viernes, 10 de septiembre de 2021

La gran estafa del recibo de la luz .

 El gran engaño que hay detrás del recibo de la luz

JUAN TORRES LÓPEZ   

Quizá la única ventaja de las grandes subidas que está teniendo el precio de la luz en España es que cada día se habla más de ello y que, poco a poco, la población que lo desee terminará informada de las barbaridades que ocurren en nuestro país con la provisión de ese bien imprescindible para la vida de las personas y las empresas. Lo malo es que, entre el aluvión de información sobre el tema, se cuelan muchos engaños que confunden y alejan la mirada del verdadero núcleo del problema.

 En este artículo quiero referirme tan solo a uno de ellos, al que yo creo que está en la base del gran problema que tiene nuestro sector eléctrico.

 Gracias a que se está explicando ampliamente en las últimas semanas, es sabido que el precio de la luz se fija en España a través de un sistema que establece, para todas las fuentes de energía, el precio de las más cara, en nuestro caso, la que utiliza el gas como materia prima.

 La explicación digamos "oficial", la de las empresas, economistas y políticos que defienden el sistema de fijación del precio de la luz, es que nos enfrentamos a un problema coyuntural como resultado del incremento de la demanda derivado de la reactivación económica tras el confinamiento y la crisis. Ese incremento ha elevado mucho el precio del gas y también -por la misma razón- el coste de los bonos de carbono que tienen que adquirir los productores por su actividad contaminante.

 En su opinión, por tanto, no hay ningún tipo de problema estructural o de fondo sobre el que haya que actuar. Si ahora ha subido, bajará enseguida que la economía deje de crecer tanto, como habría pasado en ciclos anteriores. Mientras, solo hay que dejar que el mercado eléctrico siga funcionando libremente porque, si se interviniese, se alteraría el régimen de competencia. Si acaso, nos dicen, se podrá dar ayudas a los consumidores que puedan tener problemas de suministro o bajar lo impuestos indirectos.

 Quienes defienden este sistema afirman que está diseñado precisamente para que, cuando se produzcan circunstancias como la actual, los capitales fluyan a las energías más baratas y así estas se desarrollen. De hecho, dicen que su gran virtud es que resulta el mejor incentivo posible para lograr la transición energética que necesitamos.

 Esto ha sido exactamente lo que contestó hace poco la Comisión Europea a la ministra Teresa Ribera cuando esta pidió que se suspendiera su funcionamiento. Según la portavoz del Ejecutivo europeo, Vivian Loonela, el aumento actual del precio de debe a la "significativa demanda global de gas y el mayor coste de los derechos de emisión de CO2 (combinados con) una "alta demanda" de electricidad por la recuperación económica y las condiciones climáticas". Y este sistema no debe suspenderse porque es el que crea "las señales para reconducir inversiones hacia tecnologías nuevas y flexibles que apoyen la transición hacia la neutralidad climática" (aquí).

 Si el precio se ha disparado ahora que ha subido tanto el gas, nos dirán, es porque que ha sido imposible que de un día para otro hayan podido aumentar las fuentes de energías renovables y alternativas.

 En consecuencia, no debemos tocar el sistema sino tan solo esperar a una mejor coyuntura, tal y como nos dice Europa y hacen los demás países europeos.

 Nada de eso es cierto.

 Si se contempla la evolución del precio de la luz en España se comprueba que no sigue la evolución de la demanda y que su disminución se produce justo después de que haya habido grandes subidas y sin bajar de los niveles anteriores a estas últimas.

 Es significativo, por ejemplo, que de 2008 a 2018 la luz subiera en España un 66,8% y solo un 28,2% en el conjunto de la Unión Europea, con el que no tenemos tanta diferencia en la evolución de la demanda y en donde la evolución del coste de las materias primas es más o menos el mismo que en España.

 No son circunstancias ajenas al sector eléctrico, por tanto, las que hacen que suba su precio en España. Las que lo provocan hay que encontrarlas en lo que ocurre dentro del mercado eléctrico y - a tenor de la evolución tan distinta del precio- deben ser distintas a las que se dan en el resto de la Unión Europea.

 Para descubrir y entender el engaño que hay detrás de la subida tan grande en el precio de la luz en España se necesita saber que el actual sistema de fijación de la tarifa funcionaría realmente como dicen sus defensores (proporcionando "un suministro seguro y asequible de energía de la forma más económica", según la Comisión Europea, y la mejor y más barata combinación posible de las diferentes tecnologías) solo si se dieran dos condiciones imprescindibles.

 La primera es que el mercado eléctrico sea de competencia.

 Sin embargo, el precio de la luz en España no es el resultado del funcionamiento de un mercado de competencia, tal y como ha demostrado magníficamente Enrique Palazuelos en su obra El oligopolio que domina el sistema eléctrico (Akal, 2019). Lo que pagamos en España por el consumo de luz eléctrica es el resultado de una constante manipulación de la oferta y la demanda que hacen las cinco empresas que controlan su producción, distribución y venta comercial y que, además, tienen el poder suficiente como para influir decisivamente en las normas que lo regulan y de las que dependen los sobrecostes -en forma de primas, subsidios, ayudas, peajes...-  que terminan convirtiéndose en beneficios añadidos que pagan los consumidores.

