miércoles, 27 de febrero de 2019

La iglesia esa multinacional opaca .

La Iglesia, esa multinacional

  • El periodista Ángel Munárriz analiza en Iglesia S. A. la financiación de la organización católica, con la lupa puesta en los recursos públicos que la sostienen
  • El ensayo aborda desde las exenciones del IBI y las inmatriculaciones, hasta el cobro por la entrada a los templos o los ingresos por la casilla de la renta


La Iglesia recibe ingresos por las donaciones de sus fieles, por la entrada a edificios que forman parte del patrimonio histórico, por la aportación del Gobierno vía IRPF, por las exenciones fiscales —como el Impuesto de Bienes Inmuebles, el IBI—, por el alquiler de sus edificios y terrenos, por las cuotas, públicas o no, por sus centros educativos concertados y privados... Pero la Iglesia no es una empresa. ¿Y qué es la Iglesia, entonces? "No es fácil delimitar su naturaleza exacta", advierte Ángel Munárriz, periodista de infoLibre, en la introducción de su libro Iglesia S. A., editado por Akal. Es "una gran organización privada atomizada en miles de terminales", aventura el autor, algo así como "la delegación ibérica de un Estado teocrático extranjero, el Vaticano". Pero si fuera una empresa, si existiera esa Iglesia S. A. que imagina el título, sería una "en rescate permanente". Munárriz desentraña a lo largo del trabajo cómo funcionan los privilegios económicos de esta particular sociedad anónima y cómo encajan, o desencajan, dentro de un Estado aconfesional. 


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No es una tarea fácil la de desenmarañar el entramado económico de la Iglesia católica en este país. Para empezar, defiende la Conferencia Episcopal Española (CEE), la Iglesia católica española no es un solo ente, sino un cúmulo de diócesis, parroquias, monasterios y órdenes. No hay un dinero de la Iglesia. "La Conferencia Episcopal invoca siempre la descentralización para explicar por qué no puede dar una cuenta global de sus asuntos económicos", explica el periodista por teléfono, desde Sevilla. Porque no, no hay una cifra oficial que englobe ni todo lo que la Iglesia ingresa ni todo lo que el Estado le concede. Por supuesto, la institución tiene las suyas —algo menos de mil millonesde ingresos en 2016, más de la mitad recibidos a través de subvenciones públicas y actividades económicas—, que no incluyen, entre otras cosas, exenciones fiscales como la del IBI. Munárriz esgrime otras dos. Primero, la estimación de la organización Europa Laica, que calcula que la Iglesia recibe anualmente unos 11.000 millones de eurosde dinero público por distintos conceptos, una cuenta que el periodista considera "bien hecha". Segundo, unas declaraciones de Carrero Blanco en 1972: según el entonces vicepresidente del Gobierno, el Estado había gastado 300.000 millones de pesetas en la Iglesia desde 1939. 
La opacidad en las cifras es una constante a lo largo de los distintos temas que aborda el libro. Es el caso de las exenciones del IBI, de las que la Iglesia disfruta gracias a los Acuerdos con el Vaticano de 1979. Pero, ah, la CEE no ofrece la cifra de cuántos edificios posee —la descentralización, de nuevo— y, todavía menos, por cuántos de ellos no paga esta tasa o cuánto se ahorra con la rebaja. No deja de ser curioso que las memorias de los obispos sí recojan, por ejemplo, el número de horas dedicadas en todo el país a la actividad pastoral. Hay que ir a buscar datos fuera,  y el historiador Stanley G. Payne cuenta unos 100.000 inmuebles en manos de la institución en toda España, como recoge Munárriz. En el libro anota también el trabajo de Europa Laica, que estima que son unos 700 millones de euros anuales lo que los ayuntamientos dejan de ingresar por los edificios eclesiásticos, destinados al culto o no, desde los 2.000 euros de Seraco (Valencia) a los 2 millones de euros de Salamanca. Muchos de los datos de la asociación han sido obtenidos mediante mecanismos de transparencia de los ayuntamientos, pero Munárriz considera que deberían ser "las autoridades" las que "recabaran toda esa información y la presentaran de forma coherente y conjunta": "Que ahora mismo no sepamos a cuánto ascienden las exenciones es un problema, un problema al que se enfrentan los ayuntamientos".

Porque "que no pague IBI de la catedral de Sevilla puede que ser comprensible, o es debatible", valora el periodista. Lo que se entiende menos es que no pague el IBI un parking, un hotel, una panadería o una tienda de Inditex. Son casos reales que Munárriz ha investigado y recoge en el libro: dos aparcamientos, con más de 400 plazas, que la diócesis de Almería alquila a una empresa; el hotel El Convent, de cuatro estrellas, que gestiona una hotelera en Begur, un pueblo de la Costa Brava; una panadería, una tienda de souvenirs y una hospedería que gestiona la Iglesia directamente en el santuario de Lluc, en Mallorca; un Uterqüe —marca de Amancio Ortega— en un edificio propiedad de distintas instituciones eclesiásticas, entre ellas Cáritas, en Princesa, en Madrid. Ninguno de ellos pagaba IBI. Y ahora solo lo hacen los de Lluc, gracias a una denuncia de Antoni Solivellas, alcalde del PP del municipio de Escorca, al que pertenece el recinto. El Tribunal Superior de Justicia de Baleares dijo que aquella panadería "no puede entenderse vinculada a la actividad de culto", y hubo que pagar. El obispado no la recurrió: "No sé si se hace firme porque la Iglesia acepta sus argumentos o porque teme un fracaso en el Supremo que siente precedente", se pregunta el autor. En cualquier caso, la Iglesia puede extraer su moraleja: lo único que hace falta para que no la obliguen a pagar el IBI es que alquile el local a un tercero y no ejerza ella la actividad. 

