domingo, 10 de marzo de 2019

Elliott Abrams en el patio trasero .


Elliott Abrams: operaciones en las tinieblas


Alberto Betancourt Posada  


El 25 de enero Mike Pompeo, secretario del Departamento de Estado de EU, anunció que Elliot Abrams encabezaría el equipo encargado de restaurar la democracia en Venezuela, y afirmó que es un hombre de pensamiento realista, con una larga experiencia en derechos humanos. Muchas personas se estremecieron en América Latina. Abrams ha participado intensivamente en el encubrimiento de genocidios y masacres en Guatemala, El Salvador y Nicaragua.

Erick Alterman nos recuerda en Un verdadero criminal de guerra americano(The Nation 2/2/17), que en tiempos del genocidio en Guatemala, Abrams encubrió las masacres del general Efraín Ríos Montt (1982-1983) y de Vinicio Cerezo (1986-1991). El 30 de noviembre de 1983, siendo responsable de derechos humanos en el Departamento de Estado, el diplomático declaró en la Public Television Stations, entrevistado por MacNeil/Lehrer, que el número de civiles inocentes asesinados por escuadrones de la muerte había declinado notablemente durante el gobierno del general Ríos Montt y que se debería premiar eso con helicópteros, aviones y radiotransmisores. Durante la entrevista, el abogado Robert Goldman encaró al funcionario y afirmó que el 80 por ciento de las desapariciones en Guatemala habían ocurrido durante el gobierno del general Ríos Montt.

Los estrategas estadunidenses aplicaron en tierras mayas algunas de las técnicas nacidas en Vietnam: quitarle el agua al pez, tierra arrasada y aldeas estratégicas. Mientras Elliott elogiaba en la tele al dictador Ríos Montt, miles de mayas ixiles y q’anjob’ales huían empavorecidos hacia México, dejando a sus espaldas columnas de humo levantadas por el fuego que convirtió sus tierras en cenizas.

La participación de Abrams en el encubrimiento de asesinatos de civiles fue notable en El Salvador. El 24 de marzo de 1980 monseñor Óscar Arnulfo Romero oficiaba una misa por la paz cuando un francotirador le disparó fatalmente. Meses después un soldado acudió a la embajada de EU y acusó al general Roberto d’Aubuisson, de haber presidido la reunión en la que se fraguó el asesinato. La embajada informó a Abrams, pero éste exculpó al general cuando fue interrogado por el senador Paul Tsongas. El periodista Raymond Bonner nos recuerda en su texto What Did Elliott Abrams Have to Do With the El Mozote Massacre? (The Atlantic, 15/2/19) que los días 10 y 11 de diciembre de 1981, integrantes del batallón Atlacatl, entrenado en la Escuela de las Américas, arribó a El Mozote, Morazán, reunió a 900 civiles desarmados, hombres, ancianos, mujeres y niños, sacó primero a los hombres, los torturó y les disparó con los fusiles M16 provistos por Estados Unidos, posteriormente abusó y ejecutó a las mujeres y finalmente a 140 niños. En aquel entonces Bonner era reportero de The New York Times y describió lo que vio al llegar ahí dos días después: los buitres recogían los huesos de los muertos, la brisa estaba cargada del olor a muerto. La fotógrafa Susan Meiselas fijó en placas de luz esas escenas pavorosas. Alma Guillermoprieto hizo su propia crónica para The Washington Post. Abrams dijo que los testimonios sobre la masacre eran poco creíbles y eran propaganda comunista. Un año después Raymond regresó a El Mozote y encontró a Amadeo Sánchez, sobreviviente de 9 años, quien le dijo que el día de la matanza, el ruido de los helicópteros sobresaltó a los pobladores. Su padre se lo llevó al monte. Su madre le sonrió cuando se despidieron: vete tranquilo hijo, no me va a pasar nada, no he hecho nada malo. Escondido entre piedras y hierbas Amadeo observó a un grupo de soldados que se llevó a dos niñas al río mamá, me están violando, luego dos tiros y un silencio absoluto.

Elliott Abrams también protegió acciones terroristas en Nicaragua. Pese a la prohibición establecida por la enmienda Boland. EU vendió miles de misiles de alta tecnología al ayatollah iraní Ruhollah Khomeini, a precios muy inflados, y uso las ganancias para financiar a los contras, que realizaron más de mil 300 actos terroristas: asesinaban campesinos y quemaban cosechas para generar pavor entre la población. Abrams era conocido en ese entonces como el Comandante en Jefe de la Contra. El 8 de octubre de 1991 al inició del proceso contra Abrams por mentirle al Congreso. The New York Times señaló que Abrams había encabezado el Grupo Restringido Interagencias que coordinó la política estadunidense para Centroamérica entre la Casa Blanca, la CIA, el Departamento de Estado y el Pentágono. El 15 de noviembre de 1992 el juez Aubrey E. Robinson sentenció a Elliott Abrams a dos años de prisión por ocultar información al congreso sobre la guerra ilegal.

El 7 de febrero Abrams amagó al grupo de contacto impulsado por México y Uruguay diciendo que el tiempo del diálogo había terminado. La vida de Abrams es un gozne entre los espectáculos mediáticos para ganar las mentes y corazones de la opinión pública, las presiones diplomáticas y las operaciones encubiertas.


Alberto Betancourt Posada  Investigador de la UNAM.


 y ver .-   https://www.voltairenet.org/article125356.html


Sobrevivientes de genocidio exigen se expulse del museo del Holocausto a Elliott Abrams. 1 mar 2019

sábado, 9 de marzo de 2019

Las 3 fases fracasadas del Plan Guaidó .


Kimberly Breier, subsecretaria de Estado de EEUU para Asuntos del Hemisferio Occidental a partir de 2018. Desde su cuenta en Twitter, Breir ha reportado su acompañamiento al opositor venezolano en Brasil y Paraguay, como un respaldo poderoso y al parecer necesario a Guaidó. Kimberly Breier tiene una licenciatura en Español y entre 1995 y 1997 hizo una maestría en la Universidad George Washington, famosa entre otros méritos por formar futuros empleados de la CIA. Allí, se conoce que también Guaidó realizó estudios de posgrado . Guaidó fue recibido como un jefe de Estado en Paraguay, Argentina y Ecuador y, más ‎discretamente, en Brasil. Durante todo el viaje, Guaidó estuvo acompañado de esa   alta ‎funcionaria estadounidense, la secretaria adjunta del Departamento de Estado para los Asuntos ‎del Hemisferio Occidental Kimberly Breier, quien no le perdió ni pie ni pisada y le indicó ‎constantemente lo que tenía que decir y hacer. ‎ Incluso antes de hablar él , salia ella y él solo  repetía lo  mismo. Algo habitual con portavoces americanos en otras declaraciones . Ni se ocultan .


