jueves, 26 de marzo de 2015

La francocrácia del PP...





Josetxo Ezcurra













LEY DE SEGURIDAD CIUDADANA Y REFORMA DEL CÓDIGO PENAL
Políticas de lo peor

El despliegue policial del pasado 22 de marzo, durante las Marchas por la Dignidad bajo el lema “pan, trabajo, techo y dignidad” puso de nuevo de manifiesto una tendencia policial por parte del Estado, que, ante cualquier posible alteración del orden público, se muestra en la vigilancia constante para la normalización de conductas como prueba de una ostentación del monopolio de la violencia por parte del Estado.
Con la irrupción de la crisis en nuestro país, la falta de rigidez en todos los elementos estatales es un lugar común. Dicha debilidad se caracteriza por el deterioro gubernamental que se manifiesta en la política de partidos, la apatía del electorado, los anacronismos institucionales y la inutilidad de la sublevación ante situaciones intolerables (desahucios, políticas de austeridad, precarización de los servicios públicos tales como educación y sanidad...). De modo que, para romper con esta visión de fragilidad, nada conveniente para gobernar como sabía Maquiavelo, el Estado despliega hasta sus últimas consecuencias el monopolio de su poder desde la disposición espacial de mecanismos disciplinarios de represión y de control. La violencia, como principal catalizador de la moral, será fundamental para definir nuestro Estado como un Estado policial que posee, no sólo el monopolio de la violencia, sino también de la fuerza. En ese mismo sentido, moralizador y moralizante, se realizaban las torturas y las ejecuciones públicas como elemento de castigo visible de una conducta que había que evitar.
Si el ejercicio del poder está ligado a la forma y la ejecución del Derecho positivo, con laLey de Seguridad Ciudadana se dibuja el silencioso cauce que camina de la propiedad de la violencia legítima por parte del Estado a un desvío de competencias donde la policía usurpa las atribuciones y funciones del juez. Este desvío de competencias será fundamental para entender el devenir de nuestro Estado como un Estado policial sumido en el miedo y el pánico que garantiza una paz armada desde la inversión del aforismo de Clausewitz: “La política es la continuación de la guerra por otros medios”.
En esta política de guerra, para impedir que se realicen determinadas acciones, basta con la estigmatización violenta por parte del Estado hacia todos aquellos elementos que se desvíen de la norma como forma más efectiva de dominación. El castigo más común por parte del Estado (exceptuando las penas de cárcel) se ejecuta en la alteración pública del orden de la ciudad por parte de asambleas y manifestaciones que obstaculizan el estado normal de la ciudad, la libre circulación de personas y, sobre todo, de mercancías pues la función de calles y avenidas están reservadas para el uso exclusivo del capital financiero como si las calles no hubieran sido hechas para transitarlas y para utilizarlas como espacio público. No debemos olvidar que la fuerza policial se creó en el siglo XVII, no sólo para garantizar la ley y el orden, sino sobre todo para asegurar los recursos urbanos, la higiene y los niveles necesarios para favorecer sin altercados la artesanía y el comercio. De modo que el enemigo es el ciudadano que desacraliza los espacios del capital para utilizarlos como forma visible de protesta, convirtiéndose en un elemento subversivo del orden público que hay que eliminar  hecho que parece más propio de una dictadura que de una democracia moderna, dicho sea de paso.
Pero ¿qué quiere decir exactamente que el ciudadano, en el que reside el poder en democracia, ha devenido enemigo del Estado? Por tomar un ejemplo, en el año 2012 los estudiantes del Instituto público de Educación Secundaria y Bachillerato Lluis Vives de Valencia, se manifestaron para pedir recursos y un mejor servicio de la educación pública. Esa revuelta costó la detención de 251 estudiantes que fueron considerados como enemigos de Estado y tuvieron que ser cesados de sus protestas desde la violencia y el abuso policial por reclamar un servicio público de calidad. El ciudadano insubordinado visto desde los principios regulativos de gobierno, es un ciudadano peligroso que vive con el estigma de la criminalización en claro desacuerdo con la política, la razón y la moral del Estado.
De los casos ocurridos de prevaricación, tratos inhumanos y/o degradantes, torturas y homicidios cometidos por las autoridades (Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y policía autonómica o local), sólo una pequeña parte se judicializay, de ésta, una parte mucho menor obtiene una sentencia condenatoria. Por otro lado, el Gobierno, a través del ministro de Justicia, otorga indultos a estos cuerpos mostrando sus estrategias abusivas de poder. El riesgo de condena para los protagonistas o acusados es por tanto bajo. Pero, con la Ley de Seguridad Ciudadana, el riesgo se reduce más; la actuación policial ya no sólo tendrá presunción de veracidad ante un juez, sino que “constituirá base suficiente para adoptar la resolución que proceda”. De esta manera todos los actos de autoridad vincularán con la fuerza de 'cuasi sentencias', dejando al juez la única posibilidad de un juicio a posteriori meramente corroborativo de la actuación policial. El poder del agente en cuanto narrador cualificado y veraz de la realidad supone un peligro inasumible para la seguridad jurídica y el Estado de Derecho.
Pero, ¿cómo es posible que un poder político que nació contractualmente para salvaguardar la seguridad de todos y que ha colocado la vida y nuestra continuidad biológica bajo su gestión, mate, reclame la muerte, la demande y ejercite la violencia entre sus ciudadanos para garantizar su supervivencia?
Si todo lo que constituye, excluye, todo aquel que no piense y/o actúe según esa razón de Estado es categorizado como enemigo público, introduciéndose un resorte en la opinión pública que coloca al disidente bajo la atmósfera de “sospechoso”, “extraño” o “peligroso”, criminalizando una serie de conductas que en principio están garantizadas en el Estado de Derecho, a saber, la libertad de expresión y su uso público. Esta imposibilidad produce una moral dualista autorizada (no te manifiestes, no abortes, no te cases si eres homosexual, los toros bien, los catalanes mal…), fabricando un espacio que posee un adentro y un afuera. Lo que queda afuera de esos imperativos se vuelve inmoral y termina por sobrepasar el ámbito de lo moral con elementos jurídicos, es decir, con leyes (del aborto, de la Seguridad Ciudadana...).
Puede decirse que el hecho, hasta que se convierte en derecho, pasa por la persecución, la tolerancia y el reconocimiento. Si estamos tolerando un estado policial de hecho, la inercia legislativa irá reconociéndolo y cristalizándolo en forma de ley. Las prohibiciones (el afuera) se convierten en leyes (el adentro) por su uso. De esta praxis se aprovecha el partido que se encuentre en ese momento en el gobierno. Decía Beccaria que un Estado no puede practicar lo que condena y de hecho (y derecho) no puede hacerlo. Pero el Gobierno del Partido Popular no sólo ha patentizado a golpe de decreto su carácter autoritario y represor, sino que, haciendo gala de él, se ha convertido en el mayor y más cualificado violador de la Constitución y de los derechos humanos de nuestra democracia en un ejercicio inaudito de irresponsabilidad e ideología. Al mismo tiempo se ha introducido en ese adentro de expresiones y palabras como: “vida”, “sentido común”, “sostenibilidad”, “estabilidad”, “matrimonio”, “familia” ... Por esta apropiación indebida, el partido que se encuentre en el poder se convierte automáticamente en garante de esos principios obteniendo un monopolio moral sobre el concepto e imponiendo su interpretación como la única correctadesterrando cualquier posibilidad de disidencia.
El Partido Popular siempre ha dado muestras de autoritarismos y nostalgia franquista convirtiendo al ciudadano en el enemigo central del Estado. En 2003, bajo la presidencia José María Aznar, se aprueba la Ley Orgánica 7/2003, de 30 de junio, de medidas de reforma para el cumplimiento íntegro y efectivo de las penas que vino a corregir lo que en su día se calificó como "deficiencias" de la Ley Orgánica 1/1979, de 26 de septiembre, General Penitenciaria (de corte progresista, desarrolla el mandato constitucional -art. 25.2- de la reeducación y reinserción social de presos y penados, antes "fin primordial" en la Ley hoy convertido por el Tribunal Constitucional en "criterio orientador"). El castigo para un reo deviene doble: por una lado la condena (el adentro) y por otro la exclusión social (el afuera).
