El “lavado verde” de los grandes contaminadores de la UE a
manos de lobbies y consultoras
Por Violeta Muñoz
Un informe del Corporate Europe Observatoryrecoge siete ejemplos de grupos de presión y empresas de relaciones públicas que convierten a las “empresas más contaminantes de Europa en parte de la solución” en la lucha contra el cambio climático. En plena Cumbre del Clima en París, denuncia el poder de las corporaciones para influir en la legislación de las normas que les afectan mediante el cabildeo y el aumento del número de firmas que trabajan para los “grandes contaminadores”.
Bajo el título La cortina de humo climática, CEO recoge los casos de compañías como Wolkswagen, GasNaturally o Gazprom, que invierten miles de euros en cabildeo y consultoras para, según el informe, obtener dos tipos de beneficios: bloquear o diluir iniciativas efectivas en la lucha por el clima y ofrecer “soluciones falsas que les permiten continuar como hasta el momento, pero con un brillo verde” en sus marcas.
El estudio examina los esfuerzos de comunicación de crisis de Volkswagen tras el escándalo de las emisiones, el uso de Gazprom de la diplomacia de las firmas de relaciones públicas para facilitar sus operaciones de perforación en el Ártico, y el impulso a la industria de aceite de palma mientras la selva tropical de Indonesia era devastadada por la tala y drenaje masivo. También investiga a las consultorías y sus estrategias de lavado de imagen de otras corporaciones del cambio climático como Shell, Total, y Koch.
En el caso de Wolkswagen, la empresa invirtió 3,3 millones de euros en su actividad de lobby solo en 2014, y es de esperar que sus esfuerzos se redoblen tras la reciente crisis por el fraude en la medición de emisiones de sus coches. Una de sus principales consultoras es Hering Schuppener, que se define como un “equipo experimentado de consultores para la prevención de crisis y la promoción de cambios en las situaciones de riesgo”. Wolkswagen también contrata a Edelman y Finsbury, otras dos grandes del sector de la imagen.
El mayor productor de gas en el mundo, Gazprom, gastó entre 200.000 y 400.000 euros en su ejercicio de presión en la UE en 2014 según el registro de lobbies, aunque la plataforma estima que su inversión real es mucho mayor. Su filial Gazprom Neft está relacionada con la explotación de reservas de crudo y gas en el ártico. Entre sus consultoras favoritas para conseguir explotar esa zona es Gplus Europe, que destina entre 3 y 3,2 millones de euros anuales a su actividad de lobby en la UE.
CEO investiga los nombres de las grandes consultoras por entender que la industria de las relaciones públicas tiene una “larga y sucia historia en cambio climático, al ayudar a sus clientes a poner en duda las evidencias de la ciencia respecto al calentamiento global”. “La mayoría de negocios en Europa necesitan abordar el cambio climático, al menos de ‘boquilla’”, explica CEO. “Pero hay una gran brecha entre lo que las empresas de relaciones públicas y sus clientes dicen y lo que hacen”.
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