viernes, 14 de noviembre de 2014

Conferencia en Bolivia de David Harvey . Vídeo.









[Vídeo] Pensando el mundo desde Bolivia - La Haine

www.lahaine.org/mundo.php/video-pensando-el-mundo-desde

México .-Masacres, medallas y mariachis

El gobierno español condecora al Comisionado General de la Policia Federal de México
Masacres, medallas y mariachis

El Temps

Traducido del catalán para Rebelión por Lucas Marco

Fue, como mínimo, esperpéntico. Al mismo tiempo que una ola de violencia sacudía a México de arriba abajo –el asesinato y desaparición de 43 estudiantes de magisterio de Ayotzinapa por la Policía, el secuestro y la muerte del diputado Gómez Michel y el fusilamiento por militares de 22 personas en Tlatlaya- y se evidenciaba, de nuevo, la corrupción y el desbarajuste de los cuerpos de seguridad de aquel país, uno de sus máximos capitostes, el cuestionado comisionado general de la Policia Federal, Enrique Francisco Galindo Ceballos, viajó a España para recibir una condecoración del Ministerio del Interior. Y no lo hizo a hurtadillas, sino bastante acompañado y por todo lo alto. Se llevó con él el mariachi completo de su corporación: 11 dragones de la Policía Federal con uniforme de gala. Para que no faltara de nada en la fiesta.
El propio ministro del Interior, el beatífico Jorge Fernández Díaz, se quedó de pasta de boniato cuando durante la celebración de la fiesta de la Policía Nacional, condecoró al comisario Galindo Ceballos, con la medalla al mérito policial en la modalidad de Plata Honorífica, y vio de cerca la guardia pretoriana de policías-mariachis que llevaba. El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, intuyendo el marasmo, cogió el micro y, tras reconocer el esfuerzo realizado por el Gobierno mexicano para mejorar las condiciones de seguridad entre las naciones, inició un discurso que no tiene desperdicio: “Estamos ampliando el ámbito de seguridad europeo a una dimensión iberoamericana y México, con su Policía Federal, es un país líder en este proyecto común”. Nada sobre las constantes violaciones de los derechos humanos por los cuerpos policiales mexicanos, los asesinatos extrajudiciales y los centenares de desaparecidos… Los policías-mariachis hicieron dos representaciones –en Madrid y Palencia- que se alternaron con la de la Orquesta Sinfónica del Cuerpo Nacional de Policía. En todos los actos, el comisario Galindo-Ceballos alabó la sólida relación entre las dos policías y agradeció la ayuda de los españoles en la creación de la Gendarmería mexicana. Y se quedó tan ancho.
Paralelamente, en México, se iban descubriendo más y más datos (escalofriantes) sobre cómo habían sido asesinados los estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa (Guerrero) por agentes de la Policía Municipal y sicarios del narcotráfico, y aparecían nuevos testimonios sobre fusilamientos extrajudiciales… que la Secretaría de la Defensa Nacional había tratado de camuflar como enfrentamientos entre militares y presuntos delincuentes. Prácticas que, hasta ahora, nadie ha reconocido haber enseñado nunca.
Xavier Vinader (Sabadell, 1947), veterano periodista de investigación, recibió en 2007 la Creu de Sant Jordi. En 2009 el Centre d'Estudis Històrics Internacionals de la Universitat de Barcelona editó el libro ‘Xavier Vinader i Sánchez. Periodisme i compromís’ (Editorial Afers). También protagoniza el documental 'Xavier Vinader, periodista. Contra la guerra bruta', dirigido por Xavier Montanyà y Àngel Leiro.
[Publicado en la revista El Temps (nº 1586) del 2 de noviembre del 2014]

martes, 11 de noviembre de 2014

9N .-La voluntad popular no es unívoca.


