Catalunya y cómo llevar el "modelo Cifuentes" a Europa
El proceso continua hacia la crisis en la élite política española, hacia el modelo Cifuentes
¿Y
cuál es el "modelo Cifuentes"? Lo dijo Raquel Ejerique, la periodista
de Eldiario.es que destapó la mafia de la universidad URJC que regaló un
master a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes.
Ejerique dijo que había estado largas 3 semanas publicando noticias
sobre el master falsificado sin que nada ocurriera. Fueron 3 semanas en
las que muchos miraban de reojo, en silencio. Muchos otros le dijeron
que se estaba extralimitando, que estaba yendo demasiado lejos, que
estaba loca. Otros la amenazaron. Sin embargo la periodista Ejerique
resistió y siguió publicando noticias con su nombre, convencida de que
la razón estaba de su lado.
Sin embargo, lo que no se estaba viendo era la marea de fondo que se estaba generando. La apariencia de normalidad estaba intentando esconder que la estructura de la mentira se estaba deteriorando, resquebrajándose, poniendo nervisos a sus protagonistas. Hasta que un día, todo estalló. La universidad empezó a contradecir a Cifuentes, y en la universidad se empezaron a contradecir entre ellos, y se descubrieron las firmas falsificadas y que al final ni el trabajo de fin de master ni su defensa tuvieron lugar. Fue un master otorgado por la cara y la "resistencia" de Raquel Ejerique dio por fin sus frutos: se provocó una crisis en la élite política madrileña. El diario La Vanguardia señala que "el polémico máster ha situado a la presidenta de la Comunidad de Madrid cerca de la dimisión, ha colocado a la Universidad Rey Juan Carlos al borde del precipicio, ha causado una nueva crisis en el PP y mantiene en tensión a Ciudadanos".
El "modelo Cifuentes" en Europa
La crisis en el gobierno español por su dictatorial gestión de la cuestión catalana no ha llegado aún, pero en la cocina la comida se hace a fuego lento. El rechazo de la justicia alemana a juzgar a Puigdemont por el delito de rebelión ha supuesto un nuevo balón de oxígeno a las aspiraciones antiimperialistas catalanas. La derecha española está cabreadísima porque habían designado a Alemania como el árbitro europeo del conflicto catalán (por eso planificaron que Puigdemont fuera detenido allí) y este árbitro le ha sacado una tarjeta amarilla a España por exagerar y simular penalti.
Pero lo más gracioso es que el delito de malversación tampoco es seguro que se lo vayan a endiñar al legítimo presidente catalán. El diario ABC señaló esta semana que "cuando la Justicia española no había terminado de recuperarse del mazazo que ha supuesto que un tribunal regional de Alemania desautorice a la mayor instancia jurisdiccional de España, el Tribunal Supremo -al rechazar la entrega de Carles Puigdemont por rebelión- un nuevo movimiento de los jueces de Schleswig-Holstein arrojó ayer un poco más de incertidumbre ante el segundo de los delitos por los que el juez Pablo Llarena reclama al expresidente: el de malversación".
La derecha mediática está desolada con Alemania. Jimenez Losantos calificó de "agresión a España" las declaraciones de la ministra de justicia alemana avalando a los tribunales de su país y diciendo que Puigdemont "podría quedar libre en un país libre". Y definió a Mariano Rajoy como el "minucioso enterrador del Partido Popular" por haber respondido al comportamiento del gobierno Merkel en este asunto diciendo que "fue modélico y de primera". Ay... cuántas veces diciendo sí bwana y agachando la cabeza ante el emperador alemán para que ahora ni siquiera entreguen a los "fugitivos" buscados por la estructura mafiosa represiva. Lo que pasa es que España es un país poco serio pero Alemania no quiere parecer lo mismo. Ni Bélgica ni el Escocia ni Suiza.
Nueva victoria para la resistencia antiimperialista catalana. Y el proceso continua hacia la crisis en la élite política española, hacia el modelo Cifuentes.
La Haine
y ver ..
Sin embargo, lo que no se estaba viendo era la marea de fondo que se estaba generando. La apariencia de normalidad estaba intentando esconder que la estructura de la mentira se estaba deteriorando, resquebrajándose, poniendo nervisos a sus protagonistas. Hasta que un día, todo estalló. La universidad empezó a contradecir a Cifuentes, y en la universidad se empezaron a contradecir entre ellos, y se descubrieron las firmas falsificadas y que al final ni el trabajo de fin de master ni su defensa tuvieron lugar. Fue un master otorgado por la cara y la "resistencia" de Raquel Ejerique dio por fin sus frutos: se provocó una crisis en la élite política madrileña. El diario La Vanguardia señala que "el polémico máster ha situado a la presidenta de la Comunidad de Madrid cerca de la dimisión, ha colocado a la Universidad Rey Juan Carlos al borde del precipicio, ha causado una nueva crisis en el PP y mantiene en tensión a Ciudadanos".
El "modelo Cifuentes" en Europa
La crisis en el gobierno español por su dictatorial gestión de la cuestión catalana no ha llegado aún, pero en la cocina la comida se hace a fuego lento. El rechazo de la justicia alemana a juzgar a Puigdemont por el delito de rebelión ha supuesto un nuevo balón de oxígeno a las aspiraciones antiimperialistas catalanas. La derecha española está cabreadísima porque habían designado a Alemania como el árbitro europeo del conflicto catalán (por eso planificaron que Puigdemont fuera detenido allí) y este árbitro le ha sacado una tarjeta amarilla a España por exagerar y simular penalti.
Pero lo más gracioso es que el delito de malversación tampoco es seguro que se lo vayan a endiñar al legítimo presidente catalán. El diario ABC señaló esta semana que "cuando la Justicia española no había terminado de recuperarse del mazazo que ha supuesto que un tribunal regional de Alemania desautorice a la mayor instancia jurisdiccional de España, el Tribunal Supremo -al rechazar la entrega de Carles Puigdemont por rebelión- un nuevo movimiento de los jueces de Schleswig-Holstein arrojó ayer un poco más de incertidumbre ante el segundo de los delitos por los que el juez Pablo Llarena reclama al expresidente: el de malversación".
La derecha mediática está desolada con Alemania. Jimenez Losantos calificó de "agresión a España" las declaraciones de la ministra de justicia alemana avalando a los tribunales de su país y diciendo que Puigdemont "podría quedar libre en un país libre". Y definió a Mariano Rajoy como el "minucioso enterrador del Partido Popular" por haber respondido al comportamiento del gobierno Merkel en este asunto diciendo que "fue modélico y de primera". Ay... cuántas veces diciendo sí bwana y agachando la cabeza ante el emperador alemán para que ahora ni siquiera entreguen a los "fugitivos" buscados por la estructura mafiosa represiva. Lo que pasa es que España es un país poco serio pero Alemania no quiere parecer lo mismo. Ni Bélgica ni el Escocia ni Suiza.
Nueva victoria para la resistencia antiimperialista catalana. Y el proceso continua hacia la crisis en la élite política española, hacia el modelo Cifuentes.
La Haine
y ver ..
La presidenta real de la Generalitat bajo el articulo 155.
Menudo enfado .No sabe usted con quien está hablando
¿ Imita a Millán Astray?
Soy el novio de la muerte .
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