A muchos les parece extraño "el cambio" de Felipe
González y Alfonso Guerra cuyo gobierno en 1982, dio el giro definitivo a la
historia. ¿Y si no hubiera tal cambio? ¿Y si la modélica Transición es otro
eufemismo?
Rosa María Artal.
"… y he visto que la cuna del hombre la mecen con
cuentos,
que los gritos de angustia del hombre los ahogan con
cuentos,
que el llanto del hombre lo taponan con cuentos,
que los huesos del hombre los entierran con cuentos,
y que el miedo del hombre...
ha inventado todos los cuentos".
León Felipe (Zamora 1884–Ciudad de México 1968)
Se diría que la historia de España que oficialmente
prevalece está plagada de eufemismos para esconder y dulcificar la realidad. Y,
sin duda, es mucho más descarnada. Las trampas, hasta los timos de trileros,
afloran en un retrato insoportable para la decencia, para la conciencia
democrática e incluso la madurez como pueblo. Una historia que se llena también
de mitos que a menudo recaen en quienes menos lo merecen. Francia juzga al
expresidente de la República, Nicolás Sarkozy, por corrupción y tráfico de influencias.
Le pillaron con las manos en la masa pidiendo trato de favor a un juez para
otro chanchullo. Habrá que ver a colegas españoles de altas instancias, muertos
de risa: España sí que lo ha sabido hacer. Magistralmente. Y con la
complacencia y colaboración de una buena parte de la sociedad. Y, desde luego,
de medios de comunicación y periodistas concretos.
La historia de Juan Carlos I sigue con la huida al paraíso
de la autocracia de Abu Dabi en Emiratos Árabes Unidos. O con las cartas y
movimientos estratégicos de la Casa Real –o sea, de su hijo y heredero Felipe
VI– que renuncia a la herencia (no de la Corona) el mismo día de marzo que
entra en vigor el Estado de Alarma por la pandemia. O que comunica en un texto
de un folio la fuga del emérito un lunes de agosto.
El funcionamiento de España, casi como un reino medieval,
quedó bien patente con las firmas y adhesiones a las tropelías de Juan Carlos
por los grandes servicios a España que había prestado de más de 70 exministros
y altos cargos. Muestra de una laxitud ética con la que un país no puede
funcionar correctamente. Porque corrobora, una y otra vez, que quienes mueven
los hilos en España comparten con Juan Carlos de Borbón una moral plagada de
excepciones, atajos y privilegios, donde el fin que buscan justifica los
medios.
Y que va mucho más allá en la práctica. Fernando González,
Gonzo, en Salvados, entrevistó el domingo a José Bono, ex presidente del
Congreso por el PSOE y a García Margallo, ministro de exteriores con el PP. Ese
teléfono en la misma mesa de la sede de la soberanía popular que suena
–¡durante la sesión!– para que el rey u otros opinen y hasta agradezcan que no
se investiguen sus cuentas, sonroja a niveles insoportables. Y la comprensión
de estas actitudes. Un ministro de exteriores que se reúne con la amante del
jefe del Estado, para hablar "de asuntos privados" cuyo contenido,
dice, no recuerda. Esta es la verdadera historia de España.
¿Y de dónde parte? A muchos les parece extraño "el
cambio" de Felipe González y Alfonso Guerra, presidente y vicepresidente
del gobierno del PSOE que, con su triunfo en 1982, dio el giro definitivo a la
historia. ¿Y si no hubiera tal cambio? Aquel gobierno histórico aportó una
hasta entonces impensable alternancia bipartidista en el poder y consolidó lo
que había de ser el régimen del 78. Verán, un insobornable Nicolás Sartorius
declaró esta semana: "No sé si hay pacto con Bildu, pero en la Transición
pactamos con quien nos fusilaba". Comunista y aristócrata, intelectual y
comprometido, pasó seis años en la cárcel condenado en el Proceso 1001 por
pertenecer al sindicato CCOO. Con toda autoridad moral señala esa clave. Se
firmó un contrato con los asesinos, con los tiranos, con los que destrozaron la
ética de un país por varias generaciones. Porque nunca hubo dos partes: hubo un
golpe, una guerra y una larga y terrible dictadura, hubo agresores y víctimas.
¿Y si la modélica Transición es otro eufemismo, y hay que hablar de un pacto en
altura para maquillar y no cambiar?
En Felipe González tenemos a otra figura a la que hay que
agradecer un sinfín de cosas que son normales en los países democráticos.