Los datos del 9N. “La maquina de la verdad” de Carles Castro. La Vanguardia


datos 9N

“El proceso participativo del pasado domingo acabó convirtiéndose en una gigantesca máquina de la verdad que no desveló ningún secreto. Bastaba con repasar los resultados de las autonómicas del 2012 para saber que los más firmes partidarios del derecho a decidir sumaban algo más de dos millones de ciudadanos catalanes (exactamente 2.305.290, este domingo) y que los potenciales defensores de la independencia sumaban algo menos de esa cifra (1.861.753, el 9-N). Sólo se trataba de sumar los votos de CiU, Esquerra, la CUP y Solidaritat, con o sin Iniciativa. Y aún así, ese resultado agridulce para el soberanismo se expresó a través de un desenlace deslumbrante: una movilización equivalente a entre un 37% y un 42% del censo electoral (según la base que se tome de referencia). Es decir: mucha gente para un simple “simulacro” (más incluso que en el referéndum sobre la Constitución europea de febrero del 2005).
Sin embargo, los nutrientes de esa movilización flotaban en la atmósfera. Lo voluntario atrae, lo obligatorio repele y lo prohibido fascina. Estas sencillas pautas de comportamiento alcanzan también a la vida política y a la conducta electoral. Y a ello hay que añadir la redundante imagen positiva del sí (como libre adhesión) y la inevitable percepción negativa del no (como displicente rechazo de tintes autoritarios). Si a todo esto se une una desaprobación al Gobierno central que en Catalunya alcanza proporciones mucho más amplias que en el conjunto de España (donde los juicios negativos ya rozan el 70%), no es difícil imaginar una tormenta perfecta que congregue en la misma dirección a los distintos grupos críticos con el poder y la coyuntura. Y por eso el domingo en Catalunya más de dos millones de personas se sumaron a un proceso participativo sin consecuencias jurídicas, aunque casi un 20% de ellas no lo hicieran para apoyar la independencia.
A partir de ahí, la extrapolación electoral del simulacro del 9-N (entendido como ensayo ante las urnas) dibuja un cierto techo para el independentismo, más allá del enigma que plantea la solidez del sí a la secesión en una consulta electoral que tuviera consecuencias tangibles. Ciertamente, los resultados suponen la consolidación de un bloque electoral soberanista hipermovilizado, capaz de marcar la agenda política y de mantenerse como una minoría determinante (con mayoría absoluta en el Parlament) incluso en elecciones de alta participación, como podrían serlo aquellas centradas en el encaje de Catalunya en España. Sin embargo, la cifra de papeletas a favor de la independencia equivale, como mucho, a un 33% del censo electoral. Un bagaje manifiestamente insuficiente para afrontar el viaje hacia la Ítaca independentista. Y las extrapolaciones son concluyentes, pese a las salvedades metodológicas.
En este sentido, es verdad que el censo de referencia se vio distorsionado el domingo por la presencia de participantes menores de 18 años y mayores de 16. Pero si se adopta como referente el censo ampliado a los residentes en el extranjero (más de cinco millones y medio de electores), no se vislumbran márgenes de error insoportables en la proyección de las papeletas del 9-N sobre unas hipotéticas elecciones (o un referéndum) de “verdad”. Sólo se trata de recrear los diversos escenarios de participación con el mencionado censo electoral del 2012.
Pues bien, suponiendo que los votantes añadidos en esa futura cita electoral verdadera lo hicieran en contra de las tesis independentistas, bastaría una participación similar a la de las últimas autonómicas (67%) para que el independentismo quedase por debajo del 50% de los votos emitidos (ver gráfico adjunto). Naturalmente, podría ocurrir que algunos de los votantes que no hubiesen participado el 9-N apoyaran en el futuro la secesión, pero es poco probable que se trate de un contingente relevante. En cambio, parece más probable que en unos comicios marcados por el dilema dramático de la ruptura con España, la afluencia a las urnas fuese mayor y se encaramase al 75% (como en las angustiosas elecciones del 2004). Y en ese caso, los menos de dos millones de papeletas sí-sí supondrían alrededor del 44% de los votos emitidos. Es decir, un resultado similar al escocés. Y es que aunque las encuestas prometan tesoros, la realidad suele ser siempre más modesta y cambia más despacio de lo que aparenta.
Finalmente, los resultados del domingo confirmaron una vez más la existencia de varias Catalunyes que coexisten en universos paralelos y algo herméticos. Por un lado, una Catalunya interior, con menor peso demográfico, donde el apoyo a la independencia se acercó al 50% del censo; por otro, una Catalunya litoral, donde el secesionismo no siempre llegó a congregar a un tercio del censo electoral. Sin olvidar un nutrido cinturón metropolitano donde ese apoyo quedó en muchos casos por debajo del 20% del electorado”.
http://registrousuarios.lavanguardia.com/premium/54419758926/index.html

