sábado, 28 de febrero de 2015

Apocalípticos e integrados en el reino de España.

Una ola de patetismo

Gregorio Morán · · · · ·

28/02/15


No se dejen engañar. Lo que está provocando una crisis de inquietud en toda España, con Catalunya a la cabeza, no es sólo Podemos sino la ola de patetismo. Cuando Mariano Rajoy descalificó a su frágil contrincante con un “ha sido patético“, daba fe de la angustia de una casta y quizá del final de un ciclo histórico salido a trompicones de 1978 y ya extenuado por corrupto.
Conviene contemplar con la cabeza fría los dos espectáculos teñidos de patetismo que nos ha traído este febrero loco. Después de tantos años de placidez corrupta, helos ahí acojonados haciendo números sobre su equívoco futuro. Es verdad, reconozcámoslo por más que las engañosas encuestas nos quieran dar sosiego, la intervención del bisoño candidato socialista, el púgil Pedro Sánchez subió al ring consciente de que sólo podía ganar “a los puntos“, que se dice en lenguaje boxístico, y que para eso hay que dejarse los bofes dando hostias sin parar, hasta que suene la campana. No importaba que fueran al rostro, a los brazos, al hígado, por encima o por debajo de la cintura.
Valía todo. Decir de sí mismo que es un candidato limpio, sin mácula, tiene algo de chiste macabro cuando sabe que si subió al cuadrilátero fue porque lo aupó esa bancada socialista corrupta o cómplice hasta las orejas. Y el que no está sucio de pasado es porque el corrimiento de escala que llevó a su ascenso se debe exclusivamente a que un padrino implicado o imputado avaló su nombramiento. El socialista es un partido con la única ambición de salvar los muebles y reubicar los excedentes laborales, esos “ERE” políticos de los que nada ni nadie puede salvarles. Patético.
Y al impasible registrador de la propiedad, don Mariano, le salió el veneno que llevaba dentro, que es lo que sucede cuando tiene un partido que no se limpia ni con salfumán. Habría que refundarlo, en la conciencia de que cualquier cambio, cuando se está en el poder, significa una redistribución de los beneficios. Pero da la casualidad de que las cuentas, los recibos, las corruptelas grandes y pequeñas, las miserias del vivir cotidiano de un partido que no se olvide cambió de siglas tres veces en su vida, primero se llamó UCD, luego se sumió en Alianza Popular y por fin, utilizando la marca de aquel genio de la prestidigitación política que se llamó Pío Cabanillas, se transmutó en Partido Popular, todo eso está en entredicho y los archivos judiciales que aún quedan por saquear. La familia que roba unida, debe permanecer unida.
Y si no que se lo pregunten a los Pujol, ese otro espectáculo patético. (Por favor, parlamentarios de Catalunya, anuncien que jamás volverán a convocar sesiones catárticas como las que nos deparó nuestro pitarresco Gran Padrino. “Diuen, diuen, diuen, diuen…”, y así hasta quince o veinte veces; no las conté por vergüenza ajena. Y pensar que este veterano Don Vito controló vidas y haciendas de Catalunya y hizo lo que le dio su real gana como un señor feudal que regala a sus súbditos las migajas de la gran mesa familiar. Ahí le tienen, cual Charles Chaplin en El gran dictador, burlándose de esos retales de la pasamanería parlamentaria que fue dejando durante 23 años. ¡23 años impunes, que él aún cree gozosos, y que nadie se atreve a desmentirle en su cara desencajada de viejo arengador de multitudes patrióticas! El redentor, el tramposo redentor de una sociedad que convirtió en oasis habilitado para camellos de compañía, como los perritos.
¿Qué decir de su señora en su nuevo aspecto natural de bruja de Macbeth? Lo fue siempre, pero ahora no caben disimulos. ¿No habrá en toda Catalunya un solo empresario, uno sólo, por modesto que sea, que saque a relucir sus famosos comentarios sobre las plantas de los recintos que inauguraba, y la necesidad de que fuera su empresa de flores e instalaciones las que pusieran un tono vistoso y patriótico a tanta planta foránea? Catalunya no se merece esto, dijo con voz de sibila desvergonzada. ¡Acusarla a ella y a sus pobres niños, que recomponían los Maserati y demás gadgets en el salón de su modesta casa! Hubo quien le preguntó sobre la dudosa formación cristiana de la familia. ¿De dónde habrá salido este personal formado en la doble moral pujoliana? Son sus herederos, incapaces de separarse de la simpleza de los argumentos de una señora a la que muchos y muchas, hoy taciturnos, gritaron: ¡eso es una mujer! Patético.
