delicado
procedimiento, dados los estrechos vínculos (como el haber sido miembro del
Consejo de Administración de Iberdrola, así como de sus máximos órganos
directivos en 2010-2014) mantenidos con la recurrente Iberdrola, de tan
evidente incompatibilidad .
https://www.cuartopoder.es/ideas/2020/11/18/la-verde-iberdrola-queria-urbanizar-un-parque-natural-pedro-costa/
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