viernes, 4 de septiembre de 2020

La Bielorrusia opositora y el regreso de los nazis.

 

La Bielorrusia opositora: el regreso a los símbolos del Reichskommissariat Ostland

 

Por Vladimir Malyshev 

Fuentes: Fondsk

Foto: una de las manifestaciones de nacionalistas bielorrusos

Los veteranos de la heroica ciudad de Brest se pronunciaron a favor de incluir la bandera blanca-roja-blanca (BCH) de la oposición bielorrusa en la lista de símbolos extremistas, así lo dijo el presidente de la organización regional de veteranos de Brest, Valery Gubarenko (1).

El mayor general retirado V. Gubarenko estuvo más de treinta años en servicio del ejército soviético y las fuerzas armadas de la República de Bielorrusia, después de su retiro trabajó como director del complejo conmemorativo «Héroes de la Fortaleza de Brest». “Bajo esta bandera, nadie salió a defender las conquistas del pueblo, la soberanía y la seguridad de Bielorrusia. Esta es una bandera inventada levantada por Occidente… Nos oponemos a que esta bandera ondee sobre nuestra Patria. Esta no es nuestra bandera…”- dice.

El estereotipo, según el cual la bandera BCHB es un símbolo «nacional» bielorruso, es una de esas leyendas antihistóricas que son ricas en la vida de las repúblicas postsoviéticas. Antes de la revolución de 1917 no existía tal «syaga» (bandera) en la historia.

Foto: Pintura de Jan Matejko «Batalla de Grunwald». No tiene banderas bielorrusas.

Los falsificadores afirman que la bandera BCHB apareció en la Batalla de Grunwald en 1410, pero no hay una sola confirmación de esto. El cronista polaco del siglo XV Jan Dlugosz escribe: “Los estandartes asignados a los gonfalones eran casi todos iguales, ya que casi todos tenían en el estandarte un guerrero con armadura sentado sobre un caballo blanco, a veces negro, ya sea bayo o pío y deslumbrante con una espada en la mano extendida, en un campo rojo. Solo diez de ellos tenían un estandarte diferente y se diferenciaban de los otros treinta; sobre ellos, había un campo rojo, estaban pintados carteles con los que Vitovt solía marcar a sus caballos, de los cuales tenía muchos» (2). Por cierto, esta es una descripción de los estandartes lituanos (Aukštait), samogitias, rusos, tártaros, pero no los “bielorrusos”. No hubo tales personas bajo Grunwald. “En esta batalla, solo un caballero ruso de la tierra de Smolensk, líder de tres regimientos separados, luchó incondicionalmente contra los enemigos y no participó en la retirada”, dice el polaco Jan Dlogush.

Foto: Jan Gnevash. Batalla de Kirchholm en 1605. No tiene una bandera bielorrusa.


Otro invento es que la bandera blanca-roja-blanca es un símbolo de la victoria de los polacos sobre los suecos cerca de Kirchholm (1605), en el territorio de la actual Letonia (3). Sin embargo, esta batalla tampoco tiene nada que ver con la historia de la aparición de la bandera blanca-roja-blanca. Basta mirar la pintura de los artistas de esa época que representan una batalla; no tiene una bandera blanca, roja y blanca. Por cierto, el ejército de los vencedores en Kirchholm estaba formado por polacos, lituanos, tártaros, kurlandeses, semigalianos, cosacos de Zaporozhye; los bielorrusos no estaban allí.

Foto: Bandera bielorrusa en 1918

Los símbolos BCHB aparecieron en el territorio de la Bielorrusia moderna solo en 1918, cuando numerosas pseudorepúblicas comenzaron a aparecer sobre las ruinas del Imperio ruso. En Minsk, ocupada por las tropas del Káiser, se proclamó la República Popular de Bielorrusia (BNR) por iniciativa de los invasores, cuyo símbolo era la bandera blanca-roja-blanca. En la Bielorrusia soviética el funcionariado asumió al principio una bandera roja y luego una rojo-verde con un adorno en el lado izquierdo.

Foto: Minsk ocupada. Los colaboradores de Hitler bajo la bandera actualmente utilizada por la oposición bielorrusa
Foto: Memorial en Nueva Jersey, Estados Unidos.

Durante la ocupación de la República Socialista Soviética de Bielorrusia (1941-1944) la bandera blanca-roja-blanca se utilizó con la aprobación de los invasores nazis desde julio de 1942 en el territorio del Distrito General de Bielorrusia del Reichskommissariat Ostland. El 21 de diciembre de 1943 se formó la Rada Central bielorrusa colaboracionista (BCR) con los mismos símbolos en la Minsk ocupada. Bajo las banderas blanca-roja-blanca se llevaron a cabo desfiles de colaboracionistas de la defensa regional bielorrusa, organizados por los jefes de Hitler (4).

Foto: Militantes bielorrusos en Kiev en las columnas de radicales ucranianos

A finales de la década de 1980, a raíz de la Perestroika de Gorbachov, esta bandera, usada dos veces por los ocupantes alemanes de Bielorrusia, se convirtió en un símbolo no oficial de los nacionalistas bielorrusos. Y el 19 de septiembre de 1991, durante el febril desfile de soberanías de las repúblicas soviéticas, el Consejo Supremo de la República de Bielorrusia, que entonces estaba presidido por una de los tres seguidores de la Bielorrusia de Shushkevich, aprobó la ley «Sobre la bandera del Estado de la República de Bielorrusia» que aprobaba la bandera blanca-roja-blanca.

Foto: Militantes bielorrusos en Donbass

En mayo de 1995, por iniciativa del nuevo presidente de la República de Belarús, Alexander Lukashenko, se celebró un referéndum en el que también se resolvió la cuestión del establecimiento de una nueva bandera y escudo de armas. El 75,1 % de quienes participaron en la votación apoyó la adopción de los nuevos símbolos estatales. La bandera blanca-roja-blanca, teñida de traición tanto en 1918 como en 1941, se ha hundido en el pasado, pero en agosto de 2020 volvió a aparecer en Bielorrusia, esta vez izada en el Bielomaidan, cuyos ideólogos y organizadores están intentando junto con Alexander Lukashenko demoler el Estado bielorruso (5).