El asunto del IBI es uno de los más desarrollados en el artículo, por ser también uno de los que más profundamente ha investigado el periodista —también en este periódico—, pero desfilan por el libro la aportación a través del IRPF —incluido el de aquellos que no marcan la casilla de la Iglesia—, las entradas a sus templos —también exentas—, las inversiones en grandes empresas, las inmatriculaciones de bienes de dominio público... Pero ni siquiera en este último caso, cuando la Iglesia inscribió a su nombre de forma masiva edificios que eran de todos, hablamos de ilegalidades. "Si hay fraude", valora Munárriz, "es al espíritu de la norma, no a la letra. Las inmatriculaciones, para mí, son fraudulentas desde el punto de vista social, pero las inmatriculaciones han tenido una cobertura legal irreprochable. Cuando se habla de robo se habla porque a la Iglesia se le exige una conducta moral de otro tipo. Pero ha tenido las leyes de cara y hasta ahí las ha aprovechado". Y habla, claro, de los Acuerdos con la Santa Sede de 1979 que reformaron el Concordato de 1953 y que siguen vigentes. Pero no únicamente de ellos. 

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"Las modificaciones legales que se han ido aprobando, más que rebajar la influencia de la Iglesia lo que han ido introduciendo son pequeñas concesiones, extensiones del privilegio", denuncia. Es el caso de la Ley de Mecenazgo de 2002, que exhime de pagar el IBI a "las entidades sin fines lucrativos", entre las que se encuentra la Iglesia. O el acuerdo aprobado en 2006 que aumentaba del 0,52% al 0,7% lo aportado mediante la casilla de la renta. Esto último se firmó con el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, y Munárriz se encarga también de la compleja relación entre el Ejecutivo y los obispos cuando la izquierda ha estado en el poder. "Pesa mucho el recuerdo de la cuestión religiosa en la Segunda República", explica, "que visto retrospectivamente poca gente podrá decir que el asunto se abordó con visión histórica". Felipe González, dice, recuerda la fuerza que tuvo la jerarquía eclesiástica en el golpe fascista y "sacrifica esa batalla" para "poner énfasis en unas normativas y unas políticas que podrían no agradar a la Iglesia social e intelectualmente, pero que no tocaban tanto sus intereses". En 1981, con Suárez, llegó el divorcio, pero en 1985 se despenaliza el aborto mediante una ley de supuestos
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Con Zapatero, continúa, sucedió una cosa parecida: "Es difícil no ver que en sus cesiones en el terreno de las relaciones con la Iglesia una especie de contrapartida al desarrollo de un avance legislativo que la Iglesia rechazaba". Ahí estaba el aumento de la aportación a través del IRPF, un año después de la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo. ¿Y en el caso de Pedro Sánchez? "Su programa era ambiciosísimo", recuerda Munárriz. Y tanto: incluía "suprimir la referencia a la Iglesia" en la Constitución y "denunciar los Acuerdos de España con la Santa Sede", entre otras medidas. Pero en su opinión, quitando "el refrescante formato de la toma de posesión de Pedro Sánchez y sus ministros" —sin Biblia ni crucifijo— y "la dichosa entrevista entre Carmen Calvo y Pietro Parolin", "también ha sido un tema postergado". El periodista reconoce que "se ha puesto mucha carne en el asador con [la exhumación de Franco de] el Valle de los Caídos", pero a la vez esto "ha reducido la Iglesia a un solo frente" que ha hecho imposible la denuncia del Concordato, "que sí es escribir un párrafo en la historia de las relaciones entre Estado e Iglesia". 

Del futuro, Munárriz no se atreve a hablar mucho. Pero sí sabe un par de cosas: que "la radicalización de la derecha facilita que la Iglesia mantenga sus privilegios" y que "un ambiente más aireado políticamente, con más posiciones liberales, para la Iglesia es más peligroso". Y eso ya es saber bastante. 


 y ver ...

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martes, 26 de febrero de 2019

La prensa anglosajona sobre Venezuela .





 Ver lo que dice alguna prensa angloamericana






La farsa del incendió de la “ayuda humanitaria .

564. Curioso verdad y nadie informa ¿Que raro? Mira estos:
-La FARSA del incendió de la “ayuda humanitaria”
¿Quién quemó? Pues los mismos que trataban de introducirla a Venezuela desde Colombia. Un Show muy mal montado….– 23 Feb 2019
-¿Quiénes quemaron la sospechosa ayuda humanitaria en Colombia? Fotografías mentiras EE.UU respecto a la quema de camión en frontera colombo-venezolana…… 24 feb 2019
-¿Que traían los camiones de “Ayuda Humanitaria” ? –
Resulta, encontraron restos de rollos de cables y los famosos miguelitos, utilizados para pinchar cauchos y trancar calles. 23 Feb 2019
http://cort.as/-F9Qu

  y ver ... https://www.voltairenet.org/article205340.html

Nota  del blog   .- Hay tres puentes  , y por eso la fotos cambian  ,según cual
 y ver

Guarimberos mercenarios y fake news..