El PSOE también ha dado pasos por la senda del autoritarismo, como demostró la aprobación de a Ley Orgánica 1/1992 de 21 de febrero de protección de la seguridad ciudadana, durante el Gobierno de Felipe González, comúnmente como conocida Ley Corcuera o ley de la patada en la puerta. Esta ley permitía a los agentes de la autoridad la entrada y registro en domicilios sin la preceptiva autorización judicial, identificación arbitraria de “sospechosos” y la posibilidad de detener a personas sin que estas pudieran valerse de asistencia letrada. La Sentencia del Tribunal Constitucional 341/1993 anula las entradas en viviendas pero mantuvo vigente el resto del texto hasta la aprobación de su sucesora.
De manera conjunta, PP y PSOE han aprobado recientemente el nuevo Pacto Antiterrorista con la consiguiente modificación del Código Penal y la introducción en él de una vaga y extensiva definición de terrorista: protestar en un desahucio, tuitear sobre protestas con altercados, o interrumpir celebraciones religiosas podrían ser calificados como actos terroristas según el nuevo texto. La medida se justifica por el riesgo de sufrir atentados yihadistas pero en realidad deja intacto ese riesgo y, sin embargo crea un nuevo nicho penal para castigar conductas que hasta ahora no eran consideradas terroristas. Inspirada, quizá, en la USA Patriot act. de 21 de octubre de 2001 (Ley Patriota Americana), no previene el riesgo real de padecer violencia terrorista, sino que viene a castigar y a limitar el ejercicio ciudadano de la discrepancia.
En ese mismo sentido, la teoría jurídica española y la ley proporcionan garantías que el legislador no puede obviar. Desde de una vinculación positiva que va de la Administración a la Ley hasta vinculación negativa que va del ciudadano a la ley. Estas dos posturas condensadas en el artículo 9.3 de la Constitución Española vienen a decirnos que la Administración puede hacer lo que la Ley le permita y el ciudadano lo que la Ley no le prohiba. Los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad (a las órdenes del Ministerio del Interior y órganos análogos de las comunidades autónomas) imponen por la vía de hecho una autoridad que no se ajusta al mandato normativo amparándose en la falta de control y en su recién ampliado marco de impunidad (“es por la seguridad”, “por el bienestar de la ciudadanía”…), suspendiendo derechos por estos conceptos e instaurando de hecho un estado policial de vigilancia de conductas a través de la fuerza de autoridad con respecto a la masa social desde fines filantrópicos y bienpensantes.
Otra problemática está en el ordenamiento administrativo que adolece de una hipertrofia normativa que produce inseguridad jurídica. La masificación de conductas y normas en los distintos ámbitos administrativos, las continuas contradicciones en las que incurre y su utilización como parapeto de la Administración frente a las personas, convierte la norma administrativa en una herramienta únicamente útil para el administrador. Este hecho se ve agravado por la reforma del Código penal y la entrada en vigor de la Ley de Seguridad Ciudadana que extrae conductas del Código Penal para transformarlas en conductas administrativas sancionables, con la consiguiente pérdida de garantías para el justiciable, dejando sin amparo constitucional y legal los derechos que nos son reconocidos en el artículo 24 de la Constitución Española, así como en todos los tratados que obligan a España en materia de derechos humanos y son desarrollados en nuestra Ley de Enjuiciamiento Criminal (con mejor o peor fortuna).
Por todo lo anterior se produce una situación de desamparo y vulnerabilidad, un vacío de poder democrático que los agentes autoritarios aprovechan para suplantar. Si las situaciones fueran tan peligrosas como describe la nueva Ley de Seguridad Ciudadana, ¿qué impide al Gobierno declarar con su mayoría absoluta el estado de alarma, excepción o de sitio? Si el riego fuera real, en coherencia con lo establecido, se podría declarar alguno de esos estados. Queda así intuida una estrategia más sutil, progresiva; no una brutal caída sino una suave pendiente por la que decreto a decreto se deslizan cada día directos hacia la literatura nuestros derechos civiles. Justificado por un elevado riesgo social que sólo enmascara intereses parciales y poco confesables (ideológicos e incluso religiosos), lo que la ley tiene de justo se pliega ante lo que la ley tiene de fuerza.
Pero una cosa es clara, siempre que exista una forma de poder, existirá una forma de resistencia. De este modo surge una tríada indisoluble de nociones que hay que revisar, a saber, poder-violencia-resistencia. En primer lugar, el poder puede definirse sólo abstractamente como una acción sobre acciones que sólo es identificado cuando se ejecuta, es decir, en acto (cuando se realiza un desahucio, cuando se reprime una manifestación, cuando se detiene a alguien...). En este sentido, gobernar será el resultado de estructurar el campo de acción eventual de otros sobre el campo de las posibilidades que pueden darse en sociedad, es decir, sobre lo posible. Asimismo, el poder sólo se ejerce sobre "sujetos libres" y mientras son "libres". Con ello entendemos que los sujetos individuales o colectivos tienen ante sí un campo de posibilidad en el cual se pueden dar diversas conductas, diversas reacciones y diversos modos de comportamiento que estarán (a la vez y al mismo tiempo) dentro y fuera de la ley.
Pero hay algo imposible o no pensado, algo que no está calculado desde la razón de Estado y que puede recibir el nombre de acontecimiento, donde ninguna de esas acciones está planificada, como sucedió el domingo 15 de mayo de 2011, cuando ninguna autoridad había previsto en qué devendría dicho acto. Para controlar estas acciones no planificadas, se ejerce la violencia como garante normalizador y normalizante de acontecimientos imprevisibles que se salen del cauce normativo de la razón estatal. Si la ley prohíbe determinadas acciones, el tejido social generará otras diferentes aún no calculadas que se resistan a esas fuerzas de poder.
Si la protesta ciudadana no sirve como herramienta política de cambio, una ley que la castigue sólo puede ser válida (jurídicamente positiva) pero no efectiva (transformadora de hechos y realidades). Puestos a observarla desde el lado positivo, es una ley que castiga conductas obsoletas y por tanto es una ley nueva que nace antigua y privilegia lo posible en tanto no reprime nuevas formas de transformación social e incluso las desconoce. No deja de ser peligrosa por lo arbitrario de sus sanciones (y por lo posible de las acciones), pero, al desincentivar conductas obsoletas e inútiles, se vuelve urgente -e incluso inevitable- la creación de nuevas formas más efectivas de reivindicación. Por ese camino, el tejido social buscará nuevos cauces por donde desbordar los diques del poder.
Por tanto, una ley que condene la protesta urbana al lugar donde los no-resultados deberían haberla expulsado ya, sin alabar el hecho que supone el recorte de libertades, es un toque de atención para la creación de nuevas formas de protesta y resistencia. Sin embargo, en su falta de planificación, el Gobierno no ha contado con los efectos a medio plazo de la ley, ya que cualquier potencia reprimida acaba retornando siguiendo la máxima freudiana de que en el inconsciente, como en la Historia, todo lo reprimido retorna. De este modo el Gobierno corre el riesgo de conseguir lo que precisamente pretendía evitar, que se inventen nuevas formas de protesta más efectivas que las prohibidas por su obsolescencia (aunque no sea consciente de este hecho cuando bloquea instrumentos inoperantes). En un artículo reciente, el catedrático José Luis Pardo nos recuerda que “necesitamos urgentemente nuevos órganos de escucha”, refiriéndose con estos órganos a nuevas formas de expresión que están por inventarse, a nuevas formas de resistencia contra nuevas formas de poder y a desechar aquellas que no resultan efectivas aunque hayan polarizado el sentido de la Historia.
Nota del Blog...