Las 3 fases del Plan Guaidó: De la euforia al silencio de un fracaso rotundo



Por Alejandro López-González

Se debe revisar con detalle y sin subjetividades ideológicas, lo que ha acontecido en Venezuela desde el 10 de Enero del presente año. Luego de que Nicolás Maduro asumiera la presidencia de la República el 10 de enero de 2019, como resultado de las elecciones del 20 de Mayo de 2018, se pone en march


Comencemos revisando las dos primeras etapas, que se han basado en un análisis político errado, según el cual, Nicolás Maduro, gobierna a través de una especie de Junta Militar, donde únicamente una cúpula brinda un apoyo interesado al presidente de la república, como consecuencia de un interés personal y económico en la continuidad del mandato de Maduro. Ciertamente, puede haber algo de verdad en este análisis, pero no es toda la verdad. Sabemos que una verdad incompleta es, simplemente, una mentira. La verdad o es completa o no es verdad, así de simple. Por lo tanto, este análisis pasa por alto la enorme votación recibida por Maduro el 20 de Mayo, pasa por el alto los millones de militantes inscritos en el partido de gobierno Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y no toma en cuenta el impacto de todo el proceso de ideologización de la FANB llevado a cabo durante 20 años de chavismo. Que, por ejemplo, muestra resultados concretos en los casi 2 millones de milicianos voluntarios con los que hoy cuenta la reserva militar del componente ejército de la FANB (Fuerza Armada Nacional Bolivariana).En primer lugar, se debe revisar con detalle y sin subjetividades ideológicas, lo que ha acontecido en Venezuela desde el 10 de Enero del presente año. Luego de que Nicolás Maduro asumiera la presidencia de la República el 10 de enero de 2019, como resultado de las elecciones del 20 de Mayo de 2018, se pone en marcha el Plan Guaidó, que hasta el momento ha pasado por dos etapas fundamentales y está por entrar en su tercera y última etapa.
Ninguno de estos elementos mencionados en el párrafo anterior fueron considerados por el partido de extrema derecha: Voluntad Popular (VP), liderado por Leopoldo López y, del cual, es un miembro de mediano rango, y poca popularidad antes del 23-E, el diputado Juan Guaidó.
1era Fase del Plan Guaidó: 23-E
Luego del establecimiento de la nueva directiva de la Asamblea Nacional de Venezuela, con Juan Guaidó como nuevo presidente de la misma, se da inicio a la primera fase del plan. Cabe destacar que las fases se han ido sucediendo no porque estuviese previsto así desde el principio, sino como consecuencia de los fracasos sucesivos de las mismas ¿En que consistía el plan original o 1era Fase? Basados en la falsa hipótesis según la cual Nicolás Maduro era una especie de Mio Cid, cabalgando muerto sobre una cúpula corrupta de la FANB, el Plan Guaidó confiaba en que luego de una “auto-proclamación” presidencial se produciría automáticamente un desconocimiento por parte de, al menos un 50% de la FANB, al gobierno de Nicolás Maduro. Las 72 horas siguientes a la auto-proclamación de Juan Guaidó eran la clave de este plan. Debían producirse pronunciamientos militares, previamente pactados, que según el plan resquebrajarían la cohesión de las FANB y provocarían una confrontación entre los mandos medios y el alto mando militar. En este confrontación formal, podrían suceder dos cosas:
  1. En el primer escenario, se esperaba que, con una mayoría favorable al presidente auto-proclamado, la fracción leal al presidente constitucional de la república (Nicolás Maduro) buscaría un “pacto de superviviencia” (pacífico) que podría pasar por la salida del país del alto mando militar, un pequeño grupo oligárquico del PSUV y del presidente Nicolás Maduro. En este sentido, luego vendría la toma del poder por el presidente de la Asamblea Nacional debido a una falta absoluta del presidente constitucional Nicolás Maduro (eso no ocurrió).
  2. En el segundo escenario, aunque no tuviesen una mayoría dentro de la FANB, podrían conseguir una “masa crítica”, suficiente para provocar el conflicto interno. Es decir, esperaban poder conseguir una cantidad tal de oficiales medios para la facción sublevada que aunque no provocase la rendición pacifica del grupo de oficiales leales al presidente Maduro, si que les obligase a tomar acciones militares para reducirlos. Estas acciones militares (legítimas) del gobierno de Nicolás Maduro, servirían de excusa para acusarle de crímenes de “lesa humanidad” y declarar que en Venezuela había una “guerra civil”, con lo cual Estados Unidos, tendría una clara excusa para intervenir militarmente y colocar en Miraflores a su presidente títere Juan Guaidó. Pero esto tampoco sucedió, no se alcanzó ni a un 0,5% de deserciones en la FANB, algo que no provocó ningún conflicto interno en la estructura militar venezolana.
Es decir, la auto-proclamación nunca fue, realmente, un plan de concreción de la toma del poder, sino una estrategia para provocar la ausencia absoluta del presidente de la República y , luego, se tomaría el poder “constitucionalmente”, debido a una “falta absoluta”, prevista en la constitución nacional. El plan les parecía perfecto, pero se basada en premisas falsas (como ya hemos explicado en el párrafo anterior). Al superar las 72 horas, el gobierno de Nicolás Maduro, salió fortalecido. Comienza a preparación de la segunda fase. Para preparar esta fase, el convenio entre EE.UU y la cúpula de Voluntad Popular (VP) consistía en una división del trabajo en los interno y lo externo. Internamente, el auto-gobierno de VP debía trabajar más profundamente en la FANB, debía garantizar que ante la inminente 2da fase, se produjeran (ahora si) una cantidad tal de deserciones militares que permitieran rendir a la FANB leal al presidente de la república Nicolás Maduro (pacífica o violentamente). Por su parte, EE.UU utilizaría su poder diplomático para ganarle mayores apoyos y reconocimiento internacional a Juan Guaidó, algo que el gobierno de EE.UU si que logró. Sin embargo, VP no pudo conseguir en firme, ningún apoyo relavante a la causa insurrecional, con miras al 23-F. Sin embargo, irresponsablemente hicieron creer al gobierno de EE.UU que habían avanzado y que con una nueva provocación, ahora si se produciría el quiebre de la FANB. Es entonces cuando entramos firmemente en la 2da Fase. Eran los días de las semanas posteriores al 23-E. Comienza, la preparación de la segunda fase.



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Durante la auto-proclamación de Juan Guaidó los vicepresidentes de la Asamblea Nacional, que debieron ser quienes lo juramentasen permanecieron distantes al acto de auto-proclamación (Edgar Zambrano a la izquierda, Stalin González a la derecha)