Incluso más, sí. Entrar en la Comunidad Europea, sanidad y educación universal
y aquella modernidad que el presidente vestía con una brillantez intelectual
extraordinaria, mientras su segundo mordía "a la derecha" como el
poli malo de la función. Dos personajes tan magistralmente elegidos para sus
papeles que asusta constatarlo. Algo ayudaría a saber, a ver la certeza o
falsedad de los supuestos dosieres, si España acabara con la anormalidad
democrática de la Ley de Secretos oficiales. Pero eso no va a ocurrir en modo
alguno.
Capa de modernidad, sin duda. Logros, importantes. Pero el
bipartidismo dejó en sus puestos a quienes habían sustentado el franquismo en
todos los estamentos esenciales para que fuera posible. Y ahí siguen muchos, y
por supuesto sus herederos. Eso era el "atado y bien atado". Nadie
pagó, nadie fue relevado siquiera por su complicidad con la dictadura. De aquel
manto de impunidad, resurgen florecientes los franquistas y fascistas, los
aprovechados, cosechando dinero y medios para su labor. La corrupción del
franquismo sigue en la columna vertebral de España. Y reparte y atesora sus
beneficios.
Cada vez es más evidente, que las batallitas políticas y
mediáticas con las que los medios entretienen al personal son el señuelo que
distrae de lo que realmente se cuece. Los "zascas" y
"repasos" enardecen a la afición pero terminan siendo diabólicos.
Podría admitir que, en algunos casos, sea solo seguidismo de una corriente de
frivolidad que no profundiza en las causas. Pero el daño es igual de
devastador. Y Twitter, Facebook y WhatsApp les vinieron a ver para ayudar en la
tarea, como mero vehículo por supuesto. Con este panorama que, a diario los
Trending Topic marquen lo que quiere destacar y molesta a la derecha, no lo
hubieran imaginado ni en sus mejores sueños.
En definitiva, nos encontramos con un ex Jefe del Estado,
rey, huido de su país y pringado a niveles de república bananera. No hemos
despejado ni la X de los GAL, ni las historias fantásticas de hechos durísimos
que hemos vivido. Ni siquiera saben los jueces quién es M.Rajoy en los papeles
de Bárcenas. Hubo un presidente de igual nombre que, si nos dejamos de
eufemismo, ha sido el mejor gerente, el más discreto y eficaz, que ha tenido la
organización. Metió mano en la forma de elegir el Poder Judicial, aupó a jueces
estratégicos y reformó los Códigos penales con la inclusión de la Ley mordaza.
Implantó, solo con votos del PP que le daban mayoría, una Ley de Educación, la
de Wert, cercana al creacionismo religioso, favoreció a las confesiones
católicas en un país aconfesional, según la Constitución. Rajoy se propuso y
consumó el mayor destrozo del Estado del bienestar de la historia, con
durísimos recortes en sanidad, educación o investigación, ciencia y cultura.
Mermó derechos laborales y el subsidio del paro. Hasta el IVA que había presuntamente
combatido, lo aumentó del 18% al 21%. Con particular ensañamiento en la
cultura. El IVA cultural español pasó a ser el mayor de la zona euro, con
diferencias abismales. Lamentablemente muchos de los estragos de Rajoy
continúan vigentes.
Pablo Casado sigue la misma senda, con las medidas que
anuncia contra la ley de educación o el veto (consentido) a la renovación del
Poder Judicial. Con esos eufemismos como el de buscar "la libertad de las
familias". De no ser por lo que hizo y hace el Partido Popular parecería
que solo quiere imponer su programa sin haber ganado las elecciones.
"Solo". Pero el componente tramposo está bien a las claras. Igual es
que la sociedad no es consciente de todo esto, no lo sabe o lo ha olvidado.
Algunos medios y periodistas hacen una labor espectacular en ese sentido: en el
de vender la moto, dicho sin eufemismos.
¿Qué es eso de "la pluralidad"? Supuestamente el
intercambio de ideas, la confrontación de voces distintas en busca de
clarificar los temas. En la práctica es un continuo uso de la zancadilla para
el pensamiento, una distracción premeditada, una exaltación de las vísceras que
no apela a la razón. Sería enormemente constructivo tener en España una derecha
democrática y unos periodistas conservadores que expusieran con limpieza sus
argumentos. Lo que cambiaría todo. Pero es que todo viene del mismo origen. El
que tiende a expulsar a una parte del gobierno de coalición de decisiones
importantes como el reparto de los fondos de reconstrucción europeos para
contentar al bipartidismo clásico, que luego obliga a rectificar tras haber
hecho el feo.
Es con lo que cargamos. La pluralidad habría ser en clave de
honestidad y no lo es. Una democracia admite desde luego voces turbias, es la
condición humana, pero los propios ciudadanos deben exigir limpieza, si son
limpios. No sabemos en qué medida ha contaminado a la sociedad la porquería
incrustada en su esqueleto.
