domingo, 1 de julio de 2018

La liquidación de la causa palestina

 
Un momento decisivo en la historia palestina. Entrevista con Jamal Juma

Ida Audeh

27/06/2018
Hace varias semanas que los palestinos de todo el mundo están galvanizados por los acontecimientos que tienen lugar en la Franja de Gaza, donde cada semana (desde el 30 de marzo) tienen lugar protestas masivas exigiendo el fin del asedio y del bloqueo de Gaza (desde 2007) y el derecho a regresar a sus hogares, de los que fueron expulsados ellos o sus mayores. Bautizada como la Gran Marcha del Retorno, los habitantes de Gaza se concentran lo más cerca que pueden de la zona de seguridad israelí que separa a Gaza de Israel. Los soldados israelíes, desplegados a distancia, agazapados detrás de barreras de tierra que han levantado antes de la marcha, y sin ningún peligro de ser atacados por los manifestantes desarmados, disparan a su gusto a los manifestantes. Hasta el 14 de junio, al menos 129 palestinos han muerto y 13.000 han sido heridos; entre los muertos había sanitarios como Razan al-Najjar, de 21 años, y periodistas como Yaser Murtaja, a los que normalmente no se les consideraría objetivos fuera de las zonas de conflicto, pero a los que Israel ha escogido como víctimas prioritarias.
El 4 de junio, Ida Audeh habló con Jamal Juma, coordinador de la Campaña popular contra el Muro y el Apartheid, acerca de la resistencia popular en Gaza, la política del gobierno Trump en relación con la cuestión palestina, y las opciones de los palestinos a la hora de establecer una nueva estrategia. Salah Khawaja, un activista que trabaja con la campaña, se unió a la conversación.
Ida Audeh: Te entrevisté en agosto de 2011 para conocer más sobre el muro de separación y su efecto sobre las comunidades afectadas [2]. Describe el sistema actual de Israel de control sobre los territorios ocupados, de los que el muro es una parte.
Jamal Juma: Es evidente que el muro fue diseñado para aislar y asediar a los palestinos. El proyecto de asediar a los palestinos con el muro se ha completado. Separa a todas las áreas dinámicas que Israel considera necesario aislar. El ochenta por ciento del muro se levanta dentro de Cisjordania. La segunda parte del sitio es el refuerzo de los asentamientos. Cada asentamiento tiene lo que Israel llama una zona de seguridad - un sistema de seguridad de alambradas de púas y carreteras que los palestinos no están autorizados a utilizar. Esto, junto con los caminos alternativos (by-pass) (que llamamos las carreteras del apartheid), les permite controlar el territorio. Hoy en día hay dos redes de carreteras: una para los colonos israelíes, de unos 1.400 km de longitud, y su objetivo es conectar todos los asentamientos entre sí y con Israel en una red. Y esto se ha completado. Esta red es la dominante en Cisjordania, e incluye las principales carreteras. Los otros, los caminos alternativos, son para los palestinos; estas carreteras se cruzan a través de 48 túneles y puentes previstos, algunas de las cuales ya se han creado. Los dos sistemas de carreteras están separados. Esta es la base del sistema discriminatorio racista del que hablamos: aislar a los palestinos y confinarlos en espacios limitados, controlar sus recursos a través de los asentamientos, la red de carreteras y las instalaciones militares, y el muro, que ocupa aproximadamente el 62% de la superficie de Cisjordania.
Con la ampliación de los asentamientos, ya no hablamos sólo de la “guetización” de los palestinos en el norte, el sur y la región central. Hay una mayor fragmentación de las áreas residenciales palestinas. No se habla de los nuevos puestos de avanzada en tanto si deben ser removidos o no. Están siendo transformados en asentamientos. Cuando vemos 150 puestos de avanzada, de lo que realmente estamos hablando es de 150 nuevos asentamientos. Este proyecto se está intensificando, y especialmente desde que Trump asumió su cargo.
IA: ¿Así que se nota una clara aceleración después de Trump?
JJ: Es mucho más que una aceleración. Estamos ante un momento decisivo de la historia palestina. Consideramos que desde Trump asumió el poder, la política de Estados Unidos adoptó plenamente el proyecto sionista y se embarcó en un proceso de liquidación de la causa palestina. Es evidente su programa. Comenzó con Jerusalén y el reconocimiento de Jerusalén como la capital de la entidad sionista, la transferencia de la embajada de EEUU, atacando a los refugiados mediante la reducción de la financiación de UNRWA, y otras formas de presión sobre las áreas que albergan gran número de refugiados, incluyendo la obtención de la residencia permanente en los países de acogida.
