Altsasu .El juicio contra los jóvenes de Altsasu deja
en evidencia varias irregularidades
Declaraciones de un testigo que en realidad nunca se
hicieron, incongruencias sobre la vestimenta que llevaba uno de los acusados…
Las sesiones celebradas en la Audiencia Nacional ofrecieron un cúmulo de
pruebas que cuestionan las actuaciones realizadas en el procedimiento.
DANILO ALBIN @danialri
Pocas visitas de hospital han tenido una repercusión tan
grande. Tanta, que 18 meses más tarde aún hay tres jóvenes presos de manera
preventiva, aguardando que acabe un proceso en el que podrían ser condenados a
largas penas de prisión. Ocurrió el 16 de octubre de 2016 en el Complejo
Hospitalario de navarra. El director general de la Guardia Civil, Arsenio
Fernández de Mesa, se presentó allí para visitar al teniente que la madrugada
anterior había sufrido una rotura de tobillo tras verse involucrado en una reyerta
fuera de un bar de Altsasu. Luego de la visita, el agente optó por presentar
una denuncia ante sus compañeros de la Benemérita en lugar de hacerlo en la
Policía Foral, encargada del caso.
“Quedamos en que volvería por la tarde al hospital para tomarle
la denuncia, pero hubo comunicaciones entre mandos superiores y me dijeron que
iba a denunciar en la Guardia Civil”, declaró esta semana en la Audiencia
Nacional uno de los policías forales –agentes de ámbito autonómico- que había
emprendido averiguaciones en torno a la pelea más famosa y polémica de la
historia de Navarra.
¿Qué le dijo Fernández de Mesa al teniente para que cambiara
de opinión? La pregunta sigue, y en principio seguirá, sin respuesta. Se trata
de uno de los grandes misterios que encierra el proceso judicial contra ocho
jóvenes de Altsasu acusados de terrorismo por aquella pelea de bar en octubre
de 2016. El juicio que se desarrolla en el tribunal madrileño ha vivido esta
semana su primera etapa con la toma de declaraciones de acusados, denunciantes
y testigos de ambas partes. De momento, las sombras siguen ganándole a las
luces.
En efecto, las madres y padres de los jóvenes acusados han
llegado a la conclusión que tanto temían: el procedimiento que ha llevado a sus
hijos al banquillo ha estado marcado por varias irregularidades. Una de las más
graves quedó puesta sobre la mesa con el testimonio del dueño del bar Koxka, el
establecimiento donde se produjo la trifulca. El hostelero comprobó con estupor
que su firma no aparece en la declaración realizada ante la Policía Foral y
atribuida a su persona, aunque eso no es todo: “aquí hay cosas que yo no dije”,
advirtió.
El testigo declaró en la Audiencia que había dicho
exactamente lo contrario
Por ejemplo, en el procedimiento se le atribuye al
propietario del Koxka haber dicho que los hechos ocurridos en el exterior del
bar fueron “premeditados”, lo que valdría precisamente para amparar la
acusación de “terrorismo” que pesa contra los imputados. Sin embargo, el
testigo declaró en la Audiencia que había dicho exactamente lo contrario. “No
podía saber ni si fue premeditado ni si participó gente que sabía pegar porque
ni siquiera vi nada”, alegó.
A criterio de Amaia Izko, una de las abogadas defensoras,
este hecho constituye “una irregularidad muy grave: un testigo ha ido a
declarar ante unos policías y han recogido en el acta cosas que él no ha
dicho”. “La consecuencia directa será que esa declaración, que constaba en el
procedimiento, no se pueda tener en cuenta a ningún efecto”, apuntó la letrada
a Público.
El rojo no es negro
El color de la camiseta de Adur Martínez de Alda, uno de los
tres jóvenes que permanece en la cárcel desde noviembre de 2016 y sobre el que
pesa una petición de 50 años de cárcel, también ha sido materia de polémica. La
novia del teniente de la Guardia Civil identificó a Adur como uno de los
agresores, y lo hizo asegurando que llevaba puesta una camiseta roja. Sin
embargo, una foto de aquella noche demuestra que el joven llevaba una camiseta
negra.
Ese aspecto fue ratificado por un video difundido por el
programa “En Jake” de ETB2, en el que se aprecia a Adur con la misma vestimenta
de color oscuro. De hecho, tanto él como su madre negaron ante el tribunal que
esa noche hubiese estado allí. El video de ETB había sido rechazado por los
jueces, pero esta semana, ante una nueva solicitud de la defensa, sí ha sido
admitido como prueba.
“¿Va a manifestaciones?”
Su madre, Bel Pozueta, ha sido objeto de preguntas de claro
sesgo ideológico durante su declaración. “Se insistió en su ideología y en su
participación en manifestaciones”, denunció este viernes el colectivo de Madres
y Padres de los Jóvenes de Altsasu (Altsasu Gurasoak).
De hecho, ese mismo tipo de preguntas también fueron
formuladas por el abogado del estado, la fiscalía y la acusación (COVITE) a
otros testigos propuestos por la defensa. Entre ellos se encontraba el alcalde
de esa localidad navarra, Javier Ollo (Geroa Bai), quien incluso ha tenido que
aclarar los motivos por los que acudió a la multitudinaria manifestación del
pasado sábado en Pamplona. Lo hizo, indicó, porque defiende la
“proporcionalidad en el tratamiento de los hechos”.
Fichas fotográficas
Otro aspecto llamativo del procedimiento ha sido la forma en
que se realizó el reconocimiento fotográfico de los imputados. Según comprobó
la defensa, en cada ficha aparecía la persona acusada junto a otras que tenían
claros rasgos de otra etnia. “Con fichas así resulta fácil concluir que hay
intención de identificar a ciertas personas en concreto, más allá de los hechos
ocurridos”, destacaron desde Altsasu Gurasoak. En tal sentido, destacaron que
durante el juicio se ha podido establecer que tales reconocimientos fueron
diseñados por el servicio de Información de la Guardia Civil.
Precisamente, el juicio se reanudará el lunes con las
declaraciones de los peritos del área de Inteligencia de la Benemérita, quienes
estuvieron a cargo del informe entregado a la jueza Carmen Lamela. En aquel
documento contradijeron lo establecido en un primer momento por la propia
Guardia Civil y pasaron a catalogar estos hechos como “terrorismo”, tal como
reclamaba COVITE en su calidad de acusación popular.
La sesión seguirá el martes con la comparecencia de peritos
médicos que hablarán sobre las lesiones de los denunciantes, mientras que los
días miércoles, jueves y viernes estarán reservados para la presentación de los
informes con las conclusiones. Tras la primera semana de juicio, la abogada
Izko lo tiene claro: “llevamos cinco días de juicio y no hay ni un elemento que
esté cerca de dibujar algo que parezca terrorismo”, subrayó. http://www.publico.es/politica/altsasu-juicio-jovenes-altsasu-deja-evidencia-irregularidades.html
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