Foto: Marcha de la oposición bielorrusa

Cuando el veterano bielorruso de Brest, Valery Vladimirovich Gubarenko, dice que la pancarta BCHB: “Esta no es nuestra bandera”, expresa una verdad histórica que no puede ser refutada. Esta es la bandera de aquellos a quienes Himmler se dirigió el 16 de septiembre de 1942, hablando en una reunión de altos funcionarios de las SS y la policía en Zhitomir: “Durante… 20 años… debemos germanizar y poblar Bielorrusia (énfasis nuestro – V.M.), Estonia, Letonia, Lituania, Ingermanland y Crimea”.

Los símbolos falsos siempre se vengan de quienes los eligen.

Notas:

1. https://tlgrm.ru/channels/@pdmnews/33240

2. https://teleskop-by.org/2020/06/30/kak-belo-krasno-belomu-flagu-vydumyvali-mnogovekovuyu-istoriyu/

3. https://pikabu.ru/story/kak_belokrasnobelomu_flagu_vyidumyivali_mnogovekovuyu_istoriyu_7657644

4. https://belaruspartisan.by/politic/246612/

5. https://www.fondsk.ru/news/2020/08/17/glubinnye-smysly-i-celi-belomajdana-51643.html

Traducción del ruso de Juan Gabriel Caro Rivera

Fuente: https://www.fondsk.ru/news/2020/08/30/oppozicionnaja-belarus-vozvraschenie-k-simvolike-rejhskomissariata-ostland-51730.html

https://rebelion.org/la-bielorrusia-opositora-el-regreso-a-los-simbolos-del-reichskommissariat-ostland/


Nota del blog .- Es bien curioso  ver  las baderas nazis del Este en toda la prensa occidental  como en Ucrania , disfrazados de  nacionalistas democráticos tanto  está igual en   Der Spiegel como en  el País.

https://elpais.com/internacional/2020-09-04/la-represion-de-lukashenko-amenaza-el-silicon-valley-bielorruso.html

jueves, 3 de septiembre de 2020

¿Cuánto cambió la apropiación global de riqueza?

 

Desarrollo desigual e imperialismo hoy, una discusión con David Harvey

  Esteban Mercatante  

Fuentes: La izquierda diario

Un dato característico de las últimas décadas viene siendo el débil crecimiento económico de los países desarrollados, que contrasta con el dinamismo que muestran China y otros países de la periferia. ¿Qué nos dice eso sobre las relaciones que caracterizan al sistema mundial capitalista?

¿Cuánto cambió la apropiación global de riqueza?

Aquellos de nosotros que pensamos que las viejas categorías del imperialismo no funcionan demasiado bien en estos tiempos, no negamos para nada todos los complejos flujos de valor que expanden la acumulación de riqueza y poder en una parte del mundo a expensas de otra. Simplemente pensamos que los flujos son más complicados y están siempre cambiando de dirección. El histórico drenaje de riqueza de Oriente hacia Occidente durante más de dos siglos, por ejemplo, se revirtió en gran medida durante los últimos treinta años [1].

David Harvey, autor de esta afirmación, destaca que la reconfiguración de la división internacional del trabajo durante las últimas décadas, asociada a la internacionalización productiva que hemos analizado en otras oportunidades, ha producido en algunos países esta reversión de los patrones de polaridad desarrollo/subdesarrollo característicos del capitalismo imperialista desde finales del siglo XIX. Este planteo de Harvey suscitó tiempo atrás una polémica con John Smith, autor del libro Imperialism in the Twenty-First Century (El imperialismo en el siglo XXI).

Como ya hemos señalado en oportunidad de esa polémica, si la tomamos en un sentido estricto, la aseveración Harvey no se confirma. Si tomamos como bloque al conjunto de los países dependientes (catalogados habitualmente por las agencias multilaterales como países “emergentes” y “en desarrollo”, o “de ingreso medio” y “pobres”, etc.), estos siguieron “drenando” riqueza hacia los países ricos durante las últimas décadas. Nos basábamos para esto en el estudio “Financial flows and tax havens: combining to limit the lives of billions of people” (Flujos financieros y paraísos fiscales: combinándose para limitar las vidas de miles de millones de personas) que reconstruye el resultado neto de flujos financieros globales lícitos e ilícitos –“ayudas al desarrollo”, remesas de salarios, saldos comerciales netos, servicios de deuda, nuevos préstamos, inversión extranjera directa (IED), inversiones de cartera y otros flujos–. El estudio calculaba que entre 1980 y 2012, los “países emergentes y en desarrollo” perdieron 3 billones de dólares en trasferencias netas hacia los países ricos. En promedio, desde los años 2000, las transferencias representaron al año más de 8 % del PBI de los países afectados. China representa nada menos de 1,9 billones de dólares del total transferido durante esos años. Para que nos demos una idea, la economía de China alcanza hoy los 12,5 billones de dólares. A este resultado negativo de transferencias netas, habría que sumar otro “drenaje” que consideraba el estudio: la salida de capitales (la “fuga” que en la Argentina conocemos bien), que durante el período fue de 13,4 billones de dólares, que se reducen a 10,6 billones excluyendo a China. Esto muestra que no ocurrió una reversión

Sigue ...

Fuente: https://www.laizquierdadiario.com/Desarrollo-desigual-e-imperialismo-hoy-una-discusion-con-David-Harvey?utm_source=newsletter&utm_medium=email&utm_campaign=Newsletter



martes, 1 de septiembre de 2020

Bielorrusia, el guión se repite .

 

Bielorrusia, el gastado guión se repite 

 Augusto Zamora R.  


Fuentes: Rebelión


Les dejo esto, elaborado a base de recopilar informaciones dispersas:

1.- Movilizaciones populares por resultado de elecciones presidenciales, con base real.

