lunes, 12 de octubre de 2020

12 de octubre. Por un republicanismo anticolonialista



12 de octubre. Por un republicanismo anticolonialista

GERARDO PISARELLO

 Los actos evocatorios del 12 de octubre de 1492 tendrán este año un significado singular. Por el propio contexto de pandemia, que sitúa cualquier reflexión pública en una suerte de niebla espesa, por momentos irreal. Pero también por la emergencia, a uno y otro lado del océano, de una extrema derecha descaradamente negacionista de lo que de crueldad y expolio tuvieron aquellos choques sociales y culturales.

Esta realidad obliga a prestar atención a las ciento de miles de voces que, en medio de una dramática violencia racista estatal y paraestatal se están movilizando contra el neofascsimo en diferentes rincones del mundo. Y constituye una buena ocasión, también, para articular un republicanismo del siglo XXI con anticuerpos suficientes para repeler, entre otras cosas, el virus letal del racismo y del colonialismo.

 1- Bartolomé de las Casas y las semillas del republicanismo anticolonial

Sin dudas, una de las figuras más interesantes para acometer esta tarea es la del humanista y fraile dominico, Bartolomé de Las Casas. Nacido en Sevilla hacia 1474 en un familia de mercaderes, Las Casas representa a una generación que por su propia vivencia de la conquista en América reaccionó a las atrocidades que él mismo describiría indignado en su "Brevísima relación de la destrucción de Indias", de 1542. Su experiencia de la brutalidad colonial –Las Casas calculó que en cuatro décadas más de 12 millones de amerindios habían muerto como consecuencia de malos tratos, matanzas, epidemias– no fue vana. Por el contrario, fue lo que le permitió convertirse en una figura clave de la teorización moderna de los derechos humanos y del republicanismo democrático.

 

Las Casas vivió unos 82 años. Llegó a La Española –hoy Haití– cuando tenía poco más de veinte. Una década más tarde, hacia 1514, tomó conciencia plena de lo que suponía el sistema de esclavitud y saqueo practicado por conquistadores, colonos y encomenderos contra las poblaciones originarias. A partir de entonces, dedicó el resto de su vida a denunciarlo y a proponer medidas para acabar con este sistema. La más radical fue la supresión total y definitiva de lo que consideraba el peor de los crímenes:  la "encomienda perpetua", piedra angular del régimen de explotación económica y de vejaciones sobre el que se sostenía el edificio colonial.

 En 1542, con las Nuevas Leyes de Indias, dictadas por Carlos V, Las Casas vio como sus esfuerzos se traducían en algunas reformas. Sin embargo, la reacción de los encomenderos fue tan brutal que el propio monarca acabó retrocediendo y revirtiéndolas. Con la transición monárquica de Carlos V a Felipe II, Las Casas vio menguada su influencia en la Corte. Eso le valió una soledad creciente, pero en sus últimos años, lejos de amilanarse, se radicalizó en sus posiciones. Agudizó sus críticas a la Corona. Defendió de manera explícita el derecho democrático de los pueblos indios colonizados a su autodeterminación y a ser restituidos en lo que por justicia les correspondía. Solo se arrepintió de una cosa: haber aceptado en su juventud que la esclavitud indígena fuera reemplazada con esclavos africanos para morigerar la tragedia que le estaba tocando presenciar.

 El escritor republicano cubano, José Martí, llegó a escribir, refiriéndose al coraje político, a la empatía y a la firmeza ética de Las Casas: "Empezó su medio siglo de pelea para que los indios no fueran esclavos; de pelea en las Américas; de pelea en Madrid; de pelea contra el Rey mismo; contra España toda, él solo, de pelea". Unas de estas batallas, precisamente, fue la llamada "Controversia de Valladolid", una polémica que lo enfrentó entre 1550 y 1551 a Juan Ginés de Sepúlveda. En dicha discusión, Sepúlveda defendió las guerras de conquista contra los "bárbaros" amerindios. Las Casas se opuso con argumentos contundentes: ¿era justa pues, la guerra de los romanos contra los españoles para liberar a estos de su barbarie? ¿no fueron más bárbaros, en tanto crueles y estólidos, conquistadores y encomenderos que los pueblos amerindios? ¿cómo es posible hablar sin más de razas o naciones bárbaras?

Pero la formación política y filosófica de Las Casas le permitió ir más allá. Como conocedor de Aristóteles que era, su crítica del genocidio americano le llevó a esbozar una teoría republicana y democrática del buen gobierno que se anticiparía a autores como Rousseau. En su tratado sobre El poder de los reyes y los derechos de los súbditos (De Regia Potestae…, en el original en latín) llegó a consagrar un principio anticolonial básico: que ningún Estado -ni rey, ni emperador- puede enajenar territorio ni cambiar su régimen político sin consentimiento expreso de sus habitantes. Las razones eran evidentes: el poder de soberanía procede del pueblo, y al elegir a sus gobernantes, el pueblo no pierde nunca su propia libertad. Los reyes y gobernantes –continuaba Las Casas- no son señores de los reinos. Son administradores de intereses comunes. De ahí que, citando a Bartolomé de Brescia, acabara defendiendo que los reyes fueran nombrados por voluntad popular, "aunque por costumbre se venga haciendo lo contrario" (De Regia Potestae…)

 2- "Que se pierdan las colonias y se salven los principios". El republicanismo anticolonial en la Revolución francesa y más allá del Atlántico

La admirable radicalidad democrática y anticolonial con la que Bartolomé de Las Casas afrontó el tremendo "choque de mundos" en pleno siglo XVI le granjearía el reconocimiento –hasta el día de hoy – de pueblos indios en Chiapas y otros sitios de América. Pero su influencia se proyectaría sobre la propia Europa, comenzando por la Revolución Francesa.

 La cuestión colonial generó un importante debate en la Asamblea Constituyente francesa de mayo de 1791. Pierre-Victor Maloüet, dueño de plantaciones de azúcar en Santo Domingo y reputado portavoz del sector esclavista, reclamó una Constitución específica para las colonias con el fin de que la Declaración de derechos no se aplicara en ellas. Algunos diputados más desvergonzados, como Moreau de Saint-Méry, propusieron directamente que fuera el esclavismo en las colonias lo que resultara constitucionalizado.

El encargado de responderles fue el diputado Maximilien Robespierre. Y lo hizo de manera fulminante, en una memorable intervención el 13 de mayo. "Que perezcan vuestras colonias, si pretendéis conservarlas a este precio. Sí, si fuera necesario perder vuestras colonias o perder la felicidad, la gloria, la libertad, yo repetiría: ¡que perezcan vuestras colonias!"

 La burguesía colonialista, girondina, insultaba a Robespierre y al Abad Grégoire llamándoles "Lascasistas". Sabían de lo que hablaban. Y sabían lo contagiosas que las ideas del fraile sevillano podían resultar. No en vano, al socaire de las ideas y movilizaciones que agitaban Francia, en 1791 se produjo en Haití un levantamiento de esclavos encabezados por el líder negro Toussaint L’Ouverture. Los trabajadores se declararon hombres y mujeres libres y atacaron las propiedades de los terratenientes.

 En 1793, por disposición de los jacobinos, los esclavos de colonias francesas obtuvieron la emancipación. Toussaint, un ex esclavo que sabía leer y tenía 50 años, fue declarado presidente vitalicio de la isla. Con la caída de Robespierre, Napoleón intentó recuperar el control colonial sobre la isla. Sin embargo, fue derrotado por el general negro Jean Jacques Dessalines. En 1804, este proclamó la República de Haití, que suplantó al francés Saint-Domingue. Confiscó todas las plantaciones y estipuló una reforma agraria que repartió la tierra entre los ex esclavos. Haití se convirtió así en la primera República independiente de América y en la primera República negra del mundo.

 3- Dionisio Inca Yupanqui en las Cortes de Cádiz: "un pueblo que oprime a otro no puede ser libre"

Muchas de estas ideas viajaron también las Cortes de Cádiz. A la ciudad, asediada por la peste y la guerra, concurrieron no solo diputados de toda la península, sino también diputados americanos, de las colonias españolas de ultramar. No se trataba de simples aventureros. Eran personas que arriesgaban la vida y que tenían la certidumbre de que estaban ante una revolución que podía llegar a trascender el marco de la monarquía absolutista. Y así fue.

 En diciembre de 1810, se escuchó en la sala de sesión de las Cortes un discurso inédito, que dejaría una honda impresión entre sus miembros. Ese alegato, poco conocido, hablaba de la igualdad entre españoles e indios americanos. Lo pronunció el diputado suplente por el Virreinato del Perú, Dionisio Inca Yupanqui. Sus palabras quedarían para la historia: "La mayor parte de los diputados y de la Nación apenas tienen noticia de [América] este dilatado continente. Los Gobiernos anteriores la han considerado poco, y solo han procurado asegurar remesas de precioso metal, origen de tanta inhumanidad, del que no han sabido aprovecharse […] Un pueblo que oprime a otros no puede ser libre […] Napoleón, tirano de Europa, su esclava, apetece marcar con este sello a la generosa España. Pero esta, que lo resiste valerosamente, no advierte […] que se le castiga con la misma pena que por el espacio de tres siglos hace sufrir a sus inocentes hermanos. Como Inca, Indio y Americano, ofrezco a la consideración de vuestra majestad un cuadro sumamente instructivo. Dígnese hacer de él una comparada aplicación, y sacará consecuencias muy sabias e importantes".