El Código Penal reinstaura la cadena perpetua, abolida en España en 1928. Es totalmente anticonstitucional.  . Se opone a redención por penas . Base de nuestra tradición penal  ilustrada articulada en la Constitución .La reforma del Código Penal en materia de terrorismo que verá la luz este jueves con los votos a favor del Partido Popular también establece que las filtraciones periodísticas serán consideradas como delitos de terrorismo.
Así se deriva del artículo 197 bis de la norma: “El que por cualquier medio o procedimiento vulnerando las medidas de seguridad establecidas para impedirlo, y sin estar debidamente autorizado, acceda o facilite a otro el acceso al conjunto o una parte de un sistema de información o se mantenga en él en contra de la voluntad de quien tenga el legítimo derecho a excluirlo, será castigado con pena de prisión de seis meses a dos años”.
 Luego de publicar esto , leo hoy sábado que el PSOE  lo recurrirá al  Tribunal Constitucional.
 

La deuda griega

Entrevista al economista Michel Husson
“La deuda griega deriva de tasas de interés abusivas y bajadas de los ingresos públicos”

La Marseillaise


El Parlamento griego puso en pie de forma oficial (17/03/2015) la comisión de auditoría de la deuda pública griega anunciada el pasado 4 de marzo. Esta comisión es independiente y está compuesta por personalidades internacionales, entre ellas Eric Toussaint, presidente del Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo (CADTM). El Colectivo francés de auditoría ciudadana de la deuda propone una contribución con el estudio realizado por el economista Michel Husson. Publicamos a continuación una entrevista con el autor de dicho estudio.
Angélique Schaller: Has analizado la deuda griega a plazo largo. ¿A partir de los años 1970?
Michel Husson: Era importante remontarse al pasado pues Grecia abordó la crisis de 2007 con una deuda importante, heredada de ese pasado. Globalmente, hasta los años 1980, esta deuda era de un nivel razonable (el 20% del PIB) y estable durante varios años. Solo entonces conoce una progresión, fuerte, que durará hasta 1993. Esta subida resulta en particular de las tasas de interés extravagantes que se aplican entonces, pudiendo alcanzar el 15-20% y que tienen un efecto de “bola de nieve”. Pero también es debida a la caída de los ingresos públicos. Tras la entrada en la zona euro, hay un período “de euforia”, las tasas de interés convergen y el país puede pedir prestado más fácilmente, más aún si se tiene en cuenta que los bancos son cómplices afirmando que la deuda era sostenible, y hay una política clientelista llevada a cabo en todas direcciones, haciendo bajar los impuestos y las cotizaciones sociales.
En la hipótesis de tasas de interés correctas y de ingresos mantenidos ¿Cuál habría sido la situación de la deuda griega en 2007?
El impacto de las tasas de interés es de 40,9 puntos del PIB y el de los ingresos de 16,9 puntos. Acumulando un nivel de ingresos mantenido y tasas de interés que no superaran el 3%, la deuda habría sido del 45% del PIB. No hay que olvidar que es precisamente esta deuda elevada la que ha hecho a Grecia tan sensible a la crisis de 2008.
¿Pero el gobierno habría podido negarse a las tasas de interés abusivas?
Sí, encontrando otras fuentes de financiación, obligando a los bancos privados a tomar deuda pública, jugando con la fiscalidad o también monetizando esta deuda, es decir, poniendo a funcionar la máquina de billetes. Esta última opción no era ya posible a partir de 2001, fecha en la que Grecia entró en la zona euro, aceptando la regla de prohibición de financiación de la deuda por el Banco Central.
A partir de 2007 hay un nuevo aumento y en 7 años, la deuda pasa del 103% al 175% precisamente cuando la troika se encuentra en el puesto de mando
Las tasas de interés aumentan de nuevo y el efecto “bola de nieve” vuelve. Además el PIB cae y como la deuda está calculada en relación con ese PIB, hay un aumento mecánico.
¿Cifra el estudio también la deuda ilegítima?
Es la deuda que no ha sido contratada en base al interés general. Cuando el gobierno no busca financiación alternativa a las tasas abusivas propuestas, no procede en el sentido del interés general. Lo mismo cuando concede regalos fiscales en el marco de la estructura fiscal, cuando las grandes empresas, los armadores, los grandes propietarios de la tierra, la iglesia ortodoxa… quedan exentos de impuestos. Es una apreciación política que lleva a concluir que el 56% de la deuda griega podría ser considerado como ilegítimo.
¿Una apreciación política que se suma a consideraciones económicas puesto que algunos, incluso algunos liberales, estiman que es imposible exigir el reembolso de la deuda?
Porque pagando esta deuda Grecia no puede salir de la recesión. El país debería por ejemplo invertir en sectores nuevos. Ahora bien, no puede hacerlo. Grecia está lastrada por esta deuda, sin olvidar que hay un aspecto antidemocrático: ¿quién decide sobre la política realizada?
¿Qué piensas del trato dado a la deuda de guerra alemana comparado con el actual a Grecia?
Es comparable, pero es una historia antigua. Aquella anulación estaba ligada a la guerra precedente, pues el pago de la deuda de guerra había influido mucho en el ascenso del nazismo. Se trataba también de recuperar la economía europea y era finalmente un cálculo de interés capitalista bien entendido.
¿Elementos que pueden parecer de actualidad?
Por esto me parece que es un argumento esencialmente retórico: la ocasión de recordar que lo que fue una buena idea en 1953 podría serlo hoy. También debe recordarse otro elemento: con ocasión de la reunificación alemana, se invirtió mucho dinero. Ahora bien, hoy, se niegan las transferencias que serían sin embargo la única forma de hacer funcionar esta zona euro.
Tasas de interés elevadas, bajada de los ingresos fiscales: ¿elementos que se pueden encontrar en otros lugares?
En proporciones diferentes. Francia ha conocido también tasas de interés elevado, pero la mitad menos elevadas. En Francia, como en otros lugares de Europa, se desarrolla desde hace dos decenios una estrategia neoliberal consistente en bajar los ingresos, para afirmar luego que hay déficits y que por tanto hay que bajar los gastos. En Grecia se han alcanzado límites.
¡Lo que me parece particularmente escandaloso en el discurso actual es la afirmación del éxito del planteamiento realizado! Se ha empujado a Grecia al fondo del pozo y cuando consigue salir unos milímetros, se afirma que es un éxito y que el país se recupera. Hay en esto algo de obsceno. El discurso sobre España es idéntico. Pero su recuperación se hace en detrimento de otros países de la zona euro. Un juego de suma cero que no puede alegrarnos.
Fuente: http://hussonet.free.fr/marseil315.pdf (publicado en La Marseillaise)
Traducción: Faustino Eguberri para VIENTO SUR

