Andalucía: ¿Primera prueba de la recuperación del
bipartidismo?
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Emmanuel Rodríguez (@emmanuelrog) y Isidro López (@LumumbaJr
)*
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Público.es
Una de las peculiaridades de España es que el país se ha
construido de norte a sur. Que la escritura de la historia se escribe en esa
dirección lo muestra la asunción de términos de tanta carga ideológica como el
de Reconquista, por el que se “naturaliza” la conquista del sur peninsular por
los reinos cristianos del norte. Se trata de una de esas paradojas clave en la
construcción histórica de España, al menos si se considera que el valle del
Guadalquivir y la costa mediterránea han sido los polos civilizatorios de la Península Ibérica
desde época prehistórica o si se toma en cuenta que Andalucía ha sido, de
largo, la región más rica durante toda la época moderna hasta mediados del
siglo XIX.
¿Muestran las elecciones andaluzas una inversión de esa
flecha geográfica, en este caso protagonizada por la “reconquista” de los
actores del régimen del 78 del terreno perdido desde que irrumpiera el 15M? Ni
tanto ni tan calvo, habrá que decir. Ciertamente, el bipartidismo ha perdido
terreno, dejándose caer del 80% al 62% de los votos. Los dos actores políticos
de última generación, Podemos y Ciudadanos, han acumulado casi el 25%. Teresa
Rodríguez ha conseguido hacerse con un hueco difícil frente a la “muy
andalucista e izquierdista” Susana Díaz. Por su parte, el candidato de
Ciudadanos (Juan Marín), desconocido hasta hace poco, ha obtenido algo más de
un 9%. Todo un éxito para un partido que se declara “de y para” las clases
medias, justo en el territorio en el que estas son tan débiles como para rozar
la irrelevancia.
Sin embargo, el PSOE repite prácticamente resultados: poco
menos de un millón y medio de votos y los mismos diputados que en 2012. Tampoco
la abstención ha sido movilizada de una forma significativa. Sólo se ha
conseguido empujar del 60 a
poco más del 63%. Las pérdidas se concentran de hecho en el partido de
oposición regional, el PP, que pasa del 40 al 27 %, y el socio de los
socialistas (IU) que cae del 12 al 7%. Al PSOE le ha bastado con una candidata
dispuesta a jugar las cartas de un izquierdismo deslavazado y vacío, aderezado
de la repetición infinita de “andaluces y Andalucía”, amén de la imponente
imagen de un embarazo que se muestra tanto en platós de televisión como en
mítines multitudinarios, para conseguir esa “victoria histórica” que Susana (obviedades
del poder) reclama para sí.
Sea como sea ¿son extrapolables estos resultados al resto
del país? Es aquí donde reside todo el interés de la prueba andaluza,
especialmente para la única fuerza política que reclama abiertamente la ruptura
con el régimen de ’78, Podemos. Caben pocas dudas de que el sistema de partidos
tiene tiempos y resistencias distintos en la mitad sur del Estado que en el
resto de la geografía. Pero también de que Andalucía no es sencillamente una
excepción, sino una pieza tan particular como otras dentro del complejo puzzle
peninsular. Dicho en otras palabras, y considerando el material de encuesta
disponible, es dudoso que en Madrid o Valencia el PP sea batido como primera
fuerza, por mucho que su 50% pueda ser llevado a la banda del 30%. Al igual que
la “histórica” Susana Díaz, las organizaciones regionales del PP saben de la
escasa o nula densidad organizativa de Podemos o Ciudadanos a las escalas
municipal y autonómica, y que en ese terreno pueden confiar en las solidez de la
sociedad civil, esto es, de sus redes clientelares larga y generosamente
alimentadas por la manguera del presupuesto público. En la misma línea, pero
con colores diferentes, los resultados en el País Vasco y Catalunya pueden
mostrar resultados similares con la confirmación, también, de los partidos en
el gobierno: el PNV y una CiU reinventada.
También es preciso reconocer que Ciudadanos es una realidad
electoral viable y que ha conseguido consolidarse en el territorio que le era
menos propicio. Su 9% puede duplicarse en los caladeros de voto tradicional del
PP, fragmentando esa “centralidad del tablero” que habían imaginado los
estrategas de Podemos. A nivel estatal, la confirmación de una cuatripartito
–cuatro formaciones entre el 15 y el 30%
de los votos– abre un escenario de pactos complejo en el que el horizonte de
una ruptura constituyente quedaría aplazado indefinidamente. En este terreno,
la posibilidad de un gobierno progresista (PSOE, IU, Podemos) sería de hecho la
peor opción.
En definitiva, las conclusiones siempre provisorias de los
resultados de las elecciones andaluzas podrían ser, en primer lugar, que el
ciclo político es largo, no corto. O en otras palabras, que los resultados
electorales pueden no ser concluyentes en la decantación del cambio político.
Se abre un periodo incierto y con problemas obvios de gobernabilidad, pero en
el que la posición más probable –y la más interesante– es la de articular una
oposición consistente que labre las oportunidades de ruptura en el medio plazo.
En segundo lugar, confirmamos algo ya sabido: la realidad política del país es
poliédrica y responde a una diversidad geográfica y social que hace inviable la
hipótesis populista, al menos en su versión escolar extraída de las lecciones
rápidas de los gobiernos progresistas de América Latina. La emergencia de
Ciudadanos, como partido de la regeneración de los segmentos más nítidamente
identificados con la “clase media” y la diversidad de los resultados
electorales en las tres comunidades que suman más de la mitad de la población
(Andalucía, Madrid y Catalunya) debiera servir como contra-prueba suficiente. Y
por último, y quizás lo más importante: muchos de los elementos despreciados
hasta el momento, principalmente la necesidad de construir una organización con
implantación territorial, cuadros competentes y un proyecto solvente (más allá
de la repetición de los memes de la corrupción y la “casta”), cobran en esta
coyuntura una relevancia de carácter estratégico. Sobre decir que para ello se
requiere de un giro que, en algunos ámbitos, es de 180 grados.
*Isidro López es candidato a las primarias de Podemos a la Comunidad de Madrid
y ver...............
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