domingo, 30 de junio de 2024

Los fracasos de la cumbre de Ucrania y del G7 .

  

La paz no es un recital: Los fracasos de la cumbre de Ucrania y del G7

Tommaso Di Francesco

 30/06/2024

 Las dos cumbres del fin de semana tuvieron un elemento particular en común: la elección de un escenario exclusivo. No sólo por los lugares ricos y de moda en los que se celebraron, sino también porque ambas "excluyeron" desde el principio cualquier proceso de paz real, tanto en Ucrania como, más aún, en Gaza y Cisjordania, donde Occidente lo  mismo promete ayuda que envía armas a Netanyahu bajo cuerda, si es que se molesta en ocultarlo.

 Esto es todo lo que se consiguió en Borgo Egnatia con respecto a la guerra en Ucrania: aprobar el envío de los intereses de los activos financieros rusos a Kiev para financiar la continuación de la guerra -un paso muy peligroso y contraproducente, porque se esperan graves represalias por parte rusa- y otros 50.000 millones de euros en armas, que ya son un factor importante en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos.

 Mientras tanto, en la "cumbre de la paz" en el magnífico balneario suizo de Burgenstock, montaron una pantomima para una fantasiosa noción de paz, en presencia de Zelenski y Kamala Harris, que acudieron en lugar del indeciso Biden, cuya presencia habría sido significativa al menos para los ucranianos. Pero las únicas conversaciones versaron sobre el envío de nuevas armas y su uso, con la luz verde dada por la OTAN y los países europeos a la posibilidad de utilizarlas contra objetivos en territorio ruso. Parece que, después de todo, estamos en guerra con Rusia, pero es mejor no decirlo explícitamente.

 Así pues, no cabe esperar un alto el fuego en el verano que acaba de empezar, ni en otoño, cerca de las elecciones norteamericanas, sino sólo un conflicto cada vez más brutal con la llegada de las nuevas armas norteamericanas, aunque está claro que no hay ninguna "victoria" en el horizonte ni solución militar alguna a la crisis.

 Es indiscutible que la conferencia de Lucerna fracasó: no firmaron el documento final, al igual que el Vaticano, 12 países, entre ellos Brasil, India, Sudáfrica y Jordania (mientras que Arabia Saudí merece un debate aparte por sí sola), considerados decisivos porque forman parte de la alineación del Sur Global que ve la crisis ucraniana a través de los ojos de quienes han sufrido como consecuencia de las propias guerras de Occidente, las violaciones del derecho internacional y la integridad territorial, Y poco hay que añadir sobre el papel completamente marginal de la ONU, único organismo que podría devolver la legitimidad a una negociación que implica los términos fundacionales de su Carta Fundacional, empezando por el papel del Derecho internacional, algo que ha sido sometido repetidamente a un doble rasero en las guerras de agresión que Occidente ha librado impunemente, un enfoque que, hay que considerarlo, sin duda habrá envalentonado a Putin, un líder hipernacionalista de una potencia nuclear, para emularlo de la peor manera. Y lo que es más importante, Xi Jinping y Lula no asistieron (Brasil participó sólo como observador).

 No se invitó a Rusia, responsable de la agresión del 24 de febrero de 2022 a Ucrania, a pesar de que es habitual que las conversaciones de paz se lleven a cabo entre las partes en guerra. Al mismo tiempo, Putin no dejó de hacer sentir su presencia lanzando una provocadora "propuesta de paz" propia: pondrá fin a la guerra si consigue el reconocimiento de los territorios que se ha anexionado. Por supuesto, es inaceptable como solución, pero es trágicamente clara en su intención: ofrece una instantánea de los sangrientos avances militares que ha logrado, nada más. Además, también exige la neutralidad de Ucrania con respecto a la OTAN.

 ¿Qué se podría hacer? Consideremos los tres puntos indispensables para Kiev: el control de la central nuclear de Zaporiya, el acceso a los puertos del Mar Negro y el Mar de Azov, y un intercambio completo de prisioneros, así como la repatriación de los niños y civiles deportados a Rusia.

 Aparte de que el OIEA [Organismo Internacional de Energía Atómica] ha pedido negociaciones de seguridad con Rusia sobre la central de Zaporiya, que está en manos rusas y forma parte de una peligrosa zona de guerra, todo esto parecen cuestiones secundarias que se tratarán después de los puntos más importantes.

 En cambio, la cuestión de la pertenencia a la OTAN, de la que apenas se habla, se cierne sobre nosotros. Es una amenaza que puede leerse cada día entre líneas en las inescrutables declaraciones de Stoltenberg, pero el propio Biden ha sido claro en los hechos: la entrada de Ucrania en la OTAN supondría un enfrentamiento militar inmediato con Moscú, y al mismo tiempo es demasiado pronto, dados los problemas sin resolver que acosan a la democracia ucraniana, que lucha contra la corrupción, incluso en el ejército.

 Además, el acuerdo de cooperación militar de diez años firmado hace unos días por Zelenski y Biden parece ser, a todos los efectos, un substituto de la entrada en la OTAN. No es que cambie mucho: tal como nos recordó el propio Stoltenberg, la OTAN, como parte de su provocativa expansión hacia el Este, ha estado en Ucrania desde antes de 2014, cuando comenzó la guerra civil interna, y ahora tiene una presencia cada vez mayor, con instructores, inteligencia, observadores, y ahora con una comisión de la OTAN en Ucrania que controla y administra de facto cada arma de las que allí se envian.

 Así pues, la OTAN es la verdadera cuestión central, más que la candidatura de Ucrania a la UE -mientras ya se desliza Europa por la resbaladiza pendiente del rearme, además de hacer frente al ascenso de la extrema derecha en las últimas elecciones. La OTAN sigue ampliándose: Stoltenberg anunció el domingo que la Alianza Atlántica está negociando el despliegue de más armas nucleares en Europa,  todo ello mientras constituía un punto clave de la condena contra Rusia que era inconcebible amenazar con el uso de cabezas nucleares en Europa.

 La magnitud del fracaso de la cumbre quedó subrayada por la ausencia de China. Tal como señala el New York Times, China era atacada hasta 28 veces en el documento final del G7 liderado por Meloni en Apulia, por "apoyar materialmente" a Putin y por el "dañino exceso de capacidad" de su economía; y, sin embargo, todo el mundo fingió su decepción por el hecho de que Pekín se negara a participar en Lucerna.