 y ver otro artículo del autor sobre la historia de la economía griega...



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Nota 1 del blog .- La deuda griega , heredada y que tiene que asumir Syriza,, ya llegaba casi al 177% del PIB , cuando formo gobierno , la recaudación fiscal es catastrófica , en proporción de 70/10 o peor aun ,al igual las privatizaciones de 50/5, un estrepitoso fracaso , ( recaudaron algo así como 14.000 millones y tenian que ser 112.000 millones.. más o menos las cifras )tanto es así que Syriza  evalúa  pagar los impuestos a plazos ya que los que pagan clases medias y bajas  no pueden liquidarlos , el intento de plantear un moneda valor y monetizarla a través de la liquidación de impuestos  no fue admitida por UE, ha sido un método habitual hasta en el Crac de 1929 y en la crisis argentina , el fracaso de la recaudación por las privatizaciones tampoco fue admitida por la troica ,  al igual , repiten  que estaban saliendo de la crisis y que estaban saliendo de la recesión y de la caída en la crisis , que fue del 25% del PIB  , la deflación de precios continua ..el PIB  había apuntado un 0.6% que era mera construcción matemática de la deflación de precios ….que rondo el  -1,9%. .O sea que la claves está en que la eurozona acepte la cifras reales ,que habla como sino fuera con ella, si bien ahora los tipos están mas bajos y tiene plazos aplazados y largos ,y son menores los tipos a los apuntados en el texto ,  ni así eso lo soluciona..La auditoria es fundamental , para ver las cosas mal que se han hecho y a quien beneficiaron y será una forma de lograr que admitan los errores de la austeridad ,y de la quita privada anterior que fue socializada y que multiplico la deuda , como bien incluso admitió el FMI en sus informes. Soluciones la hay de sobra , es tener voluntad política..pero la unión bancaria y fiscal , tampoco avanza,y está entre las propuestas de Syriza.

 Nota 2...
"Los préstamos concedidos a partir de 2010 a Grecia por los miembros de la Unión Europea y el FMI no sirven en absoluto a los intereses de la población griega, todo lo contrario, ya que los planes de austeridad implantados comportan múltiples perjuicios a los derechos sociales de la población. De acuerdo con estos efectos, el concepto de «deuda ilegítima» debería ser aplicado a estas deudas y su reembolso repudiado.

Por ejemplo los rescates han conllevado la reducción de los salarios de aproximadamente un 25%. Ha habido despidos masivos. Los convenios colectivos fueron suprimidos y la temporalidad e interinidad se establecieron como nueva norma laboral. De cada 5 jubilaciones de funcionarios, 4 no son reemplazados. Las subvenciones de desempleo, de ayuda a la pobreza y para familias numerosas han sido reducidas o suspendidas.

También ha habido subidas de impuestos, sobre todo de los indirectos como el IVA que se sitúa en el 23%. También se ha subido el impuesto de la renta a la clase media. Estos impuestos no afectan a la población más rica.

Se han llevado a cabo planes para privatizar los puertos, los aeropuertos, los ferrocarriles, la distribución de agua y de electricidad, el sector financiero y las tierras que pertenecen al Estado. Algunos de estas privatizaciones, como la del puerto del Pireo fue parada por el nuevo gobierno de Syriza, aunque no sabemos si podrá hacerlo definitivamente, ya que el gobierno depende de los fondos de la Troika, que le exige que continúe adelante con estas reformas neoliberales.

Otro sistema que ha sido dañado es el de las pensiones de jubilación. Éstas han sido reducidas, la edad de jubilación ha aumentado, lo mismo que el número de años cotizados, que pasó de 37 a 40 años en 2015. Su monto es calculado sobre el salario medio de la totalidad de los años trabajados y no sobre el último salario. También para los jubilados del sector privado se eliminan las dos pagas extras anuales. Imposición de un límite de gastos dedicados a las pensiones, que no pueden sobrepasar el equivalente del 2,5% del PNB.

