sábado, 30 de diciembre de 2023

Si Dios existe, desaparece la ética .

                                                                               


Si Dios existe, desaparece la ética: Kant frente a Dostoievski y Freud

 Roberto R. Aramayo

 29 DE DICIEMBRE DE 2023,

Se atribuye a Dostoievski el apotegma de “Si Dios no existe, todo está permitido”, aunque la cita no se localice de modo literal en Los hermanos Karamázov. Lo cierto es que la idea recorre su argumento y en un momento dado el personaje de Smérdiakov (nombre del que conviene conocer su significado en ruso) afirma que: “Si el Dios infinito no existe, no hay virtud, ni siquiera hace falta”. Curiosamente Kant pensaba justo lo contrario, es decir, que la virtud solo tiene cabida donde no comparece divinidad alguna y que, si se comprobara la existencia de Dios, la ética haría mutis por el foro. Para el filósofo de Königsberg, cuyo tricentenario festejamos en 2024, la genuina moral no requiere un sustento divino y, de hecho, adjudicar cualquier papel a Dios perjudica letalmente nuestro comportamiento ético, que a juicio de Kant debe ser autónomo y no responder a mandatos heterónomos provenientes de una voluntad ajena.

Según Kant nuestra conciencia moral es el juez supremo de nuestros criterios éticos y no hay ninguna otra instancia superior que los dirima o condene

Según Kant, nuestra conciencia moral es el juez supremo de nuestros criterios éticos y no hay ninguna otra instancia superior que los dirima o condene. Gracias a las formulaciones del célebre imperativo categórico, podemos comprobar si nuestra máxima tendría o no una validez universal en caso de generalizarse. De no ser asumible por cualquiera en cualquier momento y circunstancia, estaremos manejando una pauta pragmática, pero no un criterio ético. La ética nos exige no tratar a ningún ser humano, incluidos nosotros mismos, como un simple medio instrumental, sin considerarlo al mismo tiempo un fin en sí mismo. El presunto rigorismo kantiano, lejos de imponer una norma determinada y de obligado cumplimiento, deja en manos del agente moral juzgar su propia conducta y decidir lo que le parezca compatible con la moral, sin delegar ninguna responsabilidad en los demás, las circunstancias o una entidad superior.

¿Tendría sentido clonar cibernéticamente a Kant y Diderot con la IA?

El formalismo ético kantiano nos invita, como señala en el parágrafo cuarenta de su Crítica del discernimiento, a ponernos en la piel de los demás y compadecernos de su situación, pensando por cuenta propia y procurando hacerlo de manera coherente. Nada nos asegura tener éxito en tal empeño, ni que consigamos nuestros propósitos, pero se trata de intentarlo con una buena voluntad, un querer que sea bueno de suyo y no con respecto a sus logros. Por supuesto, nunca estaremos totalmente seguros de que tras nuestra intencionalidad no estén agazapadas motivaciones poco edificantes, porque nunca podemos descontar el autoengaño y las jugarretas del inconsciente. Sin embargo, sí nos cabe apostar por cultivar nuestro talante moral, por decirlo con Aranguren, aun cuando lo hagamos en detrimento de nuestros talentos y los dones de la fortuna. Nuestras costumbres modelan el carácter y a su vez este modula los hábitos.

Kant reitera constantemente que la presencia de Dios arruinaría nuestra moralidad, porque nos moveríamos en pos de recompensas o por miedo al castigo

Kant reitera constantemente que la presencia de Dios arruinaría nuestra moralidad, porque nos moveríamos en pos de recompensas o por miedo al castigo. Seguir unos mandamientos o cualesquiera instrucciones al pie de la letra nos convertiría en autómatas movidos por ciertos resortes que alguien ha diseñado y que sería el último responsable de nuestra conducta, como lo son quienes programan los algoritmos de la IA. Parapetarse a lo Eichmann en una obediencia debida y ciegamente acatada, nos hace abandonar -como bien señala Javier Muguerza- la condición humana, caracterizada por ser dueños de nuestros actos y asumir nuestras responsabilidades. Cosificar a las personas nos deshumaniza tanto como rehuir la imputación de nuestras decisiones. Nuestra libertad está en juego y el ser humano está condenado a ser libre, por decirlo con Sartre. A ojos de Kant, si Dios existiera, tampoco podría ser un agente moral, puesto que su voluntad santa y absolutamente perfecta le impediría perseguir la virtud. En su segunda Crítica se recalca que ni Dios podría permitirse considerar a un ser humano como simple medio instrumental. El Dios kantiano es la idea de una razón ético-practica y auto-legislativa.

El encuentro secreto entre Diderot y Kant: Los dos “apóstoles” del ateísmo ético de la Ilustración

Pascal nos legó su célebre apuesta. ¿Por qué renunciar a la vida eterna, si no perdemos nada creyendo en ella y al contrario podemos perderlo todo? Kant discrepa y entiende que perderíamos nuestra capacidad para ser agentes morales. Desde una óptica nada religiosa, Freud viene a suscribir el diagnóstico de Dostoievski en El porvenir de una ilusión, donde cabe leer lo siguiente: “Si les enseñamos que la existencia de un Dios omnipotente y justo, de un orden moral universal y de una vida futura son puras ilusiones, se considerarán desligados de toda obligación de acatar los principios de la cultura, cada uno seguirá sin freno ni temor, sus instintos sociales y egoístas e intentará afirmar su poder persona, y de este modo surgirá de nuevo el caos, al que ha llegado a poner término una labor civilizatoria de muchos milenios. Aunque supiésemos y pudiésemos demostrar que la religión no posee la verdad, deberíamos silenciarlo y conducirnos como nos aconseja la filosofía del como si”.

Freud coincide con la satírica pluma de Heine, quien hacía de Kant un agnóstico bondadoso que, tras ajusticiar a Dios con su Crítica de la razón pura, lo habría resucitado con la varita mágica de su razón práctica. Sin embargo, Kant no confunde los planos. Entiende perfectamente que las religiones ofrezcan un consuelo ante la muerte y el sufrimiento, pero tiene claro que cualquier expectativa religiosa es incompatible con la moralidad. Por eso su héroe moral es un ateo virtuoso llamado Spinoza, que cumple con su deber a pesar de los pesares, la injusticia y las adversidades. Diderot mantuvo que cabe ser virtuoso sin creer en Dios, pero Kant fue más allá y afirmó que solo podemos devenir agentes morales descontando a Dios de la ecuación.

 Conviene tener en cuenta el planteamiento kantiano, en una época en donde las religiones continúan teniendo una incidencia en el espacio público, incluso en Estados laicos o aconfesionales, regulando con sus liturgias los calendarios festivos, nacimientos, matrimonios y funerales. Aunque la historia recoja vidas ejemplares entre gentes religiosas, no es menos cierto que las religiones han suscitado guerras cruentas contra quienes no compartían sus credos y que sirven de pretexto para seguir haciéndolo. La celebración del natalicio kantiano debería propiciar que se relea uno de sus textos más emblemáticos, junto a la Fundamentación o ¿Qué es la Ilustración? Me refiero a Hacia la paz perpetua: Un diseño filosófico. .

 

https://www.nuevatribuna.es/articulo/cultura---ocio/kant-religion-etica-moral/20231229154545221332.html#md=modulo-portada-bloque:4col-t1;mm=mobile-big 0

jueves, 28 de diciembre de 2023

Las predicciones de Hannah Arendt .

                                                                             

 
                                                                           


      

 Las predicciones de Hannah Arendt

 

Por Aleardo Laría Rajneri

| 28/12/2023  

 El nacionalismo orgánico como origen del problema

 Hannah Arendt (1908-1975) ha sido una de las intelectuales judías más importantes del siglo XX. Sus obras, tituladas «Los orígenes del totalitarismo» (1951), «La condición humana» (1958) y «Sobre la revolución» (1963), la sitúan como una de las pensadoras más relevantes en el mundo académico occidental. Su libro más polémico, «Eichmann en Jerusalén. Un estudio sobre la banalidad del mal» (1961), es una muestra de su capacidad para articular un análisis independiente y provocador, en el mejor sentido de la expresión. Consideraba que la “solución final” ideada por Hitler desafiaba toda racionalidad, porque esa maldad era “banal” en el sentido de que no tenía raíces profundas y se había basado simplemente en ignorar la condición humana de los judíos. Por ese motivo, sostenía que el juicio contra Eichmann no debería haberse construido sobre la acusación de un crimen “contra el pueblo judío”, sino “contra la humanidad”. Afirmaba que el derrumbe espiritual de Europa era consecuencia de haberse plegado frente al sangriento ídolo de la raza.