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 y ver otro análisis

http://elpais.com/elpais/2014/11/19/opinion/1416415999_256355.html


La demoscopia de la vieja política

La vieja política agoniza... y su demoscopia también



En el mes anterior a las elecciones europeas se publicaron en España 15 grandes encuestas pre-electorales. Para hacernos una idea de su nivel de predicción basta con decir que de esas 15 la menos mala se equivocó por más de 10 puntos respecto a los resultados finales en cuanto a los dos grandes partidos (DYM concedía a PP y PSOE un 59,2% entre ambos, finalmente fue un 49,1%).El replanteamiento de la política ha de conducirnos a un sistema realmente transparente, más participativo y que genere dinámicas de rendición de cuentas de los responsables públicos. La demoscopia es un área más que se ha visto contaminada por los intereses de la casta dominante y que por tanto sirve de símbolo (como tantos otros) de cómo no se deben hacer las cosas. Nos centraremos en tres elementos, todos ellos interrelacionados: primero, la ausencia de rigor; segundo, la falta de transparencia; y tercero, la connivencia de intereses.
1) Centrémonos por ejemplo en la estimación de voto del último CIS. Hay muchas maneras de desmontarlo, he aquí una de ellas, que además se basa en la serie histórica del propio CIS. Resulta que consultando su base de datos, el partido que lidera la intención de voto un año antes de las elecciones generales es siempre quien acaba ganándolas. Sin embargo, el último CIS ha decidido ignorar este hecho y no sólo no se ha puesto en primer lugar en estimación a quien es primero en intención directa (Podemos), sino que además se le ha rebajado al tercer lugar.
Si lo que se pretende es traducir la opinión de la ciudadanía en un dato final que sirva de estimación de voto, es lógico que se utilicen fórmulas estadísticas que nos acerquen al resultado más probable (y que sea justo con los datos de que se disponen). En otras palabras, la cocina es legítima, pero ha de fundamentarse en hipótesis de trabajo válidas a la luz de lo que la historia, la sociología política y la demoscopia nos han ido enseñando, y no a la luz de lo que el jefe (el Gobierno en el caso del CIS) quiera ver reflejado en la encuesta. Una cocina es legítima si se justifica razonadamente, algo que no existe ni en el caso del CIS ni en el de las demás grandes encuestas. Algo que nos lleva al segundo punto de nuestro análisis.
2) En el contexto de la falta de transparencia en la actuación de las instituciones, en el centro de investigación socio-política más importante de España se ha consolidado un sistema de trabajo que permite a cada director modificar la metodología empleada en lo referente a los datos de estimación de voto sin ni siquiera tener que hacerlo público. En su propia página no tienen reparos en reconocerlo, en ella se dice que "su método de cálculo nunca se ha hecho público y ha cambiado con los distintos equipos de dirección del CIS". En un centro del prestigio e influencia de que goza el CIS, los riesgos de tal aproximación oscurantista son evidentes. Así, desde 2012 se viene produciendo en sus encuestas una alarmante tendencia de disociación entre los datos reales de intención de voto y las estimaciones de voto. Mientras que en años anteriores las diferencias eran leves, en 2012 y 2013 esas diferencias normales se multiplicaron hasta por seis, teniendo curiosamente al Partido Popular siempre como beneficiario de estas transferencias y al resto de partidos como constantes perjudicados. En 2014 la tendencia sigue acentuándose: en el último CIS la cocina logra pasar el dato del PP de un 11,7 a un 27,5.
En cuanto que no se explica en ningún lugar la metodología utilizada para la obtención de las estimaciones de voto, el CIS y demás órganos demoscópicos incumplen el Compromiso número 2 del Manifiesto por la calidad de las encuestas firmado por el propio CIS en 2007, que establece la obligación de “especificar siempre la metodología utilizada, indicando de dónde proviene cada dato, y si estos son resultados directos de la encuesta o de análisis realizados posteriormente”, y también el Compromiso 4 que habla de “facilitar al máximo, y con carácter permanente, la información y transparencia de los procesos de trabajo utilizados en la realización de encuestas y el acceso a sus resultados”.
3) Ante las encuestas electorales se observa en general una doble percepción: por un lado se les concede gran notoriedad, sus datos son estudiados al detalle y los grandes titulares copan los medios de comunicación; pero eso no es óbice para que al mismo tiempo sufran un gran descrédito en la actualidad. Ello se debe fundamentalmente a que la ciudadanía tiene la impresión (sin duda correcta) de que los resultados de la encuesta dependen de quién sea el que la ha encargado. Seguramente no se necesitan ejemplos que ilustren esta apreciación, pero aquí va uno: mientras que Metroscopia/El País hablaba de empate técnico entre PP y PSOE de cara a las europeas, los últimos sondeos de ABC y El Mundo situaban a los populares con 6 y 8 puntos de ventaja, respectivamente. Al final fueron 3, lo que confirma que es acertada la intuición ciudadana de que para saber los resultados reales es necesario restar unos puntos al PP cuando se trata de encuestas de medios más conservadores y de sumarle cuando se trata de medios menos afines como El País. Y viceversa en el caso del PSOE. Pero por supuesto todos esos grandes medios coincidirán en otorgar al bipartidismo un peso mayor del que realmente tienen, como veíamos al principio, pues al fin y al cabo esos medios de comunicación son parte consustancial del mismo sistema que el PPSOE representa.
En definitiva, la nueva política será impotente si no va acompañada de un cambio en la cultura política (de la que afortunadamente desde mayo de 2011 hay cada vez más indicios). Además de por democratizarlo todo, esta cultura pasa por algo tan fácil y tan complicado como simplemente permitir a los profesionales hacer su trabajo: a los jueces, para que enjuicien la corrupción y sirvan de contrapeso a las otras ramas del Estado; a los periodistas, para que ejerzan su crucial control del poder; a los sociólogos, para que reflejen rigurosamente y sin intereses partidistas lo que está ocurriendo en la opinión pública.
Noel Bandera, sociólogo y politólogo