Las tarifas del transporte público aumentaron un 30%." http://www.rebelion.org/noticia.php?id=197033



martes, 24 de marzo de 2015

Cataluña el negocio del agua .

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Catalunya: Aigua és Vida denuncia que la gestión privada encarece un 25% de media el precio del agua

Por La Marea
 La gestión privada del agua, tanto de forma completa como mixta (a través de consorcios público-privados), encarece el precio del agua que pagan los consumidores un 25% de media. Así lo ha denunciado la plataforma ciudadana Aigua és Vida, que ha elaborado un mapa interactivo sobre la gestión del agua en Cataluña a partir de los datos de la Agencia Catalana del Agua. Esta comunidad autónoma tiene el dudoso honor de ser, señala la plataforma, “la región líder mundial en gestión privada del agua”.

Las diferencias en el precio del agua en los municipios donde ésta se gestiona de forma pública respecto a aquellos que la dejaron en manos privadas es especialmente sangrante en el área metropolitana de Barcelona. Según los datos difundidos por la organización, los municipios en los que opera una compañía privada (en este caso mediante la fórmula de empresa mixta), incluida la capital catalana, pagan de media 1,824 euros por metro cúbico de agua. En cambio, en aquellos con gestión pública el precio medio que abonan los consumidores es de 0,95 euros por metro cúbico de agua. “La irregular prestación del servicio que está haciendo la SEM –sociedad de economía mixta- está suponiendo un sobrecoste innecesario e injusto del 91,6% en las facturas del agua”, denuncia Aigua és Vida en un comunicado.

Otro ejemplo: en Abrera (Baix Llobregat), con gestión pública donde el precio medio se sitúa en 0,742€/m3 y en la vecina Olesa de Montserrat, también con gestión pública, en 0,647€/m3. En cambio, en Esparraguera, a escasos dos kilómetros y con gestión privada del agua, el precio sube hasta los 1,097€/m3; y en Sant Esteve Ses Rovires, en la misma comarca y también con gestión privada, la media ronda los 1,484€/m3. “Los estudios realizados por Aigua és vida se suman a la evidencia de que la gestión privada es más cara que la pública”, afirma la organización.

Agbar acapara el negocio

El 82,2% de la población catalana vive en municipios con algún tipo de gestión privada del agua, bien a través de una concesión a algún operador privado, bien a través de una empresa mixta. La mayor parte de la gestión privada del agua en Cataluña está en manos de Aguas de Barcelona (AGBAR), filial de la multinacional francesa Suez. Bajo distintos nombres y marcas comerciales, señala la plataforma, la empresa abastece al 74,3% de la población en Cataluña. Aqualia es el segundo operador privado, y llega al 5,5% de la población. Sólo el 17,2% mantiene una gestión pública.

La gestión totalmente privada del agua, que abarca el 46% de los municipios, se concentra en las grandes zonas urbanas, “donde los beneficios están garantizados”, y apenas existe en las zonas rurales, “donde el retorno de la inversión es más arriesgado”, señala Aigua és vida.

* Consulta el mapa interactivo elaborado por Aigua és Vida


Grecia y sus gastos en armamento.


Grecia reclama 100 millones a empresas de armamento alemanas a las que se pagó sobornos

InfoLibre


El Gobierno de Grecia reclamará a varias empresas alemanas el pago de 100 millones de euros en compensación por haber conseguido a través de sobornos la concesión de contratos públicos en materia de defensa, según ha informado un responsable gubernamental.

El diario alemán Bild ha informado de que Eurocopter habría pagado 41 millones de euros en sobornos a las autoridades griegas para venderles 20 helicópteros NH-90. Las empresas armamentísticas alemanas Rheinmetall, STN y Atlas Elektronik también habrían pagado unos 62 millones de euros para conseguir contratos de submarinos, según el rotativo germano.

La fuente del Ministerio de Defensa griego consultada por Reuters ha explicado que el Gobierno griego va a solicitar 100 millones de euros en compensación a estas empresas en el marco de una investigación que también analiza otros casos.

"Es una serie de casos, no solo alemán, pero principalmente de empresas alemanas y Grecia confía en poder conseguir entre 500 y 800 millones de euros", ha señalado la fuente. "Cualquier empresa que vaya a ser condenada y quiera seguir con las relaciones comerciales con Grecia debería llegar a una especie de compromiso extrajudicial", ha señalado.

Grecia ha destinado un elevado presupuesto a la compra de material de defensa, una partida que ha reducido en los últimos años. En gran medida, por la crisis de deuda que llevó al rescate financiero aportado por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) entre 2010 y 2012, por importe de unos 240.000 millones de euros.
Las relaciones entre Alemania y Grecia se han ido deteriorando en las últimas fechas, especialmente desde que el Gobierno heleno intenta renegociar los términos del rescate financiero. Berlín teme que las autoridades de Atenas no cumplan los acuerdos financieros y el primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha acusado al Ejecutivo alemán de estar empleando argucias legales para no pagar una compensación económica por la ocupación nazi.

No obstante, Grecia ya anunció en 2014 que modificará los procesos de compra de armamento para hacerlos más transparentes y evitar prácticas fraudulentas.

Un portavoz de Airbus Helicopters no ha querido hacer declaraciones y un portavoz de Rheinmetall ha asegurado que su empresa no tiene constancia de ninguna nueva investigación. En diciembre de 2014, Rheinmetall Defence Electronics pagó 37 millones de euros en multas para poner fin a una investigación penal por supuesto pago de sobornos en contratos de armamento de Grecia.

Primer encuentro entre Tsipras y Merkel
Estas informaciones han trascendido este lunes, el mismo día en que la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro griego, Alexis Tsipras,mantuvieron su primer encuentro. En él, Merkel aseguró a Tsipras que "cada país es igual de importante" en la UE, en el marco de las tensiones bilaterales por la ayuda financiera de Bruselas a Atenas.

"Aunque hay 80 millones de personas viviendo en Alemania y somos la mayor economía de la Unión Europea, esta Europa está construida sobre el principio de que cada país es igual de importante, no importa cuántos habitantes tenga", enfatizó Merkel tras su reunión con Tsipras.

En tanto, Merkel dijo que su país quiere que la economía griega crezca y deje atrás su alta tasa de paro, pero destacó que para lograrlo serequerirán reformas estructurales y finanzas públicas sólidas. "Queremos que Grecia sea fuerte económicamente, queremos que Grecia crezca, y por sobre todo queremos que el alto desempleo de Grecia baje", sostuvo Merkel. La mandataria germana destacó que las conversaciones mostraron "apetito por la cooperación" pese a que algunas diferencias se mantienen en pie.