 El precio de la luz en España no refleja los costes reales de producción de las empresas sino el beneficio extraordinario que proporciona su poder oligopolista. Algo - tal y como se estudia en primero de Económicas- que es lo que tiende a ocurrir en todos los mercados de este tipo, sobre todo, cuando no hay control legal ni sanciones que impidan los acuerdos o el reparto del mercado. Algo que las eléctricas han conseguido que ocurra en España gracias a la enorme influencia política que tienen desde la dictadura de Franco.

 La segunda condición que debería darse para que el sistema proporcione el resultado eficiente que sus defensores aseguran que lleva consigo es que haya libertad de entrada y salida en el mercado para que, cuando suba el coste de alguna tecnología, puedan entrar otras alternativas, más baratas y eficientes. En nuestro caso, las renovables.

 En España eso era difícil porque el tamaño, la integración y el control tecnológico de las empresas oligopolistas es tan grande que supone una limitación casi definitiva a la entrada de nuevas instalaciones o empresas. Pero se logró vencer y el sector de las renovables comenzó a desarrollarse con éxito, hasta que fue ya prácticamente imposible cuando las empresas eléctricas comenzaron a presionar a los gobiernos y consiguieron finalmente, en 2012, que el Partido Popular materializara un frenazo radical a la producción de energías renovables en España. Las eléctricas tradicionales habían ido realizando inversiones en este último sector y, al conseguir que no apareciese nueva competencia, pasaban así a controlarlo también en el nivel de desarrollo que convenía a sus intereses estratégicos de conjunto. Podían seguir haciendo negocio con sus tecnologías sucias y disponían de presencia en todas ellas y en todas las fases del negocio para seguir manipulando cantidades y precios.

 No estoy construyendo ninguna teoría conspirativa para descubrir el interés y el papel del oligopolio en el frenazo que sufrieron las renovables en España, una industria en la que España estaba siendo líder mundial por capacidad de innovación y por razones climáticas. Los propios dirigentes del oligopolio, como el presidente de Iberdrola, habían pedido que no se construyeran más plantas solares y, cuando el Partido Popular tomó la decisión, no solo la valoraron positivamente sino incluso como insuficiente.

 Ahora bien, aunque es cierto que el oligopolio eléctrico había venido reclamando este frenazo desde hace tiempo y que ya en 2007 se habían empezado a tomar medidas en ese sentido, es muy posible que el frenazo no se hubiera producido tan radicalmente con la simple presión de las eléctricas españolas. Posiblemente, el hachazo definitivo al desarrollo de las energías renovables en España se lo impuso Angela Merkel a Mariano Rajoy en defensa del muy ambicioso proyecto que lideraban entonces diversas empresas y bancos alemanes. El llamado Desertec Industrial Initiative que trata de generar energía solar en el Sáhara para satisfacer en torno al 15% de la demanda europea, entre ella la española, y que tenía previsto invertir la fabulosa cifra de unos 400.000 millones de euros. Así lo había anunciado el diario El País el 9 de noviembre de 2011:

 El gigantesco proyecto solar del Sáhara abastecerá a España en 2015

Desertec, Industrial Initiative (DII), el más ambicioso proyecto energético desde que se erigieron las primeras centrales nucleares, tiene fecha y lugar para su arranque e incluso un destino para sus primeras exportaciones. El faraónico plan de sembrar de paneles solares el Sáhara arrancará el año próximo en Marruecos y, entre 2015 y 2016, suministrará a España parte de la electricidad producida, si se cumplen los plazos previstos.

Alemania, cuyas empresas capitanean la iniciativa, ha adelantado su inicio en tres años porque ha decidido prescindir de la energía nuclear en 2022 y porque cree que la llamada primavera árabe facilita la puesta en marcha de ideas innovadoras en un marco político más estable.

 La competencia de una industria española incipiente pero de gran liderazgo mundial no podía ser bien vista por el capital alemán.

 En resumidas cuentas, el sistema de fijación del precio de la luz en España es un fraude, un auténtico engaño, porque no dispone de las condiciones que sus propios diseñadores consideran que debe tener para que proporcione los precios más bajos y la eficiencia tecnológica y económica que dicen que proporciona. Eso es lo que hay que arreglar y es preciso tener valentía para enfrentarse al oligopolio en España y en sus ramificaciones de Bruselas. No se trata -como quiere hacer creer el oligopolio y sus empleados mediáticos y políticos- de que el Gobierno reclame una intervención anómala en los precios del mercado de la luz para manipularlos. Todo lo contrario, la cuestión es impedir que sea el oligopolio eléctrico quien siga haciéndolo para conseguir los beneficios extraordinarios que encarecen artificialmente el recibo que tantos hogares ni siquiera pueden pagar, que ahoga también a miles de empresas españolas y que pone en peligro la recuperación económica. 

 https://blogs.publico.es/juantorres/2021/09/10/el-gran-engano-que-hay-detras-del-recibo-de-la-luz/

 Y ver  ...otro artículo bien  claro del mismo autor 

 https://blogs.publico.es/juantorres/2021/09/03/izquierdas-electrocutadas/

jueves, 9 de septiembre de 2021

El indeferencia ante el asesinato de palestinos .

