Una agenda inédita en el G7 que acaba con cuarenta años de
mentiras
Juan Torres López
Desde los años ochenta del siglo pasado, cuando comenzaron a
liberalizarse los movimientos de capital y a crearse espacios prácticamente
libres de impuestos, los paraísos fiscales que permiten eludirlos a las grandes
empresas multinacionales, multitud de economistas críticos, activistas y
organizaciones de todo tipo venimos pidiendo que se acabe con esa injusticia
tan vergonzosa.
La respuesta de los economistas al servicio de las
corporaciones, de los líderes políticos y los organismos internacionales era
siempre la misma, a pesar de que la evidencia demostraba lo contrario: es
técnicamente imposible evitar esa elusión fiscal y, además, no conviene hacerlo
porque entonces se perjudicaría a la inversión y el empleo.
Mentían descaradamente y la prueba de llevábamos razón es
que este fin de semana se reúne el G7, el grupo de los siete países más
poderosos del planeta, para discutir una propuesta del presidente de Estados
Unidos verdaderamente revolucionaria, al menos, en comparación con lo que hasta
ahora viene ocurriendo: establecer un impuesto mínimo internacional sobre los
beneficios de las empresas multinacionales.
La práctica habitual de estas grandes corporaciones consiste
en manipular su contabilidad para ubicar los beneficios que obtienen en
diferentes países en aquellos en donde los impuestos son mínimos o incluso
inexistentes y eso es lo que trata de evitar la propuesta que Estados Unidos ha
puesto sorprendentemente sobre la mesa.
En estos momentos no se sabe la fórmula exacta que
finalmente adopte el G7 (incluso puede ser que ahora no apruebe nada y traslade
la decisión a la reunión de julio del G20) pero es muy improbable que la medida
tenga marcha atrás, así que podemos decir que, por fin, la suerte de los
paraísos fiscales y de la elusión fiscal generalizadas comienza a estar echada.
El impuesto que se está proponiendo tendría dos pilares. Por
un lado, todos los países dispondrían de una parte de las ganancias obtenidas
por las empresas multinacionales en su territorio y, por otro, también podrían
establecer una tasa mínima adicional sobre los beneficios obtenidos en el
extranjero por las empresas que tengan sede en su jurisdicción
https://blogs.publico.es/juantorres/2021/06/04/una-agenda-inedita-en-el-g7-que-acaba-con-cuarenta-anos-de-mentiras/
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