La colonización israelí, la ingeniería geográfica del mapa político, es otro componente en la liquidación de la causa palestina. Las propuestas israelíes de colonización son enormes. Ellos se concentran en el Valle del Jordán - con la creación de nuevos asentamientos, la expansión de los asentamientos existentes, la creación de la infraestructura de apoyo, con enormes incentivos para los israelíes que trabajan en la agricultura (incluyendo pagos en efectivo de $ 20.000 para cualquiera que esté dispuesto a instalarse allí). Ahora los asentamientos se encuentran en la parte superior de la cadena montañosa que da al valle del Jordán, lo que les permite  rodear a las ciudades situadas más abajo. Cuando se habla de Ariel, Maale Adumim, y así sucesivamente, es como si toda Cisjordania fuera un suburbio de Tel Aviv. Esto hará que sea imposible cualquier tipo de separación en el futuro, que haya ninguna entidad palestina independiente; en cambio, se impondrá un sistema de apartheid con cantones palestinos. Esta es la realidad sobre el terreno.
Volviendo a la nueva política de Estados Unidos: Además de un cambio de las posiciones de EEUU sobre Jerusalén y la cuestión de los refugiados, los países árabes están dispuestos a la normalización con Israel y sumarse al proyecto de EEUU - en primer lugar, Arabia Saudí, así como Bahrein, los Emiratos Árabes Unidos y Egipto, que presionan a los palestinos a aceptar el proyecto de Estados Unidos para liquidar la causa palestina. Esto ha complicado las cosas y las ha sacado de la esfera del derecho internacional y las Naciones Unidas; todos habían trabajado previamente en dicho marco. Hemos exigido la aplicación de las resoluciones de NNUU. Pero los EE.UU. han dado un golpe al derecho internacional.
IA: Los Estados Unidos propone ahora el “acuerdo del siglo”, que los estados del Golfo están apoyando con entusiasmo. ¿Puedes describir los elementos de ese acuerdo?
JJ: La propuesta es la creación de un estado palestino en Gaza con extensiones en el desierto de Sinaí, que sería administrado por la Autoridad Palestina. Cisjordania y Jerusalén no entran en estos cálculos, pese a que Israel podría estar dispuesto a renunciar a algunas áreas alrededor de Jerusalén que están densamente pobladas por los palestinos. (Esta parte de la propuesta ha sido defendida por grupos extremistas israelíes, incluso antes de la propuesta de Trump). Podrían estar dispuestos a retirar de las zonas del Gran Jerusalén con alta densidad palestina, como Jabal Mukkaber, Isawiya, Silwan y Sur Bahir; ha habido cierto debate sobre Beit Hanina y Shufat. Los israelíes mantienen el control de los asentamientos judíos y de la ciudad vieja, que en conjunto representan alrededor del 87% del área de East Jerusalem: no es precisamente un territorio pequeño.
IA: ¿Cuál es la respuesta palestina a estos planes?
JJ: En el plano político formal, la AP se encuentra en crisis. Ha colocado su fe en los EEUU, pero ahora la decisión de Estados Unidos de liquidar la causa palestina es muy clara. La única opción real que le queda a la AP es sumar su suerte a la del pueblo palestino y los pueblos libres de todo el mundo, la solidaridad internacional y los movimientos que nos apoyan. El pueblo palestino tiene que tomar una decisión, y lo mismo ocurre con la AP.
A nivel popular, vemos una actividad seria en busca de una alternativa a la situación actual, la mayor y más importante de las cuales está teniendo lugar ahora en Gaza con la Gran Marcha del Retorno. Estas acciones son importantes por una serie de razones. Han cambiado los estereotipos sobre Gaza, en el sentido de ser una plataforma de lanzamiento de cohetes, un foco de terrorismo secuestrado por Hamas. De hecho, las marchas en Gaza desde el 30 de marzo representan un movimiento popular muy extendido, una resistencia popular masiva. Al igual que la primera Intifada surgió en Jabaliya, en la Franja de Gaza, hoy estamos ante el comienzo de un movimiento de desobediencia civil masiva. Gaza tiene una población que resiste, y Hamás no controla esa resistencia. El discurso que oímos en general, de que Hamas está conduciendo a la gente a su muerte, debe ser denunciado como racista y deshumanizante. Las personas no son robots. Los habitantes de Gaza, de todas las edades, situaciones familiares, y niveles económicos y educativos, participan en estas marchas para denunciar su situación al mundo. Su mensaje es que el sitio de Gaza no puede continuar. Somos seres humanos, tenemos derechos, y uno de esos derechos es vivir como seres humanos. Gaza ya no es habitable. Gaza se ha convertido en una prisión y un infierno. Incluso la ONU lo reconoce. Las cifras sobre Gaza son simplemente asombrosas. [3]
La Gran Marcha ha vuelto ha concentrar la atención en la cuestión de los refugiados y a ponerla directamente sobre la mesa, a pesar de todos los esfuerzos para ignorarla y borrarla. Más del 70% de los residentes de Gaza son refugiados, y están exigiendo el derecho a regresar a sus lugares de origen.