 Las palabras de Inca Yupanqui sacudieron las Cortes. En ellas, resonaba el eco lejano de las resueltas revueltas indígenas protagonizadas en América contra el partido de los encomenderos. Así, por ejemplo, la de Julián Apaza Nina, más conocido como Túpac Katari, hijo de un minero aimara, que había llegado a montar en el Alto Perú un ejército de indios, mestizos, mulatos y negros y había llegado a cercar la ciudad de la Paz, en 1781, junto a su compañera, Bartolina Sisa, y su hermana, Gregoria Apaza. O la de José Gabriel Condorcanqui, conocido como Túpac Amaru, quien se levantó contra el Corregidor español a resulta de los abusos que suponían los tributos, diezmos y el sistema de mita minera en Potosí.

 La mayoría de diputados peninsulares en Cádiz escuchó con atención pero la respuesta fue fría, cuando no airada. Y es que a las palabras de Inca Yupanqui se sumaron las de otros diputados de ultramar que reclamaron, sin ambages, autonomía política y competencias económicas para las provincias y municipios de América. Para los "serviles" partidarios de Fernando VII de Borbón, esto era inadmisible, puesto que suponía poner fin a las remesas americanas de las que se nutría la Monarquía. Entre los diputados liberales moderados, los recelos no eran menores, ya que veían en estas demandas americanas dos pulsiones inaceptables: el federalismo y el republicanismo.

 Esto hizo que los únicos en solidarizarse de manera abierta con las peticiones de ultramar fueran los sectores liberales más radicales y cercanos al republicanismo. Uno de los más decididos fue el diputado por Lugo, Domingo García Quintana. En su intervención, criticó duramente las vejaciones cometidas contra los amerindios, defendió la abolición de la esclavitud e incluso, en un momento de arrebato, llegó a sostener: "hablar y amenazar no nos sacará de apuro: cuchilla, cuchilla es lo que necesitamos y pronto". También el salmantino José Valcárcel Dato se pronunció en términos semejantes. Tras defender las exigencias americanas, denunció sin ambages a los jueces y funcionarios que "han presentado en aquellos preciosos dominios los más escandalosos y repetidos ejemplos de crueldad, de despotismo, de sobornos, de dilapidación […] habiendo quedado las injusticias más atroces, no solo sin castigo, sino que han sido premiados muchos autores de ellas".

 4- El anticolonialismo republicano y federal de Pi i Margall

Las peticiones de autonomía y de una relación federal por parte de las colonias americanas chocaron una y otra vez contra el absolutismo monárquico, hasta que, frustradas, se convirtieron en independentismo. Sin embargo, las propuestas de un reencuentro libremente decidido y entre iguales, no desparecieron. El propio Simón Bolívar, a través de su ministro en Londres, Francisco Antonio de Zea,  hizo llegar a las Cortes de Cádiz, sin suerte, la propuesta de una confederación republicana de ambos hemisferios. 

 No faltaron, sin embargo, las voces que a lo largo del siglo XIX entendieron que la única forma de mantener la unión entre la península y América era renunciar al colonialismo y reconocer formas federales y confederales de convivencia. Una de las más firmes fue la del republicano catalán Francesc Pi i Margall. En 1854, con solo 30 años, Pi escribió desde Madrid una de las críticas más crudas y duras de la colonización española. "Hemos procedido siempre con las colonias como con nosotros el antiguo pueblo de Roma. Nuestras leyes han levantado una valla eterna entre vencedores y vencidos; nuestros gobiernos las han entregado constantemente a la rapacidad y al despotismo de los capitanes generales […] ¿cuándo nos hemos ocupado de la suerte de los indios bravos? Nos hemos contentado con decir que no son hombres, para cohonestar nuestra vergonzosa e imperdonable incuria".

 Para Pi, la rapacidad y la ceguera colonialista no podían redimirse bajo el centralismo de los borbones. Por eso, como presidente de la I República española, fue partidario del federalismo interno y externo y de un amplio reconocimiento del autogobierno dentro y fuera de las fronteras estatales. En el proyecto de Constitución de 1873, influido por sus ideas, Cuba, Filipinas y Puerto Rico eran reconocidos como Estados dentro de una Federación republicana.

 Sin embargo, las ideas de Pi, así como las de muchos federales de libre adhesión, fueron derrotadas. Con la primera Restauración Borbónica, España reemprendió su política nacionalista y colonialista, pero el 1 de enero de 1899 ya había perdido tres colonias más. Poco años antes, cuando la criminalización de los rebeldes cubanos y filipinos acaudillados por José Martí y José Rizal arreciaban, Pi repetía los mismos argumentos de Bartolomé de Las Casas: "Nosotros, que así procedemos, ¿es justo que califiquemos ahora de bandoleros a los que contra nosotros se alzan por su independencia? […] Nación alguna tiene derecho a ocupar territorios que otros hombres pueblen, como éstos no se lo consientan. Si una nación los ocupa por la violencia, los vencidos pueden en todo tiempo combatirla hasta que la arrojen del suelo de su patria".

 5- Por un republicanismo anticolonialista, fraternal e internacionalista

Si la Primera Restauración Borbónica solo ensanchó la herida colonial durante en el siglo XIX, la Segunda, impulsada por Franco y consumada durante la transición, tampoco la ha cerrado. No en vano, Juan Carlos I, nieto de Alfonso XIII, comenzó su reinado estrechando relaciones neocoloniales con las dictaduras de Videla, en Argentina, y de Pinochet, en Chile. Y lo acabó mandando callar a un presidente elegido democráticamente, precisamente por cuestionar esas relaciones de las que el Rey Borbón, como se está viendo ahora, sacaba provecho económico personal de forma descarada.

 Nada asegura, ciertamente, que un régimen republicano acabe de la noche al día con el lastre del racismo y del colonialismo institucionalizados. Son muchas, de hecho, las prácticas contradictorias, incoherentes, que sobre estas cuestiones, atravesaron también al republicanismo peninsular y americano. Con todo, esta tradición, en sus versiones democráticas, no oligárquicas, ha tendido, desde de Las Casas hasta Robespierre, desde Bartolina Sisa e Inca Yupanqui hasta Pi i Margall, a colocar la lucha anticolonialista entre sus principales preocupaciones.

 En un momento en el que el Partido de los nuevos encomenderos, del despojo de los bienes comunes y del neo-supremacismo intenta imponerse con violencia voraz en Bolivia, Chile o Estados Unidos, con el visto bueno de Vox y tantos otros profetas del odio, repensar un republicanismo anticolonial e internacionalista, no es una cuestión secundaria. Es la más urgente de las batallas si de lo que se trata es de salvar de la barbarie más atroz a lo que otro Lascasiano, Francisco Fernández Buey, llamaba la humanidad sufriente. Eso y evitar, antes de que sea muy tarde, una degradación irreversible del planeta y sus especies.

Profesor de Derecho Constitucional y diputado de En Comú Podem en el Congreso

Y VER  ..https://www.cuartopoder.es/cultura/2020/10/12/canciones-criticas-con-el-12-de-octubre-y-el-descubrimiento-de-america/


 

La distopía neoliberal turística de Baleares.

 

(Palacio de Miravent)

Islas Baleares: La caída de un castillo de naipes.

Rafael Borràs Ensenyat  

Los Pullman son unos edificios en Palma (Mallorca), situados en la zona de Cala Major, que, construidos en los años 60 y como apartotel, han devenido en icono de décadas de degradación y escenario todo tipo de conflictos sociales. Esta huella “suburbial” de la Mallorca turística es para los apartamentos Pullman, por más intervenciones urbanísticas i/o de remodelaciones que se hagan, indeleble. Son una postal (que no se vende en las tiendas de souvenirs) de las desigualdades. Allí vive gente humilde, mujeres y hombres con vidas precarias, con alto riesgo de pobreza, y justo a unos pocos cientos de metros está el Palacio de Marivent, es decir, la residencia veraniega de la monarquía española que, dicho sea de paso, ejerce una consentida ocupación del palacio palmesano. Marivent fue donado por el mecenas y pintor Juan de Saridakis al pueblo de Mallorca, y, con posterioridad, la franquista Diputación de las Islas Baleares, violando la letra y el espíritu de la generosa donación, expropió a la ciudadanía el palacio y los terrenos para uso y disfrute de los borbones (Este pasado verano se ha constituido la asociación ciudadana “'Recuperem Marivent” cuyo objetivo es la devolución del palacio a la ciudadanía).

 

El caso es que, en las primeras semanas del estado de alarma, se estrenó en la plataforma Filmin la película del director mallorquín Toni Bestard, titulada “Pullman”. La cinta que, en el momento de escribir estas líneas, se está proyectando en las salas de cine españolas, es una fantástica metáfora -desde la mirada de un niño (Daren) y una niña (Nadia), los protagonistas principalísimos de la cinta- del modelo económico, social, político, y cultural en el que se han asentado las Islas Balares en las últimas décadas. Valga como ejemplo una escena en la que se produce es siguiente diálogo: Nadia: “Mi madre trabaja para la gente rica en los hoteles”. Daren: “Mi padre los construye”. Ambos progenitores realizan, realmente, trabajos subalternos y precarios en el turismo y en la construcción ligada a la actividad turística. La película en cuestión refleja la vidas precarias del modelo de crecimiento de “Todo Turismo”, o, lo que es lo mismo, un modelo de sociedad basado en el monocultivo turístico, que ha hecho que las Islas Balares sean una de las regiones del mundo con mayor tasa de turistización.

