«Europa empieza a parecerse a Turquía»
Los socorristas españoles en Lesbos denuncian la “deliberada inacción de la UE”, con medios suficientes para atajar la crisis de los refugiados
La ministra noruega de Inmigración bañándose en Lesbos. YouTube
La primera vez que Óscar Camps estuvo en Lesbos,
el 16 de septiembre de 2015, solo un grupo de voluntarios y los
guardacostas griegos eran testigos de la llegada de refugiados. Hace
tres semanas, la última vez que el director de Proactiva Open Arms (ONG de socorristas de Badalona) aterrizó en la isla, Frontex y la OTAN hacían un gran despliegue de medios para poner en marcha las deportaciones que contempla el acuerdo UE-Turquía.
“El primer día fue un impacto brutal. Miles de refugiados caminaban
hacia el norte de la isla por una carretera que abrasaba. Alquilamos un
coche, fuimos a un supermercado para comprar agua y comida y la
repartimos. Tardamos cuatro horas en hacer 70 km. Aun así, todavía no
habíamos visto lo peor.” Lo peor, dice, está en el mar. “Cuando vimos la
primera barca con problemas y la gente gritando nos dimos cuenta de que
aquello era un disparate. Llegaban 8.000 refugiados al día y no había
ni médicos ni ambulancias, solo unas tiendas con el logo gigante de Acnur, pero sin personal.”
Siete meses después, la foto es muy distinta. Ahora hay casi un policía por cada refugiado. “Ese despliegue habría estado bien en septiembre. Nosotros, no ellos, hemos ayudado a 135.000 refugiados, hemos rescatado a más de 9.000 a la deriva, a otros 8.000 en los acantilados, a más de 500 que se ahogaban. Y hemos visto morir a otros 500, pero eso la prensa no lo cuenta. El 28 de octubre cientos de personas perecieron en un naufragio y se dijo que eran siete muertos. ¿Cuántos se han quedado en el mar antes de que nosotros llegáramos?.”
Camps tendrá una audiencia privada el 25 de mayo con el papa Francisco. “En su día denunciamos la urgencia en el mar en Bruselas y Ginebra. Los políticos lo saben. Ahora lo haremos en el Vaticano. Denunciamos lo que hemos visto en el Egeo. Y advertimos de las consecuencias de la inacción de los 28 gobiernos de la UE: ver morir a mucha gente por una decisión deliberada.” El activista critica los viajes “maquillados” de los políticos. Como el de Angela Merkel y el presidente del Consejo Europeo a Turquía, donde Donald Tusk calificó de “ejemplar” el trato de Ankara a los refugiados. O el bochornoso baño en Lesbos de la ministra noruega de Inmigración. Cuando subió a la barca tras dejarse llevar por las olas unos minutos, Sylvi Listhaug declaró con una sonrisa: “Ha sido una experiencia muy especial”.
“La ministra noruega se habría mojado más si se hubiera lavado la cara. Llevaba un traje de supervivencia seco, de los que no se mojan. Los refugiados mueren de hipotermia. En el agua están desencajados. No hablan, suplican con la mirada. O agarran a un niño muerto que no pueden soltar. Pero eso solo lo vemos los voluntarios de salvamento. El Pulitzer se gana desde la orilla.”
El acuerdo entre la UE y Turquía es para este activista “el acuerdo de la vergüenza. Turquía no es un país seguro, ni democrático, ni con libertad de expresión. Todo este dispositivo actual es para interceptar a los refugiados mar adentro. Turquía, ese ‘país seguro’, utiliza todo lo que está a su alcance para detenerlos en el mar. Y yo me pregunto: ¿por qué no lo hacen en la orilla? ¿Por qué no acaban con las mafias? He visto salir barcos a 800 metros de una comisaría de policía turca. El objetivo es evitar que lleguen a Grecia y deportar todas las embarcaciones que puedan desde el mar. Para eso están las autoridades turcas, las griegas, Frontex ((la agencia europea de fronteras) y la OTAN. Nosotros hacemos que se cumpla la seguridad marítima”.