lunes, 10 de noviembre de 2014

Catalunya: el día después del 9N.


DOS MILLONES DE PERSONAS PARTICIPAN EN UNA CONSULTA SIN PRECEDENTES
Catalunya: el día después del 9N
Tras la consulta ciudadana en la que ayer votaron 2.236.803 personas se abren distintos escenarios para el país.

Pablo Elorduy
10/11/14 · Diagonal.



2.236.803 personas participaron ayer, 9 de noviembre, en la consulta ciudadana llevada a cabo en Catalunya. De ellas, el 80% optó por la fórmula del independentismo, el famoso sí-sí. Algo más de un diez por ciento expresó su deseo de que se construya un modelo de relación federal (sí-no) y un 4% optó por el "no" al cambio de modelo. Pasadas 24 horas, sin embargo, ninguna incógnita se ha resuelto. Bien al contrario, parece que al paisaje le falta una parte que está fuera de plano o que, como ha dicho Guillem Martínez en El País, "es otro jalón con final abierto". No sólo por el 64% del censo que no acudió ayer a los puntos de votación dispuestos por la organización del evento, si no porque las fuerzas que llamaron al voto se reservan algunas opciones de cara al futuro inmediato. Así lo cree Arturo Puente, analista político y colaborador de eldiario.es, quien, consultado por Diagonal, considera que el acto de ayer es "el estertor de una etapa muerta", al menos en lo que a las relaciones entre los principales dinamizadores de la consulta —CiU y ERC— se refiere. Hoy, 10 de noviembre, se termina el acuerdo entre las fuerzas que encabezan Artur Mas y Oriol Junqueras, desarrolla Puente. "Cuando se rebajó la consulta al acto simbólico, ERC se sintió engañada", explica este analista, de manera que el 9N resetea el consenso logrado hasta esa fecha y Mas se ve en una disyuntiva, volver sobre los pasos perdidos, que, traducido, significa apoyarse en el PSC para sacar adelante la legislatura --con la próxima estación en la aprobación de los presupuestos para 2015--, o bien optar por la convocatoria de elecciones anticipadas.

