viernes, 5 de julio de 2024

Entrevista al historiador Enzo Traverso

 

Entrevista al historiador  Enzo Traverso

El historiador critica la idea del cordón sanitario y califica a la formación Agrupación Nacional de Le Pen y al resto de partidos de extrema derecha en Europa de posfascismo

 Javier Biosca Azcoiti

 

 5 de julio de 2024  

 Enzo Traverso, destacado historiador de la Europa moderna y contemporánea, atiende a elDiario.es durante el último día de campaña para la segunda vuelta de las elecciones legislativas en Francia que pueden convertir por primera vez al partido de extrema derecha Agrupación Nacional en la primera fuerza parlamentaria.

En una cafetería a escasos metros de la Plaza de la Bastilla, el profesor en la Universidad de Cornell, experto en historia intelectual e ideas políticas, analiza la situación política de Francia, donde ha residido durante más de 20 años, y habla de su último libro, 'Gaza ante la historia' (Akal), en el que estudia el uso y abuso de la memoria y la historia que ha servido para imponer una narrativa del conflicto favorable a Israel.

 

Usted califica los partidos de extrema derecha como Agrupación Nacional en Francia de partidos posfascistas, ¿por qué? ¿Qué elementos tienen en común con lo que usted considera su matriz?

 Yo utilizo esa definición de posfascismo y tengo que subrayar que es es una categoría transitoria que se aplica a un fenómeno nuevo y en evolución. En este sentido, no tiene la misma fuerza que liberalismo, socialismo o anarquismo.

 Cuando hablamos de las extremas derechas europeas —y no solamente europeas, porque es un fenómeno global—, hablamos de movimientos que tienen orígenes distintos y que, en su gran mayoría, no se definen como fascistas. Son movimientos que desde hace tiempo buscan una legitimidad democrática y que se dicen respetuosos con las instituciones de la democracia liberal, pero son movimientos que no podemos analizar, definir e interpretar sin compararlos con los fascismos clásicos.

 Cuando se habla de la Agrupación Nacional en Francia, uno piensa en el pasado fascista de Vichy. Giorgia Meloni, por su parte, hace dos años estaba muy orgullosa de sus orígenes fascistas. El problema de Fratelli d'Italia es que aunque intentan decir que respetan las instituciones y la democracia liberal, al llegar al gobierno toda su base interpretó este cambio político como una autorización para desfilar con una bandera fascista y conmemorar a Mussolini. La extrema derecha en Italia no ha conseguido hacer el trabajo que sí hizo en Francia durante más de 10 años.

 Nos son movimientos estrictamente fascistas, pero no son algo ajeno. Están en una posición intermedia y según las circunstancias políticas y los contextos históricos pueden volver a una forma de fascismo clásico o pueden evolucionar hacia una forma de conservadurismo autoritario dentro de la democracia liberal.

 Y tenemos el ejemplo de EEUU, por ejemplo, donde la dimensión subversiva de este posfascismo apareció el 6 de enero de 2021 e intentaron subvertir las instituciones. Intentaron derrotar a la democracia. Son rasgos fascistas muy claros. En Estados Unidos este nuevo fascismo no apareció como un movimiento nuevo que surge desde abajo, sino como una fuerza que fue capaz de apropiarse del Partido Republicano, que es uno de los pilares del establishment.

 Respecto a ese trabajo en Francia al que aludía anteriormente, decía en 2017 que todavía era pronto para definir y cristalizar la transformación que había implementado Marine Le Pen sobre el antiguo Frente Nacional de su padre. ¿Tenemos más elementos ahora para hacerlo?

 No está mucho más claro. Espero que no nos enfrentemos a ello, pero estará mucho más claro si Agrupación Nacional llega al Gobierno o si gana las próximas presidenciales. La diferencia entre Italia y Francia, por ejemplo, es que el partido de Meloni es un movimiento más fascista que Agrupación Nacional en Francia, pero la República italiana es más democrática desde un punto de vista institucional que la V República francesa, que es un sistema presidencial.

 Si Agrupación Nacional llegara al poder con Marine Le Pen presidenta y [Jordan] Bardella jefe del Gobierno y pueden aplicar su programa —como suprimir el ius soli [obtener la nacionalidad de un país por nacer allí], implementar medidas contra los nacionales, aplicar la “prioridad nacional”...— eso puede ser un cambio de la naturaleza del Estado.

 La contradicción de esta derecha radical es que hasta ahora, a pesar de todos sus esfuerzos por legitimarse como fuerza de gobierno, siempre levantan cierta desconfianza por parte de las élites. En Francia, el representante de esas élites económicas europeas de los bancos es Macron. En Italia era Draghi mucho más que Giorgia Meloni y en España es el PP mucho más que Vox, a pesar de su neoliberalismo, que es muy explícito. Las extremas derechas tienen que aparecer como interlocutores fiables para esas élites y para hacerlo tienen que aplicar las políticas de esas élites. La contradicción es que si lo hacen, se homologan con los partidos tradicionales de la derecha y corren el riesgo de perder mucho apoyo popular.

 Parece que Agrupación Nacional crece con cada elección. ¿Es una cuestión de tiempo que lleguen al poder?

 Hasta ahora podríamos decir que hay un proceso acumulativo de expansión. 2002, 2017, 2022 y ahora. En dos años, Agrupación Nacional puede multiplicar por tres sus escaños. Esa parece ser la tendencia general, pero todo depende de muchos factores, entre ellos si el Frente Popular no es solamente una coalición contingente para reaccionar a una catástrofe anunciada, sino que se convierte en la primera etapa de un proceso de recomposición de la izquierda.

 Si el Frente Popular toma un proyecto de ruptura con el neoliberalismo y abandona todo un conjunto de ambigüedades y cuestiones fundamentales como la represión, no solamente en el campo de las políticas económicas y sociales, pero también sobre la cuestión del principio de igualdad, defensa de las minorías... Eso puede ser una alternativa. Hasta ahora, los únicos que aparecían como una alternativa era la extrema derecha. Si la izquierda es capaz de aparecer como una alternativa social, política y cultural. ¿Por qué no va a ser posible frenar esa tendencia?

 ¿Y cree que a largo plazo el cordón sanitario ha beneficiado a Agrupación Nacional?

 Yo no creo en la efectividad del cordón sanitario. El ejemplo de Italia es interesante porque se creó un gobierno de coalición nacional con el argumento de que había una emergencia, que había una crisis muy grave, que había que crear un gobierno de coalición nacional y la que se benefició fue la extrema derecha.