 Lo cierto es que todo el mundo, incluido Zelenski, sabe que China y Brasil están preparando otra conferencia de paz, después de Lucerna y no en continuidad con ella, que sentaría a la misma mesa a rusos y ucranianos. Esto quedó claro cuando la esposa de Zelenski y el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Kuleba, se apresuraron a visitar Belgrado al día siguiente de la visita de Xi Jinping, quien recordó en esa ocasión el bombardeo de la OTAN contra la capital serbia y la embajada china; y también lo demuestra el hecho de que el gobierno ucraniano haya creado una comisión que se enviará de inmediato a Pekín para establecer una relación con Xi después de Lucerna. Esta conferencia de reinicio podría tener lugar en Arabia Saudí, acogida por la poderosa monarquía petrolera con lazos inextricables tanto con los Estados Unidos como con Rusia.

 No sabemos si Brasil, China, Sudáfrica, Guterres como jefe de la ONU y el Vaticano lograrán "rebobinar" el curso de la guerra ucraniana. Tal "rebobinado" significaría hacer retroceder la invasión rusa en primer lugar, pero también las acciones de los ucranianos y de la OTAN, volver a los términos del acuerdo de Minsk II y de las negociaciones del formato de Normandía: con neutralidad respecto a la OTAN, el reconocimiento de que las regiones rebeldes mayoritariamente rusoparlantes del Donbás forman parte de Ucrania, pero permitiéndoles votar sobre un estatuto de autonomía, y la cuestión de Crimea en suspenso, pero con una reivindicación creíble de que formen parte de Rusia, tal como ha votado su pueblo.

 Es cierto que Putin dirá que no a todo esto. Sin embargo, si otra parte del mundo insistiera y le pidiera que lo hiciera -una parte que reclama e insiste en valores universales, empezando por la paz, y a la que él mismo cree pertenecer, utilizando ese estatus como justificación para usar la fuerza de la misma manera que Occidente ha hecho y sigue haciendo-, no se puede descartar la posibilidad de que se enfrente a una crisis (y no por primera vez).

 Podría tener que contar con sus propias contradicciones y con la perspectiva de las nuevas generaciones en Rusia, que están en contra de la guerra, como las de Ucrania. La única alternativa es más y más muertes de civiles y noticias sangrientas desde el frente... y el aumento de las tensiones nucleares en Europa.

 Tommaso Di Francesco  veterano periodista romano, fue codirector entre 2014 y 2023, junto a Norma Rangeri, del diario “il manifesto”. Poeta epigramático y satírico, es también autor de novelas y cuentos, y compilador de diversas antologías literarias.

Fuente:

il manifesto global, 19 de junio de 2024

Traducción:Lucas Antón

 https://www.sinpermiso.info/textos/la-paz-no-es-un-recital-los-fracasos-de-la-cumbre-de-ucrania-y-del-g7

 Y ver  . https://eltabanoeconomista.wordpress.com/2024/06/23/ali-baba-y-los-infortunados-del-g7/

sábado, 29 de junio de 2024

El esperpento judicial del caso ERE .


                                         

 

                                      


La formidable maquinaria judicial que trituró a 52 responsables de la Junta de Andalucía (yo entre ellos)

 Manuel Gómez Martínez

 Interventor General de la Junta de Andalucía entre 2000 y 2010 —

28 de junio de 2024  

 ¿Cabe imaginar que un juez de instrucción en sus cabales encargue una pericia sobre el funcionamiento de las Cortes Generales, el Consejo de Ministros o el Tribunal de Cuentas? Pues eso es lo que, sin aparente escándalo, ocurrió impunemente en la causa de los ERE, en relación con las instituciones equivalentes de la Comunidad Autónoma de Andalucía

 

 Juan Benet contó una vez (“Un vuelo”, El País, 4 de octubre de 1982), que cuando estaba haciendo el servicio militar le encargaron que tradujera del inglés el reglamento de un deporte de equipo que el escritor no llegó a entender, pero que creía recordar que se jugaba con una pelota esférica y probablemente con una red separando ambos campos. El inglés de Benet era tan rudimentario en aquel entonces y, consecuentemente, la traducción que hizo de las reglas de ese deporte confundió tanto a los militares españoles, que en el partido que se organizó con motivo de la visita de una delegación de militares norteamericanos, los equipos de ambos países parecían jugar a deportes distintos.

 Me ha venido a la memoria este episodio algo surrealista cuando estoy conociendo el contenido de los pronunciamientos del Tribunal Constitucional (TC) (1)sobre los recursos de amparo presentados por las personas condenadas en la pieza política de los ERE. Estuve incurso en esa causa durante casi nueve años, de los que di cuenta en un libro (“8 años, 8 meses y 8 días”, Amazon, 2020) y por eso conozco los pormenores del caso, algunos de ellos con cierta profundidad.

 Cuando observo la indignada sorpresa con la que en algunos medios políticos, periodísticos y sociales se está acogiendo el hecho de que el TC haya enmendado al Tribunal Supremo (TS), me veo en la necesidad de recordar que en los albores de este caso judicial hubo un juanbenet (y que me perdone el escritor, allá donde se encuentre) al que le encargaron la traducción de determinados asuntos que resultaron ser determinantes para el curso que tomó el proceso de los ERE. Me refiero a los peritos de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) que nombró el juzgado de instrucción que estaba a cargo del caso.

 Estos peritos son los que introdujeron en la causa de los ERE las piezas que sirvieron para construir el armazón incriminatorio que ahora está desmontando el TC. Entre estas piezas destacaron las dos siguientes: la primera fue que los proyectos de ley del presupuesto, que contenían la partida con la que se financiaron las subvenciones de los ERE, eran ilegales; y, la segunda, fue la brillante idea de que el Gobierno de la Junta de Andalucía había engañado al Parlamento.

