La nueva ley sobre reclutamiento
¿Está Ucrania convirtiéndose en un gueto?
Maxim Goldarb | 02/05/2024
“Los ucranianos están haciendo el trabajo sucio que nunca
querríamos hacer aquí, en Estados Unidos”, Mark Esper exsecretario de Defensa
de EE.UU.
El acontecimiento reciente que más afecta a las decenas de
millones de ucranianos que viven en Ucrania y a millones de ucranianos
refugiados en otros países es la aprobación de una nueva ley sobre
reclutamiento militar.
Cualquier abogado competente le dirá que en la facultad de
Derecho le enseñaron examinar el fondo de la ley, comprender la lógica del
legislador, sus objetivos a la hora de crear la ley. Los objetivos declarados
oficialmente por las autoridades para crear esta ley, “adecuar el registro de
los ucranianos obligados a cumplir el servicio militar, subsanar las lagunas de
la legislación sobre el registro militar, ocuparse de los recursos humanos disponibles,
etc.», parecen al menos secundarios. El objetivo principal, que se desprende
claramente a través de la sabiduría legislativa verbal, el aplomo político y
los eslóganes cuasi patrióticos, parece ser el deseo inexorable de las
autoridades de maximizar el cumplimiento de la fórmula de cambiar dinero y
armas por vidas.
No puede ser coincidencia que casi inmediatamente después de
que Zelensky firmara esta ley, las autoridades estadounidenses resolvieran el
asunto de los 61.000 millones de dólares en ayuda militar para Ucrania, un tema
que llevaba un año pendiente de aprobación.
Pero vayamos al grano. La nueva ley de “reclutamiento”, que
entra en efecto el 18 de mayo de este año, endurece marcadamente las reglas de
la movilización forzosa. La ley introduce un registro más estricto de las
personas obligadas a cumplir el servicio militar, la obligación de
prácticamente todos los hombres entre los 18 y los 60 años, estén donde estén y
piensen lo que piensen de la actual guerra en Ucrania, de informar a las
autoridades militares de su paradero así como de llevar consigo el documento
militar de identificación en todas las ocasiones. Además, la edad para la
movilización se ha reducido de 27 a 25 años.
Los varones ucranianos tienen 60 días para actualizar sus
datos en los centros territoriales de reclutamiento (CTR) a partir de que la
ley entre en vigor. Si no actualizan los datos en ese periodo estarán sujetos a
la imposición de grandes sanciones. Piense en ello: en un país con un salario
medio de 400 euros, la multa por no ponerse al día con la movilización ¡será de
400 a 600 euros! Si no se paga dicha multa se inicia el proceso de bloqueo de
las cuentas bancarias de las personas movilizadas y el posterior embargo de sus
bienes.
Estas son algunas de las principales novedades de la ley.
Según el plan de las autoridades, permitirá que muchas personas susceptibles de
prestar el servicio militar que no quieren combatir “salgan de la sombra”, lo
que situará a muchas de estas personas del otro lado de la ley. A fin de
cuentas se les prohibirá el acceso al trabajo público y el servicio en las
instituciones municipales. Además, por el mero hecho de carecer de documentos
de registro militar, estos ucranianos son presa fácil y apetecible para todo
tipo de patrullas, policías e informadores. Según estimaciones aproximadas, en
Ucrania puede haber actualmente cerca de un millón de personas en esta
situación.
Con anterioridad a la adopción de esta ley, la detención de
personas directamente en las vías públicas, bastante frecuente, seguía siendo
una acción ilegal por parte de las autoridades. Esto otorgaba a los ucranianos
la posibilidad de protegerse mediante mecanismos legales. Ahora esa oportunidad
de protegerse de las arbitrariedades de las autoridades ha desaparecido.
Al mismo tiempo, las autoridades ya no están obligadas a
entregar efectivamente una citación personal. Ahora su “no entrega” está
legalizada: el servicio postal pondrá el sello de “no entregada” ¡y eso
indicará oficialmente que el ciudadano la ha recibido!