Por esa razón, las marchas de Gaza son muy importantes en la definición de la trayectoria de la cuestión palestina y la restauración de la función de la resistencia popular en vanguardia. Se sientan las bases populares para la próxima fase. También pueden haber evitado otro desastre masivo. Creo que Israel se prepara para poner en práctica las propuestas de la administración Trump; el escenario que los israelíes estaban planeando era arrastrar a Gaza a una confrontación militar, lo que justificaría bombardeos más intensos que en el pasado. Las fronteras con Egipto se abrirían, y la gente huiría a Egipto. Pero la marcha, con su participación masiva, frustró ese plan.
IA: Me resulta difícil entender cómo Ramala puede ser seguir tan tranquila teniendo en cuenta la carnicería en Gaza.
JJ: Podría parecer que lo que está sucediendo en Cisjordania no es en absoluto comparable a lo que está sucediendo en Gaza. Y eso es cierto, las protestas no son tan masivas. Pero las acciones que se llevan a cabo en Cisjordania también son importantes. Semanalmente se reúne la gente para protestar ante los puestos de control. Desde 2011 ha habido rebeliones continuas (en árabe,  habbat ); por ejemplo, en Jerusalén, en el campamento Bab al-Shams y tras los asesinatos en Abu Khdeir y Dawabshe (enero de 2013, julio de 2014, y julio de 2015, respectivamente). [4] Estas explosiones de indignación fueron significativas y ejemplares, como Gaza hoy. Nos recuerdan lo que el pueblo palestino es capaz de hacer. Espero que estas rebeliones aquí y allí darán paso a una desobediencia civil generalizada. Cientos de jóvenes en Jerusalén y Cisjordania han estado yendo a los puestos de control, diariamente, y todo ello recuerda los prolegómenos de la primera Intifada.
Debemos tomar nota de lo que los palestinos en Israel están haciendo también. Hay movimientos de jóvenes que protestan en formas muy impresionante y son una fuente de orgullo. Desafían la ocupación e implican a un gran número de personas, en Haifa y otros lugares.
IA: Hablemos de la relación de los palestinos con los órganos políticos formales. Recientemente, el Consejo Nacional Palestino (CNP) celebró su primera reunión en 22 años. Se podría pensar que a lo largo de más de dos décadas, algunas cuestiones y acontecimientos hubieran justificado una reunión - sucesos regionales, el asesinato de Arafat, y el estado de los acuerdos de Oslo, por ejemplo. Sin embargo, no parece haber generado mucho interés popular la convocatoria del CNP.
JJ: La gente no le presta mucha atención, pero en realidad deberían hacerlo, ya que representa una amenaza. Después de 22 años, ¡ni siquiera han hecho un balance de su labor!. Lo que hizo en realidad fue cerrar sus trabajos, lo que significa que está cambiando la estructura de la OLP. Hay un intento de sustituir el Comité Central por un cuerpo formado por el sector privado, las corrientes políticas en la AP, y los elementos del aparato de seguridad. Ninguna representación de los palestinos de las áreas de 1948, o de la diáspora, o incluso de la calle palestina. Esto es una amenaza para el proyecto palestino.
La OLP, tal y como ha sido transformada por Mahmoud Abbas es una amenaza a la causa nacional. Ha sido secuestrada; nuestra tarea es restaurarla como una entidad representativa y unificadora que trabaje para apoyar la causa palestina. La reforma debe ser dirigida por los grupos y movimientos palestinos.
La gente no confía en la dirección palestina; no creen que sea capaz de dirigir la próxima fase. De hecho, los estallidos populares a los que me he referido anteriormente tenían el potencial de desencadenar una tercera Intifada. La gente esperaba que emergiese de ella, como ocurrió durante la primera Intifada; tres meses después de la Intifada, surgió una dirección unificada y se hizo cargo. Pero esta vez, la AP no estaba interesado en asumir ese papel; tres meses después de estas protestas, la AP envía a su gente a disolver las protestas y evitar que los jóvenes se concentren ante los controles. Las facciones nacionales han sido incapaces de formar una dirección unificada por razones obvias.