 En época más reciente, bajo el título de «Escritos judíos» (Paidós, 2009), se ha publicado una recopilación de notas periodísticas escritas al final de la década del ‘40 dedicadas a la cuestión palestina. Hannah Arendt había abandonado Alemania, su lugar de nacimiento, en 1937 (1) luego de un breve arresto, motivo por el que las autoridades germanas le habían retirado la ciudadanía. Refugiada en Francia, colaboró con el movimiento sionista en la ayuda a los judíos que huían del nazismo, facilitando su traslado a Palestina. Retenida luego en un campo de refugiados, consiguió huir y partir hacia Estados Unidos en 1941. A partir de 1943, luego de romper con el sionismo, publicó numerosas notas que fueron recogidas en la revista Aufbau de los alemanes judíos, que son los textos que se reproducen en el libro que hemos mencionado.

 Lo que Hannah Arendt denomina el pecado original del movimiento sionista es el nacionalismo orgánico promocionado por Theodor Herzl, que consideraba el Estado-nación como la única alternativa que ofrecía la modernidad para el desarrollo de los grupos humanos. En opinión de Arendt, “la acción política judía significaba para Herzl encontrar un lugar en la inamovible estructura de esa realidad, un lugar donde los judíos estuvieran a salvo del odio y la posible persecución. Un pueblo sin país tendría que huir a un país sin pueblo; allí los judíos, sin la carga de las relaciones con otras naciones, podrían desarrollar su propio organismo aislado.[…] No se daba cuenta de que el país con el que soñaba no existía, que no había ningún lugar en la Tierra donde el pueblo pudiera vivir como el cuerpo nacional orgánico en el que pensaba y que el desarrollo histórico real de una nación no tiene lugar entre los muros cerrados de una entidad biológica”. Añadía que, “aun cuando hubiera habido un país sin pueblo y las cuestiones de política exterior no se hubieran planteado en la misma Palestina, el tipo de filosofía política profesado por Herlz habría dado lugar a graves dificultades en las relaciones del nuevo Estado judío con otras naciones”. En relación con la cuestión Palestina, consideraba que la negativa a tener en cuenta a los grupos árabes con los que la nación judía habría de coexistir inevitablemente había dado lugar a fatales desencuentros, que condenaban al futuro Estado israelí al conflicto permanente o a hipotecarse bajo la tutela de alguna potencia extranjera.

 Un Estado binacional

En los artículos escritos entre 1942 y 1950, modificando una opinión anterior, se inclinó por el apoyo a las propuestas de un Estado binacional formuladas por Judah L. Magnes, presidente de la Universidad Hebrea y del Partido Ihud (Unidad). Para Magnes, “una Palestina binacional podría llegar a ser una antorcha de paz en el mundo”. En la visión de Arendt, el derecho a ocupar unas tierras en Palestina no derivaba de unos “derechos históricos”, adquiridos 2.000 años antes, sino más bien de ofrecer un modelo alternativo al Estado-nación bajo nuevas formas políticas y sociales. En la nota «Salvar a la patria judía», consideraba que los kibbutzin habían dado lugar a “una nueva forma de propiedad, un nuevo tipo de explotación agraria, una nueva forma de vida familiar y de educación infantil, así como nuevas maneras de abordar los embarazosos conflictos entre la ciudad y el campo, entre el trabajo rural y el industrial”. Añadía que “el autogobierno local y los consejos mixtos judío-árabes, a nivel municipal y rural, en pequeña escala y tan numerosos como sea posible, constituyen las únicas medidas políticas realistas que pueden conducir finalmente a la emancipación política de Palestina”. Esta nueva comunidad democrática ofrecía “una esperanza de soluciones que serán aceptables y aplicables, no sólo en casos individuales, sino también para la gran masa de los hombres de cualquier lugar cuya dignidad y humanidad se ven tan seriamente amenazados por las presiones de la vida moderna y sus problemas no resueltos”. Pero para alcanzar estos resultados, Arendt consideraba que era indispensable integrar también a la población árabe: “La idea de la cooperación judeo-árabe, aunque nunca se ha hecho realidad en escala alguna y hoy parece estar más lejos que nunca, no es un ensueño idealista, sino la escueta afirmación del hecho de que, sin ella, toda la aventura judía está condenada”.

 Cuando la Organización Sionista Mundial —en el congreso de Atlantic City celebrado en octubre de 1944— hizo público un manifiesto por el que declaraba la voluntad de establecer “una comunidad judía libre y democrática” que “abarcase de forma indivisible e íntegra la totalidad de Palestina”, Hannah Arendt escribe una nota crítica titulada “El sionismo, una retrospectiva”. En esta, considera que “la resolución de Atlantic City ni siquiera menciona a los árabes, de modo que estos sólo pueden elegir entre la emigración voluntaria o su transformación en ciudadanos de segunda clase”. Señala que “estos objetivos relativos a la futura constitución política de Palestina coinciden totalmente con los objetivos de los sionistas extremistas” y que la resolución de Atlantic City “asesta un golpe mortal a los partidos judíos de Palestina que han predicado incansablemente la necesidad de un entendimiento entre árabes y judíos”.

 Arendt escribirá otro texto en 1950 bajo el título “¿Paz o armisticio en Cercano Oriente ?”, en el que continúa llamando a un entendimiento entre árabes y judíos. Allí considera que “el proyecto sionista habría de conducir a una crisis moral y política” marcada por “el terrorismo y el aumento de los métodos totalitarios que se toleran en silencio y se aplauden en secreto”. De este modo se exacerbaría el antisemitismo en el mundo y se habría perdido una oportunidad de ofrecer una solución para las décadas venideras. Expresa la esperanza de que la ONU escuche las proposiciones de Magnus basada en la federación de pequeños consejos judeo-árabes locales fortalecidos por el respaldo provisional de una administración fiduciaria, lo que suponía una solución más atractiva que la simple partición. Sostenía que “la necesidad del entendimiento judeo-árabe puede demostrarse mediante factores objetivos; su posibilidad es casi enteramente cuestión de sabiduría política subjetiva y de personalidades. Su necesidad, basada en consideraciones económicas, militares y geográficas, se dejará sentir a largo plazo o, acaso, cuando sea demasiado tarde”.

 Sus opiniones han resultado premonitorias: “La esterilidad cultural y política de las pequeñas naciones completamente militarizadas ha quedado suficientemente probada por la historia. A largo plazo, sin embargo, el Cercano Oriente, castigado por la pobreza, subdesarrollado y desorganizado, necesita la paz tan perentoriamente como los judíos; necesita la cooperación judía para llegar rápidamente a tener la fuerza que impida un vacío de poder y asegure su independencia. En términos de política internacional, el peligro de esta pequeña guerra entre dos pequeños pueblos es que inevitablemente tienta y atrae a las grandes potencias a inmiscuirse, con el resultado de que los conflictos actuales estallen porque pueden ventilarse mediante combatientes interpuestos”. Por lo tanto, sostenía que “las buenas relaciones entre judíos y árabes dependerán de un cambio de actitud recíproca, de un cambio en la atmósfera reinante en Palestina y Cercano Oriente, no necesariamente de una fórmula”. En relación con las guerras que habían provocado el problema de los refugiados, consideraba que “independientemente de cómo se produjo su éxodo (como consecuencia de la propaganda árabe sobre las atrocidades judías, o de las atrocidades reales, o de ambas cosas), su huida de Palestina, preparada por los planes sionistas de traslados de población a gran escala durante la guerra y seguida por la negativa israelí a readmitir a los refugiados en su antiguo hogar, hizo que la vieja queja árabe contra el sionismo resultara finalmente verdadera: los judíos no pretendían otra cosa que expulsar a los árabes de sus hogares. Lo que había sido el orgullo de la patria judía, a saber, que no se había basado en la explotación, se convirtió en una maldición cuando llegó la prueba definitiva: la huida de los árabes no habría sido posible ni habría sido bien recibida por los judíos si hubieran vivido en una economía común”.