2da Fase del Plan Guaidó: 23-F
Luego del fracaso de la 1era fase, se requiere de una re-agrupación de las fuerzas insurrecionales con el apoyo internacional provisto por medio de la diplomacia norteamericana que consiguió el apoyo de una gran cantidad de gobiernos, que reconocieron a Juan Guaidó como presidente de Venezuela. Pero hace falta una nueva provocación que produjera el quiebre de la FANB. Es entonces cuando surge la idea de la entrada forzada de la “ayuda humanitaria” por las fronteras de Colombia y Brasil. Los gobiernos de Colombia y Brasil fueron muy dificiles de convencer para esta aventura, sólo la presión intensa del gobierno de EE.UU doblegó a los gobiernos de estos países y les embarcó en esta peligrosa aventura. La resistencia de ambos gobiernos consistía en su conocimiento de las capacidades defensivas de la FANB, algo que curiosamente VP desconocía absolutamente (se habían creído su propia mentira acerca de la FANB).  Es decir, la dirección de VP predicó en todos los foros internacionales que la FANB eran una fuerza débil, cobarde e inútil que no presentaría ninguna resistencia a una intervención “humanitaria” en Venezuela y que no se resistiría a la violación de la soberanía sobre el territorio venezolano, algo que no era muy creíble por los altos mandos de los gobiernos de Brasil y Colombia, que si que conocen bien a la FANB. Pero prevaleció la presión diplomática de EE.UU sobre los gobiernos del “Grupo de Lima” y se inicia la provocación. No sin antes, implementar una intesa, muy intensa, guerra psicológica sobre la FANB. Esta guerra psicológica se basaba en hacer creer a los funcionarios de la FANB que iban a ser pulverizados por el ejercito de EE.UU sino dejaban entrar la “ayuda humanitaria” en territorio venezolano. Se montaron montones de noticias falsas en la redes sociales, montones de “fake news” cuyo objetivo era debilitar la moral de los oficiales medios y soldados de la FANB.
Nuevamente, al basarse en unas falsas premisas, el plan estaba condenado al fracaso. Se contrataron sicarios colombianos y delincuentes venezolanos traídos de Caracas para fomentar el caos en las filas de defensa de la FANB sobre los puentes internacionales e incitarles a una reacción violenta que quebrara la moral de la FANB a nivel nacional y provocara una rebelión contra el presidente de la República. Innumerable cantidad de videos y fotografías demuestran que este era el objetivo. Provocaciones directas a los funcionarios de la FANB, sobre los puentes internacionales durante el 23-F tenían como propósito provocar una estampida de deserciones que no se produjo. Un evento previamente pactado pretendía ser el detonante. El evento del secuestro de dos tanquetas de la GNB en la mañana del 23-F, que arremetieron contra el cordón de seguridad de la Policia Nacional Bolivariana (PNB) tenía como finalidad ser el detonante inicial de una confusión que, según los “cesudos” analistas políticos de VP, provocaría el derrumbe de toda la estructura militar venezolana. Los videos muestran como esta acción tuvo una respuesta inmediata de la GNB, pero en sentido totalmente contrario al esperado por los planificadores del caos asociados al plan insurrecional de Juan Guaidó. Los militares desertores quedaron absolutamente aislados del lado colombiano, se recuperaron las tanquetas y se cerraron filas sobre el puente internacional. Fracaso absoluto de la primera provocación (esto puede entenderse con claridad en montones de vídeos que hemos publicado en nuestro canal de Youtube y grupo de Facebook, no hay mas ciego que quien no quiere ver).
Durante el día 23-F, delincuentes y sicarios colombianos arremetieron con bombas molotov sobre los cordones de la PNB y la GNB. El objetivo era “encender la mecha” de la sublevación militar a partir de un evento violento que se magnificaría por los medios televisivos colombianos al servicio del gobierno de EE.UU y la cúpula de VP. El estoicismo de la GNB y la PNB fueron notables, se hizo un uso bastante medido de bombas lacrimógenas y perdigones de goma para reducir a los contratados para generar violencia. Transcurría el 23-F y no terminaba de producirse la violencia y consecuente insurrección militar, cundía el pánico entre los líderes de la insurrección. Delicuentes contratados por la oposición, en su frustración, golpean al diputado que liderazaba la toma del puente internacional de Ureña. En medio de este caos, se lanzan los camiones con “ayuda humanitaria” contra la GNB que no se mueve de su posición. Entonces comienzan a lanzar bombas molotov contra la GNB, con la finalidad de dispersarles e ingresar a territorio venezolano, donde se generaría un caos (“encender la mecha”). En ningún caso, hubo intención alguna de repartir pacificamente la “ayuda humanitaria”. Veamos que tres camiones con “ayuda humanitaria”, no significan absolutamente nada para los más de 30 millones de habitantes, ni siquiera para cubrir una minima fracción de los habitantes del Táchira, todo era un montaje, una provocación que , finalmente, fracasó.
El reclamo de EE.UU a Juan Guaidó
A pesar de la posición formal del vice-presidente de los EE.UU Mike Pence y su afirmación del supuesto apoyo al 100% a Juan Guaidó, la realidad es otra, muy distinta. Los EE.UU cumplieron su parte, comprándole los apoyos internacionales al gobierno fraudulento de Juan Guaidó, pero éste señor no cumplió, no logró ganarse a una cantidad suficiente de militares venezolanos como consecuencia de la intimidación previa al 23-F y las provocaciones de ese mismo día, llevadas a cabo por algunos sicarios y delincuentes, usando cocteles molotov, sobre los puentes internacionales (no me refieron a los manifestantes pacificos que honestamente estaban ahí). El fracaso es evidente y el gobierno de EE.UU se sentía engañado. En este sentido, el vicepresidente de Estados Unidos reprochó a Guaidó que no se produjo la deserción masiva de militares que ellos prometieron. Estados Unidos teme que la oposición al régimen de Maduro pierda su momentum, una vez más. De acuerdo al diario Argentino La política OnLine , Pence trazó a Juan Guaidó, un duro diagnóstico de todo lo que estaba fallando en la ofensiva contra el régimen chavista, delineando una nueva estrategia para los proximos días: la tercera fase. El mayor reclamo fue por la continuidad de la adhesión de FANB a Maduro. Hasta ahora sólo unos trescientos efectivos han abandonado al gobierno, sobre un total de 300 mil hombres armados, es decir, un 0,1%, ¿ese es el apoyo que tiene Guaidó en las FANB? No lo sé, pero está muy lejos de ser una masa critica suficiente para provocar la crisis institucional que debía provocar el líder de la oposición. Por otro lado, el vice presidente de EE.UU y su gobierno (que de tontos no tienen nada), recriminó a Guaidó la falsedad de otro de los supuestos que Guaidó transmitió al inicio de la ofensiva contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro: La base social de Maduro está desintegrada. En realidad, la crisis económica ha provocado que, en efecto, el apoyo a su Gobierno ha bajado, pero está muy lejos de ser insignificante.
Por eso vimos a Juan Guaidó, haciendo llamados vergonzosos al “pueblo chavista” para que se uniera a su insurrección, cuando nunca antes había reconocido ni siquiera la existencia del chavismo. Para él, no existía chavismo, sino una cúpula militar que gobierna en una especie limbo y a la cual sólo se obedece por la fuerza y la intimidación, algo que ha demostrado ser totalmente falso y ya EE.UU y los países del llamado “Grupo de Lima” lo tienen muy claro. Por que ahora lo tienen muy claro es que los países del llamado “Grupo de Lima”, el lunes pasado, entre una cosa y otra, dijeron TODOS que estaban en contra de cualquier acción militar contra Venezuela. Algo que también quedó muy claro en el último consejo de seguridad de las naciones unidas.



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Simpatizantes de Juan Guaidó prenden fuego a camiones con “ayuda humanitaria” en puente internacional de Ureña (Frontera Colombo-Venezolana)

3era. Fase (última) del Plan Guaidó: El Carnaval Rojo
Ante la vergüenza de su error y los reclamos de EE.UU y la evidente distancia creciente con el “Grupo de Lima”, a Juan Guaidó no le queda otra que hacer un esfuerzo final, regresando a Venezuela. Es la última jugada de provocación de Guaidó. Ante una previsible y obvia detención de Guaidó por sublevación, insurrección, traición a la patria y muchos otros posibles cargos que se le pueden imputar, la jugada es ahora usar su detención para provocar el quiebre en la FANB. Aprovechar el asueto de carnaval para movilizar a la gente y provocar un caos, un carnaval rojo que de a Estados Unidos la excusa definitiva. Por el bien del país y de la paz, espero que nuevamente fracase en su intento. La salida para Venezuela debe ser democrática y pacifica, por medio de elecciones anticipadas, organizadas por venezolanos, de todas las tendencias políticas y con observación internacional certificada y reconocida por todos.







viernes, 8 de marzo de 2019

Dilemas y fantasmas de la UE.


La cuestión UE: dilemas y fantasmas

Blog del autor

La actual construcción es irreformable sin ruptura, pero el miedo de los progresistas al nacionalismo paraliza todo propósito y alimenta lo que quiere evitar