El jefe de Gobierno griego, por su parte, trasladó a Merkel su deseo de que ambos países empiecen de cero en su relación bilateral. En un primer paso, consideró "tremendamente injusto para la canciller y para Alemania" el montaje de la revista Der Spiegel que la muestra rodeada de nazis en la Acrópolis de Atenas. Asimismo, instó a poner fin a los estereotipos que presentan a los griegos como unos vagos víctimas de los nazis alemanes.

Fuente:http://www.infolibre.es/noticias/mundo/2015/03/23/grecia_reclama_100_millones_euros_empresas_armamento_alemanas_30287_1022.html

lunes, 23 de marzo de 2015

Una España política poliédrica aplaza la ruptura constituyente y se perfila un cuatripartito nacional y bloquea un proceso pactado en Cataluña.


Andalucía: ¿Primera prueba de la recuperación del bipartidismo?


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Emmanuel Rodríguez (@emmanuelrog) y Isidro López (@LumumbaJr )*

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Público.es

Una de las peculiaridades de España es que el país se ha construido de norte a sur. Que la escritura de la historia se escribe en esa dirección lo muestra la asunción de términos de tanta carga ideológica como el de Reconquista, por el que se “naturaliza” la conquista del sur peninsular por los reinos cristianos del norte. Se trata de una de esas paradojas clave en la construcción histórica de España, al menos si se considera que el valle del Guadalquivir y la costa mediterránea han sido los polos civilizatorios de la Península Ibérica desde época prehistórica o si se toma en cuenta que Andalucía ha sido, de largo, la región más rica durante toda la época moderna hasta mediados del siglo XIX.

¿Muestran las elecciones andaluzas una inversión de esa flecha geográfica, en este caso protagonizada por la “reconquista” de los actores del régimen del 78 del terreno perdido desde que irrumpiera el 15M? Ni tanto ni tan calvo, habrá que decir. Ciertamente, el bipartidismo ha perdido terreno, dejándose caer del 80% al 62% de los votos. Los dos actores políticos de última generación, Podemos y Ciudadanos, han acumulado casi el 25%. Teresa Rodríguez ha conseguido hacerse con un hueco difícil frente a la “muy andalucista e izquierdista” Susana Díaz. Por su parte, el candidato de Ciudadanos (Juan Marín), desconocido hasta hace poco, ha obtenido algo más de un 9%. Todo un éxito para un partido que se declara “de y para” las clases medias, justo en el territorio en el que estas son tan débiles como para rozar la irrelevancia.

Sin embargo, el PSOE repite prácticamente resultados: poco menos de un millón y medio de votos y los mismos diputados que en 2012. Tampoco la abstención ha sido movilizada de una forma significativa. Sólo se ha conseguido empujar del 60 a poco más del 63%. Las pérdidas se concentran de hecho en el partido de oposición regional, el PP, que pasa del 40 al 27 %, y el socio de los socialistas (IU) que cae del 12 al 7%. Al PSOE le ha bastado con una candidata dispuesta a jugar las cartas de un izquierdismo deslavazado y vacío, aderezado de la repetición infinita de “andaluces y Andalucía”, amén de la imponente imagen de un embarazo que se muestra tanto en platós de televisión como en mítines multitudinarios, para conseguir esa “victoria histórica” que Susana (obviedades del poder) reclama para sí.

Sea como sea ¿son extrapolables estos resultados al resto del país? Es aquí donde reside todo el interés de la prueba andaluza, especialmente para la única fuerza política que reclama abiertamente la ruptura con el régimen de ’78, Podemos. Caben pocas dudas de que el sistema de partidos tiene tiempos y resistencias distintos en la mitad sur del Estado que en el resto de la geografía. Pero también de que Andalucía no es sencillamente una excepción, sino una pieza tan particular como otras dentro del complejo puzzle peninsular. Dicho en otras palabras, y considerando el material de encuesta disponible, es dudoso que en Madrid o Valencia el PP sea batido como primera fuerza, por mucho que su 50% pueda ser llevado a la banda del 30%. Al igual que la “histórica” Susana Díaz, las organizaciones regionales del PP saben de la escasa o nula densidad organizativa de Podemos o Ciudadanos a las escalas municipal y autonómica, y que en ese terreno pueden confiar en las solidez de la sociedad civil, esto es, de sus redes clientelares larga y generosamente alimentadas por la manguera del presupuesto público. En la misma línea, pero con colores diferentes, los resultados en el País Vasco y Catalunya pueden mostrar resultados similares con la confirmación, también, de los partidos en el gobierno: el PNV y una CiU reinventada.

También es preciso reconocer que Ciudadanos es una realidad electoral viable y que ha conseguido consolidarse en el territorio que le era menos propicio. Su 9% puede duplicarse en los caladeros de voto tradicional del PP, fragmentando esa “centralidad del tablero” que habían imaginado los estrategas de Podemos. A nivel estatal, la confirmación de una cuatripartito –cuatro formaciones entre el 15  y el 30% de los votos– abre un escenario de pactos complejo en el que el horizonte de una ruptura constituyente quedaría aplazado indefinidamente. En este terreno, la posibilidad de un gobierno progresista (PSOE, IU, Podemos) sería de hecho la peor opción.

En definitiva, las conclusiones siempre provisorias de los resultados de las elecciones andaluzas podrían ser, en primer lugar, que el ciclo político es largo, no corto. O en otras palabras, que los resultados electorales pueden no ser concluyentes en la decantación del cambio político. Se abre un periodo incierto y con problemas obvios de gobernabilidad, pero en el que la posición más probable –y la más interesante– es la de articular una oposición consistente que labre las oportunidades de ruptura en el medio plazo. En segundo lugar, confirmamos algo ya sabido: la realidad política del país es poliédrica y responde a una diversidad geográfica y social que hace inviable la hipótesis populista, al menos en su versión escolar extraída de las lecciones rápidas de los gobiernos progresistas de América Latina. La emergencia de Ciudadanos, como partido de la regeneración de los segmentos más nítidamente identificados con la “clase media” y la diversidad de los resultados electorales en las tres comunidades que suman más de la mitad de la población (Andalucía, Madrid y Catalunya) debiera servir como contra-prueba suficiente. Y por último, y quizás lo más importante: muchos de los elementos despreciados hasta el momento, principalmente la necesidad de construir una organización con implantación territorial, cuadros competentes y un proyecto solvente (más allá de la repetición de los memes de la corrupción y la “casta”), cobran en esta coyuntura una relevancia de carácter estratégico. Sobre decir que para ello se requiere de un giro que, en algunos ámbitos, es de 180 grados.