¿Y el chico? Listo, con escuela de maleante de altos vuelos, de los que conocen el paño. Su tedioso discurso de viajante veterano; nada de qué avergonzarse. ¡Faltaría más, si durante 23 años y una cierta prórroga este país fue suyo! Sus dardos de hombre sin vergüenza, veterano en las lides del chalaneo, bien asesorado, y consciente de la escasa entidad de los tigres de papel que su padre consintió que ocuparan el escaño, que de no haber sido así, el dedazo del poder los hubiera aplastado de por vida. De esa sesión familiar de los Pujol -padre, madre y hereu- saldría un documental que podría emitirse en los canales del National Geographic sobre especies protegidas. Los reyes de la selva urbana.
Hasta en los guiños sarcásticos de estos espectáculos patéticos en el Madrid y la Barcelona parlamentarios hay felices coincidencias. La vicepresidenta de la Cámara, la siempre inefable Villalobos, esposa del gurú por excelencia de la derecha histórica, jugó a matar marcianitos en su tableta. En Barcelona, como nos pierde la estética según dijo el arisco Unamuno con muy mala leche, pudimos comprobar nuestro gusto por lo singular: el jefe de la comisión de investigación parlamentaria, Fernández, lució camiseta blanca talla extra de manga corta, de esas que no permiten que los guiris utilicen cuando van a tomar un combinado en el Boadas -mítico lugar de cócteles que inmortalizó la intelectualidad crítica- por considerarse prenda de playa. Informal en la vestimenta, pero respetuoso con las formas, porque lo popular no está reñido con el respeto a los señores. ¡Si Tarradellas hubiera levantado la cabeza, habría repartido su sarcasmo entre el de la camiseta blanca y el milhomes haciendo de Pitarra, que es como él calificaba a Pujol! Sin olvidar a la dama furiosa y al hereu consciente de su impunidad. ¿Acaso no expresó de la manera más inequívoca que era amigo íntimo de Artur Mas y que le bastaba llamarle para que se le pusiera al teléfono, por la cuenta que le trae? Ahí queda eso por si alguien tuviera dudas. Patético.
Entre tantas sesiones de patetismo de altura se hace obligada una referencia a Podemos. ¡Cuánta mala conciencia y cuánta trampa acumulada tiene que estar al borde del colapso para que Podemos se haya convertido en una obsesión! Creo que hay una cosa en la que los imaginativos creadores de Podemos son novatos. Y es en la invención de la calumnia o en la transformación de una simpleza en cuestión de Estado. Me río, más exactamente, me descojono de la historia de los 400.000 euros venezolanos de Monedero y de las ausencias universitarias de Errejón y sus 1.400 de beca-salario. Que se preparen si tienen un pariente que le da al frasco, o un tío empleado en una gasolinera imprecisa de carburante, o si alguna vez tuvieron un desliz de cama y apareció una menor, o si enviaron un SMS equívoco.
Un país que es incapaz de que alguien ose publicar la lista española de Falciani. Un país donde puede convertirse en consecuencia letal preguntar, no digo ya saber, cuánto cobra por asesorar al PP y a su presidente el señor don Pedro Arriola. O si forma parte o no de los presupuestos de la Generalitat, y con qué fondos, los trabajos de David Madí, el bambalinas. Pero resulta que dos profesores apellidados Monedero y Errejón son culpables, cual Bárcenas o Millet, de no respetar escrupulosamente los reglamentos.
¡No se arruguen, novatos! La casta está cagada de miedo pero controlan lo que vosotros no lograréis nunca mientras no tengáis poder: los medios y sus voceros. El poder corrompe siempre -ya os tocará-, y si es absoluto, como ahora, lo hace absolutamente.
Gregorio Morán, columnista habitual en el diario barcelonés La Vanguardia y amigo desde el principio del proyecto SinPermiso, fue un resistente político en el clandestino Partido Comunista de España bajo el franquismo. Periodista de investigación e insobornable crítico cultural, ha escrito libros imprescindibles para entender el proceso que llevó en España de la dictadura franquista a la Segunda Restauración borbónica. Su último libro: El cura y los mandarines (Madrid: Akal, 2014)