La cuestión de la UE divide y lastra a las fuerzas progresistas europeas hasta la impotencia. ¿Por qué? Por un lado cada vez se acepta más el hecho de que, por lo menos desde los años noventa, la UE se construyó y se concibió como la franquicia de la mundialización neoliberal en esta parte del mundo. Es una construcción blindada porque toda la política neoliberal, de austeridad, privatización, de supremacía de las finanzas y las empresas sobre los Estados, de destrucción del estado social, de deslocalización e incremento de la desigualdad en beneficio de los ricos, todo eso, está metido en los tratados fundamentales de la UE.Esos tratados, que nadie ha votado, son prácticamente inamovibles porque cualquier cambio exige el voto de todos los Estados miembros, algo prácticamente imposible. Cualquier proyecto de transformación choca con los tratados. Los tratados blindan la política y las instituciones del neoliberalismo en Europa, porque colocan a esa política y a esas instituciones fuera del alcance del parlamentarismo y de la soberanía, es decir fuera de la democracia.
Esta estúpida y retrógrada construcción de cemento alemán no tiene marcha atrás. Como dijo Jean-Claude Juncker en su famosa entrevista con Le Figaro de hace un par de años, “no hay democracia fuera de los tratados”. Así que para cambiar las cosas y hacer posible una política social en los estados europeos, es necesario romper la actual arquitectura germana de la UE. Reforma aquí es igual a ruptura. Y ahí es donde nos topamos con la Iglesia.
La sacralización de la UE, factor de su desintegración
Para un gran sector de la progresía europea, romper la UE es anatema. La UE está sacralizada. No ya romperla, sino únicamente criticarla es hacerle el juego a algo a lo que esa progresía le tiene mucho más miedo que al neoliberalismo: el nacionalismo, generalmente capitalizado por la extrema derecha, xenófobo y ultramontano que nos trae ecos de la Europa parda de Estados enfrentados entre sí de los años treinta. Antes que apuntarse al soberanismo, que es nacional-estatal, porque ese es el marco de la única democracia (de baja intensidad) que tenemos y enfrentarse a la UE, esa progresía, por miedo a ese espectro, prefiere seguir comulgando, como dice Frederic Lordon, con el internacionalismo europeísta, es decir, “el internacionalismo de la empresa, de la economía neoliberal, de la moneda, del comercio y de las finanzas”, en otras palabras: con todo aquello que ha deteriorado la vida de la mayoría social en las últimas décadas.
Evidentemente, todo eso no tiene nada que ver con el internacionalismo social de la izquierda, ni con el humanismo “de los que aún creen en el legado de Erasmo, Dante, Goethe y Comenio”, como afirma el manifiesto “Europa en llamas” lanzado por el patético Bernard-Henry Lévy “en defensa de la civilización”. Este temeroso alineamiento con el neoliberalismo y sus autopistas institucionales europeas de la progresía mediática y política, generalmente acomodada, es lo que ha hecho que las clases populares desfavorecidas huyan como de la peste de los discursos de la izquierda europeísta y de su (neo) liberalismo social que va en el mismo paquete. No es que los de abajo se hayan vuelto locos. Lo que pasa es que esto dura ya muchos años, que ya hay una experiencia vivida que ha generado alergias masivas a esa mezcla de avalar la degradación socioeconómica y potenciar cuestiones de género e identidad para compensar lo anterior que está en el discurso progresista-europeísta. Así que muchos antiguos votantes de la socialdemocracia o bien no votan, o bien lo hacen, cabreados, por opciones que venden rupturas, aunque sea por la puerta falsa.
Todo esto tiene diversas concreciones y lecturas en diferentes países. Ahí está buena parte de la explicación del Brexit, de la Hungría de Orban, de la intoxicada Polonia, del extraordinario auge que el Frente Nacional experimenta desde hace tantos años en Francia, de que el cinturón rojo de Barcelona se haya pasado a Ciudadanos, o del éxito general que se vaticina a la nueva ultraderecha en España -Cataluña carlista incluida- sin ir más lejos. Pero si hay que hablar de tendencias generales, yo diría que la sacralización de la Unión Europea para protegerla de la crítica, es cada vez más insoportable para más gente.
¿Cómo solucionar esto? ¿Qué tiene que hacer la izquierda para afirmar un europeísmo que valga la pena, que no sea una estafa neoliberal, que no le obligue a comprar en el mismo paquete a Erasmo, Dante con el Banco Central Europea, Goldman-Sachs y la creciente desigualdad? ¿Es posible una reforma social en la UE sin salir del corsé de la moneda única? ¿Es posible una reforma social de la UE, sin que Alemania y otros beneficiarios del euro, rompan el club? Muchas preguntas y una sola certitud: continuar así, avalando el europeismo sacralizado, es seguir alimentando la Europa parda. El razonable miedo de la progresía europeísta a la extrema derecha, solo puede engordar a la bestia. ¿Qué aportará a esta paradoja una nueva crisis como la del 2008, que muchos observadores ya consideran ineludible?
Había una vez un circo
A falta de respuestas, el establishment y sus papagayos mediáticos señalan al culpable: Rusia. La mayor noticia falsa de los últimos años, la elección de Donald Trump como consecuencia de la injerencia rusa, no solo se impone cuando aún está húmeda la anterior (las armas de destrucción masiva de Sadam Hussein), sino que crea escuela en Europa. La estupidez complotista alcanza niveles grotescos y afecta a los máximos líderes europeos. Merkel y Macron advierten de la injerencia rusa en las elecciones europeas, pese a que su teléfono no está controlado por el Kremlin sino por la NSA y pese a que el único embajador que flirtea descaradamente en Berlín con los fachas de la Alternative für Deutschland y se inmiscuye abiertamente en la política local es el de Estados Unidos. Macron suelta que Moscú manipula a esos “chalecos amarillos” que ya han invalidado la posibilidad de toda política socialmente regresiva en Francia bajo el actual presidente (por eso sostengo que Macron está acabado, incluso si gana las europeas).
En El País, un diario español que años atrás fue serio, pueden leerse cosas como: “Uno a uno, día tras día, como en un aterrador relato mitológico, polimórficos tentáculos se extienden desde la impenetrable atalaya del Kremlin y alcanzan y ciñen el hermoso cuerpo de Europa”. El artículo viene ilustrado con la foto de la hija del portavoz del Presidente Putin, que trabaja de becaria para un diputado ultra francés en Estrasburgo. En La Vanguardia, otro diario serio, se afirma sobre el grotesco procés que en Barcelona, “hay quien sostiene que el enemigo es España sin ponderar que podemos ser una pieza de tablero de ajedrez que se maneja a distancia desde Moscú”.
Lo de menos es que los periodistas hayan perdido el miedo al ridículo. Lo peor es que, en toda Europa, toda esta estupidez va de la mano de un rearme militar muy serio con incremento de las tensiones bélicas, incluidas las nucleares. Todo esto avisa que la próxima crisis tendrá un marco de tensión internacional que apenas existía en la anterior crisis de 2007/2008. ¿A quien le importan las elecciones europeas en medio de este quilombo?
Fuente: https://rafaelpoch.com/2019/03/06/la-cuestion-ue-dilemas-y-fantasmas/

martes, 5 de marzo de 2019

María Sánchez .- Tierra de mujeres .



tierra de mujeres




La veterinaria y poeta publica el ensayo Tierra de mujeres de cara al mismo 8M que el año pasado se olvidó de las trabajadoras del campo para poner el acento en lo que ocurre en los márgenes.
  

"Los relatos del 'terror rural' hacen mucho daño al campo, ¿por qué no se habla del terror urbano?"


"Fui bastante injusta porque el año pasado me indigné al ver que salían tan pocas mujeres en el campo. Esas poquitas abrieron una vereda, es fundamental sentirse respaldada y reconocida"

Mónica Zas Marcos 

 María Sánchez, autora de 'Tierra de mujeres'

María Sánchez, autora de 'Tierra de mujeres'

María Sánchez (Córdoba, 1989) se levanta a las seis de la mañana, coge su furgoneta y se lanza a la carretera, de ganadería en ganadería, para hacerse cargo de las cabras que requieran su ayuda en más de 90 granjas repartidas por toda España y Portugal. Este primer oficio le corre por las venas como herencia de su padre y de su abuelo. El segundo, el de la escritura y la poesía, es tan vocacional que lo ejerce "cansada".

Las ideas surgen en ruta, cuando recorre las autovías comarcales o si se le cruza un animal por el camino, pero solo las plasma en un papel por las noches o los fines de semana. "Para escribir tengo eso inherente a tantas mujeres, que lo hemos heredado de nuestras madres, de no poderme sentar hasta que no están todas las tareas domésticas hechas", reconoce esta veterinaria.


Aún así, se identifica en el estrato privilegiado de las mujeres rurales, por eso ha escrito un ensayo que reivindica a las grandes invisibilizadas de nuestros campos. Con su anterior Cuadernos de campo, Sánchez se sacudió la mancha personal de ser de pueblo a través de su historia familiar.