2.- Una candidata opositora sin más credenciales políticas que ser esposa de su marido. NOTA HISTÓRICA: El modelo de candidata viuda fue aplicado por vez primera por EEUU en Filipinas, para poner fin a la dictadura de Ferdinand Marcos. No es que a EEUU le importara la democracia. Marcos, como los Somoza en Nicaragua, había alcanzado el poder con un golpe de estado apoyado por EEUU. Las revoluciones en Irán y Nicaragua, en 1979, hicieron ver a Washington que el modelo de dominación basado en dictaduras ya no sólo no era rentable: era peligroso, pues propiciaba revoluciones antiimperialistas. Decidieron, entonces, cambiar de modelo, hacia uno pseudo-democrático, dirigiendo los cambios ellos mismos. Marcos fue el primero en probar el purgante. EEUU escogió como líder a Corazón Aquino, la viuda del opositor Benigno Aquino, protegido, a su vez, por EEUU, y asesinado por la dictadura filipina en 1983. En 1986, Corazón Aquino fue candidata de un amplio frente opositor organizado por… EEUU. El dictador Marcos y Aquino se proclamaron vencedores. Un golpe militar puso fin al problema, con el derrocamiento de Marcos. Aquino fue presidenta, suprimió la enseñanza del español y gobernó felizmente para unos felices EEUU. El siguiente país en conocer la fórmula de la viuda candidata anticomunista fue Nicaragua, con Violeta Barrios viuda de Chamorro. En Bielorrusia no hay viuda, sólo una exiliada de bloguero, apresado por incitar a la violencia desde su blog. No es viuda, pero sirve a los propósitos que se persiguen. Además, se mantiene la sustancia del modelo: consorte de…

3.- “Tenemos recursos financieros, hemos movilizado 50 millones de euros para ayudar a la sociedad bielorrusa, tenemos influencia política, pero Bielorrusia no debe ser una segunda Ucrania”, declaró hace pocos días el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell. Si es dinero para la sociedad bielorrusa, es una absoluta miseria. Si es dinero para la consorte del bloguero es un montón de dinero. Como sabemos que no va a ir a la ‘sociedad bielorrusa’ sino al directorio opositor, son 50 millones para desestabilizar Bielorrusia. A propósito de fondos externos, en España es delito que los partidos políticos reciban dinero extranjero. También lo prohíbe la Unión Europea. Pero la UE sí puede repartirlo alegremente…

4.- Tijanóvskaya viajó a Letonia para reunirse, el pasado lunes, con el subsecretario de Estado de EEUU, Stephen Biegun. ¿Para negociar el apoyo de la CIA?

5.- Aprovechando la visita, el presidente de Letonia se unió a las manifestaciones contra Lukashenko. El hecho hace recordar las manifestaciones contra Juan Domingo Perón, en 1954, en Argentina, encabezadas por el embajador de EEUU. Los países bálticos y Polonia quieren ser a Bielorrusia lo que la Colombia de Duque es a Venezuela y Maduro.

6.- Tijanóvskaya se dice dispuesta a viajar a Bielorrusia para dialogar con Lukashenko y ´resolver´ la crisis interna… con la entrega del poder a Tijanóvskaya. El guion que dieron al payaso de Guaidó, en Venezuela, y que en payaso se quedó.

7.- Entre viaje y viaje, la esposa del bloguero no ha parado de dar entrevistas a medios de comunicación europeos y estadounidenses ¡en inglés! No hace falta que la entiendan los bielorrusos, lo que importa que es lo divulguen medios occidentales.

7.- Como música de acompañamiento, la premio Nobel de Literatura, y ferviente partidaria de la UE, Svetlana Alexiévich, está denunciando que la pueden detener ‘en cualquier momento’ y clama: “necesitamos ayuda del mundo civilizado”. Vaya, por Dios, la premio Nobel nos ha devuelto de golpe al siglo XIX, cuando las potencias imperialistas europeas dividían al mundo en civilizados, bárbaros y salvajes. Bárbaros o semicivilizados éramos los latinoamericanos. Salvajes los habitantes de África, Asia y Oceanía. Así que la señora Nobel está pidiendo a las potencias imperialistas -únicas civilizadas- que envíen sus soldaditos a Bielorrusia. ¿Les suena familiar? Por demás, les dejo esta afirmación de Thomas Mann, de 1907: «Rusia está mucho más próxima a la barbarie que nuestra mitad occidental de Europa». En 1907, Rusia comprendía a rusos, bielorrusos y ucranianos (pueden encontrar la cita en el artículo “La solución de la cuestión judía”).

Si hay alguna novedad en este guion, me la señalan, por favor.

*El autor https://www.sigloxxieditores.com/autor/augusto-zamora/..Es autor de Malditos libertadores, Siglo XXI, enero de 2020; Réquiem polifónico por Occidente, Akal, 2018, y Política y geopolítica para rebeldes, irreverentes y escépticos, Akal, 3° edición, 2018. 

 FUENTE ...https://rebelion.org/bielorrusia-el-gastado-guion-se-repite/

 y ver ...

https://ctxt.es/es/20200801/Firmas/33211/Rafael-Poch-jaque-mate-Bielorrusia-Aleksandr-Lukashenko.htm

 Nota del bloc ..En  Bielorrusia  estamos ante uno de los pocos estados donde prima la protección y el estado social y es así porque la economía no está sonetida al capricho de los ricos magnates, sino a los designios del estado. Esto no resulta aceptable para el sistema financiero y tampoco para el industrial de la Unión Europea y de Estados Unidos, que quieren explotar este estado nacional . Además, y esto es bien importante, Bielorrusia es hoy la principal y solitaria barrera a la extensión de la OTAN en Europa hacia Rusia, estando especialmente cerca de su capital Moscú.

domingo, 30 de agosto de 2020

Guerra fría en la Red

 

   

Guerra fría en la Red

Pablo Stancanelli  



Fuentes: Le Monde Diplomatique



La decisión del Reino Unido de excluir a la multinacional china de tecnología Huawei de sus redes 5G y el anuncio del presidente estadounidense Donald Trump de que prohibirá la aplicación Tik Tok en su país marcan una escalada en la guerra comercial y geopolítica que enfrenta a Estados Unidos y China por el dominio de la infraestructura, los datos y los negocios de internet. Un conflicto que está en el centro de las luchas por el poder global y que se anuncia feroz.

Fuente: El Atlas de la revolución digital (hacer click para ampliar)

Como antaño las rutas comerciales, los territorios y los recursos naturales, las batallas geopolíticas por el poder y la soberanía se libran hoy en torno a los datos, las tecnologías digitales y las infraestructuras de Internet. En este terreno, los principales contendientes son Estados Unidos y China. El gigante asiático ha alcanzado un desarrollo tecnológico impresionante en las últimas décadas y expande su imperio a través de la Red. Es el único país capaz de competir al nivel de la potencia norteamericana y amenazarla en su propio juego. Un juego devenido en el centro de una feroz guerra comercial, industrial y de inteligencia por la reconfiguración de las relaciones de fuerza globales, que obliga a aliados y terceros a posicionarse o, mejor dicho, alinearse, con el riesgo explícito de sufrir severas represalias de ambas partes.