 Buscaba una explicación ante “el fracaso judío y árabe a la hora de ver a un vecino como un ser humano concreto”. En su opinión, una de ellas era que “los judíos están convencidos, y así lo han anunciado muchas veces, de que el mundo —o la historia, o una moralidad de orden superior— les debe una reparación por las injusticias causadas durante dos mil años y, más concretamente, una compensación por la catástrofe de los judíos europeos, que en su opinión no fue simplemente un crimen de la Alemania nazi, sino de todo el mundo civilizado. Los árabes, por otro lado, replican que dos injusticias no hacen una acción justa y que “ningún código moral puede justificar la persecución de un pueblo en el intento de reparar la persecución de otro”.

 Como señala Hannah Arendt, sólo una voz llegó a alzarse en protesta contra el tratamiento israelí de la cuestión de los refugiados árabes. Fue la voz de Judah L. Magnes, quien escribió una carta al director de Commentary en octubre de 1948 invocando su condición de judío y sionista para manifestarse avergonzado por el tratamiento inferido a los refugiados. Sus palabras mantienen plena actualidad: “Es lamentable que los mismos hombres que podrían señalar la tragedia de los desplazados judíos como el principal argumento en favor de la inmigración en masa a Palestina hayan de estar ahora dispuestos, por lo que el mundo conoce, a contribuir a la creación de una nueva categoría de desplazados en Tierra Santa”.

 Fuente: https://www.elcohetealaluna.com/las-predicciones-de-hannah-arendt/


Nota del blog .(1)  Ahí hay error , fue en 1933 ,  En 1932, Arendt ya pensaba en la emigración, pero inicialmente se quedó en Alemania cuando su marido emigró a París en marzo de 1933, y comenzó su actividad política. Por recomendación de Kurt Blumenfeld, trabajó para una organización sionista, estudiando la persecución de los judíos, que estaba en sus comienzos. Su casa sirvió de estación de tránsito para refugiados. En julio de 1933 fue detenida durante ocho días por la Gestapo. y emigró inicialmente a Francia, en 1933. En París, sin papeles, volvió a trabajar para una organización sionista, entre otras cosas, ayudando a jóvenes judíos a huir hacia Palestina. La ciudadanía  se la retiran en 1937 .

                                                                         

 

 

 

 

 

 

 

Níger bajo una perspectiva histórica anticolonial .

                      


Níger bajo una perspectiva histórica anticolonial

 

Fuentes: Rebelión

El actual Gobierno en Níger del Consejo Nacional por la Salvaguardia de la Patria (CNSP) que llegó al poder el 26/07/2023 derrocando al títere aliado de Francia, Mohammed Bazoum, ha llegado con la voluntad de inscribirse en una lucha histórica, la lucha anticolonial después de las Independencias. El neocolonialismo es una realidad. Lo que ahora se está materializando, a través de la Alianza de Estados del Sahel, es una cooperación regional a favor de la soberanía que abre las puertas a otros socios como Rusia y China.

Antes de analizar el caso de Níger y la Alianza de Estados del Sahel es preciso recordar brevemente la Historia de las luchas anticoloniales. Es cierto, esta nueva generación panafricana no ha nacido de la nada. Se inscribe en una larga trayectoria de luchas anticoloniales. Desde la Conferencia de Berlín a finales del siglo XIX, las potencias europeas trataron de repartirse el pastel que representaba el continente africano, porque en aquel entonces ya tenían puesta la mira en sus recursos formidables. Las sociedades africanas habían sido desestructuradas durante siglos, en especial mediante la esclavitud, y la colonización francesa estaba muy consolidada en Argelia. Había planes de colonizar otras regiones: la situación era lo que Lenin analizó como el “Imperialismo, estadio supremo del capitalismo”. En aquella época, al final de la Primera Guerra Mundial, las potencias europeas que salieron victoriosas se repartieron las colonias.

Pero no esperaban que la lucha anticolonial impusiera una resistencia mayor, tan fuerte que llegó a impactar incluso en las sociedades europeas. Aquella resistencia contra la colonización del norte de Marruecos, en particular en la Guerra del Rif, se produjo en Francia y también en España. Se produjeron manifestaciones de oposición ante el envío de tropas españolas. Además, Abdelkrim Al Khattabi lideró una resistencia muy fuerte contra la ocupación, contra la colonización española. Un acontecimiento decisivo fue la Batalla de Annual, que sucedió en agosto de 1921. Aunque desde el punto de vista eurocéntrico se conozca como “el Desastre de Annual”, si adoptamos el punto de vista africano fue un claro ejemplo de victoria anticolonial. Y también fue una lección de que los pueblos africanos podían organizarse, innovando en la estrategia para vencer a las tropas coloniales. Aquella victoria trastocó las cosas hasta el punto de que Francia tuviera que venir en socorro a quien era su competidor, el vecino colonizador que ejercía el Protectorado español en el Norte de Marruecos. ¡Tuvieron que aliarse para derrotar al líder de la guerrilla rifeña!

Luego, después de la Segunda Guerra Mundial, se pasó a otra fase. Cuando se habla de la Liberación del ocupante, del nazismo que ocupó Francia, no se valoran en su justa medida y a menudo ni se recuerda a los combatientes norteafricanos o de otros países africanos colonizados. En realidad, la participación de los soldados de las regiones que fueron colonizadas fue bastante importante. Pero su reconocimiento tras la Liberación no estuvo a la altura. Sobre todo, es muy importante tener en cuenta que una vez que se dio la Liberación en mayo de 1945 hubo inmediatamente una represión muy fuerte en las colonias francesas, es decir, en los espacios que estaban siendo colonizados, como Argelia o Madagascar, produciéndose miles de víctimas. Efectivamente, quienes creían que Francia representaba el progreso frente a la barbarie del nazismo, se despertaron en una realidad muy diferente. Todavía hoy, en Setif, Argelia, aquellas masacres están siendo recordadas con mucha fuerza. Así que, ¿qué sucedió después de la Segunda Guerra Mundial? ¡Pues que la lucha anticolonial siguió!

Esa lucha dio nacimiento al Frente deLiberación Nacional (FLN) argelino en noviembre de 1954, que fue la materialización de décadas de sufrimiento del pueblo argelino bajo la colonización. Los crímenes del colonialismo deben ser traídos a la memoria, porque salen completamente de la concepción de lo que es la humanidad, porque el colonialismo es brutal: lo fue y lo sigue siendo como lo estamos viendo en otros escenarios. Es algo que debe ser denunciado y recordado. Hubo la resistencia anticolonial del Frente de Liberación Nacional argelino hasta que consiguió derrotar el colonialismo francés en 1962. Así culminó la progresiva desaparición del imperio francés, que junto al imperio británico habían estado configurando la realidad políticamentea nivel mundial. En aquel entonces desde 1946 se produjo también la Guerra de Indochina, que como sabemos se prolongó en la de Vietnam hasta 1975. Fue una continuidad entre el colonizador francés y quien iba luego a tomar el relevo, el imperio estadounidense.

Volvamos a la cuestión de las independencias africanas. Es cierto que fue en Guinea donde el líder sindicalista SekouTouré le dio una bofetada histórica, estratosférica, a los planes de Francia. Touré dijo que “No”. No quería sumarse a los planes de la Comunidad francesa, que era el plan neocolonial después de las Independencias. Es decir, “No” al plan de establecer unas independencias puramente nominales, o formales. Y no era simplemente una percepción suya. SékouTouré no fue el único que rechazó la Independencia sometida a acuerdos neocoloniales, sino que había la misma conciencia en otros lugares de África del Oeste, en particular en Níger, que es el caso que yo estudio en mi libro (“Níger: ¿Otro golpe de Estado o la Revolución panafricana?”). Efectivamente, DjiboBakary era un líder de la región y también tenía previsto rechazar los acuerdos neocoloniales en Níger.