Guarimberos piden a la GNB que les dejen entrar –

Puente Simón Bolívar – Guarimberos hablan con el General Rivero para que le dejen entrar al país – 25 Febrero 2019

Delincuentes contratados agreden a diputado opositor antichavista por no pagarles. Delincuentes colombianos mezclados con opositores venezolanos golpearon al diputado opositor venezolano antichavista José Manuel Olivares —que se había desplazado para organizar provocaciones— el sábado 23 feb en los puentes entre las fronteras de Colombia y Venezuela. 26 feb 2019
-Cruz Roja denuncia uso de su logo en ayuda de EEUU para Venezuela. 
La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja censura el uso sin permiso de su logotipo en supuesta “ayuda” EE.UU. a Venezuela. 25 feb 2019

  Artistas piden a Iván Duque concierto humanitario para su país

-La ciudad fronteriza de Cúcuta, en Colombia, fue la sede del 'Venezuela Live Aid', el concierto que con bombos y platillos. Artistas mostraron a presidente I. Duque, quizás hay regiones 'en casa' que necesiten la mano artistas. 25.02.20 19


 En el País  este video  (1)  En el tampoco se ve que se lleven esa comida a la boca. Le dan la espalda a la cámara, incluso uno de ellos tira lo que coge al suelo, el otro lo agarra con la mano pero no se lo mete en la boca tampoco y después también  lo tira sacudiendose la mano con asco.  , se ve perfectamente la manipulación , y para  más   llevan camisetas de Leopoldo López   .  Mientras  dice uno que  llevan 20 años así y cogen  comida  del coche de la basura no del contenedor y repiten la consigan contra Maduro como es la consigna habitual , que busca su demonización  personal  , desaparece Maduro y se va el problema , como si no hubiera más chavistas en Venezuela .


 y ver .  .como Venezuela lo denuncia ante la ONU https://youtu.be/YLzNguHlxg8

lunes, 25 de febrero de 2019

Fake news: El puente de Venezuela Aid Live

El puente Las Tienditas está cerrado porque Colombia nunca construyó las instalaciones aduaneras.
El puente Las Tienditas está cerrado porque Colombia nunca construyó las instalaciones aduaneras. 

Imagen: AFP
Otra mentira de los medios internacionales sobre Venezuela
Fake news: El puente de Venezuela Aid Live



Nota  .-  He venido denunciando  a veces  esto , me entere  por la Vanguardia  un periodista   lo explicó y esta  en Cúcuta desde el primer  día ,  Andy Robinson y   fue  en  esto honesto. El problema  además es que en  el lado colombiano no hay autovía , Colombia nunca la hizo . La autovía venezolana  se termina en el puente sobre el río.
 Cúcuta, capital del departamento Norte de Santander, con más del 50% de su población sumida en la pobreza (más del 15% sumida en la pobreza extrema) y la violencia y, paradójicamente, dependiente de la economía de Venezuela. Es la zona de la masacre bananera en 1928 con tres mil campesinos asesinado por las trasnacionales y la elite colombiana. Pero además  la  frontera  no solo fue bloqueada por  Venezuela sino por Colombia   ya  que el gobierno chavista envió ayuda a Cúcuta y intentó distribuir alimentos.