En efecto, la escalada del enfrentamiento entre Estados Unidos y China, en la que arrecian las acusaciones de espionaje, retrotrae a las tensiones de la Guerra Fría y toma tintes peligrosos en momentos en que se intensifica la campaña presidencial en Estados Unidos. Así lo demuestra el cierre forzado del consulado chino en Houston, el pasado 22 de julio, una medida sin precedentes desde el establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países en 1979, a la que China respondió en represalia con el cierre del consulado estadounidense en la ciudad de Chengdu.

En el núcleo de este conflicto se destaca particularmente la multinacional de tecnología china Huawei, bestia negra del presidente estadounidense Donald Trump, que la acusa de ser una herramienta de inteligencia de la República Popular. Creada en Shenzen en 1987, Huawei opera actualmente en unos 170 países y se ha convertido en el mayor fabricante de equipos de telecomunicaciones del mundo y el segundo mayor fabricante de smartphones. Por sobre todas las cosas, lidera la carrera por la implementación del 5G –quinta generación de tecnología inalámbrica para redes digitales móviles–, que permitirá un salto cuantitativo y cualitativo en las telecomunicaciones, los vehículos autónomos y la Internet de la Cosas (IOT, en inglés).

El pasado 14 de julio, en un vuelco respecto de decisiones recientes, el Gobierno del primer ministro británico Boris Johnson anunció que prohíbe a las empresas de telecomunicaciones que operan en el Reino Unido comprar equipos de Huawei para la implementación de sus redes 5G a partir de 2021, y que todos los equipos ya instalados deberán ser desmantelados antes de 2027. Una decisión fundada oficialmente en los temores planteados por el Centro Nacional sobre Cíberseguridad (NCSC, en inglés) respecto de la capacidad de Huawei para garantizar la seguridad de las redes y sus datos a partir de las sanciones impuestas en mayo por el Gobierno de Estados Unidos, que impiden a la empresa acceder a componentes esenciales como los semiconductores y software de su país. El Reino Unido se suma así al grupo de países que prohíben oficialmente a Huawei como proveedor de sus redes 5G: Estados Unidos, Australia, Japón y Taiwán. Una lista tan breve como selecta e influyente, que representa más de un tercio del Producto Interno Bruto global.

Al tiempo que el Gobierno británico realizaba su anuncio, el presidente estadounidense Donald Trump celebraba su victoria contra China atribuyéndose el logro (“Lo hice yo”) y advirtiendo que quien quiera hacer negocios con la potencia norteamericana deberá vetar a Huawei. En efecto, detrás de bambalinas, representantes del Gobierno de Johnson habrían reconocido a ejecutivos de la empresa china que la decisión se fundaba en razones geopolíticas, es decir, fuertes presiones del Gobierno estadounidense en momentos en que el brexit obliga a reforzar las relaciones con el aliado americano. Para intentar suavizar las futuras consecuencias de su acción también señalaron que la medida podría incluso ser revisada en función del resultado de las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos (1). La prohibición conlleva importantes pérdidas financieras y retrasos en la implementación de la red 5G para el Reino Unido, además de posibles castigos comerciales que ya se están haciendo notar: alegando el “amplio contexto geopolítico”, ByteDance, la compañía con sede en Pekín dueña de Tik Tok, nueva estrella de las redes sociales y la primera aplicación de origen chino en expandirse fuertemente en Occidente –fue la más descargada globalmente en marzo de 2020 y cuenta con 800 millones de usuarios activos mensuales (2)–, puso un freno a las negociaciones para instalar su sede de negocios exteriores en Londres, amenazando la creación de unos 3.000 empleos (3).

Mientras tanto, la decisión del Reino Unido fuerza al resto de las potencias europeas y a otros aliados estratégicos de Estados Unidos a definirse. Es el caso de Alemania, de la que se espera una pronta decisión. Allí, los distintos operadores advierten sobre las postergaciones y los costos multimillonarios que conllevaría un veto a Huawei en la implementación del 5G. Su canciller Angela Merkel se ha expresado en favor de contar con una diversidad de proveedores, señalando a su vez la necesidad para la Unión Europea (UE) de controlar sus propios datos y de alcanzar la “soberanía digital”. En ese sentido, Berlín y París lanzaron un proyecto de nube europea denominado Gaia-X, que busca quebrar la hegemonía estadounidense y china en ese terreno. Asimismo, el pasado 16 de julio, el Tribunal de Justicia de la UE invalidó un acuerdo de transferencia de datos personales entre Bruselas y Washington, conocido como “escudo de protección”, debido paradójicamente a la falta de “protección” de esa información frente a los programas estadounidenses de vigilancia.

Particularmente sensible es el caso de Canadá, donde Meng Wanzhou, directora financiera de Huawei e hija del fundador de la empresa, Ren Zenghfei, se encuentra detenida desde diciembre de 2018, a raíz de un pedido de extradición estadounidense por violar el embargo con Irán. Canadá y Nueva Zelanda son los dos únicos miembros de los Cinco Ojos (una alianza entre agencias de inteligencia de estos dos países, Estados Unidos, el Reino Unido y Australia, que se remonta a la posguerra, y se dedica a la vigilancia de señales de telecomunicaciones globales) que aún no han vetado a Huawei. Nueva Zelanda sostiene que no prohibirá a ningún proveedor pero que se reserva su derecho a proteger la seguridad de sus redes en base a un “proceso regulatorio estable e independiente” (4). La decisión del Gobierno de Ottawa es más compleja. Tironeado entre las presiones de su vecino estadounidense, socio comercial esencial, y las represalias del gigante asiático, al que realizó exportaciones por 18.000 millones de dólares en 2019, Canadá debe ejercer un delicado equilibrio diplomático: nueve días después del arresto de Meng en Vancouver, el Gobierno chino arrestó a un ex diplomático y un empresario canadienses, detenidos desde entonces bajo cargos de espionaje.

El poder de los datos

Las acusaciones sobre las “puertas traseras” ocultas en las tecnologías de Huawei y otras empresas de punta chinas que permitirían el espionaje por parte del aparato militar de la potencia asiática, nunca del todo demostradas, favorecen a los gigantes tecnológicos estadounidenses (Facebook, Amazon, Google, Microsoft y Apple) que alegan la competencia china para defenderse de las acusaciones de posición monopólica y violaciones a la privacidad. Pero lo cierto es que resultan cuanto menos irónicas por parte de empresas y naciones que no dudan en violar abiertamente el derecho internacional y la privacidad de las telecomunicaciones, como demostraron las denuncias del ex agente de inteligencia estadounidense Edward Snowden sobre la red de vigilancia global implementada por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, en inglés) de Estados Unidos, en colaboración con los servicios del Reino Unido. Desde 2018, la Cloud Act estadounidense obliga a las empresas que operan en su país a proporcionar al Gobierno los datos almacenados en sus servidores, aun cuando éstos se encuentren en el exterior. China, por su parte, no permite que las empresas que operan en su territorio almacenen datos en servidores fuera del país.