A veces cuando se habla de neocolonialismo, cierto discurso de propaganda lo presenta como si fuera algo artificial, como si fuera pura retórica. No, nada de eso. Aquellos acuerdos coloniales tenían un significado muy preciso. En mi libro analizo un documento que se llama los acuerdos de Defensa 1960-1961, que vale la pena citar por su interés. Fueron acuerdos suscritos entre Francia y los nuevos Estados africanos: “Las partes contratantes deciden cooperar en el ámbito de los materiales de defensa: hidrocarburos líquidos y gaseosos, uranio, torio, litio, berilio, sus minerales y compuestos”. Sin embargo, eso no era solo a nivel de cooperación, a nivel de la defensa, en realidad se estaba estableciendo una relación de privilegio en la venta de las materias primas estratégicas hacia el antiguo amo colonial que era Francia. Es decir, dejaban a los nuevos países dependientes, con las manos y los pies atados por completo. Además, se limitaba la exportación. Se prohibía que se exportase a otros países, es decir, se impedía la cooperación libre de los nuevos Estados africanos con otros socios. Evidentemente, en aquella época debían estar pensando en la Unión Soviética, en el bloque llamado socialista. Se trataba más bien de atraerlos hacia el mundo capitalista.

Como decía DjiboBakary, el líder de Níger que tenía previsto seguir los pasos de SekouTouré, aquel plan estaba “impregnado de imperialismo”. En realidad, Francia saboteó completamente aquella resistencia anticolonial, especialmente distribuyendo masas de dinero. Y también enviando tropas que venían desde Argel hasta Niamey, tropas francesas, pero también africanas, que habían participado en la represión brutal en Argelia. Así que el referéndum que en aquella época pudo haber dado a Níger una situación de verdadera independencia fue saboteado. El resultado fue el “Sí” mediante la injerencia francesa, una injerencia que está documentada por un historiador holandés que se llama clase Klas Van Rawel –y también hay otro investigador que cito en mi libro, Tomas Borrell–, quienes explican cómo fue un escrutinio completamente trucado. Eso provocó que 40 000 campesinos de Níger huyeran hacia Nigeria. Y provocó también varios años de muertes y dramas en Níger, puesto que hubo una lucha armada que se desató en aquella época, que fue finalmente derrotada hacia mediados de la década de 1960.

Pasemos a los años 70: lo que sucedió en Níger a finales de la década anterior fue el descubrimiento del yacimiento de uranio, que era –y sigue siendo– una materia prima estratégica que le interesaba mucho a Francia. En Níger, desde principios de los años 70 hasta 1979, la explotación de uranio se multiplicó desde el 9% hasta el 70% de las exportaciones. Ahora bien, la cuestión es, como explico en el libro: ¿Qué representó la explotación del uranio para la economía y para los pueblos de Níger? Bueno, en aquella época hubo una tentativa de reforzar el papel del Estado, se crearon algunas empresas nacionales públicas. Los ingresos por el uranio pudieron haber beneficiado a los pueblos…sin embargo, cuando en 1974 el régimen de Diori trató de renegociar el precio del uranio, sufrió un golpe militar. Entonces en aquel momento ya se impidió a Níger poder hacer uso de aquellos ingresos, puesto que estamos hablando de una materia prima con mucho valor. Se le impidió a Níger desarrollarse, porque cuando estamos hablando de la cuestión del desarrollo en África, siempre hay que tener en cuenta esta relación entre la explotación de los recursos y la injerencia. Si analizamos bien la historia, vamos a ver diferentes momentos de la historia en la cual se han repetido estas injerencias.

Después del fracaso de aquella tentativa de renegociar el precio del uranio, los años 80 fueron los de la deuda. Se trató de imponer unas políticas de desmantelamiento del Estado a través del Fondo Monetario Internacional, que el capitalismo impuso por la relación de fuerzas que había. Se trataba de que se redujera lo que se considera “el gasto público” de los Estados, desde el punto de vista del capitalismo. Y aquella fue la historia en los años 80, que no permitió avanzar a muchos países en la soberanía y el desarrollo. A principios de los años 90 hubo un proceso de participación democrática en Níger, como consecuencia de las luchas que se dieron contra las políticas económicas del FMI. Son luchas sociales que han sido silenciadas; se conocen poco, y habría que estudiarlas más. En 1991 hubo una vuelta a una forma de democracia. Sin embargo, se quedó más que nada en palabras, porque en aquella década las políticas neoliberales del FMI continuaron sin ser cuestionadas realmente. Así que hubo un proceso que se puede trazar claramente, que consistió en desmantelar el Estado. Y con ello, impedir la voluntad de los nigerinos de poder tener servicios de calidad, con lo cual el pueblo podría salir de una situación de miseria.

Ahora quisiera citar algunas cifras de Níger, que es el tema principal de mi libro, tenemos que comprender que las cifras actuales de extrema pobreza son de alrededor del 42%. Cuando ponemos esto en relación con la explotación del uranio y de otras materias primas en este país y en esta zona, no podemos evitar hacernos la pregunta: ¿Cómo puede ser? ¿Cómo puede ser que, con tanta riqueza, con un nivel de exportaciones tan importante, esto no se traduzca en una mejora de la población, de la situación de las personas? Cuando hablaba de la privatización que se profundizó en Níger en los años 90, esto también se refleja en cifras que yo analizo en mi libro. Ya que, a pesar de tener sus empresas públicas, estas han estado sometidas a un proceso de desmantelamiento de privatización. Primero, la electricidad: si hablamos del servicio de la electricidad en Níger, no se llega al 10% de la población con acceso a la electricidad. Y eso se reduce en las zonas rurales, porque la electricidad no llega ni siquiera al 1% en las zonas rurales. Segundo, el agua: es otro recurso en Níger, que Níger tiene potencialmente debido al paso del río Níger, que es el tercero en importancia en África. Bueno, el acceso al agua ha estado al 85% en manos privadas. Esto ha sido hasta hace poco: el 51% le pertenecía a Veolia, empresa multinacional francesa. Y luego 34% estaba en manos de actores privados nigerinos. Es decir, que una vez más el acceso al agua no era algo garantizado. Tercero, las comunicaciones. Si ponemos el ejemplo de la red ferroviaria, una vez más encontramos a un actor conocido, el Grupo Bolloré, que es una multinacional francesa que, por cierto, ha sido condenado por la Corte Suprema de Benín, el país al sur de Níger porque hubo un proyecto transfronterizo de red ferroviaria que le interesaba a los franceses…Sin embargo, en Benín se condenó a Bolloré porque no se había gestionado ese contrato de manera legal.

Además de un capítulo que es una investigación sobre los efectos de la privatización en el pueblo nigerino, en mi libro también hay otro capítulo que analiza la historia desde el punto de vista de las materias primas, es decir, de los grandes intereses económicos. Por un lado, hay la lucha de clases que, como estaba explicando, por razones históricas las luchas sociales no pudieron detener la ofensiva neoliberal contra los servicios públicos. Y por otro lado hay los grandes proyectos de infraestructura y la historia que cuentan las materias primas. Hay que partir del hecho de que estos 3 países, Malí, Níger y Burkina Faso, tienen todavía una débil diversificación de la economía. En el caso de Mali, hasta hace poco el oro alcanzaba la cifra del 75% del ingreso nacional por exportaciones. Solamente una materia prima como el oro. Además, en gran parte son economías todavía informales de alrededor del 60%. Yo afirmo que el sector secundario ha sido destruido, ya que ha habido planes que han dado este resultado. ¿Cómo dirán que no se han podido crear las condiciones para crear la industria? En realidad, ha sido la voluntad de actores como el FMI y de la antigua potencia colonial. No, no podemos considerar que 60 años después de las Independencias no se haya industrializado esta región. Algunos responderán simplemente, con alguna idea fantasiosa de que los pueblos africanos no pueden o no sean capaces de hacerlo. No, no es así. Y eso lo demuestro en mi libro al hablar del otro tipo de cooperación que existió con la Unión Soviética y que ahora Rusia está reactivando.