domingo, 24 de febrero de 2019

El fracaso del plan de Abrams

 Venezuela: el fracaso del "Plan humanitario" de Abrams

Gustavo Buster 24/02/2019





La batalla de la ayuda humanitaria del 23 de febrero ha terminado con un importante fracaso de la oposición pro-imperialista venezolana. Ni la jornada de movilización previa, a través del concierto Venezuela Aid Liveorganizado por el multimillonario británico Richard Branson, ni el intento de introducir la llamada “ayuda humanitaria” a través de una movilización popular que desbordase el control fronterizo de la policía venezolana, han alcanzado los niveles mínimos. Los informes desde el terreno y los numerosos reportajes filmados son un testimonio poco discutible del fracaso anunciado.
Los 20.000 asistentes al concierto de Cúcuta se convirtieron al día siguiente en unos 2.000 “voluntarios humanitarios” camuflados y con palos que, en cualquier otra situación, la prensa hubiera calificado de “violentos incontrolados”. En este caso, lo que era evidente era su control por parte de los organizadores de la batalla: Elliot AbramsIván DuqueSebastián Piñera, un meritorio Mario Abdo Benítez, con la habitual beligerancia del secretario general de la OEA, Luis Almagro. Como 300 heridos, 3 muertos en otros lugares y dos camiones quemados no parecen un objetivo digno de semejante despliegue, hay que añadir que las deserciones de policías venezolanos que se pudieron anunciar no alcanzaron la media docena.
Ese era el verdadero objetivo de la provocación: situar al ejercito venezolano ante la disyuntiva de optar por la dualidad de poder en juego, la de la Asamblea Nacional manipulada por el “autoproclamado” presidente interino Juan Guaidó y la de Nicolás Maduro, apoyado en la cuestionada Asamblea Nacional Constituyente.
La apuesta del plan de Abrams -el verdadero organizador de lo sucedido- ha resultado casi mortífera para la oposición pro-imperialista. La decisión de hacer salir de Venezuela a Juan Guaidó, sabiendo que no podrá volver a Caracas, vuelve a dejar sin dirigente efectivo a la oposición interna, a la Asamblea Nacional sin presidente por ausencia no autorizada del país y su mandato constitucional (art. 233) de celebrar elecciones en 30 días tras su “autoproclamación” como presidente interino, incumplido. La trama de la pretendida legitimidad constitucional de la intervención imperialista -como en 2002 y 2004- se ha desmoronado.
La coalición pro-intervencionista, construida durante meses partiendo de la OEA y del “Grupo de Lima”, que consiguió arrastrar temporalmente a la Unión Europea, ha salido fracturada tras el fracaso de Cúcuta. Los prudentes no quisieron respaldar el operativo de Abrams y dejaron a Guaidó en manos de los herederos de Uribe y de Pinochet, que no son precisamente la mejor imagen de legitimidad democrática. Abrams, por supuesto, no puede salir de las sombras, aunque esta sea larga. La Unión Europea vio el fracaso como la oportunidad para recuperar su autonomía después del error del ultimátum de los ocho días y el reconocimiento de Guaidó -ahora, transcurridos los 30 días, sin legitimidad-, y condenó cualquier intervención exterior contra Venezuela. La neutralidad del secretario general de NNUU, Antonio Guterres, ofreciendo su posible mediación para una salida política si se lo pedían las partes se ha endurecido con una condena de la utilización política de la “ayuda humanitaria” -es decir, del “Plan Abrams”- y la reafirmación de las credenciales diplomáticas de los representantes del gobierno Maduro -segando cualquier pretensión de legitimidad a los “embajadores” designados por Guaidó.
Si el “Plan Abrams” quería polarizar la comunidad internacional para endurecer el “cerco humanitario” contra Venezuela -porque esas sanciones y bloqueos si lo sufren todos los habitantes del país-, las imágenes de estos días de la caravana estrellándose contra la barrera fronteriza ha acabado por delimitar una mayoría clara “anti-intervencionista” en la Asamblea General de NNUU, con independencia de las pocas simpatías existentes por el régimen de Maduro.
Así que la reunión del lunes 25 del “Grupo de Lima” a la que asistirá Juan Guaidó no le queda por el momento otro plan B creíble que una intervención militar, como ha indicado el secretario de estado Mike Pompeo, que es justamente lo que rechaza la mayoría de la sufrida población, sea oposicionista o “madurista”, y entrega al régimen de Maduro la iniciativa política y la legitimidad anti-imperialista de la que en buena medida carece, como se pudo ver en Caracas en la gran concentración del día 23 “Manos fuera de Venezuela”.
Sin una fractura importante de las fuerzas armadas venezolanas, el Plan B es simplemente una fantasía. Pero le obligará a tomar un papel más determinante en la gestión del régimen de Maduro, que evolucionará rápidamente hacia un bonapartismo militar. El emplazamiento de Maduro a Guaidó de convocar elecciones, pocos días antes de que se cumpliese el plazo de 30 días del art. 233, ha sido interpretado como una presión militar: en las próximas semanas se verá si es así.
El fracaso del “Plan Abrams” abre efectivamente una ventana de oportunidad para la posible mediación de NNUU y la convocatoria de elecciones presidenciales y legislativas que permitiesen reconstruir la legitimidad constitucional republicana de Venezuela. Frente al “Grupo de Lima”, sale reforzado el grupo de contacto propuesto por México, Uruguay y la Unión Europea. A nivel interno, las incógnitas son como se reconstruirá la oposición presente en la Asamblea Nacional tras el obvio fracaso de su manipulación por Voluntad Popular, el partido de López y Guaidó -ya enfrentados entre si-, y si finalmente se acaba de constituir de manera consistente el tercer campo del “chavismo crítico”, los defensores de la Constitución de 1999, cuya principal figura es por hoy Rafael Ramírez, exministro y exdiplomático chavista en el exilio.
La inestabilidad del actual régimen de Maduro -que representa los intereses de la “boliburguesia”, la administración y los cuadros militares, con el apoyo exterior de China, Rusia y Cuba-, es estructural, pero se ve fuertemente afectada por el bloqueo exterior de su exportación de materias primas e hidrocarburos al mercado mundial, que representa la casi totalidad de sus menguantes ingresos. La base social de la movilización opositora es la protesta contra la degradación de las condiciones económicas y sociales de la mayoría de la población. Unos cientos de “containers” de “ayuda humanitaria” no son una alternativa creíble incluso al plan del gobierno de ampliar en las próximas semanas la cartilla de racionamiento ligada al “carnet de la patria”. El conflicto de clases interno se agudizará y esa será la dinámica determinante si se amplia el margen de tiempo frente a la intervención imperialista exterior tras el fracaso del “Plan Abrams”.


 y ved ..


Nota  .. Sobre  la foto superior y como se quemaron los camiones ver esto 
 https://actualidad.rt.com/actualidad/306504-falso-positivo-quema-camion-ayuda-venezuela

"Pero como los medios hegemónicos son la avanzada violenta del envenenamiento masivo, inventaron otra matriz mentirosa, acusando al chavismo de generar esa quemazón. Más aún: contaron que eran los integrantes de la Guardia Nacional Bolivariana, que estaban emplazados muy pero muy lejos de los hechos, los culpables de esa torpe acción. Lo que no dijeron es que los malandros “contratados” por la oposición adicta a Guaidó y protegidos por la policía colombiana (ahí están los videos en las redes como prueba) se ofuscaron enormemente porque las cosas no salían bien y no les abonaban los “honorarios” pactados. De allí que una turba de encapuchados y otros a cara descubierta le propinaron una buena paliza a los “contratistas”.
Es el caso del diputado Olivares, al que un grupo le pegó unas buenas trompadas en la cara y la cabeza al grito de “ladrones, paguen lo que prometieron”." (  se ve en los videos ) https://www.lahaine.org/mundo.php/venezuela-bolivariana-se-anoto-otra



sábado, 23 de febrero de 2019

USA y el intento de golpe de Estado ‎contra Venezuela .