*Isidro López es candidato a las primarias de Podemos a la Comunidad de Madrid



 y ver...............





Andalucía reacomoda pero no cambía.

El cambio no llega a Andalucía



Antes en Andalucía el tercer partido era de izquierdas, ahora no es ni de derechas ni de izquierdas.
Imaginad el miedo de los poderosos.
Pascual Serrano en Twitter

Buen resultado para el PSOE que gana las elecciones, malo para el PP que se deja un tercio de los votos, menos del esperado para Podemos e irrupción de Ciudadanos (C’s); este es el balance tuitero que podríamos hacer de las elecciones en Andalucía, las primeras en un año electoral en el Estado Español a las que seguirán elecciones municipales el 24 de mayo, catalanas el 27 de septiembre y generales entre noviembre y diciembre. Elecciones que mantienen como Presidenta a Susana Díaz, la persona en el PSOE con más proyección por encima de su secretario general Pedro Sánchez.
Si la crisis de régimen se venía midiendo en España por la crisis del PSOE, parece que las grietas no son tan profundas pues el PSOE asegura los 47 diputados/as logrados en 2012, a solo 8 escaños de la mayoría absoluta de 55, y prácticamente mantiene también el millón y medio de votos obtenido en 2012. Por su parte, el Partido Popular pasa de 50 a 33 escaños, en un claro castigo debido a la combinación de los escándalos de corrupción (que sin embargo no afectan al PSOE responsable del caso ERE) sumados a la crisis económica que asola el Estado Español y que en Andalucía se traduce en una tasa de desempleo del 34%.
El gran vencedor de la noche es Ciudadanos, que se acerca al 10% de los votos y obtiene 9 escaños. Un actor desconocido hasta ahora pero en el que las elites políticas y económicas han encontrado el dispositivo perfecto para canalizar la indignación de derecha, el “cambio conservador”. C´s recoge el voto de las clases medias, urbanas y de tendencia liberal desencantadas con el PP.
El ascenso de Ciudadanos nos obliga a relativizar la crisis de régimen y leer la emergencia de esta formación política como una revolución pasiva, o revolución-restauración, en la que se recogen demandas desde abajo integrándolas en una nueva política que cambia algunas cosas para que nada cambie. A pocos meses de las elecciones generales en España y después de la peor crisis económica de su historia, la suma de los partidos del régimen, en este caso en forma de tripartidismo (PP+PSOE+C’s), se sitúa por encima del 71% de los votos en un territorio históricamente progresista con fuerte presencia social del movimiento obrero y del campesinado. Incluso PP y PSOE suman más votos hoy que en las elecciones europeas de hace menos de un año donde no alcanzaron ni siquiera el 61% de los votos.
La sensación agridulce de la jornada electoral en Andalucía la deja Podemos. El movimiento político convertido en maquina electoral obtiene 15 escaños y no llega al 15% de los votos a pocos meses de unas elecciones generales en que este resultado le va a poner difícil presentarse como alternativa de gobierno.
Ni siquiera han logrado movilizar la abstención de manera considerable, que se reduce menos de 3 puntos y sigue superando el 36%. 
Los motivos son diversos pero sobre todo porque si bien no se le puede negar a Podemos el mérito de haber construido un nuevo escenario/tablero de juego, la entrada de nuevas fichas permite también un reacomodo de los anteriores jugadores y la entrada de nuevos que canalizan el descontento de sectores de la sociedad que a pesar del desencanto con el PP y PSOE, no se sienten cómodos votando a Podemos.
 El otro motivo fundamental es que un magnifico ejercicio de comunicación política no sirve ante la implementación territorial de los partidos tradicionales, ni en Andalucía ni mucho menos en las generales.
Podemos crece además a costa de una Izquierda Unida que se queda con el 7% de los votos y 5 escaños. La suma de Podemos e IU otorga 20 escaños en un parlamento de 109 con los que parece difícil que se pueda tomar el cielo por asalto, y mucho menos el gobierno del Estado Español. Si bien es cierto que los resultados en Andalucía no se pueden extrapolar al conjunto de España.
También es cierto que es la mayor región electoral del país y que el bipartidismo, convertido en régimen tripartidista, acaba de obtener 89 de 109 escaños en contra de cualquier cambio que no venga de sus propias filas.
Es claro que son Mariano Rajoy y el Partido Popular los principales perdedores de la jornada electoral en Andalucía, pero quien gana no es Podemos ni las fuerzas que apuestan por el cambio, si no el régimen personificado en el PSOE que podrá gobernar cómodamente en minoría llegando a acuerdos puntuales con otros actores como C’s. Quedan pocos meses para las elecciones generales, pero probablemente es a Podemos a quien más largo se le va a hacer este año electoral que podría terminar incluso en enero 2016 y donde Ciudadanos podría convertirse en la tercera fuerza y partido bisagra para seguir manteniendo (y por lo tanto fortaleciendo) un régimen que no se tambalea tanto como algunos quisieran. Siempre es difícil hacer política ficción pero en estos momentos no sería descartable un gobierno del PSOE encabezado por Susana Díaz como Presidenta y con el apoyo externo de Ciudadanos.

 y ver...

https://www.diagonalperiodico.net/global-andalucia/26153-bipartidismo-resiste-envite-elecciones-andaluzas.html

domingo, 22 de marzo de 2015

Vicios privados, públicas virtudes .











Grecia, España y la reestructuración de la deuda: ¿llegamos tarde?

Las soluciones pasan por reconocer el origen privado de la crisis y seguir reconociendo asimetría en las soluciones institucionales para favorecer a los países deudores
Ignacio Muro Benayas 
21/03/2015     

Los problemas sociales encuentran una solución adecuada a las relaciones de poder en cada momento. Si, durante años, unos son capaces de esconderlos y camuflarlos mientras otros llegan tarde a desentrañarlos y a enfrentarse a ellos, entonces, suele ocurrir que los escenarios políticos cambian. E incluso cambia la naturaleza del problema. Eso está pasando con la deuda: cuando los ciudadanos griegos y de otros pueblos del sur despertaron, ni los deudores ni los acreedores eran ya los mismos como consecuencia de múltiples procesos de socialización.

Una deuda exterior, fundamentalmente de instituciones financieras del sur, comprometida con bancos privados de Francia, Alemania, Inglaterra, etc, financiadores interesados de las múltiples burbujas periféricas, se había deslizado, paso a paso, para acabar siendo deuda fundamentalmente pública y comprometida con instituciones públicas europeas u organismos multilaterales.