Pero volvamos a la cuestión de las materias primas. En Níger hay el río Níger, tercero en importancia en África. Hay un proyecto de infraestructura, la presa hidráulica de Kandadji, que fue concebido hace décadas para reducir la dependencia en materia energética de Níger. Con él, se multiplicaría por 2 la producción eléctrica. Sin embargo, no ha habido la voluntad o la capacidad de poner en marcha ese proyecto por intereses que habría que analizar con detalle. Este hecho pone en entredicho la cooperación que ha sido dominante desde la Independencia, es decir, la cooperación con Francia o con los países europeos. No se comprende que proyectos de infraestructura de desarrollo tan importantes no se hayan materializado todavía. Seguramente ahora se podrán materializar, una vez que países como Níger, Burkina Faso, Mali han echado a la antigua potencia, confirmando que ejercía una injerencia en el Sahel contraria a sus intereses. Ya se están anunciando diferentes pasos en esa dirección. Entre los proyectos importantes no solo hay la presa, sino también está el descubrimiento de petróleo, puesto que Níger no disponía de este recurso hasta hace poco. Fue a partir del Gobierno de MamadouTandja -quien fue derrocado por un golpe militar, no por casualidad-, cuando hubo la voluntad clara de diversificar los socios de Níger para avanzar en la explotación del petróleo. Desde el 2009-2010 se creó esta conciencia de que los yacimientos de petróleo podrían darle ingresos significativos a Níger. La exportación del petróleo de Níger estaba prevista que fuese a través de Benín, a través del que sería “el mayor oleoducto de África”. Representaría un ingreso de alrededor de más de 4000 millones de dólares, lo cual es 1/4 parte del producto interior bruto.

Es evidente que hay un problema si vemos que Níger tiene formidables recursos, y que al mismo tiempo ha sido uno de los países más empobrecidos del planeta hasta ahora. Mi libro nace de esa realidad, de poner en relación esos dos elementos, y tratar de que el lector me acompañe en mi hipótesis. Me pregunto ¿Por qué? ¿Cuál es la relación entre esos dos elementos? Entre la extrema pobreza del 42% en un país como Níger y esos recursos tan formidables, por ejemplo, es uno de los principales productores de uranio a nivel mundial. Estamos hablando de una materia prima estratégica que permite a un país como Francia presentarse como “soberano” en el plano energético gracias a sus centrales nucleares. Hay una relación entre esos dos factores que yo califico como una relación en la cual hay cómplices y culpables.

El actual Gobierno del Consejo Nacional por la Salvaguardia de laPatria (CNSP) que llegó al poder el 26/07/2023 derrocando al títere aliado de Francia, Mohammed Bazoum, ha llegado con la voluntad de inscribirse en una lucha histórica, una lucha anticolonial después de las Independencias. El neocolonialismo es una realidad, y lo que ahora se está materializando, a través de la Alianza de Estados del Sahel, es una cooperación regional que abre las puertas a otros socios como Rusia y China.

Contrariamente a lo que afirma la propaganda de la OTAN, o la propaganda de los medios hegemónicos…según ese punto de vista, tanto Rusia como China serían “los nuevos colonizadores”. Mi libro también da argumentos contra esa idea. En primer lugar, si no ha habido desarrollo hasta el día de hoy en estos países africanos, a pesar de tener tantos recursos, ha sido por dos factores. Uno es la corrupción, evidentemente. Ahora las nuevas autoridades nigerinas han creado un organismo de lucha contra la corrupción (COLDEFF) y –además de las personas que han huido el país- ya se están sacando e investigando todos los asuntos de delincuencia económica y fiscal que ha habido estos años. La otra razón que analizo proviene de una conversación que tuve con el antiguo consejero presidencial de Uganda. Ha sido un hombre que ha trabajado con las comunidades campesinas en diferentes países africanos como Zimbabwe. Se ha especializado en cuestiones del desarrollo, ha escrito un libro que se llama “El comercio es la guerra”. Es un autor ugandés de origen hindú llamado YashTandon, quien explica algo que considero muy importante. Un factor es la corrupción, pero el otro es el que analiza Tandon. Se trata del tipo de cooperación que había sido privilegiado históricamente, que, en lugar de favorecerla, impedía la transferencia tecnológica a nivel mundial. El derecho al desarrollo de los países del sur es una cuestión importante. Su derecho a poder tener libertad de crear y desarrollar su propia tecnología. No es sencillo de resolver, puesto que existe el problema de las patentes que han sido progresivamente introducidas por el entramado de actores del neocolonialismo. YashTandon explica que una cooperación diferente fue posible en el pasado. La Unión Soviética, por ejemplo, permitió una transferencia tecnológica sin patentes. De esa manera se podía imitar la tecnología, y es así como hubo un proceso de industrialización en algunos países africanos, que luego fue interrumpido por la ofensiva neoliberal. La historia de las relaciones soviéticas con el continente africano nos permite comprender mejor la actualidad.

Hace poco se ha firmado un proyecto de cooperación entre la Universidad de San Petersburgo en Rusia y 42 universidades africanas. Es una cooperación ruso africana, cuyo objetivo es precisamente la capacitación de los estudiantes africanos en cuestiones de desarrollo y tecnología. Así que cuando oigan esa propaganda que dice que Rusia y China sería nuevos colonizadores, habría que responder en base a un análisis de los hechos con detalle. Tanto Rusia como China no están detrás de estos países manejando los hilos, sino que están a su lado, apoyándoles en la lucha por su soberanía.

Evidentemente, en las relaciones internacionales lo que priman son los intereses. Pero existe la posibilidad de que esos intereses se basen también en un respeto mutuo, en la medida de lo posible. Sin ser ingenuos, los países africanos que están en una nueva dinámica de integración regional panafricana, tienen esta conciencia y esta idea clara: son conscientes de que la situación de “nueva Guerra Fría” les ofrece nuevas posibilidades. Primero, resolver por sus propios medios el problema de la seguridad en la en la zona, en la triple frontera. Segundo, la Alianza de Estados del Sahel no solo contempla una alianza a nivel militar defensiva, lo cual es algo crucial, sino que también plantea el desarrollo de una unión monetaria y económica. Y eso significa que estamos ante un momento histórico del panafricanismo.

Alex Anfruns es escritor y profesor. Autor del libro Niger: ¿Otro Golpe de Estado o la Revolución Panafricana? Durante 4 años publicó junto con Olivier Ndenkop el mensual Journal de l’Afrique. Se especializa en la historia del derecho al desarrollo en América Latina y en África. Ha participado como analista político en la cadena Telesur, Rusia Today en español y AbyaYala TV. Después de haber residido en España, Francia y Bélgica, actualmente ejerce como profesor en Casablanca, e investiga sobre los vínculos temáticos entre la literatura hispánica y árabe y sobre el derecho al desarrollo desde una perspectiva histórica panafricana.

https://rebelion.org/niger-bajo-una-perspectiva-historica-anticolonial/


 y ver   ..

https://rebelion.org/niger-bajo-sanciones-neocoloniales/

sábado, 23 de diciembre de 2023

La sombra de los cuadernos negros .

 A la oscurísima luz de los Cuadernos negros

 

Por Salvador López Arnal

 | 23/12/2023  

Reseña de Naufragio de un profeta. Heidegger hoy (Laetoli, 2022), de François Rastier, traducción de Elena del Amo

Cuatro pinceladas sobre un ensayo (muy francés) que exige concentración y merece lectura, estudio y apuntes, ensayo que toma pie en la edición reciente de los Cuadernos Negros heideggerianos. En su nota a la edición española observa Rastier: “Es para mí un honor y un placer ver publicado en español este libro que tal vez fue el primero que reconsideró en Francia la obra de Heidegger [9 millones de menciones en sitio web académico según Rastier] a la oscura luz de los primeros Cuadernos Negros.”

 Conviene recordar también su advertencia: “Después de miles libros dedicados a Heidegger, no me ocuparé de introducir una vez más su pensamiento, siquiera sea en forma divulgativa. Por otro lado, sería prematuro, pues sus archivos permanecen inaccesibles a los investigadores y la publicación de sus obras se halla inacabada y se lleva a cabo, además, sin garantías filológicas, pues los editores han suprimido frases bochornosas, propuesto fechas dudosas e incluso engañosas, y mantenido un orden de edición errático, con una lentitud calculada, en una publicación póstuma prolongada ya durante cuatro décadas” [los énfasis son míos].