 

Ténganse en cuenta que las Islas Balares, con una superficie de 4.992 km2, y una población de 1.198.576 habitantes (una densidad de población de 240 habitantes por Km2), recibió en 2019 un total de 16.453.697 turistas (109.385.188 pernoctaciones, con una estancia media de 6,6 noches). Es un modelo que precisa de más y más turismo por tierra, mar, y aire, y de cualquier segmento (si bien en los últimos años han experimentado un fuerte crecimiento el de pisos, ligado a las plataformas digitales, y el de lujo. El primero de ellos es causante de la gentrificación de barrios populares y pueblos, y del encarecimiento del precio de la vivienda en alquiler y en propiedad. El segundo pone de manifiesto que, con el desarrollo turísticoespeculativo del lujo (“todos los que trabajan en el lujo de experiencias conocen la importancia del dinero que se mueve, especialmente en la hostelería de gran lujo, la venta y el alquiler de yates, la organización de recepciones o el negocio inmobiliario de privilegio”( i), progresa la distopia neoliberal en la que una minoría puede vivir vidas de lujo, mientras una mayoría tiene que vivir vidas precarias. El crecimiento de la industria balear de lujo (“… la globalización de ese consumo de lujo […] se traduce sobre todo por el boom del negocio inmobiliario internacional, que ofrece a los superricos un abanico de lugares de ensueño en todos los rincones del mundo (Bahamas, Antillas, Costa Azul, Baleares, Cerdeña, Tailandia, Indonesia, grandes capitales del mundo, etcétera”(ii) ha ido en paralelo al crecimiento del fenómeno de los trabajadores y trabajadoras pobres, a la pérdida de capacidad de integración social del trabajo remunerado.

 

El caso es la presión humana sobre Baleares se ha disparado un 45,7% en los últimos 20 años, lo que supone, según el Índice de Presión Humana (IPH), un aumento de 641.210 personas. Al tiempo, la tasa de abandono escolar (iii) y de Arope se mueven en torno al 25% y al 20%, respectivamente. La consolidación del “Todo Turismo con tocho” (modelo de crecimiento especialmente incentivado para superar la crisis del 2008) ha hecho que Baleares sea de las comunidades autónomas con más desigualdad entre ricos y pobres. Un dato: en los últimos años la renta media se ha incrementado un 11%, pero en el caso de la población con menos ingresos esta subida apenas ha sido del 0,6% (iv). Ante esta realidad, institucionalmente se consolidó una retórica entorno de un supuesto “crecimiento sostenible”, una palabrería sobre la “diversificación económica”, y una propaganda de vacuas “declaraciones de emergencia climática”, que poco –o nada- se correspondían con la práctica política.

 

Cuando afirmo que se consolidó esta retórica me refiero fundamentalmente a dos cosas: Al hecho de que, por primera vez en la histórica autonómica balear, se enlazaron dos legislaturas consecutivas con un gobierno presidido por el PSOE-PSIB. Es decir, desde 2015 existe una mayoría parlamentaria “progresista”, formada por PSOE-PSIB, PODEMOS (en la legislatura actual Unidas Podemos), MÉS per Mallorca, MÉS per Menorca, y Gent per Formentera. Aunque entre una legislatura y otra hay una diferencia sustancial: en la de 2015 el peso parlamentario de podemitas y ecosoberanistas era de veinte escaños, por 14 del PSOE-PSIB; en la actual los socialistas suman un total de 19 escaños, y el resto de “progresistas” trece. Quiero decir con ello que en la anterior legislatura autonómica existió una correlación de fuerzas teóricamente más sensible a revertir el guion de un modelo económico medioambiental y social necesitado de, cuanto menos, transitar hacia el decrecimiento turístico; a parar la construcción de mega infraestructuras viarias, portuarias, y aeroportuarias; y a avanzar hacia un imaginario de sociedad con mayores cotas de justicia social y ecológica. Sin embargo, a pesar de las grandes diferencias con los gobiernos del PP en materia de recortes de derechos, gasto en servicios públicos esenciales, políticas de memoria democrática, y en aspectos ambientales, fue una oportunidad perdida. Crecieron el número de plazas turísticas, los cruceros y la masificación turística; se pusieron en marcha proyectos viarios, ampliaciones de aeropuertos, y puertos y el modelo de crecimiento balear siguió repartiendo muy mal la riqueza generada. Los datos avalan esta última afirmación: Según la publicación "Mercado de trabajo y pensiones en las fuentes tributarias", de la Agencia Estatal de la Administración Tributaria (AEAT), con datos del ejercicio fiscal de 2018 (los últimos disponibles), el número de personas asalariadas con retribuciones anuales que no llegaron al Salario Mínimo Interprofesional (10.303 €) fue de 156. 468, ¡el 29% del total! Es más, la pobreza laboral extrema afectaba a un total de 76.810 personas (en torno a un 6% más que el 2009), que no superaron una retribución salarial anual equivalente a la mitad del Salario Mínimo Interprofesional (5.151 €).

 

La segunda cosa relacionada con la consolidación de una particular retorica gubernamental tiene que ver con el aparato propagandístico en que se ha convertido el Consolat de Mar (sede de la presidencia de gobierno). La presidenta Armengol se ha rodeado de un eficaz equipo de periodistas que no paran de generar discursos bastante distantes a la realidad. El “armengolismo” consiste en, por ejemplo, trufar los discursos del palabro “sostenibilidad”, al tiempo que se apuesta por más turismo, y, por tanto, por más emisiones de CO2 generadas por la industria de la aviación; presentarse como campeones de la trasparencia y del “dialogo social”, aunque durante años se ha negado a recibir a la Plataforma Antiautopista, que se opone a la construcción de una mega autopista en Mallorca, y desoye las peticiones de participar en el “Dialogo Social Autonómico” del amplio movimiento ecologista balear; o hacer bandera de los éxitos de la lucha contra la precariedad laboral, independientemente del alargamiento de las colas en las entidades de caridad de trabajadoras y trabajadores pobresv.

 

En estas estábamos, preparándonos para una nueva temporada turística 2020 desbordante de records (la preocupación era frenar el “turismo de excesos” y no tanto el exceso de turismo), con proyectos de ampliaciones de aeropuertos (ocultados bajo la retórica de “remodelaciones”), y crecimientos de la construcción (estrechamente ligada a la hostelería y el sector residencial de lujo, y no a dar respuesta las necesidades de vivienda de las clases populares). Estábamos instalados en un no parar en el crecimiento de alquileres de vivienda habitual, promesas de una inconcreta “transición energética”, eufemismos sobre “regulación” (no reducción) de llegadas de cruceros, un negacionismo sobre el exceso de coches -y la no ¡superación de los déficits del trasporte colectivo- para justificar una política de infraestructuras viarias demencial, reivindicando “a Madrid” -y siendo arma arrojadiza en la disputa partidista- un Régimen Especial para las Islas Baleares (REIB) sin que , por cierto, se haga –excepto desde ámbitos del ecologismo social- la más mínima aproximación al para qué se quiere el REIB: ¿Para mantener el modelo con mayores ganancias empresariales?, ¿Para cambiarlo?, ¿Para transitar hacia escenarios de mayor justicia social y ecológica? o ¿Para enriquecer más a las elites? ¡Es patético, dicho sea de paso, que en el “consenso social” sobre el REIB los sindicatos CCOO y UGT hayan comprado la falsedad (demostrada en el caso de las Islas Canarias) de la “teoría del goteo”, es decir, la suposición neoclásica según la cual la creación de riqueza -en el caso de las Islas Baleares, especialmente, riqueza turística- supone el remedio a los problemas de pobreza e injusticia social, y, por lo tanto, es la garantía de cierto progreso, y una aceptable cohesión social.

 Y, en estas, se declaró pandemia de la covid-19, se decretó el Estado de Alarma, y el confinamiento. El castillo de naipes del “modelo de éxito del Todo Turismo con tocho” se cayó, mostrando, en toda su crudeza, su fragilidad.

 La crisis sanitaria se ha gestionado con claroscuros. Los factores que -sin quitar gravedad a la pandemia, entendiendo las lógicas improvisaciones ante lo desconocido, y suscribiendo los merecidos aplausos al personal sanitario- han evitado escenarios dramáticos son, en mi opinión, los siguientes: la insularidad, que permitió cerrar por mar y aire (de hecho, la presión humana sobre el territorio balear cayo a niveles de hace 16 años); un sistema hospitalario público y privado con instalaciones estructuralmente dimensionadas para una importante población flotante como consecuencia de la estacionalidad turística; una acertada política -desde la anterior legislatura- de mejorar la atención primaria pública; y, la mayor impacto del confinamiento en la reducción de la actividad laboral -y la movilidad a ella asociada- por dos razones: temporada turística estacional medio-baja y grandísimo porcentaje de la población ocupada incluida en los ERTEs debido a la extraordinaria especialización turística de la región. Cosa distinta ha sido la gestión de la “desescalada”, caracterizada por unas ansias convulsivas en retomar la actividad turística internacional, nacional, y local. El ejemplo más grotesco e inútil fue el “aplaudido Plan Piloto”, que, como experiencia única en el Reino de España, se desarrolló a principios del mes de junio. De nada sirvió: Ángela Merkel, Boris Johnson, y otros mandatarios de países emisores de turistas mandaron parar. Y casi todo se paró. Algo de turismo español y local no impiden que se pueda hablar de la caída del castillo de naipes construido sobre la total dependencia de un sector económico tan vulnerable como el turismo.