"Acnur es la administración. Recibe mucho dinero. Igual que Unicef o Médicos sin Fronteras. Nosotros somos voluntarios. Nuestro éxito es la determinación, la desobediencia y la comunicación. Pero en estos meses también hemos aprendido que hay normas en el juego. Donde antes no había nadie ahora hay 80 millones de euros para Acnur o Cruz Roja Internacional. Pero donde mueren, en el Mediterráneo, no hay nadie. Como el campo de refugiados de la ONG estadounidense IRC, que es un campo perfecto, está muy bien hecho, pero llega cuatro meses tarde. Ya no hace falta. No ha recibido ni un solo refugiado. ¿Por qué lo hacen fuera de plazo? Entiendo que la respuesta hay que buscarla en las donaciones. Esto no existía cuando llegaban 8.000 refugiados diarios. No estaban Acnur, Médicos sin Fronteras o la Cruz Roja Internacional, que son grandes dinosaurios que tardan mucho en moverse".
Y claro que Europa tiene los medios para atajar esta crisis. “Los tenemos en España, con un fantástico equipo de salvamento marítimo, ¿cómo no va a tenerlos Europa? Acabemos con la guerra en Siria. Europa empieza a parecerse a Turquía.” Para Camps lo que está ocurriendo es producto de una deliberada inacción. Así lo demuestra un informe de Frontex publicado por StateWatch, en el que se lee cómo la UE sabía que aumentarían las muertes en el Mediterráneo y aun así liquidó la misión de rescate Mare Nostrum, que encabezaba Italia, en diciembre de 2014. Solo se dejó la misión de vigilancia Tritón. “La retirada de recursos navales resultaría en un número mayor de víctimas. Las pateras tendrían que navegar varios días antes de ser rescatadas”, decía el informe. Además, la responsabilidad de los rescates sería de los buques mercantes, sin capacidad para hacerlos.
Camps no tiene respuesta a por qué la UE retiró la misión de rescates en el Mediterráneo sabiendo que habría muchos más muertos. “Nosotros lo único que podemos hacer es ayudar hasta que nos alcancen las donaciones.” A finales de mayo cuatro voluntarios de Proactiva se desplazarán al Mediterráneo central con un barco de 30 metros de eslora que les han cedido. “Estaremos atentos porque hay 2,5 millones de refugiados en Turquía pendientes de cruzar. Y lo van a hacer. No sabemos desde dónde. Se están abriendo otros caminos para llegar a Italia recorriendo 50 millas, en lugar de las 10 hasta Grecia. Es más peligroso todavía y estamos pendientes de saber adónde desplazarnos para evitar que se ahoguen.”
Siete meses después, la foto es muy distinta. Ahora hay casi un policía por cada refugiado. “Ese despliegue habría estado bien en septiembre. Nosotros, no ellos, hemos ayudado a 135.000 refugiados, hemos rescatado a más de 9.000 a la deriva, a otros 8.000 en los acantilados, a más de 500 que se ahogaban. Y hemos visto morir a otros 500, pero eso la prensa no lo cuenta. El 28 de octubre cientos de personas perecieron en un naufragio y se dijo que eran siete muertos. ¿Cuántos se han quedado en el mar antes de que nosotros llegáramos?.”
Camps tendrá una audiencia privada el 25 de mayo con el papa Francisco. “En su día denunciamos la urgencia en el mar en Bruselas y Ginebra. Los políticos lo saben. Ahora lo haremos en el Vaticano. Denunciamos lo que hemos visto en el Egeo. Y advertimos de las consecuencias de la inacción de los 28 gobiernos de la UE: ver morir a mucha gente por una decisión deliberada.” El activista critica los viajes “maquillados” de los políticos. Como el de Angela Merkel y el presidente del Consejo Europeo a Turquía, donde Donald Tusk calificó de “ejemplar” el trato de Ankara a los refugiados. O el bochornoso baño en Lesbos de la ministra noruega de Inmigración. Cuando subió a la barca tras dejarse llevar por las olas unos minutos, Sylvi Listhaug declaró con una sonrisa: “Ha sido una experiencia muy especial”.