La preocupación central podría deberse entonces no tanto al espionaje en sí mismo cuanto al hecho de que el avance de Huawei y otras multinacionales tecnológicas chinas en los mercados globales, al quitar cuotas de mercado a las compañías occidentales, quita a los servicios de inteligencia de Estados Unidos y aliados sus propias redes de vigilancia. El pasado viernes 31 de julio, Trump anunció que prohibiría Tik Tok, ¡a menos que sea comprada por Microsoft! La disputa entonces es por el monopolio de acceso a los datos que circulan por las redes, y el poder que éstos otorgan. Y el poder no se regala…

Notas.

1. Véase “Trump on UK’s Huawei ban: ‘I did this myself’”, YouTube.com; y Toby Helm, “Pressure from Trump led to 5G ban, Britain tells Huawei”, The Observer, Londres, 18-7-2020.

2. Clarisa Herrera, “Qué hay detrás del fenómeno Tik Tok”, La Nación, Buenos Aires, 18-7-2020.

3. Philip Inman, “Tik Tok halts on London HQ amid UK-China tensions”, The Guardian, Londres, 19-7-2020.

4. Rachel Thomas, “Andrew Little says New Zealand won’t follow UK’s Huawei ban”, Radio New Zealand, 15-7-2020.

Fuente: https://www.eldiplo.org/notas-web/guerra-de-espionaje-por-la-red/

jueves, 27 de agosto de 2020

¡ Quién controla al Tribunal de Cuentas?

 

¿Cómo funciona y quién controla al Tribunal de Cuentas?

 Por Kaos. Estado Español  

 Como ocurre con buena parte de los órganos que según la constitución monárquica deberían velar por el buen funcionamiento de nuestra singular democracia (léase, por ejemplo, el Poder Judicial) tanto la elección de sus miembros como su funcionamiento plantean serias dudas sobre su verdadera independencia y parecen, asimismo, ser un foco de toda suerte de enchufismo y prebendas.

 

Veamos el ejemplo del Tribunal de Cuentas, cuyos doce consejeros actuales fueron elegidos en 2012, siete propuestos por el PP y cinco por el PSOE, y cuyo mandato es de nueve años, hasta 2021.

 

Su elección se remonta al 17 de julio de 2012 cuando el gobierno que entonces presidía Mariano Rajoy pactó con el PSOE de Alfredo Pérez Rubalcaba los nomb4res de los seis miembros que compondrían durante nueve años la mesa de este órgano a propuesta del Congreso. Al día siguiente se hizo lo mismo con los seis restantes en el Senado. Tanto socialistas como populares aseguraban la mayoría de tres quintos necesaria para esos nombramientos.

 

Dos años después, en 2014, se hizo público que los lazos familiares o de parentesco alcanzaban a 100 empleados de los 700 que la institución empleaba en total. En ese momento, el presidente era el ex diputado Ramón Álvarez de Miranda, que sigue ocupando una de los puestos del Consejo. De los 12 miembros, 7 habían sido propuestos por el  PP y los otros por el PSOE, uno de ellos consensuado con IU.

 

La actual presidenta es María José de la Fuente. El órgano, de control mayoritario por el PP, ha estado varias veces en el centro del debate público por actuaciones sospechosas relacionadas con la proximidad a los partidos políticos de los encargados de tomar decisiones. El año pasado, por ejemplo, decidió absolver a la ex alcaldesa de Madrid, Ana Botella, y a siete altos cargos de su Gobierno de una condena que les habría obligado a pagar 25,7 millones de euros por la venta fraudulenta de 1.860 viviendas públicas al fondo buitre Blackstone.

 

Dos consejeros propuestos por el Partido Popular tuvieron un papel decisivo en esa resolución: Margarita Mariscal (ex ministra de Justicia con Aznar) y José Manuel Suárez. También figura en el consejo Manuel Aznar, el hermano del ex presidente del Gobierno.

 

Entre sus prebendas cabe señalaar que cada consejero recibe la suma de 122.168,06 €, además de contar con coche oficial y dos secretarias por cabeza. El presupuesto total del Tribunal supera los 63 millones de euros, de los cuales más de 57 van a personal con un sueldo medio que supera los 3.000 euros.

https://kaosenlared.net/como-funciona-y-quien-controla-al-tribunal-de-cuentas/

martes, 25 de agosto de 2020

El Estado y la plurinacionalidad en España

 

'Un haz de naciones. El Estado y la plurinacionalidad en España (1830-2017)' de Xavier Domènech

 

 Xavier Domènech: “El ‘procés’ y la España vaciada son expresiones de un Estado que no reconoce la plurinacionalidad”

 

El historiador advierte que “sólo desde la asunción de la plurinacionalidad se pueden construir gobiernos estables” en la izquierda española ante el panorama actual

 

El historiador advierte que “sólo desde la asunción de la plurinacionalidad se pueden construir gobiernos estables” en la izquierda española ante el panorama actual

 

 

IÑAKI PARDO TORREGROSA,  

Xavier Domènech (Sabadell, 1974) dejó la política institucional y sus cargos en Podemos Catalunya y Catalunya en Comú en septiembre de 2018 después de tres años intensos y convulsos en los que fue diputado del Congreso –su espacio fue la fuerza más votada en las elecciones generales de 2015 y 2016– y del Parlament de Catalunya, donde entró después del octubre catalán y de la aplicación del 155.

 

Decidió volver a la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), al departamento de Historia Moderna y Contemporánea, y hace poco puso en marcha junto a otros exdirigentes políticos de la izquierda catalana el think tank Sobiranies. Durante 2019 disfrutó escribiendo lo que él considera un libro con “voluntad analítica”, el ensayo Un haz de naciones. El Estado y la plurinacionalidad en España (1830-2017) (Península), que se acaba de publicar. El título se debe a una frase de un artículo sobre la centralización del Diario de Barcelona de 1854 de Joan Baptista Guardiola:

 

“Que la raza española no es una sola; que el idioma en España no es uno solo; que el clima no es uno solo; y que la historia no es una sola: esto es, que en España los elementos constitutivos de su personalidad nacional no son uniformes sino variados, y que no hay en ella, por tanto, un solo pueblo, una sola nacionalidad, sino varios pueblos, varias nacionalidades: que España no es, en el riguroso y buen sentido de la palabra, una sola nación, sino un haz de naciones”.

