EL FRANQUISMO QUE NO MARCHA
Lucas Salellas
Ediciones Saldonar
Un libro de estas características debería formar parte de
una colección de historia. El franquismo que no marcha , sin embargo, es el
cuarto volumen de una interesante colección de libros de investigación que
promueven Ediciones Saldonar y el Grupo de Periodistas Ramon Barnils . Este
hecho nos indica cuál ha sido el camino elegido por las élites españolas a la
hora de definir el camino de lo que con gran pomposidad han llamado "la
transición modélica".
Como suele pasar, los ganadores de aquella transición de la
dictadura franquista a la democracia han escrito su relato. Bueno, tal vez no
sería correcto, calificarlos como ganadores, pero sí como beneficiarios. El
gran pacto de la transición fue, efectivamente, el "café para todos",
pero aplicado a los actores de aquel cambio: tranquilos que habrá para todos.
Al comunistas se les reconocía como protagonistas políticos; se creaban nuevas
plataformas informativas y de negocio, como los llamados diarios democráticos;
los dedos socialistas se incorporaban a la rueda del poder; se creaban
estructuras administrativas a todos los niveles imaginables, que permitían un
justo reparto de baronías y esquinas, al tiempo que se agüe el papel de dichas
comunidades históricas. En fin, todo parecía que cambiaba ... para no cambiar
absolutamente nada. A cambio de no molestar, de aceptar el heredero nombrado
por el Caudillo y cargar el zurrón con un montón de renuncias.
El periodista y politólogo gerundense Lucas Salellas
sintetiza en poco más de 120 páginas una parte de lo que aún queda de herencia
del franquismo a la sociedad española. Son nombres que forman parte de sagas
familiares que han estado y siguen estando, que durante décadas (algunas
incluso en los primeros momentos del golpe de estado franquista) han, como les gusta
decir, revuelto las cerezas.
Evidentemente son personajes y sagas que han evolucionado:
si bien antes, durante el franquismo, se dedicaban a la política, con la
llegada de la democracia se infiltraron en todos los campos de la vida civil,
de la universidad, a las altas finanzas , pasando por la judicatura o la
carrera diplomática. Lo hicieron con habilidad y sin complejos al mismo tiempo,
y aprovechando el determinante hecho de los orígenes y fortuna familiares.
Mientras la gente de la calle tiene que demostrar sus capacidades, los hijos
del régimen sólo deben acreditar sus influencias. Como una secta se ayudan, se
interrelacionan, se crean redes de favores mutuos
Lo que de transición modélica braman los oráculos de todo
tipo, sobre todo los de la progresía articulada alrededor de los Cebrián de
turno, no deja de ser una anomalía en la historia democrática europea. Como
bien articula Salellas, la transición a la democracia en países como Grecia o
Portugal, sí fue, efectivamente, una ruptura con el pasado, con la
intencionalidad de construir un nuevo estado vertiablement democrático. En esta
países se depuraron elementos políticos y también dentro de la administración y
se cambiaron estructuras, lo que no sucedió en el caso español. Este análisis,
junto con una introducción sobre lo que fue el periodo franquista y que
significó desde el punto de vista político para la población de los Países
Catalanes y el resto del estado, conforman las primeras páginas deEl franquismo
que no marcha .
El cuerpo del libro está centrado en el análisis de las
trayectorias de muchos ministros y prohombres franquistas y sus estirpes, a
quien, sin duda, hay que reconocer su capacidad de adaptación a situaciones y
gobiernos de todo tipo. Y seguramente uno de los aspectos más dramáticos es que
muchos de estos personajes consolidaron su situación, su influencia y su poder
tanto político como social y económico durante el mandato del PSOE.
Nombres como los de Samaranch, Fraga Iribarne, Bono, los
Borbones mismos, el prohombre socialista imputado Chávez, Trillo, Aznar y un
larguísimo etcétera casi tan largo como muchos de sus nombres y apellidos,
circulan por las páginas de este libro, didáctico, bien documentado, de ágil
lectura y que nos debería hacer reflexionar, o más bien debería hacer
reflexionar a muchos españoles que se llaman demócratas, sobre la verdadera
calidad de su sistema dedo democrático.
Ramon Moreno
Y VER ..
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