 

Pongamos algunos números a esta caída: las Islas Baleares encabezan el ranquin de comunidades autónomas en cuanto a previsiones de pérdida de PIB (entre un 30% y un 40%); los datos de paro y empleo –a la espera de conocer los de la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre de 2020- también las sitúan, en septiembre, en primera posición en bajada interanual de afiliaciones a la Seguridad Social (-13%), en aumento de paro registrado –, sin contar las personas que están en ERTOs- en relación a septiembre del año anterior (+ 91%), y en porcentaje de puestos de trabajo protegidos por los ERTEs (14,1%). Téngase en cuenta que esta medida de los ERTEs ha tenido una especial repercusión en nuestro mercado laboral, siendo las Islas Baleares la comunidad autónoma más beneficiada puesto que la afectación llego a ser en el mes de mayo del 31,1% (más de 152.000) del total de personas trabajadoras afiliadas, mientras que la media española era del 16,2%. Si a los ERTEs les añadimos la nueva protección a los Fijos Discontinuos (una modalidad contractual muy favorable para el capital turístico) habrá que concluir que buena parte del tejido empresarial y del empleo que subsista una vez superada la pandemia, será por un rescate con dinero público del monocultivo turístico privado insular. Debería haber un antes y un después en el modelo de crecimiento de las últimas décadas. En cualquier caso ha quedado clara la hipocresía neoliberal de “¡abajo el Estado si no es para rescatar al empresariado!”

 Foto en el texto original (1)

Es más, en previsión de –en tiempos de antropoceno- probables nuevas pandemias, el decrecimiento turístico, la diversificación económica, y una política económica coherente con la situación de emergencia climática, deberían ser prioridades absolutas de la agenda política autonómica de un gobierno “progresista”. Una agenda que debería complementarse ejerciendo presión sobre el Gobierno de España (igual que se ejerce con el asunto del REIB, o se ha ejercido en lo referente a las sucesivas prórrogas de los ERTEs y la prestación extraordinaria para los Fijos Discontinuos) para la reducción de la jornada de trabajo máxima legal, y a favor de un mayor reparto de la riqueza por la vía de una Renta Básica Incondicional, y de una fiscalidad verdaderamente justa.

 

Y, sin embargo, se va imponiendo –sin que podemitas y ecosoberanistas se resistan demasiado- el puro conservadurismo. El más de lo mismo -por convicción o por invocación del siempre socorrido “mal menor”vi, que en Baleares se practica tanto como el turismo de sol y playa- que se explicita en el mensaje gubernamental según el cual el objetivo es situarse en el punto exacto de antes del confinamiento.

 

En esta orientación no se da puntada sin hilo: primero se firma el “Pacto de Reactivación de las Islas Baleares” que, en pocas palabras, es la renuncia explicita a cualquier inicio de transición imprescindible para que se produzcan cambios en el particular modelo económico balear; seguidamente se aprueban un conjunto de “medidas urgentes y extraordinarias para el impulso de la actividad económica y la simplificación administrativa en el ámbito de las administraciones públicas de las Islas Baleares para paliar los efectos de la crisis ocasionada por la COVID-19", que, realmente, son rebajas de requerimientos medioambientales, desregulaciones administrativas por doquier, regalos a los hoteleros que podrán ampliar el número plazas de alojamiento en sus instalaciones cuyo volumen construido podrá crecer hasta un 10%, “olvidos" de, por ejemplo, la economía Social y Solidaria, etc. Además, el movimiento ecologista, que ha impulsado la plataforma “La vida al centre” en reclamación de una transición ecosocial, es marginado de cualquier participación en los diálogos institucionales (confrontar argumentos y propuestas con el ecologismo social no entra en la retórica de campaña electoral permanente del “armengolismo”); se presiona para que los fondos comunitarios sean para reactivar la actividad turística, se practica una obsesión enfermiza por establecer “corredores turísticos seguros”; se ignora la incómoda realidad de que la planta hotelera está, desde hace algún tiempo, en venta a fondos de inversiones (una realidad que se acelerará en la medida que se acaben los créditos ICO); se manifiesta la comodidad con el Ingreso Vital Básico y su hermana balear, es decir, la Renta Social Garantizada; la presidenta del Gobierno, Francina Armengol, al tiempo que su gobierno anuncia la tercera ola de la covid-19, proclama -con todo el descaro e imprudencia en un contexto de incerteza pandémica- que la economía se recuperará “de forma vigorosa” a partir de la próxima primavera…

 

En cualquier caso, lo más trascendente son los toques de sinceridad y de realismo que coyunturalmente aparecen en la escena política, económica, y social. El que mejor resume la situación –habría sido un buen final complementario a las aventuras en la Mallorca turistizada de Daren y Nadia en la película Pullman- es, sin duda, la escena de la presidenta de la gran patronal de Baleares (la CAEB, es decir, la CEOE local) estallando en llanto al cerrar su intervención ante la dirección de la organización empresarial ¡Un lloro sincero por la caída del castillo de naipes del modelo económico, social, político, y cultural del Todo Turismo!

 

A pesar de vivir en tiempos de incertidumbre, hay algunas certezas. Una de ellas es que la coyuntura política se entremezcla con lo que es estructural. Lo estructuralmente necesario es que se produzcan cambios que difícilmente vendrán de las instituciones o del establishment. La coyuntura está caracterizada por la disputa entre lo institucional -que juega un papel de freno-, y el movimiento social a favor de la transición ecosocial en su papel de empujar la consecución de cambios. Aunque sean cambios de, en palabras Eduardo Galeano, "cosas chiquitas” –por ejemplo no gastar ni un solo euro en promoción turística-, porque "... al fin y al cabo, actuar sobre la realidad y cambiarla aunque sea un poquito es la única manera de probar que la realidad es transformable”.

Notas:

 

i “El nuevo lujo. Experiencias, arrogancia, autenticidad”. Yves Michaud. Taurus, 2015. Pag. 10.

 

ii “El nuevo lujo. Experiencias, arrogancia, autenticidad”. Yves Michaud. Taurus, 2015. Pag. 55.

 

iii Porcentaje de personas entre los 18 y los 24 años que han abandonado su formación sin haber obtenido el título de Bachillerato o Formación Profesional de grado medio.

 

iv Dato extraído del VIII Informe Foessa sobre Exclusión y Desarrollo Social en España.

 

v Un reciente trabajo de la Fundación FOESSA con el título “Vulneración de derechos: Trabajo decente” da cuenta de un conjunto de indicadores de precariedad de la población laboral de las Islas Baleares. Resalta el siguiente: En el 20,7% de los hogares la persona sustentadora principal se encuentra en situación de Inestabilidad Laboral Grave que se define por cumplir al menos una de las siguientes categorías a lo largo del último año: haber estado desempleado durante 3 meses o más, haber contado con 6 o más contratos, haber estado contratado por 3 o más empresas, o trabajar sin contrato ni prestaciones a la Seguridad Social.

 

vi Parece poco probable una fórmula de gobierno autonómico alternativa a la actual que no sea el “trifachito”, es decir, PP, Vox y Ciudadanos.

 Rafael Borràs Ensenyat  Fue secretario general de la Federación de Comercio, Hostelería y Turismo de CCOO de Balears y miembro de la Comisión Ejecutiva de la CS de CCOO de les Illes Balears. Actualmente colabora con diversos medios de comunicación de Baleares, generalmente sobre asuntos sociolaborales y de turismo. Es miembro de la Red Renta Básica.

Fuente:

www.sinpermiso.info, 11-10-2020

Nota (1) https://www.sinpermiso.info/textos/islas-baleares-la-caida-de-un-castillo-de-naipes



domingo, 11 de octubre de 2020

La campaña de Trump se vuelve viral .

 


EEUU: La campaña de Trump se vuelve viral

Robert Kuttner  

 

Los griegos tenían para esto una frase: carácter es destino. Trump tenía la esperanza de desviar la atención pública de la pandemia durante las semanas de conclusión de la campaña, pero ahora él la personifica. Su contagio proclama su propia temeridad y desdén por la ciencia, por la salud pública, su equipo, su familia, y quienes asisten a sus mítines.

 Las últimas noticias son que Trump está experimentando los síntomas. Las imágenes del debate con Trump ridiculizando a Joe Biden por llevr mascarilla se pasarán una y otra vez. No se podría haber escrito un guión con mejor momento o mejor contraste.

 Si Trump contrajo el virus de Hope Hicks en el Air Force One (el Platillo Volante de Petri) el miércoles, entonces lo probable es que Biden no se contagiara. Buena cosa, puesto que Trump lanzaba babas junto a sus insultos.