 Dedicado a la memoria de Primo Levi, Naufragio de un profeta es un libro que no debe pasar desapercibido a cualquier lector interesado sobre las vinculaciones de Heidegger con el nazismo. En el siguiente sentido: la filosofía de Heidegger, para algunos el más importante filósofo del siglo XX, el Maestro por antonomasia, ¿es independiente del compromiso político con el nacional-socialismo del autor de Sein und Zeit? La respuesta de François Rastier es negativa. “Desde un artículo de Herbert Marcuse en 1934, el carácter nazi de la filosofía heideggeriana ha sido objeto de numerosos análisis tan penetrantes como intempestivos en los que se han querido ver “affaires” heideggerianos. Con la publicación de los Cuadernos negros, en los que Heidegger llevó un diario de pensamiento entre 1930 y 1970, los análisis vilipendiados comienzan a recibir del propio Maestro confirmaciones póstumas pero irrefutables que crean confusión entre sus discípulos”. (27)

Su perspectiva y sus referentes: “Jamás he podido leer a Heidegger y a sus apologistas sin un malestar que no tiene nada de existencial mientras mientras tantos otros autores ilustres se encomendaban a él, desde Sartre hasta Bernard-Henri Lévy, desde Foucault hasta Derrida, desde Jean-Luc Marion hasta Finkielkraut. Si para estudiar el lenguaje heideggeriano pude contraer una deuda con Adorno, Bourdeau o Meschonnic, el libro capital de Emmanuel Faye [Heidegger. La introducción del nazismo en la filosofía] y más tarde su apoyo personal me estimularonm a leer con independencia para articular mi análisis.” (12)

 Un apunte sobre el autor, poco conocido en nuestro país: “François Rastier (Toulouse, 1945) es lingüista, director de investigaciones en el CNRS. Discípulo de A-J. Greimas, es especialista en semántica de la interpretación y su proyecto intelectual se sitúa en una semiótica de las culturas. Entre sus libros traducidos al castellano: Semántica interpretativa (2005), Ulises en Auschwitz. Primo Levi, el sobreviviente (2016), La creación artístitica (2017). Laetoli ha anunciado la publicación de Heidegger, mesías antisemita. Lo que revelan los Cuadernos Negros.

 Tres comentarios para incitar a la lectura:

 1. A medida que los escritos publicados, señala Rastier, poco a poco aclaran su carácter radicalmente nazi y antisemita (el autor enfatiza sobre todo esta arista del pensamiento heideggeriano), “las dudas se despejan sin perturbar todavía a una candidez casi universal, pero lo bastante claramente como para penetrar en los grandes medios de comunicación, donde se topan con otras cuestiones de actualidad como el auge de la extrema derecha, los radicalismos y el resurgimiento sangriento del antisemitismo” (19).

 2. Heidegger, señala Rastier, continúa siendo celebrado como un profundo pensador de la técnica y abundan las referencias elogiosas en la filosofía más reciente. “¿Pero pensar es condenar absteniéndose de toda distancia crítica? Formado en una época en la que la filosofía académica temía ser desposeída de sus objetos por las ciencias, Heidegger vuelve a las tradiciones escolásticas de la historia del Ser y de la diferencia ontológica, pero para hacer el vacío en el proyecto anti-humanista de eliminar la ética y la antropología filosófica, pero también las ciencias sociales, con la diversidad de culturas y lenguas (el alemán basta para decir y pensar todo)…” (24)

 3. Rastier no reduce al antisemitismo el alcance de los Cuadernos negros (como hacen las obras de Di Cesare y de Trawny). Las confirmaciones que aportan los Cuadernos negros para el autor, “no se refieren solo a los temas antisemitas, sino también a la relación de la filosofía heideggeriana con el nazismo, elogiado por su barbarie: “El nacionalsocialismo es un principio bárbaro. Eso es lo esencial y su grandeza potencial”. Solamente la filosofía (la de Heidegger) permite evitar una posible desviación. “El nacionalsocialismo no puede ser jamás el principio de una filosofía, pero siempre debe ser situado bajo la filosofía en calidad de principio”.” (146).

 Para futuras reediciones: convendría incluir un índice nominal y aligerar el decir, excesivamente alambicado, del autor en determinados pasajes (asunto que, por supuesto, no depende de Laetoli).

 Por razones de desconocimiento, casi incomunicación, de áreas lingüísticas próximas, no hay en la bibliografía del ensayo referencia alguna a dos importantes estudios sobre Heidegger en castellano: el de Manuel Sacristán de 1959 (reeditado en Crítica, 1995) y el reciente Nicolás González Varela (en Montesinos).

 https://rebelion.org/a-la-oscurisima-luz-de-los-cuadernos-negros/

martes, 19 de diciembre de 2023

Franco y los artífices del odio .

                                                                       


Sobre antisemitas, antimasónicos y antibolcheviques

 

Por Salvador López Arnal

| 16/12/2023 |  

( Reseña de Arquitectos del terror. Franco y los artífices del odio (Debate, 2021), de Paul Preston, traducción de Jordi Ainaud i Escudero )

 

Nuevo paseo de Paul Preston, siempre muy documentado, por el corazón de nuestras peores tinieblas. Libro dedicado a los historiadores Francisco Espinosa Maestre y Ángel Viñas, ni el título –Arquitectos del terror– ni el subtítulo –Franco y los artífices del odio- son exagerados. Porque fue eso: barbarie, impiedad, odio y terror (En una carta a Mola de julio de 1937, Juan Yagüe, ministro del Ejército del Aire con Franco, comentaba: “Soy optimista […] La juventud está en la calle y matan y mueren por sus ideales; terminarán triunfando los mejores, los más fuertes, los más valientes y estos gobernarán con autoridad por haber escalado los puestos con valor y sangre”).

 Componen este ensayo del gran hispanista e historiador inglés un prólogo, ocho capítulos, las notas, la bibliografía, los agradecimientos y un muy útil índice alfabético (más una selección de fotografías, p. 288 y ss, que no hay que pasar por alto).

 A grandes rasgos, señala el autor en el prólogo, el libro trata “de cómo las noticias falsas contribuyeron al estallido de una guerra civil”. Retoma aquí las cuestiones planteadas por él mismo en El holocausto español, ampliando especialmente el segundo capítulo: “Teóricos del exterminio”. En un país con una ínfima presencia de judíos (unos 6 mil calcula Preston en 1936) y un número poco mayor de masones, “resulta sorprendente que una de las justificaciones fundamentales de una guerra civil que se cobró la vida de medio millón de españoles fueran los supuestos planes de dominación cultural de lo que se dio en llamar “el contubernio judeo-masónico-bolchevique”.

 En todo caso, Arquitectos del terror no es propiamente una historia del antisemitismo ni de la antimasonería en España. Tampoco del contubernio. El libro “adopta la forma de estudios biográficos de los principales individuos antisemitas y antimasónicos que propagaron el mito del contubernio y de los personajes centrales que pusieron en práctica los horrores que dicho mito justificaba”. A ellos se dedican seis capítulos; dos capítulos más “abordan cuestiones de contexto relativas a Franco y su círculo, y su convicción de la existencia de tal contubernio”.

 El primero de ellos, “Fake news y Guerra Civil” examina la relación entre el general golpista y el contubernio. Analiza los motivos que explican su ferviente adopción y posterior aplicación de la idea. “Los personajes clave son su cuñado y mentor político, Ramón Serrano Suñer, el psiquiatra Antonio Vallejo-Nájera y el pediatra y profesor universitario Enrique Suñer Ordóñez”.

 El segundo capítulo, “El policía”, trata de Mauricio Carlavilla, “uno de los propagandistas más desagradables del contubernio”. De uno de sus libros, llegaron a venderse unos cien mil ejemplares. Corrupto, fue “un elemento clave en el intento de asesinar al presidente del gobierno democrático Manuel Azaña”.

 El tercer capítulo, “El sacerdote”, analiza la vida del padre Juan Tusquets. Entre los fieles lectores de sus ensayos sobre el contubernio: Franco y Mola. Activo propagandista de la sublevación militar de 1936, su praxis es una demostración de la falaz idea, extendida entre la historiografía nacionalista y en la cultura del nacional-secesionismo, que la guerra civil española no fue una contienda que se libró “para anular las reformas educativas y sociales de la Segunda República democrática y para combatir su cuestionamiento del orden establecido” (así lo señala Preston), sino una guerra de España (sin más matices) contra Cataluña (con ausencia también de ellos).