Tierra de mujeres (Seix Barral), sin embargo, lanza una arenga frente al esnobismo urbanita: basta de estigmatizar a la gente del campo, de ignorar a sus trabajadoras y de comprar el relato de la España vacía.



 "Para mí, lo más radical e innovador que se está haciendo en nuestro país ocurre en los márgenes", nos dice frente a un zumo de naranja en una cafetería del centro de Madrid. Capital que, el próximo 8M, acogerá una gran manifestación que tiene pendiente acordarse más y mejor de sus colegas rurales.

En una escena de la última de Almodóvar, su madre le pide que ni ella ni las vecinas del pueblo aparezcan en sus películas. Le da vergüenza que la gente se ría de su forma de hablar y de sus costumbres. ¿Su familia sintió ese pudor con la publicación del primer libro?

Me pasó algo parecido con mi madre y con mi abuela, pero al final se quedaron con el sentimiento de que para mí era importante saber de dónde venía. No nos solemos interesar. Creemos que la vida de nuestras madres empieza desde que nosotros existimos, pero muchas han sufrido un machismo y una desigualdad atroz y ni siquiera les preguntamos qué querían ser antes de tenernos.

Ya me quité la mancha de sentir vergüenza de mis raíces con el libro anterior. Viví esa ruptura y fue cuando quise reivindicar a las mujeres de mi familia.

Pero es curioso lo que dices de Almodóvar, me recuerda a un vídeo que me enseñó la poeta gallega Luz Pichel de unas mujeres mayores haciendo pan en una aldea. Se les oye hablar en gallego hasta que una de ellas se da cuenta y le dice al que graba: ¡animal, qué haces grabando mi voz! ¡Qué vergüenza!

Al escribir, por ejemplo, ¿se hereda este estigma?

Identifico ese sentimiento más con nuestras abuelas y nuestras madres, que siempre nos han dicho que nos merecemos algo mejor que la vida de pueblo. El estigma y la mancha están muy arraigadas en ellas. Pero, a diferencia de mi madre, yo he elegido qué hacer y qué estudiar. Parto de otro nivel.

Pero al principio, cuando empecé a escribir, se llevaba mucho la alt-lit, sobre las drogas y las experiencias salvajes, con la que yo nunca me he identificado. Hasta que me dije, ¿por qué no puedo escribir de lo que sé de primera mano? ¿Por qué no me puedo sentir orgullosa de ser de pueblo, de trabajar en el campo, con las cabras?
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La gente que lo conocemos no le hemos dado importancia. Por ejemplo, hasta que no salió Cuadernos de campo, mi familia no empezó a contarme historias. Te da pena. Es una mezcla de alivio y orgullo, pero pienso a cuántas historias habré llegado tarde y se quedarán sin contar.

¿Cree que hay poca narrativa rural porque el campo es especialmente celoso de su intimidad?

No creo que sea así. Hay mucha gente que está contando y hablando del medio rural desde dentro. Que insisto: no quiero que los que escriban del campo sean de campo, pero sí que invito a preguntarnos de dónde viene la narrativa rural, a qué género pertenece y qué relación tienen y tenían esos autores con el campo.

Si haces un análisis rápido, el resultado son hombres que venían de la ciudad e iban al campo solo a descansar. No digo que sean malos escritores, de hecho Miguel Delibes sigue siendo mi escritor favorito. Pero nos tenemos que cuestionar y, de las dudas, aprender. Y, además, hacer el esfuerzo por nombrar a una escritora rural española. Yo ahora te podría decir Luz Pichel u Olga Novo...¡y son todas gallegas! Da mucha rabia.



Se acerca de nuevo el 8M y en el libro hace alusión a cómo nos olvidamos del medio rural en 2018. ¿Ve mejoras de cara a este año?

De hecho, en el libro soy bastante injusta porque me indigné al ver que salían tan pocas mujeres en el campo. Una amiga veterinaria me dijo el otro día que se había enfadado al leerlo. Porque claro, esas poquitas que salieron abrieron una vereda y este año van a salir aún más. Es fundamental sentirse respaldada y reconocida.

¿Por qué fue tan brutal la convocatoria en las ciudades grandes? Los colectivos, las asociaciones y la masa pueden respaldar a una chica de Sevilla, por ejemplo, cuyos padres no sean feministas. Y ella puede salir sabiendo que no va a estar sola. Pero en un pueblo, que te conoce el cura y te conoce hasta el panadero, es mucho más difícil.

Muchas veces no nos enteramos de lo que ocurre en nuestro país hasta que no llegan de fuera a contárnoslo, como los abusos sexuales de las jornaleras de la fresa. ¿Qué altavoces tiene a su disposición la mujer rural?

Y eso que lo de la fresa lo llevamos sabiendo en Andalucía desde hace muchos años, pero tienen que venir dos periodistas extranjeros a sacarlo. Y no solo la fresa, el otro día vi este titular: "De 23.000 empleos, solo se presentan a la recogida de la aceituna 970". Pero no se habla ni de las condiciones laborales ni de la explotación. Los invernaderos del Ejido son para echarse a llorar. Si ya de por sí las mujeres rurales son las grandes invisibilizadas, imagínate las migrantes.

No hay solo un tipo de mujer rural. No todas son pastoras o ganaderas, también están las que tienen una peluquería o son amas de casa. Hay que romper con ese relato.

Estuve hablando con algunas, a ver si nos da tiempo a redactar un manifiesto de las mujeres rurales por el 8M. Ellas van a necesitar una ayuda, porque sus animales no pueden dejar de comer y menos en época de parideras. Y ahí sería fundamental que los hombres nos apoyasen. Pero vuelvo al ritmo y al tiempo del medio rural. No se le puede exigir lo mismo a una mujer de campo que a una de ciudad.

¿Qué derechos apremia exigir en ese manifiesto?

Por ejemplo, el tema de la titularidad compartida. Es el caso de las mujeres que han estado trabajando codo con codo en las tierras del marido sin recibir un duro. Cómo le dices a una mujer de 50 o 60 años que le diga a su marido: "oye, que todo esto que he trabajado sin cotizar es de los dos".

El año pasado tuve una alumna que como trabajo de fin de grado hizo una investigación sobre la presencia de la mujer en las ganaderías de caprino, con las que yo trabajo. Sacó en conclusión que, donde había mujeres, morían menos cabritos, las cabras daban más leche y duraban más. Genial. Pero también descubrió que había ganaderías "solo" de hombres en las que trabajaban las mujeres, las hijas, las hermanas y las cuñadas en sus ratos libres.

Ellas no van a las reuniones, no deciden. Y luego las reconocerán como amas de casa. Para ellos es muy cómodo porque, cuando llegan del campo, tienen el plato de comida en la mesa, la casa limpia y se pueden echar una siesta.

Relacionamos el medio rural con un machismo más tosco y anacrónico que el de las ciudades. Perteneciendo a ambos mundos, ¿cómo lo percibe?

Yo estoy en un estrato privilegiado respecto a las pastoras, ganaderas, agricultoras y mujeres que están en el campo. Soy veterinaria. No estoy al frente de una ganadería ni de un cultivo. Ellas lo cuentan, que cuando van a comprar a las cooperativas, les preguntan siempre por sus maridos.

Yo he recibido comentarios machistas en el campo, pero muchos más en el ámbito de la cultura. Siempre se da la imagen de los hombres incultos y los paletos de pueblo, por eso me duele mucho más que presente un libro y me digan que con quién me he acostado para publicarlo. O que hablen de mis exparejas, de mi vida personal o de mi físico. Ves los comentarios de las entrevistas y son para echarse a llorar. "Pues muy del campo no será, que lleva el peto muy limpio y los labios pintados".

Los peores insultos me los encuentro en la literatura. Pero insisto, no soy una jornalera, una ganadera, una pastora ni una mujer migrante. No estoy subordinada. Yo solo tengo un altavoz privilegiado y lo uso, pero es más importante lo que ellas tienen que contar.