Estados Unidos viola el derecho internacional ‎con su intento de golpe de Estado ‎contra Venezuela


RED VOLTAIRE
Amy Goodman: En momentos en que el presidente Trump anuncia que Estados Unidos ‎reconoce al jefe de la oposición Juan Guaidó como nuevo presidente de Venezuela, el Presidente ‎en ejercicio Nicolás Maduro, rompe las relaciones con Estados Unidos. Interrogamos a un ‎ex experto independiente de la ONU cuya convicción es que Estados Unidos está organizando un ‎golpe de Estado en Venezuela. ‎
Alfred de Zayas, quien estuvo en Venezuela como representante de la ONU en 2017, declara: ‎‎«Los medios de difusión masiva han sido cómplices de este intento de golpe de Estado. […] ‎Eso recuerda los preparativos de la invasión contra Irak, en 2003.»‎
Interrogamos también a Miguel Tinker Salas, profesor en el Pomona College y autor de ‎‎The Enduring Legacy: Oil, Culture and Society in Venezuela [“La herencia duradera: el petróleo, ‎la cultura y la sociedad en Venezuela”] y de Venezuela: What Everyone Needs to Know ‎‎[“Venezuela: Lo que todo el mundo debe saber”].‎
Así que seguimos conversando sobre la situación en Venezuela. ¿Es un golpe de Estado?
Alfred ‎de Zayas se une a nosotros desde Ginebra. Estuvo en Venezuela en 2017, enviado por las ‎Naciones Unidas. Era entonces el Experto Independiente de la ONU para la Promoción de ‎un Orden Internacional Democrático y Equitativo. Y sigue con nosotros Miguel Tinker Salas del ‎Pomona College, en California. ‎
Alfred de Zayas, bienvenido a Democracy Now! Háblenos de lo que sucede actualmente ‎en Venezuela. ¿Estamos viendo un golpe de Estado? ‎
Alfred de Zayas: Primeramente, Amy, es para mí un honor participar en su programa. Apoyo ‎todo lo que acaba de decir mi colega, el profesor Tinker Salas, un experto en la materia.‎
En cuanto al golpe de Estado, no se trata de un golpe de Estado consumado. Es un intento de ‎golpe de Estado. Todos creemos en la democracia. Esta programa se llama Democracy Now! ‎No hay nada más antidemocrático que un golpe de Estado y el boicot de elecciones. ‎
Como ustedes saben, desde la elección de Chávez –en 1998– ha habido 26 o 27 elecciones ‎en Venezuela. Por consiguiente, si usted quiere jugar el juego, usted debe participar en las ‎elecciones. Y si la oposición se niega a participar en las elecciones, entonces es responsable de la ‎situación provocada. ‎
Por otro lado, quiero apoyar las declaraciones del secretario general [de la ONU] Antonio ‎Guterres llamando al diálogo. He respaldado mucho la mediación que realizó –de 2016 a 2018– ‎José Luis Rodríguez Zapatero, ex primer ministro español. Su mediación había llevado a un ‎compromiso razonable. El acuerdo estaba encima de la mesa, listo para la firma. En el último ‎momento, el 6 de febrero de 2018, [el jefe de la oposición] Julio Borges se negó a firmarlo. ‎
Amy Goodman: ¿Se trata entonces de un golpe de Estado?‎
Alfred de Zayas: Es sólo una cuestión de semántica. Estamos ante una situación ‎inconstitucional, donde el legislador usurpa competencias que pertenecen al ejecutivo y a la ‎justicia. El poder judicial ya declaró que todos los actos y declaraciones de la Asamblea Nacional ‎son inconstitucionales. ‎
Yo no soy un estudioso de la Constitución de Venezuela pero, cuando estuve en ese país, en ‎noviembre de 2017, pude hablar con todos los diferentes actores, con miembros de la Asamblea ‎Nacional, de la Cámara de Comercio, con PROVEA [1], Amnistía International, Human Rights Watch, con el ‎representante local de la OEA, etc. y, por supuesto, con todos los ministros. ‎
La función de un relator no es hacer demagogia. La función de un relator no es denunciar ‎ni condenar. La función de un relator es escuchar, estudiar después toda la documentación ‎pertinente y lograr proposiciones constructivas, proposiciones que formulé en el informe que presenté al Consejo de Derechos Humanos, el 10 de septiembre de 2018. En ese informe formulé ‎numerosas recomendaciones y el gobierno ya puso en práctica cierta cantidad de esas ‎recomendaciones poco después de mi visita –porque también entregué al ministro de Exteriores ‎de Venezuela, el señor Arreaza, una nota confidencial de 6 páginas antes de irme. Mi informe ‎reflejaba parte de esas recomendaciones. ‎
Mi preocupación, y creo que es también la de todos los que creemos en la democracia y en el ‎predominio del derecho, es calmar los ánimos, es evitar una guerra civil. ‎
Una cosa que dije a los diputados de la oposición fue: ustedes no pueden simplemente derrocar ‎el gobierno y Maduro no va simplemente a abandonar su función.
Voy a explicar lo que quiero ‎decir: hay 7, 8 o 9 millones de chavistas comprometidos y ustedes tienen que tenerlos en cuenta. ‎‎¿Qué harán ustedes derrocando el gobierno con un golpe de Estado? ¿Qué harán con toda esa ‎gente? Ellos, probablemente van a luchar. No queremos que haya combates. No queremos ‎derramamiento de sangre. Por consiguiente, la única vía lógica es hoy llamar al diálogo. Y yo ‎espero que el Vaticano, México y Uruguay van a mostrar el camino. ‎
Amy Goodman: ¿Cuál es el papel tienen los medios en lo que está sucediendo en Venezuela? ‎Si miramos los canales de televisión de Estados Unidos –no hablo sólo de Fox News, hablo ‎también de CNN y de MSNBC–, si usted los ve con regularidad no tiene idea alguna de lo que ‎realmente sucede. ‎
Alfred de Zayas: Sí, es verdad. ‎
Amy Goodman: Lo que sucede muestra el nivel de implicación de Estados Unidos, hasta este ‎video que el vicepresidente [Mike] Pence difundió justo antes de que Juan Guaidó anunciara en ‎plena calle que se proclamaba presidente, él, el jefe de la Asamblea Nacional, el equivalente de ‎Nancy Pelosi. ‎
Alfred de Zayas: Los grandes medios de difusión han sido cómplices en este intento de golpe ‎de Estado. Los medios de difusión masiva han creado, mediante gran cantidad de noticias falsas, ‎una atmósfera para que el público acepte ese cambio de régimen que Estados Unidos impone al pueblo de Venezuela, porque a fin de cuentas se supone que es en interés de los venezolanos. ‎
Eso nos recuerda el periodo que precedió la invasión de 2003 contra Irak. Los medios masivos de ‎difusión apoyaron todas las mentiras y manipulaciones de George W. Bush y Tony Blair para ‎convencer al mundo de que Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva. Y con ese ‎subterfugio se engañó a la opinión pública mundial para invadir Irak y eliminar su gobierno por la ‎fuerza. Pero, de hecho, aquello no fue sólo un crimen de agresión, una guerra ilegal, como el ‎ex secretario general [de la ONU] lo explicó en más de una ocasión. ‎