Como ya he mencionado en otras ocasiones, las personas que
no cumplan los requerimientos de la nueva ley pueden verse privadas del derecho
a conducir un vehículo, detenidas por la policía, llevadas al Centro
Territorial de Reclutamiento y multadas. Al mismo tiempo, ¡la presentación de
un recurso por parte de un ciudadano contra una decisión judicial sobre su
sanción no suspende el efecto de la decisión recurrida! Se trata de un absurdo
jurídico evidente, cuya consecuencia será el destino destrozado de muchas
personas debido a decisiones judiciales a menudo ilegales y, además, no
ejecutables: en esencia, esta ley anuló el derecho de una persona a un juicio
justo y el derecho de apelación.
Además, sin cartilla militar, a los convocados a filas no se
les expedirá pasaporte en el extranjero. Esto también se aplicará a los jóvenes
a partir de 18 años que salieron de Ucrania antes de cumplir la mayoría de
edad. Es decir, para poder recibir documentos ucranianos en el extranjero, deben
ir a Ucrania a por un documento de registro militar. Pero como después no
podrán salir de Ucrania, esto no tiene sentido. Además, la nueva ley estipula
que no sólo los servicios de pasaporte, sino también todos los servicios
consulares en el extranjero para todos los hombres de 18 a 60 años de edad se
prestarán únicamente previa presentación de una tarjeta de identidad militar.
Para las decenas de miles de ucranianos que carecen de
tarjeta militar, se ha vuelto imposible acceder a los servicios consulares sin
regresar a Ucrania.
Incluso antes de la aprobación de la ley, miles de
compatriotas solicitaron a sus consulados y otras agencias gubernamentales en
el extranjero la renovación de sus pasaportes por adelantado, sin lo cual la
legalización de su situación en los países de la Unión Europea es problemática.
Esto hizo que se formaran enormes colas en los países que acogen a muchos
refugiados ucranianos: Polonia, República Checa y Alemania entre otros. La
gente pensaba que si solicitaban los documentos antes de la entrada en vigor de
la nueva ley, podrían obtener el pasaporte sin la presentación de la cartilla
militar.
Sin embargo, el 23 de abril las autoridades ucranianas
impusieron la prohibición de expedir documentos, antes incluso de la entrada en
vigor de la ley: una orden del Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania
“suspendía temporalmente la actuación de operaciones consulares para las
solicitudes de varones ucranianos entre 18 y 60 años”. Esta es la prueba de
fuego más clara del objetivo de la nueva ley de movilización: el regreso y
envío a la guerra de miles de ucranianos que no quieren participar en ella.
Cada vez hay más hombres ucranianos desesperados por
abandonar el país, reacios a morir por servir a los propósitos egoístas de otra
persona.
Según la BBC, solo en 2023 más de 90 ucranianos murieron en
las montañas de Rumanía cuando intentaban cruzar ilegalmente la frontera de ese
país con Ucrania y huir de la guerra y 24 murieron ahogados al tratar de
escapar a nado cruzando la frontera que marca el río Tisa. Se estima en decenas
de miles los que consiguieron abandonar Ucrania.
Cumpliendo los «preceptos» del jefe de la OTAN, Stoltenberg,
de que la guerra en Ucrania «debe durar unos años más», las autoridades
ucranianas también han centrado el efecto de esta ley en la generación más
joven, los menores de 18 años: según las estimaciones más conservadoras, hoy en
día quedan en Ucrania alrededor de medio millón de jóvenes entre 15 y 18 años.
Además, también se tienen en cuenta varios cientos de miles de estudiantes
ucranianos. Así pues, estamos hablando del futuro próximo de casi un millón de
jóvenes ucranianos, todavía potencialmente una «fuerza viva», que, según las
autoridades, se utilizará junto con las armas suministradas al país.
En la actualidad, el país se está convirtiendo en una
inmensa prisión para su propia población, atrapada en su interior, privada de
derechos civiles, en el que las autoridades tratan de hacer regresar, por las
buenas o por las malas, a quienes consiguieron escapar.