 

 El asesinato a sangre fría de palestinos tiene el silencio como único eco

Detrás de todo esto se esconde el desprecio por la vida de las y los palestinos. En Israel nada es menos valioso que la vida de una persona palestina

Por Gideon Levy             

 En apariencia, la situación ha sido relativamente tranquila en los últimos días en los territorios ocupados por Israel. Ninguna víctima israelí, casi ningún ataque en Cisjordania y absolutamente ninguno en el propio Israel. Gaza ha estado relativamente tranquila desde el final de la última ofensiva de Israel allí, la Operación Guardián del Muro.

En Cisjordania, la desesperada rutina diaria continúa durante este llamado período de calma, una ironía suprema cuando se presta atención a estas terribles cifras: desde mayo, más de cuarenta palestinos han sido asesinados en Cisjordania.

 En el solo un fin de semana de finales de julio, el ejército israelí mató a cuatro palestinos, incluido un niño de 12 años. De estos cuarenta, dos procedían de la misma aldea, Beita, que recientemente perdió a seis de sus habitantes: cinco manifestantes desarmados y un fontanero que, según se informa, fue llamado para reparar un grifo en algún lugar. Ninguno de los cuatro muertos a finales de julio representaba ninguna amenaza para la vida de las y los soldados o colonos israelíes.

 El uso de munición real contra estas personas estaba prohibido, por no hablar de apuntar a matar, como hicieron las y los soldados israelíes que les dispararon. Cuatro seres humanos o, si lo prefiere, cuarenta seres humanos, cuyas familias han visto su mundo hundirse, personas con planes, sueños y deseos; todos repentinamente reprimidos por algún joven soldado israelí de forma tan despreocupada y brutal.

 Por si todo esto no fuera suficiente, tened en cuenta esto: los medios israelíes apenas cubrieron estas muertes. Ninguno de los dos principales títulos israelíes mencionó la muerte de un adolescente de 12 años en Beit Omar, entre Belén y Hebrón; ni los dos canales de televisión privados más grandes se molestaron tampoco en hablar de ello.

 En otras palabras, la muerte de un niño de 12 años – Mohammed al-Alami, que fue de compras con su padre y su hermana cuando soldados israelíes acribillaron su coche a balazos, matando a este niño que, como su padre, no había hecho nada malo – fue considerada sin importancia y poco interesante por algunos medios israelíes.

 Indiferencia ante el asesinato

 Esta es la única explicación posible para esta falta de atención generalizada frente al asesinato. Hay que recordar que todos estos asesinatos llevados a cabo desde mayo apenas se han señalado, y mucho menos investigado, y se puede vislumbrar el retrato de la represión israelí y la negación de la ocupación a través de la versión de la «Cúpula de Hierro» presentada por los medios de comunicación, con la amable autorización de la prensa libre, en toda su abyección.

 Esta sombría imagen del ejército y su brutal modus operandi ha sido ahorrada a las y los israelíes, protegidos por una prensa muda. Protegidos por este silencio, negación y represión, incluso los políticos y generales israelíes no tienen que explicar o siquiera interesarse por el hecho de que no pasa una semana sin víctimas palestinas en los territorios ocupados, tampoco durante este período de relativa calma.

 Así, hasta hace unos días, ningún oficial militar había hecho la más mínima crítica al comportamiento de estos soldados, por no mencionar la evocación de intervenciones judiciales o la apertura de una investigación seria. Solo después de una serie de artículos y editoriales en Haaretz que el Jefe del Estado Mayor del Ejército, el General Aviv Kochavi -considerado una personalidad con valores morales- ha «pedido bajar la temperatura». Ni una orden, ni un requerimiento. Ninguna intervención judicial ni investigación, solo una vaga declaración de buenas intenciones para el futuro.

 Detrás de todo esto se esconde el desprecio por la vida de las y los palestinos. En Israel nada es menos valioso que la vida de una persona palestina. Esto va desde los trabajadores de la construcción que caen como moscas en obras de construcción en Israel sin que nadie se preocupe por ello hasta manifestantes desarmados en los territorios ocupados muertos a tiros por las y los soldados sin que nadie rechiste.

 Hay un denominador común: la convicción en Israel de que la vida de las y los palestinos no vale mucho. Si las y los soldados dispararan a animales callejeros con tanta indiferencia como sobre las y los palestinos, habría una inundación de indignación y estos soldados serían procesados y severamente castigados. Pero solo están matando palestinos, así que ¿cuál es el problema?

 Cuando una o un soldado israelí dispara a un niño palestino en la cabeza o a un adolescente palestino o a un manifestante o fontanero una bala al corazón, la sociedad israelí permanece en silencio y apática. Se contenta con las explicaciones sin concreción y a veces con las mentiras desvergonzadas del portavoz del ejército, omitiendo la expresión de cualquier escrúpulo moral sobre la necesidad de matar.