Aquello fue una revuelta de 43 Estados, la «coalición de voluntarios», contra el derecho ‎internacional. Si hay un principio claramente expresado en la Carta de la ONU, que es el ‎‎jus cogens, que es el derecho internacional imperativo, ese principio es la prohibición del uso de ‎la fuerza. Y aquel ataque contra Irak fue perpetrado por 43 Estados, todos cómplices, violando ‎todas las reglas del derecho internacional. ‎
Y aquellos hechos estuvieron precedidos por toda una campaña mediática, un océano de mentiras ‎y de verdades a medias –similar a lo que pasó con Libia, con Siria y ahora con Venezuela. ‎
Hace años que venimos observando, en efecto, una campaña mediática contra Venezuela. Y yo ‎conozco la situación particularmente bien porque, antes de viajar a ese país, tuve que leer todos ‎los informes –no sólo lo que publicaban el Washington Post y el New York Times– sino ‎también los informes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, de Amnistía ‎Internacional, de Human Rights Watch, etc., que insinuaban que había una crisis humanitaria en ‎Venezuela. ‎
Cuando fui a Venezuela aproveché nuevamente la oportunidad para entrevistar a representantes ‎de Amnistía Internacional, de PROVEA y de otras ONGs de la oposición y también estudié y ‎comparé los documentos, analicé las estadísticas, etc. ‎
En aquella época no había ciertamente ninguna crisis humanitaria. Es cierto que había hambre, ‎había zozobra [2], como se dice en español. Había sufrimiento, había ‎malnutrición, etc. Pero no se trata de decir sólo que hay una crisis económica. Eso no es ‎lo fundamental. Lo fundamental es saber cuáles son las causas de esa llamada «crisis ‎humanitaria». Y los que ahora dicen querer resolver la crisis humanitaria son en parte ‎los mismos que la provocaron. ‎
Existe un principio del derecho internacional llamado ex injuria non oritur jus [“el derecho ‎no puede nacer de un hecho ilícito”]. Por lo tanto hay que impedirles exigir un cambio de ‎régimen ya que son ellos mismos quienes agravan la situación, causada inicialmente por la caída ‎dramática de los precios del petróleo. ‎
Yo quiero referirme a la profesora Pasqualina Curcio, de la Universidad de Caracas. Cuando estuve ‎allí tuve la oportunidad de reunirme con ella durante varias horas. La profesora Pasqualina ‎Curcio ha publicado un libro titulado The Visible Hand of the Market [“La mano visible del ‎mercado”].‎
Es un libro que informa sobre el bloqueo financiero, sobre toda la compleja guerra económica ‎contra Venezuela, recordando la guerra económica desatada [en Chile] contra Salvador Allende. ‎Y lo interesante es que, después de 3 años de guerra económica contra Allende, sin lograr ‎derrocarlo, tuvieron que organizar el golpe de Estado del general Augusto Pinochet, que impuso ‎al pueblo chileno 17 años de dictadura. ‎
Nosotros tendríamos que preguntarnos: ¿Queremos un golpe de Estado en Venezuela? ‎‎¿Qué legitimidad tendría un gobierno de Guiadó? Como ya dije, en Venezuela ha habido 26 o 27 ‎elecciones desde 1998. Y el presidente Jimmy Carter y el Carter Center estuvieron varias veces ‎en Venezuela para vigilar esas elecciones. Carter tenía una opinión muy buena del sistema y de ‎las garantías de las elecciones en Venezuela. ‎
Por lo tanto, si la oposición se considera verdaderamente democrática debe jugar el juego ‎democrático y participar en las elecciones. Pero en estos últimos años han optado por boicotear ‎las elecciones. ‎
Otra cosa más que me parece importante mencionar es que los medios masivos de difusión ‎siempre han presentado a la oposición como manifestantes pacíficos. ¡Esa no es la verdad!‎
Existen gran cantidad de videos y fotos de los actos de violencia perpetrados por las llamadas ‎‎«guarimbas» [3] en Venezuela desde 2014 y principalmente en 2017. En Venezuela entrevisté ‎no sólo a víctimas de brutalidad policial sino también a víctimas de las guarimbas –personas ‎que simplemente trataban ir del punto A al punto B, y que se encontraban alguna vía bloqueada ‎y eran asesinadas o gravemente heridas o quemadas. Yo interrogué a esas personas cuando ‎estuve allá. ‎
Por lo tanto tengo que decir audiatur et altera pars, “escuchemos a los dos bandos” y no nos ‎concentremos –como hacen los medios masivos de difusión en Estados Unidos– sólo en los ‎argumentos de la oposición. También hay que tener en cuenta a los 7, 8 o 9 millones de ‎venezolanos, que son seres humanos con derechos democráticos y que han expresado esos ‎derechos democráticos en las urnas. Ustedes simplemente no pueden ignorar a esas personas. ‎
Amy Goodman: Voy a dar la última intervención a Miguel Tinker Salas. ‎
‎¿Cómo va a evolucionar la situación? ¿Qué cree usted? En el pasado ya vimos que casi hubo un ‎golpe de Estado contra el Presidente Chávez. El ejército se lo llevó, fue liberado. Lo mismo ‎sucedió en Ecuador con [el Presidente] Correa, que también pudo liberarse y mantenerse como ‎Presidente. ‎
Por otro lado, también tenemos el caso del Presidente Aristide, en Haití, con vínculos ‎comprobados entre Estados Unidos y el golpe de Estado. Y el caso del Presidente Zelaya, ‎en Honduras, que también fue forzado a dejar su cargo. No pudo quedarse en el poder. ‎
‎¿Qué piensa usted que va a suceder, profesor Tinker Salas?‎
Miguel Tinker Salas: Pienso que parte de lo que Estados Unidos y la oposición están tratando ‎de hacer es ver si hay fallas fundamentales en el seno del ejército que puedan facilitar su ‎estrategia. Eso también podría llevar a un golpe de Estado. ‎
En mi opinión eso no sería la mejor solución para Venezuela. Insisto en el hecho que si seguimos ‎reforzando esta política de la cuerda floja, corremos el peligro de exacerbar esta crisis y esta ‎violencia obscena. Pienso que tendríamos que tratar de evitar la violencia. Pienso que la mejor ‎solución consiste en encontrar un proceso que permita negociar y conversar. ‎
Podemos intentar dialogar con la cabeza fría, aceptando la existencia del otro. Porque si hay ‎elecciones mañana y si gana el gobierno, la oposición no va a reconocerlo. Y si gana la ‎oposición, los partidarios del chavismo no la reconocerán. Es un callejón sin salida. Tenemos que ‎eliminar esos obstáculos y desarrollar soluciones con las cuales, a largo plazo, los venezolanos ‎podrán aceptar la presencia del otro en la sociedad, reconocer cada cual la humanidad del otro ‎y hallar mediante el diálogo una solución pacífica a esta crisis. ‎