IA: ¿Cuál es la alternativa?
JJ: La gente tiene que crear un movimiento nacional que puede provocar el cambio. La dirección de este movimiento por el cambio no será un solo individuo. Será un movimiento nacional generalizado que tenga una relación real con la gente de base, un movimiento que dirigirá la calle. Esta es la única manera de que haya un cambio. La gente ha estado esperando mucho tiempo, pero ¿qué estamos esperando? No a un gran líder carismático. No a un líder heroico, hablamos de un pueblo heroico y de un liderazgo de las instituciones.
Queremos un estado palestino que represente a todos los palestinos. Dentro de este esquema general, podemos decir que en este momento tenemos que proteger el proyecto palestino - el derecho a la autodeterminación, y todos luchamos por ese derecho. No tenemos que discutir sobre el resultado final. El tiempo de la solución de dos estados claramente ha pasado y, de hecho, esa propuesta sirvió de base para tratar de destruir nuestra causa. La otra opción es evidente. Pero como he dicho, no queremos que la discusión nos distraiga ahora o iniciar un conflicto con la posición de la OLP.
¿Cómo apoyamos el proyecto palestino? Tenemos que hacer frente a lo que está sucediendo en Jerusalén, a los asentamientos. Tiene que haber un programa práctico, no sólo consignas sobre el papel. Los palestinos de la diáspora deben apoyar estas actividades, involucrarse en el movimiento de boicot, porque somos parte de ese movimiento de boicot. Estamos tratando de mantener el trabajo político y el movimiento de boicot separados para proteger el movimiento de boicot, porque hay un intento palestino en marcha para debilitar el movimiento BDS; a través de la normalización, invocando la posición de la OLP. Consideramos el movimiento de boicot un componente esencial de nuestro activismo.
Esto es lo que la gente está discutiendo actualmente, aquí y con nuestra gente de las áreas de 1948, y en la diáspora. Tiene que haber un movimiento que preserve la unidad del pueblo palestino y proteja la causa nacional, evitando su liquidación. Eso es por lo que trabajamos ahora. Espero que en las próximas semanas habrá una reunión para poner por escrito algunos de los principios subyacentes de todas estas acciones. Han tenido lugar muchas reuniones, y se están ampliando.
SK: Buscamos como conseguir que todos los palestinos participen bajo una bandera en la causa común que nos une a todos. En las áreas de 1948, la cuestión es la colonización y los derechos civiles, pero los palestinos dentro de Israel no se encuentran demasiado lejos de los de Cisjordania y Gaza. En Cisjordania, los temas son la judaización, los asentamientos, los ataques contra los lugares sagrados. Los de Gaza están preocupados por el asedio de 12 años y el bloqueo, el hambre, y los asesinatos. Los que están en la diáspora quieren el derecho de retorno. Todas estas son cuestiones nacionales que nos unen, pero cada ubicación se enfrenta a amenazas específicas.
La siguiente fase será difícil, y tenemos que pensar cómo presentar una visión que una a todas las personas, especialmente a los jóvenes, que han sido marginados, para que participen eficazmente. Desde 2012, hemos estado en contacto con los jóvenes. Alrededor del 76% de la población palestina tiene 35 años de edad o menos. Y sin embargo, nadie está haciendo un esfuerzo práctico para que participen en la planificación política y la toma de decisiones. Como campaña, hemos tomado una decisión deliberada sobre esto. Los programas envejecen, y también las personas. Por lo tanto necesitamos ampliarnos, y el movimiento de la juventud es parte de eso. Nuestra esperanza es crear una base activista juvenil de masas, de manera que renueva nuestra energía. Vemos en la diáspora y en las áreas de 1948 que la mayoría de los activistas son jóvenes: en las marchas en Haifa, enfrentándose a la judaización de Galilea, el activismo alrededor de las aldeas despobladas de 1948, el intento de apoderarse de hogares en Akka: quienes se enfrenta a estos temas son los jóvenes. Debemos defender la consigna de enfrentarse al colonialismo, que es la principal causa a la que nos enfrentamos. Nosotros, los palestinos tenemos que trabajar juntos, no uno contra otro, y no esperar soluciones de los demás.
Lo que están haciendo es preparar una rebelión importante; habrá una flota de barcos para romper el bloqueo, y no sólo de Gaza, y concentraciones en todos los puntos de entrada a Palestina, sin excepción. O vivimos con dignidad o declaramos una intifada contra los que nos niegan una vida con dignidad.