Elecciones anticipadas

El abogado y activista Hibai Arbide también detecta un "bloqueo evidente" en el mapa que queda tras la masiva movilización del domingo. Para Arbide, el escenario más probable es el adelanto electoral, dado que el principal actor civil de la película, la Assemblea Nacional Catalana (ANC) apuesta por esta vía. Una vez que la Candidatura d'Unitat Popular ha rechazado definitivamente formar parte de una "candidatura país", es decir, una lista formada con el único programa de la independencia, la fusión —"fría" o no— entre ERC y CiU es la opción que seguiría los pasos del proceso comenzado, pero también plantea incógnitas. Arturo Puente recuerda que, con el último barómetro del CIS en la mano, CiU ha perdido el 50% de su electorado en los últimos cuatro años. El objetivo de ERC, indica este analista, "no es ir a las elecciones con un perdedor [CiU], pero, al mismo tiempo, esa es la única posibilidad de conseguir una mayoría parlamentaria de carácter independentista. Esta mayoría podría obtener unos resultados de entre 1,6 y 1,8 millones de votos, muy por encima del tope que ha conseguido CiU en los años dorados del pujolismo. Sin este pacto atado, indica Puente, no se va a anunciar el adelanto electoral. La secretaria general de ERC no perdía tiempo y hoy lunes, el día posterior a la consulta, aseguraba que era necesario convocar unas "elecciones constituyentes" como paso lógico tras la votación del 9N y con el fin de formar un gobierno de concentración que lleve a Catalunya a la independencia.  Pasadas 24 horas ninguna incógnita se ha resuelto. Bien al contrario, parece que al paisaje le falta una parte que está fuera de plano

La declaración unilateral

Otro escenario posible, indica Arbide, es que se haga una apuesta por la declaración unilateral de independencia, pero, indica, "sin una fuerza abrumadora es un brindis al sol". Y es que, a pesar de la fuerza moral puesta en marcha por las opciones independentistas, no salen los números, "se tendría que haber dado un resultado de cuatro millones de votos", resume Arbide, quien recuerda que para obtener "estándares reconocidos" a nivel internacional, es necesario que vote más de un 50% del censo y que de esa masa de votantes, un 55% abogue por la independencia. Puente incide en que ayer se obtuvo un número de votos a favor del sí-sí muy parecido al que cosecharon los partidos soberanistas en los últimos comicios, por eso señala el papel que un voto por el "no" movilizado tendría que jugar si se pone encima de la mesa la opción de la declaración unilateral.

La presión de la CUP

"La gente ha conseguido transformar lo que era una huida hacia adelante del Gobierno en una movilización capaz degenerar un mandato político". Isabel Vallet, de la CUP pedía ayer mismo en una entrevista que el Gobierno tome la única salida que su grupo ve posible, la dimisión y la convocatoria de elecciones. De este modo, la CUP mueve ficha y se sitúa en un espacio propio, alejada voluntariamente de la "lista país" pero con una apuesta independentista inequívoca y sin demasiados matices. Para Arbide, "esperar que la CUP deje de ser independentista es absurdo, está en su ADN", sin embargo, sí es un factor importante el debate interno que se produzca en estas candidaturas sobre la pertinencia de hablar con un nuevo interlocutor: Podemos.

La formación de Pablo Iglesias fue la gran ausente de la consulta del 9N. "Todo el mundo" mira a Podemos en las últimas semanas, y la CUP no es una excepción. Arbide resume la encrucijada en la que se mueve esta agrupación independentista: "Dentro de la CUP hay distintas posturas respecto a Podemos; se considera que esperar a que haya cambios en el resto del Estado español es transigir con una subordinación que no se puede aceptar y hay mucha desconfianza con que Podemos esté comprometido con la autodeterminación, se lo considera demasiado ambiguo y no es fiable de cara al referéndum". Pero, indica Arbide, "hay gente que piensa que es posible pactar con Podemos como se ha pactado con Mas". La CUP pedía ayer mismo en una entrevista que el Gobierno tome la única salida que su grupo ve posible, la dimisión y la convocatoria de elecciones

Podemos ¿evitar un pacto de élites?

