ERC y JxCat: una relación tóxica
Marçal Sintes
Fuente . Nacional
.Cat
¿Qué puede haber más poderoso en un político, en un servidor
público, que el interés general? ¿Que transformar en positivo para mejorar la
vida de la gente? ¿Que dejar las cosas mejor de lo que están? ¿Que actuar, en
definitiva, por el bien del país, escuchando, prestando atención y evaluando
racionalmente riesgos y ventajas?
Pues hay dos cosas mucho más poderosas que todo eso para
algunos políticos. Y no, no me refiero —ya me perdonarán— ni al dinero ni al
sexo, sino, por así decirlo, a dos patologías que demasiado a menudo les hacen
perder la perspectiva. Que les enturbian la mirada de una forma dramática tanto
para ellos como para la sociedad a la que tienen la obligación de servir.
Por una parte, hay algunos políticos que son incapaces de
ver más allá de su nariz, que hace tanto de tiempo que llevan puestas las gafas
del ideologismo y la doctrina que ya no distinguen nítidamente los contornos de
la realidad. Han dejado de razonar a partir de un análisis mínimamente
trabajado. La miopía se lo impide. Además, tanto se han acostumbrado al cristal
grueso —del color que sea— de las gafas, que, de hecho, han perdido el interés
por escrutar lo que realmente pasa fuera de su secta. Si la realidad los
desmintiera, cosa que cierta manera intuyen y temen, todo supondría una enorme
conmoción. Más vale desfigurar las cosas para hacerlas encajar con su
catecismo.
Hay otros que también se separan de la razón. Probablemente,
como en el primer caso, por la acción del eco de nuestros instintos más
atávicos. Hablo de los políticos que son inútiles a la hora de controlar sus
pulsiones. Hablo de cuando la razón no tiene suficiente fuerza para contener
las bajas pasiones, como la agresividad, la revancha o la muestra de desprecio
por el adversario. Antes, de quien era capaz de apaciguar todo eso en favor de
la razón se le llamaba una "persona civilizada".
El pasado 14-F, hace prácticamente tres meses, los catalanes
concedieron a los dirigentes independentistas, con más voluntad que entusiasmo,
la última oportunidad para que vencieran sus bajos instintos e hicieran
prevalecer la razón y el sentido común
He escrito aquí mismo y en otros lugares que la condición
necesaria para un gobierno como es debido en Catalunya era que tanto en ERC
como en JxCat hicieran un reset. Eso quiere decir enterrar, guardar muy en el
fondo de un cajón los agravios mutuos. Es decir, ser capaces de reprimir los
impulsos más primarios y comportarse siguiendo la razón y poniéndose al
servicio del país y su gente. De buscar el bien común. Liquidar las deudas del
pasado y empezar de nuevo.
Mi conclusión, después del indescriptible culebrón al cual
estamos asistiendo, es que la razón nunca ha conseguido imponerse en la
relación entre unos y otros. Ni en la etapa de Mas como president, ni con
Puigdemont, ni con Torra, ni con Aragonès. Ni antes de las elecciones, ni
tampoco ahora, cuando quedan menos de dos semanas para que venza el plazo para
la investidura de un nuevo president.
El problema más candente es este. Los de las pulsiones, que
diría Freud. O si quieren, el hecho de que nuestros políticos se ahoguen una y
otra vez irremediablemente en la distancia que hay entre las funciones
manifiestas —aquello que dicen que impulsa su acción— y las funciones o
disfunciones latentes —aquellas no expresadas o reconocidas, pero que es donde
finalmente tenemos que ir a buscar el motor de ciertos comportamientos.
Quiero decir con todo que el problema de fondo no es otro
que el factor humano, la incapacidad de unos y de otros de controlar sus
emociones tóxicas. De actuar contra lo que son los intereses del país y de
ellos mismos. Porque no son idiotas, y unos y otros saben —a nivel racional—
que lo mejor es colaborar (todos ganan) antes que arrancarse la piel de forma
salvaje.
Hay desencuentros, y en algunas cosas importantes, con
respecto a la estrategia en relación a España, al papel de Puigdemont y el
Consell per la República, a quién controla determinadas conselleries o no,
etcétera. Pero eso pasa siempre, aquí y en la Xina Popular, como diría
Carod-Rovira, justamente porque se trata de partidos diferentes.
No, todo eso no es lo que está haciendo descarrilar lo que,
para cualquier observador independiente, sería de todas todas lo más lógico: la
formación de un ejecutivo independentista que gobierne con eficacia y al mismo
tiempo evidencie la necesidad de un estado propio. Tanto el incierto
experimento de un gobierno en minoría, una minoría muy pequeña, como la
repetición de elecciones —que seguramente supondría la derrota del
independentismo— serían evaluadas por nuestro observador imaginario como dos
opciones muchísimo peores que la primera.
Recordemos, una vez más, que el pasado 14-F, hace
prácticamente tres meses, los catalanes concedieron a los dirigentes
independentistas, con más voluntad que entusiasmo, la última oportunidad para
que vencieran sus bajos instintos e hicieran prevalecer la razón y el sentido
común. Para que, en definitiva, dejaran de hacer el burro y se llevaran como
personas civilizadas
https://www.elnacional.cat/es/opinion/marcal-sintes-erc-jxcat-relacion-toxica_608645_102.html.
Nota del blog . Este artículo es publicado en Nacional Cat , prensa digital independentista , más bien a fin a JxC y a Puigdemont . Que salga esto es que se ha tocado fondo , los subrayados en negro algunos son del autor , otros del blog . Como decía Pla ante estas situaciones " en este país se puede hacer todo menos el ridículo" . Como cumpliendo la profecía de Aznar ( +- cito sin consultarlo) , de que “antes de lograr separarse de España , se iban a pelear entre ellos” . Pero la cosa se pone seria . Ayer delante de la sede de ERC un grupo de 200 personas gritaban, “Junqueras traidor , púdrete en la prisión” , “botiflers” dirigido a ERC y “ ERC y JxC la paciencia se ha acabado “..Y cantaron “ Els Segadors” . La noticia está en la Vanguardia y Triangle https://youtu.be/Xl-QEaK_kZI .La situación es bien peculiar , quien negocia por parte de JxC es Jordi Sánchez en prisión y Puigdemont en Bruselas . Y se saltan a los propios elegidos en JxC . Como saltarse por sobre su propia soberanía popular . Y el conflicto fundamental es El Consell del exterior , que quieren que dirija la actuación del Govern en Catalunya y en Madrid y la tabla de dialogo con el Gobierno español por dos años . Recordemos que después de sacar a Torra los tribunales Aragonés no se declaro President sino Vice . Que este artículo medio sicoanalítico salga en su prensa es que tocaron fondo y siguen escabando
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