 Hay tantas víctimas que he investigado y sobre las que he escrito en los periódicos que no han despertado ningún interés particular…

 Muerte de un fontanero

 Shadi Omar Lofti Salim (41 años), un próspero fontanero que vivía en Beita, en el centro de Cisjordania, salió de su casa en la noche del 24 de julio en dirección a la carretera principal en la que se encuentra la válvula de la red de suministro de agua de la aldea, después de que se descubriera un problema.

 Estacionó su coche junto a la carretera y se dirigió a esta válvula, con una llave inglesa roja en la mano. Eran las 10:30 p.m. Cuando se acercó a la válvula, los soldados cercanos abrieron fuego de repente y lo abatieron. Más tarde afirmaron que corría hacia ellos sosteniendo una barra de metal. La única barra de metal era la llave roja inglesa que quedó en el suelo junto a su paquete de cigarrillos y una mancha de sangre ya seca cuando llegamos allí unos días después de su muerte.

 Una semana más tarde, en la misma aldea, las y los soldados mataron a Imad Ali Dweikat (37), un trabajador de la construcción, padre de cuatro niñas y un niño de dos meses. Fue durante la manifestación semanal del viernes. Las y los habitantes de Beita se han estado manifestando cada semana durante unos dos meses contra el establecimiento de un puesto avanzado ilegal en tierras de la aldea. Esta colonia, Givat Eviatar, fue construida extraoficialmente y luego vaciada de sus habitantes por Israel, pero las cuarenta estructuras erigidas rápidamente allí no fueron destruidas. Esta tierra no ha sido devuelta a sus propietarios, a quienes no se les permite acercarse a ella.

 Desde que se lanzó Givat Eviatar hace más de diez semanas, cinco manifestantes palestinos han sido asesinados por las o los soldados. Ninguno de los cinco estaba lo suficientemente cerca como para poner en peligro la vida de los soldados de ninguna manera, a pesar de que la gente que se manifestaba arrojó piedras y quemó neumáticos para protestar contra el acaparamiento de sus tierras.

 Las y los habitantes están decididos a seguir resistiendo hasta que se les devuelva su tierra, y mientras tanto, la sangre fluye, semana tras semana.

 Disparo aleatorio

 Dweikat estaba bebiendo un vaso de agua cuando un francotirador israelí le eligió, aparentemente al azar, y le disparó en el corazón a varios cientos de metros de distancia. La bala explotó en su cuerpo, dañando sus órganos internos y Dweikat murió en el acto, con la sangre fluyendo de su boca. Ali, su hijo recién nacido, ya es huérfano.

 Todas estas muertes son ejecuciones. No hay otro término para describirlas.

 Unas semanas antes, las y los soldados habían disparado y matado a un adolescente, Muhammad Munir al-Tamimi, en otra aldea que protestaba, Nabi Saleh. Tamimi tenía 17 años y es la quinta víctima en este pequeño pueblo en los últimos años. Toda la gente allí pertenece a la familia Tamimi y, desde hace años, se ha resistido al robo de sus tierras por las colonias circundantes.

 Todas estas muertes son ejecuciones. No hay otro término para describirlas. Disparar a manifestantes desarmados, adolescentes, niños, un fontanero, un trabajador de la construcción, personas que se manifiestan públicamente para recuperar sus propiedades y la libertad es un crimen. Hay muy pocos regímenes en este mundo donde las y los manifestantes desarmados sean abatidos, excepto Israel, «la única democracia en Oriente Medio», donde esto no afecta la tranquilidad espiritual de la gente.

 Incluso las recriminaciones que escuchamos aquí y allá frente a estos asesinatos sistemáticos se derivan del hecho de que esto podría conducir a un deterioro de la situación en general. Sobre la cuestión de la legalidad y en particular la moralidad del asesinato de personas inocentes, nadie dice ni pío.

 Israel es considerado una democracia, un querido hijo del mundo occidental con valores similares. Cuarenta personas civiles desarmadas muertas en los últimos dos meses y medio, cuatro muertes solo en la última semana de julio, son un testimonio doloroso, aunque silencioso, del hecho de que, aunque todavía se considera una democracia, Israel no es juzgado de la misma manera que otros países.

 https://www.middleeasteye.net/fr/opinion-fr/israel-meurtre-palestiniens-innocents-impunite-indifference-occupation

 Traducción: Faustino Eguberri para viento sur

 Gideon Levy es columnista de Haaretz y miembro del consejo editorial del periódico. Levy se unió a Haaretz en 1982, y pasó cuatro años como editor adjunto del periódico. Fue galardonado con el Premio Euro-Med de Periodismo para 2008, el Premio a la Libertad de Leipzig en 2001, el Premio de la Unión de Periodistas Israelíes en 1997 y el Premio de la Asociación de Derechos Humanos en Israel para 1996. Su nuevo libro, The Punishment of Gaza (El castigo de Gaza), acaba de ser publicado por Verso.  

 https://vientosur.info/el-asesinato-a-sangre-fria-de-palestinos-tiene-el-silencio-como-unico-eco/

  Y siguen y ni sale en las noticias https://www.telesurtv.net/news/represion-israel-decenas-heridos-palestina-presos-20210910-0023.htm

 

martes, 7 de septiembre de 2021

Examen al caso procés con vistas a Estrasburgo.