 Hasta la Fox se ve superada. Es este un tema que resultará imposible de cambiar. Fox está jugando casi limpio en esto.

 Mientras tanto, las supuestas buenas noticias del informe de desempleo de septiembre, que mostraban una caída de la tasa oficial de parados al 7.9 %, no es ni de cerca tan buena como parece. De acuerdo con un nuevo estudio del Instituto Peterson, 4,4 millones de personas han dejado de estar en la fuerza de trabajo, y hay un gran número que está  en casa, enferma o atendiendo a miembros de su familia enfermos o con otras tareas de cuidados relacionadas con esta pandemia. La cifra real del desempleo es del 9,6 %.

 Y mucha gente que sigue en su puesto de trabajo tiene o ha tenido el virus. Amazon reconoció recientemente que algo menos de 20.000 de sus trabajadores han dado positivo desde febrero, o sea, el  1,44 % de su mano de obra. En ello se incluye a los trabajadores de Whole Foods, que contagiaron a los clientes.

 Mientras lucha Trump con sus "síntoma como de resfriado", esto es un recordatorio diario para los votantes de que la temeridad y negación del presidente hicieron que enfermaran de forma evitable millones de personas.

 ¿Y ahora qué? Biden bien podría despegarse todavía más, rebasando el margen esperado de robo de Trump. Nada de esto pinta bien para la unidad de los republicanos, mucho menos para la comunicación de los mensajes republicanos. Y si Pence cae enfermo, podríamos tener hasta a la presidenta Pelosi.

 Todo esto es garantía de que Trump enloquecerá aún más.

 Otro detalle que vale la pena saborear. Trump reveló su estado, potencialmente mortal, en un tuit. Cito: “Esta noche, @FLOTUS y yo dimos positivo de COVID-19”, Trump tuiteó esto a las 12.54 a.m.

 Hay muy pocas cosas que agraden de Melania Trump. Una de ellas es su precioso nombre. Pero nuestro presidente, siempre transaccional, se refiere a ella por el cariñoso término de "FLOTUS" [First Lady of the United States - Primera Dama de los Estados Unidos]. Que suena más a algo que descarga tu cuerpo cuando tienes COVID.

 Aparentemente, las cosas no pueden ser más demenciales. Pero lo serán.

 Nota del traductor: Aunque el término inglés “viral” ha de traducirse como “vírico” (y así se sigue traduciendo en el campo de la medicina), hemos conservado el adjetivo original, dado que el anglicismo ha hecho desgraciadamente fortuna en el ámbito de la mercadotecnia y la difusión en general.

Robert Kuttner  cofundador y codirector de la revista The American Prospect, es profesor de la Heller School de la Universidad Brandeis. Columnista de The Huffington Post, The Boston Globe y la edición internacional del New York Times, su último libro es "Debtor´s Prison: The Politics of Austerity Versus Possibility".

Fuente:

The American Prospect, 2 de octubre de 2020

Traducción:Lucas Antón  en Sin Permiso

 https://www.sinpermiso.info/textos/eeuu-la-campana-de-trump-se-vuelve-viral



 

La cloaca judical .- 2ª parte .

 

Instrucción número 6: radiografía del juzgado "excepcional" que ha investigado a Pablo Iglesias

Su titular, Manuel García Castellón, decidió volver a su plaza con 64 tras 16 años en destinos dorados en el extranjero después de que Ignacio González lo propusiera en un pinchazo. Alejandro Abascal, uno de sus dos jueces de refuerzo, fue propuesto por el PP como vocal del Poder Judicial en el frustrado intento de renovación de 2018

 Elena Herrera

El Diario.es .

 10 de octubre de 2020  

Tres jueces para un mismo juzgado. Esta es una de las excepciones que representa el Central de Instrucción número 6 en la historia de la Audiencia Nacional. El juzgado en el que el Partido Popular se juega su futuro, con la investigación del espionaje a Luis Bárcenas y el caso de la financiación irregular de la formación en Madrid, y que acaba de proponer al Tribunal Supremo que investigue al vicepresidente segundo del Gobierno y líder de Podemos, Pablo Iglesias. Al frente está Manuel García-Castellón, el magistrado al que el Gobierno de Aznar y después el de Rajoy enviaron a los codiciados destinos de juez de enlace en París y Roma. Como magistrado de refuerzo ejerce uno de los puntales de la derecha judicial pese a su juventud, Alejandro Abascal. Y como apoyo de los dos primeros, Joaquín Gadea, miembro de la mayoritaria asociación conservadora de jueces, al igual que Abascal.

A sus 64 años, y tras más de tres lustros en destinos dorados en el extranjero, Manuel García-Castellón decidió en mayo de 2017 regresar a su plaza en la Audiencia Nacional. Su vuelta a España dejó sin efecto el concurso convocado para cubrir la vacante que había dejado tras ser ascendido Eloy Velasco, el juez que lo estaba sustituyendo. Un concurso incontrolable que habría ganado el magistrado con más antigüedad de cuantos aspirasen a instruir los sumarios de corrupción más sensibles del momento, Púnica y Lezo, y que traían de cabeza a varios dirigentes del PP, entonces en el Gobierno.

 En esas dos investigaciones estaba y está implicado el expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González, a quien la UCO cazó en un pinchazo del 22 de noviembre de 2016 ideando un plan para mandar a Velasco a “escarbar cebollinos” y traer de vuelta a García Castellón. “Yo le llamo a éste y le digo: oye ven aquí, el titular aquí y éste… a tomar por culo”, dice González al exministro del PP Eduardo Zaplana. Apenas seis meses después, Velasco, junto al hoy secretario de Justicia del PP, Enrique López, fue ascendido a la recién creada Sala de Apelaciones de la Audiencia Nacional, una segunda instancia que organismos internacionales venían reclamando a España desde la misma creación del tribunal especial. Y García-Castellón volvió a España.

 A Ignacio González el plan no le salió demasiado bien. García-Castellón le ha mandado a juicio por el caso Lezo y le sigue investigando en Púnica, una causa en la que ha imputado a las expresidentas madrileñas Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes por la financiación irregular del PP regional. También interrogará próximamente al exministro del Interior con el PP Jorge Fernández Díaz y a su ex número dos, Francisco Martínez, por el espionaje a Luis Bárcenas. Anticorrupción le ha pedido que impute también a María Dolores de Cospedal, pero García-Castellón ha optado por escuchar primero la declaración trascendental de Martínez.

El supuesto espionaje al extesorero con fondos reservados —del que ha salido a la luz abundante documentación en los últimos días al levantarse el secreto de sumario— ha quedado parcialmente opacado esta semana por otra relevante decisión de García-Castellón: la petición al Tribunal Supremo para que impute a Pablo Iglesias precisamente en una de las piezas menores del caso Villarejo, la relativa al robo del móvil de una excolaboradora. El juez ha solicitado la apertura de una causa penal contra el vicepresidente atribuyéndole el delito de denuncia falsa y/o simulación delito por urdir un supuesto montaje para obtener "rédito electoral", de acuerdo a la teoría que le presentó un abogado despedido de Podemos que decía hablar por boca de terceros. Anticorrupción había advertido al juez que sin denuncia de Dina Bousselham no podía atribuir los otros dos delitos que el juez atribuye a Iglesias: daños informáticos y revelación de secretos. Este viernes, Manuel García-Castellón acusó a miembros del Gobierno y de “algunos medios de comunicación" de alentar una campaña en redes sociales contra él tras esta decisión.

Dos jueces de refuerzo 

Las decenas de resoluciones que componen el sumario del caso Villarejo llevan su firma, pero García-Castellón no trabaja solo en el Central de Instrucción número 6. Tiene a su disposición hasta dos jueces de refuerzo, una situación inédita en el tribunal especial, confirman a elDiario.es fuentes jurídicas. De hecho, en la actualidad, es el único de los seis juzgados de la Audiencia Nacional que cuenta con jueces de apoyo. Y en este caso no es uno —que suele ser lo habitual cuando hay sobrecarga de trabajo— sino dos.

Estos jueces son Alejandro Abascal y de Joaquín Gadea, ambos son miembros activos de la mayoritaria y conservadora Asociación Profesional de la Magistratura (APM) y ambos nombrados de manera discrecional por el actual Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), controlado por los conservadores, y que está en funciones desde hace casi dos años. El de Abascal fue uno de los diez nombres que el PP de Pablo Casado puso encima de la mesa en la frustrada renovación del órgano de gobierno de los jueces de 2018. Si ese intento no hubiera saltado por los aires posiblemente sería a día de hoy uno de los vocales conservadores de la cúpula del Poder Judicial. El acuerdo entre el PP y el PSOE no salió adelante al filtrarse un mensaje en el que Ignacio Cosidó, entonces portavoz del PP en el Senado, asumía que con el nombramiento de Manuel Marchena como presidente se controlaría "por detrás" la Sala de lo Penal del Supremo.

 Abascal, de 42 años y con destino en un juzgado de Fuenlabrada, trabaja codo a codo con García-Castellón en la Audiencia Nacional desde febrero de 2019, cuando el CGPJ lo eligió en sustitución de Diego de Egea, quien renunció a continuar en ese puesto de refuerzo alegando motivos personales. El órgano de gobierno de los jueces acordó que la comisión de servicio fuera para él en detrimento de la magistrada Rosa Freire, impulsora de la causa sobre la destrucción de los discos duros de Bárcenas y a la que el PP intentó apartar de ese caso.