 

¿Sigue vivo el procés?

 

Tal y como lo hemos conocido ya no existe. Siguen los problemas que lo originaron y los que se generaron durante el mismo. También los anhelos y sus consecuencias. Todo eso sigue vivo y una parte importante de la población de Catalunya sigue queriendo la independencia. Además, están los presos. Pero el procés que conocimos ya no está.

 

¿Por qué?

 

Hay un ejemplo muy evidente. Durante el procés siempre se miraba al futuro, se marcaba un horizonte con aquello que tenía que venir. A veces se planificaba a 18 meses vista, había hojas de ruta pautadas... y ahora hace mucho tiempo que no se mira al futuro, incluso se mira al pasado y se debate sobre lo que pasó en octubre de 2017 y lo que debería haber pasado. Pero eso no quiere decir que hayan desaparecido los problemas.

 

¿Dónde sitúa el origen del conflicto?

 

Hay dos vectores de análisis. Uno empezó hace unas décadas y es la crisis de las soberanías. Es la gran cuestión de esta época y toma diversas formas. En algunos lugares toma la forma de cuestiones o encajes nacionales irresueltos o de reconocimientos nacionales no realizados. Se ha visto en Catalunya, Escocia o Canadá. Pero eso es una crisis de los procesos de globalización y de las transformaciones del estado contemporáneo. Ese es un vector que nos afecta como catalanes, pero no es nuestro y, como decía, tiene diversas expresiones en diferentes lugares. Es un vector de época. Pero todo esto no pasa en medio de la nada, pasa en medio de una historia con unas raíces profundas. Uno puede ver el momento clave en la sentencia del Tribunal Constitucional de 2010 sobre el Estatut y otro puede ver el origen en 1714, cuando España deja de ser un país compuesto.

 

El ‘procés’ tal y como lo hemos conocido ya no existe”

 

En el libro toma otro punto de partida.

 

Yo me sitúo en la configuración del Estado liberal español, a mediados del siglo XIX. Se conforma un Estado enormemente centralista en uno de los países con mayor pluralidad protonacional de Europa. En el último tercio del siglo XIX, a medida que se configura el Estado-nación español centralista, monárquico y sin reconocimiento de los derechos de los ciudadanos, emergen proyectos políticos nacionales alternativos. Aparecen el catalanismo, el nacionalismo vasco, el galleguismo o el andalucismo y se genera una dinámica plurinacional en el Estado español. El libro recorre diferentes etapas, también analiza estas problemáticas en la Segunda República o en la transición.

 

¿Cuál cree que es el momento más decisivo para el procés que hemos conocido nosotros?

 

Cada momento tiene sus características. En la Primera República, en 1874, se da el momento iniciático. Intento explicar que es el gran momento de posibilidad de una reconfiguración de las bases del Estado español a partir de la idea de soberanías compartidas, un reconocimiento de las soberanías territoriales y una ampliación de la democracia muy potente en términos políticos y sociales. El fracaso de esa experiencia explica en gran parte la emergencia de los proyectos nacionales alternativos en el Estado. Hay otro momento en la Segunda República que es muy importante porque gran parte de las características de lo que vivimos hoy están ahí: el nacimiento del primer modelo autonómico en el caso de Catalunya o el nacimiento de los principios básicos de la constitucionalidad como el hecho de que los estatutos sean bloque de constitucionalidad. El otro gran momento evidentemente es en 1978. Se intenta dar una solución de una cierta ambivalencia y ambigüedad a los programas nacionales que acaba siendo lo suficiente ambigua como para permitir lecturas unilaterales desde el centralismo. Y después están las tres grandes crisis territoriales del siglo XXI, el plan Ibarretxe, el procés y el fenómeno de la España vaciada. Son expresiones de una problemática y de una dinámica política de un Estado que no reconoce su propia diversidad plurinacional y territorial. No es solo un problema de lo plurinacional. El tema de la España vaciada va ligado. Teruel Existe no quiere una nación, pero sí reclama que los grandes partidos nacionales españoles representen sus demandas.

 

El fracaso de la Primera República explica en gran parte la emergencia de los proyectos nacionales alternativos en el Estado”

 

¿Será Catalunya independiente? En el libro dice que no lo es, todavía.

 

Digo que no lo es todavía porque el futuro no está escrito. Explico porque no ha pasado, pero no digo que no pase. La dinámica política se ha basado en la cultura de la victoria y la derrota, la victoria de unos y a derrota de otros y no en la mirada al futuro y eso no significa que se haya acabado. En el futuro todas las posibilidades están abiertas. Los partidos de Estado tienen que tener claro que si quieren mantener a Catalunya necesitan nuevos pactos. Se puede explicar políticamente que ha sido todo un soufflé, que ha sido un juego de élites. Evidentemente hay intereses. Todo eso es evidente. Pero intento explicar que no es una cuestión táctica o estrategia política o de mantenimiento de poder, sino que hay un problema de raíz profunda. Y si no capaces de encararlo y solucionarlo no quiere decir que desaparezca. Seguirá existiendo y puede tener expresiones diversas en realidades históricas cambiantes. Es difícil que Catalunya sea independiente en esta época, pero eso no quiere decir que no lo vaya a ser en el futuro. Y quien quiera caminar hacia un nuevo proyecto conjunto debe tomar conciencia de eso, no sólo de cómo se ganan unas elecciones. Conciencia de cómo se puede ganar un proyecto común.

 

El soberanismo catalán y el independentismo deben caminar hacia la construcción de agendas compartidas con otros soberanismos del Estado”

 

¿Qué salida tiene el independentismo ante la negativa del Estado a abordar la autodeterminación?

 

La idea de la posibilidad de desconexión, a mi juicio, ya está agotada después del octubre de 2017. Hay un poder enorme de afirmación, de movilización, de construcción y de dominio de la institucionalidad. Pero hay que seguir el camino que dibujan otros soberanismos del Estado. Hace unos años era impensable el papel que están jugando en la dinámica estatal EH Bildu o el BNG. El soberanismo catalán y el independentismo deben caminar hacia la construcción de agendas compartidas con otros soberanismos del Estado, que probablemente no compartirán toda la agenda, pero una parte importante sí es común. No veo otra salida.

