sábado, 19 de diciembre de 2020

Caso Beteragune . -Si esto no es prevaricación...

 Si esto no es prevaricación...

No se puede justificar lo injustificable. El Supremo pudo hacerlo cuando resolvió el recurso de casación. Pudo corregir el vicio de la sentencia de la AN y ordenar la repetición del juicio, como le solicitó la defensa de Otegi. Pero no lo hizo. Tampoco el TC

 Javier Pérez Royo

El miércoles publiqué un artículo (Vicio insubsanable) al tener conocimiento de la sentencia del Tribunal Supremo (TS) por la que se ordenaba la repetición del juicio de Arnaldo Otegi por el caso Bateragune. Únicamente conocía el comunicado del TS, pero no la fundamentación jurídica de la sentencia, que ha sido hecha pública este jueves.

 Tras haber leído la sentencia, no solamente me reafirmo en lo que publiqué el pasado miércoles, sino que pienso que puedo ir más lejos de lo que entonces sostuve. La sentencia es un caso de libro de prevaricación.

 Hay una contradicción en la sentencia entre el relato de los hechos y la fundamentación jurídica de la decisión. En el relato de hechos se reconoce que la sentencia inicial fue de la Audiencia Nacional (AN), pero que a continuación, en la sentencia del TS en el recurso de casación interpuesto por la defensa de Arnaldo Otegi por falta de imparcialidad de la Sala de la AN, se dice textualmente: "Mantenemos el pronunciamiento de la sentencia dictada por la Sala de lo Penal de la AN...".

 La falta de imparcialidad en la condena de Arnaldo Otegi no es atribuible, por tanto, a la AN exclusivamente, sino que es atribuible también al TS. Arnaldo Otegi solicitó en su escrito de casación que el TS anulara la sentencia de la AN por falta de imparcialidad y ordenara la repetición del juicio, pero el TS no atendió dicha petición y confirmó la sentencia de la AN. Hizo suya, por tanto, la falta de imparcialidad de la AN. Lo mismo ocurriría a continuación ante el Tribunal Constitucional (TC) al no otorgar el amparo solicitado por Otegi.

 La falta de imparcialidad no ha afectado exclusivamente a la Sala de lo Penal de la AN, sino también a la Sala de lo Penal del TS y al TC. Los tres órganos jurisdiccionales han vulnerado el derecho de Otegi a un juez imparcial.

 El concurso de esas tres ausencias de imparcialidad han sido necesarias para que se cumpliera la condena impuesta  y Otegi pasara seis años privado de libertad. Sin el concurso del TS y el TC no hubiera sido posible. Seis años en prisión, siendo inocente, ya que su presunción de inocencia no había sido destruida de manera constitucionalmente aceptable. Se vulneró su presunción de inocencia al imponérsele la condena por un juez parcial y al confirmarse dicha condena por el TS y el TC.

 Estos son hechos incontrovertibles. Figuran así en el la propia sentencia 682/2020 del TS mediante la cual se ordena la repetición del juicio contra él por el caso Bateragune. Ha estado seis años privado de libertad por la decisión de la AN, del TS y del TC, es decir, por todos los órganos judiciales que podían tomar una decisión respecto de su conducta. Estos tres órganos judiciales son, en lo que al caso Bateragune se refiere, el PODER JUDICIAL DEL ESTADO ESPAÑOL. Por eso, a quien condena el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) es al Estado español.

 Es obvio que los miles de jueces y magistrados que integran el Poder Judicial no han tomado la decisión, como también lo es que hubo votos particulares tanto en el TS como en el TC, pero la decisión del poder judicial del Estado fue la que fue. Y se hizo cumplir como tal. Seis años en prisión.

 En diciembre de 2020 los 16 magistrados que integran la Sala de lo Penal del TS, en la sentencia mediante la que ordenan la repetición del juicio contra Arnaldo Otegui en la AN, advierten en el Fundamento jurídico segundo "que el Estado de Derecho no puede permanecer impasible ante una privación de libertad cuya justificación se ignora..." y decide, en consecuencia, que hay que repetir el juicio para que "se conozca" la justificación de dicha privación de libertad.

 En esta frase está el núcleo esencial de la sentencia 682/2020. Otegi ha estado seis años en prisión sin que se sepa muy bien por qué, vienen a decir los 16 magistrados que firman la sentencia. Ahora habrá que explicar por qué ha sido así. 

 Esto simplemente no es verdad. El TS no puede desconocer que la AN "justificó" por qué condenaba a Otegi. La sentencia de la AN fue una sentencia "motivada". No puede desconocer que el TS "justificó" por qué confirmaba la decisión de la AN. La sentencia del TS también fue "motivada". Y tampoco puede desconocer que el TC "justificó" por qué entendía que ambas decisiones no habían supuesto vulneración de los derechos fundamentales de Otegi. Su sentencia también fue "motivada".

 No es verdad, en consecuencia, que "se ignore la justificación de la privación de libertad" de Otegi. Se conoce perfectamente la justificación. Está en la fundamentación jurídica de las tres sentencias dictadas por la AN, el TS y el TC. El problema es que tal justificación se produjo con vulneración del derecho fundamental a un juez imparcial, vulneración imputable a los dos máximos órganos de la justicia ordinaria y al órgano de la Justicia Constitucional.

 No se puede justificar lo injustificable. El TS pudo haberlo hecho en la sentencia mediante la que resolvió el recurso de casación. Pudo corregir el vicio de la sentencia de la AN y ordenar la repetición del juicio, como le solicitó la defensa de Arnaldo Otegui. Pero no lo hizo. Tampoco lo hizo el TC, que pudo corregir el vicio de la AN y del TS. Este era el momento procesal en que podía haberse corregido el vicio de falta de imparcialidad.

 Ahora ya no puede hacerse. Ni por la AN, ni por el TS, ni por el TC. ¿Puede haber mayor prueba de falta de imparcialidad que intentar corregir unilateralmente a posteriori la propia falta de imparcialidad previa? Porque la falta de imparcialidad ya no es de unos órganos judiciales, sino de todo el Poder Judicial. Para acudir  al TEDH se ha tenido que “agotar” la vía judicial en España. El TEDH no constata que ha errado la AN, el TS o el TC, sino que ha errado el poder judicial del Estado español. Como consecuencia de ese error, Arnaldo Otegui ha estado seis años en prisión, sin haber debido estarlo. ¿Puede el TS absolver a la AN, a sí mismo y al TC de haber vulnerado el derecho fundamental de Otegi a un juez imparcial después de haberlo mantenido seis años privado de libertad? ¿Puede el Estado de derecho permanecer impasible ante un acto tan inequívocamente prevaricador?

 Al dictar la sentencia 682/2020 en los términos en que lo han hecho los 16 magistrados de la Sala de lo Penal del TS han levantado un acta de acusación contra ellos mismos.

