Una guerra para entrar en la OTAN
JUANLU GONZÁLEZ
Todo va cuadrando, aunque quizá más rápido de lo que
esperaba. Los puntos se unen hasta conformar un mapa de la realidad que
concuerda perfectamente con todo aquello que llevamos denunciando desde 2014.
Ha sucedido ya con Irak, con Libia o con Siria y pasará una y otra vez hasta
que dure la menguante hegemonía de EEUU. Ahora le toca a Ucrania. Occidente dio
un golpe de estado para derrocar a Yanukovich. Instauró un gobierno neonazi
(sí, lleno de ministros nazis, del partido Sbovoda), organizó una masacre en el
Donbass y la limpieza étnica y cultural de la población rusa del estado
anteriormente conocido como Ucrania, para construir allí una plataforma desde la
que cercar y atacar a Rusia.
Claro que lo sabíamos todo, de sobra. Los hechos son
irrefutables. Con ellos construimos un relato geopolítico y estratégico que
hemos defendido a capa y espada en contra de las corrientes de opinión
mayoritarias. Hemos sido criticados, vejados, censurados, relegados al
ostracismo… por supuestos pacifistas e izquierdistas que habían comprado desde
el minuto uno el discurso de la OTAN. Sí, por esos mismos de «la guerra de
Putin» que ahora prefieren presentarse como equidistantes ante el conflicto, a
pesar de la avalancha de datos que desmintieron su versión, no desde hoy, sino
desde hace muchos años.
¿Qué es lo que ha cambiado estos días? Sobre el terreno se
va consumando la derrota de la contraofensiva ucraniana apoyada por la Alianza.
Pero no me refiero a eso, ha sido por las declaraciones del secretario general
de la OTAN, Jens Stoltenberg, en la cumbre de la Alianza que se celebra en
estos días en Vilna. Este individuo ha hecho dos declaraciones jugosas, la
primera la profirió cuando daba la bienvenida a los representantes de los
países pertenecientes de la OTAN, agradeciéndoles
“…el apoyo militar que los aliados han proporcionado (a
Ucrania) durante meses, en realidad empezando en 2014 y, desde la invasión
plena en febrero del año pasado, aumentando sustancialmente la ayuda.”
Muy elocuente, ya solo falta que reconozca cómo entrenaron a
las fuerzas de choque del golpe de Maidan, en Polonia y Bulgaria, y las dotaron
de armamento, pero eso será dentro de algún tiempo…
Las otras palabras tienen más chicha. Stoltenberg dijo así:
“… A menos que gane Ucrania, no se discute nada de su
membresía”
Puede parecer una obviedad, las reglas internas de la OTAN
impiden que un país pueda ingresar en la Alianza si mantiene vivo un conflicto
bélico. Si Ucrania pierde, puede que ni haya país para entrar en ninguna
organización internacional. Sin embargo, esas palabras encajan a la perfección
con otras declaraciones que realizó el entonces asesor de Zelensky, Oleksiy
Arestovych, en 2019 y que aún pueden consultarse en Youtube:
“La entrada de Ucrania en la OTAN implica una posibilidad
del 99,9% de una guerra contra Rusia. Pero esa es la mejor opción, tras nuestra
victoria, entraremos en la OTAN.”
Esta declaración encaja como un guante con otras
manifestaciones, en este caso efectuadas por Alexei Danilov, responsable del
Consejo Nacional de Seguridad y Defensa de Ucrania. Fueron bastante rompedoras
en su día:
“Kiev condujo deliberadamente a la guerra con Rusia desde
2019 saboteando los acuerdos de Minsk y las propuestas de paz”.
El abandono deliberado del proceso de paz también ha sido
reconocido públicamente por Merkel, Macron o Poroshenko. Vamos, que la OTAN y
Ucrania han montado deliberadamente una guerra para derrotar a Rusia, tras la
cual se materializaría la entrada de Kiev en la Alianza Atlántica.
No hay más preguntas, señoría.
https://www.bitsrojiverdes.org/wordpress/?p=22000..
Es curioso este
relato es bien diferente al
oficial en la prensa española
eso que el medio es o era pro
Kiev..
https://www.elnacional.cat/ca/videos/bea-talegon-zelenski-cada-vegada-mes-sol_1062006
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