Una investigación señala que inversores conocían con
antelación el ataque de Hamás a Israel y lo aprovecharon en Bolsa
Daniel Yebra
5 de diciembre de 2023 22:39h
Una investigación publicada este lunes en Estados Unidos
señala que algunos inversores conocían con antelación el ataque de Hamás a
Israel y sacaron provecho en bolsa. Poco después de conocerse este informe, la
agencia Reuters recogió que las autoridades israelíes están comprobando estos
hechos, que han detectado Robert J. Jackson, Jr., de la Universidad de Nueva
York, y Joshua Mitts, de la Universidad de Columbia.
La investigación —titulada “Trading on terror? (1) apunta a
que inversores desconocidos sabían que Hamás tenía un plan para ejecutar un
atentado en Israel el 7 de octubre y a que habrían utilizado esta información
en los días previos para “ponerse cortos” en empresas cotizadas del país
atacado y obtener ganancias con estas operaciones.
Traducido de la jerga financiera, ponerse cortos o bajistas
significa apostar contra las acciones de empresas concretas, esperando que
caigan. Es una operación que ciertos inversores realizan cuando consideran que
una compañía va a tener problemas y que el precio de sus títulos va a
descender. Es decir, consiste en anticiparse a las pérdidas de una empresa en
bolsa y aprovecharse de ellas en beneficio propio.
Apostar en corto es una práctica legal y habitual de grandes
fondos especuladores, conocidos como 'hedge funds' [fondos de cobertura], pero
está extendida a todos los agentes que participan en los mercados financieros.
La ortodoxia económica defiende que estas apuestas bajistas sirven para
“identificar debilidades y desinflar burbujas”, según palabras de la CNMV de
España.
Es habitual que firmas de inversión como Goldman Sachs lancen
recomendaciones públicas sobre posiciones bajistas en una empresa o en un
índice, como podría ser el Ibex 35. Da igual que las pérdidas de las compañías
sean consecuencia de una crisis económica o que se traduzcan en despidos
masivos. Tampoco importa que tengan que ver con un conflicto bélico y con miles
de asesinatos, como en el caso actual que han estudiado Robert J. Jackson, Jr.
y Joshua Mitts.
Tras el ataque de Hamás, la mayoría de compañías israelíes
efectivamente cayeron en bolsa, al desencadenarse inmediatamente una guerra que
ya dura casi 2 meses y que ha provocado una grave crisis humanitaria en el
territorio palestino de la Franja de Gaza. El índice Tel Aviv Stock Exchange
[TASE, que reúne a las empresas más negociadas de Israel, al igual que lo hace
el Ibex 35 en España] llegó a hundirse un 23% desde el 5 de octubre al día 26
de ese mismo mes.
En su informe, los investigadores de la Universidad de Nueva
York y de la Universidad de Columbia documentan “un aumento significativo de
las posiciones cortas [short-selling, en inglés] en decenas de empresas
israelíes que cotizan en Tel Aviv” en las semanas previas al atentado.
Robert J. Jackson, Jr. y Joshua Mitts señalan especialmente
a Banco Leumi, uno de los principales valores del índice TASE. Según han
detectado, se registraron “4,43 millones de posiciones cortas sobre él durante
el período del 14 de septiembre al 5 de octubre, que generaron ganancias de 30
millones de séqueles [7,5 millones de euros, aproximadamente, al cambio
actual]”.
“Las posiciones cortas de ese día superaron con creces las
que se produjeron durante muchos otros períodos de crisis, incluida la recesión
posterior a la crisis financiera, la guerra entre Israel y Palestina de 2014 y
la pandemia de COVID-19”, añaden los investigadores estadounidenses. “Nuestros
hallazgos sugieren que inversores que tenían información sobre los ataques del
7 de octubre, antes de que ocurrieran, se beneficiaron de estos trágicos
sucesos”, concluyen.