 Si ahora hay una mayoría relativa de Agrupación Nacional y se crea un gobierno de coalición nacional, en las próximas elecciones presidenciales Marine Le Pen va a ganar en la primera vuelta. Después de todas las leyes que ha aprobado el Gobierno en los últimos años, como la reforma de la jubilación, la ley de inmigración y otras leyes represivas, si los partidos de izquierdas —que lucharon contra esas medidas— hacen una coalición con Macron, van a perder toda su credibilidad.

 Sostiene que Agrupación Nacional ha ido eliminando o borrando el componente ideológico. ¿Podría explicar un poco ese proceso? ¿Cuál es entonces la base ideológica sobre la que se sostiene?

 Esa eliminación del componente ideológico es una discrepancia fundamental entre el fascismo clásico y las nuevas derechas radicales. Estas últimas ya no tienen la dimensión utópica del fascismo, que quería crear mitos como el del hombre nuevo y ganar el imaginario colectivo. Abogaba por crear una nueva civilización que no fuera la del capitalismo liberal ni la del socialismo. Esa dimensión utópica ha desaparecido completamente. Las derechas fascistas eran subversivas y revolucionarias: tanto Italia, Alemania como el régimen de Vichy hablaban de la revolución nacional, pero ese lenguaje ha desaparecido.

 La extrema derecha de hoy, sin embargo, tiene un discurso extremadamente conservador y reaccionario en el que dicen proteger a los suyos de la amenaza de la globalización, la inmigración, el islam... Su ideología y su cultura es el conservadurismo, pero en el mundo global de hoy hay que pensar el concepto de ciudadanía fuera de las categorías heredadas del siglo XIX del Estado-nación.

 Pero parece que eso es precisamente a lo que estamos volviendo en Europa

 Sí. Por ejemplo, en mi país, Italia, algo que parece muy curioso es que la extrema derecha en el Gobierno tiene muy buenas relaciones con Israel ¿Por qué? Porque las extremas derechas europeas se identifican con el modelo del sionismo como el Estado religioso y étnicamente puro. Esa esperanza de Estado nación exclusivo de los judíos es lo que busca la extrema derecha en Europa. Este es el planteamiento de Agrupación Nacional en Francia, de Vox en España, de Alternativa por Alemania y de Fratelli d'Italia. Meloni, por ejemplo, no quiere introducir el ius soli, es decir, Italia tiene que ser el Estado de los italianos de sangre puros.

 De hecho, en su libro 'Gaza ante la historia' analiza como una extrema derecha tradicionalmente antisemita se ha convertido en uno de los grandes defensores de Israel.

 Estas extremas derechas europeas son los herederos de los antisemitas de la década de los 30 y hoy se presentan como los más coherentes en la lucha contra el antisemitismo y los más enérgicos defensores del sionismo.

 Hay varios elementos que explican este giro de 180 grados. Una razón es el rechazo del antisemitismo clásico y tradicional y la transformación de los judíos de minoría paria a una minoría religiosa perfectamente integrada en Europa occidental.

 El antisemitismo que existe hoy tiene raíces distintas al antisemitismo tradicional y es el producto de una transferencia del conflicto árabe israelí a Europa. Pero el antisemitismo clásico —prejuicios sobre los judíos como explotadores, ricos, conspiradores— y esos estereotipos se han reducido y no se traducen en formas de exclusión y discriminación. Por ejemplo, en todos los países de Europa occidental tendrás un problema si buscas trabajo o si quieres alquilar un piso y te llamas Mohamed, no si te llamas Cohen.

 Las extremas derechas han buscado un chivo expiatorio mucho más eficaz que los judíos, que son los árabes e inmigrantes musulmanes. El estereotipo de hace un siglo del judío como anarquista o bolchevique con el cuchillo entre los dientes hoy es el estereotipo del migrante musulmán susceptible de ser un vector de difusión del terrorismo islamista.

 La extrema derecha ha abandonado el antisemitismo para adoptar la islamofobia. Es un cambio importante porque el antisemitismo fue uno de los pilares de construcción de los nacionalismos en Europa.

 ¿Y ese papel lo juega hoy la islamofobia?

 Sí.

 También cuenta en el libro que Alemania tras la Segunda Guerra Mundial y con sus ciudades bombardeadas se veía a sí misma como la verdadera víctima y compara esto con la narrativa actual que retrata a Israel como la víctima ante los palestinos. ¿Cómo ha llegado Occidente a comprar ese discurso?

 Desde [los ataques del] 7 de octubre se ha movilizado la memoria del Holocausto para para interpretar lo que estaba ocurriendo en Gaza. La primera reacción en el mundo occidental fue una lectura del 7 de octubre como el pogromo más grande después del Holocausto. Es decir, una interpretación del ataque terrorista del 7 de octubre como un acto antisemita.

 Si lo definimos así, eso significa interpretar el 7 de octubre como el epílogo de la larga historia de antisemitismo ¿Y entonces qué hay detrás del 7 de octubre según este marco? El odio en contra de los judíos. Esa interpretación elimina repentinamente la historia de Gaza, con su ocupación, las masacres y la segregación. En 2017, Hamás reformula su propia carta reconociendo el Estado de Israel y la respuesta es la masacre de 2018 ante las grandes manifestaciones en Gaza contra el bloqueo. Israel siempre ha cerrado toda posibilidad de diálogo.

 Se vende habitualmente a Israel como una isla democrática en Oriente Próximo. ¿Puede Israel ser democrática y a la vez mantenerse como un Estado sionista para los judíos?

 Creo que que esos tres términos de la ecuación ya no son defendibles. No se puede pensar que Israel pueda ser al mismo tiempo el Estado de los judíos y un Estado democrático porque son términos totalmente contradictorios. Sin embargo, hay que aclarar algunas equivocaciones habituales cuando se habla de sionismo. Se trata de un movimiento que surgió al final del siglo XIX y que durante largo tiempo fue un movimiento muy plural y heterogéneo.

 Por un lado apareció como la versión judía de los nacionalismos europeos, con todas las mismas características en términos de ideología, etnocentrismo y racismo. Es decir, una idea de supremacía nacional. En aquella época el sionismo aparece también como un movimiento de liberación nacional de un pueblo oprimido que sufría discriminaciones.

 Al principio, el sionismo fue ambas cosas y en la primera mitad del siglo XX era una especie de galaxia en la cual coexistían corrientes marxistas y corrientes fascistas, como la promovida por  Ze'ev Jabotinsky, con simpatías con Mussolini. También estaba el sionismo cultural, que pretendía crear un hogar nacional judío, pero que no tenía nada que ver con el Estado como institución. Es decir, desarrollar en Palestina una comunidad judía capaz de coexistir con los árabes.