 

 NOTA . .Otegi , se  separó de ETA e intento reconvertir el movimiento aberzale y sacarlo del síndrome de Estococolmo  a que los sometía   ETA , cuando ETA se disolvió , toda la prensa  dudaba si no quedarían  comandos autónomos , que se ascenderían de nuevo y  seguirían cometiendo atentados , el papel de  Otegi fue fundamental para que  no sucediera llevando el aberzalismo a un movimiento político  pacífico . Desde el 1998 Otegi participó en la firma del Pacto de Estella, el cual proponía, para solucionar el conflicto, el inicio de un proceso de diálogo sin «condiciones previas infranqueables» con una segunda fase que exigiría una «ausencia permanente de todas las expresiones de violencia»; propuestas que propiciaron una tregua de ETA. Y Bateragune fue la última de ellas apostaba por «la utilización de vías exclusivamente políticas y pacíficas». . En 2012 pidió «sus más sinceras disculpas» a las víctimas de ETA y afirmó que sentía «de corazón» si desde su posición política había añadido «un ápice de dolor, sufrimiento o humillación a las familias de las víctimas».   Y tanto Zapatero como otros políticos vascos manifestaron la importancia de  Otegi en la disolución de ETA . Durante su última reclusión se sucedieron diversos actos de apoyo para reclamar su puesta en libertad en una campaña internacional a la que se sumaron destacadas personalidades, como los expresidentes José Mujica (Uruguay), Fernando Lugo (Paraguay) y José Manuel Zelaya (Honduras), los premios nobel de la paz Mairead Maguire, Adolfo Pérez Esquivel y Desmond Tutu, el filósofo Noam Chomsky, el sociólogo James Petras, la ganadora del Premio Pullitzer Alice Walker, la activista afroamericana Angela Davis, el escritor y cineasta Tariq Ali, el oscarizado actor Haskell Wexler, el exfiscal general de Estados Unidos William Ramsey Clark, y muchos otros . El realidad muchos lo consideran a Otegi , el  Gerry Adams vasco . Recordemos que ETA  tuvo su origen en el franquismo y que no acabo con ella y se tardó -+  35 años  de democracia acabar con ella .




viernes, 18 de diciembre de 2020

Golpe de toga ( Lawfare) en el caso Bateragune .

 El Supremo justifica el nuevo juicio a Otegi porque lo considera culpable

Gemma Liñán

  El Tribunal Supremo ordena repetir el juicio a Arnaldo Otegi porque "tras la sentencia del TEDH procede dar respuesta en derecho a defensas y acusaciones sobre el fondo del ‘caso Bateragune’", dice el alto tribunal.

  El Pleno de la Sala II del Tribunal Supremo, en la sentencia en la que ordena repetir el juicio a Arnaldo Otegi y otras cuatro personas por el ‘caso Bateragune”, considera que tal decisión es obligada ante la nulidad de la primera sentencia condenatoria dictada por la Audiencia Nacional por falta de imparcialidad del tribunal, de acuerdo a lo establecido por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH). Añaden que la consecuencia de dicha nulidad debe ser la celebración de un nuevo juicio ya que de otro modo no existiría una resolución válida sobre el fondo del asunto, es decir, sobre la existencia de los hechos, la participación de los acusados en los mismos, y sobre su carácter delictivo, lo que es un derecho tanto de las defensas como de las acusaciones.

 La sentencia explica que los acusados fueron condenados como autores de unos hechos y han cumplido la pena, y “el Estado de Derecho no puede permanecer impasible ante una privación de libertad cuya justificación final se ignora”. Por otro lado, “las acusaciones no han decaído y quienes las sostienen tienen derecho a una resolución motivada respecto de sus pretensiones debidamente formuladas”.

 El tribunal afirma que los precedentes de la Sala, en casos en los que se apreció una vulneración del derecho a un juez imparcial, “han conducido, sin excepción, a la declaración de nulidad del juicio y de la sentencia y a la necesidad de la celebración de un nuevo juicio con un tribunal de diferente composición”. En ningún caso se acordó -añade la Sala- que la vulneración de aquel derecho, si no venía acompañada de otras vulneraciones distintas, supusiera la absolución del acusado.

 Los magistrados explican que, al ser imprescindible la declaración de nulidad de la sentencia de la Audiencia Nacional, debe decidirse a continuación el alcance de dicha nulidad, ya que la constatación de que los acusados tenían razones objetivas para dudar de la imparcialidad del tribunal no supone una resolución válida sobre el fondo de la cuestión.

 Para el tribunal, la inexistencia de una resolución expresa tendría dos consecuencias inmediatas. De un lado, que “no existiría un pronunciamiento definitivo de la justicia” sobre la realidad de los hechos, la participación de los acusados, y su carácter delictivo.  Y de otro lado, que los acusados recurrentes “han cumplido una pena, en el caso privativa de libertad, como consecuencia de hechos sobre los cuales no existe ese pronunciamiento definitivo”.

 La Sala, sin embargo, rechaza que la consecuencia de tal declaración de nulidad sea la absolución por la que se inclinan los recurrentes de forma implícita. “Los acusados fueron condenados como autores de unos hechos determinados y han cumplido la pena. Ante una situación tal, por un lado, el estado de derecho no puede permanecer impasible ante una privación de libertad cuya justificación final se ignora. Y por otra, ha de tenerse en cuenta que las acusaciones no han decaído, y quienes las sostienen tienen derecho a una resolución motivada respecto de sus pretensiones debidamente formuladas”, subraya el Pleno de la Sala Segunda.

 Con absolución no se repite el juicio .

 La Sala cita ocho precedentes de sentencias del Supremo, referidos a otros tantos casos en los que se había acordado la absolución en la instancia y recaía condena en apelación o casación sin haber oído al acusado, por lo que la sentencia de revisión derivada de resolución del TEDH supuso la vigencia den las absoluciones acordadas en la instancia, y no fue necesaria una nueva resolución. También menciona otra sentencia de la Sala II, en un caso en el que el TEDH había condenado por vulneración al derecho a la libertad de expresión, lo cual inevitablemente conducía a entender la procedencia de la absolución.

 La Sala precisa que “en el caso presente, sin embargo, los recurrentes fueron condenados en la instancia, de manera que la declaración de nulidad de la sentencia dictada en casación no podía implicar, ni expresa ni implícitamente, la vigencia de la dictada en la instancia”.

El Pleno indica en su sentencia, ponencia del magistrado Miguel Colmenero, que existen razones formales y materiales para que la nulidad de la sentencia de instancia, derivada de la estimación de la queja de los recurrentes, suponga la reapertura del proceso. Así, explica que desde el punto de vista formal, la anulación de la sentencia de la Audiencia Nacional exige el dictado de una nueva que resuelva adecuadamente el recurso de conformidad con la doctrina del TEDH aplicada al caso, es decir, estimando el motivo en el que se alegaba vulneración del derecho a un juez imparcial y acordando, consecuentemente, la nulidad de la sentencia de instancia.

Para la Sala, la anulación supone que las acusaciones, que, en principio, subsisten, no han obtenido una respuesta válida a sus pretensiones. Señala que esto enlaza con el aspecto material de la cuestión, ya que “los acusados han sido privados de libertad en ejecución de una pena impuesta en una sentencia que ha sido declarada nula, y tienen derecho a una respuesta en Derecho acerca de la vigencia de su presunción de inocencia respecto de los hechos que les fueron imputados, así como respecto al carácter no delictivo de los mismos”. Por su parte, “las acusaciones, asistidas del derecho a la tutela judicial efectiva, tienen igualmente derecho a que sus pretensiones, debida y oportunamente formuladas, sean resueltas por una resolución motivada”, concluye el tribunal.

 Juzgado dos veces por el mismo delito?

Los recurrentes sostenían que la celebración de un nuevo juicio atentaría contra la prohibición de ser juzgado dos veces por el mismo hecho. Sin embargo, los dieciséis magistrados rechazan que la reapertura de la causa suponga una vulneración del principio non bis in ídem en la medida en que el primer juicio ha sido declarado nulo en atención a la protección de un derecho fundamental del acusado.

Por tanto, indica que la pretensión de los recurrentes no tiene acomodo en la jurisprudencia de la Sala ni en la del Tribunal Constitucional. Añade que tampoco encuentra apoyo en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) que, en aplicación del artículo 4.2 del Protocolo 7 del CEDH, admite la reapertura de la causa siempre que esté justificada por el descubrimiento de defecto fundamental del procedimiento anterior que puede afectar a la sentencia dictada, así como por la aparición de hechos nuevos o recientemente revelados.