Todo el mundo es un objetivo. En Cisjordania, hay detenciones en masa, demolición de casas, puestos de control, y gente huida. La idea de la desobediencia civil no es un eslogan. Podemos rebelarnos contra todas las formas de control israelí en el marco de un programa nacional. Dado que la comunidad internacional no ha actuado, ¿qué impide que los palestinos en países adyacentes se muevan en masa hacia la frontera, como ocurrió en 2012 (y algunos fueron capaces de llegar a Jaffa). Los que están en la diáspora podrían hacer concentraciones frente a las embajadas de Israel y sus defensores. Pueden paralizar la actividad de Israel en todos los países. Estas no son las consignas o los enfoques de trabajo político habituales. No hay necesidad de aferrarse a acuerdos y posiciones que Israel hace mucho tiempo que ha abandonado.
En 1948 esperábamos a lo que la comunidad internacional nos podía dar; se lo dio a Israel, pero no a nosotros. Había condiciones relacionadas con su reconocimiento: su tratamiento de la minoría palestina, aceptar el derecho de retorno palestino, y la creación de un estado palestino. No hizo nada de ello. Después de 1967, los palestinos acordaron aceptar el 22% de la Palestina histórica, pero incluso eso era inaceptable para Israel. Los palestinos no pueden seguir pensando en términos de lo que Israel podría estar dispuesto a darnos.
Tenemos derecho a existir y determinar nuestro propio destino. Este es el tema que nos ocupa.
Notas.
[1] “Las protestas de Gaza: las actualizaciones más recientes,” Al Jazeera 14 de junio de 2018,  https://www.aljazeera.com/news/2018/04/gaza-protest-latest-updates-180406092506561.html . Ver también Kate, “Israel ha disparado contra 29 médicos en la frontera de Gaza, matando a dos”, Mondoweiss, http://mondoweiss.net/2018/06/israel-medics-killing/amp/
[2] Ida Audeh, “Entrevista con Jamal Juma ': La AP está matando la resistencia popular'” Electronic Intifada 8 de agosto de 2011, https://electronicintifada.net/content/jamal-juma-pa-killing-popular-resistance / 10249
[3] “Las condiciones en Gaza se han degradado durante la década pasada según la ONU”, Noticias de la ONU, 11 de Julio de 2017,  https://news.un.org/en/story/2017/07/561302-living -condiciones-gaza-más-y-más-desgraciado-sobre-pasado-década-un-encuentra . Status Audio Journal Hosts, “En estado de sitio: La vida cotidiana en Gaza con Rawan Yaghi,” Jadaliyya 16 de mayo de 2018,  http://www.jadaliyya.com/Details/37563/Under-Siege-Daily-Life-in-Gaza -con-Rawan-Yaghi . Gaza en Context Team, “La comprensión de Gaza en el contexto,” Jadaliyya 16 de mayo de 2018,  http://www.jadaliyya.com/Details/37562/Understanding-Gaza
[4] En 2013, el campamento conocido como Bab al-Shams fue un intento palestino de frustrar los planes de Israel para establecer un asentamiento en la zona E1, entre Jerusalén Este y el asentamiento judio de Ma'ale Adumim; el plan israelí fue diseñado para separar permanentemente Cisjordania de Jerusalén Este. Otro campamento, Bab al-Karama, se creó en Beit Iksa y fue desmontado por soldados israelíes, dos días después. En julio de 2014, colonos israelíes de Jerusalén secuestraron al chico de 16 años de edad, Mohammad Abu Khdeir, de Shufat y le prendieron fuego; las manifestaciones posteriores dieron lugar a 160 palestinos heridos. El ataque de Israel a Gaza comenzó cinco días más tarde. Un año más tarde, los colonos prendieron fuego a una residencia en Duma. El único sobreviviente del ataque fue un niño de 4 años de edad; los padres y el hermano del niño fueron asesinados. En 2015, un campamento de tiendas, “La Puerta de Jerusalén,” fue levantado en Abu Dis para protestar contra los planes del gobierno israelí para desplazar a la comunidad beduina local. A partir de septiembre de 2015 y hasta el final del año, las protestas se extendieron desde la Mezquita al-Aqsa en Jerusalén, por toda Cisjordania: 108 palestinos murieron y 12.260 resultaron heridos. Los palestinos en Israel se manifestaron en solidaridad.
 Es una palestina de Cisjordania que vive en Colorado. Es la editora de La Universidad de Birzeit: historia de una institución nacional , publicado por la Universidad de Birzeit en 2010. Es colaboradora de Counterpunch.
Fuente: https://www.counterpunch.org/2018/06/22/a-watershed-moment-in-palestinian-histo
 y-interview-with-jamal-juma/ Traducción:
Enrique García



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