 Una de todas esas corrientes, el sionismo político, se hizo dominante y marginó a todas las otras. Es la corriente de Theodor Hertzl, Ben-Gurión y ahora de Netanyahu. Es una corriente nacionalista que yo defino también como colonialista. Su objetivo es colonizar Palestina para implementar la misión civilizadora de Occidente fuera de las fronteras europeas

 En 2018 desaparecen finalmente todas las ambigüedades del sionismo con una ley promulgada en el Parlamento que dice que Israel es el Estado de los judíos. Eso significa que hay dos millones de ciudadanos de Israel que no son judíos y que objetivamente son ciudadanos de segunda.

https://www.eldiario.es/internacional/enzo-traverso-si-francia-forma-gobierno-gran-coalicion-extrema-derecha-le-pen-ganara-presidencia_128_11503935.html

martes, 2 de julio de 2024

Un Tribunal Supremo politizado .

 

                                  


Una decisión política del Supremo contra la amnistía

 

El auto del Supremo es político. Para defender su concepto de la unidad de España. Y para poner en su sitio a un Parlamento que el pueblo ha querido que esté controlado por progresistas y nacionalistas. Los jueces han decidido dejar claro que los únicos que mandan de verdad son ellos

 Joaquín Urías

 El Tribunal Supremo lo ha vuelto a hacer. Ha vuelto a violar la soberanía popular. Nuevamente ha decidido que su voluntad vale más que la del pueblo, expresada –como dice la Constitución– en la ley. Los jueces de nuestro más alto tribunal de justicia dejan así una vez más en el aire la pregunta de si en España es posible la democracia.

 La explicación técnica de lo que han hecho es sencilla, aunque en los próximos días el aparato mediático y jurídico de la derecha nos va a intentar convencer de lo contrario. La ley de amnistía dice que no serán amnistiados los delitos de malversación cuando haya existido propósito de enriquecimiento. Para aclarar este concepto, la propia ley detalla que no se considerará enriquecimiento la aplicación de fondos públicos a finalidades independentistas “cuando, independientemente de su adecuación al ordenamiento jurídico, no haya tenido el propósito de obtener un beneficio personal de carácter patrimonial”. La norma es clara. Cristalina. Nos puede parecer mejor o peor, podemos estar o no de acuerdo con lo que dice, pero no hay duda de ello: si se usó dinero público para el referéndum del uno de octubre sin intención de obtener un beneficio patrimonial personal, es decir, sin voluntad de quedarse con dinero para ellos mismos, el delito tiene que ser amnistiado.

 Donde la ley es clara, no necesita interpretación. Pero eso le da igual a los magistrados del Tribunal Supremo, que creen que su papel es hacer política y salvar a España antes que aplicar las leyes. Así que han decidido reinterpretar las leyes conforme a su propia ideología. Para justificarlo se han inventado un argumento ridículo. Dicen que, para organizar el referéndum, los líderes independentistas podían elegir entre usar dinero público o pagarlo de su bolsillo. Puesto que usaron dinero público, se ahorraron el pagarlo ellos mismos. Ese ahorro es, para cinco jueces, un enriquecimiento.

 Los magistrados del Tribunal Supremo no son tontos, pero si hace falta se lo hacen. En esta ocasión parece que han pasado por alto lo más evidente. No hay ninguna prueba de (y es incluso improbable) que esos líderes, en caso de no haber tenido dinero para publicitar el referéndum, lo hubieran pagado de su bolsillo. ¿Cuánto habría puesto cada uno?, ¿habrían pagado todos?, ¿no habrían hecho el referéndum sin esos gastos? De nada de eso hay pruebas. Es un argumento infantil, rebuscado y falso. Tanto, que hay que pensar que no se trata de un error, sino que  es una decisión política. Un auto para defender su concepto de la unidad de España. Y para poner en su sitio a un Parlamento que el pueblo ha querido que esté controlado por progresistas y nacionalistas. Los jueces han decidido dejar claro que los únicos que mandan de verdad son ellos.

 De poco nos sirve tener un Parlamento elegido democráticamente por sufragio universal si cinco jueces arrogantes son capaces de pasarse sus leyes por el forro e imponernos a todos su propia voluntad política. Estamos ya acostumbrados en España a que cualquier señor que haya demostrado en una oposición su capacidad de memorizar y repetir como un loro se crea de mejor clase que el resto de la población y se sienta legitimado para imponernos a los demás sus ideas políticas como en la más injusta de las dictaduras. En esta ocasión, los cinco jueces que se han rebelado contra la voluntad popular ni siquiera ostentan su cargo por una de esas oposiciones. Fueron nombrados directa y arbitrariamente por un órgano politizado y controlado por el partido popular.

 Ahora acaba de llegarse a un acuerdo para renovar el Consejo General del Poder Judicial, que es quien elige a dedo a los jueces del Supremo. Si en el Gobierno creen que la eventualidad de que magistrados “de su cuerda”  lleguen ahora al alto tribunal va a frenar la deriva antiparlamentaria de este órgano, es que no han entendido nada. El momento actual no va de mayorías, sino de decencia democrática. Porque si esto sigue así, lo más sensato será que dejemos definitivamente de votar en las elecciones. De nada nos sirve, si unos señores con tan poca vergüenza como dignidad cambian las leyes a su antojo.

 Mientras unos miraban al gobierno de los jueces y se lo repartían, los jueces se convirtieron en el gobierno..

 https://www.eldiario.es/opinion/zona-critica/sentencia-politica-amnistia_129_11491499.htm

 Y ver

https://www.eldiario.es/contracorriente/supremo-obstaculo-investidura-catalunya_132_11492507.html

https://www.eldiario.es/contracorriente/interpretacion-juridica-auto-supremo-malversacion_132_11495540.html

domingo, 30 de junio de 2024

Los fracasos de la cumbre de Ucrania y del G7 .

  

La paz no es un recital: Los fracasos de la cumbre de Ucrania y del G7

Tommaso Di Francesco

 30/06/2024

 Las dos cumbres del fin de semana tuvieron un elemento particular en común: la elección de un escenario exclusivo. No sólo por los lugares ricos y de moda en los que se celebraron, sino también porque ambas "excluyeron" desde el principio cualquier proceso de paz real, tanto en Ucrania como, más aún, en Gaza y Cisjordania, donde Occidente lo  mismo promete ayuda que envía armas a Netanyahu bajo cuerda, si es que se molesta en ocultarlo.

 Esto es todo lo que se consiguió en Borgo Egnatia con respecto a la guerra en Ucrania: aprobar el envío de los intereses de los activos financieros rusos a Kiev para financiar la continuación de la guerra -un paso muy peligroso y contraproducente, porque se esperan graves represalias por parte rusa- y otros 50.000 millones de euros en armas, que ya son un factor importante en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos.