 

                                                                              



¿Vulneró el Supremo los derechos de los independentistas? Examen al caso procés con vistas a Estrasburgo

Catorce catedráticos y profesores analizan el caso que terminó con la condena por sedición de los independentistas en el libro 'La sentencia del procés, una aproximación académica'

 Oriol Solé Altimira

 Espoleados por los votos críticos de dos magistrados del Tribunal Constitucional, los presos indultados del procés han empezado a presentar sus demandas ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH). De momento han recurrido al tribunal con sede en Estrasburgo el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, y los exconseller Jordi Turull y Josep Rull, pero a medida que agoten las instancias internas les seguirán los otros seis condenados por sedición.

Los presos son optimistas y esperan obtener en Estrasburgo la "justicia" que dicen no haber conseguido en el Tribunal Supremo. Pero no será ni mucho menos un proceso rápido –la sentencia del TEDH se podría alargar mínimo un año, y más tiempo una vez ya han salido de la cárcel– ni tampoco un nuevo juicio del procés. Estrasburgo no puede cambiar los hechos sentenciados por el Supremo, pero sí decir si el Alto Tribunal respetó los derechos de los presos en la investigación, el juicio y la sentencia del caso. Las demandas de los presos son de máximos y versan sobre la vulneración de media docena de derechos fundamentales, tanto los más técnicos, como el juez predeterminado por ley, como los más políticos, como la libertad de expresión y de reunión.

 De entre toda la literatura académica que ha generado la causa del procés destaca un libro que puede servir de guía de cara al recién estrenado camino europeo. Más de una docena de profesores y catedráticos de Derecho analizan en 'La sentencia del procés, una aproximación académica' (Atelier, 2020) el caso procés. La publicación es, en palabras de su director, el catedrático de Derecho Penal de la Universitat de Barcelona (UB), Joan Queralt, una manera de "dialogar sin vergüenza ni reservas" sobre las implicaciones jurídicas del procés.

El juez predeterminado por ley

 Aunque es un derecho de menos carga política que el de reunión y manifestación, es una de las bazas con la que los presos confían en lograr una condena a España en Estrasburgo. Fue una de sus batallas desde el inicio del caso: el procés debía juzgarlo el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) y no el Supremo porque los hechos tuvieron lugar, esencialmente, en la comunidad. Ahora reclaman que Estrasburgo condene a España por violar el artículo 6 del Convenio Europeo de Derechos Humanos (CEDH) porque, a su juicio, el Supremo no fue ni el tribunal predeterminado por ley ni imparcial.

 Entre los académicos del libro hay dos visiones. El catedrático José Martín cree que la causa en el Supremo se desarrolló con "absoluto respeto al mandato constitucional" del derecho al juez predeterminado por ley y avala los motivos del Alto Tribunal para quedarse con el caso: no romper el caso entre los investigados en la Audiencia Nacional y el Supremo, los "efectos" en toda España que tuvo el procés y por algunas actividades en el extranjero investigadas (transferencias a observadores internacionales del referéndum que se realizaron desde delegaciones catalanas en el exterior).

 En cambio el catedrático de derecho procesal de la UB Jordi Nieva se muestra crítico y considera "endebles" los argumentos del Supremo para retener la causa del procés. "La atribución de competencia se fundó en criterios insostenibles, muy aparentes y discutibles", razona el académico, que cree que el caso se hubiera tenido que juzgar en el TSJC.

El derecho de reunión y los 'Jordis'

 Las demandas de los condenados ante Estrasburgo abordan más derechos básicos que ven vulnerados, como son su libertad de expresión y de reunión (artículos 10 y 11 del CEDH) y el principio de legalidad (artículo 7). Guardan relación no solo con las penas altas que se les impusieron sino también con la vaguedad del delito de sedición en el Código Penal, algo que, en su opinión, hacía imprevisible saber que serían condenados por este tipo cuando sucedieron los hechos.

 A este respecto, el catedrático de derecho penal de la Universidad de Castilla-La Mancha y experto en los delitos de rebelión y sedición, Nicolás García Rivas, expone en el libro que los hechos del procés "no encajan" en la sedición, un delito que, recuerda, tal y como está redactado "carece de la taxatividad necesaria para cumplir con el mandato de certeza del principio de legalidad penal". "Más allá de las opiniones políticas sobre la deslealtad constitucional de los dirigentes separatistas, la aplicación estricta de la ley penal es uno de los ejes fundamentales del Estado de Derecho que reconocen la Constitución, la Carta de Derechos Funamentales de la ONU y el CEDH", apostilla.

 Especial incidencia tiene el derecho de reunión en las condenas a dos líderes sociales como eran en 2017 Jordi Sànchez y Jordi Cuixart. Así lo argumenta la catedrática de derecho constitucional de la UAB Mercè Barceló, quien señala que la condena a ambos dirigentes "carece de tal modo de razonabilidad porque ha resultado imprevisible para sus destinatarios prever que actuar amparado por el derecho de reunión resultaría con una condena de nueve años de cárcel".

 En cambio para la catedrática de derecho penal de la UB Mirentxu Corcoy la "calificación idónea" del procés no era la sedición sino la rebelión, toda vez que aunque no se consumara la independencia esta experta sí ve un "alzamiento público y violento" en el otoño soberanista de 2017, tal y como defendió la Fiscalía en el juicio.