 De igual modo, rechaza la tesis de los recurrentes relativa a que de acuerdo con la doctrina del TEDH la reapertura del proceso solo puede acordarse a instancia de los propios acusados. Sobre esta cuestión, la Sala resalta que la estimación de la vulneración de su derecho al juez imparcial no puede extender sus efectos a conceder al acusado una disponibilidad sobre el proceso que el derecho interno no le reconoce, dados los bienes jurídicos afectados por el delito del que se le acusaba.

 La sentencia de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, de 2011, que ha sido anulada, condenó a Arnaldo Otegi y a Rafael Díez Usabiaga por un delito de pertenencia a organización terrorista, en grado de dirigentes, a diez años de prisión e inhabilitación especial para empleo o cargo público durante el mismo tiempo. También condenó a Miren Zabaleta, Arkaitz Rodríguez y Sonia Jacinto por el mismo delito, sin grado de dirigentes, a ocho años de prisión y a inhabilitación especial por igual tiempo. En 2012, el Tribunal Supremo rebajó las penas a un máximo de seis años y medio de prisión. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos declaró en 2018 que se había vulnerado el artículo 6.1 del Convenio Europeo de Derechos Humanos (CEDH) en relación al derecho a ser enjuiciado por un tribunal imparcial. Los recurrentes presentaron recurso de revisión ante la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, que en julio de 2020 anuló su sentencia.

 https://www.elnacional.cat/es/politica/supremo-ordena-juicio-otegi_566475_102.html 

Nota del Blog

La solicitud de la fiscalía  se produjo, además, en contra del propio criterio de los compañeros de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, que en septiembre y octubre habían emitido dos informes donde se mostraban contrarios a volver a celebrar el juicio.  O sea que la fiscalía es de las que afina sola  .Y, es más, la propia Audiencia Nacional  también se manifestó al respecto y se opuso, ya que consideró que “la legitimación para solicitar la reapertura y celebración de nuevo juicio corresponde a los ya penados, como demandantes-perjudicados que han visto violados sus derechos a ser juzgados por un tribunal imparcial” ..  Que por otra parte  ya lo había dicho el  TEDH .. pero como siempre no entra en el fondo del asunto sino en las garantías  No  es la fiscalía quien puede abrirlo y menos aceptar la demanda de Vox .Por otro parte el  presidente de jueces para la democracia dijo lo mismo ...Y estos van y lanzan una "resolución  motivada "  con un razonamiento enrollado sobre si mismos , como una deconstrucción  de paradojas que tiene más de teología  y  mala conciencia que  de  razonamiento jurídico  . Es como si  fuera  que Otegi  y los otros hubiera cometido un pecado mortal y hay que darle un castigo ..en plan de Tribunal de la Santa Inquisición .Y como siempre primero los acusaron de  terrorismo para meterlos en la AN  ,  como en el caso Alsasua o en la operación Judas  u otras . Da la impresión   de no ser ajeno a ello que sean jueces  de mayoría nacional católicos del OPUS DEI. El caso Bateragune  fueron condenados por intentar resolver el conflicto. A lo mejor no es eso , sino que se han vuelto de un cursillo de postestructuralismo.

 El estado español les acusó de tratar de reconstruir Batasuna siguiendo órdenes de ETA. Pero tanto la izquierda abertzale como diferentes partidos políticos vascos se apresuraron a desmentir estas acusaciones y confirmar que este grupo de gente estaba preparando las bases para un importante debate, una nueva oportunidad para la paz. Un debate sobre el futuro de la estrategia de la Izquierda Abertzale.

 La acusación del gobierno estuvo basada en la interpretación de documentos realizada por policías considerados expertos en la investigación de la Izquierda Abertzale y su historia. Esta es la única prueba presentada por el Gobierno.  El único elemento acusatorio fue  la interpretación de documentos por parte de los agentes de policía y miembros de la fiscalía.   El Estado español detrás de cualquier documento de la organización hay una "conspiración terrorista". La corte había rechazado la presencia de diversos testigos nacionales e internacionales que querían testificar sobre el debate que estas personas estaban tratando de llevar adelante en el seno del a Izquierda Abertzale.

En realidad es el segundo golpe de toga en caso Bateragune y serán juzgados dos veces por el mimso delito..si el sentido común , que es menor sentido  común, no  lo impide ,  

jueves, 17 de diciembre de 2020

Feminismo , literatura y exilio .

 


Pedagogía, periodismo y lucha

Pese a todas las trabas sociales y a su ideología conservadora, María de Maeztu fue una renovadora en las cuestiones que tuvieron que ver con la formación de la mujer

Este volumen cuenta con un ensayo introductorio de Carmen de Urioste, que hace también una selección de artículos publicados en el exilio latinoamericano

Carmen  Canet

La presente edición Feminismo, literatura y exilio presenta a través de un estudio introductorio y de un compendio de artículos periodísticos la faceta y la lucha pedagógica de la escritora María de Maeztu (1881-1948). Su actitud ante la vida tuvo toda la fuerza en unos tiempos muy difíciles. Fue una mujer incansable y una de las figuras más destacadas y avanzadas del panorama pedagógico español, además de reconocida en este ámbito. También fue la directora de un proyecto de educación femenina sin precedente, que dirigió un plan innovador, el más moderno de la España de principios del siglo XX. Difundió e impartió conferencias en torno al tema “La mujer, sus derechos y responsabilidades” o sobre la “Actitud de la mujeres sobre la crisis del mundo”, entre otras. Su personalidad, su gran sensibilidad y su enorme cultura hicieron posible que esta labor por la pedagogía y educación de la mujer permaneciese como trabajo incesante durante toda su vida, iniciado en España y que continuaría en América hasta el final de sus días.

Este volumen, cuya edición, introducción y notas corren a cargo de Carmen de Urioste Azcorra, catedrática de literatura española en la Universidad Estatal de Arizona, en donde imparte clases de literatura contemporánea, cultura del siglo XX y crítica literaria. Es autora de numerosos libros sobre novela y cuentos, especializada en literatura española contemporánea. Destacar sus publicaciones dedicadas a mujeres. Así, es responsable de la edición crítica de La casa de enfrente (2013), novela de la poeta del 27 Ernestina de Champourcin, también editora de la antología sobre textos de Victoria Kent, y co-autora del epistolario Preciadas cartas. Correspondencia entre Gabriela Mistral, Victoria Ocampo y Victoria Kent, publicados en Renacimiento. Ahora presenta este libro con un estudio preliminar sobre la figura excepcional de María de Maeztu y en donde recoge una extensa y valiosa selección de artículos periodísticos comprendidos entre 1937-1945.

El libro está estructurado en dos partes, por un lado un interesante estudio introductorio en donde defiende que aunque se haya escrito y hablado bastante sobre su vida y su obra, de su feminismo y de su importante labor pedagógica, sin embargo los últimos años de su vida en tierras americanas son prácticamente desconocidos. Nos cuenta Carmen de Urioste que “tal vez esta situación se deba a las especiales circunstancias de su salida de España, a su condición de exiliada de derechas, porque Maeztu no tuvo ninguna razón para salir de España, así como tampoco la tuvo para no volver. Y cuando decidió que su lugar estaba en Madrid, la muerte la sorprendió de manera fortuita a los 66 años en Mar del Plata (Argentina)”. Y por otro, esta edición recopila y selecciona magistralmente sus artículos periodísticos escritos durante su exilio americano en los siguientes periódicos: El Hogar, La Prensa y Revista de Pedagogía, que apoyan su lucha incansable por la educación de la mujer. En la última parte del libro recoge entrevistas periodísticas concedidas por María de Maeztu que tuvieron un gran éxito.