 

En el libro explica que el catalanismo siempre quiso reformar España. ¿Es esa la senda a recorrer?

 

Sí, pero ahora también lo siguen matrices nacionalistas que no estuvieron nunca en ese juego, como es le caso del nacionalismo vasco en su expresión abertzale y en su versión más conservadora. Ambas están jugando ese papel. En 2011 hubo un récord. Nunca había habido tantos diputados en el Congreso que representaban un proyecto nacional alternativo o regionalista. En 2015 y 2016 esa cifra menguó por el resultado de Podemos y sus confluencias, que abrieron un horizonte de esperanza plurinacional, pero en 2019 se ha batido el récord de nuevo. Ahora incluso se defienden provincias como, el caso de Teruel Existe. Es evidente que eso tarde o temprano lleva a una reconstrucción o transformación, sino una nueva formación del pacto territorial. Pero también del pacto político, social y democrático. Uno tiene que decidir si quiere estar o no en ese proceso. Pero estar es estar en el vacío y en la nada. No creo que haya campo fuera de ese proceso para el desarrollo, hay que participar. No se puede pretender solo que el Estado solucione o no una demanda y si no lo hace rechazar al Estado. No te puedes quedar fuera y esperar que el Estado lo solucione. Hay que transformar la realidad y el propio estado. Ese es el gran reto de todos, la transformación del propio Estado.

 

En el libro expone que aunque el pensamiento de José Ortega y Gasset no triunfó durante la Segunda República, sí lo hizo después. ¿El PSOE debe elegir entre lo que proponía Ortega y Gasset o el camino que marcó Manuel Azaña? Pedro Sánchez citó al segundo en su último discurso de investidura.

 

La configuración inicial del Estado en 1978 no es centralista ni regional sino que es un Estado que puede tener autonomías. No se define el modelo territorial, eso llegará poco después con el despliegue de los estatutos. Pero desde 1978 hasta ahora, menos en el momento originario, hay mucha influencia de los hijos de Ortega y Gasset y del pensamiento del filósofo, con su idea de la ‘conllevancia’, de tolerar al otro para no construir a partir del otro y la idea de erigir el Estado central como el gran rector ante la posibilidad de que haya poderes autonómicos. Para mí el camino de Ortega y Gasset ya es un camino agotado para las izquierdas españolas, porque les lleva a no gobernar. Ahora mismo la suma de las fuerzas territoriales hace muy evidente que solo hay dos alternativas en términos de configuración de poder en el Estado. Una es la que pasa por las tres derechas -PP, Ciudadanos y Vox- y la otra pasa por la plurinacionalidad. Solo desde la asunción de la plurinacionalidad se pueden construir gobiernos estables. Si no, se construyen a partir de mayorías y correlaciones de fuerzas que se unen puntualmente por el temor de que gobierne la derecha. Y un gobierno configurado sólo en base a los temores puede tener poco futuro.

 

Solo hay dos alternativas en términos de configuración de poder en el Estado. Una es la que pasa por las tres derechas y la otra pasa por la plurinacionalidad”

 

¿Hemos pasado entonces del bipartidismo de PP y PSOE, que primero fue UCD y PSOE, a la dicotomía entre la mayoría de la moción de censura que echó a Mariano Rajoy y la mayoría de Colón y de los tripartitos de la derecha?

 

Hay una idea alternativa a esos dos caminos. La ensayó el PSOE en la repetición electoral de 2019, cuando buscaba una vía que no le aboque a la asunción de la plurinacionalidad y las transformaciones que eso conlleva. No salió como esperaban, que Ciudadanos creciera. Subió Vox. Ahí está la respuesta a si hay otra alternativa a esa disyuntiva. Al menos ahora no se ve en el horizonte. O se toma como modelo la configuración que se dio en Andalucía o se asumen mayorías alternativas, que si quieren estables tienen que asumir transformaciones a medio plazo mucho más profundas de lo que se está haciendo hasta ahora.

 

¿Cómo se puede concretar hoy el proyecto plurinacional y federal en España?

 

Tiene que haber una aceptación de la plurinacionalidad y eso tiene elementos de federalismo y de confederalismo. Los problemas no se solucionan con una construcción más profunda del Estado de las autonomías, que no es un Estado federal. Se podía pensar cuando nació que era un suelo por el que transitar y no un techo y que España se podía convertir en un Estado federal. De hecho, hubo autores y políticos que defendían que ya era un Estado federal, pero tal y como ha evolucionado no lo es. La única vez que aparece la palabra federación en la Constitución de 1978 es para prohibir de forma específica la posibilidad de que las autonomías se federen. El Estado debe asumir la plurinacionalidad y que no es solo una cuestión cultural sino también de soberanías.

 

¿Y cómo se llega a ese punto?

 

En el libro dibujo varias vías de salida. Hay muchas. Puede haber una implosión del Estado o la independencia de Catalunya en un futuro indeterminado. Puede haber una vía de intentar un reformismo más o menos plural dentro del Estado autonómico, pero lo veo muy complicado. O por otra parte se puede llegar a un nuevo momento constituyente. Aunque a estos momentos constituyentes a veces no se llega por la capacidad de propuesta sino por la incapacidad de propuesta. Lo estamos viviendo ahora con el caso de la monarquía, que tiene que ver con la degradación de un sistema político y con una crisis de legitimidad creciente. Si no construyes una propuesta alternativa a eso puede acabar implosionando el sistema.

 

Si quieren estables las mayorías alternativas a la derecha tienen que asumir transformaciones a medio plazo mucho más profundas de lo que se está haciendo hasta ahora”

 

Asegura que el PSOE no es un partido federalista y que nunca lo ha sido a pesar de algunos de sus posicionamientos.