El problema desde Grecia y España

La naturaleza del problema económico de la deuda griega sigue siendo el mismo. Como dice Stiglitz lo que ha ocurrido se puede resumir diciendo que "la UE  no esta rescatando a Grecia sino a los bancos alemanes". Lo mismo reconoce el FMI. Más, si esa es la esencia económica del problema, esa realidad se ha ido camuflando durante siete años a través de múltiples mecanismos.

Lo que ha ocurrido es que los sucesivos planes de rescate griegos han sido soportados por prestamistas institucionales (un 65% por el Eurogrupo y el BCE) sustitutos de la banca alemana, mientras los prestatarios, los que soportan la carga de la deuda, no son ya los bancos griegos sino los ciudadanos a través de su gobierno. Y ese doble cambio tiene sus consecuencias: mientras los bancos han desaparecido de la primera linea, los gobiernos europeos más conservadores (en realidad, toda Europa) pueden presentarse como defensores de los intereses  de sus contribuyentes españoles, alemanes, portugueses… mientras acusan al pueblo griego de todos los despilfarros.

En España, los procesos de socialización de la deuda han tenido el mismo efecto perturbador. Si en 2008 las empresas y bancos españoles reconocían una deuda de 600.000 euros, principalmente financiada con bancos franceses (por 200.000 millones de euros) alemanes (160.000 millones de euros) o estadounidenses (140.000 millones de euros), siete años más tarde había desaparecido en buena medida de los balances bancarios. Si el primer deudor es el gobierno (la deuda pública ha pasado a significar el 100% del PIB mientras en 2008 estaba en el 39%), los principales acreedores son ya españoles, ya que los titulos de deuda están en un 55% renacionalizados.

¿Qué significa esto? Que cualquier renegociación o quita sobre la deuda pública española agravaría, en primer lugar, la recesión de balances de los agentes economicos españoles y sus problemas de solvencia y liquidez. Y ahí se incluyen desde los propios bancos españoles (204.000 millones de euros en septiembre de 2014) al Fondo de Reserva de la SS (52.000 millones de euros) o ahorros particulares colocados en fondos de inversion y pensiones (100.000 millones de euros).

De modo que la naturaleza del conflicto político es ya sustancialmente diferente.

No conviene ignorarlo entre otras razones porque esos camuflajes, esos mecanismos de socialización, han servido, también, al progreso europeo: lento y parcial pero progreso al fin.

Europa y su triple mecanismo de socialización de riesgos

Conviene entender de qué modo han ido cambiando las cosas para poder construir un relato adecuado a la realidad.

1. El saneamiento de la banca ha sido, el primer mecanismo por el que los gobiernos nacionales han socializado deuda privada bancaria de sus países para convertirla a deuda pública.  Ese proceso ha sido común en toda Europa, desde Inglaterra a Lituania. En España, ha liberado a la banca del crédito al promotor inmobiliario y comprometido recursos equivalentes al 30% del PIB, en un 90% fondos publicos nacionales. Las pérdidas finales estimadas rondarán entre el 16% y el 20% del PIB.

2. La renacionalización de la deuda pública externa. Una vez socializado el riesgo interno a los propios estados tocaba el turno a la deuda exterior. El carry trade (financiación del BCE a los bancos del sur para aportar la liquidez suficiente para adquirir títulos de “su” deuda pública) inaugura el llamado “circulo vicioso” entre deuda soberana y deuda bancaria. Pero ha sido mucho más que eso:  ha sido, en realidad,  un “mecanismo virtuoso” para los bancos franceses y alemanes que les ha permitido ir transfiriendo su exposición al riesgo periférico a los bancos de los países deudores, convenientemente financiados. Los bancos españoles llegaron a disponer de casi 490.000 millones de euros en 2012 (cerca del 50% del PIB) para bajar a 250.000 en 2013. Con un efecto añadido: el diferencial de tipos del carry trade aportó, además, en esos años casi el 35% de los margenes bancarios. 

3. La mutualización a través del BCE de deudas nacionales. Como los bonos de la deuda publica adquirida por los bancos se depositaban como garantía en el mismo BCE, el carry trade inauguraba tambien un tipo de operaciones de mutualización indirecta de los riesgos europeos y, por ello, el BCE fue acusado por los países del norte de estar comprando de forma encubierta Deuda Publica del sur.  Esa política continuó después con las subastas a largo plazo TLTRO y ha dado un salto cualitativo con el QE: ahora ya no se trata de deuda bancaria sino de deuda pública, y, sobre todo, ya no son operaciones asimétricas y puntuales para atender a los países con problemas sino actuaciones periódicas y simétricas, basadas en una fórmula exacta que equilibra el riesgo compartido de cada país respecto a su PIB. El camino hacia la mutualización se ha institucioanlizado.

La crisis ha acelerado la “solidaridad europea” al tiempo que convertía en paganos a sus ciudadanos. No hay que minusvalorar lo primero, como tampoco hay que olvidar que estos tres programas han conseguido su principal fin: cargar todo el peso del rescate financiero sobre deudores y contribuyentes. Lo peor es que ese desvío consciente de riesgos hacia los ciudadanos fue acompañado de un proceso de culpabilización social para justificar el empobrecimiento posterior y unos ajustes de castigo, totalmente ineficaces.

La defensa de los deudores construye Europa

Enfrentarse hoy con el problema de la deuda requiere ser consciente de estos cambios para evitar el aislamiento y el enfrentamiento entre naciones. Lo contrario sería suicida. Las fuerzas realmente progresistas están obligadas a buscar soluciones para sus países mientras construyen un relato inteligible para los ciudadanos de toda Europa que, mientras la fortalece como proyecto eficiente y solidario, hilvane todo lo ocurrido.

Grecia lo está intentando en medio del fuego cruzado. Lo esencial es recalcar que el  problema de la deuda se sigue agravando en Europa. Nadie cree que se pueda descender en los próximos 10 años a los limites del 60% establecidos en Maastricht sin una reestructuración profunda de una deuda pública que, en términos medios, alcanza el 90% del PIB. Mucho más cuando países como Italia, Irlanda o Portugal tienen que dedicar entre el 4,5 y el 5% de su PIB a pagar gastos financieros. Peor aún cuando es evidente que los tipos de interés no estarán eternamente en los niveles actuales y pueden repuntar no tardando mucho.

Las soluciones pasan por reconocer el origen privado de la crisis y seguir reconociendo asimetría en las soluciones institucionales para favorecer a los países deudores. Hay que encontrar los caminos técnicos (vinculación de los pagos al crecimiento, deuda perpetua) que aceleren la consolidación de la deuda pública adquirida por el BCE como deuda no reclamable y convertir al mismo BCE en algo similar a prestamista de última instancia.


La solución es política y Europa debe dar el salto.