martes, 14 de enero de 2020

Venezuela: Guaidó sin legitimidad .

Juan Guaidó pierde su supuesta ‎legitimidad

Ciertos constitucionalistas cuestionan la legitimidad de la elección del presidente de la República ‎Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, y afirman que el presidente de la Asamblea Nacional ‎debe asumir esa función para organizar una nueva elección presidencial. Basándose en esa ‎interpretación, cuestionada a su vez por la mayoría de los especialistas, Estados Unidos ‎reconoció al presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, como «presidente ‎encargado» de la República, o sea como jefe interino del Estado. ‎
Sin embargo, el mandato de Juan Guaidó a la cabeza de la Asamblea Nacional, limitado a un año, ‎expiró este 5 de enero, y Guaidó aspiraba a obtener una renovación de ese mandato durante un ‎voto organizado al efecto en el parlamento unicameral venezolano. ‎
Después del intento fallido de golpe de Estado registrado en Venezuela el 30 de abril de 2019, ‎varios diputados de la oposición cuya participación en los hechos había quedado ‎incuestionablemente demostrada fueron privados de su mandato electoral por las autoridades ‎competentes. Muchos de los implicados decidieron simplemente huir del país. ‎
La Asamblea Nacional de Venezuela se compone actualmente de una mayoría de diputados de ‎oposición. Pero entre estos diputados opositores ha surgido durante los últimos meses una tendencia contraria a la política del presidente de la Asamblea, quien ha apostado por la ‎confrontación constante entre ese órgano y el ejecutivo. Esta nueva tendencia en el seno de la ‎oposición parlamentaria había proclamado la necesidad de un cambio de líder a la cabeza del ‎parlamento. ‎
Ante el surgimiento de esta “oposición” dentro la oposición, la facción parlamentaria favorable a ‎Guaidó trató por su parte de garantizar un voto favorable a la renovación del mandato ‎modificando el Reglamento Interno de la Asamblea para que los “diputados” fugitivos pudieran ‎votar… por internet. ‎
Este lunes 5 de enero de 2020, Juan Guaidó quiso ingresar a la sede de la Asamblea Nacional ‎acompañado de personas destituidas de sus mandatos como diputados por las autoridades ‎competentes, debido a su implicación en diversos actos delictivos y crímenes contra el Estado. ‎Los funcionarios a cargo de la custodia del palacio legislativo dieron libre acceso a Guaidó, quien ‎sin embargo se empeñó en entrar únicamente si lo acompañaban las personas que no tenían ‎derecho a hacerlo. ‎
A pesar de haber recibido libre acceso al palacio legislativo, Juan Guaidó trató de penetrar en la ‎instalación subiéndose a la verja del palacio (ver foto) y fue rechazado por los policías que ‎custodian la sede de la Asamblea. Las imágenes que desde ayer han dado la vuelta al mundo ‎son por tanto resultado de un intento deliberado de confundir al público: Juan Guaidó podía ‎haber entrado normalmente por la puerta de la Asamblea Nacional, pero no quiso ‎hacerlo sin sus acompañantes, quienes no tenían derecho a entrar. ‎
Después de más de 2 horas de espera, los diputados presentes en el hemiciclo –al comprobar que ‎Juan Guaidó no tenía intenciones de presentarse a la votación prevista en el orden del día sin la ‎garantía de contar con los votos necesarios para renovar su mandato– recurrieron, en estricta ‎aplicación del Reglamento de la Asamblea, al diputado de mayor edad para que instalara ‎el voto, se comprobó que había quorum, y eligieron al diputado Luis Parra, también miembro de ‎la mayoría opositora, para presidir la Asamblea Nacional de Venezuela durante el año 2020. ‎
Contrariamente a lo que reportan los medios de la prensa mainstream, la elección de Luis Parra ‎como nuevo presidente de la Asamblea Nacional venezolana, realizada en la sede del poder ‎legislativo, cumplió todos los parámetros establecidos en el Reglamento Interno de dicho órgano, ‎incluyendo la exigencia del quorum necesario. ‎
Durante los meses anteriores a este voto, la prensa –incluyendo la prensa opositora– ha revelado ‎el súbito enriquecimiento de los familiares de Juan Guaidó, comprobado desde que el «presidente ‎interino» y sus colaboradores tienen acceso a los activos del Estado venezolano “confiscados” ‎por Estados Unidos. La prensa opositora también ha divulgado historias de supuesta complicidad ‎entre altos funcionarios del gobierno y algunos diputados opositores, entre ellos el mismo Luis ‎Parra. ‎
Después del show montado alrededor de su ingreso al palacio legislativo, Juan Guaidó reunió a los ‎diputados que lo apoyan en el edificio del diario opositor El Nacional, donde procedió a realizar –‎sin convocación oficial previa– una supuesta sesión de la Asamblea, durante la cual sus ‎seguidores “renovaron” su mandato como presidente del parlamento. Según la prensa opositora, ‎en esa reunión se alcanzó el quorum requerido contando a diputados legalmente destituidos y a ‎suplentes de diputados actualmente en funciones. ‎
En resumen, Venezuela tendría hoy un presidente de la República constitucionalmente electo, ‎Nicolás Maduro, cuya legitimidad niegan ciertos gobiernos –encabezados por el gobierno de Estados Unidos–; un ‎‎“presidente interino” autoproclamado, Juan Guaidó, que fundamentaba su autoproclamación en ‎su calidad de presidente de la Asamblea Nacional, puesto que perdió al no ser reelecto ‎legalmente este domingo 5 de enero; y un nuevo presidente de la Asamblea Nacional, el también ‎opositor Luis Parra, electo por los diputados presentes en el hemiciclo del poder legislativo, ‎mientras que Juan Guaidó sigue pretendiendo ser presidente de la Asamblea. ‎
De hecho, Juan Guaidó es ahora “presidente virtual” por partida doble.



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