Pero, como en cualquier prisión, hay una oficina del
comandante, guardias y una porción privilegiada de los “prisioneros”. Un
detalle muy importante de la ley es que divide abiertamente en “dos categorías”
a los varones susceptibles de reclutamiento: quienes están a resguardo de la
movilización… y quienes no lo están.
Así, se garantiza la exención de la movilización a todos los
miembros de la policía, los servicios especiales y otras fuerzas y cuerpos de
seguridad; un mínimo de 300.000 adultos armados, la mayoría encargados de cazar
a sus conciudadanos, suprimir la disidencia y llevar a cabo funciones
policiales punitivas.
Además de estos, todos los representantes de la autoridad
pública, incluyendo diputados, ministros, sus asistentes y demás, así como no
solo los empleados de las empresas de importancia estratégica, sino también sus
propietarios (en Ucrania, por regla general, son los oligarcas) están fuera de
las listas de reclutamiento. Es demasiado obvio entender para quién fue escrita
dicha norma: el régimen oligárquico gobernante se ha eximido a sí mismo de la
movilización en la persona de los altos funcionarios y oligarcas, así como a su
apoyo coercitivo personalizado en la policía y los servicios especiales.
Hay un detalle importante. Así como protegía de la
movilización a jueces, investigadores y fiscales, el legislador no hizo lo
mismo con los abogados. ¿Por qué razón? La respuesta es sencilla: las
autoridades no necesitan a aquellos que podrían y deberían proteger a la
ciudadanía de las arbitrariedades; las autoridades necesitan que la gente
sienta miedo e indefensión.
No es la minoría rica la que será enviada a la trituradora
de carne que es la guerra, sino la mayoría pobre: los desempleados, obreros,
campesinos, profesores, médicos, oficinistas… Ahora, con la aprobación de la
nueva ley, el número de hombres privados de los derechos humanos básicos que
serán atrapados, como en una cacería, y enviados al frente, aumentará
sobremanera.
Los beneficios de quienes se benefician de esta guerra
también aumentarán sobremanera, como ya he escrito muchas veces. Esta enorme
cantidad de dinero se repartirá entre el complejo militar-industrial, sus
lobistas del establishment estadounidense y europeo y la cúpula oligárquica
ucraniana.
Roger Waters, líder de la banda Pink Floyd, ha dicho sobre
las razones para esta guerra:
“Lo mejor que les ha pasado [a los capitalistas] en los
últimos diez años es el conflicto de Ucrania. Permitieron que ocurriera por el
enorme beneficio que supone para los negocios. Ellos hacen dinero con las
guerras. Entre otras cosas, fabrican armas, las venden y obtienen beneficios.
No somos las personas corrientes como tú y como yo quienes invierten en la
industria militar, sino los peces gordos. Y en tiempos de guerra sus ganancias
se disparan”.
Los ucranianos de a pie solo obtendrán más muertes y
desgracias.
Maxim Goldarb es presidente de la Unión de Fuerzas de
Izquierda-Por un Nuevo Socialismo.
Traducido del inglés para Rebelión por Paco Muñoz de Bustillo
https://rebelion.org/esta-ucrania-convirtiendose-en-un-gueto/
Y ver ..https://www.publico.es/internacional/escalada-belica-rusa-pone-jaque-nueva-ayuda-occidental-ucrania.html#md=modulo-portada-bloque:2
Nota del blog .-
Recordemos que en la
Ucrania de Kiev tenia que haber
convocatoria de elecciones generales
esta primavera y no se hicieron . Y esta bajo estado de excepción .Y ahora con la nueva ley de reclutamiento el Gobierno de Kiev solicitó al Consejo de
Europa la suspensión parcial de algunas cláusulas del Convenio Europeo Derechos Humanos y Libertades en el país
"debido a la ley marcial". Kiev hizo esto para reclutar al frente a
más ciudadanos, .Según un documento publicado en el sitio web del Consejo de
Europa, los artículos en cuestión son los que garantizan la inviolabilidad del
domicilio, la confidencialidad de la correspondencia, la no injerencia en la
vida privada y familiar, la libertad de circulación y los derechos a la
libertad de pensamiento y expresión.
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