La otra historia
El gran pensador de la revolución africana Amílcar Cabral
habría cumplido cien años
Por Diagne Roland Fodé
| 20/09/2024 |
Es una importante figura de la revolución africana que
habría cumplido 100 años el 12 de septiembre, pero su vida terminó en 1973
debido a su asesinato a manos del colonialismo portugués. Amílcar Cabral dejó
su huella en la historia del continente africano. Diagne Fodé Roland le rinde
homenaje y destaca que el legado de este gran pensador sigue siendo relevante
en la actualidad.
Indignado por la opresión colonial fascista portuguesa,
especialmente luego de las sucesivas hambrunas que causaron 50.000 muertos
entre 1941 y 1948 en Cabo Verde, Amílcar Cabral decide formarse en agronomía
con el objetivo de ayudar a los campesinos y estudia ingeniería agrícola hasta
1952 en Lisboa, capital de Portugal.
Allí conoce a estudiantes activistas por la liberación de
las colonias africanas del imperialismo portugués. Con estas personas
activistas de la lucha independentista del África lusoparlante occidental y
austral, como Agostinho Neto (MPLA), Eduardo Mondlane del FRELIMO, etc., crean
clandestinamente el Centro de Estudios Africanos para promover la cultura de
los pueblos negros colonizados y colaboran con el Partido Comunista Portugués
(PCP) (también clandestino). Estos futuros líderes se forman en comunismo
científico y deciden fundar los movimientos de liberación anticoloniales de sus
respectivos países.
Cabral decide renunciar al puesto de investigador en la
Estación Agronómica de Lisboa (Portugal) para trabajar como ingeniero de
segunda categoría en Guinea, donde es responsable del censo agrícola que le
permite identificar las nacionalidades y clases sociales que componen Guinea.
En 1954 crea una organización política nacionalista en
Bissau con el pretexto de promover de actividades culturales y deportivas. Esta
asociación es prohibida por los colonialistas portugueses y Cabral es expulsado
de su propio país para instalarse en Angola, donde coordina tareas para
empresas agrícolas.
Estas investigaciones y estudios del campesinado bajo el
colonialismo le permiten aplicar el materialismo dialéctico e histórico, y
desarrollar su propio análisis de la sociedad colonial adaptando el comunismo
científico a las realidades africanas.
En 1956, tras ser autorizado para regresar una vez al año a
Guinea Bissau, funda clandestinamente el PAIGC (Partido Africano para la
Independencia de Guinea y de las Islas de Cabo Verde) del que es nombrado
secretario general.
Tras la masacre colonial fascista durante la huelga de los
portuarios en 1959, el PAIGC opta en 1963 por el combate armado y lucha contra
el ejército portugués en varios frentes en los países vecinos, Guinea Conakry y
Casamance, provincia de Senegal.
El PAIGC rápidamente controla el 50% del territorio en 1966
y el 70% a partir de 1968, y crea una organización político-administrativa en
las regiones liberadas, cuyas características explica Cabral de la siguiente
manera: “La dinámica de la lucha requiere la práctica de la democracia, la
crítica y la autocrítica, una mayor participación de la población en la gestión
de sus vidas, alfabetización, la creación de escuelas y servicios de salud, la
formación de dirigentes de origen campesino y obrero, y muchos otros logros que
implican una verdadera marcha forzada de la sociedad por el camino del progreso
cultural. Esto demuestra que la lucha por la liberación no es solo un hecho
cultural, sino también un factor cultural”.
Cabral desarrolla un análisis detallado de las realidades
nacionales y las contradicciones de la sociedad guineana y caboverdiana para
determinar los grupos nacionales y sociales más capaces de comprometerse en la
lucha contra el colonialismo.
En 1961 fue representante de los movimientos de liberación
de los países colonizados por el Portugal fascista durante la Tercera
Conferencia de los Pueblos Africanos que tuvo lugar en El Cairo. Partiendo de
la fórmula leninista del «análisis concreto de cada situación concreta», expuso
que la lucha debe «fortalecer los medios de acción […], desarrollar formas
eficaces y crear otras, sobre la base del conocimiento de la realidad concreta
de África y de cada país africano, y del contenido universal de las
experiencias adquiridas en otros entornos y por otros pueblos”.
Cabral nos enseña que hay que estudiar las nacionalidades y
las clases sociales partiendo del hecho de que “la gente no lucha por ideales o
por aquello que no le interesa directamente; la gente lucha por cosas
concretas, por mejores condiciones de vida en paz y por el futuro de sus hijos.
Libertad, fraternidad e igualdad son palabras vacías si no significan una
mejora real en la vida de las personas que luchan”.
Cabral combina la lucha ideológica y político-militar con la
lucha diplomática para lograr el reconocimiento de la batalla por la liberación
anticolonial a escala internacional. En 1972 la ONU reconoce al PAIGC como
“verdadero y legítimo representante de los pueblos de Guinea y Cabo Verde”.
Cabral es también el “embajador-portavoz” de los movimientos
de liberación nacional de las colonias portuguesas en diversos foros africanos
e internacionales. Es el líder indiscutible, especialmente en la conferencia
Tricontinental donde toma la palabra el 6 de enero de 1966 en Cuba para
presentar su teoría revolucionaria de la emancipación nacional y social
africana: “No luchamos simplemente para poner una bandera en nuestro país y
tener una himno, sino para que nunca más sean explotados nuestros pueblos, no
solo por los imperialistas, no solo por los europeos, no solo por personas de
piel blanca, porque no confundimos la explotación o los factores de explotación
con el color de piel de los hombres; no queremos que haya más explotación en
nuestro país, ni siquiera por parte de los negros”.
Reconociendo tanto el papel internacionalista de Cuba como
el papel panafricano de la Argelia independiente por su solidaridad activa con
todos los movimientos de liberación en África, declara: «Los cristianos van al
Vaticano, los musulmanes a La Meca y los revolucionarios a Argel».
Lamentablemente, Amílcar Cabral es asesinado el 20 de enero
de 1973 en Conakry por el colonialismo portugués que utiliza agentes
infiltrados en la rama militar del PAIGC para cometer este crimen, lo que
impide al verdadero padre de la independencia vivir el nacimiento del Estado de
Guinea-Bissau y Cabo Verde proclamado el 10 de septiembre de 1974.
Héroe y mártir de la primera fase de la liberación africana,
Cabral debe servir de inspiración para la actual generación de luchadores de la
segunda fase de la emancipación nacional, panafricana y social de los pueblos
de África.
https://rebelion.org/el-gran-pensador-de-la-revolucion-africana-amilcar-cabral-habria-cumplido-cien-anos/
Traducido del francés para Rebelión por Jésica Safa
Texto original: https://investigaction.net/geant-penseur-de-la-revolution-africaine-amilcar-cabral-aurait-eu-100-ans/
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