 El cuarto capítulo, “El poeta”, tiene como protagonista a José María Pemán, uno de los principales propagandistas de las bondades de la dictadura del general Primo de Rivera. Se erigió en orador público oficial de los generales sublevados. Tras la derrota del nazismo, “se transformó en la cara moderada del régimen franquista. Reescribió con diligencia su pasado radical y fue honrado por el rey Juan Carlos, I”. La deconstrucción de Preston del personaje es excelente, deslumbrante en muchas ocasiones. “Como hemos visto, en Cádiz, la derecha local sigue venerando a José María Pemán, no como el artífice del odio que, sino como un paladín de la reconciliación. Así perviven las mentiras.”

 El quinto capítulo, “El mensajero”, se centra en un aristócrata y terrateniente, Gonzalo de Aguilera, conde de Alba de Yeltes (“Un terrateniente de la aristocracia con tierras en la provincia de Salamanca se jactó ante unos extranjeros de que, el día en que había estallado la Guerra Civil, había hecho que sus trabajadores se pusieran en fila, había escogido a seis de ellos y les había pegado un tiro para escarmiento de los demás”). Los que estuvieron a su cargo “estaban fascinados por su idea de que la represión no era más que una labor de reducción periódica y necesaria de la clase obrera”. Los pasajes finales del capítulo narran una tragedia familiar de dimensiones shakesperianas.

 El sexto capítulo, titulado “El asesino del Norte”, entre los más logrados en mi opinión, se centra en el general Emilio Mola. Oficial africanista (sus memorias “sobre su experiencia de combate se recrean en el salvajismo”), su convencimiento “de la existencia del contubernio explica el entusiasmo con el que supervisó el asesinato de miles de civiles como jefe de Estado del Norte” (Duelen leer estas líneas de Preston: “La conspiración se vio facilitada por la complacencia del Gobierno ante las repetidas advertencias. El director general de Seguridad, José Alonso Mallol, trabajaba para combatir el terrorismo falangista y vigilar las actividades de los oficiales hostiles. En mayo entregó a Azaña y Casares Quiroga una lista de más de quinientos conspiradores que, según él, debían ser detenidos de inmediato. Temerosos de las posibles reacciones, Azaña y Casares no actuaron. Mallol señaló con el dedo a Mola, pero nada se hizo al respecto. Poco después de que Casares fuera nombrado presidente del Gobierno, hizo caso omiso de la información que le proporcionó el comunista navarro, Jesús Monzón, que indicaba que los carlistas estaban haciendo acopia de armas”).

 El séptimo, “El psicópata del sur”, el que más ha impresionado a este lector, está dedicado al general Gonzalo Queipo de Llano y, por supuesto, pone los pelos de punta. No se pierdan detalle. Uno de los salvajes arquitectos del terror más destacados y más corruptos. “A modo de virrey el Sur, supervisó la brutal represión en Andalucía occidental y Extremadura, que llevó a la muerte a más de cuarenta mil hombres y mujeres, además de enriquecerse gracias a la represión”. Preston lo “despide” con estas palabras: “Queipo murió el 9 de marzo de 1951. Franco no se dignó a asistir al funeral, sino que envió en su lugar al ministro del Ejército, Fidel Dávila. El hombre que había presidido el asesinato de decenas de miles de andaluces fue enterrado vestido de penitente de la Cofradía de la Virgen de la Macarena. Mentiroso, traidor y asesino, no hay motivo para sospechar que se arrepintiera ni hiciera penitencia de ninguno de sus actos.”

 El octavo capítulo, “La guerra interminable”, relata cómo Franco y su círculo íntimo (Serrano Suñer, Carrero Blanco, Giménez Caballero) continuaron propagando la noción de contubernio. El antisemitismo de Franco, clave en su relación con Hitler, sobrevivió a la derrota del Reich e incluso muchos años después. “El discurso antisemita siguió estando omnipresente en España mucho después de la muerte de Franco. Su éxito comercial más espectacular fue el enorme y fantástico tratado de Fernando Sánchez Dragó Gárgoris y Habidis. Una historia mágica de España, publicado por primera vez en 1979. Entre sus muchas ideas curiosas sobre la relación entre España y los judíos, se encuentra la extraña tesis de que los propios judíos fueron responsables del Holocausto.”

 A excepción de Mola, muerto en 1937, y de Franco y Carlavilla que nunca vacilaron en su antisemitismo, la mayoría de los citados “recurrieron a mentiras e invenciones para reescribir su comportamiento anterior”. Desmontar sus falsedades es otro de los objetivos fundamentales del libro de Preston, un ensayo que se lee, además, como una buena novela.

 El autor (o el traductor) usa en ocasiones la expresión “regulares moros” (o afines) y también “izquierdistas” por ciudadanos de izquierda. Debería corregirlas en futuras reediciones.

 “Para viajar lejos no hay mejor nave que un libro”. Con esta frase de Emily Dickinson se cierra el libro de Preston. Para viajar a momentos de nuestra historia tan presentes en nuestro presente este libro es imprescindible.

https://rebelion.org/sobre-antisemitas-antimasonicos-y-antibolcheviques/

domingo, 17 de diciembre de 2023

‘Lawfare" urbano en Barcelona .

                                                                                    


 ‘LAWFARE’ URBANO Y ATAQUE A LO PÚBLICO

Josep  María  Montaner .

Extracto del libro 'Lawfare urbano. Ofensiva judicial contra la Barcelona de Ada Colau' (Icaria, 2023) que denuncia cómo funcionan las querellas judiciales para frenar los proyectos municipales de transformación ecológica y social

.Desde la diversidad de la izquierda no se pueden minusvalorar los efectos negativos del lawfare y de las fake news, ya que en algunos casos han alcanzado algunos de sus objetivos. Consiguen que algunos renuncien, obstaculizan proyectos, imponen una agenda y un vocabulario reaccionarios y retrógrados y, en definitiva, han propiciado un avance de la ultraderecha.

 Hoy los efectos son visibles a través de la mayor presencia de manifestaciones, testimonios y símbolos fascistas en esta expansión de la guerra judicial (lawfare) y en las mentiras (fake news) transmitidas en algunos canales de televisión y algunos medios, tanto explícitamente reaccionarios como en los mainstream. Parafraseando a Voltaire, que escribió que “el último grado de perversidad es hacer servir las leyes para la injusticia”, en relación a las tácticas de la extrema derecha hoy podríamos establecer que “el último grado de perversidad es hacer servir la democracia para dinamitarla”.

 Toda esta presión mediática tiene sus efectos: por la insistencia en crear percepción de inseguridad y violencia; por fomentar el individualismo y el “sálvese quien pueda”; por intentar desprestigiar a ciertas ciudades innovadoras —tal como se intenta hacer infundadamente con Barcelona—, y por querer favorecer a ciertas multinacionales, como las de los taxis privados o las compañías de seguridad.

 Los objetivos del lawfare, a cualquier escala, son los de la sacralización del ámbito privado y del mundo empresarial. Para ello es necesario desacreditar la gestión pública, ponerle todas las trabas posibles para que se ralentice o no consiga los objetivos que se habían decidido democráticamente. Además, este laminar el prestigio de lo público tiene un fin ulterior: si la administración no funciona bien, no tiene sentido pagar impuestos. Por lo tanto, siguiendo el dictado conservador y de la extrema derecha, que se reduzcan los impuestos. Y por ello, es tan perverso el lawfare que promueven aquellos políticos, técnicos y expertos que estuvieron en la administración y han conocido unos mecanismos administrativos que ahora quieren entorpecer.

 En el caso de Barcelona, todas las querellas son en reacción a las medidas introducidas para mejorar la ciudad

En el caso de Barcelona y el lawfare urbano, todas estas querellas han sido y son siempre reacción a las medidas introducidas para mejorar la ciudad —acceso a la vivienda, calidad del espacio público, menos tráfico, menos contaminación, etc.—, demostrando claramente que el Ayuntamiento ha tomado la iniciativa, aunque los antiguos poderes no se resignen a aceptar que ya no tienen tantísima influencia y acceso directo a la gestión municipal como antes.