¿Existe un relato ruralófobo en la literatura, el cine y los medios? Se vio en la cobertura del asesinato de Laura Luelmo, con el que se presentó al pueblo como un lugar hostil y peligroso para las mujeres. O incluso en películas como La isla mínima.

Totalmente. Encima culpabilizamos a la víctima por irse a vivir allí sola. Los relatos del terror rural han hecho mucho daño al campo y a los pueblos. ¿Por qué no se habla de terror urbano cuando los peores crímenes se dan en las ciudades? Hay un componente de condescendencia y paternalismo enorme. Es atroz que en 2019 se nos siga comparando a Los santos inocentes.

De hecho, yo voy recogiendo titulares: "Que nos quiten de la lista de los pueblos más bonitos de España, o aquí va a morir gente", cuando lo que estaban diciendo es que la situación de las carreteras era tan peligrosa que podía provocar accidentes de los turistas. "El terror rural que acabó en muerte en una aldea de Galicia llega a juicio", de El País. Otro se refería a un pastor por el crimen machista del verano pasado en Zamora como "un hombre bruto e ignorante". Ese lo han borrado. Es muy duro.

En el libro dice que no son "la España vacía". ¿Se incide demasiado en el discurso alarmista en lugar de dar voz a las medidas contra la despoblación?

¿Sabes cuál es el problema? Que siempre vemos el problema. Y no prestamos atención a esos colectivos y toda la gente que está haciendo cosas maravillosas en los pueblos. Para mí, lo más radical e innovador que se está haciendo en España ocurre en los márgenes.

Veterinarias de mi edad que están recuperando razas autóctonas de una ganadería extensiva, asociaciones como Amigos de la tierra que luchan contra las macrogranjas y están consiguiendo paralizar su crecimiento, o comunidades que pelean por los servicios básicos de su pueblo o por mantener la biodiversidad y que no se pierda la cubierta vegetal. Y todo promovido por gente joven, que llevan la cultura, los actos, el cine y los talleres a sus regiones.

Pero eso no interesa a los grandes medios, sino el relato sepulturero del "hombre que se muere solo en el pueblo" y la "España vacía". Fueron las elecciones en Andalucía y en la portada de El País pusieron una foto de un pueblo fantasma de Granada. Y estamos hablando de Andalucía, que no tiene el problema de despoblación que tiene Castilla y León. ¿De verdad era necesario ir a ese pueblo?

Aprovechando el tema de las elecciones andaluzas, hubo varias noticias de los pueblos que "despertaron" para votar a Vox. ¿Es peligroso identificar el auge de la ultraderecha como un símbolo del supuesto atraso y aislamiento rural?

Exacto, es peligroso fomentar de nuevo esa imagen. En el campo hay de todo y en las ciudades también hay gente que vota a Vox. Es muy triste lo del Ejido, que salió Vox y está lleno de mano de obra migrante que no vota y los que votan son los empresarios y dueños de invernaderos.

Para mí eso no es medio rural. Eso es plástico. Son empresas y un capitalismo brutal. La despensa de Europa me da vergüenza. En el campo habrá gente de derechas, de ultraderechas y gente de izquierdas. Es más, casi todos los pueblos de Andalucía son de izquierdas.

Se les está aupando desde los medios dando voz a ese relato. Les encanta hablar de la "protección de la vida rural" de Vox con las plataforma de la caza y la tauromaquia. Pero, ¿y todas las asociaciones que están luchando contra las macrogranjas? O, por ejemplo, el otro día salieron 10.000 personas a manifestarse contra la España vacía en Teruel. Pero eso no aparece en la primera plana de los informativos. Más nos valdría cambiar el foco y empezar a mirar otras cosas.


María Sánchez, autora de 'Tierra de mujeres'


lunes, 4 de marzo de 2019

El euro ha hecho a Alemania más rica y a España más pobre

Un estudio concluye que el euro ha hecho a Alemania más rica y a España más pobre

El Periódico

El Centro de Políticas Europeas revela que desde la introducción de la moneda cada alemán ha ganado hasta 23.000 euros mientras que cada español ha perdido hasta 5.000 euros

El euro ha enriquecido a Alemania mientras ha perjudicado a la mayoría de los demás países de la Unión Europea(UE), según un estudio del Centro de Políticas Europeas alemán. Así, desde la introducción de la moneda única en 1999, si por un lado cada alemán ha obtenido un beneficio de hasta 23.116 euros cada español ha perdido 5.000 euros, unos datos que evidencian la profunda desigualdad que afecta al club comunitario.
Esa brecha ha afectado directamente a las arcas públicas de los países de la UE. Según un estudio del think tankAlemania sería la nación más beneficiada por la introducción del euro, algo que hasta el 2017 ha supuesto un impacto positivo de 1.893.000 millones de euros. Esa ventaja, acentuada a partir de la crisis de la deuda, ha permitido a Berlín reforzar su condición de potencia económica del continente.
El informe, que analiza otros siete países de la Eurozona, señala que tan solo otro ha sacado tajada de la moneda única. Gracias al euro los Países Bajos han ganado 346.000 millones de euros, unos 21.003 euros por persona, situándose por detrás de Alemania. Significativamente, ambos han sido los más firmes defensores de la ortodoxia fiscal y los principales críticos de los países del sur que acudieron en ayuda de sus socios debido a sus problemas de endeudamiento.
UN SUR MÁS POBRE
Este año la moneda europea cumple su 20 aniversario. Sin embargo, y como apunta el informe, las celebraciones de esta fecha trascendental para la Eurozona “han sido silenciadas”, algo que achaca a una crisis económica cuyos devastadores efectos aún golpean a los países del club comunitario. El estudio reafirma que en esta UE plagada de desequilibrios los países del sur vuelven a ser los más perjudicados.
Sin ir más lejos, España. Aunque hasta el 2010 se benefició de la introducción del euro, tras la crisis eso se transformó en una pérdida de la prosperidad que se eleva hasta los 224.000 millones de euros. El informe remarca que esta situación podría revertirse de continuar unas reformas que, apuntan, “están dando sus frutos”.
Sin embargo, remarca que la incapacidad de los países para devaluar su moneda tras la adopción del euro permitió que la erosión de la competitividad internacional se convirtiese en “un menor crecimiento económico, un aumento del desempleo y una caída de los ingresos fiscales”.
ITALIA, LA GRAN CASTIGADA
Aunque gran parte de los miembros de la zona euro gozaron de períodos de crecimiento la posterior crisis fue mucho más destructiva. La gran perdedora con la creación del euro es sin duda Italia, con una reducción del PIB por valor de 4.325.000 millones de euros, lo que supone 73.605 euros menos para cada italiano. Tras los ciudadanos de la bota se sitúan los franceses, con 55.990 euros menos; los portugueses (-40.604) y los belgas (-6.370).
El caso paradigmático de la crisis, Grecia, tiene unos marcados altibajos. La introducción del euro ha supuesto un beneficio de 2.000 millones de euros, siendo sus ciudadanos 190 euros más ricos, algo que se explica debido a las importantes mejoras que supuso la moneda para el país hasta 2010, cuando las cifras cayeron en picado.
Los autores del estudio, Matthias Kullas y Alessandro Gasparotti, calcularon esa hipotética trayectoria sin el euro comparando la de los países mencionados con la de otros países fuera de la eurozona con tendencias de crecimiento parecido. Así, Alemania ha sido comparada con Japón y Bahrein mientras que España lo ha sido con el Reino Unido y Turquía. Aunque con la crisis de la deuda el Banco Central Europeo prometió hacer “lo que haga falta para preservar el euro” el informe señala que, más allá de las palabras para calmar el mercado, Mario Draghi “no hizo nada para cambiar los problemas fundamentales de la Eurozona”.
Fuente: https://www.elperiodico.com/es/economia/20190226/el-euro-ha-hecho-a-alemania-mas-rica-y-a-espana-mas-pobre-7324600

domingo, 3 de marzo de 2019

Contra Manuel Valls .