 El CGPJ valoró como principal mérito de Abascal que ya tenía “experiencia” en ese juzgado, en el que estuvo en comisión de refuerzo entre marzo y diciembre de 2016. De hecho, Eloy Velasco, entonces titular del juzgado en ausencia de García-Castellón, pidió que continuara como refuerzo pero el órgano de gobierno de los jueces se lo denegó al considerar que la situación de sobrecarga de juzgado había mejorado y que esos apoyos eran algo excepcional. A los dos meses de volver a la Audiencia Nacional, García-Castellón ya contaba con juez de refuerzo. Diego de Egea primero y Alejandro Abascal después.

 La jueza Freire impugnó el nombramiento de este último en el Supremo y acusó al CGPJ de obviar todos los méritos que le eran “objetivamente favorables” —como su mejor número en el escalafón— y de idear “un mérito superlativo de idoneidad no contemplado en la norma”. En el entorno de la magistrada confirman que el Alto Tribunal todavía no ha resuelto su recurso. Entre tanto, el Poder Judicial ha prorrogado en hasta tres ocasiones la comisión de servicio de Abascal, la última el pasado 27 de mayo y por un período de seis meses.

 Abascal compatibiliza su cargo judicial con el ejercicio de la docencia en el CES Cardenal Cisneros. Es el mismo centro privado adscrito a la Universidad Complutense de Madrid en el que Pablo Casado aprobó en cuatro meses, entre junio y septiembre de 2007, doce de las 25 asignaturas de las que constaba la carrera de Derecho y cuando acaba de ser elegido diputado autonómico en Madrid. Abascal está autorizado a dar clases siempre que éstas se impartan a partir de las 15 horas y no le impidan el cumplimiento de sus deberes judiciales, según la resolución de la Comisión Permanente del CGPJ.

 El otro juez de apoyo, Joaquín Gadea, de 39 años, llegó al Central de Instrucción número 6 por una vía muy poco habitual, admiten fuentes jurídicas. Una disposición adicional que el Gobierno del PP introdujo en el verano 2015 en la ley del Poder Judicial y que permite al CGPJ asignar jueces de refuerzo “para la mejor instrucción de causas complejas” y previa propuesta del titular del juzgado en cuestión.

La peculiaridad de esta figura es que no tiene función jurisdiccional y su función, sobre el papel, se limita a “labores de colaboración, asistencia o asesoramiento”. El CGPJ acordó el nombramiento discrecional de Gadea el 18 de diciembre de 2019 y lo renovó por otros seis meses más el pasado 4 de junio.

 Juez de Adscripción Territorial destinado en el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, Gadea fue uno de los tres magistrados que dictó la condena a un año y medio de inhabilitación y multa de 30.000 euros por un delito de desobediencia a Quim Torra por desoír la orden de la Junta Electoral Central (JEC) de retirar los lazos amarillos de la Generalitat en la precampaña de las generales de 2019.

 A diferencia de Gadea, Abascal sí puede sustituir a García-Castellón en la toma de declaraciones o en la firma de resoluciones cuando esté ausente. Eso sí, no puede instruir casos anteriores a su llegada al juzgado, solo encargarse de los nuevos que entren. En cualquier caso, fuentes jurídicas aseguran que los tres comparten sus posiciones sobre las causas y debaten a menudo sobre ellas.

 Una "excepción" en la Audiencia Nacionalhttps://www.eldiario.es/politica/instruccion-numero-6-radiografia-juzgado-excepcional-investigado-pablo-iglesias_1_6282798.html

Que un instructor tenga dos jueces de apoyo es una total excepción, incluso en la Audiencia Nacional, si bien el Central de Instrucción número 6 tampoco es un juzgado cualquiera. Además de Púnica y Lezo, instruye la trama policial, empresarial y política en torno al comisario Villarejo, el caso de los CDR, el presunto fraude en obras hidráulicas de Acuamed o la quiebra de la tecnológica ZED. Esta acumulación de causas mediáticas es fruto del azar, aseguran las fuentes consultadas, pues el reparto de asuntos entre los juzgados se realiza a través de un programa informático que garantiza que se haga de forma aleatoria. Además, el juzgado que está de guardia asume los atestados, denuncias y querellas que se presenten durante la misma, según las normas del tribunal especial.

 La carga de trabajo de García-Castellón en la Audiencia Nacional es sin duda muy superior a la que tenía en sus anteriores destinos en París y Roma. Las pocas plazas de juez de enlace son destinos muy preciados que el Gobierno otorga como premios, aseguran fuentes jurídicas, pues además de que el ritmo de trabajo es mucho menor, las remuneraciones también son mayores y superan los 130.000 euros anuales. Es decir, García-Castellón regresó a España en mayo de 2017 asumiendo que iba a ganar menos y trabajar más.

 Pero es que en su caso, la gratificación en el extranjero había sido doble. Fue destinado primero a París, pero cuando el Ejecutivo quiso enviar allí a Juan Pablo González, otro de los magistrados considerados próximos al PP, le buscó el destino de Roma. Por si acaso, el magistrado mantuvo contactos para no volver a la Audiencia Nacional, según fuentes próximas al mismo. La capital de Italia fue el destino al que cinco años después renunció voluntariamente. Antes de su periplo internacional, García-Castellón instruyó casos tan relevantes como Banesto o el asesinato de Miguel Ángel Blanco por ETA.

 Casi dos décadas después, de nuevo muchas miradas están puestas sobre el juez que ha pedido la imputación de todo un vicepresidente del Gobierno por urdir un supuesto montaje para obtener "rédito electoral". García-Castellón ha hecho compatible esa acusación con imputar a Villarejo y dos periodistas en la pieza que, con el apoyo de Anticorrupción, nunca llegó a convertirse en la investigación de las maniobras policiales y mediáticas que sufrió Podemos para no alcanzar el Gobierno en 2016.

https://www.eldiario.es/politica/instruccion-numero-6-radiografia-juzgado-excepcional-investigado-pablo-iglesias_1_6282798.html

viernes, 9 de octubre de 2020

La pandemia panóptica .

 


Argos Panoptes y la pandemia panóptica

 Josep Cónsola  

  “Hacerse dueño de los hombres no por esclavitud o fuerza, sino por la disposición que les rodea, de las impresiones que se les producen.

Su principio básico es la vigilancia, su elemento más arcaizante, la mirada. Sin embargo, lo que cobrará importancia no es la mirada directa de un hombre a otro, sino la noción abstracta de vigilancia. Lo novedoso del panóptico es pues la celosía que oculta al inspector a los ojos de los reclusos. No es ya una persona, sino la presencia. Presencia abstracta que se multiplica y se subdivide en muchas otras, porque no está “sólo en los ojos sino que está en la piel de uno mismo” (http://www.bib.uia.mx/tesis/pdf/014525/014525_03.pdf)

Jeremy Bentham, seguro había leído lo suficiente sobre los mitos y leyendas de la antigüedad grecorromana cuando en 1787 acuñó el término Panóptico para diseñar arquitectónicamente cárceles, hospitales, escuelas, talleres,…  para vigilar sin ser visto. En la primera de las 21 cartas de las que se compone su tratado, -La Inspección-,  dice: “se puede estar castigando al incorregible, guardando el demente, reformando el vicioso, confinando el sospechoso, empleando el ocioso, manteniendo el desvalido, curando el enfermo, instruyendo el obrero en cualquier rama de la industria, o entrenando la raza creciente en el camino de educación: en una palabra, así se aplique a los propósitos de prisiones perpetuas, o el cuarto de muerte, o prisiones para el encierro, o penitenciarías, o correccionales, o fábricas, o manufacturas, o sanatorios, u hospitales, o escuelas.

Con su propuesta, los vigilantes, con solo dos ojos, podían ver y controlar a decenas, centenas, de personas, y éstas saber que constantemente estaban vigiladas, al igual que Argos Panoptes, el monstruo de los cien ojos de la mitología griega, (el sirviente de los dioses que “todo lo ve y nunca duerme”  -Pan: totalidad, mundo. Optes: mirada, ojos-). El panóptico arquitectónico se convirtió en una instalación para la dominación de forma permanente,  un mecanismo de observación desde un lugar escondido vigilando constante y minuciosamente consiguiendo un conocimiento total sobre la actitud de los vigilados para verificar si un individuo se conduce o no como debe, si cumple o no con las normas impuestas, si se disciplina, si se arrepiente,…  creando un auténtico terror como el expresado por Prometeo: “¡Argos me está mirando de nuevo! ¡Mantenlo alejado, oh Tierra! Tengo miedo cuando veo esa miríada de ojos” (Esquilo, Prometeo encadenado)

 

El invento de Bentham, tomó forma emblemática a partir de 1932 en Cuba durante la dictadura de Gerardo Machado: “La vigilancia en las circulares era extrema y con muy pocos vigilantes. Un guardia penetraba por el túnel de las circulares y se situaba en la torre central, la cual termina en su parte más alta con una garita, de tal forma que el vigilante no es observado por los reclusos, ni ellos saben cuando éste los observa debido a la forma de construcción y los penados tampoco conocen cuando ocurre el cambio de guardia, por lo que es una vigilancia siempre alerta bajo la mirada oculta” (https://www.ecured.cu/Presidio_Modelo_(Isla_de_la_Juventud)

 

Aunque en Cuba, durante la guerra de independencia, el general español Valeriano Weyler Nicolau impuso en 1896 la denominada “reconcentración” convirtiendo las ciudades controladas por el ejército colonial en inmensos campos de concentración en los cuales los “ojos” de los militares españoles querían controlar a los campesinos e impedir que éstos ayudaran al ejército mambí.