 En opinión del catedrático de filosofía del derecho de la Universitat Pompeu Fabra, cuando existen dos interpretaciones posibles de un delito que afectan a los derechos políticos como son la libertad de expresión o reunión, el tribunal debería elegir la que los limite en menor medida, en línea con la jurisprudencia que ha marcado el TEDH: "Lo que debería hacer el Supremo en base al TEDH es reconocer que en algunas de las situaciones puede haber dudas fruto de la vaguedad de los conceptos como 'levantamiento tumultario por la fuerza' del delito de sedición y decantarse por aquellas más exigibles desde los postulados de la teoría democrática del siglo XXI".

¿Desvío de poder?

 Con sus demandas de máximos, los líderes independentistas también pretenden que el TEDH condene a España por el artículo 18 del CEDH, que castiga el desvío de poder de los estados para castigar a sus adversarios políticos. Ningún Estado de la Europa Occidental ha sido condenado nunca por este artículo, reservado hasta el momento a casos de persecución de la disidencia en repúblicas postsoviéticas. Entienden los condenados que el hecho de que un tribunal para ellos parcial como el Supremo castigara un ejercicio legítimo de derechos no es solo una mala aplicación del derecho sino una acción deliberada para reprimir a los independentistas.

 En opinión del profesor de derecho internacional público de la UB David Bondia el TEDH no condenará a España por los artículos relacionados con el desvío de poder, pero sí ve más visos de que Estrasburgo "se acabe decantando" por una condena por violación de los derechos de reunión y manifestación de los independentistas "al no poder percibir la necesidad de estas limitaciones de derechos en una sociedad democrática", en línea con las manifestaciones de los magistrados progresistas del Constitucional que criticaron la sentencia del Supremo.

El caso Forcadell y los derechos como diputados

 La incidencia de la causa penal del procés en los derechos políticos de los condenados que ocupaban escaños en el Parlament y el Congreso durante la investigación también forma parte del análisis de los expertos. El profesor de derecho penal de la Universitat de València, Javier MIra, destaca que la "insistencia" en el delito de rebelión durante la instrucción del caso permitió adoptar la prisión provisional de los dirigentes así como la suspensión de sus cargos públicos cuando fueron procesados. Esto último no hubiera podido ocurrir si el procesamiento hubiera sido por sedición, el delito por el que finalmente se les condenó.

 La suspensión de los escaño de Junqueras, Romeva, Rull y Turull antes de ser condenados, argumenta el profesor, comporta "una alteración de la composición de las cámaras y de las mayorías al hacer de peor condición la suspensión cautelar que la pena de inhabilitación, alterando el principio democrático".

 Las circunstancias únicas de la expresidenta del Parlament Carme Forcadell (el resto de condenados eran o miembros del Govern o de la sociedad civil) también forman parte del libro. Para el catedrático de derecho administrativo de la Universidad del País Vasco Iñaki Lasagabaster los avisos del Constitucional a Forcadell para no debatir las leyes soberanistas "persiguen impedir el funcionamiento de la actividad parlamentario, algo totalmente ajeno a la experiencia comparada" en países de nuestro entorno.

 En cambio el Supremo consideró que el acto parlamentario de no paralizar los debates, tal y como le había ordenado el TC, era no solo desobediencia al Constitucional sino también constitutivo de sedición al no poderse amparar en la inviolabilidad parlamentaria (el derecho a no ser castigado por las opiniones y votaciones en la Cámara).

 El acto parlamentario que se aparta de su genuina funcionalidad y se convierte en el vehículo para desobedecer lo resuelto por el Tribunal Constitucional no es un acto amparado por el derecho ni que pueda cobijarse bajo la prerrogativa constitucional de inviolabilidad parlamentaria". En este sentido, el catedrático de derecho constitucional de la UB Enoch Albertí considera que la dinámica de avisos del Constitucional sobre los peligros de terminar encausado si se producen determinados debates en el Parlament "arrastra" al tribunal de garantías y a la Justica "al campo de la acción política en una clara injerencia en el ámbito parlamentario". 

https://www.eldiario.es/catalunya/vulnero-supremo-derechos-independentistas-examen-caso-proces-vistas-estrasburgo_1_8199458.html 

 

Nota del blog .- Recordemos que fueron acusados de rebelión para enviarlos a la Audiencia Nacional y luego la sentencia fue en el TS por sedición , figura que ni hay en otras democracias europeas y como dijo el Tribunal alemán solo fue una alteración del orden público y el caso de los Jordis canta a venganza , como toda ella  , no son aforados y los enviaron a la AN y luego al TS quitandoles ademas el derecho a un recurso a segunda instancia . La acusacion por rebelion fue el truco para saltarse el   juez natural y el TSJC que hubiera permitido además un recurso de  segunda instancia .