En sus artículos periodísticos (1937-1945) escritos durante el exilio americano aparecen ensayos, reportajes y estudios críticos. Así, entre estas publicaciones se encuentran los de la revista El Hogar: aquí reivindica el trabajo de la mujer fuera de casa, sobre sus derechos y deberes, y de la importancia y la urgencia de la formación obligatoria a partir de la adolescencia, del papel del bachillerato, y el valor esencial que tienen los aprendizajes. En otra publicación, La Prensa, estudia la repercusión de algunos mitos literarios, como don Quijote, don Juan o La Celestina, y la función esencial que tienen en la realidad cotidiana. Sus análisis y comentarios en los distintos números la llevaron a acercarse a otros autores y personajes literarios trascendentales e influyentes. En otros escritos, nos traslada sus investigaciones sobre el papel de la universidad y la mujer. También nos acerca a la vida de escritoras como Teresa de Cepeda, Emilia Pardo Bazán o Cecilia Böhl de Faber, y las enmarca dentro de la historia femenina de las letras españolas y su influencia. También analiza a autores como Galdós, Unamuno…, y entre ellos a su hermano Ramiro. Diserta sobre la formación del hombre moderno, de la realidad argentina y la cultura americana que está viviendo. Aporta distintos artículos únicos, ya que sólo conociendo estas publicaciones americanas salen a la luz estos materiales desconocidos, como el dedicado al pensamiento de Virginia Woolf y al feminismo en Inglaterra. Abre las puertas a la nueva educación y la efectividad que conllevan a las escuelas y a las universidades públicas. En otra, Revista de Pedagogía, ya postula sobre la nueva educación moderna, sus principios pedagógicos y filosóficos, y su fundamentación científica. Finaliza el libro con entrevistas periodísticas concedidas en donde se recoge su lucha feminista por una educación nueva y moderna para las mujeres.

La Editorial Renacimiento está sacando a la luz facetas de escritoras que pasaron por la historia sin conocerse su obra. Existen cada vez más editoriales que están rescatando obras importantes de mujeres que fueron olvidadas. Justicia histórica.

Pese a todas las trabas sociales y a su ideología conservadora, fue una feminista y una renovadora en las cuestiones que tuvieron que ver con la formación y la educación femenina. Fue una mujer cultísima, catedrática que aparte de su trabajo y de su propia obra, supervisó, prologó y editó la de su hermano Ramiro de Maeztu.

Así este libro nos desvela el destino americano de esta figura tan excepcional como fue María de Maeztu. Su relación de amistad con Victoria Ocampo y Gabriela Mistral. El intercambio de cartas con su amigo Ortega y Gasset para contarle sus proyectos y ponerle al día del ambiente tan negativo y duro que vivía. El estudio preliminar y la selección tan valiosa e interesante que recoge Carmen de Urioste nos lleva al conocimiento de la tarea tan importante que llevó a favor de la formación de las mujeres. No se rindió nunca, llevando su actividad y entusiasmo primero a España y luego a América.

https://www.infolibre.es/noticias/los_diablos_azules/2020/12/11/pedagogia_periodismo_lucha_114305_1821.html

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Carmen Canet es crítica literaria y aforista. Su último libro es Olas (La Isla de Siltolá, 202

miércoles, 16 de diciembre de 2020

Francia en la paranoia anti musulmana .

 Francia regresiva, racista y neocolonial

 Pedro Costa Morata  

 De conflicto en conflicto, de sobresalto en sobresalto, la Francia de Macron se revela cada vez más inerme frente a sus grandes contradicciones como sociedad, y no digamos como símbolo de libertades políticas y consuelo de perseguidos. Francia añade ahora, a la protesta duradera de los “chalecos amarillos”, el rechazo callejero al nuevo proyecto de Ley de Seguridad Global, que anuncia duras restricciones a libertades públicas esenciales, como las de información, expresión y manifestación.

 Una ley que pretende responder a los últimos atentados de índole islamista, aportando mayor seguridad a los ciudadanos franceses (como suelen alegar todas las leyes que conculcan libertades), pero sin ir al fondo del asunto ni poner el dedo en la llaga, es decir, sin reconocer que, en las relaciones con los otros, hay libertades inaceptables (es el sempiterno desafío de l’autrui, bien tratado por la filosofía francesa cuando ha reparado, lealmente, en los defectos del pensamiento eurocéntrico).

Ningún código deontológico de índole informativa consiente o justifica el insulto, la burla o el menosprecio hacia los sentimientos religiosos de nadie. Y tampoco lo permiten –sino todo lo contrario– las declaraciones universales sobre los derechos humanos, que se explayan en el respeto debido a las diferencias. No existe, en la actualidad, ningún marco de libertades civiles o políticas que haya de justificar o proteger a quienes ignoran estas prescripciones tan universales como elementales, civilizadas y reflexivas. Tampoco es admisible que esas transgresiones sean contestadas con la violencia, desde luego, pero cuando esta se produce debe quedar clara la atribución de las responsabilidades de quienes generan el conflicto, máxime si son reincidentes y les anima un impulso xenófobo o racista.

Este es el caso de las provocaciones contra el Islam que algunos medios informativos franceses gustan de practicar, sabiendo bien a lo que se exponen. El caso del profesor Samuel Paty, exhibiendo unas caricaturas de Mahoma en clase de Libertad de Expresión es el epítome de la afrenta a la libertad de expresión, con fundamento eurocéntrico y explicación xenófoba. El castigo infligido, tan extremado, no deja de evidenciar el necio enfrentamiento de dos fundamentalismos implacables.

 Es esta una etapa francesa de más y más profunda involución social y política a manos de gobiernos que no cejan en sus políticas reaccionarias ni en su rotunda incomprensión de las relaciones con el Islam, optando por la guerra interna y externa. Y tiene de protagonista de excepción a Emmanuel Macron, un producto oportunista, pero químicamente puro, de las élites económicas francesas, educadas en las Grands Écoles parisinas y seleccionadas desde la cuna para asumir el poder por delegación de los intereses de las grandes empresas y de los suyos propios. Un personaje afiliado a la ideología más cruda de las derechas económicas, encriptada en los códigos de un poder económico indiscutido, invasivo e insaciable; y con un estilo arrogante y cuasi monárquico que recuerda al de Sarkozy, Chirac, Giscard y por supuesto De Gaulle, sin dejar fuera a Mitterrand (que no rompió esa tradición personalista y que, pasando por socialista, pronto acabó practicando políticas tan de derechas como los demás).

 No parece querer salir Francia de la paranoia antimusulmana en la que a sí misma se encerró desde que invadió Argelia (1830) y pretendió apropiársela eternamente al declararla un departamento más (España hizo lo mismo con su “provincia” del Sáhara, por cierto, aunque llegado el momento del conflicto no tuvo inconveniente alguno en desprenderse de tan amada parcela de territorio nacional). De hecho, la espina clavada en ambos países por la cruenta guerra colonial de 1954-62, que tan pavorosos crímenes produjo a cuenta de Francia, sigue sangrando del lado argelino y hace imposible una auténtica “normalización” de relaciones, sobre todo por el tratamiento netamente racista que se sigue dispensando a los emigrados y sus descendientes, cuyo número se acerca al medio millón.