A pesar de que ningún sondeo apunta a una mayoría de Podemos, Puente resalta que lo que viene es un empuje "bestial" de Podemos, capaz por sí solo de desplazar de nuevo la mayoría social y a partidos como Iniciativa per Catalunya (ICV) que ven que "sin apoyar en Procés, hay una fuerza que puede arrastrar otro tipo de discurso". A la espera de que el ciclón Podemos se mida en unos comicios con las fuerzas soberanistas, integradas o no en una candidatura única (CiU-ERC), con los partidos constitucionalistas (PSC, PP, C's, etc) y con fuerzas como la propia ICV o la CUP, la posibilidad de reconducir la situación mediante un "pacto de élites" es el último escenario que se plantea Puente.

Pasos perdidos como la reestructuración del Estatuto, y un trato diferencial desde el punto de vista económico, parecen imposibles de retomar por parte de un Mas a quien los acontecimientos han arrastrado lejos de lo que se discutía hace dos o tres años. Por su parte, el Gobierno de Rajoy, indica Puente, ha comprobado que esto "no es un suflé".  "Una cosa es evidente, esto se negocia políticamente. No se puede poner una barrera de contención con tribunales", dice Puente, para quien los intereses de las élites, el llamado "puente áereo" empresarial y financiero, pasan por un acercamiento entre el presidente del Gobierno y Artur Mas para hallar una "tercera vía" que reconduzca un proceso que a partir de ayer por la noche se encuentra, otra vez, en situación de bloqueo.

viernes, 7 de noviembre de 2014

Marx/Eisenstein/El capital" de Alexander Kluge



"Noticias de la Antigüedad ideológica: Marx/Eisenstein/El capital" de Alexander Kluge
Entender a Marx

Mientrastanto


 Alemania, 2008
Noticias de la Antigüedad ideológica: Marx/Eisenstein/«El capital» (2008) es una de las películas más complejas y monumentales de la historia del cine reciente. A lo largo de casi nueve horas de duración, su director, Alexander Kluge (Alemania, 1932), propone una reconstrucción del proyecto inacabado de Eisenstein de rodar El capital de Karl Marx tras un febril encuentro con James Joyce en 1927. Noticias de la Antigüedad ideológica es también un nuevo giro de tuerca para entender el espectro contemporáneo de Marx a partir de una imagen fantasmagórica, constituida por la asociación libre y el montaje de ideas, capaz de volver a imaginar el cine como un medio crítico y de conocimiento.
Si bien esta película participa de la pulsión actual hacia El capital, Kluge se distancia de las celebraciones y retornos literales dominantes para armar un relato alegórico en el que, mientras el texto es la potencia melancólica de un proyecto radical irrealizado, el subtexto es la redención del presente a partir de una rigurosa excavación del pasado. De esta forma, Noticias de la Antigüedad ideológica se plantea como un amplio archivo transversal que contiene el cine dentro del cine, las imágenes de historia y catástrofe del siglo XX, fragmentos de ópera, entrevistas a distintos pensadores (Peter Sloterdijk, Oskar Negt, Hans Magnus Enzensberger...), ficciones interpretadas, esfuerzos pedagógicos o textos y fragmentos de discurso proyectados entre las imágenes. Dentro de este torrente, Kluge parece referirse a cómo los media son tanto ruinas del pasado como modelos de futuro. "La historia del cine sigue siendo un desafío —escribe—, es un Fénix, y sigue sin cumplirse. Alrededor de 1929, cuando Eisenstein quiso realizar su versión de El capital de Marx, en el umbral del cine sonoro, el viejo cine muere por primera vez por motivos comerciales para volver a surgir en otra parte. Hoy es lo mismo: el cine está muriéndose en los cines y vuelve a surgir en Internet".

Fuente original: http://www.mientrastanto.org/boletin-129/en-la-pantalla/noticias-de-la-antigueedad-ideologica-marxeisenstein-el-capital