 Mientras tanto, en la "cumbre de la paz" en el magnífico balneario suizo de Burgenstock, montaron una pantomima para una fantasiosa noción de paz, en presencia de Zelenski y Kamala Harris, que acudieron en lugar del indeciso Biden, cuya presencia habría sido significativa al menos para los ucranianos. Pero las únicas conversaciones versaron sobre el envío de nuevas armas y su uso, con la luz verde dada por la OTAN y los países europeos a la posibilidad de utilizarlas contra objetivos en territorio ruso. Parece que, después de todo, estamos en guerra con Rusia, pero es mejor no decirlo explícitamente.

 Así pues, no cabe esperar un alto el fuego en el verano que acaba de empezar, ni en otoño, cerca de las elecciones norteamericanas, sino sólo un conflicto cada vez más brutal con la llegada de las nuevas armas norteamericanas, aunque está claro que no hay ninguna "victoria" en el horizonte ni solución militar alguna a la crisis.

 Es indiscutible que la conferencia de Lucerna fracasó: no firmaron el documento final, al igual que el Vaticano, 12 países, entre ellos Brasil, India, Sudáfrica y Jordania (mientras que Arabia Saudí merece un debate aparte por sí sola), considerados decisivos porque forman parte de la alineación del Sur Global que ve la crisis ucraniana a través de los ojos de quienes han sufrido como consecuencia de las propias guerras de Occidente, las violaciones del derecho internacional y la integridad territorial, Y poco hay que añadir sobre el papel completamente marginal de la ONU, único organismo que podría devolver la legitimidad a una negociación que implica los términos fundacionales de su Carta Fundacional, empezando por el papel del Derecho internacional, algo que ha sido sometido repetidamente a un doble rasero en las guerras de agresión que Occidente ha librado impunemente, un enfoque que, hay que considerarlo, sin duda habrá envalentonado a Putin, un líder hipernacionalista de una potencia nuclear, para emularlo de la peor manera. Y lo que es más importante, Xi Jinping y Lula no asistieron (Brasil participó sólo como observador).

 No se invitó a Rusia, responsable de la agresión del 24 de febrero de 2022 a Ucrania, a pesar de que es habitual que las conversaciones de paz se lleven a cabo entre las partes en guerra. Al mismo tiempo, Putin no dejó de hacer sentir su presencia lanzando una provocadora "propuesta de paz" propia: pondrá fin a la guerra si consigue el reconocimiento de los territorios que se ha anexionado. Por supuesto, es inaceptable como solución, pero es trágicamente clara en su intención: ofrece una instantánea de los sangrientos avances militares que ha logrado, nada más. Además, también exige la neutralidad de Ucrania con respecto a la OTAN.

 ¿Qué se podría hacer? Consideremos los tres puntos indispensables para Kiev: el control de la central nuclear de Zaporiya, el acceso a los puertos del Mar Negro y el Mar de Azov, y un intercambio completo de prisioneros, así como la repatriación de los niños y civiles deportados a Rusia.

 Aparte de que el OIEA [Organismo Internacional de Energía Atómica] ha pedido negociaciones de seguridad con Rusia sobre la central de Zaporiya, que está en manos rusas y forma parte de una peligrosa zona de guerra, todo esto parecen cuestiones secundarias que se tratarán después de los puntos más importantes.

 En cambio, la cuestión de la pertenencia a la OTAN, de la que apenas se habla, se cierne sobre nosotros. Es una amenaza que puede leerse cada día entre líneas en las inescrutables declaraciones de Stoltenberg, pero el propio Biden ha sido claro en los hechos: la entrada de Ucrania en la OTAN supondría un enfrentamiento militar inmediato con Moscú, y al mismo tiempo es demasiado pronto, dados los problemas sin resolver que acosan a la democracia ucraniana, que lucha contra la corrupción, incluso en el ejército.

 Además, el acuerdo de cooperación militar de diez años firmado hace unos días por Zelenski y Biden parece ser, a todos los efectos, un substituto de la entrada en la OTAN. No es que cambie mucho: tal como nos recordó el propio Stoltenberg, la OTAN, como parte de su provocativa expansión hacia el Este, ha estado en Ucrania desde antes de 2014, cuando comenzó la guerra civil interna, y ahora tiene una presencia cada vez mayor, con instructores, inteligencia, observadores, y ahora con una comisión de la OTAN en Ucrania que controla y administra de facto cada arma de las que allí se envian.

 Así pues, la OTAN es la verdadera cuestión central, más que la candidatura de Ucrania a la UE -mientras ya se desliza Europa por la resbaladiza pendiente del rearme, además de hacer frente al ascenso de la extrema derecha en las últimas elecciones. La OTAN sigue ampliándose: Stoltenberg anunció el domingo que la Alianza Atlántica está negociando el despliegue de más armas nucleares en Europa,  todo ello mientras constituía un punto clave de la condena contra Rusia que era inconcebible amenazar con el uso de cabezas nucleares en Europa.

 La magnitud del fracaso de la cumbre quedó subrayada por la ausencia de China. Tal como señala el New York Times, China era atacada hasta 28 veces en el documento final del G7 liderado por Meloni en Apulia, por "apoyar materialmente" a Putin y por el "dañino exceso de capacidad" de su economía; y, sin embargo, todo el mundo fingió su decepción por el hecho de que Pekín se negara a participar en Lucerna.

 Lo cierto es que todo el mundo, incluido Zelenski, sabe que China y Brasil están preparando otra conferencia de paz, después de Lucerna y no en continuidad con ella, que sentaría a la misma mesa a rusos y ucranianos. Esto quedó claro cuando la esposa de Zelenski y el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Kuleba, se apresuraron a visitar Belgrado al día siguiente de la visita de Xi Jinping, quien recordó en esa ocasión el bombardeo de la OTAN contra la capital serbia y la embajada china; y también lo demuestra el hecho de que el gobierno ucraniano haya creado una comisión que se enviará de inmediato a Pekín para establecer una relación con Xi después de Lucerna. Esta conferencia de reinicio podría tener lugar en Arabia Saudí, acogida por la poderosa monarquía petrolera con lazos inextricables tanto con los Estados Unidos como con Rusia.

 No sabemos si Brasil, China, Sudáfrica, Guterres como jefe de la ONU y el Vaticano lograrán "rebobinar" el curso de la guerra ucraniana. Tal "rebobinado" significaría hacer retroceder la invasión rusa en primer lugar, pero también las acciones de los ucranianos y de la OTAN, volver a los términos del acuerdo de Minsk II y de las negociaciones del formato de Normandía: con neutralidad respecto a la OTAN, el reconocimiento de que las regiones rebeldes mayoritariamente rusoparlantes del Donbás forman parte de Ucrania, pero permitiéndoles votar sobre un estatuto de autonomía, y la cuestión de Crimea en suspenso, pero con una reivindicación creíble de que formen parte de Rusia, tal como ha votado su pueblo.