Sin duda, una de las caras más inhumanas y codiciosas de los
mercados financieros es la reacción de ciertos inversores ante las crisis
geopolíticas y los conflictos bélicos. Aquello de que “la guerra no es buena
para nadie” nunca fue exactamente así. En el ensayo Los mongoles en Bagdad, el
economista José Luis Sampedro resumía así las ventajas económicas de una guerra
“para quienes se la administran”: “Los agentes de bolsa recomiendan comprar
acciones de empresas de armamento mientras dura y luego acciones de
constructoras para la reconstrucción”.
Esta es un hecho que se ha repetido históricamente, y que
también se está dando ahora. Distintas empresas armamentísticas han subido en
bolsa tras el inicio de la guerra entre Israel y Hamás. Por ejemplo, las
acciones de la estadounidense Lockheed Martin han ganado cerca de un 13% desde
el atentado terrorista que desencadenó el conflicto. Solo en la sesión
posterior al ataque se dispararon un 9%. Otro grupo norteamericano del sector,
Raytheon Technologies, acumula ganancias del 20%. Lo mismo ocurre con Northrop Grumman
y General Dynamics o con las francesas Dassault Aviation y Thales, la italiana
Leonardo, la británica BAE Systems o las alemanas MTU Aero Engines y
Rheinmetall AG.
Un pico de apuestas bajistas el 2 de octubre
Pero las posiciones cortas detectadas por los investigadores
de la Universidad de Nueva York y de Columbia afloran un grado más de crueldad
en los mercados financieros. Entre las principales evidencias de su informe
destaca un pico de apuestas bajistas (apuestas a que iban a sufrir pérdidas) sobre
empresas cotizadas de Israel “el martes 2 de octubre, pocos días antes del
ataque” de Hamás.
Gráfico de la investigación de Robert J. Jackson Jr. y
Joshua Mitts en el que muestran un pico de posiciones cortas sobre empresas
cotizadas en Israel el 2 de octubre, días antes del ataque de Hamás. Estas
apuestas bajistas esperaban que las acciones de las compañías israelíes
sufrieran pérdidas, como finalmente ocurrió tras el atentado.
“El pico es tan alto (más de 200.000 acciones) que es
difícil ver los demás valores en el gráfico, que rara vez superan las 10.000
acciones”, explican Robert J. Jackson, Jr. y Joshua Mitts. De acuerdo con la
misma investigación, solo el 3 de abril se superaron los niveles de posiciones
cortas del 2 de octubre sobre empresas de Israel. Recientemente, se ha sabido
que Hamás planeó ejecutar otro gran ataque el 5 de abril, aunque finalmente no
lo hizo hasta octubre.
Aunque menores, el informe documenta otros picos llamativos
durante 2023, sobre los que no aporta una interpretación. En declaraciones
concedidas a la CNN, Joshua Mitts advirtió que “solo estamos viendo la punta
del iceberg. Hay muchas más cosas que no podemos detectar pero que los
reguladores deberían considerar”. Otros investigadores consultados por
elDiario.es coinciden en que se trata de un trabajo “serio pero preliminar”.
El profesor de Universidad de Columbia añadió que él y
Robert J. Jackson, su coautor, están “muy seguros” de que la actividad
comercial es “excepcional” y “extraordinaria” en comparación con más de una
década de negociación. “Vincularlo con Hamás es muy especulativo y no estamos
sugiriendo esto. Existe una amplia gama de posibilidades”, concluye.
La agencia Reuters recoge que “las autoridades israelíes
están investigando esta afirmación”, publicada este lunes por Robert J. Jackson
Jr., de la Universidad de Nueva York, y Joshua Mitts, de Columbia .
https://www.eldiario.es/economia/investigacion-senala-inversores-conocian-antelacion-ataque-hamas-israel-aprovecharon-bolsa_1_10743676.html
Nota (1) Jackson,
Jr., Robert J. y Mitts, Joshua, ¿Comerciando con el terror? (4 de diciembre de
2023). Disponible en SSRN: https://ssrn.com/abstract=4652027 o http://dx.doi.org/10.2139/ssrn.4652027
https://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=4652027
No hay comentarios:
Publicar un comentario