 En realidad, no se acaban de concretar los signos de reconciliación que desde las antiguas potencias coloniales despuntan en los escasos momentos de reconocimiento de culpa, resistiéndose a llegar hasta el final todo el armazón reaccionario de la tradición colonial, bien construido por los intereses económicos que siguen dominando la vida y la política de numerosos países africanos, todos ellos influidos en mayor o menor medida, por el Islam. Ni lo hace Francia ni, mucho menos, el Reino Unidos, las dos grandes potencias que mantienen la esencia del colonialismo (que es la explotación de recursos naturales y de mercados emergentes) con el control por sus empresas, de tantas economías nacionales. Como si ignoraran el odio que todavía se les dirige por las consecuencias de sus exacciones, por la dependencia neocolonial que imponen y por el racismo –de pensamiento, palabra y obra– que se respira en las antiguas metrópolis. Un odio plenamente justificado, al que no apaga la insistencia en un comportamiento denigrante, que es una patente destacadamente francesa. (Algo han hecho los Países Bajos y Bélgica recientemente, apelando al refugio del lenguaje para esconder su hipocresía reconociendo los “errores” de su pasado colonial. Como si los crímenes cometidos por Holanda en Indonesia, Surinam y otras colonias, o por Bélgica con su infamante dominio en el Congo, fueran un accidente involuntario.)

 Francia, por su parte, somete en su círculo de sujeción económica a una docena de países africanos mediante la presencia absorbente de sus empresas, así como por el franco CFA, que los engancha y vincula, desde las independencias políticas, al franco de la ex metrópoli. Unos países en los que se permite intervenir militarmente cuándo y cómo le viene en gana, siguiendo sus estrictos intereses económico-políticos: así hace actualmente en Mali (con la cobertura nominal de Naciones Unidas y el apoyo, entre otros Estados, de España) y ha hecho antes en Costa de Marfil, República Centroafricana, Chad… sin contar con los bombardeos sobre Libia y Siria, pretendidamente antiterroristas pero en realidad ciegos y caprichosos, con objetivos de mera exhibición y con mucho de “recordatorio colonial”.

 Francia tiene un verdadero problema con el Islam, y aunque sabe cómo resolverlo, se deja arrastrar por el peso de la historia y sus iniquidades, a cambio de las cuales obtuvo y obtiene pingues beneficios. En esa misma línea, otros Estados europeos, como España, parece que han abandonado todo intento de entendimiento, por las exigencias que para ellos supondría el diálogo y la renuncia a toda superioridad, así como a desterrar las operaciones militares de corte imperial.

 Ante esta realidad, y esta tarea pendiente que es apremiantemente política, pero también histórica y cultural, mejor no desviar la inmensa deuda contraída, tanto en el pasado como en la actualidad, hacia una cruzada por la libertad de expresión cuando ésta implica reiterar un mensaje de superioridad y una recaída en resabios inaceptables. Ni la libertad de expresión carece de límites ni hay que sostenerla a cualquier precio; muy al contrario, debe someterse, en concreto, al respeto universalmente reconocido de las creencias religiosas. Obsérvese con qué cuidado los medios satíricos franceses se abstienen de zaherir (como hacen con Mahoma) a los más significativos símbolos del cristianismo y –más todavía– al judaísmo y sus profetas.

https://www.cuartopoder.es/ideas/opinion/2020/12/14/francia-regresiva-racista-neocolonial-costa-morata/

Nota del Blog .-De todos modos el trasfondo es   más amplio ... ..https://www.lahaine.org/mundo.php/neocolonialismo-occidental-en-africa-de

lunes, 14 de diciembre de 2020

Una ‘Patria’ amnésica .


Una ‘Patria’ amnésica.

La construcción de esta obra coral se mueve básicamente en el plano privado de las emociones que sacuden a sus protagonistas. Y ahí no hay debate ideológico

Paco Roda 

Leí Patria por si dentro de esas 642 páginas encontraba algún enigma por descubrir más allá de lo que uno ya sabía. Y lo que uno sabía era que había que poner a funcionar la memoria. Y entonces sonaron los ecos de los disparos, que diría Edurne Portela, y los llantos y entierros y torturas negadas y cárceles vejatorias y viajes de norte a sur y los sicarios a sueldo de los presupuestos, y un relato enfangado y la sangre y las iras y las maneras de entender el mapa y los odios taladrándonos como chispas en el corazón. Y sufrimos los usos y abusos de un conflicto que se eternizó como un fruto extraño. Conflicto que, lejos de sedimentarse, algunos siguen empeñados en resucitar y rentabilizar hasta el asco, porque fue y sigue siendo el pecado del que comen caliente cada día.

Llegó la serie Patria y la vi por ver si me había perdido algo. Y siento que la novela ha pasado por una UCI terapéutico-asistencial. Pero es el mercado, amigo. Porque la serie ha reblandecido hasta el merengue lo que la novela, hasta donde pudo, fue capaz tensionarnos. Y ese es el triunfo de Patria, que ha conseguido tranquilizar muchas conciencias confirmando a los malos, pero también a los buenos. Como una epopeya definitiva que nos explicara todo. Sin fisuras.

Sin embargo, antes de Patria hubo vida. El conflicto vasco ha sido una de las tradiciones de la literatura vasca: El eco de los disparos de Edurne Portela , Los turistas desganados de Katixa Agirre, Como si todo hubiera pasado de Iban Zaldúa, Twist de Harkaitz Cano, Ehun metro de Ramón Saizarbitoria, El comensal de Gabriela Ybarra, Agua turbia de Aingeru Epaltza, o El amigo armado de Raúl Zelik, son solo algunos ejemplos que no han logrado eso que alguien ha denominado ”el rompehielos contra el trauma de ETA”. Pero igual tampoco hacía falta.

Personalmente, ni el libro ni la serie me han hecho vibrar. Y eso es lo grave. No porque uno esté corrompido por el escepticismo bastardo, ni porque reniegue de la palpitación de cierto músculo, sino porque Aramburu tira de emotividad para hacerte de los suyos. Como ocurre con la superstición del antibiótico.

Porque en Patria todo transcurre por dirección obligatoria. Y Aramburu te lleva a una calle cerrada en el que las víctimas de ETA te atrapan en un universo emocional de muy difícil salida. Eso o dejas de leer. Y ahí explotas. Como si se te abriera una costura melodramática en el alma. Porque sí o sí solo puedes emocionarte con el dolor de las principales víctimas, las de ETA. Con las otras también, sí, pero por obligación del guion.

Porque la construcción de esta obra coral se mueve básicamente en el plano privado de las emociones que sacuden a sus protagonistas. Y ahí no hay debate ideológico. Como si ellos y ellas se enfrentaran  a su infinita negrura y descomposición en una sociedad que les ha robado la tensión pública y política. Como si esas violencias que hemos vivido no tuvieran espacio de reflexión en Patria. Porque en esa Patria de Aramburu nadie indaga la razón última de sus actuaciones. Y como ya dijera Ramón Zallo: “Se cierra el círculo narrativo de la novela con la figura del arrepentimiento (y la ambigüedad sobre el perdón) simbolizado en las consecuencias de la violencia y en la vida fracasada de Joxe Mari (el militante de ETA). La cárcel cumple su función redentora-destructora personal y su objetivo político de vencedores y vencidos. Michel Foucault lo tenía claro”.

Aramburu circunvala así el conflicto. Quizás respondiéndose a sí mismo.

Y no digo que lo privado no interese resolverlo. Faltaría más. Pero la trascendencia pública de la reparación y reconciliación ha de ser socialmente prioritaria. Para construir un relato compartido. Porque no vale pasar página desde lo privado sin politizar el gesto. También.

Desde 1977 la sociedad vasca, compleja que no acomplejada, se movilizó a un lado y otro de ETA. Euskadi no fue un pesebre silencioso

Por otro lado, Aramburu presenta a la gente de ETA y el entorno abertzale de manera simplista, como deficientes, o con alguna tara psicológica, como si la inteligencia y la intelligentsia nunca hubiera estado cerca de ETA. Y no es verdad. Los principios de ETA estuvieron absolutamente intelectualizados: Txillardegi, Federico Krutwig, Emilio López Adán, Beltza, Joxe Azurmendi e incluso Oteiza diseñó una página de la revista Zutik. Aramburu casi caricaturiza y ridiculiza a los perpetradores y sus seguidores. Y ojo, con esto no pretendo justificar a ETA. Trato de explicar algo que falta en Patria. Algo que debería ir más allá de un relato literario. Porque tanto en literatura, como en el cine, la cosa va de eso. De sentir que no necesitas ni brújula, ni mapas ni puntos cardinales para estrellarte contra la realidad. Y en este sentido, Aramburu crea una Patria amnésica. Algo más evidente en la serie televisiva.