La Vanguardia, 28 de febrero 2015

viernes, 27 de febrero de 2015

Grecia .- Una renta básica.



El gobierno griego se revela como una izquierda moderna anunciando en su lista de reformas un esquema de Renta Básica incondicional garantizada
Tomas Hirst · · · · ·
26/02/15

El ministro de finanzas griego Yanis Varoufakis es un antiguo y decidido partidario de la Renta Básica Universal Garantizada. Eso era harto sabido. Pero lo que ha sorprendido a muchos es que ha aprovechado la lista de reformas que tenía que presentar, para su aprobación, a las autoridades europeas el pasado lunes para introducir un esquema de renta incondicional garantizada, limitada inicialmente a un tramo de edad de la población. Tomas Hirst escribe sobre la importancia decisiva de ese paso dado por el ministro griego, y cree que, con este paso que ha pasado casi desapercibido hasta ahora para la mayoría de analistas y comentadores, Syriza demuestra tener una ambiciosa idea de lo que significa para una izquierda no arcaica la reconfiguración de los estados sociales y democráticos de derecho con políticas de bienestar público innovadoras y a la altura de la actual crisis del capitalismo financieramente contrarreformado. SP.
En la carta enviada por el ministro de Finanzas griego Yanis Varoufakis a la Comisión Europea, el BCE, y el FMI la noche del lunes - 45 minutos antes del fin del plazo acordado al gobierno griego - hay una propuesta clave que podría transformar radicalmente el sistema de bienestar social del país.
Si tiene éxito, Grecia podría redefinir nuestra forma de entender el estado de bienestar moderno.
Las propuestas, que han sido aceptadas por el Eurogrupo y transmitidas a los gobiernos nacionales para que voten sobre la extensión del rescate a Grecia, se refieren a toda una serie de medidas previsibles, incluyendo medidas drásticas contra la evasión fiscal y la mejora de la recaudación de impuestos. Pero también hay una propuesta que se sale un poco de los parámetros habituales.
Es esta: "Establecer un vínculo más estrecho entre las cotizaciones a la seguridad social y los ingresos, racionalizar las ayudas y prestaciones, reforzar los incentivos para la declaración del trabajo asalariado, y proporcionar asistencia dirigida a los empleados de entre 50 y 65 años, a través de un esquema de renta básica garantizada, a fin de eliminar la presión social y política de la jubilación anticipada, que sobrecarga los fondos de pensiones".
Puede parecer un pasaje bastante técnico, pero se refiere a uno de los principales debates sobre el futuro de las políticas de bienestar en todo el mundo desarrollado. Grecia está tratando de crear un marco en el que las personas, entre los 50 y los 65 años, puedan permanecer en el mercado de trabajo, incluso durante períodos (potencialmente largos) de desempleo.
¿La solución? Una renta básica garantizada.
He aquí cómo funciona. Una renta básica es un pago del estado que se concede a los ciudadanos individuales, sin estar condicionada a sus ingresos o a tener un trabajo. Para sus partidarios, es una forma de garantizar un nivel de vida básico para todos los ciudadanos de una forma no burocrática y directa.
Aunque sus partidarios han tendido a ser de izquierdas, también ha recibido el apoyo de la derecha libertaria que la considera una manera de superar el problema de los intentos de microgestión de ingeniería social de los gobiernos. Como Sam Bowman, director adjunto del Instituto Adam Smith, escribió el año pasado:
"El sistema de bienestar ideal es una renta básica, en sustitución de los actuales programas de lucha contra la pobreza del gobierno (exenciones fiscales y la mayor parte de lo que el Departamento de Trabajo y Pensiones hace, además de las pensiones y las prestaciones por hijo) ... Al igual que el sistema actual de beneficios y ayudas, proporcionaría una red de seguridad. Pero desaparecerían  las "prestaciones trampa", aquellas que hacen que las personas pierdan beneficios en la misma medida que ganan rentas de trabajo".
El concepto consiste en sustituir los enrevesados sistemas de bienestar que se han acumulado gradualmente durante décadas con un único pago mensual en las cuentas corrientes de las personas. En un país que sufre altas tasas de desempleo y un déficit significativo de demanda interna a causa de ello, este esquema podría (en teoría) impulsar la demanda griega. Proporcionaría a las personas la confianza de un ingreso futuro y aliviaría parcialmente la "crisis humanitaria" que actualmente sufre Grecia.
Como dice la carta, uno de los elementos clave de los planes del gobierno liderado por Syriza para hacer frente a la crisis humanitaria en el país es "estudiar una formula de Ingreso Mínimo Garantizado piloto, con miras a extenderlo a nivel nacional".
No sería el primer país que coquetea con esta idea. El año pasado Chipre aprobó una nueva ley que proporciona a las familias de bajos ingresos un ingreso mínimo garantizado de € 480 al mes dada su propia crisis económica, aunque el sistema sufre problemas técnicos. En Suiza, un movimiento popular más ambicioso reclama 2,500 francos suizos (£ 1,700) mensuales del estado y ha recogido más de 100 mil firmas necesarias para convocar un referéndum sobre la propuesta.
De lo que se trata, en esencia, es de una redefinición de la concepción predominante cuando se desarrolló el Estado de bienestar moderno de que el objetivo de las ayudas y beneficios sociales era mantener a la gente en "condiciones de trabajar". Puede que fuese un objetivo apropiado para su tiempo, pero las sociedades modernas han desarrollado expectativas diferentes en relación a la calidad de vida que sus ciudadanos deben disfrutar.
Ya no basta con estar en condiciones de trabajar.
En el caso de Grecia pareciese que la nueva fórmula se aplicará inicialmente a quienes se acercan a la edad de jubilación con el fin de evitar que se jubilen anticipadamente, proporcionándoles un ingreso que de otro modo extraerían del fondo estatal de pensiones.
Puede que sea un pequeño paso en relación con lo que los partidarios de una renta básica quieren conseguir, pero podría ser otro avance importante para situar la idea de una renta básica en la discusión general.
Tomas Hirst es un reconocido analista financiero, columnista habitual en la prensa económica especializada británica, particularmente en Business Insider.

Traducción para www.sinpermiso.info: Gustavo Buster

jueves, 26 de febrero de 2015

Los "trust" de evasión fiscal.


La ingeniería fiscal ha ganado la partida

Jean Claude Paye

23/02/15. Diagonal.

