domingo, 24 de enero de 2021

El olor a azufre de Carl Schmitt .

Trump, en Compostela

La derecha glotona, el neoconservadurismo, aprendería de Goldwater una lección fundamental: privatiza los servicios públicos, haz de la política un negocio, no tengas ningún escrúpulo, pero, sobre todo, no lo digas

Manuel Rivas  

La historia política de Trump comenzó en Santiago de Compostela, alrededor del año 1964.

En la ciudad apostólica había encontrado refugio Carl Schmitt, conocido como ‘kronjurist’ del nazismo, el principal artífice en la elaboración de la “arquitectura jurídica” del III Reich. En realidad, Santiago fue mucho más que un refugio. Tratado con el admirativo sobrenombre de Don Carlos, Schmitt encontró allí un hábitat obsequioso, el apoyo de las altas autoridades franquistas y una relación colaboracionista y afectuosa con catedráticos e intelectuales “victoriosos”, entre ellos, y en especial, el carlista Álvaro D’Ors, tan consecuente reaccionario como brillante romanista.

En 1962, Don Carlos fue condecorado y objeto de un gran homenaje organizado por el Instituto de Estudios Políticos, que dirigía en esa época un nuevo tanque del pensamiento autoritario autóctono, Manuel Fraga Iribarne (1). El acto tuvo lugar en Madrid, en la sede del partido único, el Movimiento Nacional, con la presencia de las jerarquías políticas, eclesiásticas y jurídicas. Todos honraron al teórico del “decisionismo” (los actos del Führer-Duce-Caudillo se traducen en ley), del “estado de excepción permanente”, la política como sinónimo de “guerra” (fría o caliente) y la consideración del adversario o disidente como “enemigo”. Y en su intervención, Carl Schmitt, Don Carlos, bendijo su propio homenaje como una “fiesta sagrada”.

En su retiro compostelano, en 1964, Don Carlos, siempre atento al ajedrez político mundial, mostró su interés y simpatía por un candidato a la presidencia de los Estados Unidos llamado Goldwater. Tenía fama de ultraconservador militarista. Pero había un matiz en el que se hacía notar de forma novedosa: quería privatizar y convertir en negocio los espacios ganados por el “estado de bienestar”  del tío Frank (Roosevelt, aquel peligroso populista de izquierdas) y fue el único candidato que se manifestó en contra de la Ley de Derechos Civiles. Tanta sinceridad sería la ruina de Goldwater.

La derecha glotona, el neoconservadurismo, aprendería de Goldwater una lección fundamental: privatiza los servicios públicos, haz de la política un negocio, no tengas ningún escrúpulo, pero, sobre todo, no lo digas. Guarda tu secreto. No lo vayas pregonando en una campaña. Goldwater cayó de culo, pero es reconocido como un precursor. Injertó en una única cepa lo que parecía un oxímoron: el neoliberalismo y el nacionalismo supremacista, negacionista, xenófobo, machista...Y todo el resto de atributos del canibalismo ilustrado.

Es de comprender la curiosidad de Don Carlos por este pavo llamado Barry Goldwater. A pesar del culto a los antepesados, le interesaba mucho el futuro. Él ya vio venir a Trump y al trumpismo. Es muy posible que Trump no tuviese ni idea de quien fue Carl Schmitt, pero todos los gurús, spin-doctors y aprendices de brujos que fueron armando en las últimas décadas el remake fascista, como el indultado Steve Bannon, lo tienen en un altar.

El fascismo de segunda mano lleva mucho azúcar, sal y grasa, aunque combina muy bien con el bliss point, el punto de perfume de los poderosos. Trump se fue parodiando un lema popular: “¡Marcho porque tengo que marchar!”. Pero la marca “decisionista”, también en muchos juristas, está en expansión. Los discípulos de Don Carlos, de allá y de aquí, practican una política con un estilo propio de la hostilidad bélica. En España, la derecha furiosa sigue tratando al gobierno democrático como un apestado ilegítimo. Así que cuando no prepara un golpe, prepara un churrasco. O viceversa.

 https://ctxt.es/es/20210101/Firmas/34795/neoliberalismo-Carl-schmitt-goldwater-trumpismo-manue-rivas-fraga.htm

Nota del blog .-(1)  Cuando las huelgas en Asturias  torturaron   salvajemente a los mineros  y   de ellas hubo un muerto  y raparon la cabeza a las mujeres de los mineros ante la protesta internacional  y de intelectuales  por las torturas  Fraga soltó aquello de que:  ""Parece, por otra parte, posible que se cometiese la arbitrariedad de cortar el pelo a Constantina Pérez y Anita Braña, acto que de ser cierto sería realmente discutible, aunque las sistemáticas provocaciones de estas damas a la fuerza pública la hacían más que explicable, pero cuya ingenuidad no dejo de señalarle, pues es claro que la atención que dicha circunstancia provocó en torno a sus personas en manera alguna puede justificar una campaña de truculencias como la que se orquestó. Vea, por tanto, cómo dos cortes de pelo pueden ser la única apoyatura real para el montaje de toda una «leyenda negra» o «tomadura de pelo», según como se mire.". ( Carta a José Berqamín ) (1). 

Tengo un librillo , encontrado en una librería de  libros  de   ocasión  de  Fraga ,  que es  del año 1952 titulado: ASI se gobierna ESPAÑA ,publicado por la Oficina de información diplomática , una apología total del franquismo , y de la Historia de España , peor aun que el texto de Formación del Espíritu Nacional  ,de las escuelas  de la época.. Su paso por la Falange ha sido borrado de su biografía online. No aparece en su currículum en la web del PP ni en su trayectoria en la del Senado. La red, sin embargo, guarda aún su rastro, y la nota del BOE en la que se dió a conocer su cese como Delegado Nacional de Asociaciones de Falange. El Boe publicó aquel cese el 9 de febrero de 1961. (2)

 



Tampoco fotos como esas se han perdido. 





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