 Es cierto que Putin dirá que no a todo esto. Sin embargo, si otra parte del mundo insistiera y le pidiera que lo hiciera -una parte que reclama e insiste en valores universales, empezando por la paz, y a la que él mismo cree pertenecer, utilizando ese estatus como justificación para usar la fuerza de la misma manera que Occidente ha hecho y sigue haciendo-, no se puede descartar la posibilidad de que se enfrente a una crisis (y no por primera vez).

 Podría tener que contar con sus propias contradicciones y con la perspectiva de las nuevas generaciones en Rusia, que están en contra de la guerra, como las de Ucrania. La única alternativa es más y más muertes de civiles y noticias sangrientas desde el frente... y el aumento de las tensiones nucleares en Europa.

 Tommaso Di Francesco  veterano periodista romano, fue codirector entre 2014 y 2023, junto a Norma Rangeri, del diario “il manifesto”. Poeta epigramático y satírico, es también autor de novelas y cuentos, y compilador de diversas antologías literarias.

Fuente:

il manifesto global, 19 de junio de 2024

Traducción:Lucas Antón

 https://www.sinpermiso.info/textos/la-paz-no-es-un-recital-los-fracasos-de-la-cumbre-de-ucrania-y-del-g7

 Y ver  . https://eltabanoeconomista.wordpress.com/2024/06/23/ali-baba-y-los-infortunados-del-g7/

sábado, 29 de junio de 2024

El esperpento judicial del caso ERE .


                                         

 

                                      


La formidable maquinaria judicial que trituró a 52 responsables de la Junta de Andalucía (yo entre ellos)

 Manuel Gómez Martínez

 Interventor General de la Junta de Andalucía entre 2000 y 2010 —

28 de junio de 2024  

 ¿Cabe imaginar que un juez de instrucción en sus cabales encargue una pericia sobre el funcionamiento de las Cortes Generales, el Consejo de Ministros o el Tribunal de Cuentas? Pues eso es lo que, sin aparente escándalo, ocurrió impunemente en la causa de los ERE, en relación con las instituciones equivalentes de la Comunidad Autónoma de Andalucía

 

 Juan Benet contó una vez (“Un vuelo”, El País, 4 de octubre de 1982), que cuando estaba haciendo el servicio militar le encargaron que tradujera del inglés el reglamento de un deporte de equipo que el escritor no llegó a entender, pero que creía recordar que se jugaba con una pelota esférica y probablemente con una red separando ambos campos. El inglés de Benet era tan rudimentario en aquel entonces y, consecuentemente, la traducción que hizo de las reglas de ese deporte confundió tanto a los militares españoles, que en el partido que se organizó con motivo de la visita de una delegación de militares norteamericanos, los equipos de ambos países parecían jugar a deportes distintos.

 Me ha venido a la memoria este episodio algo surrealista cuando estoy conociendo el contenido de los pronunciamientos del Tribunal Constitucional (TC) (1)sobre los recursos de amparo presentados por las personas condenadas en la pieza política de los ERE. Estuve incurso en esa causa durante casi nueve años, de los que di cuenta en un libro (“8 años, 8 meses y 8 días”, Amazon, 2020) y por eso conozco los pormenores del caso, algunos de ellos con cierta profundidad.

 Cuando observo la indignada sorpresa con la que en algunos medios políticos, periodísticos y sociales se está acogiendo el hecho de que el TC haya enmendado al Tribunal Supremo (TS), me veo en la necesidad de recordar que en los albores de este caso judicial hubo un juanbenet (y que me perdone el escritor, allá donde se encuentre) al que le encargaron la traducción de determinados asuntos que resultaron ser determinantes para el curso que tomó el proceso de los ERE. Me refiero a los peritos de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) que nombró el juzgado de instrucción que estaba a cargo del caso.

 Estos peritos son los que introdujeron en la causa de los ERE las piezas que sirvieron para construir el armazón incriminatorio que ahora está desmontando el TC. Entre estas piezas destacaron las dos siguientes: la primera fue que los proyectos de ley del presupuesto, que contenían la partida con la que se financiaron las subvenciones de los ERE, eran ilegales; y, la segunda, fue la brillante idea de que el Gobierno de la Junta de Andalucía había engañado al Parlamento.

 La resolución del juzgado que ordenó el encargo afirmó estar acordando la realización de una “pericia contable” y destacó el sintagma con fuegos de artificio tipográficos, mediante el empleo de letra negrita y subrayada, para que el lector no avisado se encelara con el adjetivo “contable”

 Mucho antes de que el TC se pronunciara, yo mismo le advertí al juzgado de que el fenómeno de un proyecto de ley ilegal, que se convierte en legal tras su aprobación parlamentaria, sin enmendar ni una coma del proyecto, sólo puede ser explicado mediante un mecanismo puramente prodigioso, ajeno a la técnica jurídica y al procedimiento legislativo. Tan peculiar fenómeno sólo sería explicable apelando a una visión sobrenatural del proceso presupuestario, que evocaría una suerte de transubstanciación legislativa o presupuestaria. Algo más propio de un concilio que de un tribunal civil.

 Por su parte, esta idea de que el Gobierno engañó al Parlamento es una pamema. Se trata de una simpleza de tal calibre, que casi produce vergüenza propia y ajena ponerlo de manifiesto.

 Pero ¿cuál es el contenido del encargo que recibieron estos peritos?, cabe preguntarse. La resolución del juzgado que ordenó el encargo afirmó estar acordando la realización de una “pericia contable” y destacó el sintagma con fuegos de artificio tipográficos, mediante el empleo de letra negrita y subrayada, para que el lector no avisado se encelara con el adjetivo “contable”. Pero esto fue, simplemente, un artificio. Aunque un tanto ingenuo, porque bastaba con acudir al resto de la resolución para comprobar que el contenido de lo que el juzgado les encargó a los peritos era de naturaleza abrumadoramente jurídica, quedando así el ardid completamente delatado.

 El asunto adquirió tintes particularmente absurdos si se tiene en cuenta que estos audaces funcionarios, a lo largo de su trabajo como peritos en la causa, sentaron cátedra sobre materias tales como el régimen jurídico de las ayudas de Estado en el ámbito de la Unión Europea, la potestad subvencionadora de las entidades instrumentales de la Junta de Andalucía, las competencias constitucionales en materia laboral de la Comunidad Autónoma de Andalucía y el funcionamiento de las principales instituciones de la región, como el Parlamento y sus comisiones, el Consejo de Gobierno y la Cámara de Cuentas de Andalucía. Materias todas ellas que no es sólo que sean de carácter netamente jurídico, sino que poseen tal altura y densidad que, si se me permite, solo están al alcance de juristas de cierto fuste. Por cierto, ¿cabe imaginar que un juez de instrucción en sus cabales encargue una pericia sobre el funcionamiento de las Cortes Generales, el Consejo de Ministros o el Tribunal de Cuentas? Pues eso es lo que, sin aparente escándalo, ocurrió impunemente en la causa de los ERE, en relación con las instituciones equivalentes de la Comunidad Autónoma de Andalucía.