El caso Swissleaks abarca un vasto sistema de fraude fiscal organizado por el HSBC Private Bank, filial suiza del banco británico HSBC, segundo grupo bancario a nivel mundial. Sólo para el periodo que va del 9 de noviembre de 2006 al 31 de marzo de 2007, cubierto por los datos transmitidos, el fraude alcanzaría una suma de 180.000 millones de euros, una suma desviada, a través de Ginebra, desde las cuentas de 106.000 clientes y 20.000 sociedades offshore, a Panamá y las Islas Vírgenes británicas. La disponibilidad de los datos va a permitir a las administraciones nacionales proceder a investigaciones fiscales y a la justicia de los diferentes países afectados a perseguir al banco británico por “fraude fiscal grave y blanqueo”.
La lucha contra el fraude fiscal se ha centrado hasta ahora en el secreto bancario. Sin embargo, la mitad del mercado offshore se concentra actualmente en los trust, creaciones jurídicas que no necesitan del secreto para poder protegerse del fisco. Son vehículos como las bien conocidas en España Sicav, pese a que hay algunas diferencias entre ambas fórmulas. Ya no se trata del mercado de la discreción bancaria, sino del de la ingeniería fiscal.
La evasión fiscal se ha desplazado progresivamente hacia esas estructuras legales. Los trust se han convertido en la principal herramienta de sustracción fiscal para las grandes fortunas, en el sustituto más eficaz del secreto bancario. El trust es un vehículo de derecho que permite a una persona desprenderse de sus haberes para no aparecer como el propietario a ojos del fisco. Una persona que ha constituido este trust no debe pagar impuestos porque se la considera propietaria de sus bienes. En cuanto al beneficiario del trust, que en principio sí debería pagarlos, no se exige su identidad en el momento de abrir una cuenta en las jurisdicciones de los territorios offshore británicos. En éstos, el banco que abre la cuenta puede no exigir la identidad del beneficiario si el trust es “discrecional e irrevocable”.
 Los grandes bancos situados en el continente europeo también se han lanzado al mercado de los trust, pero conservan la identidad de los constituyentes. Los bancos anglosajones practican un uso menos restrictivo reteniendo tan sólo informaciones sobre la sociedad de gestión y de administración. Esto les permite una opacidad completa sobre la persona que desea escapar al fisco. Llegan así a una confidencialidad todavía mayor sin secreto bancario en el sentido formal del término. Incluso si, en el marco de una investigación determinada, las legislaciones obligan a esas plazas financieras a entregar la información sobre sus clientes, éstas no pueden proporcionar informaciones de las que no disponen. La generalización de ese tipo de montaje es una mutación del sistema financiero internacional en beneficio de las finanzas anglosajonas. Las grandes fortunas, por tanto, se ven poco afectadas por la “lucha contra el fraude fiscal”. Al contrario, como ocurre con las firmas internacionales, convendría hablar de “evasión fiscal”, un conjunto de procedimientos legales que les permiten escapar a los impuestos.
El caso Luxleaks, revelado al final de una investigación, muestra cómo 340 multinacionales han podido establecer un total de 548 acuerdos con el Gran Ducado de Luxemburgo. Este país ofrece a las multinacionales todo un abanico de herramientas para optimizar de manera totalmente legal la imposición sobre sus actividades.
El tax ruling permite a una empresa preguntar por anticipado cómo será tratada su situación por la administración fiscal de un país y obtener ciertas garantías jurídicas. Las autoridades luxemburguesas se han atrincherado tras la legalidad de sus prácticas. El primer ministro del Gran Ducado ha asegurado que el ruling está “conforme a las leyes internacionales” y es “compatible con los estándares comunitarios y los de la OCDE”.
De hecho, el ruling no es exclusivo de Luxemburgo. Todos los Estados, en Europa o en otros lugares, muestran tener la misma imaginación a la hora de atraer o retener a las grandes empresas y los capitales. La evasión fiscal, privilegio de las grandes fortunas y de las multinacionales, no está, como la lucha contra el fraude fiscal, en el centro de las políticas nacionales y comunitarias. La posibilidad de no pagar impuestos se restringe así cada vez más a las capas sociales más privilegiadas. La distinción entre fraude y evasión fiscal indica que la gobernanza mundial se efectúa “por arriba” y se emancipa así de todo proceso de alianza, de la formación de un bloque de poder, entre el gran capital y las clases medias superiores.
‘Fraude fiscal’ y ‘evasión fiscal’ son dos nociones que no hay que confundir. Las élites no lo hacen.

Jean Claude Paye
Sociólogo y autor de ‘El final del Estado de derecho’.

 y ver...

https://www.diagonalperiodico.net/global/25750-caso-falciani-oportunidad-perdida.html



 Nota 1 .
El banco HSBC Holdings, PLC. tiene un 9,564% de participación de Promotora de Informaciones SA (Prisa), lo que convierte al banco de la lista Falciani en el segundo accionista del Grupo Prisa después de la familia Polanco-Moreno, que dispone de un 19,456% de participación, según la información de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)  y al igual el HSBC llegó a conocerse hace 14 años como "el banco de Gescartera", en alusión a la macroestafa financiera que estalló en 2001, o incluso, y por la cantidad de responsables del actual partido del Gobierno que aparecieron en el sumario judicial o desfilaron por la comisión de investigación parlamentaria, "el banco del PP" : ( En Público)

 Nota 2.