 

Cada uno puede ser lo que quiera independientemente de lo que digan los demás, pero durante sus gobiernos desde 1978 asta ahora no ha habido ninguna evolución federal del Estado. Si ellos dicen que lo son, yo no entraré a discutirlo. Pero para mí su matriz no lo es en la medida que la mayoría de las izquierdas se conformaron a partir de una matriz federal, mientras que el PSOE lo hizo a finales del siglo XIX desde una matriz diferente. Surgen de la versión más mecanicista del socialismo de la Segunda Internacional. No vienen de las raíces propias de España. Para simplificarlo, se da una paradoja. El PSOE es un partido socialista y obrero y hasta los años 80 del siglo XX, con el PSC, no consigue una base sólida en Catalunya. El espacio del Estado con más proletariado es donde menos presencia hay del PSOE durante el siglo XX. Eso seguramente tiene que ver con el hecho de tener una lectura más importada que propia. Y el PSOE sí ha tenido pensadores y figuras federalistas, pero su matriz no lo es. Creo que la Declaración de Granada de 2013 se explica por la relación del PSOE con el PSC, creo que viene más de la dialéctica del PSOE con su partido catalán, que sí necesita eso. De hecho, creo que esa declaración se hace en gran parte a cambio de que el PSC deje de defender el referéndum y el derecho a decidir de Catalunya. Ese es el compromiso, pero el PSOE no aplica luego la declaración. No ha habido ningún paso efectivo más allá de ese texto.

 

Hace poco vimos como Pablo Iglesias e Irene Montero usaban como foto de portada en sus redes la imagen de una escultura en homenaje a la Primera República de una plaza de Barcelona, que además también incluye un homenaje a Francesc Pi i Margall, uno de sus presidentes e intelectual federalista. ¿Sigue vigente su proyecto?

 

El republicanismo federal de mediados del siglo XIX era de raíz igualitaria, igualitarista y muy catalana. Ese movimiento se enfrentó a las grandes problemáticas de fondo. El libro empieza con un capítulo que se llama “El viaje de Lluís Companys”. Su declaración de 1934 se ha leído muchas veces como una declaración de independencia de Catalunya, pero no lo fue. Proclamó “el estado catalán dentro de la república federal española”, que es exactamente la fórmula de la Primera República. Companys señaló de forma clara que había un problema de origen que requería un cambio radical de la propia concepción del Estado. El libro se fija más en la configuración del Estado español como problema marco. Si no se soluciona eso, difícilmente solucionaremos otros problemas. Es un gran símbolo que hayan puesto esa foto. Cuando el republicanismo federal se agota en el siglo XIX sus hijos e hijas caminan por muchos espacios, como el anarcosindicalismo. Hay una gran herencia del republicanismo federal. De hecho, el mapa del republicanismo federal es el de la CNT posterior, prácticamente, en el arco mediterráneo. Pero también hay una parte que desemboca en el catalanismo, en el andalucismo o en el galleguismo… Probablemente a partir de todos esos sujetos políticos, nacionales y sociales se puede encontrar la solución volviendo al problema matriz que expresaba de forma muy clara el proyecto de Pi i Margall.

 

El republicanismo federal de mediados del siglo XIX era de raíz igualitaria y muy catalana. Ese movimiento se enfrentó a las grandes problemáticas de fondo”

 

¿Por qué cree que sólo se acepta la cesión de la soberanía si es hacia arriba y no hacia abajo.

 

En algunos discursos de Pedro Sánchez que ataca al independentismo se ve. Después de la sentencia del Tribunal Supremo contra los líderes del independentismo el presidente del Gobierno dijo que era un movimiento que estaba fuera de época porque estábamos en la época de las no fronteras y de las soberanías compartidas. Es muy sorprendente escuchar a dirigentes políticos hablar de soberanías compartidas si hablan del marco europeo y en cambio cuando hablan del marco estatal se refieren a la soberanía como indivisible, absoluta e inalienable, algo prácticamente monárquico. Hay una dificultad enorme de aceptar la posibilidad de soberanías compartidas a nivel de Estado. Hacia arriba se ve muy claro que la construcción de un pacto se tiene que hacer a partir de compartir soberanías y hacia abajo no se acepta esa lógica. Cuanto más se habla de construir un proyecto de soberanías compartidas a nivel europeo más insostenible es seguir pensando que hay un solo demos existente en España.

 

 https://www.lavanguardia.com/politica/20200825/482911468868/xavier-domenech-proces-estado-plurinacionalidad.html


 Y Ver  .. Xavier Domènech: ''El coronavirus ha puesto de manifiesto que el sistema autonómico es fallido"

 https://cadenaser.com/ser/2020/08/18/cultura/1597750245_092410.html


 Nota del blog ..No   es solo el que habla del estado autonómico fallido por el coronavirus sino que la polémica esta en toda la prensa (1) Pero como bien dice ..en esta entrevista en la  SER...

" El estado autonómico está fallido, con los recortes draconianos de 2008, que afectaban directamente a las competencias de las comunidades. Es un estado que no ha renovado la financiación autonómica desde 2014, aunque por ley debía hacerlo. El coronavirus ha puesto en evidencia que el modelo está en crisis desde hace mucho tiempo."

(1) https://www.eldiario.es/contracorriente/tarde-jugando-fuego_132_6178247.html

 Y como dice un comentario 41 Adiro.."De esta pandemia tendremos que extraer importantes conclusiones, pero sin duda la primera de ellas debe ser que un Estado serio y fuerte debe mantener ciertos servicios esenciales de Protección Civil garantizados para momentos de emergencia nacional y crisis profunda. El Ministerio de Sanidad debe recuperar su papel como controlador, gestor y coordinador de unos recursos hospitalarios que han de llegar a todos los ciudadanos por igual. No se trata necesariamente de centralizar, sino de coordinar recursos humanos y materiales, de implantar protocolos de actuación de obligado cumplimiento, de redistribuir equitativamente los fondos siempre escasos. En definitiva, de organizar con racionalidad un Estado que al parecer no teníamos. Ni siquiera disponíamos de una tarjeta sanitaria común y válida para todos los ciudadanos en todo el territorio nacional, como ocurre en la mayoría de los países del mundo. También en eso somos raros. Es intolerable que mientras en una comunidad autónoma hay camas vacías de sobra en otra esté muriendo gente en los pasillos de los centros sanitarios por falta de asistencia. Como tampoco se puede admitir desde un mínimo sentido común que un presidente de comunidad autónoma, por muy nacionalista de lo suyo que sea, impida el paso de hospitales de campaña del Ejército o de unidades militares de desinfección que solo tratan de salvar vidas humanas. Por no hablar del desastre de las residencias de la tercera edad en la Comunidad de Madrid, donde más de 4.000 personas han perdido la vida en instalaciones privatizadas que ahora sabemos funcionaban en condiciones higiénicas tercermundistas".