 La resolución del juzgado que ordenó el encargo afirmó estar acordando la realización de una “pericia contable” y destacó el sintagma con fuegos de artificio tipográficos, mediante el empleo de letra negrita y subrayada, para que el lector no avisado se encelara con el adjetivo “contable”

 Mucho antes de que el TC se pronunciara, yo mismo le advertí al juzgado de que el fenómeno de un proyecto de ley ilegal, que se convierte en legal tras su aprobación parlamentaria, sin enmendar ni una coma del proyecto, sólo puede ser explicado mediante un mecanismo puramente prodigioso, ajeno a la técnica jurídica y al procedimiento legislativo. Tan peculiar fenómeno sólo sería explicable apelando a una visión sobrenatural del proceso presupuestario, que evocaría una suerte de transubstanciación legislativa o presupuestaria. Algo más propio de un concilio que de un tribunal civil.

 Por su parte, esta idea de que el Gobierno engañó al Parlamento es una pamema. Se trata de una simpleza de tal calibre, que casi produce vergüenza propia y ajena ponerlo de manifiesto.

 Pero ¿cuál es el contenido del encargo que recibieron estos peritos?, cabe preguntarse. La resolución del juzgado que ordenó el encargo afirmó estar acordando la realización de una “pericia contable” y destacó el sintagma con fuegos de artificio tipográficos, mediante el empleo de letra negrita y subrayada, para que el lector no avisado se encelara con el adjetivo “contable”. Pero esto fue, simplemente, un artificio. Aunque un tanto ingenuo, porque bastaba con acudir al resto de la resolución para comprobar que el contenido de lo que el juzgado les encargó a los peritos era de naturaleza abrumadoramente jurídica, quedando así el ardid completamente delatado.

 El asunto adquirió tintes particularmente absurdos si se tiene en cuenta que estos audaces funcionarios, a lo largo de su trabajo como peritos en la causa, sentaron cátedra sobre materias tales como el régimen jurídico de las ayudas de Estado en el ámbito de la Unión Europea, la potestad subvencionadora de las entidades instrumentales de la Junta de Andalucía, las competencias constitucionales en materia laboral de la Comunidad Autónoma de Andalucía y el funcionamiento de las principales instituciones de la región, como el Parlamento y sus comisiones, el Consejo de Gobierno y la Cámara de Cuentas de Andalucía. Materias todas ellas que no es sólo que sean de carácter netamente jurídico, sino que poseen tal altura y densidad que, si se me permite, solo están al alcance de juristas de cierto fuste. Por cierto, ¿cabe imaginar que un juez de instrucción en sus cabales encargue una pericia sobre el funcionamiento de las Cortes Generales, el Consejo de Ministros o el Tribunal de Cuentas? Pues eso es lo que, sin aparente escándalo, ocurrió impunemente en la causa de los ERE, en relación con las instituciones equivalentes de la Comunidad Autónoma de Andalucía.

 Se les encargó una pericia jurídica (algo prohibido en el proceso judicial) a dos contables, salvando el absurdo con la infantil argucia de llamarle pericia contable. Ningún juez, fiscal o tribunal ha puesto en cuestión esta prueba a lo largo del proceso

 Es evidente que lo que nos encontramos aquí es con el encargo de un dictamen jurídico y no con una pericia contable, como el juzgado pretendió hacer ver. En realidad, con este artificio se intentó velar dos circunstancias que, en cualquier otro tiempo y lugar, habrían hecho inviable una iniciativa procesal de semejante jaez. A saber:

 En primer lugar, porque el contenido casi exclusivamente jurídico del encargo que el juzgado les hizo a los peritos se daba de bruces con el principio de Derecho procesal que se expresa en el brocardo iura novit curia, literalmente, el juez conoce el Derecho, de acuerdo con el cual, tendría difícil encaje en el proceso, en cualquier proceso, un informe pericial de carácter jurídico.

 En segundo lugar, el sentido jurídico del encargo resultaba incompatible con el currículo de los peritos. Detengámonos, siquiera sea brevemente, en esta cuestión. El juzgado designó como peritos a un equipo de cuatro funcionarios, sólo dos de los cuales pertenecían a cuerpos del Estado en los que se exigía para su acceso poseer titulación universitaria superior. Los otros dos pertenecían a cuerpos auxiliares, para los que no se exigía estar en posesión de titulación universitaria superior. Pues bien, ninguno de los dos peritos de titulación superior era licenciado en Derecho. Su formación universitaria era la de economistas.

 Estas fueron, como hemos dicho, las razones por las que se denominó a esta diligencia judicial pericia contable. Se les encargó una pericia jurídica (algo prohibido en el proceso judicial) a dos contables, salvando el absurdo con la infantil argucia de llamarle pericia contable. Ningún juez, fiscal o tribunal ha puesto en cuestión esta prueba a lo largo del proceso. Yo mismo le advertí al instructor del Tribunal Supremo, cuando fui allí a declarar, a la vista está que con escaso provecho, de la verdadera índole de estos peritos.

 Esta mercancía averiada producida por los peritos de la IGAE no pudo caer en mejores manos. A partir de estos informes periciales el juzgado que instruía la causa dio lo mejor de sí y produjo piezas inolvidables que entraron por derecho propio en la historia de la jurisprudencia

 Por todo ello, no resulta extraño que el trabajo pericial desarrollado por los funcionarios de la IGAE en la causa careciera del mínimo rigor exigible a un encargo de esta naturaleza. Los peritos cometieron numerosos errores y deficiencias técnicas en las consideraciones y conclusiones de los informes emitidos. Durante la instrucción de la causa presenté diversos escritos al juzgado, denunciando los graves errores y carencias del trabajo de los peritos, que no desgranaré aquí, porque estas líneas, aunque extensas, no dejan de ser un artículo de prensa y no una novela ni un tratado. Todas mis alegaciones fueron olímpicamente ignoradas.