 Se les encargó una pericia jurídica (algo prohibido en el proceso judicial) a dos contables, salvando el absurdo con la infantil argucia de llamarle pericia contable. Ningún juez, fiscal o tribunal ha puesto en cuestión esta prueba a lo largo del proceso

 Es evidente que lo que nos encontramos aquí es con el encargo de un dictamen jurídico y no con una pericia contable, como el juzgado pretendió hacer ver. En realidad, con este artificio se intentó velar dos circunstancias que, en cualquier otro tiempo y lugar, habrían hecho inviable una iniciativa procesal de semejante jaez. A saber:

 En primer lugar, porque el contenido casi exclusivamente jurídico del encargo que el juzgado les hizo a los peritos se daba de bruces con el principio de Derecho procesal que se expresa en el brocardo iura novit curia, literalmente, el juez conoce el Derecho, de acuerdo con el cual, tendría difícil encaje en el proceso, en cualquier proceso, un informe pericial de carácter jurídico.

 En segundo lugar, el sentido jurídico del encargo resultaba incompatible con el currículo de los peritos. Detengámonos, siquiera sea brevemente, en esta cuestión. El juzgado designó como peritos a un equipo de cuatro funcionarios, sólo dos de los cuales pertenecían a cuerpos del Estado en los que se exigía para su acceso poseer titulación universitaria superior. Los otros dos pertenecían a cuerpos auxiliares, para los que no se exigía estar en posesión de titulación universitaria superior. Pues bien, ninguno de los dos peritos de titulación superior era licenciado en Derecho. Su formación universitaria era la de economistas.

 Estas fueron, como hemos dicho, las razones por las que se denominó a esta diligencia judicial pericia contable. Se les encargó una pericia jurídica (algo prohibido en el proceso judicial) a dos contables, salvando el absurdo con la infantil argucia de llamarle pericia contable. Ningún juez, fiscal o tribunal ha puesto en cuestión esta prueba a lo largo del proceso. Yo mismo le advertí al instructor del Tribunal Supremo, cuando fui allí a declarar, a la vista está que con escaso provecho, de la verdadera índole de estos peritos.

 Esta mercancía averiada producida por los peritos de la IGAE no pudo caer en mejores manos. A partir de estos informes periciales el juzgado que instruía la causa dio lo mejor de sí y produjo piezas inolvidables que entraron por derecho propio en la historia de la jurisprudencia

 Por todo ello, no resulta extraño que el trabajo pericial desarrollado por los funcionarios de la IGAE en la causa careciera del mínimo rigor exigible a un encargo de esta naturaleza. Los peritos cometieron numerosos errores y deficiencias técnicas en las consideraciones y conclusiones de los informes emitidos. Durante la instrucción de la causa presenté diversos escritos al juzgado, denunciando los graves errores y carencias del trabajo de los peritos, que no desgranaré aquí, porque estas líneas, aunque extensas, no dejan de ser un artículo de prensa y no una novela ni un tratado. Todas mis alegaciones fueron olímpicamente ignoradas.

 Esta mercancía averiada producida por los peritos de la IGAE no pudo caer en mejores manos. A partir de estos informes periciales el juzgado que instruía la causa dio lo mejor de sí y produjo piezas inolvidables que entraron por derecho propio en la historia de la jurisprudencia. Entre ellas merece recordarse, porque viene al caso, el Auto de 22 de julio de 2013, en el que encontramos esta perla cultivada: “Es obvio que la Ley de Presupuestos no debe contravenir el resto del ordenamiento jurídico: como la Ley General de la Hacienda Pública Andaluza, la Ley General de Subvenciones, la Ley 15/2001 o el Reglamento de Intervención entre otros.” Aun pudo el juzgado mejorar su marca en el Auto de 11 de marzo de 2014, en el que se produjo del modo siguiente: “…unas Leyes de Presupuestos, que partían de los Anteproyectos elaborados por la Consejería de Economía y Hacienda a la que pertenecían los inculpados, que en relación al Programa 31L de la Dirección General de Trabajo de la Consejería de Empleo, serían frontalmente contrarios a gran parte del ordenamiento jurídico: a la Constitución Española (artículos 9.1 y 103.1), al Estatuto de Autonomía (antiguo art. 12, actual art. 103), [continúa con la cita de un sinnúmero de disposiciones presuntamente incumplidas, terminando con] la Orden de 22 de mayo de 1998 por la que se dictaban normas para la elaboración de los Presupuestos.”

 Qué podemos decir de estas resoluciones judiciales, que parecen estar basadas en lo que podríamos denominar una concepción petrificada del ordenamiento jurídico, en virtud de la cual un proyecto de ley no solo no podría modificar las leyes vigentes, sino que debería someterse a los reglamentos y órdenes en vigor en ese momento. La pirámide de Kelsen, pero invertida.

 Pues bien, con estos mimbres construyó el juzgado su teoría de la trama delictiva y puso en marcha una formidable maquinaria judicial en la que trituró a 52 responsables de la Junta de Andalucía (yo mismo, entre ellos), incluyendo a dos presidentes y a varios consejeros. A todos nos imputó el juzgado sendos delitos de prevaricación y malversación, muchos fuimos procesados y una buena parte de ellos, fueron condenados.

 La impresión que uno tiene al conocer las últimas informaciones es que al TC parece haberle bastado un leve empujón para que este armazón se vaya al suelo y se haga añicos. A nadie debería extrañarle

 La impresión que uno tiene al conocer las últimas informaciones es que al TC parece haberle bastado un leve empujón para que este armazón se vaya al suelo y se haga añicos. A nadie debería extrañarle. Se trataba de un constructo jurídicopenal puesto en pie por unos peritos contables y mejorado por un juzgado, algunas de cuyas resoluciones en esta causa podrían haber sonrojado a un alumno del primer curso de Derecho. Al lado de ambos, el inglés del soldado Juan Benet (y que me perdone de nuevo) nos habría parecido el de Shakespeare.

 Siendo así las cosas, no podemos negar que resulte pertinente preguntarse por la legitimidad del rol que está jugando el TC en este caso, al enmendar al TS. Que se trate del TC más desprestigiado de la democracia les ha dado alas a quienes se hacen tal pregunta, a qué negarlo. No obstante, desde mi punto de vista, hay una pregunta mucho más pertinente que procede hacerse en este momento: ¿cómo es que unas tesis tan insolventes han llegado tan lejos y han hecho tanto daño?