[1] Siglas de Programa Venezolano de Educación-‎Acción en derechos humanos.
[2] En español en el texto.
[3] Las guarimbas eran manifestaciones violentas orquestadas contra el gobierno ‎del Presidente Nicolás Maduro después de las elecciones cuyos resultados fueron rechazados por ‎la oposición.

viernes, 22 de febrero de 2019

Fake news , sobre el votante de Podemos que se pasa a Vox .


El falso mito del votante de Podemos que se pasa a Vox

  • La tesis de que la ultraderecha ha penetrado en el caladero de la izquierda no es cierta: sólo el 2% de los votantes de Podemos en 2016 aseguran ahora que piensan apoyar a Vox
  • La formación de Abascal se alimenta esencialmente de antiguos votantes del PP y, en menor medida, de Ciudadanos



"Sois unos traidores. Los obreros votan a Vox por algo". Con ese argumento, entre otros, un grupo de jóvenes pertenecientes al pequeño grupo Frente Obrero increparon al candidato de Más Madrid a la presidencia autonómica, Íñigo Errejón, que durante la conversación que mantuvo con este grupo fue acusado de ser uno de los responsables "de que haya partidos fascistas". Pero lo cierto es que los datos estadísticos desmienten su tesis: según diferentes sondeos y encuestas, el voto a Vox se nutre fundamentalmente de exvotantes de PP y Ciudadanos, y la parte que procede de Unidos Podemos es meramente anecdótica.