Luis de Guindos ministro español de economía. Fue responsable desde el 2008 de la división financiera de PricewaterhouseCoopers hasta su nombramiento como ministro. Está en la wiki en su biografía .DPricewaterhouseCoopers es una de la empresas de Luxerburgo leaks,  ver en http://en.wikipedia.org/wiki/Luxembourg_Leaks




miércoles, 25 de febrero de 2015

El otro estado de la nación.



El otro estado de la nación. Turno de Pablo Iglesias

Las victorias de Syriza.


Lo que no se dice sobre las negociaciones con Syriza

Vicenç Navarro
Catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra, y ex Catedrático de Economía Aplicada, Universidad de Barcelona


Las fuerzas conservadoras y neoliberales que gobiernan la gran mayoría de las instituciones políticas europeas (el Consejo Europeo, la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Parlamento Europeo) desean con toda intensidad el fracaso del gobierno Syriza en Grecia, utilizando todos los medios para impedir que se terminen las políticas de austeridad, deseando mantener las políticas que han creado un enorme desastre social. De conseguir aplicar sus políticas alternativas, el gobierno Syriza en Grecia podría mostrar la gran falsedad, ineficacia e incluso maldad de las políticas impuestas a las clases populares de Grecia y de los otros países de la Eurozona, con la complicidad y apoyo proveídos por las élites conservadoras y neoliberales gobernantes en cada uno de estos países. Existe una alianza de clases a lo largo de la Eurozona en la que los instrumentos políticos de las clases dominantes están imponiendo unas políticas carentes de mandato popular que están causando un enorme drama humano que alcanza sus mayores dimensiones en Grecia, pero también en España, en Portugal y en Irlanda.
Es importante subrayar que los mayores defensores de las políticas de austeridad lideradas por el gobierno alemán han sido precisamente los gobiernos conservadores-neoliberales de estos países –como el gobierno PP en España- donde estas políticas han tenido un impacto devastador. Y como consecuencia de la enorme influencia de los mayores grupos económicos y financieros existentes en cada país, así como la que sus sectores sociales con mayor peso económico y social tienen sobre sus mayores medios de información y persuasión, hemos leído y/o visto un reportaje en tales medios enormemente sesgado en contra del gobierno Syriza en sus negociaciones con el Eurogrupo. Se ha referido al gobierno de Syriza constantemente como “poco serio”, “demagógico” (y una larga retahíla de insultos más) que, resultado de su supuesta inmadurez, han terminado con un gran fracaso. Tanto el director de La Razón, el Sr. Francisco Marhuenda, abogado del gobierno Rajoy, como el economista del PSOE, asesor del Sr. Zapatero y economista primero de El País, el Sr. José Carlos Díez, coincidieron en esta lectura promovida activamente por el establishment mediático del país.
Lo que no se publicó en España
En esta avalancha mediática, que ha alcanzado una de las máximas expresiones en España (uno de los países con menor diversidad ideológica en los medios) se han ocultado varios hechos, que muestran una realidad distinta, ocultada o ignorada por estos medios. Una consecuencia de lo ocurrido es el hecho mostrando con toda claridad el dominio del Eurogrupo y del BCE (y, en menor grado, de la Comisión Europea) por parte del gobierno alemán, un dominio, sin embargo, que no es equivalente a omnipotencia. El gobierno alemán ha aparecido claramente como el centro dominante de la vida económica, financiera y política de la Eurozona, con la clara sumisión de los otros gobiernos, incluidos los que se definen a sí mismos como socialdemócratas. La publicación por parte del gobierno griego de algunas de las declaraciones (en privado) de apoyo a sus propuestas por parte de representantes de estos gobiernos (como el italiano y el francés) contrastó con el comportamiento público de estos representantes, mostrando la incoherencia de tales partidos gobernantes. La estrategia del gobierno griego ha permitido definir los bandos en los que se configura Europa, esta Europa hoy poco representativa de las clases populares de los países de la Eurozona, y que está perdiendo la legitimidad y atracción que tuvo en su momento.
Ahora bien, es importante subrayar que, como dice Mark Weisbrott en un comunicado reciente (Press Release, Center for Economic Policy Research, Washington, 20.02.15) a pesar de esta hostilidad del establishment neoliberal europeo, el gobierno griego ha permanecido sereno, sin estridencias, presentando los datos que muestran el enorme daño de la políticas de austeridad en su pueblo, recurriendo en su argumentario a los valores que teóricamente Europa defiende como suyos, la democracia, el Estado del Bienestar y la justicia social, señalando la hipocresía de este establishment. Y, a pesar del enorme control de los medios –que alcanza dosis abusivas en España- la población europea ha podido captar la justicia de su causa, creando gran simpatía popular hacia los argumentos utilizados por Syriza, incluso por cierto, en Alemania, donde el porcentaje de la población alemana que deseaba expulsar a Grecia del euro ha pasado de ser mayoría a ser minoría. Ha sido este cambio que explica que incluso el Presidente de la Comisión reconociera en sus declaraciones que se ha hecho una gran injusticia al pueblo griego. Ello es un indicador del valor democrático y moral de las propuestas de Syriza, que han movilizado al pueblo griego en apoyo de su gobierno.
