martes, 11 de abril de 2017

Trump es como un elefante que entra en una cacharrería y intenta jugar en un billar a cuatro bandas









 En el transcurso de 2 semanas, la administración Trump ha defendido 5 posiciones diferentes sobre el tema de Siria:


   Hasta el 30 de marzo de 2017,

La administración Trump consideraba que el presidente Bachar al-Assad fue electo por sus conciudadanos y que por tanto se hallaba en el poder de forma legítima. El 30 de marzo de 2017, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, incluso confirmaba que el derrocamiento del presidente sirio no era una prioridad para el actual gobierno de Estados Unidos.
 El 5 y el 6 de abril de 2017
 Después del ataque químico de Khan Sheikhun, el presidente Trump y su secretario de Estado Rex Tillerson consideraban que Damasco era responsable del ataque, que había «cruzado la línea roja» y que Bachar al-Assad tenía que irse. Con esas declaraciones volvían a la posición de los neoconservadores, más exactamente a la posición de la ex secretaria de Estado Hillary Clinton.
 Desde el 6 de abril y hasta el 10 abril de 2017
Para el consejero de seguridad nacional, H.R. McMaster, y el secretario de Defensa, James Mattis, a Estados Unidos no le interesa saber si el presidente Assad tiene que irse o quedarse sino cómo impedir el uso de armas químicas en Siria y en cualquier otro país.
 El 9 de abril de 2017
En diferentes entrevistas, el secretario de Estado Rex Tillerson vuelva a su posición anterior. Para Tillerson, la prioridad es acabar con el Emirato Islámico (Daesh). El destino del presidente Assad se estudiaría, con Rusia, sólo después de la liquidación de Daesh.
El consejero de seguridad nacional H.R. McMaster confirmó ese punto de vista.
Por su parte, Nikki Haley declaraba que Estados Unidos tiene múltiples prioridades en Siria y que no puede restablecerse la paz con el presidente Assad en el poder.
El 10 de abril de 2017
El vocero de la Casa Blanca, Sean Spicer, indicó que se decidió bombardear una base aérea siria tanto a raíz del ataque químico de Khan Sheikhun como porque Damasco utiliza bombas artesanales. Pero el secretario de Defensa James Mattis publica un comunicado que relaciona explícitamente –y también exclusivamente– el bombardeo estadounidense contra la base siria de Shairat con el ataque químico de Khan Sheikhun.
 El 11 de abril de 2017
Después de una reunión con los ministros de Relaciones Exteriores de los países miembros del G7, el secretario de Estado Rex Tillerson afirma que Rusia tiene que decidir de qué lado está: con Washington o con Damasco. Pero ya no se habla de cómo actuaría la administración Trump en caso de desacuerdo con la administración Putin.
Cuando la prensa interpreta lo sucedido como un cambio de 180 grados de la posición de Donald Trump, el consejero adjunto del presidente estadounidense, Sebastian Gorka, entra en contacto con varios sitios web que después de haber hecho campaña a favor de Trump denuncian lo que consideran una traición del presidente… y los tranquiliza diciéndoles que, a pesar de las apariencias, el presidente Trump no ha cambiado de posición.

 Traducción en extracto de Red Voltaire ..  Importante leer el artículo completo en The Guardian.
What’s Trump’s plan for Syria? Five different policies in two weeks”, Spencer Ackerman, The Guardian, 11 de abril de 2017.
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¿ Qué cosas ? ...http://cort.as/wJoD vinculado al Mossad, se había dado el lujo de anunciar un día antes cómo “EU y Rusia debatieron el límite del bombardeo contra Assad...ver en La "hillaryzación" de Trump en Siria http://www.jornada.unam.mx/2017/04/09/opinion/014o1pol  .




La guerra de Trump

 

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 Los partidarios de Trump no están contentos con los ataques de misiles contra Siria ...http://cort.as/wII-




  Trunp y el lado oscuro sirio ..
  

Kissinger is the dark side of Trump in Syria | Middle East Eye

www.middleeasteye.net/columns/trumps-syria-strike-inspired-dan...
Traducir esta página

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Donald Trump impone su autoridad a sus aliados.


http://www.voltairenet.org/article195907.html

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  Nota del blog ..