“La ministra noruega se habría mojado más si se hubiera lavado la cara. Llevaba un traje de supervivencia seco, de los que no se mojan. Los refugiados mueren de hipotermia. En el agua están desencajados. No hablan, suplican con la mirada. O agarran a un niño muerto que no pueden soltar. Pero eso solo lo vemos los voluntarios de salvamento. El Pulitzer se gana desde la orilla.”
El acuerdo entre la UE y Turquía es para este activista “el acuerdo de la vergüenza. Turquía no es un país seguro, ni democrático, ni con libertad de expresión. Todo este dispositivo actual es para interceptar a los refugiados mar adentro. Turquía, ese ‘país seguro’, utiliza todo lo que está a su alcance para detenerlos en el mar. Y yo me pregunto: ¿por qué no lo hacen en la orilla? ¿Por qué no acaban con las mafias? He visto salir barcos a 800 metros de una comisaría de policía turca. El objetivo es evitar que lleguen a Grecia y deportar todas las embarcaciones que puedan desde el mar. Para eso están las autoridades turcas, las griegas, Frontex ((la agencia europea de fronteras) y la OTAN. Nosotros hacemos que se cumpla la seguridad marítima”.
“Acnur es un dinosaurio”
Tampoco le convence la decisión de Acnur, la agencia de la ONU que no
participa en la devolución de refugiados y se opone a las detenciones
obligatorias en los hotspots."Acnur es la administración. Recibe mucho dinero. Igual que Unicef o Médicos sin Fronteras. Nosotros somos voluntarios. Nuestro éxito es la determinación, la desobediencia y la comunicación. Pero en estos meses también hemos aprendido que hay normas en el juego. Donde antes no había nadie ahora hay 80 millones de euros para Acnur o Cruz Roja Internacional. Pero donde mueren, en el Mediterráneo, no hay nadie. Como el campo de refugiados de la ONG estadounidense IRC, que es un campo perfecto, está muy bien hecho, pero llega cuatro meses tarde. Ya no hace falta. No ha recibido ni un solo refugiado. ¿Por qué lo hacen fuera de plazo? Entiendo que la respuesta hay que buscarla en las donaciones. Esto no existía cuando llegaban 8.000 refugiados diarios. No estaban Acnur, Médicos sin Fronteras o la Cruz Roja Internacional, que son grandes dinosaurios que tardan mucho en moverse".
Y claro que Europa tiene los medios para atajar esta crisis. “Los tenemos en España, con un fantástico equipo de salvamento marítimo, ¿cómo no va a tenerlos Europa? Acabemos con la guerra en Siria. Europa empieza a parecerse a Turquía.” Para Camps lo que está ocurriendo es producto de una deliberada inacción. Así lo demuestra un informe de Frontex publicado por StateWatch, en el que se lee cómo la UE sabía que aumentarían las muertes en el Mediterráneo y aun así liquidó la misión de rescate Mare Nostrum, que encabezaba Italia, en diciembre de 2014. Solo se dejó la misión de vigilancia Tritón. “La retirada de recursos navales resultaría en un número mayor de víctimas. Las pateras tendrían que navegar varios días antes de ser rescatadas”, decía el informe. Además, la responsabilidad de los rescates sería de los buques mercantes, sin capacidad para hacerlos.
Camps no tiene respuesta a por qué la UE retiró la misión de rescates en el Mediterráneo sabiendo que habría muchos más muertos. “Nosotros lo único que podemos hacer es ayudar hasta que nos alcancen las donaciones.” A finales de mayo cuatro voluntarios de Proactiva se desplazarán al Mediterráneo central con un barco de 30 metros de eslora que les han cedido. “Estaremos atentos porque hay 2,5 millones de refugiados en Turquía pendientes de cruzar. Y lo van a hacer. No sabemos desde dónde. Se están abriendo otros caminos para llegar a Italia recorriendo 50 millas, en lugar de las 10 hasta Grecia. Es más peligroso todavía y estamos pendientes de saber adónde desplazarnos para evitar que se ahoguen.”