Las victorias de Syriza
Ha sido esta movilización popular, dentro y fuera de Grecia, lo que explica las divisiones del propio Eurogrupo que Syriza supo utilizar. Y consiguió grandes concesiones del Eurogrupo, ocultadas en la avalancha neoliberal mediática. Como señala James K. Galbraith (“Reading the Greek Deal Correctly”, Social EuropeJournal), las concesiones (victorias de Syriza) incluyen:
1. El documento final separa la transferencia de fondos de las condiciones, aceptando algunas (que Syriza también consideraba justas) y rechazando otras. Es lo que en lenguaje mediático se refirió la aceptación del 70% de lo acordado con el gobierno griego anterior, y rechazo del 30%. Aceptación eran, por ejemplo, las medidas antifraude. Rechazo era la reducción de las pensiones y otras medidas que eran continuistas de las políticas de austeridad. En realidad, todas las medidas explícitas de austeridad que estaban en el documento firmado por el gobierno anterior fueron rechazadas, sustituidas por una ambigüedad (aceptada por la Comisión Europea) que permitía una flexibilidad de interpretación que no se permitía antes.
2. Se consiguió revertir la mayoría de medidas antisindicales que contribuyeron al deterioro del mercado laboral, aceptando el incremento del salario mínimo (retrasándose hasta septiembre su aplicación).
3. Se recuperó el concepto de soberanía, de manera que las políticas domésticas se asignaban al gobierno griego siempre y cuando fueran aprobadas por el marco definido por los límites de fiscalidad marcados por la Troika, redefinida como instituciones separadas, cuya autoridad quedaba delegada del Eurogrupo y de la Comisión y no como grupo de supervisores. Este cambio es más que semántico.
4. Una cesión clave fue que al gobierno griego no se le imponía el objetivo de alcanzar un 4,5% de superávit primario (lo cual le hubiera prohibido poder terminar con las políticas de austeridad), sin especificar un objetivo, permitiéndole que alcanzara el deseado por Syriza, el 1,5%.
5. Un mejoramiento del pago de la deuda, en los plazos y en los intereses, a desarrollar en posteriores negociaciones. En realidad, la negociación mayor es la venidera. Es cierto que no se consiguió la quita de parte de la deuda, pero no excluye la posibilidad de que se establezca una renegociación a nivel de Europa del problema de la deuda pública, que ha alcanzado unas dimensiones excesivas, consecuencia de los rescates bancarios que beneficiaron a unos pocos a costa de la mayoría de las clases populares.
En resumidas cuentas, Syriza ha iniciado un proceso de redefinición de Europa, con una enorme movilización popular en su país, en apoyo de esta redefinición. Y el gran pánico de la estructura de poder europea es de que  el próximo paso en esta lucha se de en España. De ahí que las victorias de Syriza son también victorias de los pueblos de Europa. Estas victorias fueron las concesiones que detallo anteriormente.
Naturalmente que eran concesiones dentro de un marco que viene definido por su permanencia en el euro, gobernado por las derechas neoliberales y socioliberales. Pero Syriza escogió presentarse como defensor de Grecia y de Europa, intentando iniciar un proceso de transformación de esta Europa. Se podría criticar a Syriza por no haber tenido preparado un plan B, que hubiera sido la salida del euro. Pero esta crítica ignora que la mayoría del pueblo griego quiere permanecer en el euro. Puede que cambie y la lección didáctica a la cual me refería al principio del artículo sea un paso en la dirección de cambiar el deseo de permanencia. Pero el gran dato de las negociaciones es que, a pesar del enorme desequilibrio de fuerzas, la movilización de un pueblo en apoyo de las demandas justas de su gobierno puede conseguir victorias en un proceso en el cual solo hemos visto el inicio de una larga lucha, pues es ahora cuando la parte difícil comienza. Ceder y caer en un desánimo es lo que la reacción desea. Lo que ha ocurrido en Grecia muestra que cuando la población se mueve, se pueden ganar batallas. Y también muestra la falsedad de los argumentos utilizados por los gobiernos Zapatero y Rajoy (y Mas en Catalunya) de que no hay alternativas. Incluso en un caso extremo, como el de Grecia, con un gran desequilibrio de fuerzas, se pueden desarrollar otras propuestas

domingo, 22 de febrero de 2015

Varoufakis , Galbraith y la Troica.