 

La proclama que daba inicio a la reconcentración decía: “Queda absolutamente prohibido, sin permiso de la autoridad militar del punto de partida, sacar productos alimenticios de las ciudades y trasladarlos a otras, por mar o por tierra. Los violadores de estas normas serán juzgados y condenados en calidad de colaboradores de los rebeldes”. Vigilancia, control  y castigo que, salvando el tiempo y el espacio, tiene muchas similitudes con los denominados “confinamientos pandémicos” impuestos en multitud de países, cuyas consecuencias en las áreas alejadas de los centros del capitalismo mundial, han sido y son, miseria, hambre y desesperación de las gentes que sobrevivían de la llamada economía informal. Al parecer estas gentes son los modernos rebeldes o los colaboradores de los rebeldes, como decía Weyler. El historiador Raúl Izquierdo Canosa, autor de investigaciones sobre esta etapa de lucha del pueblo cubano, relata: “Cuando en los difíciles días de 1897 el alcalde municipal de Guines visitó a Weyler para exponerle las terribles condiciones en que se encontraban los reconcentrados en esa villa y solicitarle algunas raciones para impedir que continuaran muriendo de hambre, éste le respondió: «¿Dice usted que los reconcentrados mueren de hambre?» Pues precisamente para eso hice la reconcentración”. (https://www.ecured.cu/Reconcentraci%C3%B3n_de_Weyler )

 

En diversos paises se construyeron en el primer tercio del siglo XX multitud de panópticos para encarcelar a los transgresores de las normas establecidas, pero seguramente España se llevó la palma ya que disponía de este tipo de instituciones en Barcelona, Badajoz, Lugo, Madrid, Oviedo, Valencia y Vigo. Muchas más que en cualquier otro país.

 

Lo que Bentham no sabía es que su propuesta sería modernizada en el siglo XXI hasta un extremo tal, que el pobre Argos quedaría como un títere de feria en lugar de un héroe. Los millones de panópticos actualmente funcionando en todo el mundo a través de la arquitectura e ingeniería informática, los sistemas de detección vía satélite, las cámaras capaces de identificar rasgos físicos almacenados en gigantescas bases de datos tienen como única finalidad el control de la población y la modificación de su comportamiento. Y los modernos Argos Panoptes, leales servidores de los modernos dioses, aunque sólo tengan dos ojos físicos, disponen de miles de ojos virtuales y al igual que en los panópticos carcelarios, nadie los ve, pero todo el mundo sabe que está observado.

 

“En primer lugar, encontramos la ciencia al servicio del poder… Lo fundamental es que el sujeto se sienta vigilado y, en función de ello, actúe según esperan los resortes del poder.” (https://revistaqdc.es/del-panoptico-moderno-a-la-vigilancia-liquida-de-la-posmodernidad/)

 

Esta ciencia, como otras ciencias, si bien es cierto que podrían utilizarse para conocer y reprimir en todo momento los fraudes fiscales, las evasiones de capital, la explotación de los emigrantes jornaleros del campo, los tráficos de drogas, los tráficos de personas, las redes de prostitución, los sobornos a funcionarios, la corrupción política,… La ciencia y los encargados de ponerla en funcionamiento a través de la técnica, la usan para determinar quién asiste a una manifestación, quién plasma una opinión contraria al poder establecido en internet, quién camina por la calle sin bozal, quién sin disponer de techo ocupa una vivienda vacía propiedad de un banco, quién sin recursos “pincha” la electricidad, quién…

 

Michel Foucault, en Vigilar y Castigar, nacimiento de la prisión (1975), dedica el capítulo tercero al panóptico desde la mirada de finales del siglo XX, y es recomendable su lectura en estos momentos de legislaciones represivas e imposiciones irracionales con la excusa de una pandemia como trasfondo tal como define Jaime Chuchuca. “El poder está experimentando los efectos del Estado policíaco mundial ad hoc, físico y virtual, de dominio coactivo, pero también de consenso autocoactivo, porque se precisa la limitación de la libertad por la sobrevivencia. El panóptico pandémico es el síntoma de la crisis y se destruirá también por ella” (Jaime Chuchuca Serrano. Abogado, licenciado en Filosofía y magíster en Sociología. Actualmente, docente de la Universidad de Cuenca.  25 Marzo 2020)

 

Una trilogía compuesta por “Pandemia, Crisis, Panóptico”, la cual es invisible pero determina el que hacer y el que pensar de cientos de millones de personas está instalada, como si fuera el Olimpo, en lugares inaccesibles, ya sea un organismo internacional, una corporación industrial o un satélite artificial, desde los cuales pueden monitorizar cualquier movimiento susceptible de poner, aunque sea en entredicho, la pandemia, la crisis y la vigilancia panóptica. Y de forma irresponsable, los propios vigilados regalan miles de informaciones a través de sus teléfonos móviles que quedan todas registradas en las bases de datos de los modernos Argos, los cuales pueden utilizarlas en cualquier momento sin que el vigilado sea consciente ni haya dado autorización para ello.

 

Las llamadas Leyes de Protección de Datos, tan utilizadas para esconder los enormes sueldos y gratificaciones de los altos funcionarios de los servicios públicos (como en la corporación de Transportes de Barcelona) o de los “cargos de confianza” de distintos organismos políticos, o de los dirigentes de las grandes centrales sindicales y partidos políticos, o de los miembros de los consejos de administración de las grandes corporaciones, o de las amantes del rey emérito; por el contrario, son vulneradas cotidianamente por lo que respecta al resto de mortales a través del panóptico digital.

 

Hasta el momento de la llamada tercera revolución industrial en el último tercio del siglo XX, con la masiva introducción del “Chip” en todos los procesos industriales, de servicios i en las ciencias sociales, es decir, durante el sistema impuesto después de la segunda parte de la guerra mundial, imperaba en los países llamados industrializados, la sociedad del espectáculo a imagen del “Panem et circenses” del imperio romano: grandes espectáculos musicales, deportivos, teatrales, políticos, religiosos,…  junto a unos ingresos más o menos decorosos del proletariado primermundista y unos sistemas de asistencia social para los más desfavorecidos. Entre el entretenimiento y la barriga llena, el concepto de explotación y alienación iban perdiendo adeptos, aunque en otras partes del mundo la situación era radicalmente distinta. Era la eficacia del capital sobre el proletariado industrial, era la paulatina desaparición del internacionalismo proletario.

 

Pero un sistema que vive en crisis permanente, es decir, en reestructuración permanente, y la parte del pastel que se distribuía, cual anona romana, entre el proletariado de los países de los centros imperialistas es cada vez menor, ya no bastan los espectáculos para acallar las voces de protesta, ya no bastan cuando cientos de miles de personas se han visto privadas de su vivienda y de sus fuentes de ingresos. Puede acontecer que se inicien desde diversos lugares focos de protesta, de airada protesta, tal vez de solapada revuelta, tal vez de organización social. ¡Cuidado, peligran los beneficios! ¿Qué hacer?

 

La pandemia no se sabe todavía con certeza a que obedece, ni su origen, ni si es pandemia, pero lo que sí es cierto y comprobable son los enormes beneficios de las grandes corporaciones internacionales del mundo digital, que a su vez están emparentadas con los conglomerados químico-farmacéuticos y con los medios de comunicación de masas. Y las corporaciones industriales, también es cierto y comprobable, que bajo el manto de la pandemia están reestructurando sus capacidades productivas a nivel mundial.

 

Pero todo ello queda en segundo plano, pues los medios de comunicación solamente hablan de infectados, sintomáticos, asintomáticos, testados, en una vorágine sin precedentes de medias verdades, muchas mentiras, y muchas censuras. A su lado la resurrección del héroe en la mitología griega: Argos Panoptes, el gigante de los cien ojos que ha cambiado de apariencia convirtiéndose en cámara fotográfica y de video, con ojos ultravioleta, infrarrojos, cromáticos,… que se vehicularán vertiginosamente por el 5G, teniendo por aliado los servicios de inteligencia, las bases de datos, las policías y los incautos que hacen coro, al igual que en las tragedias griegas.

 

Tal vez debería hacerse un llamamiento a modernos Hermes informáticos que no estén al servicio de los dioses, sino del proletariado,  para acabar con los Argos Panópticos al servicio del Poder, para conseguir que millones de ojos de millones de personas vigilen y controlen a unos pocos miles de vigilantes y a los científicos que están al servicio de éstos.

 “Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera»

 Pablo Neruda

 https://kaosenlared.net/argos-panoptes-y-la-pandemia-panoptica/

jueves, 8 de octubre de 2020

La cloaca judicial . 1ª Parte.