 Esta mercancía averiada producida por los peritos de la IGAE no pudo caer en mejores manos. A partir de estos informes periciales el juzgado que instruía la causa dio lo mejor de sí y produjo piezas inolvidables que entraron por derecho propio en la historia de la jurisprudencia. Entre ellas merece recordarse, porque viene al caso, el Auto de 22 de julio de 2013, en el que encontramos esta perla cultivada: “Es obvio que la Ley de Presupuestos no debe contravenir el resto del ordenamiento jurídico: como la Ley General de la Hacienda Pública Andaluza, la Ley General de Subvenciones, la Ley 15/2001 o el Reglamento de Intervención entre otros.” Aun pudo el juzgado mejorar su marca en el Auto de 11 de marzo de 2014, en el que se produjo del modo siguiente: “…unas Leyes de Presupuestos, que partían de los Anteproyectos elaborados por la Consejería de Economía y Hacienda a la que pertenecían los inculpados, que en relación al Programa 31L de la Dirección General de Trabajo de la Consejería de Empleo, serían frontalmente contrarios a gran parte del ordenamiento jurídico: a la Constitución Española (artículos 9.1 y 103.1), al Estatuto de Autonomía (antiguo art. 12, actual art. 103), [continúa con la cita de un sinnúmero de disposiciones presuntamente incumplidas, terminando con] la Orden de 22 de mayo de 1998 por la que se dictaban normas para la elaboración de los Presupuestos.”

 Qué podemos decir de estas resoluciones judiciales, que parecen estar basadas en lo que podríamos denominar una concepción petrificada del ordenamiento jurídico, en virtud de la cual un proyecto de ley no solo no podría modificar las leyes vigentes, sino que debería someterse a los reglamentos y órdenes en vigor en ese momento. La pirámide de Kelsen, pero invertida.

 Pues bien, con estos mimbres construyó el juzgado su teoría de la trama delictiva y puso en marcha una formidable maquinaria judicial en la que trituró a 52 responsables de la Junta de Andalucía (yo mismo, entre ellos), incluyendo a dos presidentes y a varios consejeros. A todos nos imputó el juzgado sendos delitos de prevaricación y malversación, muchos fuimos procesados y una buena parte de ellos, fueron condenados.

 La impresión que uno tiene al conocer las últimas informaciones es que al TC parece haberle bastado un leve empujón para que este armazón se vaya al suelo y se haga añicos. A nadie debería extrañarle

 La impresión que uno tiene al conocer las últimas informaciones es que al TC parece haberle bastado un leve empujón para que este armazón se vaya al suelo y se haga añicos. A nadie debería extrañarle. Se trataba de un constructo jurídicopenal puesto en pie por unos peritos contables y mejorado por un juzgado, algunas de cuyas resoluciones en esta causa podrían haber sonrojado a un alumno del primer curso de Derecho. Al lado de ambos, el inglés del soldado Juan Benet (y que me perdone de nuevo) nos habría parecido el de Shakespeare.

 Siendo así las cosas, no podemos negar que resulte pertinente preguntarse por la legitimidad del rol que está jugando el TC en este caso, al enmendar al TS. Que se trate del TC más desprestigiado de la democracia les ha dado alas a quienes se hacen tal pregunta, a qué negarlo. No obstante, desde mi punto de vista, hay una pregunta mucho más pertinente que procede hacerse en este momento: ¿cómo es que unas tesis tan insolventes han llegado tan lejos y han hecho tanto daño?

 Y un estrambote: como suele decirse en estos casos, la verdad es la verdad, dígala Agamenón o su porquero

https://www.eldiario.es/andalucia/en-abierto/formidable-maquinaria-judicial-trituro-52-responsables-junta-andalucia_132_11484815.html..

NOTA  blog (1)  .https://www.eldiario.es/andalucia/constitucional-rompe-cadena-eslabones-necesarios-caso-ere_1_11461976.html

 NOTA del blog .-

 https://www.eldiario.es/contracorriente/mayor-caso-corrupcion-mayor-caso-lawfare-democracia_132_11471351.html

https://www.eldiario.es/andalucia/constitucional-acusa-supremo-sentenciar-ere-argumentos-saltandose-separacion-poderes_1_11494746.html


lunes, 24 de junio de 2024

Los secretos de la Transición española .

                                                                                   


Los secretos de la Transición, contados por el ‘espía’ que Kissinger envió a España


El libro del ensayista Jorge Urdánoz indaga en los verdaderos motivos de algunas de las decisiones más trascendentales tomadas por Suárez tras la muerte de Franco

 

Guillermo Martínez.

Después de examinar miles de cables diplomáticos enviados a Washington por Wells Stabler, el embajador de Estados Unidos en España durante la Transición, el filósofo del derecho Jorge Urdánoz da a conocer sus conclusiones en un pequeño y pedagógico libro. En La Transición según los espías (Akal, 2024), el autor desmitifica algunos relatos tan enquistados como interesados sobre la convulsa época política que comenzó con la muerte de Franco.

 Ni el PCE fue legalizado por la muestra de contención en las calles tras el atentado de la ultraderecha contra los abogados de Atocha, ni el Senado se configuró como una Cámara territorial, ni la ciudadanía pudo elegir la institucionalidad del nuevo régimen que acababa de nacer. Y todo eso lo sabía Stabler, el diplomático estadounidense que informaba del más mínimo movimiento en la política y la sociedad española a su jefe directo en Washington, el recientemente fallecido Henry Kissinger.

 Uno de los principales mitos que el exhaustivo estudio de Urdánoz echa por tierra es la legalización del Partido Comunista de España (PCE) y los entresijos que la permitieron. “Siempre se nos ha contado que la demostración de orden en el funeral de los abogados laboralistas asesinados en Atocha en enero de 1977 aupó al partido a la legalidad. La versión oficial nos dice que Adolfo Suárez, impresionado por esa contención de los comunistas, los ve como gente de fiar y los legaliza”, comenta el autor.

 La decisión de legalizar al PCE ya estaba tomada

 En cambio, los cables que revelan las conversaciones entre Stabler y Suárez, presidente del Gobierno en aquel entonces, afirman que eso no es cierto. “Aunque nos han inculcado esa versión por tierra, mar y aire, unos diez días antes de los asesinatos Suárez ya pidió permiso al embajador para legalizar al PCE”, explica Urdánoz. En un primer momento, la respuesta por parte del estadounidense fue tan diplomática que el político español le pidió que hablara de forma franca: “El embajador terminó diciéndole que entendía las particularidades que aconsejaban legalizar al PCE, por lo que Suárez tenía ya la decisión tomada antes de los atentados de la calle Atocha”.

