Los abusos de poder de la policía española
Los abusos de poder policiales no son una realidad ajena a
España, de hecho, son más habituales de lo que popularmente se cree.
Valentín Pozo
Los abusos de poder policiales no son una realidad ajena a
España, de hecho, son más habituales de lo que popularmente se cree. Aunque a
menudo existe en el imaginario como una circunstancia muy minoritaria y más
propia de países con deficiencias democráticas, en lo últimos tiempos se ha
podido apreciar como, de manera aparentemente cada vez más habitual, se dan
escándalos policiales que como mínimo plantean la necesidad de reflexionar
acerca del papel y de la actuación de las fuerzas de seguridad del estado y
sobre las legislaciones que se le aplican.
Casos como el de Dani Jiménez, joven de Algeciras que
falleció el pasado mes de junio encerrado en un calabozo presuntamente como
resultado de supuestos abusos policiales, forman parte de una larga lista de
excesos del poder policial que consiguen salir a la luz gracias al trabajos de
organizaciones en favor de los derechos humanos, organismos internacionales y
la propia labor documental ciudadana. Todos tienen en común el objetivo de
denunciar las prácticas abusivas de los cuerpos policiales españoles.
Plataformas como SOS Racismo han registrado hasta 571 casos
de brutalidad policial en España durante los últimos 20 años; y no es raro
encontrarse de manera periódica con algún video o documento que denuncie
actuaciones abusivas realizadas por agentes de policía, en el ejercicio (o no)
de sus funciones.
Estas actuaciones a menudo quedan amparadas por una serie de
mecanismos jurídicos y legales, protocolos ambiguos, por la nula transparencia
de los cuerpos con el exterior, o incluso por la mera conformidad social
respecto a los abusos.
En ocasiones tienen que ser los propios agentes los que
aceptan públicamente esta realidad ante la falta de claridad o transparencia,
como cuando el jefe de los Mossos d’Esquadra, Eduard Sallent i Peña, reconocía
en TV3 que efectivamente existe un “sesgo étnico” en el campo de las
identificaciones policiales, o como cuando la propia Policía Nacional reconoce
que ha utilizado por “error” fuego real a la hora de disolver manifestaciones
pacíficas.
La cuestión es dilucidar si estos abusos son, como
efectivamente se suele defender, simples casos aislados o “manzanas podridas”,
o si responden a problemas sistemáticos más profundos: la falta de
transparencia y democratización dentro de los cuerpos policiales, la abusiva
relación de poder que separa a los agentes respecto a los ciudadanos y/o una
legislación que facilita que se den estos abusos de poder de la policía
Recopilación de casos recientes de abusos de poder de la policía
sigue ..https://kaosenlared.net/los-abusos-de-poder-de-la-policia-espanola/
y ver ..https://www.eldiario.es/opinion/zona-critica/normalizar-violencia-policial-citando-evangelios_129_7244207.html
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