 La mayoría de estos casos de lawfare han tenido y tienen un doble objetivo, aunque no se ganen: difamar al gobierno municipal y a su alcaldesa, y demorar lo máximo los planes y proyectos urbanísticos. Tal como ha sucedido en casos ya citados, como la Reforma del Plan General Metropolitano de Gracia, la Superilla Barcelona o las obras de la remodelación de la Via Laietana, aunque en ningún caso se han conseguido parar.

 Sin embargo, esta ofensiva judicial, aunque no consiga sus objetivos finales, sí que consigue, en algunos casos, retrasar los procesos administrativos y, además puede llegar a amedrentar a las personas de la administración, ya sean políticos o sean funcionarios. Con ello, la gestión municipal se hace aún más lenta. Al exceso de protocolos, medidas y reducciones decretadas en el 2012 por el gobierno del Partido Popular, con el Decreto-Ley, de 25 de junio, de medidas urgentes para la contención del gasto público y la adaptación del funcionamiento de los servicios públicos, y con el Real Decreto-ley 20/2012, de 13 de julio, de medidas para garantizar la estabilidad presupuestaria y de fomento de la competitividad, ahora se suma el plus de lentitud por las querellas que frenan procesos de licitación y proyectos urbanos. No solo son mecanismos de la antipolítica y de la reducción de la democracia, sino que tienen por objetivo ir desgastando y desprestigiando la gestión pública y su sistema de tasas y pago de impuestos.

(............)

Por suerte, podemos afirmar que todos estos ataques judiciales, a pesar de poner continuamente zancadillas, han terminado intensificando la coherencia y los objetivos de la institución municipal, aumentando la precisión para todos los trámites y reforzando la voluntad y la responsabilidad para consolidar y aumentar las capacidades, los campos sociales de actuación y las competencias.

 Hoy recursos, mañana leyes .

Y es que a pesar de esta carrera de obstáculos en que se ha convertido la gestión municipal en Barcelona, se demuestra que quien ha planteado los conceptos hegemónicos, como escribiría Antonio Gramsci, es el Ayuntamiento de Ada Colau: por las reacciones rabiosas y sistemáticas que genera, porque la mayoría de medidas municipales las va legislando y promoviendo la Generalitat de Catalunya; y porque cada una de ellas (superilla, servicios sociales, mediación en los desahucios, atención a la salud mental, alojamientos de proximidad provisionales, política de vivienda…) va ganando reconocimiento y premios alrededor del mundo.

 La influencia que las medidas adoptadas en Barcelona están teniendo en otros países y ciudades es notoria

De esta manera, no solo estos proyectos no se han conseguido frenar, sino que algunas de estas medidas tan polémicas para algunos, y tan en sintonía con nuestros tiempos, han sentado precedente en leyes, normativas y proyectos. Muchas de las medidas sociales, en relación a la vivienda, contra la contaminación o a favor del espacio público propuestas en Barcelona han sido replicadas en otros municipios catalanes y por la misma Generalitat de Catalunya. La Zona de Bajas Emisiones ha sido reconocida por el Ministerio de Transición Ecológica del Gobierno español como modelo a seguir en las ciudades de todo el Estado. La norma del 30 % de vivienda asequible ha sido incluida en la nueva Ley del Derecho a la Vivienda del actual gobierno, aún pendiente de aprobación cuando se redacta este libro.

La influencia que las medidas adoptadas en Barcelona están teniendo en otros países y ciudades es notoria. Por ejemplo, el gobierno de Japón se inspiró en las medidas tomadas en Barcelona contra los apartamentos turísticos ilegales gestionados por Airbnb, para reducir drásticamente en el 2018 el número de apartamentos turísticos, pasando de los 62.000 que tenía Airbnb a unos 13.800. Y en cualquier texto sobre Airbnb y el problema urbano y social de los apartamentos turísticos, Barcelona, junto a Ámsterdam, París y Nueva York, es una de las ciudades más citadas por sus medidas de control y regulación.

 Los movimientos urbanos de resistencia a la turistificación de los barrios más monumentales de Atenas han planteado el Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (PEUAT) de Barcelona como modelo alternativo de referencia a seguir. Y tanto las dos superillas realizadas —la del Poblenou y la de Sant Antoni, que han servido de prototipo y prueba—, como el proyecto global Superilla Barcelona, con sus ejes y plazas verdes en las intersecciones de las calles, han sido reconocidas por la ONU como un ejemplo de cómo las ciudades pueden combatir la crisis climática.

 Con motivo de la cumbre de ciudades en Buenos Aires en octubre del 2022, el Ayuntamiento de Barcelona ha cifrado que son hasta 250 las ciudades que han pedido información técnica sobre las superillas (como Nueva York o el land alemán de Baden-Württemberg) o se han inspirado en ellas, como la ciudad de Bogotá, con sus “Barrios vitales”; la de Berlín, donde se denominan “Kiezblocks”; Viena, que ya tiene una larga tradición de peatonalización, donde se llaman “Grätzl”; o Los Ángeles, que las ha tomado en cuenta para su proyecto de “Park Blocks”. Dicha cumbre ha significado, entre otras cosas, el reconocimiento internacional a la Superilla Barcelona. Y sin ir tan lejos, el modelo superilla de Barcelona ha sido adoptado por municipios próximos como Santa Coloma de Gramenet o Cornellà de Llobregat, o por ciudades afines como Valencia.

 En materia de innovación en políticas de vivienda, Barcelona se ha situado, por primera vez en su historia, como un referente. Por su política de promoción de cooperativas en cesión de uso y una incipiente Community Land Trust. Por su acuerdo para crear la entidad metropolitana de vivienda, Habitatge Metròpolis Barcelona, basada en un acuerdo púbico-privado. Por haber potenciado la creación del Observatori Metropolità de l’Habitatge y la Cátedra Barcelona de Estudios de Vivienda. Por los dos alojamientos de proximidad provisionales (APROP) ya realizados, el primero, en Ciutat Vella, proyectado por el arquitecto David Juárez de Straddle 3, con Eulia Arkitektura y Yaiza Terré Estudi, que recibió el Premio New European Bauhaus, al mejor proyecto de vivienda modular el 16 de septiembre del 2021; y el segundo, terminado a mediados del 2022 en la plaza de las Glòries, con 42 viviendas para personas y familias en situación de vulnerabilidad. Y por la promoción de nuevos sistemas de producción industrial de vivienda social.

 Y es que el estado del mundo nos pide, necesariamente, ir en una la misma dirección. Y esta dirección es la que Barcelona, junto a otras ciudades, está señalando.

 

* Este texto es un extracto del libro ‘Lawfare urbano. Ofensiva judicial contra la Barcelona de Ada Colau’ (Icaria, 2023), que acaba de ser publicado.

JOSEP MARIA MONTANER  Arquitecte, catedràtic de l’ETSAB-UPC i exregidor d'Habitatge de l'Ajuntament de Barcelona

 

https://www.elcritic.cat/opinio/josep-maria-montaner/lawfare-urbano-y-ataque-a-lo-publico-159559

 y ver  

https://www.publico.es/politica/judicial-indignado-lawfare-guarda-silencio-guerra-judicial-colau-caso-neurona.html#md=modulo-portada-bloque:4col-t5;mm=mobile-big

viernes, 15 de diciembre de 2023

Las mentiras del 7 de octubre

                                                                         




 Un grupo de ‘rescate’ israelí salpicado de escándalos alimenta las mentiras del 7 de octubre

 Max Blumenthal (The Grayzone)

13/12/2023

 

En una sesión del Senado de EEUU celebrada el 31 de octubre sobre la guerra de Israel en Gaza, el secretario de Estado, Antony Blinken, dio sus razones para rechazar un alto el fuego. Poniéndole todo el sentimiento que un adusto miembro del Partido Demócrata es capaz de exteriorizar, Blinken evocó una escena truculenta que pretendía ilustrar el salvajismo de Hamás y la imposibilidad de negociar con una organización así: “Un niño y una niña pequeños, de seis y ocho años, con sus padres, en torno a la mesa del desayuno”, presentaba Blinken solemnemente. “Al padre le habían sacado un ojo delante de sus hijos. A la madre le mutilaron el pecho, a la niña le amputaron un pie y al niño le cortaron los dedos antes de ejecutarlos”.


Un grupo de ‘rescate’ israelí salpicado de escándalos alimenta las mentiras del 7 de octubre | ctxt.es

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