 Urdánoz considera que la legalización del PCE estuvo mucho más relacionada con su presencia en los centros de trabajo que con cualquier muestra de contención o madurez

 De esta forma, aunque la reacción popular y el apoyo que los comunistas recibieron en las calles tras la masacre de Atocha ayudaron a Suárez de cara a la opinión pública, no puede considerarse el motivo por el cual los legaliza. Según Urdánoz, “hemos recibido una historiografía que encajaba muy bien en la visión idealizada de la Transición, tanto para la derecha y el tardofranquismo como para el marco mental de la izquierda”.

 Desde su punto de vista, “no es que unos engañaran a otros, es que todos nos hemos autoengañado, en cierta forma, porque era un marco muy cómodo en el que estar”. Tras conocer los cables del espía de Kissinger, Urdánoz considera que la legalización del PCE estuvo mucho más relacionada con su presencia en los centros de trabajo que con cualquier muestra de contención o madurez.

 El Senado, una bala en la recámara institucional

 El segundo de los elementos que la investigación ayuda a desmitificar fue el sistema de elección de las cámaras legislativas en España. “Que tengamos un parlamento bicameral se debe al diseño concebido por Fraga a finales de 1975, algo que se mantiene hasta el momento constitucional y al que nunca nadie ha planteado una alternativa”, introduce.

 En este sentido, una curiosidad saltó a la vista de Urdánoz a medida que leía los cables del embajador: “Aunque el Senado inicialmente aparece como una cámara de representación territorial, no lo es en absoluto. Siempre estuvo pensada como una cámara de protección de las élites de la dictadura”, señala. Él lo denomina en su libro “una bala en la recámara institucional”, gracias a la cual el poder constituido en la dictadura siguió manteniendo el control de la situación mediante una “cámara de bloqueo”, como también denomina al Senado.

 Debido a la información que se desvela de los cables de Stabler, ahora podemos saber que el estadounidense conoció casi mes a mes los planes para establecer el sistema legislativo español. “En todo momento él supo que el Senado sería una cámara para la vieja élite”, comenta. Lo más que pudo conseguir la oposición con el Senado fue vaciarlo casi de poder.

 Un sistema proporcional contra Fraga

 En cuanto al Congreso de los Diputados, la cuestión radica en que siempre se ha contado como la primera Cámara en España elegida mediante sistema proporcional y no mayoritario. “Se nos ha dicho que Suárez cedió la proporcionalidad porque la oposición democrática se lo exigía para que entraran en el juego democrático, pero en los cables de Stabler queda claro que no existe tal transacción ni nada similar”, cuenta Urdánoz.

 El Senado actuaría como una cámara de bloqueo para evitar cualquier reforma constitucional que no fuera vista con buenos ojos por los herederos del franquismo

 En el momento de plantear la proporcionalidad en el Congreso de los Diputados, la oposición ni siquiera había empezado a negociar, arguye el ensayista. A ojos del investigador, lo que realmente motiva a Suárez a establecer ese sistema es protegerse frente a Fraga, que lideraba Alianza Popular, que estaba fuera del gobierno y a quien las encuestas daban como claro ganador de las siguientes elecciones.

 La relectura de las conversaciones entre el embajador estadounidense y los diferentes líderes políticos durante la Transición española arroja una clara conclusión sobre la Cámara Alta. A pesar de que el Senado está supeditado al Congreso, a la hora de modificar la Constitución actuaría como una cámara de bloqueo para evitar cualquier reforma que no fuera vista con buenos ojos por los herederos del franquismo.

 Para verlo con mayor claridad, el filósofo ilustra esta realidad atendiendo a la actualidad en el Congreso de los Diputados, donde hay mayoría progresista junto con los grupos nacionalistas, y el Senado, donde goza de mayoría absoluta el PP. Tal y como resume, “el Senado no se ideó para representar a los territorios, sino para beneficio de la clase política de la dictadura y eso, en 40 años, se ha convertido en un sesgo muy claro y favorable hacia el PP”.

 Dar la vuelta a los votos

 El tercer elemento que Urdánoz aborda en su corto pero ameno y esclarecedor libro está íntimamente relacionado con la institucionalidad en España, lo que remite a las Cortes Constitutivas elegidas en 1977. Si uno atiende a los datos, a los votos sin filtrar por el sistema electoral, se puede comprobar que la entonces oposición democrática obtuvo el 55% de los respaldos. En el Senado ocurrió algo parecido, aunque más acentuado. Los progresistas se hicieron con el 60% de los apoyos, y el centro derecha de Suárez y la rama más profranquista de la política se quedaron con el 40% restante.

 En cambio, el sistema electoral aprobado por los franquistas en la Ley de Reforma Política provocó que las mayorías estuvieran trucadas en los resultados de 1977. “Las mayorías están cambiadas, y es con esos representantes con los que se aprueba la Constitución”, apunta Urdánoz. En este punto, el investigador pone el acento en que la mayoría del arco parlamentario quería caminar hacia una democracia, aunque nunca especifiquen a qué tipo de democracia se refieren.

 “Eso nunca lo pusieron en duda, tenía que ser monárquica, no había alternativa posible. Y la planteaban muy centralizada, algo que después cambió gracias a las movilizaciones populares”, agrega el ensayista. En este sentido, las decisiones trascendentales en toda democracia, tales como si la jefatura del Estado recaería en una monarquía o en una república, si el sistema electoral sería representativo o mayoritario, o si sería una democracia centralista o descentralizada, ya estaban tomadas antes de que la ciudadanía pudiera elegir hacia dónde encaminarse.

 Stabler describe a la monarquía como uno de los mayores aliados de Estados Unidos

 En sus telegramas, Stabler describe a la monarquía como uno de los mayores aliados de Estados Unidos. “La intenta beneficiar, sin lugar a dudas. En sus cables, el embajador elogia al rey y presta su apoyo al proceso. Por su parte, la Casa Real cuenta todos sus planes al embajador porque tenían la necesidad de complacerle y agradarle”, incide Urdánoz, quien afirma que con quien mejor relación tenía Stabler era con el rey Juan Carlos y con Adolfo Suárez.

 Al autor de esta obra le sorprende la escasa trascendencia que ha tenido la desclasificación de estos cables por parte de Estados Unidos. El profesor de la Universidad Pública de Navarra ha analizado miles de ellos, enviados entre 1973 y 1979, aunque se ha centrado en los correspondientes al periodo 1976-1978. El autor invita a otros historiadores a indagar en esta información que precisa de mucho tiempo y capital humano para ser desgranada. “La web está en abierto. Cualquier persona puede acceder a los cables, y ojalá este pequeño libro sirva de acicate para los demás investigadores”.