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Josep Ramoneda: «Valls quiere destruir cualquier opción alternativa a la hegemonía de la derecha»




El desembarco del ex primer ministro francés, Manuel Valls, en Barcelona no sólo ha despertado interés en la capital catalana sino también en Francia. Buena muestra de ello es la reedición del libro Contra Valls , obra de Noël Mamère y Patrick Farbiaz y editado por Ediciones Saldonar . 

Mamère es exdiputado de la Asamblea Nacional francesa y periodista y Farbiaz es un histórico militante ecologista. Ambos han conocido Valls desde diferentes vertientes y ahora lanzan un mensaje de aviso a los barceloneses: "la Operación Barcelona de Valls corresponde a su manera de hacer política bonapartista, aventurera, oportunista y il·liberal".
La reedición de Contra Valls cuenta con un prólogo escrito por el periodista y filósofo Josep Ramoneda. El texto analiza las consecuencias que la trayectoria de Valls ha tenido para la izquierda francesa y las que puede tener en Cataluña y en el conjunto de España. Para Ramoneda, el objetivo del ex primer ministro francés es "destruir cualquier opción alternativa a la hegemonía de la derecha".

Prólogo: "Contra la izquierda que claudica"

El día que Manuel Valls anunció su candidatura a la alcaldía del Ayuntamiento de Barcelona, un amigo francés me envió un mensaje que decía: «Próxima etapa, Andorra». La aventura española de Valls es una consecuencia de su fracaso francés. Y digo aventura española -y no catalana- por dos razones: porque el propósito de Valls es utilizar la plataforma de Barcelona para hacerse un lugar en toda España, de la mano de Ciudadanos; y porque su proyecto es en clave española: hacer el trabajo que, según él, por dejadez, las élites catalanas no han sido capaces de afrontar, es decir, liberarlas de los independentistas y los comunes.

Si Valls no hubiera fracasado en Francia, hoy no estaría aquí. Y por eso es interesante seguir lo que pasó. Pirineos arriba para una carrera laboriosamente construida durante treinta años haya tenido un final tan abrupto con una fuga tan inesperada. Y eso es lo que hacen Noël Mamère y Patrick Farbiaz, dos militantes ecologistas franceses de larga trayectoria, el primero de ellos diputado durante veinte años a la Asamblea Nacional por Los Verdes. No sólo han seguido la trayectoria de Manuel Valls, sino que han vivido la confrontación política con él.


Contra Valls reconstruye con detalle el proceso de construcción de un liderazgo autoritario y arrogante que evoluciona rápidamente hacia la asunción de los tópicos ideológicos y morales del neoconservadurismo, que asume la sumisión a la ortodoxia neoliberal más estricta (el libro recoge una cita extraordinaria de Serge Dassault, una de las grandes fortunas de Francia y director de Le Figaro: «Os tengo que decir que estamos muy contentos con su acción. [...] por eso tiene el apoyo de un diario bien conocido por todos») y respecto del simplismo, del juego binario de buenos contra malos, su norte, basándose siempre en la descalificación y trasladando todos los problemas en el campo de la intransigencia y del orden público. Y así fue como alcalde, como ministro del Interior y como primer ministro francés, asumiendo por completo la agenda del Frente Nacional contra la inmigración y,

Si en un primer momento, sobre todo cuando era ministro del Interior, una parte de la sociedad compró su discurso autoritario en unos tiempos de desconcierto, poco a poco el desbarajuste del gobierno socialista, su estilo -en el que el arrogancia evidenciaba la falta de autoridad carismàtica-, su falta de empatía y su desprecio por las desgracias de los ciudadanos, su asunción de los tópicos neoliberales sobre la autosuficiencia del individuo único responsable de sus miserias, todo ello adornado con la reprobación moral de la cultura de la excusa, fue decolorando su figura. Valls abandonó el gobierno para ganar distancia respecto al desbarajuste que él mismo había creado y se presentó a las primarias socialistas para la elección como presidente de la República. Ya era tarde.

Se imaginaba candidato por aclamación y perdió ante Benoît Hamon. En el resentimiento por la derrota dio el paso definitivo: dejó el Partido Socialista y llamó a la puerta de En Marche! No lo quisieron. Sólo le hicieron la concesión de no presentar candidato contra él en su circunscripción. 

En tierra de nadie, aprovechó el conflicto soberanista para caer en Cataluña, invitado a colaborar con el bloque contrario al independentismo. Con una ventaja importante: llegó ya sin camuflaje, perfectamente anclado a la derecha, cumplido su tráfico ideológico, para intentar capitalizar el voto españolista sobre los hombros de Ciudadanos. En mayo sabremos la continuación de la historia: final de la aventura o nueva etapa?

Valls, siguiendo su obsesión de diluir el proyecto y el patrimonio político de la izquierda, apela a un consenso entre PP, Ciudadanos y PSOE, para aislar Vox, Podemos y el independentismo. La ignominia que representa colocar en el mismo plano el neofranquismo de Vox, los intentos de renovación democrática surgidos a la izquierda del PSOE y un movimiento pacífico de amplio espectro, que reivindica la autodeterminación, como el independentismo, indica claramente la intención de Valls: arrastrar el PSOE, como hizo con el Partido Socialista francés, hacia el espacio neoliberal-conservador, aislándolo de la izquierda y destruyendo así cualquier opción alternativa a la hegemonía de la derecha.

Por ello, más allá de la trayectoria personal de Valls, lo que más me interesa del libro de Navidad Mamèrei Patrick Farbiaz es como a través de su figura reconstruyen la crisis y la evolución de una izquierda que no encuentra el lugar en un mundo en gran mutación, culminando un proceso de desarraigo ideológico y social que comenzó cuando Tony Blair y compañía asumieron el consenso de Washington y la socialdemocracia se descafeinar hasta hacerse irreconocible. El subtítulo de la edición francesa - «Respuesta a los neoconservadores» -es tan importante como el título Contra Valls , escogido por su carácter de prototipo de esta evolución «il·liberal» y antisocial de una parte del socialismo. La actualidad de Valls les da la oportunidad, pero el título del libro podría haber sido perfectamenteContra la claudicación de la izquierda . Y esta es la cuestión importante, que sea cual sea el destino de Valls seguirá vigente.

Los autores expresan la necesidad de construir un nuevo relato, que permita a la izquierda recuperar la conexión perdida con las clases populares y la capacidad de incidir en el debate público después de que gran parte de la intelectualidad haya pasado al otro esquina y haya asumido el discurso contra la inmigración y el sacrificio de libertades contra el terrorismo, así como la asunción acrítica del statu quo económico y del agotada tecnocracia europea. Del "yo" de Valls al «nosotros», sería la consigna. De una sociedad de individuos aislados -en lucha a muerte por la supervivencia- a una reconstrucción de los espacios comunitarios. Con especial sensibilidad por los tres principales discursos emancipadores que hay hoy en escena: el ecologismo,

El caso Valls es el ejemplo de una deriva alarmante. Valls pasará, pero, si la izquierda no despierta, cada vez seremos más cerca del autoritarismo post democrático, que políticas como su favorecen por acción y por omisión. 

Hay que defender la libertad antes de que la democracia complete la mutación hacia el autoritarismo.
  Fuente    .

sábado, 2 de marzo de 2019

La historia olvidada de África .




Los imperios olvidados de África

Umoya

La relación de África con el resto del mundo continúa siendo concebida, en gran medida, a través del colonialismo. Sin embargo, antes de ello tuvieron lugar siglos de contacto e interacción con forasteros, no solamente con europeos.