Y cuando el Estatuto fue aprobado por los dos parlamentos revisado por el Consejo del Estado y votado en Cataluña , y entervino el TC rompiendo todo el pacto constitucional . El error fue de tal grosor que ya es imposible arreglarlo . Si el Estatuto tenía algo inconstitucional acaso no lo interpreta su aplicación el TC …??? .Y en ultimo caso bastaba   hacer una interpretación  según que artículos , pero no suprimirlos  ya votados.. Un Estatuto votado e intervenido después es nulo todo el , se precisa volver a votarlo en la Autonomía . Es igual que la consulta no vinculante y sin valor jurídico eso lo permite el Estatuto y no paro ahí , que si Tribunal de Cuentas que si Audiencia Nacional inventándose terroristas ..Y además el TC termino interviniendo en el debate parlamentario y castigandolo  .Aplicar  así las leyes a conveniencia politica en un estado democratico es suicidarse asi mismo

lunes, 6 de septiembre de 2021

La derrota de la guerra tecnológica americana.


 

                                                               

 Dos ideas derrotadas en Kabul

Occidente creía que se puede exportar la democracia y que los militares de EE UU son los mejores del mundo

Moisés Naím

En Afganistán no solo fue derrotado el Ejército más costoso y tecnológicamente avanzado del planeta. También fueron derrotadas dos ideas que, hasta ahora, habían tenido gran influencia en el mundo occidental. Una es que la democracia se puede exportar y que los militares de Estados Unidos son los mejores del mundo.

Desde que colapsó la Unión Soviética, una de las políticas más permanentes y populares en los países ricos y democráticos ha sido la de promover la democracia en naciones que no la tienen o donde es precaria y disfuncional. Lamentablemente, los esfuerzos diplomáticos, el dinero, la tecnología y las intervenciones militares no han arrojado resultados satisfactorios.

Las transiciones de dictaduras a democracias han tenido más éxito cuando valientes y talentosos líderes políticos locales juegan un rol protagónico y logran que el pueblo tome calles y plazas y paralice el país. Y cuando hay escisiones dentro de la dictadura y los militares se rehúsan a masacrar y reprimir a sus compatriotas.

En el mejor de los casos, el apoyo extranjero a las transiciones democráticas ha tenido impactos secundarios. En otros casos, la intervención extranjera, en vez de acelerar las transiciones a la democracia, las frena o hasta las descarrila. La exportación de la democracia no es solo una idea abstracta, una obligación moral o una promesa política. También se ha convertido en un gran negocio que mueve ingentes cantidades de dinero. Se estima que EE UU, la Unión Europea, Canadá, Australia, los países escandinavos y otros le dedican cerca de 10.000 millones de dólares al año al apoyo de programas que buscan fortalecer la democracia en países donde es aún incipiente o donde no funciona bien.

Este inmenso monto de dinero es solo una fracción de lo que EE UU le ha dedicado a Afganistán. En los pasados 20 años, y solo en ese país, el Gobierno de EE UU gastó 145.000 millones de dólares en actividades de “reconstrucción”, lo cual no incluye, entre otros, los costos de la guerra. Un estudio de la Universidad de Brown encontró que entre el 2001 y el 2021 el Gobierno estadounidense gastó en Afganistán un total de 2,2 billones de dólares. El caso de Afganistán ilustra de manera muy dolorosa cómo dos décadas de intervención militar multinacional, apoyo político mundial, cientos de miles de muertos e inimaginables cantidades de dinero no fueron suficientes para afianzar la democracia.

Otra idea que, a la luz de lo que pasó en Afganistán, resultará difícil defender, es que Estados Unidos cuenta con las Fuerzas Armadas más competentes y poderosas del mundo. Es, sin duda, el Ejercito más tecnológicamente sofisticado del planeta. Y el más costoso. Pero no el más exitoso.

Ver a un talibán en sandalias, turbante y ametralladora y compararlo con un marine con chaleco antibalas, equipos de comunicación, lentes de visión nocturna, explosivos especiales, múltiples armas y apoyo de drones, helicópteros artillados, aviones y satélites no puede ser más revelador. Equipar al talibán debe haber costado unos cientos de dólares. Pertrechar al marine cuesta 17.500 dólares sin contar los costos del apoyo aéreo, cibernético y logístico. Que el talibán en sandalias y sin mucha tecnología de apoyo haya sido quien derrotó al bien pertrechado y super entrenado marine es un resultado que será estudiado por mucho tiempo en las escuelas militares del mundo.

Es interesante notar que estas dos ideas derrotadas en Kabul tengan en común el exceso de dinero como un factor que en vez de ayudar a alcanzar el objetivo deseado distorsionó el esfuerzo y, en última instancia, contribuyó a su derrota.

Es muy importante que se saquen las lecciones correctas de estas derrotas. Sería un error concluir que los países que son el baluarte de la democracia mundial deben cesar sus esfuerzos por proteger y fortificar las democracias débiles que hoy proliferan. Lo importante es entender cuáles son las áreas donde la ayuda extranjera puede ser más útil y qué forma debe tener esa ayuda. Es obvio que la manera como se ha instrumentado la promoción de la democracia no está funcionando.