 

 https://ctxt.es/es/20240601/Politica/46753/wells-stabler-pce-jorge-urdanoz-transicion-espias.htm#md=modulo-portada-bloque:4col-t2;mm=mobile-medium

 

 

 

 

 

jueves, 20 de junio de 2024

Los cinco explosivos secretos de Von der Leyen

                                                                                  


 Los cinco explosivos secretos de Von der Leyen


El corresponsal del berlinés Die Tageszeitung en Bruselas, Eric Bonse, raro caso de periodista independiente de un diario del establishment alemán, resume aquí los cinco sucios secretos de la nefasta presidenta de la Comisión Europea.

 Autor: Eric Bonse

 Siendo una de las principales candidatas de la CDU (derecha alemana), la líder de la UE, Von der Leyen, arrastra unos cuantos asuntos desagradables que podrían estallar en cualquier momento. «Follow the Money»  Five secret files Ursula von der Leyen’s Commission does not want you to see – Follow the Money – Platform for investigative journalism (ftm.eu)   ha rastreado cinco de ellos.

 La página web enumera cinco casos en los que la Comisión de la UE se niega a facilitar información. Por eso apenas se lee ni se oye hablar de ellos en los medios de comunicación. Aquí están:

 1- El asunto SMS-Pfizer. Se trata de vacunas por valor de miles de millones que von der Leyen habría encargado al jefe de Pfizer, Bourla, por SMS. Hay varios procedimientos judiciales en curso, y la Fiscalía Europea también está investigando.

 2- El asunto Pegasus. Se trata de un programa informático de espionaje llamado Pegasus, que también se habría utilizado para espiar a eurodiputados. Al parecer, Polonia, España y Grecia están implicadas, pero la Comisión Europea lo mantiene todo en secreto.

 3- Actas secretas de las reuniones de la Comisión. Algunos documentos se guardan bajo llave durante 30 años, a pesar del interés público. Porque hubo varios casos en los que los Comisarios de la UE chocaron con von der Leyen.

 4- Los viajes de lujo del Comisario de la UE Schinas. Entre otras cosas, el griego estuvo de invitado en Qatar, país implicado en un asunto de corrupción en el Parlamento de la UE que aún no se ha resuelto («Qatargate»). Sin embargo, no quiere revelar sus viajes y los costes de los mismos. Vonder Leyen le cubre.

 5- El uso de los miles de millones de la UE del fondo de recuperación de la pandemia. La Comisión de la UE se niega a facilitar información sobre las condiciones que impone a los Estados de la UE para el desembolso, y sobre el uso del dinero. Decenas de miles de millones de euros están en juego.

Todos los detalles en la web «Follow the money».

 P.S. Según informan los medios belgas, von der Leyen y Bourla tendrán que responder ante un tribunal de Lieja el 17 de mayo por el caso «Pfizergate». Hungría y Polonia habrían sido admitidas como demandantes conjuntas.

 El escrito de demanda consta de 1.800 páginas, informa «Pan». Pfizergate : Ursula von der Leyen devant la justice belge le 17 mai (volet 6) – Pan.be

 (Publicado en el blog Lost in Europe. Von der Leyens fünf brisante Geheimnisse – Lost in EUrope )

 

https://rafaelpoch.com/2024/05/04/los-cinco-explosivos-secretos-de-von-der-leyen/

miércoles, 19 de junio de 2024

La derrota de Occidente

 

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El desmoronamiento de Occidente

 

Por Fernando G. Jaén Coll 


| 19/06/2024 |   

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El antropólogo, historiador y demógrafo Emmanuel Todd, ha publicado un sugerente libro: La Derrota de Occidente (Ediciones Akal, S. A., 2024. Título original La Défaite de l’Occident, Éditions Gallimard, París, 2024. Escrito con la colaboración de Baptiste Touverey). Versa sobre la inevitable derrota de Estados Unidos y sus países vasallos en Ucrania, dada su incapacidad para comprender la evolución del mundo y particularmente de Rusia, y hay que decir que a resultas de la cumbre celebrada en Suiza buscando pretendidamente la paz sin la presencia de Rusia, no nos cabe duda de la desorientación de ese Occidente amplio dirigido por los estados Unidos, que intenta camuflarse utilizando a otros países e instituciones como la OTAN, a la que ahora se le hace plantear cuántas cabezas nucleares deben activarse, en lugar de decirlo abiertamente el Pentágono.

La novedad del enfoque que utiliza Todd y adónde apunta, que intenta llegar a los fundamentos del poder (p. 223), hace que ensanche los horizontes de búsqueda de las causas más allá de las concreciones geopolíticas y económicas habituales. Mis artículos sobre el enfrentamiento entre Rusia y Estados Unidos en Ucrania, publicados en Rebelión.org, (véanse en https://rebelion.org/autor/fernando-g-jaen-coll/ y https://rebelion.org/autor/fernando-g-jaen-2/), que tratan diversos aspectos en momentos diferentes, son complementarios y todos válidos hasta la fecha, pero no son óbice para que me seduzca adentrarme en las causas remotas o causas últimas que Todd lanza a la palestra en este interesante libro, en el que pone a la religión en el centro de su modelo (p. 120)

Las herramientas conceptuales que utiliza Todd provienen de disciplinas conocidas: la antropología, la demografía y la historia, que le permiten un análisis de “tiempo largo” con conclusiones aplicables al “tiempo corto”. Las interrelacionándolas para dar fundamento a sus opiniones, que él considera científicas (en el marco de lo que se considera en las ciencias sociales), si bien no las articula en forma de tratado sistemático sino de ensayo que, al decir de Ortega y Gasset, viene a ser la ciencia sin la prueba, pero utilizando indicadores y razonamientos contundentes. Religión, mortalidad, educación y dinero recorren el libro, aplicados a los diversos países que están involucrados: Rusia, Estados Unidos, China, Alemania, Reino Unido, Francia, los países escandinavos y los bálticos, pero también la India, Irán o Sudáfrica, por su relevancia individual o por sus interacciones en aglutinadores institucionales (el ascenso de los BRICS, las adhesiones a la OTAN, por ejemplo).