Porque Euskadi parece un territorio arrasado por la uniformidad, la inmovilización y acobardamiento de sus gentes. Como si Euskadi durante tiempos hubiera sido una dirección prohibida. Y no. Desde 1977 la sociedad vasca, compleja que no acomplejada, se movilizó a un lado y otro de ETA. Euskadi no fue un pesebre silencioso. Las luchas contra Lemoiz, la movilización de Lurraldea contra la autovía A15, el esfuerzo de Elkarri por su mediación en el conflicto o Gesto por la Paz, activo durante años, marcaron un tiempo tenso y de alta socialización. Otra cuestión es cómo se gestionó todo ese conglomerado y los cortocircuitos que generó. Asimismo parte del PNV y el socialismo guipuzcoano, especialmente, se movilizaron contra ETA. Así que no hubo cobardía comunitaria como muestra Patria.

 Hubo sí, dificultades impuestas por un tiempo absolutamente envenenado, pero no ese avestruzamiento que nos muestra Patria. Como hubo intentos para salir de aquel atolladero: Lizarra 1998, y Loioa 2006 fueron ensayos de desbloqueo. Otra cosa es que se llegara tarde, que alguien mirara para otro lado o que ciertas certezas se empezaran a venir abajo.

 Hoy Patria triunfa como producto tranquilizador en un tiempo temeroso y pandémico. Costará recuperar aquel punto y seguido donde dejamos de vernos. Y cuando esto sea, habrá que volver a politizar nuestras vidas frente a la sanitarización actual. Porque como diría Walter Benjamin los lugares de la memoria son reliquias, pero hay que redimirlos.

 Paco Roda es trabajador social e historiador.

https://ctxt.es/es/20201201/Firmas/34399/patria-aramburu-serie-hbo-eta-pais-vasco-critica-paco-roda.htm

  y ver  . https://www.sinpermiso.info/textos/un-titulo-tendencioso-patria

 

domingo, 13 de diciembre de 2020

Venezuela: ¿El único que festeja es Maduro?

Venezuela: ¿El único que festeja es Maduro?

Manuel Sutherland  

 El 6 de diciembre se realizaron elecciones para una nueva Asamblea Nacional (AN), el único poder del Estado que no respondía, desde 2015, al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), hegemón absoluto en la política nacional. El partido que comanda Nicolás Maduro controla 19 de las 23 gobernaciones, manda en 305 de las 335 alcaldías y tiene 227 de los 251 diputados de las asambleas legislativas regionales. Todo ese poder contrasta con una desaprobación que roza el 90%, resultado de una desastrosa gestión de la economía, que registró el peor colapso de su historia en la era Maduro (2013-2020).

En estas circunstancias, parecía que la derrota electoral del gobierno sería aplastante. Sin embargo, aparentemente sucedió lo contrario. A pesar de una altísima abstención, que rondó el 70%, el PSUV celebra una muy holgada «victoria», que le permite recuperar el control de la AN. No obstante, este fracaso electoral opositor ha sido vendido como un triunfo por sus publicistas, que se atribuyen haber conseguido una abstención histórica.

En este escenario surgen varios interrogantes: ¿con qué porcentajes ha vuelto a ganar el chavismo? ¿Es realmente una victoria del gobierno? ¿Cómo evaluar la estrategia abstencionista e insurreccional del ala radical de la oposición? ¿Cuáles son las perspectivas a corto plazo en la crisis política y los riesgos de apatía y desafección? Veamos.

Una derrota evitable

El gobierno ganó con 68% de los 6,2 millones votos escrutados. Con algunas pocas diputaciones por decidir, el PSUV ha logrado aproximadamente 185 escaños, lo suficiente como para tomar posesión de la AN en pleno, es decir, para impulsar leyes de rango constitucional y cambiar a piacere casi todo el entramado jurídico nacional. En números gruesos, se diría que el chavismo obtuvo algunos votos más que en 1998, pero con un padrón electoral que se multiplicó por dos y con todas las ventajas de ser gobierno por más de dos décadas consecutivas. Si en la última elección parlamentaria, en 2015, votó alrededor de 74% del padrón electoral, ahora solo lo hizo alrededor de 30%. Es decir, la abstención casi se triplicó y solo es comparable a la de 2005, durante los momentos más álgidos del gobierno de Hugo Chávez, cuando ningún opositor se presentó a las elecciones, con discursos similares a los actuales sobre la falta de garantías para la oposición. Entonces la abstención fue de 75% y el chavismo se quedó con 97% de las bancas. ( Las notas en rojo son del blog) ..( Debe tenerse en cuenta que en Venezuela el voto no es obligatorio). 

El domingo pasado, en este contexto de abstencionismo masivo, la alianza opositora mejor ubicada obtuvo algo más de un millón de votos. Y en su conjunto, la oposición que participó de los comicios, mortalmente dividida y atomizada, podría obtener alrededor de 87 diputados, casi un tercio de la AN. Un dato que no deja de ser bastante significativo a la vista de la feroz campaña de la oposición abstencionista para desacreditar a quien se plantease enfrentar al chavismo por su terreno más débil: el electoral.

Los votos totales del PSUV alcanzan los 4,2 millones. Eso es, 25% menos que lo obtenido en las elecciones parlamentarias de 2015, pero con un padrón mayor. Si se compara con los supuestos ocho millones de votos obtenidos en las elecciones a la Asamblea Nacional Constituyente en agosto de 2017, la sangría es de casi 50%. Es de por sí notorio que si la oposición en pleno hubiera ido a votar habría ganado fácilmente la elección. ( El subrayado en negro es del blog )

¿Es útil esta «victoria» del gobierno?

La «victoria» del gobierno era esperada. Hubo dos maquinarias que la impulsaron con infinidad de recursos económicos y mediáticos. Por un lado, el propio oficialismo presionó a su base política amenazando con negarles cajas de comida a quienes no fueran a votar. Por otro lado, Juan Guaidó y la «comunidad internacional» hicieron hercúleos esfuerzos para evitar que su propia base opositora fuera a votar, para evitar así que que los opositores al gobierno votaran en contra de Maduro y el PSUV. Es un secreto a voces que el ex-candidato presidencial Henrique Capriles, quien había amagado con participar en las elecciones del 6 de diciembre, tuvo que renunciar a tal empresa por presiones que llegaron a ser vigorosas amenazas: desde sanciones económicas hasta congelamiento de bienes en Estados Unidos. Así las cosas, con intimidaciones en contra de todo aquel que quisiera votar contra el gobierno, las elecciones parecían un juego de niños para el PSUV, que literalmente corrió solo su carrera.

