El Tribunal Supremo entra de nuevo en política
En su informe sobre los indultos, el Supremo va más allá de
lo que debería ser su papel. Se extralimita. Y excede la que debería ser su
función, que no es valorar la conveniencia política de una medida de gracia
Ignacio Escolar
Hay un problema en España con la separación de poderes. Pero no es el Gobierno quien está invadiendo competencias que no le corresponden. Es el Poder Judicial el que pretende ejercer funciones que no son suyas, quien está haciendo política, quien está excediéndose en su papel.
Es natación sincronizada. O uno de esos bailes de salón. O un mecanismo de relojería donde cada pieza se mueve con exacta precisión. Tic, tac. A las nueve de la mañana, el PP y Vox cargan duramente contra el Gobierno por no descartar –aún no han sido aprobados– los indultos del procés. Y apenas un par de horas después, es el politizado Tribunal Supremo quien les da más munición.
Hace tiempo que la derecha política actúa coordinada con la derecha judicial.
Los seis jueces que firman este informe, denegando los indultos del procés son Manuel Marchena, Andrés Martínez Arrieta, Juan Ramón Berdugo, Antonio García del Moral, Andrés Palomo del Arco y Ana María Ferrer. En este artículo explico en más detalle quiénes son. Un 'spoiler': de los seis, cinco fueron elegidos por los vocales del CGPJ aupados por el PP. Solo hay una que fue ascendida al Supremo por los vocales del PSOE. Uno de los seis es también miembro del Opus Dei.
Con este tribunal de absoluta mayoría conservadora –había otro magistrado de la asociación progresista, pero ya se jubiló–, estaba cantado el 'no' a los indultos del procés. Nadie esperaba que el Tribunal Supremo diera su aprobación. Y no porque no hubiera precedentes de informes favorables ante delitos aún más graves: el Supremo sí respaldó los indultos de los golpistas del 23F o al terrorismo de los GAL.
El informe negativo estaba cantado. Pero no así los argumentos que ha empleado el Supremo. Ni el modo en que los despacha. Ni los razonamientos que da.
La primera anomalía es que el Supremo agrupe 12 peticiones de indultos a 12 condenados en una sola tacada. En un solo informe. Algo que no debería ser lo normal. Porque la Constitución prohíbe los indultos generales. Porque el indulto es una medida de gracia individual. Porque cada caso es diferente y sus circunstancias también lo son: no es lo mismo Santi Vila que Oriol Junqueras que Jordi Cuixart. Y por tanto el Supremo también debería haber informado sobre cada caso de forma individual. No son un pack.
La segunda anomalía es que el Tribunal Supremo considere la falta de "arrepentimiento" y la "contumacia del penado en su desafío" como "la mejor expresión de las razones por las que el indulto se presenta como una solución inaceptable". Aunque en el Supremo lo plantee de ese modo, como si el arrepentimiento fuera un requisito imprescindible y obligado, ni la ley ni la jurisprudencia lo consideran así. Tejero nunca se arrepintió, pero el Supremo sí se mostró favorable a indultar a este golpista. En ese informe a favor del perdón para Tejero, que el Supremo firmó en 1993, se defendió la medida de gracia por "conveniencia pública" y para contribuir "al olvido de unos hechos que deben quedar ya en el pasado".
La tercera anomalía es que el Supremo reescriba su propia sentencia del procés. Que fue una condena por sedición, no por rebelión, porque el propio tribunal consideró que aquello no fue un golpe de Estado, que no se usó la violencia como parte del plan. Según la propia sentencia, "todos los acusados eran conscientes" de que la independencia era inviable y solo buscaban "presionar al Gobierno para la negociación de una consulta popular".
Fue sedición, no rebelión. Pero cuando el Supremo argumenta en este informe que las penas a la que los líderes del procés fueron condenados son equivalentes a las de otros países europeos, las compara con los delitos de rebelión o alta traición de Alemania, Francia o Italia.