El filósofo alemán Hegel afirmó que África «es una parte del mundo sin historia». Como consecuencia de esto, se asume que la historia de África no comenzó hasta que los europeos no empezaron a llegar. Esta idea (y otras derivadas) se convirtió en una de las falacias empleadas para justificar la trata de esclavos transatlántica, la colonización y el paternalismo arbitrario que caracterizó la norma europea hasta que tuvo lugar la descolonización, en la década de 1960. Incluso antes de que se hubieran arriado las banderas de los colonizadores europeos y de que surgieran los nuevos Estados independientes del África actual, se habían efectuado llamamientos urgentes para las nuevas historias del continente, que exploraban el largo e intenso pasado de las grandes civilizaciones de África.
Desafortunadamente, esas medidas correctivas siguen siendo necesarias, ya que, fuera del continente, el pasado de África sigue siendo conocido en gran medida por el periodo colonial de los siglos XIX y XX. Sin embargo, a veces los debates sobre el pasado de África pueden quedarse atrapados en una falsa dicotomía: una elección entre la familiar narrativa eurocéntrica (en la que predominaban los exploradores, los misioneros, los cañoneros y la ametralladora Maxim) o una versión más afrocéntrica, enfocada en el África precolonial. Esta división establecida entre dos versiones de la historia puede eclipsar un aspecto clave: antes de la colonización oficial del siglo XIX hubo varios siglos de contacto e interacción con forasteros, no solamente con europeos. Esos mismos siglos de interacción y sus repercusiones económicas a largo plazo se exploran con un detalle inusual en el extraordinario nuevo libro de Toby Green, A Fistful of Shells: West Africa From the Rise of the Slave Trade to the Age of Revolution .
No es una publicación fácil de categorizar. En esencia, es una historia económica en la que el autor plantea una cuestión profundamente desafiante: ¿por qué los intercambios económicos entre África y Europa se volvieron tan desiguales con el paso del tiempo? Y, ¿qué papel llegó a desempeñar la trata de esclavos transatlántica en este proceso? La ambición de la tesis central justifica la magnitud del libro de más de 600 páginas, pero esto casi parece moderado teniendo en cuenta lo lejos que Green llegó con su investigación.


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A Fistful of Shells ( Un puñado de conchas ) es el fruto de la investigación llevada a cabo en los archivos de nueve naciones, que obligó al autor a emprender un trabajo de investigación por ocho Estados de África Occidental. Y se nota. Los fragmentos basados en viajes del autor proporcionan observaciones y anécdotas que vinculan positivamente el pasado con el presente y dan voz a las vidas y experiencias de los propios africanos. Oscilando más allá de la economía, la tesis de Green se convierte, en definitiva, en una especie de reflexión filosófica sobre la naturaleza del valor en diferentes culturas y sociedades durante una era larga y bajo estudio en los inicios de la globalización.
Lo que distingue al libro como inusual no es el volumen de fuentes, sino su variedad. El uso de historias orales de un amplio abanico de sociedades africanas es particularmente gratificante. En la introducción, Green hace un uso excelente de las bellas artes: un conjunto de retratos de un artista holandés pintados a mediados del siglo XVII en Brasil, algunos de los cuales habían sido enviados desde Ámsterdam. Uno de los cuadros muestra la cara de Don Miguel de Castro, quien, a pesar de su nombre portugués y su extravagante vestimenta europea, fue embajador del reino del Congo, un reino africano posteriormente aliado del holandés. El mismo retrato asombró a los visitantes de la exhibición «Historias Afro-Atlánticas», que tuvo lugar el año pasado en São Paulo.
Esta amplia variedad de material hace que sea interesante que uno se pregunte si Green habría sido capaz de pintar un panorama aún más vívido de este periodo anterior si hubiera podido recurrir a los archivos de los siglos XV y XVI de Portugal, el país europeo con la historia más larga de comercio con África. Muchos de esos registros (relativos al comercio, pero también a la diplomacia, a la guerra y al trabajo misionero), junto con una inescrutable cantidad de cultura material, se perdieron en 1755 cuando un terremoto y un tsunami arrasaron Lisboa (tema central en la obra Cándido de Voltaire), destruyendo la ciudad y eliminando los libros de contabilidad en los que se habían registrado los tres siglos anteriores de comercio con África. La precariedad de fuentes documentales y cultura material aparece claramente resaltada de nuevo a través del uso que Green hace del patrón de la guerra remitido a Lisboa por el infame rey Adandozan de Dahomey (Estado situado en la actual República de Benín). A pesar de estar reproducido aquí, el patrón original se perdió en el incendio que destruyó el Museo Nacional de Brasil, en Río de Janeiro, en 2018.
Al reunir diversas fuentes, Green es capaz de refutar la afirmación hecha por Hegel de que África no tiene historia en dos niveles: África no solo tiene una larga y compleja historia, sino que además comparte parte de ese pasado con otros participantes en la economía comercial global que se remonta a hace más de mil años. El África que surge aquí es un continente dominado por numerosos reinos poderosos e imperios, a menudo gobernados por grandes dinastías y líderes, cada uno con sus propias obsesiones y ambiciones. Es un continente de creencias y prácticas culturales y religiosas intrincadamente complicadas, en el que las sociedades militarizas y a veces relativamente urbanizadas ascienden y descienden. Dicho de otra manera, las sociedades africanas no eran muy diferentes en términos estructurales de los reinos de Europa y el Norte de África con los que comerciaban.




Donde las diferencias empezaron a acentuarse fue en los significados y valores asociados a diversos bienes y productos básicos, incluidas las conchas de cauri del título del libro. Enviadas a África desde Maldivas, en el océano Índico, en grandes cantidades y a lo largo de varios siglos, los cauris se utilizaban como una moneda de cambio en muchos pueblos de África.
El comercio de ideas, tecnología, arte y cultura entre África y sus socios era recíproco, una realidad acentuada por la esclavitud (algo que Green explora en gran profundidad). No solo se enviaron al otro lado del Atlántico bienes y productos básicos africanos, sino que el bagaje cultural y el capital intelectual se llevó al nuevo mundo a través de las mentes de millones de seres humanos que fueron intercambiados y tratados como mercancías. Los cimarrones, grupos de esclavos fugitivos que surgieron en Jamaica, Panamá y en otros lugares, lucharon sus guerras utilizando las teorías militares que habían aprendido en el continente en el que habían nacido. Asimismo, las plantaciones de arroz de Carolina del Sur fueron cultivadas utilizando no solo la mano de obra africana, sino también sus conocimientos. Esta sabiduría fue trasplantada intencionadamente para aplicarla en suelo americano por los traficantes de esclavos británicos, que habían esclavizado a miles de personas procedentes de las regiones de cultivo de arroz de Sierra Leona. Estos africanos fueron secuestrados para vender sus mentes como si de una mercancía tan valiosa como sus cuerpos se tratase.
Durante todo A Fistful of Shells , Green muestra la larga e histórica sombra que hay detrás del subdesarrollo del África actual. Alega que los monocultivos comerciales impuestos sobre las naciones de África por los poderes coloniales en el siglo XX tienen sus orígenes de forma parcial en las economías de plantaciones del siglo XIX, cuando poderosos líderes africanos, alentados por Gran Bretaña y otros países, utilizaban mano de obra forzosa y esclavizada para cultivar algodón, cacahuetes y aceite de palma para exportar. Asimismo, Green cree que la desconfianza general en los dirigentes nacionales en el África del siglo XXI está relacionada con las rupturas de las relaciones entre las élites y el pueblo de los siglos XVII y XVIII, causadas por la trata de esclavos y la propagación de las guerras y la inestabilidad.
A pesar de que no siempre es el texto más sencillo de seguir (el planteamiento temático a veces eclipsa la sensación de desarrollo de la narrativa), es un asombroso trabajo de investigación y argumentación. Tiene el potencial para convertirse en un referente en nuestro conocimiento de los continentes más incomprendidos.
 Entre los libros de David Olusoga se incluye Black and British: A Forgotten History.

Texto original en inglés:  https://www.newstatesman.com/culture/books/2019/01/west-africa-pre-colonial-fistful-shells-toby-green-review 
Traducido por Iria López González.
Fuente: https://umoya.org/2019/03/01/los-imperios-olvidados-de-africa/