Lo mismo vale para los militares estadounidenses. Claro que deben disponer de la mejor tecnología disponible y que sus efectivos deben tener el mejor entrenamiento y equipo. Pero ¿cuesta eso 740.000 millones de dólares? ¿Debe superar el gasto militar estadounidense a la suma de todo el gasto militar de los 11 países que más gastan en sus Fuerzas Armadas? ¿No son estos presupuestos prácticamente ilimitados una fuente de errores estratégicos? ¿Hubiese durado dos décadas la guerra en Afganistán si los militares hubiesen tenido más limitaciones presupuestarias? ¿Mi respuesta a todas estas preguntas? No .

 https://www.moisesnaim.com/columna .                                                                

                                                                                

                                                                             
Nota del blog  .-

No solo  el Pentágono americano  sino que “Es la mayor debacle de la OTAN desde su creación”, concluyó Armin Laschet, el hombre que Angela Merkel desearía que le sucediera al frente de la cancillería alemana. (1) Efectivamente, la guerra de Afganistán supuso la primera intervención de la Alianza Atlántica en aplicación de los términos del artículo 5 de su carta fundacional: un Estado miembro había sido atacado el 11 de septiembre de 2001 (aunque no por afganos); los demás firmantes del tratado acudieron en su ayuda .

 El experimento servirá para recordar que cuando Washington y el Pentágono dirigen las operaciones militares, sus aliados son tratados como vasallos a los que su señor les concede el derecho de luchar –y ­morir–, no el de ser consultados sobre el cese de las hostilidades. Hasta Londres, habituado a esa clase de desaires, se revolvió contra tanto desprecio. Ahora, hay que confiar en que el fiasco afgano no conduzca a la OTAN a reforzar sus temblorosas filas para seguir a Estados Unidos a nuevas aventuras. Aunque, visto el resultado, más bien se apunta a que se trató de una operación de respuesta al 11-S, a la necesidad de recuperar imagen hegemónica por eso se  involucró  la OTAN , y de paso, utilizar el virtual “estado de guerra” para legitimar las prácticas criminales de todo el complejo de seguridad y "la máquina de guerra caníbal"  . Nada nuevo en el imperialismo , presente y pasado .   Lo ocupo yo para que no lo haga otro . Pues bien , han fracasado.

 La pregunta final sería como es que los talibanes ganaron el apoyo de la población afgana . En realidad el fracaso es político. Porque  los talibanes  fueron capaces  reconstruir el estado  con el islamismo . Una nación afgana . Un estado afgano .Mientras los ocupantes con un gobierno , ladrón y corrupto con los señores de la guerra  y del opio , intentaban dividir y utilizarle el antiguo sistema tribal ,   con mentiras tras mentiras a los suyos. Solo daban las buenas noticias (2) . Pero recordemos que esto WikiLeaks  si lo publicó por eso lo pagaron caro .

 Los talibanes se convirtieron primero en el  partido de los  pastunes y luego en el  partido de los afganos. En realidad, el Ejército afgano había sufrido pérdidas veintisiete veces más elevadas (66.000 soldados abatidos) que las del Ejército estadounidense (2.443 muertos)  . Como les  pasó  a los franceses en Argelia y antes en  Vietnam. Si la voluntad  hegemónica sobrevivió al desastre de Vietnam .  Y  volviendo al artículo de Naim . "Occidente creía que se puede exportar la democracia y que los militares de EE UU son los mejores del mundo" .

 Tampoco desaparecerá  tras la lección afgana .

 Recordemos eso sí  que los marines ahora no es de leva como  era  cuando Vietnam ,sino mercenarios y está formado por  americanos blancos de las zonas pobres y  emigrantes chicanos  y afroamericanos  similares pero urbanos . Utilizados como  carne de cañón .¿ Quién llora por ellos ? 

 La  explicación real si la queremos  buscar es preguntarte cómo es que el islam se convirtió en identidad desde Afganistán hasta  África. Y  como es que las intervenciones  occidentales y americanas  lo favorecieron . y destrozaron estados tolerantes y más bien laicos  como  Irak  , Libia,  u otros , ¿Que fue  de aquellos regímenes árabes    naseristas y no alineados  y más  desintegrada la URSS ?  Creando en Afganistán el talibanismo contra los soviéticos  y al igual  luego barriendo  los otros y apoyando el  fundamentalismo islámico saudí . Pero la expansión del islamismo radical es una identidad  contra la intervención exterior . No es  cosa que venga de ahora . Recordemos a Gordon y su derrota  por los derwiches en Kartum en 1885  . El componente  nacionalista ni aqui ni en  Vietnam  ni en Corea  nunca lo han intentado  entender .Ni en su patio trasero tampoco .Como los toros solo ven el trapo , sea rojo  o no . Lo de ahora es como una venganza de la historia  que les estalló en su cara .20 años 200.000 muertos . Nunca lo dirán .  Recordemos además estas palabras de Joe Biden, el actual presidente del régimen estadounidense, al anunciar la inminente retirada de Afganistán después de veinte años de guerra imperial contra ese país: «Nuestra misión en Afganistán nunca tuvo como objetivo construir una nación. Nunca apuntó a crear una democracia unificada y centralizada.». Mas claro agua . Eso que normalmente en esta cita se saltan  lo de nación  y es fundamental . También  Naim  se lo salta .

 Nota (1).-https://mondiplo.com/el-camino-de-kabul

 Nota  (2) .https://mondiplo.com/por-que-han-vencido-los-talibanes