Como era de esperarse, poco después de que varios países latinoamericanos desconocieran la elección del pasado domingo, la Unión Europea rechazó el resultado y pidió a Maduro que trazara un camino hacia la reconciliación nacional. Es muy fácil entrever que el chavismo se negó a aceptar la propuesta de veeduría y acompañamiento de la UE debido a que ello podría estimular una participación que le habría proferido una derrota sin atenuantes. Su tarea era promover acciones que impulsaran la abstención del voto opositor, cosa que logró con un enorme éxito. Incluso el día de la elección, se encargó de cometer innecesarias y burdas irregularidades electorales para azuzar a los abstencionistas. Desde los polémicos «puntos rojos», donde se escanea el «carné de la patria» como forma de control de quienes votan por el PSUV, hasta el repentino cambio, el mismo día de la elección, del lugar de votación de Maduro y su esposa, de su lugar original en el barrio popular de Catia al fuerte militar Tiuna.( Bueno temía un atentado y se curo en salud )

Al gobierno lo tiene sin cuidado el manido discurso sobre la «legitimidad». De hecho, respondió señalando que en otras partes del mundo hay mucha abstención (por ejemplo, en las elecciones parlamentarias en Rumania) y que en 1993 Rafael Caldera ganó las presidenciales con apenas 17,66% del padrón electoral, poco menos que el 20% obtenido por el gobierno en estas últimas elecciones, y nadie cuestionó su legitimidad. En su defensa, el Poder Ejecutivo argumenta que a pesar de la negativa de los observadores internacionales de la UE, más de 1.500 observadores nacionales e internacionales se han sumado y desplegado en los centros electorales del país. (En las elecciones municipales de Francia que tuvieron lugar el 28 de junio, donde se elegían alcaldes en las grandes ciudades del país, comenzando por París, la tasa de participación electoral fue del 40 %) (Y esto no es todo: en las elecciones legislativas del 2014 que tuvieron lugar en Estados Unidos, la “mayor democracia del mundo”  la tasa de participación electoral se empinó unos pocos puntos encima de la venezolana: 36 %) ( También es verdad que hay entre 4 a  5 millones fuera de Venezuela , que muchso vuelven  por la pandemía y la falta de apoyo o criminalizandolos a donde fueron , como en Perú  y Sudamerica además  está descompuesta  y igual los  del grupo de Lima )

Pasada la polémica de las elecciones, el gobierno asegura que por fin podrá ofrecer sustento legal a sus políticas económicas, que pasan por una apertura y una búsqueda frenética de inversiones extranjeras a cualquier costo. Se espera que se aprueben leyes proclives a la privatización exprés de valiosos activos estatales, proceso que ya se ha venido adelantado sotto voce. También se planean aperturas masivas, endeudamiento y normas que garanticen la inversión ventajosa de empresarios iraníes, turcos, rusos y chinos. La intención es sobrevivir día a día. Cada hora en que se mantienen en el poder es ganancia.

La insurrección imaginaria

En un aciago 20 de mayo de 2018, el ala mayoritaria de la oposición decidió abstenerse en las elecciones presidenciales. La táctica había sido empleada tan temprano como en las mencionadas elecciones parlamentarias de 2005, en las que, previsiblemente, el chavismo arrasó con la totalidad de las curules y promovió con total serenidad las leyes que más fácil le harían el trabajo de gobernar sin ningún contrapeso. En mayo de 2018 se argumentó que el régimen había excluido a candidatos opositores históricos de la batalla electoral. Por esa y otras irregularidades, la oposición decidió abstenerse en aras de presionar por condiciones electorales óptimas. El resultado es por todos conocidos.

Desde el 23 de enero de 2019, cuando el diputado y presidente de la AN Juan Guaidó se autojuramentó en una plaza, en un un mitín, como «presidente encargado de la República», la vía electoral y la lucha democrática contra el régimen de Maduro han sido considerada como colaboracionistas y gallináceas. En febrero de 2019, las encuestas decían que Guaidó tenía hasta 80% de aceptación popular. Los gobiernos aliados de Estados Unidos y varios europeos más salieron a aplaudirlo. El 23 de febrero se planteó una insurrección sui generis a través de un atípico caballo de Troya: la ayuda humanitaria internacional. Esta ingresaría «sí o sí» por la frontera colombiana. El plan era que la gente se abalanzara sobre los camiones y el Ejército se uniera a la sublevación popular. Este desaguisado fue un rotundo fracaso: no se pudo hacer ingresar ni una caja en una porosa frontera donde el contrabando de gandolas de gasolina y alimentos es inmenso cada día. ( En la frontera  de Colombia  no hay un puente solo  ,sino tres , cosa que obvian siempre las informaciones  y eso les permitio  manipular las fotos areas de los puentes cuando quemaron los containers , habia mas puentes  con camiones que querian pasar a  Venezuela ,  como ya probe en este  blog y también  se vio como fueron quemados por la oposición según probó la prenda  americana )

Cuando se creía que el intento frustrado de asesinar a Maduro con un dron cargado de explosivos, el pasado 4 de agosto de 2018 en la avenida Bolívar, era la intentona subversiva más osada, amanecimos el 30 de abril de 2019 con un conato de golpe de Estado cívico-militar protagonizado por Guaidó. El joven «presidente» aseguraba haber tomado, o estar dentro, de la base aérea La Carlota, ubicada en el corazón de Caracas. Pocas horas después, y sin un solo tiro, la sedición fue aplastada. Varios de los militares se entregaron aduciendo que los habían engañado y otros huyeron a embajadas extranjeras esa misma tarde. Nadie se responsabilizó del bochornoso coup d’état, que terminó ampliamente ridiculizado en redes sociales. En 2018 ya habíamos presenciado la masacre del grupo armado encabezado por Óscar Pérez, ex-comando policial famoso por disparar contra el Tribunal Supremo de Justicia y robar armas de alto calibre en el fuerte de Paramacay. La subestimación del poder militar y policial del gobierno bolivariano es realmente asombrosa. En 2019 se desarrolló otra nueva aventura insurreccional de índole militar. En la tarde del 26 de junio el gobierno declaró, en tono de sorna, que frustró otro intento de alzamiento militar. Ese día fueron apresados más de 30 militares que enfrentarían cargos de «traición a la patria», acusación generosamente endilgada por jueces chavistas. ( No olvidemos  que sus más prominentes opositores  llegaron, en su ofuscación, a solicitar a las autoridades civiles y militares de Estados Unidos que invadiesen o atacasen a su propio país ni tampoco olvidemos las protestas de las guarimbas , un intento  clave  de "revolucion de lo colores" ,con muertos de todos lados incluidos militares y policias , culpando la gobierno de la muerte de todos ellos ).

En pleno pandémico 2020, entre el 3 y el 4 de mayo, se optó por un intento foquista con tonalidades de farsa en el corazón de la bahía de Macuto y de Chuao: un par de peñeros con alrededor de 22 personas pobremente armadas irrumpieron con pertrechos militares y sólidas convicciones de liberar a los 30 millones de venezolanos víctimas del régimen actual. Ahí estaban ex-militares armados, había uniformes, equipos y todos portaban sus verdaderos documentos de identidad. Entraron por el litoral central a plena luz del día, a pocos kilómetros del mayor puerto del país y de una base naval, en un área densamente poblada. La incursión derivó en un sangriento combate donde murieron varios jóvenes alzados. El gobierno capturó incluso a ex-militares estadounidenses en una operación que fue vista como una parodia de Bahía de Cochinos, a baja escala.

El abandono de la lucha electoral parece empujar a la oposición a formas de aventurerismo político de lo más inverosímiles. Entre farsas y tragedias se yuxtapone la mar de fracasos insurreccionales. Las sediciones parecen caer en el terreno favorito de un gobierno de índole militar y policial, que con apoyo de otros regímenes (Cuba, Rusia, China, Irán), expertos en control social y lucha antisubversiva, sortea con extrema facilidad estas iniciativas. Los fracasos son tan estrepitosos que, por embrionarios, la gente los cree irreales o incluso inventados por el mismo gobierno. ( Ya leí en otros medios que van hacer privatizaciones y que incluso del petroleo ,se entiende a Rusia y China y pagar sus creditos  )

Las chanzas sobre la esterilidad de este tipo de iniciativas llenan las redes sociales y la frustración se apodera de miles de venezolanos que terminan simplemente votando con los pies y abandonando el país. Cada motín deriva en un profundo sentimiento de derrota y pesadumbre; en una sensación de derrota inmanente y una vocación por el descalabro que abate la moral de las bases opositoras y las sitúa en el campo de la espera de un fementido milagro: una invasión de tropas estadounidenses que liberen a la población del comunismo. Una posibilidad mil veces negada por todos los voceros oficiales de Estados Unidos, que en repetidas ocasiones han negado tan sangrienta posibilidad. Incluso se han burlado de activistas proclives a «exigir» una invasión liberadora que los coloque en el poder, tildando sus propuestas de «realismo mágico».