La cloaca judicial

El juez no ha pedido ayuda ni informado a Anticorrupción, se ha pasado por el forro a su propia sala y se basa sólo en la declaración del ex abogado de Podemos y la destrucción del contenido de la tarjeta

 Javier Gallego

 El juez García-Castellón, al que la Audiencia rectificó por pasar a Pablo Iglesias de perjudicado a investigado en el caso Dina, pide ahora al Supremo que le impute. O sea, le pide al Supremo que rectifique a la Audiencia que le rectificó a él. Es un juez utilizando a otro tribunal para apuñalar al suyo. Estamos ante El extraño caso de la Audiencia Jekyll y el juez Hyde. Hace unos días, la Audiencia le devolvió al vicepresidente su condición de afectado y le dijo al magistrado que se había equivocado y que lo derivase al Supremo porque no tenía competencias para seguir investigando. Él ha convertido el mandato en oportunidad para seguir en sus trece: el caso Dina no es un caso de las cloacas contra Podemos sino un invento de las cloacas de Podemos para engañar al juez y engañarnos a todos. Dice que Iglesias "fingió" una conspiración contra él con fines electorales. Si fingir con fines electorales es delito, estarían todos los políticos en la cárcel.

El rábano del juez no tiene hojas por las que cogerlo. Es absurdo que Podemos se invente un caso de las cloacas habiendo tantos casos anteriores conocidos que podía utilizar como arma política. Menos sentido aún tiene que Iglesias autorizase a su equipo la filtración de documentos en los que salía muy mal parado. Así se lo hizo ver la Audiencia al juez en el auto de rectificación en el que calificaban sus argumentos de "meras hipótesis". Eso debió de dolerle y le salió el Hyde que lleva dentro.

La mera hipótesis del juez es que Iglesias se quedó la tarjeta telefónica de su asesora, Dina Bousselham, que recibió de manos del director de Interviú, para fingir una conspiración contra su partido. Según la mera suposición del juez, porque pruebas no aporta, la filtración sale de Bousselham que compartió los archivos con terceros y Pablo Iglesias lo sabía, pero denunció que era Villarejo en colaboración con Inda para hacerse la víctima del caso. Villarejo también tenía copia de la tarjeta, pero al juez le parece más plausible que los archivos los filtrara Podemos en lugar de Villarejo que es íntimo de Inda. Una teoría de la conspiración en la que la víctima de la conspiración se convierte en el conspirador contra los conspiradores. Ni Miguel Bosé, oiga.

Todo para sacar ventaja en las elecciones y (agárrense) "desprestigiar a Ok Diario". Perdonen que contenga la risa. No se puede desprestigiar lo que no tiene prestigio. A ver si lo he entendido. Iglesias le da munición a Inda para que Inda le ataque con el fin de utilizarlo después para atacar Inda. Pero, alma de cántaro, Inda no necesita a nadie para inventar bulos con los que atacar a Iglesias. Ahora la risa ya no puedo contenerla. Sería gracioso si no fuera tan grave. Tan inconsistente. Tan sospechoso.

 El juez no ha informado a la Fiscalía Anticorrupción sobre su auto de acusación, se ha pasado por el forro a su propia sala y se ha basado sólo en la declaración del ex abogado de Podemos, José Manuel Calvente, y en la destrucción del contenido de la tarjeta. De Calvente, el juez no tiene más que su palabra. De la tarjeta, tiene un informe policial donde dice que el contenido fue destruido por la manipulación de los técnicos que intentaron recuperar los datos que estaban bloqueados. Ese informe lo ha mandado a hacer puñetas, al mismo sitio al que ha mandado la lógica, y parece que también la ética.

A Iglesias lo manda a los leones. La sala del Supremo que decidirá si le imputa está presidida por el juez que se negó a imputar a M. Rajoy en el caso Gürtel y que le permitió mentir en su declaración. El Supremo está controlado por los jueces conservadores gracias al bloqueo inconstitucional del PP, que colocó allí a sus amigos para que le afinaran las sentencias. El Supremo está presidido por Carlos Lesmes, muy cercano a Aznar, que la semana pasada se la lió al gobierno con el asunto del rey. No debió de gustarle la propuesta de Unidas Podemos de quitarle el poder de decisión a los magistrados con mandato caducado como el suyo y va a demostrarles quién manda aquí. Mandan jueces que hacen política cuando la política no hace lo que ellos mandan.

 Da la impresión de que hay una maniobra orquestada para acabar con Pablo Iglesias y así con Podemos, hundir al Gobierno de coalición y tapar las cloacas mayores con el invento de una cloaca menor. Con razón han salido como un torbellino Casado y la Brunete mediática para pedir el cese o dimisión de Iglesias. Ahora tienen balas para acribillarle otra temporada. Si le imputan, podría verse obligado a dimitir. Sería de traca que cayera Pablo Iglesias por quedarse unos meses una tarjeta de móvil y siguieran campando a sus anchas los jefes de las cloacas. Así funciona este país. Hacen con él lo que quieren. Lo que no consiguen en las urnas, lo consiguen por otros cauces. Estamos totalmente indefensos ante quienes deben protegernos. Las togas y los trajes no son más que el disfraz para parecer respetables.

El juez García-Castellón, por cierto, regresó a la Audiencia con Rajoy después de un dorado retiro en Italia, para ganar mucho menos y trabajar mucho más, justo cuando empezaban los juicios a los populares. Ahora tiene entre manos la Kitchen. Ha imputado a Fernández Díaz, a petición de la Fiscalía. No hacerlo hubiera sido injustificable. Veremos si hace lo mismo con Cospedal y el Barbas, a los que apuntan todas las grabaciones, o si deja que sus nombres se hundan y desaparezcan en la cloaca judicial

 https://www.eldiario.es/carnecruda/lo-llevamos-crudo/cloaca-judicial_132_6276732.htm

miércoles, 7 de octubre de 2020

"Lawfare" contra Pablo Iglesias.

Lawfare contra  Pablo Iglesias

L.D.M

 (autor de este blog ..)

Es un caso claro de "lawfare" tan   típico  de jueces  sudamericanos  para  acabar con líderes de izquierda, se traduce por guerra jurídica o guerra legal. Es significativo que el término "guerra jurídica", que surgió hace una década, se utilice generalmente para tipificar "el esfuerzo por conquistar y controlar pueblos indígenas mediante el uso coercitivo de medios legales.”

Cuándo surge el 'lawfare'? El concepto nace en Sudáfrica con el proceso del Apartheid y los juicios en contra de los líderes, entre ellos Mandela. Ajuste que se impone en la escena a golpes de toga. Como en  Brasil con la Lava Jato alineada con el imperialismo por la estrategia del lawfare contra  Lula, Correa o Evo.

Pero el uso de fiscales y jueces -en lugar de las antes habituales intervenciones militares- para prevenir las victorias electorales de la izquierda empieza a dar señales de agotamiento.   Ya que pueden hacer caer a uno pero no acaban con el  su partido, ni con sus líderes  como Lula.

El caso es que ciertas tendencias como la del "lawfare" son regionales y la restauración de los medios concentrados de la mano de los gobiernos de derecha, también. Y ahora  la tenemos aplicada  en nuestra  Audiencia nacional.

De todos  modos este tipo de golpe de toga o  lawfare , tenemos tradición propia  ,derivada   de  la ley antiterrorista  , recordemos el caso Otegui o la operación  Judas contra Torra  , o acusar de terrorismo y pasarlos a la Audiencia  Nacional y saltarse el juez natural  como en el caso  Alsasua  en Navarra.

Pero no olvidemos que esto es como el caso de Victoria Rosell.  Que el juez Alba  fue condenado a seis años y medio de cárcel por conspirar contra  ella.

El Tribunal de Justicia de Canarias también lo inhabilitó durante dieciocho años y le impone una multa 60.000 euros. La parlamentaria de Unidas Podemos tuvo que renunciar en 2016 para defenderse de sus acusaciones ante el Supremo.  O sea que  el juez G. Castellón puede terminar  lo mismo.

Hace solo tres semanas corrigieron en la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, cuando le ordenaron que volviera a aceptar al vicepresidente del Gobierno como perjudicado del caso Dina. Y ahora el juez convierte la victima en verdugo . Por que la imputacion se demostro que eran solo "rumores"  según el propio ex abogado de Podemos. Y el juez  se sigue aferrando a ellos  ,cuando todas a las pruebas fueron negativas .

Las informaciones que intentan perjudicar a Podemos coincidieron con la aparición de escándalos sobre el PP y la monarquía. Y es necesario desviar la atención y crear una cortina de humo. Y amenazar , ya que  Podemos  está pidiendo investigación judicial sobre el  ex rey

Los tramos más oscuros de la Operación Kitchen o la huida de Juan Carlos I y el misterio inicial sobre su destino se registraron de forma paralela a los principales hitos de la campaña contra la formación morada. Y es como hacer política electoral a golpe  de toga.  Es mismo mecanismo proyección   psicológica   que utiliza el juez, imputando a Iglesias .La proyección es un mecanismo de defensa por el que el sujeto atribuye a otras personas las propias virtudes o defectos, incluso sus carencias.

 Y ver https://www.eldiario.es/politica/audiencia-nacionalnighshyamalan_129_6275882.html  

 y ver   https://blogs.lavanguardia.com/diario-itinerante/lawfare-pierde-gas-america-latina-38948