Los diputados por Estambul del principal partido de la oposición en Turquía (CHP), Erdem Eren y Ali Seker, dieron una rueda de prensa en 2015 dando detalles sobre una demanda interpuesta por el Tribunal Penal Superior de Adana contra 13 miembros de Al-Nusra en 2013. A pesar de la propaganda realizada por el presidente de Turquía, Erdogan, de que los ataques químicos en Siria fueron llevados a cabo por el régimen de Asad, se ha descubierto que los materiales químicos utilizados para la producción de gas sarín fueron tranferidos con el conocimiento y el beneplácito del Estado turco. Las escuchas de las conversaciones telefónicas de los miembros de Al-Nusra, que estaban incluidas por la acusación, revelaron que la entrega de materias primas químicas de Turquía a Siria se llevó a cabo a sabiendas de la policía y de las unidades de inteligencia, bajo la supervisión estatal turca. Otro punto que llama la atención en la acusación es la liberación del ciudadano sirio Hytham Qaasap, acusado de adquirir materias primas utilizadas en la producción de armas químicas para Ahrar-i Sham y Al-Nusra además de cinco ciudadanos turcos que le ayudaron.

Al hablar en la rueda de prensa, el diputado del CHP por Estambul, Ali Seker, habló sobre la demanda presentada por la Fiscalía de Adana sobre la producción de armas...






domingo, 9 de abril de 2017

Venezuela y la derecha española contra Podemos.