Se trata de un camino de derrotas continuas que, por una parte, justifican la insistencia en la vía insurreccional, abandonando la lucha democrática electoral (debido, según ellos, a todas las injusticias, ventajismo y trampas que el gobierno comete en ese terreno); y que, por otra, explicita por qué la oposición decidió abstenerse y continuar por una ruta de confrontación que a todas luces parece condenada a la derrota. La consulta del 12 de diciembre, promovida por Guaidó, aparece como la manifestación de impotencia más severa que han protagonizado en años.

2021: ¿entre la apatía y la desafección?

Parecía esperable que gran parte de la oposición siguiera este 6 de diciembre por la senda abstencionista. Casi sin iniciativa, el «presidente encargado» Guaidó prometió, para contrarrestar las elecciones «fraudulentas», una consulta popular online el 12 de diciembre. Con un consejo nacional electoral paralelo integrado solo por sus más íntimos aliados, se presentarán a la población, a través de Telegram y otra app, preguntas como: «¿Exige usted el cese de la usurpación de la Presidencia de parte de Nicolás Maduro (…)? ¿Rechaza usted el evento del 6 de diciembre (…) y ordena usted adelantar las gestiones necesarias ante la comunidad internacional para rescatar la democracia (…)?». Estas preguntas son tan groseramente obvias que mueven a la risa a los propios opositores más radicales. Preguntar lo que es axiomáticamente aceptado por sus bases parece un acto que solo deja en evidencia la propia falta de táctica y estrategia.

 La oposición argumenta que de nada valía participar y ganar las elecciones, ya que el gobierno había anulado al anterior Parlamento mediante una argucia jurídica del Tribunal Supremo de Justicia que lo declaró en desacato. Sin embargo, el propio devenir opositor de Guaidó y su presidencia «encargada», incluidos sus abrazos con Donald Trump, su discurso en el G-20, la gestión provechosa de lucrativas empresas del país en el extranjero (Citgo, Monómeros) y los miles de millones de dólares recogidos como «ayuda para la lucha democrática», fue posible porque la oposición participó en las elecciones parlamentarias de 2015 y Guaidó pudo obtener 90.000 votos. Esa victoria de la oposición le permitió presidir el Parlamento y empujar todas sus campañas internacionales de asonadas y revueltas. Si se hubiera abstenido en 2015, Guaidó no existiría en el imaginario político y el gobierno habría transitado con total tranquilidad el periodo 2015-2020. Con una oposición abstencionista, el gobierno ni siquiera necesita hacer fraude y se puede mostrar mucho más abierto y «democrático» de lo que en verdad es.

A fines del año próximo, habrá elecciones para alcaldes y gobernadores. El gobierno cuenta con un nuevo auge de la campaña abstencionista que le permita ganar otras elecciones sin competencia. Es quizás por eso que, siendo tan abiertamente represivo, deja a Guaidó acometer sus campañas políticas sin tocarle ni un pelo. Es de esperar que el propio Maduro aliente la abstención del voto opositor y promueva su inmovilismo. Pero que la misma oposición lo haga no es más que ponerse un chaleco de cemento justo antes de tirarse al río. De más está decir que el gobierno bolivariano jamás ofrecerá condiciones electorales óptimas. Si la oposición quiere asumir de verdad su papel, deberá luchar a brazo partido en el único terreno donde tiene ventaja: el electoral, mientras este siga de uno u otro modo abierto. Al final de cuentas, la única victoria importante de la oposición frente al gobierno fue en las urnas.

Manuel Sutherland  economista y director del Centro de Investigación y Formación Obrera (CIFO), Caracas.

 https://www.sinpermiso.info/textos/venezuela-el-unico-que-festeja-es-maduro


 Nota del blog .- 1. Abrams, enviado especial del gobierno de Donald Trump para Venezuela e Irán, ha confirmado sin ningún tipo de anestesia, vergüenza o lenguaje políticamente correcto, que tanto los medios de comunicación como buena parte del liderazgo y los partidos opositores son empleados de la Agencia de EEUU para el Desarrollo (Usaid), nada menos que la fachada “decente” de la CIA, si es que tiene alguna. La declaración ostenta el valor de una confesión espontánea o tal vez de una echada al pajón por parte de quien ya sabe que va de salida.

Nota del blog .- 2. Carpiles Radonski expresó que algunos dirigentes políticos se fanatizaron con la figura de Trump hasta perder la racionalidad, "vieron a Trump como un Dios (...) fue el error más grande para encontrar una solución a la crisis del país", agregó. El excandidato presidencial denunció que Trump los usó para ganar los comicios en el estado La Florida, "fue más que obvio que fue un juego interno para ganar en Florida usándonos a nosotros, los venezolanos que estamos aquí adentro", añadió. Finalmente, Capriles enfatizó que la solución a las diferencias políticas y problemas económicos del país está en la población, "la solución no puede ser sin tener en cuenta a los 25 millones de venezolanos", concluyó.

Pero además Capriles intento que la UE  enviara observadores , dudaron , pero salió la administración americana y dijo no y se plegaron a ella y apoyaron a Guido. Aduciendo además que era el presidente légitimo , cuando en Venezuela las presidenciales estan separadas de las  parlamentarias  y  Maduro gano las suyas y ni  murio ni está enfermo ni inutil .. La UE así se hundió en su propio abismo . Y Guaido ahora ya no  puede ser presidente virtual exterior. Asi cumplieron aquella ley  de la estupiedez del  tuerto que para que el contrario , se sacara aun ojo ,  se saco el suyo y se quedo ciego . Y como Borrell dijo : "No esperabamos que Maduro aguantara tanto ". Y la ministra exteriores española más de lo mismo . Esperando  Godot  o  sea    a ver que hace Biden . Lo han dicho ellos .





jueves, 10 de diciembre de 2020

Las guerras civiles europeas del siglo XX .

 


Una violencia indómita. El siglo XX europeo

Eloy Fernández Clemente

Catedrático jubilado de Historia económica.

Universidad de Zaragoza

Sumidos en una pandemia inusitada, que afecta ya a más de 50 millones de personas contagiadas en el mundo y varios millones de muertos, la mirada hacia el siglo pasado europeo, en que sólo en guerras murieron más de cien millones puede parecer inoportuna para los autosatisfechos con esta era de progreso ahora en suspenso. Leer el libro de Julián Casanova “Una violencia indómita. El siglo XX europeo” (Crítica), nos parece, en cambio, una cura de realismo, de humildad, de reconocimiento de esos demonios familiares demasiado ocultos bajo las alfombras. Es el autor uno de los más brillantes historiadores de la España actual, discípulo de los Fontana, Juliá, Preston, excelente maestro universitario, investigador y docente viajero de Budapest y Viena a Princeton en numerosas universidades, autor de dos docenas de libros memorables, en los que aborda honestamente grandes temas vidriosos y complejos. Varios editados en inglés y alguno en árabe y turco.

 

 SIGUE ... https://conversacionsobrehistoria.info/2020/11/14/violencia-indomita/