El trasfondo es el agotamiento de las religiones entre quienes han dominado el mundo, que han eliminado una componente moral que incidía en su comportamiento racional y en la aglutinación de sus pueblos. Siguiendo la estela de Max Weber, analiza en qué se han convertido el protestantismo y el catolicismo, que habiendo pasado de su etapa activa a la etapa “zombi” (así la califica él, refiriéndose a la que todavía mantiene los ritos principales entre la población, pero sin asistir ya a la iglesia), se ha instalado en la etapa “cero” y ha desnortado a el juicio de los pueblos y de los dirigentes frente a un mundo que ha cambiado desde el desmembramiento de la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas).; ahora, nos dice el autor, las decisiones de los Estados Unidos no son morales o racionales (p. 267) esto es lo que Putin y el Kremlin están manifestando una y otra vez desde su Operación Militar Especial. El análisis racional, realista desde el punto de vista geopolítico, conduciría a un rápido final de la intervención de Rusia en Ucrania, ahorrando muchas vidas, pero el enfoque absurdo, reflejado claramente en el condicionante impuesto a Ucrania: “hasta el último ucraniano”, conduce, como ha dicho un importante militar chino, a la absurda situación de hacer una guerra para no lograr nada para su población, que habrá desaparecido. Esto hace aflorar el concepto “nihilismo”, que el autor sitúa como causa de la derrota: “La existencia de un componente nihilista en Estados Unidos y de otro en Ucrania, de distinta naturaleza, excluye a priori una interpretación racional de la Historia. Nuestro único consuelo será ver cómo la fusión de los dos nihilismos, el estadounidense y el ucraniano, conduce a una derrota, revancha última de la razón en la Historia.” (p. 268)

La riqueza de asuntos y de análisis sintéticos de diversos países, empezando por Rusia (capítulo en el que se apoya en el magnífico libro de David Teutrie, RUSSIE. Le retour de la puissance (Armand Colin, marca de Dunod Éditeur, 2021), del que publiqué mi reseña en SYN@PSIS N. º 104 Agosto de 2022), y acabando con Estados Unidos, poniendo las informaciones de actualidad (las sanciones, la rusofobia, la tecnología, la industria, etc.) en el marco conceptual general que maneja, considerando algunos indicadores determinantes del declive de las potencias mundiales, nos permite situarnos del lado de la razón antes que del lado del juicio sentimental aquiescente y superficial.

Dr. Fernando G. Jaén Coll. Profesor Titular del Departamento de Economía y Empresa de la Universidad de Vic-Universidad Central de Cataluña.

https://rebelion.org/el-desmoronamiento-de-occidente/



sábado, 15 de junio de 2024

Implosión del orden económico liberal.

 El orden económico liberal se está desmoronando.

18 mayo, 2024  

Alvaro Garcia Linera

La retórica de la “eficiente asignación de recursos del mercado” ya solo queda para los incautos y, ante lo inevitable, el FMI hace sugerencias para unas “eficientes” subvenciones que no “agraven” aún más la geofragmentación

Continúan los lamentos del prestigioso semanario económico conservador The Economist. La edición del 9 de mayo, le dedica investigación, tinta y abundante frustración para comprobar, lo que califican, como el “lento desmoronamiento del orden internacional liberal” que predominó durante 40 años

El rosario de quejas se inicia con la parálisis de la Organización Mundial del Comercio (OMC), considerada hasta hace poco como la portaestandarte y guardián del globalismo mercantil.

Desde hace 5 años, deliberadamente han quedado acéfalas las representaciones de las grandes potencias, dejando al “libre” albedrío de los gobiernos el rechazo a la apertura de sus mercados.

En las siguientes páginas The Economist desmenuza la sucesión de “desglobalizaciones” que han proliferado en el mundo, comenzando por la guerra de aranceles, no solo entre China y EU, sino ahora también, entre la Unión Europea (Ue) y China que, vaticinan, habrá de recrudecer en los siguientes meses.

La UE está a punto de imponer elevados aranceles para impedir la presencia arrasadora de los automóviles eléctricos chinos, que son más eficientes y baratos que los de la pesada industria europea. Por su parte, el gobierno del Reino Unido acaba de impedir que empresarios chinos compren una fábrica de chips y, tragándose la retórica del libre mercado, han decidido, por “seguridad nacional”, vendérsela a inversionistas norteamericanos, claramente menos competitivos.

Por si fuera poco, el candidato Trump, que amenaza a los estadounidenses con un “baño de sangre” si no gana las elecciones, ha anunciado que subirá los aranceles a los productos chinos, del 25 al 60%. Para no quedarse atrás, Biden acaba de subir al 100% los impuestos a la importación de autos chinos. La libertad de comercio ya no arrastra votos. Hoy lo hace el “made in EU”.

Al “indignante” incremento mundial de regímenes de regulación y control estatal de las inversiones extranjeras, The Economist incorpora, con sobria resignación, los reveladores gráficos del declive del comercio mundial, de la retracción de los capitales transfronterizos e incluso del comercio de servicios.

Abatido ante este derrumbe del orden global liberal, el semanario enumera otras dos medidas de esta inevitable catástrofe: la primera, la acelerada divergencia de precios de los mismos bienes en países diferentes.

La añorada utopía de un mercado único planetario con un precio estampilla, queda aplastada por la realidad de un mundo fragmentado por mercados regionalizados y lealtades geopolíticas en la que cada país impone políticamente la diferencia de precios.

 Y la segunda, el reverdecer de “políticas industriales”, esto es, subsidios estatales para crear empresas, privadas o estatales, en suelo patrio a fin de garantizar “soberanía” y “autonomía” nacional en esos rubros.

 Curiosamente, y a propósito de esta “tragedia” del ascenso del “nacionalismo económico” el FMI ha publicado la investigación “The return of industrial policy in data 2024”.

 Parece que la retórica de la “eficiente asignación de recursos del mercado” ya solo queda para los incautos y, ante lo inevitable, el FMI hace sugerencias para unas “eficientes” subvenciones que no “agraven” aún más la geo fragmentación.