En pocas palabras y sin eufemismos: la verdadera historia de la España actual, hija de sus trampas, nos aboca a deducir que nos han timado y nos siguen timando. Déjense de viejas guardias, guardias viejas, de privilegios y males menores que no han hecho otra cosa siempre que tapar inmensos daños. Somos ciudadanos de un país del siglo XXI, en un mundo atribulado, que quiere salir adelante afrontando sus problemas. Es lo que la mayoría vota. Se puede. Seguro. Para mí es esencial prescindir del ruido. Y huir de los cuentos que paralizan.
Ver la foto del texto , es bien elocuente .
https://www.eldiario.es/opinion/zona-critica/espana-eufemismos-historia_129_6456528.html
Nota del blog
La oligarquía borbónica parasitaría.
LDM.
Muy buen artículo el de Rosa M. Artal.,
por los datos además en que se
basa y aporta y que a un lector normal de prensa se le escapan .Como la
frase de Sertorius o lo del programa de
Salvados que nunca veo . Recordar el poema de León Felipe genial y además abrir el artículo con él . La
transición-transacción- traslación fue
una obra de marketing bien vendida...muy
lejos de la realidad que fue una
segunda Restauración, tipo Cánovas. Con
el rey soldado al frente del ejército franquista. La mejor Historia de España se publicó en el exilio, en México y nunca se publicó aquí... era la de
Ramos Oliveira...leer lo que fue España de 1875 a 1940 es bien clara. Y la democracia actual solo es una
repetición como comedia. Lo positivo ahora es que no puede terminar tan zombi como la otra, con las crisis tras
crisis del siglo XX español y en una
tragedia. Ya que al estar en el euro y
sobre todo en la UE no es el marco
europeo de los años 30. El que España fuera la última monarquía
restaurada no en Europa sino en el mundo
da que pensar y más con el comportamiento del ex rey volvemos al
zombismo de la Restauración anterior hasta que vuelva a caer. La monarquía actual es incapaz de asumir la
complejidad plural del país, ya se vio cuando bronco a Cataluña, el rey actual cabreado utilizando el palo en vez de la zanahoria el 3-O y no saber mantenerse por sobre los partidos .Y más después de un 1-O palizando la derecha del PP a los votantes , en una segúnda votación meramente de consulta sin valor legal. Encima asi legitimandola.
También añadir otra cosa,
sería muy interesante ver el fracaso de las élites en España en el siglo XX- XXI.
Ya sabemos que hoy están transacionalizadas y vendidas. Al igual ver que
el ex rey, "escondió en Suiza durante dos décadas millones de euros
en acciones de compañías del Ibex. Lo más florido: Iberdrola, BBVA, Santander,
ACS, Acciona, entre otros. Algunos de ellos también tienen cuentas en paraísos
fiscales que nos sangran". Bueno eso además viene de Franco que ordenó dar
al ex rey un montón de acciones a comienzo de los años 60 cuando ya lo perfilo
como sucesor. Pero Alfonso XIII ya tenía
muchas acciones, ni la República las tocó,
ejemplo el Metro de Madrid. Y luego las repartió entre sus hijos y Juan se llevó
una buena tajada que Franco garantizó. Y ya las tenía en Suiza . Muy seguro no debía
de estar el ex rey, cuando hizo eso. Al final la crisis del 2008 bien demostró
el fracaso de nuestras élites apostando por el ladrillo y un país de servicios a su gusto y como tienen aún a España como si
fuera un cortijo, del cual ya han vendido casi todo y son ya solo
comisionistas de la
transnacionalización .Y no solo el ex
rey sino con los sillones de políticos del régimen del 78 giratorios en ellas. Y
así de desastre en desastre hasta el desastre
final , bunkerizados y banderizados con
la monarquía. Ya decían en la Restauración
anterior que la Monarquía era el tapón de la botella que había que agitar para hacerla saltar.
Cuando agitan la bandera roja y gualda,
me dan ganas de reír ya que es la única soberanía simbólica que les queda en su cortijo. En el fondo sino
nos diéramos cuenta son ya tigres de papel
, eso sí traidores y vengativos en su cainismo
ancestral de caciques de latifundio , para
nada liberal sino nacional católico , colgados del sueño del pasado imperial y enseñando la brocha policial heredada del franquismo de vez en cuando ,dentro de su capitalismo de cortijo como identidad .Acabamos de leer lo del Franco-Borbón y Vox y el paraíso fiscal de Luxemburgo y ahora ya sabemos de donde bienen algunas de la superdonaciones , mayores que en ningun otro partido a ese nuevo clón del PP ..https://www.eldiario.es/economia/luis-alfonso-borbon-asocio-familiares-vicepresidente-economico-vox-mediante-empresa-luxemburgo_1_6459795.html
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