Telegram, Musk y la ciberguerra
Por Jorge Elbaum
| 05/09/2024
Fuentes: Página/12
La conflictividad global está atravesada por factores
económicos, comerciales y bélicos que tienen a las plataformas, las redes
sociales, la Inteligencia Artificial (IA), los satélites y los cables de fibra
óptica submarina como elementos claves que definen los espacios soberanos, el
espionaje y la capacidad para influir, condicionar y determinar formatos
cognitivos y conductas sociales.
Los analistas militares denominan a la constelación
estructural que le da soporte a Internet como el C4ISR, sigla con la que se
hace referencia a las actividades de comando, control, comunicaciones,
inteligencia, vigilancia y reconocimiento. La geopolítica actual es inseparable
de la dotación de información y manipulación que posee la ciberesfera. Esta
constatación ha generado la ampliación de los espacios de operatividad de las
fuerzas armadas, sumándose la ciberdefensa al ejército, la marina y la
aeronáutica.
La detención del fundador y CEO de la red social Telegram
Pavel Durov (foto) se inscribe en el control de esta dimensión cada vez más
relevante del poder global. Uno de sus orígenes se vincula con la guerra que
llevan a cabo los 32 países de la OTAN contra la Federación Rusa. Una segunda
causa se relaciona con la capacidad que posee Telegram para sortear a los
aparatos de inteligencia del G7. La plataforma de Durov fundada en 2013 cuenta
en la actualidad con mil millones de usuarios, un soporte de mensajería cifrada
que no pudo ser penetrado por la OTAN y múltiples protocolos criptográficos que
los integrantes de la plataforma se han negado a compartir.
El caso Pavel Durov se inscribe en la ofensiva de occidente
para limitar la independencia y la autonomía de lo que no pueden controlar. Los
antecedentes de Julian Assange (WikiLeaks), del analista Edward Snowden
(refugiado en la Federación Rusa, luego de difundir documentos de
inteligencia), y de Meng Wanzhou, ejecutiva de Huawei detenida en Canadá
durante más de dos años, exhiben el malestar de quienes no aceptan la
pluralidad de los dispositivos, plataformas y redes que no pueden monitorear.
Durov fue acusado por el Centro de Lucha contra la
Delincuencia Digital (C3N) y de la Oficina Nacional de Lucha contra el Fraude
(ONAF), por no moderar los contenidos. La imputación de la justicia está
caratulada como “complicidad en la administración de una plataforma en línea
por permitir una transacción ilícita, en banda organizada”. Entre los otros
delitos imputados, figura el rechazo a cooperar con las autoridades en las
intercepciones autorizadas por la legislación francesa. La imputación, en
síntesis, se vincula con la negativa de Durov a violar la confidencialidad
comprometida a los usuarios de la plataforma.
Aunque Durov fue liberado bajo control judicial, y se le
prohibió abandonar el país, sus defensores dejaron trascender que podría dejar
de ser acusado si colaborara con las autoridades de inteligencia y accediera a
compartir los códigos criptográficos que permitirían acceder a los mensajes
privados, sobre todos a los relacionados con la guerra entre de la OTAN contra
Moscú. Telegram se ha convertido en una fuente fundamental de información y es
utilizado por las tropas rusas para difundir posicionamiento y videos de las
batallas que generan desánimo entre los combatientes de Kiev. Telegram se ha
convertido en una aplicación donde se entabla “una batalla virtual» que es
utilizada para hacer geolocalizaciones de tropas y organización de comando por
parte de analista rusos agrupados en el canal de Telegram denominado Rybar.
Antes de llegar al aeropuerto de París-Le Bourget,
proveniente de Azerbaiyán, Durov estuvo dos días en Bakú, lugar al cual también
viajó Vladimir Putin. Los servicios de inteligencia de la OTAN sugirieron que
el CEO de Telegram se había reunido con el líder ruso. Según el vocero del
Kremlin Dmitri Peskov, no existieron contactos entre ambos. Luego de la
detención, Moscú denunció que Emmanuel Macron –aliado a Volodymir Zelensky–
pretendía “intimidar” a Durov con el objeto de controlar las claves de la red
social. Por su parte, la Defensora del Pueblo de Rusia, Tatiana Moskalkova,
acusó a París de detener a Pavel con el fin de clausurar la plataforma para que
la información se derive a plataformas en las que la OTAN puede interferir.
El tema fundamenta de la disputa, que tiene a Telegram como
parte de la disputa, es la soberanía. El globalismo otantista busca imponer su
lógica de doble rasero. Lo que no controla para ser ilegal, peligroso o subversivo.
Pero si algún país ajeno a su vigilancia pretende controlar su constelación de
C4ISR, pasa de forma inmediata a convertirse en un cómplice del terrorismo
internacional. En los últimos años, Turquía ha exigido que las redes sociales
tengan ejecutivos locales basados en el país, demanda que ha sido rechazada por
las grandes plataformas.
El último 17 de agosto, Elon Musk informó que X cerrará sus
oficinas en San Pablo dada la exigencia del juez de la Corte Suprema Alexandre
de Moraes para que nombre un representante legal en el país. El plazo otorgado
al socio político de Donald Trump venció el último jueves y este viernes el
juez ordenó la suspensión inmediata de la red social en Brasil. Las
ciber-batallas que tienen como núcleo la competencia por el control cognitivo
serán un vector de la conflictividad global en las próximas décadas.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/763764-telegram-musk-y-la-ciberguerra
No hay comentarios:
Publicar un comentario