Venezuela, el burdel propagandístico de la derecha española
Antonio Maestre
En la agenda política española desde que apareció Podemos es recurrente la aparición de la actualidad venezolana con mucha más fuerza que cualquier otro tema internacional. Los problemas que sufren los venezolanos se utilizan de manera burda como arma arrojadiza en nuestro país. La instrumentalización de la información internacional para influir en la política interna es habitual, ocurrió también con Grecia: la propaganda como recurso de presión. La derecha mediática española acude de manera interesada a Venezuela como si fuera un burdel propagandístico del que sacar beneficio internamente para luego abandonarla a su suerte cuando preste el servicio.
Esta semana una decisión del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela ha sido la que ha provocado la vuelta a la omnipresencia venezolana en la agenda pública. La oposición calificó la sentencia de golpe de Estado. El hecho de que solo 48 horas después y por la intercesión del ejecutivo de Nicolás Maduro se haya revertido la decisión ya muestra lo irregular de esta. Pocas dudas pueden quedar sobre la escasa calidad democrática que se vive en el país sudamericano, unas circunstancias en las que operan tanto los que ocupan el poder como los que aspiran a ocuparlo.
El “golpe de Estado”
Llamar a un suceso golpe de Estado no es algo inocuo. La carga de profundidad del término al recibir la información es muy importante. Los golpes de Estado pueden ser evidentes, con militares entrando en el Congreso o tomando el poder de forma sangrienta. O más quirúrgicos, con tomas de decisiones de gobiernos elegidos democráticamente y que convierten un Estado democrático en otro autoritario o tiránico. Así pues, el hecho de que Nicolás Maduro haya sido elegido en las urnas no le exonera de poder dar un golpe de Estado para dotarse de mayor poder. Que en esta ocasión haya sido así es algo interpretable. El hecho de que se revirtiera la sentencia constata sin duda que la decisión fue antidemocrática. Pero el uso torticero del término “golpe de Estado” por parte de la oposición en Venezuela y los medios en España no ayuda a la comprensión de la realidad.
La periodista Rosa María Calaf ha comentado, en referencia a la calidad informativa en nuestro país, que se informa de sucesos y no sobre procesos. Un problema que es extensible a casi cualquier realidad del ámbito internacional, por ejemplo la victoria de Donald Trump. Esta situación en Venezuela se torna dramática debido a los intereses empresariales de los medios que marcan la agenda en España, además de por los réditos electorales que otorga asociar a Podemos al gobierno de Nicolás Maduro. Intentar comprender la realidad venezolana con los sucesos sueltos y deslabazados con los que se informa aquí del país latinoamericano es lo mismo que intentar comprender la realidad de España sin conocer el proceso de la transición de 1978.
Transmitir lo ocurrido en Venezuela como un golpe de Estado supone esconder en información lo que es una interpretación de un proceso complejo. Se utiliza una parte para simplificar el todo privando al lector del contexto. El suceso por el proceso. La opinión por la información.
La denominación de golpe de Estado en todos los medios españoles nació de la interpretación que la oposición hizo de la decisión del tribunal venezolano. Henrique Capriles, gobernador del Estado de Miranda, fue uno de los que así llamó al hecho. Algo que no es novedad, porque también el pasado mes de octubre llamó golpe de Estado a la no aceptación por parte del gobierno del proceso revocatorio. Llego a pedir al ejército que interviniera para “defender” la constitución. Si tomamos como referencia a la oposición venezolana, hubo un golpe de Estado en octubre y otro más hace 48 horas. En términos periodísticos su opinión no debería ser determinante a la hora de calificar uno de los sucesos habituales en el campo de disputa de la política venezolana. No es fiable ni riguroso.
El País calificó lo sucedido como golpe de Estado. El hecho de hacerlo en su editorial sí puede ser correcto porque entra en el campo de la opinión. “Es un auténtico golpe de Estado para el que no cabe la más mínima matización”, decía el diario de Cebrián. Las propias páginas del periódico sí realizaron matices ante el golpe militar que en 2002 desalojó del poder a Hugo Chávez.
En el año 2002 un editorial titulado Golpe a un caudillo defendía la asonada militar de Efraín Vásquez que puso a Pedro Carmona como presidente de Venezuela en lugar del elegido democráticamente: “En Venezuela el ejército sigue siendo el árbitro de última instancia. A la luz de los hechos, hay que elogiar al menos la decisión de la cúpula militar de ceder el poder a un civil, aunque resulte singular que el elegido sea el presidente de la patronal”.
Creado el marco del debate propicio para unos determinados intereses, llega la ofensiva. El Paístitula: Podemos evita condenar la anulación del Parlamento en Venezuela. En España, quienes llevan considerando una dictadura a Venezuela desde que apareció Hugo Chávez en escena, y con más fruición cuando Podemos llegó al panorama nacional, han denunciado el “golpe de Estado” e inmediatamente lo han utilizado para sus propios intereses. Esperanza Aguirre ha sido una de las primeras en hacerlo contra el gobierno del Ayuntamiento de Madrid al asegurar que apoya a Nicolás Maduro. A pesar de las declaraciones de Aguirre, Manuela Carmena y Ahora Madrid votaron a favor de la moción que pedía la liberación de Leopoldo López y Antonio Ledezma. La posverdad de Aguirre que ha sido su mentira de siempre.
El modo en el que el PP instrumentaliza la situación en Venezuela contra Podemos siempre ha adquirido tintes grotescos. Teodoro García Egea, diputado del PP por Murcia, ha comparado lo sucedido estos días en el país latinoamericano con la situación de Murcia declarado: “Cómo no va a estar PODEMOS de acuerdo con el golpe de Estado en Venezuela? Si quieren hacer algo parecido en Murcia…” .
Si una moción de censura con el apoyo de todos los grupos de la oposición para desalojar del poder a un presidente de una comunidad autónoma imputado por corrupción es un golpe de Estado como el de Venezuela, es muy difícil tomarse en serio a los que así analizan la actualidad de lo que ocurre allende los mares.
Uno de los gobiernos que ha denunciado lo que sucede en Venezuela ha sido el de Paraguay. En un comunicado conjunto junto al de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, y Uruguay ha condenado la situación creada por el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela. Al mismo tiempo, el presidente conservador de este país, Horacio Cartes, ha reformado la constitución, que actualmente no permite la reeleción, para poder volver a presentarse a los comicios más allá de 2018. La reforma ha provocado unas protestas muy importantes en el Congreso y graves disturbios. La policía entró a la fuerza en la sede del partido de la oposición y asesinó a un joven militante del Partido Liberal Radical Auténtico, el principal opositor de Horacio Cartes, que se encontraba dentro. La respuesta a la diferencia de tratamiento en España de lo que sucede en Venezuela y Paraguay se llama Pablo Iglesias.
http://www.lamarea.com/2017/04/02/la-informacion-venezuela-herramienta-propaganda/




 Y ver ..
 http://www.revistaanfibia.com/ensayo/el-desencanto-de-caracas/

viernes, 7 de abril de 2017

La visión imperial y orientalista de Occidente.

Violencia: la suya y la nuestra

Jadaliyya.com

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández.