Desde que la ultraderecha certificó su avance y su entrada a las instituciones en las elecciones autonómicas de Andalucía, celebradas el pasado diciembre, la tesis de que buena parte de sus votantes procedían de feudos tradicionales de la izquierda se ha debatido ampliamente. No solo los jóvenes que increparon este miércoles a Errejón la han difundido: en columnas de opinión e incluso análisis periodísticos se ha tratado esta teoría, que recuerda a lo ocurrido en países como Francia, donde Agrupación Nacional –el antiguo Frente Nacional– sí ha sido capaz de penetrar con fuerza en distritos tradicionalmente obreros. Pero, al menos con los datos demoscópicos en la mano, es imposible dar por válida esta argumentación en el caso español.

El barómetro del CIS hecho público tras las andaluzas hace unos días es muy claro en este sentido. En la encuesta se pregunta a los andaluces por el partido al que votaron en las elecciones generales de junio de 2016 y también por la papeleta que eligieron en las autonómicas del pasado diciembre. Y lo cierto es que, de quienes afirman que optaron por la coalición liderada por Pablo Iglesias en las generales, solo el 1,6% dice haber cambiado radicalmente de opción y haber votado a Vox en Andalucía hace un par de meses.

Una tendencia casi calcada es la que muestra el último barómetro del CIS centrado no en Andalucía, sino en toda España. El sondeo, cuyo trabajo de campo tuvo lugar en enero, refleja que solo el 2% de quienes votaron a Unidos Podemos en 2016 dicen que votarán a Vox en las próximas generales del 28 de abril, lo cual supone que la transferencia a la ultraderecha es de apenas 100.000 votos de los más de cinco millones que eligieron la papeleta de la coalición morada o sus confluencias.

Y, pese a las diferencias que están mostrando en los últimos tiempos a la hora de realizar proyecciones de voto, las casas demoscópicas privadas van en la misma línea que el instituto público en lo relativo a las fugas de Unidos Podemos a Vox, que consideran casi inexistentes. Por ejemplo, la última encuesta realizada por Metroscopia para el grupo Henneo, publicada el pasado 18 de febrero, refleja una transferencia de voto de apenas el 2%, la misma que estima el barómetro del CIS. Sociométrica, la empresa que realiza encuestas para El Español, asegura que la fuga es aún menor, del 1,4% (lo que supone unos 71.225 votos). Y GESOP, en su sondeo para El Periódico, sitúa la cifra en un escaso 1,3%, lo que se traduciría en poco más de 66.000 papeletas.

De hecho, tal y como muestran estas encuestas, los votantes que dicen que abandonarán a Unidos Podemos en las próximas elecciones van fundamentalmente a dos lugares: el PSOE y la abstención. El CIS cifra la fuga hacia los socialistas en un 13,1% (unos 666.000 votos) y hacia la abstención en un 5,7% (otras 290.000 papeletas). Y para las empresas privadas, la sangría es aún mayor: GESOP refleja una pérdida de hasta el 26,2% de los apoyos hacia el PSOE (1,3 millones de votantes), Sociométrica la cifra en un 17,5% (más de 900.000 votos), y para Metroscopia la transferencia de Unidos Podemos a los socialistas será del 19% de sus votantes (en torno a 966.000). 


Hasta un cuarto de los votantes del PP se va a Vox

Pero entonces, si los votos de Vox no proceden de Unidos Podemos, ¿de dónde vienen? Pues, fundamentalmente, de PP y Ciudadanos. En el barómetro elaborado por el CIS tras las andaluzas para analizar los resultados de esas autonómicas, un 15% de quienes votaron al PP y un 11,8% de quienes escogieron la papeleta de Ciudadanos en las generales de 2016 aseguran haber votado en diciembre a Vox, que además tiene otro importante caladero en quienes se abstuvieron en 2016: el 13,2% de los andaluces que no fue a votar en las últimas generales sí que escogió la papeleta de la ultraderecha en las autonómicas.

El CIS a nivel nacional refleja la misma tendencia. Aunque Vox solo se haría con el 3% de los votos de aquellos que aseguran que no fueron a votar en 2016 –lo que implica que ganaría unas 367.000 papeletas–, sus principales fuentes son los exvotantes de PP y Ciudadanos, ya que conseguirían convencer al 14,1% y el 10,3% de ellos, respectivamente. La cuantía es importante: el 14,1% de los votantes del PP de 2016 suponen casi 1,12 millones de personas, mientras que el 10,3% de los votantes de Ciudadanos se traduce en otros 323.500 electores.

Las casas demoscópicas privadas son aún más tajantes al atribuir el auge de Vox a su capacidad de robar votos a los otros dos partidos de la derecha. Sociométrica asegura que la fuga del PP a la ultraderecha sería del 22,4% de sus votantes de 2016 (casi 1,8 millones de personas), mientras que el 16,2% de los votantes de Ciudadanos (en torno a medio millón) elegirían ahora a Vox. Las cifras de Metroscopia son similares, ya que su encuesta refleja que el 21% de los votantes del PP y el 13% de los de Ciudadanos votarían ahora a la ultraderecha. Y el sondeo de GESOP es el más esperanzador para Vox: según esa encuesta, el 25,8% (más de dos millones) de los votantes del PP se pasarían a la formación de Santiago Abascal, mientras que otros 500.000 de Ciudadanos seguirían el mismo camino.