Todos estos países ponen un requisito para los delitos que cita el Supremo que en el procés no se dio: la violencia. Basta con repasar esta detallada comparativa sobre las penas que tiene la sedición en el resto de Europa para ver la trampa y el cartón.
La cuarta anomalía es ese peligroso argumento –más político que judicial– que desliza el Supremo y también el fiscal al considerar que esta medida de gracia podría ser "un autoindulto", al ser ERC un partido que en ocasiones apoya al Gobierno en el Parlamento. Por las mismas, también lo serían los indultos a los condenados del PSOE de los GAL por parte del PP, puesto que es el PSOE quien ha pactado con el PP todas y cada una de las renovaciones del Poder Judicial. O cualquiera de los muchos indultos que se han aprobado, por parte de sus propios partidos, a condenados por corrupción.
El Tribunal Supremo, en este informe, va más allá de lo que debería ser su papel. Hace política. Se extralimita. Y excede la que debería ser su función, que no es valorar la conveniencia política de una medida de gracia.
Nada nuevo bajo el sol. Porque casos como éste son la verdadera razón por la que el Partido Popular se niega a renovar el Consejo General del Poder Judicial, que es el órgano constitucional que nombra a todos y cada uno de los jueces del Tribunal Supremo de forma casi discrecional. Como decía un portavoz del PP: "Controlar la Sala Segunda desde atrás".
Cada vez que el PP pierde las elecciones, bloquea la renovación del Poder Judicial. Y así alarga su control sobre la justicia, y puede nombrar a más jueces afines en los puestos clave: en todas las salas del Supremo, en los Tribunales Superiores de Justicia autonómicos, en las presidencias de la Audiencias Provinciales, en las presidencias de sala de la Audiencia Nacional…
En 1995, la Sala de lo Penal o Sala Segunda del Supremo –la que juzgó el procés– estaba compuesta por 13 jueces: siete progresistas, seis conservadores. Hoy el dominio de la derecha en los tribunales claves, empezando por el Supremo, es abrumador.
El camino de los indultos del procés por el Tribunal Supremo solo acaba de empezar. Porque después de este informe, si es que el Gobierno finalmente aprueba algún indulto, será otra Sala del Supremo, la Tercera, la que se tenga que pronunciar. Los puede anular.
El Gobierno corre un serio riesgo: el del desastre total. Que apruebe los indultos y que después la Sala Tercera del Supremo los tumbe. No es es descartable: en esa Sala la derecha también tiene la mayoría absoluta. Como en todas las demás.
Esta derechización de la Justicia no es fruto de la coincidencia o del azar. Es el resultado del filibusterismo del PP con las renovaciones del Poder Judicial: bloquear el acuerdo cuando pierden las elecciones, y así alargar su dominio sobre los jueces unos añitos más. En las últimas dos décadas, el PP y el PSOE han gobernado casi el mismo tiempo: unos diez años cada uno. Pero el CGPJ ha mantenido una mayoría conservadora 15 años de esos 20. Quien controla el Poder Judicial decide los nombramientos. El resultado a la vista está.
En el colmo del cinismo, el PP argumenta ahora que será "casi imposible" renovar el Poder Judicial si el Gobierno sigue adelante con los indultos. Porque así funciona el "constitucionalismo" de quienes no cumplen con lo más básico de la Constitución.