 Y un estrambote: como suele decirse en estos casos, la verdad es la verdad, dígala Agamenón o su porquero

https://www.eldiario.es/andalucia/en-abierto/formidable-maquinaria-judicial-trituro-52-responsables-junta-andalucia_132_11484815.html..

NOTA  blog (1)  .https://www.eldiario.es/andalucia/constitucional-rompe-cadena-eslabones-necesarios-caso-ere_1_11461976.html

 NOTA del blog .-

 https://www.eldiario.es/contracorriente/mayor-caso-corrupcion-mayor-caso-lawfare-democracia_132_11471351.html

https://www.eldiario.es/andalucia/constitucional-acusa-supremo-sentenciar-ere-argumentos-saltandose-separacion-poderes_1_11494746.html


lunes, 24 de junio de 2024

Los secretos de la Transición española .

                                                                                   


Los secretos de la Transición, contados por el ‘espía’ que Kissinger envió a España


El libro del ensayista Jorge Urdánoz indaga en los verdaderos motivos de algunas de las decisiones más trascendentales tomadas por Suárez tras la muerte de Franco

 

Guillermo Martínez.

Después de examinar miles de cables diplomáticos enviados a Washington por Wells Stabler, el embajador de Estados Unidos en España durante la Transición, el filósofo del derecho Jorge Urdánoz da a conocer sus conclusiones en un pequeño y pedagógico libro. En La Transición según los espías (Akal, 2024), el autor desmitifica algunos relatos tan enquistados como interesados sobre la convulsa época política que comenzó con la muerte de Franco.

 Ni el PCE fue legalizado por la muestra de contención en las calles tras el atentado de la ultraderecha contra los abogados de Atocha, ni el Senado se configuró como una Cámara territorial, ni la ciudadanía pudo elegir la institucionalidad del nuevo régimen que acababa de nacer. Y todo eso lo sabía Stabler, el diplomático estadounidense que informaba del más mínimo movimiento en la política y la sociedad española a su jefe directo en Washington, el recientemente fallecido Henry Kissinger.

 Uno de los principales mitos que el exhaustivo estudio de Urdánoz echa por tierra es la legalización del Partido Comunista de España (PCE) y los entresijos que la permitieron. “Siempre se nos ha contado que la demostración de orden en el funeral de los abogados laboralistas asesinados en Atocha en enero de 1977 aupó al partido a la legalidad. La versión oficial nos dice que Adolfo Suárez, impresionado por esa contención de los comunistas, los ve como gente de fiar y los legaliza”, comenta el autor.

 La decisión de legalizar al PCE ya estaba tomada

 En cambio, los cables que revelan las conversaciones entre Stabler y Suárez, presidente del Gobierno en aquel entonces, afirman que eso no es cierto. “Aunque nos han inculcado esa versión por tierra, mar y aire, unos diez días antes de los asesinatos Suárez ya pidió permiso al embajador para legalizar al PCE”, explica Urdánoz. En un primer momento, la respuesta por parte del estadounidense fue tan diplomática que el político español le pidió que hablara de forma franca: “El embajador terminó diciéndole que entendía las particularidades que aconsejaban legalizar al PCE, por lo que Suárez tenía ya la decisión tomada antes de los atentados de la calle Atocha”.

 Urdánoz considera que la legalización del PCE estuvo mucho más relacionada con su presencia en los centros de trabajo que con cualquier muestra de contención o madurez

 De esta forma, aunque la reacción popular y el apoyo que los comunistas recibieron en las calles tras la masacre de Atocha ayudaron a Suárez de cara a la opinión pública, no puede considerarse el motivo por el cual los legaliza. Según Urdánoz, “hemos recibido una historiografía que encajaba muy bien en la visión idealizada de la Transición, tanto para la derecha y el tardofranquismo como para el marco mental de la izquierda”.

 Desde su punto de vista, “no es que unos engañaran a otros, es que todos nos hemos autoengañado, en cierta forma, porque era un marco muy cómodo en el que estar”. Tras conocer los cables del espía de Kissinger, Urdánoz considera que la legalización del PCE estuvo mucho más relacionada con su presencia en los centros de trabajo que con cualquier muestra de contención o madurez.

 El Senado, una bala en la recámara institucional

 El segundo de los elementos que la investigación ayuda a desmitificar fue el sistema de elección de las cámaras legislativas en España. “Que tengamos un parlamento bicameral se debe al diseño concebido por Fraga a finales de 1975, algo que se mantiene hasta el momento constitucional y al que nunca nadie ha planteado una alternativa”, introduce.

 En este sentido, una curiosidad saltó a la vista de Urdánoz a medida que leía los cables del embajador: “Aunque el Senado inicialmente aparece como una cámara de representación territorial, no lo es en absoluto. Siempre estuvo pensada como una cámara de protección de las élites de la dictadura”, señala. Él lo denomina en su libro “una bala en la recámara institucional”, gracias a la cual el poder constituido en la dictadura siguió manteniendo el control de la situación mediante una “cámara de bloqueo”, como también denomina al Senado.

 Debido a la información que se desvela de los cables de Stabler, ahora podemos saber que el estadounidense conoció casi mes a mes los planes para establecer el sistema legislativo español. “En todo momento él supo que el Senado sería una cámara para la vieja élite”, comenta. Lo más que pudo conseguir la oposición con el Senado fue vaciarlo casi de poder.

 Un sistema proporcional contra Fraga

 En cuanto al Congreso de los Diputados, la cuestión radica en que siempre se ha contado como la primera Cámara en España elegida mediante sistema proporcional y no mayoritario. “Se nos ha dicho que Suárez cedió la proporcionalidad porque la oposición democrática se lo exigía para que entraran en el juego democrático, pero en los cables de Stabler queda claro que no existe tal transacción ni nada similar”, cuenta Urdánoz.

 El Senado actuaría como una cámara de bloqueo para evitar cualquier reforma constitucional que no fuera vista con buenos ojos por los herederos del franquismo

 En el momento de plantear la proporcionalidad en el Congreso de los Diputados, la oposición ni siquiera había empezado a negociar, arguye el ensayista. A ojos del investigador, lo que realmente motiva a Suárez a establecer ese sistema es protegerse frente a Fraga, que lideraba Alianza Popular, que estaba fuera del gobierno y a quien las encuestas daban como claro ganador de las siguientes elecciones.