Varoufakis y los representantes del FMI, la Comisión Europea y el BCE salvaron el pasado viernes a Europa de la catástrofe a la que irresponsablemente la abocaban varios ministros de finanzas del Eurogrupo. Una visión desde dentro. Entrevista
James K. Galbraith · · · · ·
22/02/15

“Para Galbraith, el espectáculo de la falta de coordinación del lado europeo resultó estupefaciente: ‘Yo soy un veterano del personal de expertos del Congreso estadounidense. Contemplar un cuerpo institucional oficial funcionando con tamaña desidia y de forma tan ad hoc, observar en directo el Eurogrupo y su incompetente forma de hacer las cosas, fue para mí una verdadera revelación’.”
El economista James Galbraith ha pasado esta semana junto con el ministro griego de finanzas Yanis Varoufakis, incorporándose al equipo científico de la negociación griega. Fue entrevistado por Shawn Tully para la revista Fortune para compartir sus experiencias “desde dentro”.
¿Están los destinos de Grecia en manos de Angela Merkel? Uno de los más reconocidos economistas vivos, estrechamente vinculado al ministro griego de finanzas Yanis Varoufakis, dice que el obstáculo fundamental que se atravesaba en el camino del compromiso era la espectacular división registrada dentro del propio gobierno alemán, con una fracción que exigía la total adhesión de Grecia a los compromisos previos, y otra fracción, muy poderosa, que abogaba por el compromiso.

“Todo depende de Merkel”, nos dice James Galbraith, quien pasó siete días a mediados de febrero junto con Varoufakis en Bruselas y en Atenas.

“Hemos escuchado al ministro de finanzas de Merkel, con una actitud negativa, y al vicecanciller, que quería el diálogo. A quien no hemos escuchado es a la propia Merkel. Sabemos que no quiere hablar, salvo que sea estrictamente imprescindible. Son lo más duros que pueden, luego hacen una concesión en el último minuto, para no tener que hacer dos”.

Galbraith resumen con una cuestión el dilema de Merkel (y la mejor esperanza para llegar a un acuerdo):

“¿Quiere Merkel ser la persona que presida la desintegración de la Eurozona?”

Difícil resulta imaginar una pareja más disímil que la formada por Galbraith y Varoufakis. El primero es el hijo –educado en Harvard, Yale y Cambridge— del legendario economista John Kenneth Galbraith. Varoufakis es un agitador incendiario que viste gabardinas de piel y camisas azul brillante en sus reuniones con las estiradas elites europeas y cabalga motos de gran cilindrada para relajarse. Sin embargo, como colegas en la Universidad de Texas en Austin, no sólo llegaron ha trabar una gran amistad personal, sino que se hicieron almas intelectualmente gemelas, coescribiendo en 2013 –junto con el economista británico Stuart Holland— un opúsculo sobre la solución de la crisis de la Eurozona en el que abogaban por reemplazar una buena parte de la deuda soberana de las naciones en problemas por unos bonos a bajo interés supergarantizados por el respaldo del BCE. [Véase el texto, traducido al castellano en SinPermisoModesta Proposición.] Es claro que las ideas de Galbraith ayudaron a moldear la controvertida campaña de Varoufakis para “poner fin” a la austeridad en Grecia y proteger el empleo público y las pensiones de los griegos.

Trabajando estos días codo con codo con Varoufakis, Galbraith ha tenido ocasión de ver “desde dentro” el caótico maniobreo del Eurogrupo que reunió a los ministros europeos de finanzas, celebrado el pasado 16 de febrero en Bruselas.

“Yo estuve con los equipos técnicos, entre el 11 y el 17 de febrero, incluida la reunión de Bruselas. Me encontraba en la sala de calderas acompañando al equipo de trabajo griego.”

En el cónclave del Eurogrupo, Pierre Moscovici el comisario de la UE para asuntos económicos y financieros, presentó a Varoufakis un borrador de comunicado que permitía a Grecia solicitar una extensión de su acuerdo de préstamo garantizándole tiempo para discutir un nuevo programa de crecimiento para Grecia. Como dijo Varoufakis en la conferencia de prensa luego de la reunión, él estaba listo para firmar el comunicado de Moscovici, al que alabó como un “documento espléndido” y una “verdadero punto de ruptura”.

Pero el jefe del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, estaba elaborando su propio documento:

“Yanis dijo: ´Tengo un texto’. Y Dijesselbloem dijo: ‘No, el texto es este’.”

Galbraith y el equipo griego trataron entonces de combinar partes de los dos borradores, a fin de producir un documento aceptable para ambas partes:

“Me dediqué entonces, junto a otras personas, a combinar los dos borradores [el de Moscovici y el de Dijeselbloem] en busca de lograr un texto que pudiera ser suscrito. No tardamos más de media hora en hacerlo.”

Pero entonces, según el testimonio de Galbraith, el ministro alemán de finanzas Wolfgang Schäuble, cerró la reunión. “Dijo que ‘no’” a la elaboración de una declaración conjunta como preludio de un compromiso, asegura Galbraith.

Para Galbraith, la falta de coordinación del lado europeo resultaba estupefaciente:

“Yo soy un veterano del personal de expertos del Congreso estadounidense. Contemplar un cuerpo institucional oficial funcionando con tamaña desidia y de forma tan ad hoc, observar en directo el Eurogrupo y su incompetente forma de hacer las cosas, fue para mí una verdadera revelación”.