https://www.eldiario.es/escolar/tribunal-supremo-entra-nuevo-politica_129_7975371.html
Nota del blog .-En todos los juicios el cumplimiento del sistema procesal es fundamental para que sea justa la sentencia y garantista ,en este caso con el proceso no lo cumplieron . Al aplicar el 155 y suprimir su aforamiento los acusan de una cosa y luego sentencian por otra y así se saltaron el juez natural , el tribunal natural en la mayoría de los casos , para así ir a parar directamente al TS que el PP lo tiene bien controlado y hacer un paquete con ellos y montar un gran juicio como si fuera el Franquismo con el de Burgos, impidiendo además los sucesivos recursos escalonados , fuera el TSJC o la Audiencia Nacional , caso de los Jordís que no eran aforados .. El gran juicio fue una venganza y siguen en lo mismo , con esta sentencia paquete como salida de un bunker y como si fuera un haz o sea un facho y no separar cada caso e individualizarlos , como es lógico en cualquier sentencia penal . Y así con todos juntos tapan cada uno . No me extraña que tribunales de estados europeos los desnuden con las sentencias sobre las extradiciones . El día que desde Estrasburgo o tribunales europeos empiecen a caer sentencias les veremos desnudos y que debajo de la parafernalia de la toga van en pelotas . Y veremos a toda la caverna mediática chillar contra los tribunales de la UE , desempolvando otra vez lo de la leyenda negra contra España . Mientras además , como aprendices de brujo el independentismo saldrá reforzado. La ANC ya manifestó que los indultos perjudican su movilización .Y así se cumplirá otra vez más la ley de la estupidez que dice: que quería hacer tanto daño al contrario y como estaba tuerto se arrancó el ojo que le quedaba para que el otro se sacara uno y se quedó totalmente ciego . Está sentencia es un suicidio del TS .Actuando como tercera Cámara solo para dar apoyo la derecha . Y no es vinculante .El Gobierno lo que debe de hacer es reformar primero el código penal , y quitar eso delitos que solo están así en el código en España . Y le dan razones a la derecha y al TS que esta actuando como si fuera una tercera cámara como hizo el TC con el desmantelamiento del Estatut de 2006 que rompió además el pacto constitucional . Con el voto mayoritario incluso de 180 diputados a 200 (1) diputados . La derecha solo tiene 150 . Lo puede hacer y tomarlo con calma ,tiene dos años que es el acuerdo de la mesa con el Gobierno de Cataluña y dejar que el trifachito de Colón , otra vez tan unidos , se desgaste en Covadongas emergentes gritando .. ¡Pelayo cierra España! . Recordemos que la sentencia no es vinculante y los recursos solo los puede poner solo Vox que actuó como acusación en el macro juicio ..Y algunos del viejo PSOE les debería caer la cara de cemento si la tuvieran , como sino hubieran indultado a los del GAL o al general Armada del 23 F . Y del PP ya no tiene nombre cuando ellos indultaron a MILES de corruptos y a guardias civiles .La Fundación Civio (1) recopila en su buscador los indultos concedidos en España desde el año 1996, que en la actualidad ascienden a 10.652 La mayoría de ellos, bajo la batuta de los gobiernos del Partido Socialista (PSOE) y del Partido Popular (PP), se concedieron por delitos contra la salud pública o robos. Sin embargo, la propia fundación destaca que los delitos que más porcentaje acumulan en relación a las condenas totales son los delitos de malversación, contra el medio ambiente o de funcionarios contra las libertades individuales (2). Tampoco se necesita ningún arrepentimiento para indultarlos solo en las mentes nacional católicas cabe eso cabe eso. Impide de eso que se repita ?. Un ejemplo cuando Lutero hizo la traducción del Biblia ,se dio cuenta que esa palabra no era así como se traducía en la Biblia en latín , ,sino CAMBIO , arrepentirse es cosa del confesonario y así establecer el control espiritual, o sea la haces , te confiesas, te arrepientes y la repites , sueltas la moneda en cepillo y listo " absuelto" , típico del catolicismo de Trento del cual se reía Lutero con las indulgencias . Decía. "Cada vez que suena la moneda en el cepillo el cura se da un saltito " ..Estos jueces se están suicidando a paso lento pero seguro . cuando vengan sentencias europeas se les vera que bajo la toga están en pelotas.
NOTA (2) https://civio.es/el-indultometro/buscador-de-indultos/
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