Reino de España:
el reto de Sánchez
El dirigente socialista Pedro Sánchez asumirá el cargo de primer ministro de la treceava mayor mayor economía del mundo y la cuarta de la zona euro. Sánchez, economista, ha sido 'asesor político' en el Parlamento Europeo. Es decir, nunca ha tenido un trabajo normal en su vida. La tesis doctoral de Sánchez se titulaba “La nueva diplomacia económica europea”, en la que, al parecer, Sánchez abordaba la relación entre el estado y el sector empresarial y cómo los políticos deben participar en la 'diplomacia económica', es decir, cómo el estado español se involucra en sus relaciones con una entidad supranacional como es la Unión Europea. Ahora Sánchez pondrá a prueba en la práctica su tesis.
Accede a la presidencia de un gobierno socialista minoritario que depende de los votos de Podemos y los nacionalistas. Y se enfrenta a muchos desafíos económicos que el PP había sido incapaz de resolver. Como sostuve durante las elecciones generales de 2016 (en las que Rajoy perdió su mayoría en el Congreso de los Diputados), antes de la Gran Recesión el crecimiento económico en España se había debido en gran parte a la inversión inmobiliaria, que es improductiva en términos capitalistas.
El tan cacareado auge económico de España tuvo un crecimiento real anual del 3,5% durante la década de 1990, pero dejó de apoyarse en la inversión productiva industrial y las exportaciones en la década del 2000 y se convirtió en una burbuja de la vivienda y el crédito inmobiliario, como le ocurrió también al ‘tigre céltico’ irlandés. Como lo explicó el FMI: “El período pre-crisis se caracterizó por la disminución de la productividad del capital, medida como volumen de producción por unidades de capital social, tanto en términos absolutos como en relación a la media de la zona euro. Esto fue así porque el capital se desplazó a sectores no transables, en particular, la construcción y los bienes raíces, que se caracterizan por una mayor rentabilidad, pero con rendimientos marginales inferiores. Por el contrario, la inversión en tecnologías de la información y de la comunicación o en propiedad intelectual se mantuvieron por debajo de la de otros países de la zona euro“.
Desde el final de la Gran Recesión las cosas han mejorado para el capital español sólo gracias a mantener deprimidos los salarios reales y el emplear mano de obra barata en vez de hacer inversiones en nuevas tecnologías para aumentar la productividad. La formación bruta de capital fijo está todavía muy por debajo de los niveles previos a la crisis. Y esto incluye todas las inversiones, privadas y públicas. La inversión productiva se ha recuperado aún menos.
Cito del último informe del FMI sobre España: “Desde 2009, el desempleo ha disminuido para todos los grupos de edad, pero sigue siendo más alto que antes de la crisis y afecta de manera desproporcionada a los trabajadores poco cualificados Los parados más de un año representan aproximadamente la mitad de los desempleados. El empleo a tiempo parcial no deseado sigue siendo alto, muy por encima de la media de la UE. Más de una cuarta parte de los trabajadores solo tienen contratos temporales. Y la tasa de empleo temporal entre los jóvenes está por encima de su nivel anterior a la crisis “.
Esta larga depresión también ha comenzado a romper el estado español, como ha puesto de manifiesto la no resuelta crisis separatista catalana del año pasado. Los gobiernos autonómicos de España están profundamente endeudados y sin embargo se les pide que hagan grandes recortes de gastos. Por eso las autonomías más ricas con sus propios intereses nacionalistas, como Cataluña y el País Vasco, han estado agitando a favor de su separación de Madrid. El gobierno Sánchez depende de sus votos.
No necesito cambiar lo que dije en mi nota de 2016: “La depresión española es el resultado del colapso de la inversión capitalista. Para revertir esto se requiere un fuerte aumento de la rentabilidad. Hasta que la inversión se recupere, la depresión no terminará. Y existe la probabilidad de una nueva recesión económica en Europa, mientras la dirección política del capitalismo español se divide, sin saber qué hacer “.
http://www.sinpermiso.info/textos/reino-de-espana-los-retos-del-nuevo-gobierno-frente-a-las-finanzas
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