martes, 19 de mayo de 2015

Voto y brecha generacional en España.

 

La brecha generacional romperá el voto en las grandes ciudades
Los dos principales partidos, especialmente el PP, naufragan en las franjas de población nacidas después de 1975

 Enric Juliana 

 La Vanguardia





Unos gráficos pasan de mano en mano, de teléfono móvil a teléfono móvil, entre los responsables electorales de los partidos políticos españoles. Y a algunos se les ponen los pelos de punta. Son los gráficos con las preferencias de voto por franjas de edad.

Son gráficos que indican que el resultado electoral del próximo domingo, especialmente en las grandes ciudades, estará sesgado por el factor generacional. Comiezan a haber foso generacional en España.

Datos. En el barómetro del CIS de enero de este año, el Partido Popular sólo alcanzaba una intención de voto del 4,3% entre los 18 y 24 años. 6% entre 25 y 34. 8,9% entre los 35 y 44. Menos del 10% de los españoles nacidos después de 1971, tiempo de las las grandes revueltas, parecen admirar hoy al partido conservador.

La identificación con el PP aún parece ser más baja entre los nacidos después de la muerte del general Franco, que en estos momentos suman unos 12,3 millones de personas con derecho a voto, aproximadamente el 35% del censo electoral. La generación más desconectada de la transición en términos políticos y sentimentales –un contingente que el sociólogo electoral Jaume Miquel denomina los "nuevos ciudadanos"– constituye ya un segmento social muy influyente. Y cada año es más grande.

Los "nuevos ciudadanos" más veteranos recibieron formación analógica y se han incorporado al mundo digital en la fase de maduración. Los más jóvenes se están socializando con los teléfonos móviles y las redes sociales. Su mundo es otro.

Los partidos tradicionales son claramente hegemónicos a partir de los 55 años. El mejor registro del Partido Popular se halla entre los mayores de 65 años: 26,4% de intención de voto en el citado barómetro de enero del CIS. El PSOE presenta unos porcentajes algo más equilibrados, pero apenas supera el 10% de adhesión entre las personas de 25 a 44 años. Su porcentaje más alto (15,9%) también se halla entre las personas mayores de 65 años.

Veamos los ‘nuevos’ partidos. En enero, Podemos rebasaba la barrera del 20% en casi todas las franjas de edad y caía espectacularmente entre los mayores de 65 años, con sólo un 5,6%. La franja de edad más favorable a Podemos es la de 18 a 24 años. Ciudadanos también obtiene una alta puntuación entre los "nuevos ciudadanos", valga la redundancia. El nombre parece haber sido escogido a propósito. (En realidad fue elegido en 2005-06 para expresar la confrontación con el nacionalismo catalán). El partido de Albert Rivera supera bien el 15% entre los menores de 44 años.

El corte generacional lo recorren tres línea de frontera: las condiciones laborales -especialmente desfavorables para los más jóvenes-, la familiaridad con el entorno digital y el nivel de formación. Los cambios sociológicos en España han sido extraordinarios en este campo. Más de un tercio de la población de entre 25 y 44 años tiene hoy estudios superiores. Y casi otro tercio ha cursado la Formación Profesional. Entre los mayores de 65 años, franja de edad en la que reinan de manera indiscutible PP y PSOE, hay un 21% de personas sin estudios y un 47,5% de ciudadanos que solamente pudieron cursar primarios. Es otra España.

El contraste generacional es un factor constante en todas las sociedades, pero en España se está abriendo una fuerte brecha que no favorece a los dos partidos que han tenido las riendas de la situación hasta ahora. Este paisaje ayuda a explicar el intento –quizá desesperado, quizá condenado al fracaso, quizá exitoso– de Convergència Democràtica de Catalunya, de intentar saltar el doble foso de la contestación social y de la ruptura generacional con la bandera soberanista.

La ciudad de Madrid es otro ejemplo interesante. La capital de España ha envejecido notablemente. El promedio de edad de la ciudad ya ha alcanza los 45 años. Los mayores de 65 años superan el 20% y los mayores de 80 ya representan el 5,7%. Las gráficas electorales muestran un dominio abrumador de Esperanza Aguirre entre los mayores de 65 años. Un dominio que va cayendo en picado a medida que la edad disminuye. La mujer que parece haber atravesado sin despeinarse todas los accidentes nucleares del PP no es popular entre los más jóvenes. Ciudadanos presenta como candidata a la alcaldía a la abogada Begoña Villacís (38 años), perfectamente identificable por las nuevas generaciones de las clases medias madrileñas. Podemos promueve la candidatura de la exjuez Manuela Carmena, de 71 años. La candidata más mayor con el partido más joven. Mil artistas gráficos comenzaron ayer una campaña de apoyo a Carmena, colgando en la red retratos suyos del más diverso estilo. La candidata pop


















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