“No comprendo los remilgos existentes sobre el uso del gas. Estoy totalmente a favor de utilizar gases venenosos contra las tribus incivilizadas. Serviría para propagar un terror consistente.” Declaraciones de William Churchill en 1920, en relación con el levantamiento en Iraq.

Londres
El 23 de marzo de 2017, Khalid Masood lanzó su coche contra los viandantes que caminaban por el puente de Westminster y después apuñaló a un agente de policía antes de que le mataran de varios disparos. Durante su violenta actuación, acabó con la vida de cuatro personas e hirió a otras cuarenta, perturbando la calma de esa importante ciudad de Occidente. Masood, que había nacido en Dartford (Kent, Reino Unido), llevaba muchos años teniendo problemas con la ley, sobre todo por actos de violencia y posesión de armas. La brecha entre la actuación de Masood y la de un delincuente común es muy ajustada.
Hace dos meses, el jefe de la policía metropolitana dijo que “las luces de advertencia estaban parpadeando” por el aumento de los delitos violentos en Inglaterra y Gales. El arma preferida, dijo Sir Bernard Hogan-Howe, era un cuchillo corriente. Los delitos violentos habían aumentado en un 22%, registrándose en el último trimestre de 2016 30.838 delitos en los que se había utilizado un cuchillo. El crimen de Masood podría haber quedado encuadrado en estos datos, un problema grave por el aumento de la violencia con cuchillos como arma elegida.
En cambio, los medios y la clase política británica ofrecieron una hipócrita lección de civismo. Había sido, dijo el Secretario de Asuntos Exteriores Boris Johnson, “un ataque contra nuestra democracia, contra el corazón de nuestra democracia”. La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, dijo en la Casa de los Comunes que, a pesar del ataque, “seguiremos avanzando juntos, sin ceder ante el terror. Y nunca vamos a permitir que las voces del odio y la maldad nos separen”. Un periódico sugirió que la declaración de Boris Johnson había sido “churchilliana”.
El ISIS, que enfrenta últimamente serias amenazas en Iraq y Siria, ha hecho un llamamiento para que simpatizantes de todo el mundo perpetren actos de violencia criminal en su nombre. No hay pruebas aún de que Masood actuara a partir de las instrucciones del ISIS o de que siguiera el edicto del ISIS de atacar a la gente en zonas públicas en Occidente. Lo que se sabe es que justo después del ataque, el ISIS se apuntó el tanto definiendo a Masood como su “soldado”. Las redes sociales del ISIS celebraron el ataque. Hay una especie de delirio en esta actuación, un grupo debilitado que trata ahora de glorificarse a través del patético ataque de un hombre con antecedentes penales que utiliza un coche viejo y un cuchillo.
La tendencia a atribuirse hechos es un tema común en la literatura de la psicología moderna. Se refiere al problema que se produce cuando la gente valora sus actuaciones o las de otros en función no de los hechos sino de las atribuciones transferidas de sesgos inherentes. Fritz Heider, que fue en primero en desarrollar esta teoría en The Psichology of Interpersonal Relations (1958), sugería que tales atribuciones se hacen sobre todo para preservar el concepto de uno mismo, es decir, el sentido de uno mismo. En vez de evaluar la propia conducta de uno en una situación negativa, uno tiende a culpar a los otros y a hacer caso omiso de las limitaciones bajo las que los otros actúan. Es lo que se considera de forma típica como un “sesgo autocomplaciente”; el ganador de un elección dice: “He ganado porque la gente ha votado por mí”, mientras que el perdedor dice: “He perdido por culpa del voto fraudulento”.
Se le ha colocado al ISIS el acto de Masood, y la organización ha corrido a adoptarle como si fuera uno de sus combatientes. Ambas decisiones son autocomplacientes: la una, para negar cualquier papel nativo en la generación de Masood, y la otra, para reforzar el pabellón de la insurgencia. No se tienen en cuenta las propias convulsiones de Masood con el racismo, su propio deseo de buscar la gloria por encima de su situación miserable. Los terroristas “que han crecido en casa” tienen problemas “generados en casa”. Pero el término “terrorista” permite que la persona “crecida en casa” sea exportada –por así decirlo- a otros países, a fin de trasladarles la culpa; en este caso, al ISIS.


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SIGUE ..