El 18 de febrero, Varoufakis presentó una solicitud formal de extensión del acuerdo de ptestamo con el Eurogrupo. Una vez más, las divergentes respuestas dejaron asombrado a Galbraith:

“Jean-Claude Juncker [presidente de la Comisión Europea] sino que era un buen punto de partida”. Galbraith hace notar también que el vicecanciller alemán Sigmar Gabriel, dijo que la carta sobre la extensión del préstamo constituía “un punto de partida” para las negociaciones. Pero Schäuble desmintió a Gabriel, desdeñando la solicitud como “una posición insubstancial”.

“Se me pusieron los ojos chiribita con este espectáculo”, dice Galbraith. “¡Es Alemania! ¡El gobierno más poderosos de Europa!.”

Para Galbraith, las divisiones internas en Alemania, y entre las propias naciones, han dejado claro que los dirigentes europeos son malos negociadores:

“Cometieron el error de dejar claro ante Yanis que ellos estaban jugando un juego muy duro, pero sin jugarlo muy bien, si juzgamos la cosa desde el punto de vista de la pericia política más elemental.”

Galbraith rechaza enfáticamente la idea de que la posición griega fuera confusa:

“Yo creo que los europeos quieren pretender que es confusa, pero la confusión existe sólo en sus propias mentes, no en la posición griega.”

Para Varoufakis y Galbraith, el politiqueo mezquino se atraviesa en el camino de la sensatez económica:

“Los jugadores institucionales –el FMI, la Comisión Europea y el BCE— han sido constructivos. Pero los acreedores, los jugadores activos, son los ministros de finanzas, y estos están divididos y son hostiles”

El campo de los que se oponían radicalmente incluía a España, Portugal y Finlandia:

“Sus dirigentes políticos se enfrentan a procesos electorales y a una oposición creciente. Están aterrorizados ante la perspectiva de sus respectivas oposiciones políticas saquen ventaja de la posición griega.”

Así pues, la supervivencia política en el cargo significa para ellos harto más que la salvación de la Eurozona.

Para romper el impasse se precisará con toda probabilidad de la intervención del único dirigente lo suficientemente poderoso como para desbaratar estas maniobras de la politiquería: Angela Merkel.

En todo este tremendo lío, la admiración de Galbraith por su amigo Varoufakis no ha hecho más que crecer. Aun cuando muchos dicen que el heterodoxo armario ropero y las declaraciones provocativas de Varoufakis –observando, por ejemplo, que el acuerdo de reformas era el equivalente financiero de la tortura del “submarino”— generan la hostilidad del establishment financiero europeo, Galbraith dice, al contrario, que los ministros de finanzas deberían darle la bienvenida como ave rara que se atreve a decir la verdad y nada más que la verdad:

“Su honradez intelectual, su claridad mental, su erudición, son cosas completamente insólitas en los círculos europeos. Yo estoy seguro de que, cuando se enfrentan a él por vez primera, deben de experimentar una especie de shock.”

Como ejemplo de la honradez sin tacha de Varoufakis, cita la observación de su amigo, según la cual, entre todos aquellos con quienes ha venido negociando, Schäuble, su más duro antagonista, sería “el único en el que habría encontrado cierta substancia intelectual”.

Tras las deprimentes experiencias en Bruselas, Galbraith encontró en Atenas un ambiente exultante:

“Hace entre tres y seis meses, Atenas resultaba de todo punto deprimente. Ahora se ha operado un cambio radical de humor; el sentido del orgullo ha sido restaurado.”

Y nadie simboliza mejor ese nuevo optimismo que Varoufakis:

“Caminábamos juntos desde el Ministerio hasta el Parlamento. ¡Toda una experiencia! Gentes que iban en sus coches, bajaban ventanillas para estrecharle la mano, los conductores de autobuses paraban para saludarle, anda rodeado de chiquillos por las calles.”

Varoufakis se detuvo incluso cinco minutos para apoyar cálidamente, mano en codo, a una señora de la limpieza en busca de trabajo:

“Es una estrella tan popular como el propio Alexis Tsipras.”

¿Conseguirá Varoufakis mantener a Grecia en el euro, pero al precio de dejar caer el programa de crecimiento que llevó a este gobierno de izquierda al poder? Galbraith:

“Eso es imposible. Él va montado en su moto de gran cilindrada y es un buen conductor. Aceptó su cargo con rechinar de dientes. Lo que quería era poner en práctica sus ideas.”

Los ministerios europeos de finanzas nunca han conocido nada igual a Varoufakis. Y Merkel tendrá que decidir en los próximos días si entrar en compromisos con alguien considerado tan radical y transgresor es realmente una opción para ella. Lo que anda en juego es el futuro del euro.
James K. Galbraith es profesor de la Lyndon B. Johnson School of Public Affairs de la Universidad de Texas (Austin). Entre sus últimos libros, Inequality and Instability: A Study of the World Economy Just Before the Great Crisis (2012) y The End of Normal: The Great Crisis and the Future of Growth (2014). Es coautor con Yanis Varoufakis y Stuart Holland de la Modesta Proposición para la salida de la crisis de la Eurozona (2013).

Traducción para www.sinpermiso.info: Mínima Estrella



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