 Enumera que, mientras en el año 1990, las acciones de política industrial no llegaban ni a 70, y eran solo en países periféricos, el 2023, se han producido más de 2.500 intervenciones de políticas industriales en el mundo que, esta es una joyita lingüística del FMI, “discriminan” intereses extranjeros.

 Y lo peor, es que estas medidas no las encabezan países marginales, engullidos por populismos desenfrenados, sino los baluartes del capitalismo moderno: EU, Europa y China, que ahora compiten en subsidios con las llamadas “economías emergentes”.

 Al final, el FMI se inclina por un tipo de orden global híbrido en el que el proteccionismo y las subvenciones selectivas en la industria se combinen con liberalizaciones de la relación salarial y de la inversión extranjera “amiga”.

 Pero no solo las grandes instituciones económicas defensoras del antiguo orden global liberal constatan su lenta fosilización, sino que son también las elites políticas occidentales las que salen a justificar esta nueva oleada soberanista.

 No ha sido un comunista “trasnochado” quien ha arrojado al “infierno” el libre comercio, sino el presidente Biden en su discurso ante los sindicalistas norteamericanos en Springfield, el 25 de enero del 2023.

 Y ha sido el mismísimo Jake Sullivan, Consejero de Seguridad Nacional de EU, que recibió al presidente electo de Argentina Milei en visita a Estado Unidos en noviembre del 2023, el que semanas antes había expuesto la “estrategia industrial estadounidense” para garantizar su “seguridad nacional”.

 Tengo curiosidad de saber qué habrá hecho Milei, con sus acartonadas frases paleolibertarias aprendidas de Murray Rothbard, al chocarse con el ferviente defensor de un “patio pequeño y valla alta”, es decir, proteccionista, para las tecnologías estratégicas estadounidenses en las áreas de inteligencia artificial, microprocesadores, computación cuántica y las llamadas energías verdes.

 Para no quedar muy cortos ante la historia, los políticos europeos, fervientes defensores del liberalismo económico, ahora también están mudando de ropaje y asumiendo el alegato soberanista.

 Se trata de un travestismo ideológico obligado por la inferiorizacion económica frente a China. En un extenso discurso pronunciado el 25 de abril en La Sorbona, el presidente francés Macron, ha expuesto de manera sistemática el fin del orden globalista y el regreso a la política de las fronteras para que la vieja Europa “no muera”.

 En palabras solemnes, la Europa que “compraba su energía y sus fertilizantes a Rusia, tenía su producción en China y delegaba su seguridad en Estados Unidos ha terminado”.

 Hay que abandonar la “ingenuidad” de las políticas comerciales de fronteras abiertas ya que “las dos principales potencias internacionales han decidido dejar de respetar las reglas del comercio”, sentencia Macron.

Y para que Europa no muera, propone que hay que “ser soberanos”. Para ello, hay que aumentar “la capacidad de defensa” europea, incluida la atómica y el despliegue de “una economía de guerra” para el rearme. Como ya lo había adelantado el secretario general de la OTAN, J. Stoltelberg, los mercados no traen la armonía; solo “las armas son el camino a la paz”.

 Paralelamente, argumenta Macron, se debe impulsar una política industrial “made in Europa”. Esta mala palabra hace 7 años, cobra hoy protagonismo estratégico para el presidente francés.

 Y lo hace de la mano de la defensa de las “subvenciones” a empresas estratégicas, la “derogación de la libre competencia” en sectores productivos claves. Ante productos extranjeros más baratos, “hay que proteger a nuestros productores” y no “ceder ante la desindustrialización”, aseveró Macron en La Sorbona.

 Para rematar este arrebato de proteccionismo iliberal, propone proteger aún más a los agricultores europeos de la “desleal” competencia externa y un “golpe de inversión pública” que dinamice la economía continental. ¿Y el déficit fiscal?, no es problema para él.

 Hay que subir los impuestos, comenta Macron ante la mirada horrorizada de los defensores del libre comercio. “Impuestos fronterizos” a las importaciones, “impuestos a las transacciones financieras”, “impuestos a las multinacionales”.

 Ni la CEPAL anteriormente dirigida por Alicia Bárcenas lo habría dicho mejor. Y si hay dudas de este revival del nacionalismo económico, Macron se encarga de disiparlas anunciando el control de inversiones “no-europeas” en sectores sensibles. Con razón el The Economist se ahoga en un mar de lágrimas ante el irreversible derrumbe del viejo orden global.

 Ciertamente no es un regreso a los tiempos del norteamericano New Deal de Roosevelt, ni a la quinta república de Charles de Gaulle; pero claramente es el globalismo neoliberal que cede su paso a un modelo anfibio de soberanismos regionales, liberalismos selectivos y oleadas de subvenciones y déficits fiscales elevados.

 Sin embargo, nunca faltan en el teatro político, los anacrónicos, como los Milei y los mileis andinos, que evocan a un “occidente” globalista y de libre mercado que ya solo existe en la insignificancia de su furiosa retórica.

 Son los melancólicos esperpentos de una curiosidad colonial, que pretenden llevar a sus países a una economía de enclave o dual: un paraíso para un puñado de empresas extractivistas de materias primas de exportación, en medio de un mar de servicios precarizados.

 Se trata de exóticos fósiles tratados con indulgente conmiseración por un “occidente” hoy cada vez más soberanista y proteccionista, que se distrae con sus agraciados malabarismos discursivos vintage, a modo de rancio recuerdo de los dorados años de un globalismo extinto.

  https://observatoriocrisis.com/2024/05/18/gracia-linera-el-orden-economico-liberal-se-esta-desmoronando/  

Nota del blog .- Viendo  hoy la declaración final del G7(1)  en Italia este articulo de Linera era bien profético ..en donde las  amenazas China se ven mas  que su  fuerza su gran debilidad.

 Hace una semana fue el Foro Económico Internacional de San Petersburgo y se reunieron 139 países  apoyando a Rusia y marcando su futuro desde los  BRICS  a los de Shanghái  y otros , con su  propio  banco mundial dirigido por expresidenta  brasileña Dilma .  .

(1) https://www.eldiario.es/internacional/g7-amenaza-china-e-iran-acciones-importantes-si-siguen-apoyando-rusia-frente-ucrania_1_11450827.html