 La relectura de las conversaciones entre el embajador estadounidense y los diferentes líderes políticos durante la Transición española arroja una clara conclusión sobre la Cámara Alta. A pesar de que el Senado está supeditado al Congreso, a la hora de modificar la Constitución actuaría como una cámara de bloqueo para evitar cualquier reforma que no fuera vista con buenos ojos por los herederos del franquismo.

 Para verlo con mayor claridad, el filósofo ilustra esta realidad atendiendo a la actualidad en el Congreso de los Diputados, donde hay mayoría progresista junto con los grupos nacionalistas, y el Senado, donde goza de mayoría absoluta el PP. Tal y como resume, “el Senado no se ideó para representar a los territorios, sino para beneficio de la clase política de la dictadura y eso, en 40 años, se ha convertido en un sesgo muy claro y favorable hacia el PP”.

 Dar la vuelta a los votos

 El tercer elemento que Urdánoz aborda en su corto pero ameno y esclarecedor libro está íntimamente relacionado con la institucionalidad en España, lo que remite a las Cortes Constitutivas elegidas en 1977. Si uno atiende a los datos, a los votos sin filtrar por el sistema electoral, se puede comprobar que la entonces oposición democrática obtuvo el 55% de los respaldos. En el Senado ocurrió algo parecido, aunque más acentuado. Los progresistas se hicieron con el 60% de los apoyos, y el centro derecha de Suárez y la rama más profranquista de la política se quedaron con el 40% restante.

 En cambio, el sistema electoral aprobado por los franquistas en la Ley de Reforma Política provocó que las mayorías estuvieran trucadas en los resultados de 1977. “Las mayorías están cambiadas, y es con esos representantes con los que se aprueba la Constitución”, apunta Urdánoz. En este punto, el investigador pone el acento en que la mayoría del arco parlamentario quería caminar hacia una democracia, aunque nunca especifiquen a qué tipo de democracia se refieren.

 “Eso nunca lo pusieron en duda, tenía que ser monárquica, no había alternativa posible. Y la planteaban muy centralizada, algo que después cambió gracias a las movilizaciones populares”, agrega el ensayista. En este sentido, las decisiones trascendentales en toda democracia, tales como si la jefatura del Estado recaería en una monarquía o en una república, si el sistema electoral sería representativo o mayoritario, o si sería una democracia centralista o descentralizada, ya estaban tomadas antes de que la ciudadanía pudiera elegir hacia dónde encaminarse.

 Stabler describe a la monarquía como uno de los mayores aliados de Estados Unidos

 En sus telegramas, Stabler describe a la monarquía como uno de los mayores aliados de Estados Unidos. “La intenta beneficiar, sin lugar a dudas. En sus cables, el embajador elogia al rey y presta su apoyo al proceso. Por su parte, la Casa Real cuenta todos sus planes al embajador porque tenían la necesidad de complacerle y agradarle”, incide Urdánoz, quien afirma que con quien mejor relación tenía Stabler era con el rey Juan Carlos y con Adolfo Suárez.

 Al autor de esta obra le sorprende la escasa trascendencia que ha tenido la desclasificación de estos cables por parte de Estados Unidos. El profesor de la Universidad Pública de Navarra ha analizado miles de ellos, enviados entre 1973 y 1979, aunque se ha centrado en los correspondientes al periodo 1976-1978. El autor invita a otros historiadores a indagar en esta información que precisa de mucho tiempo y capital humano para ser desgranada. “La web está en abierto. Cualquier persona puede acceder a los cables, y ojalá este pequeño libro sirva de acicate para los demás investigadores”.

 

 https://ctxt.es/es/20240601/Politica/46753/wells-stabler-pce-jorge-urdanoz-transicion-espias.htm#md=modulo-portada-bloque:4col-t2;mm=mobile-medium

 

 

 

 

 

jueves, 20 de junio de 2024

Los cinco explosivos secretos de Von der Leyen

                                                                                  


 Los cinco explosivos secretos de Von der Leyen


El corresponsal del berlinés Die Tageszeitung en Bruselas, Eric Bonse, raro caso de periodista independiente de un diario del establishment alemán, resume aquí los cinco sucios secretos de la nefasta presidenta de la Comisión Europea.

 Autor: Eric Bonse

 Siendo una de las principales candidatas de la CDU (derecha alemana), la líder de la UE, Von der Leyen, arrastra unos cuantos asuntos desagradables que podrían estallar en cualquier momento. «Follow the Money»  Five secret files Ursula von der Leyen’s Commission does not want you to see – Follow the Money – Platform for investigative journalism (ftm.eu)   ha rastreado cinco de ellos.

 La página web enumera cinco casos en los que la Comisión de la UE se niega a facilitar información. Por eso apenas se lee ni se oye hablar de ellos en los medios de comunicación. Aquí están:

 1- El asunto SMS-Pfizer. Se trata de vacunas por valor de miles de millones que von der Leyen habría encargado al jefe de Pfizer, Bourla, por SMS. Hay varios procedimientos judiciales en curso, y la Fiscalía Europea también está investigando.

 2- El asunto Pegasus. Se trata de un programa informático de espionaje llamado Pegasus, que también se habría utilizado para espiar a eurodiputados. Al parecer, Polonia, España y Grecia están implicadas, pero la Comisión Europea lo mantiene todo en secreto.

 3- Actas secretas de las reuniones de la Comisión. Algunos documentos se guardan bajo llave durante 30 años, a pesar del interés público. Porque hubo varios casos en los que los Comisarios de la UE chocaron con von der Leyen.

 4- Los viajes de lujo del Comisario de la UE Schinas. Entre otras cosas, el griego estuvo de invitado en Qatar, país implicado en un asunto de corrupción en el Parlamento de la UE que aún no se ha resuelto («Qatargate»). Sin embargo, no quiere revelar sus viajes y los costes de los mismos. Vonder Leyen le cubre.

 5- El uso de los miles de millones de la UE del fondo de recuperación de la pandemia. La Comisión de la UE se niega a facilitar información sobre las condiciones que impone a los Estados de la UE para el desembolso, y sobre el uso del dinero. Decenas de miles de millones de euros están en juego.

Todos los detalles en la web «Follow the money».

 P.S. Según informan los medios belgas, von der Leyen y Bourla tendrán que responder ante un tribunal de Lieja el 17 de mayo por el caso «Pfizergate». Hungría y Polonia habrían sido admitidas como demandantes conjuntas.

 El escrito de demanda consta de 1.800 páginas, informa «Pan». Pfizergate : Ursula von der Leyen devant la justice belge le 17 mai (volet 6) – Pan.be

 (Publicado en el blog Lost in Europe. Von der Leyens fünf brisante Geheimnisse – Lost in EUrope )

 

https://rafaelpoch.com/2024/05/04/los-cinco-explosivos-secretos-de-von-der-leyen/