martes, 30 de marzo de 2021

El Informe sobre los uigures en China es falso .

 

Informe 'independiente' que afirma que el genocidio uigur le fue presentado por una universidad falsa, ideólogos neoconservadores presionando para 'castigar' a China . 


Por Ajit Singh


 

A lo largo de marzo de 2021, los titulares de los medios corporativos, desde CNN hasta The Guardian, hablaron sobre la publicación del “primer informe independiente” para determinar con autoridad que el gobierno chino ha violado “todos y cada uno de los actos” de la convención de las Naciones Unidas contra el genocidio y, por lo tanto, “Tiene la responsabilidad del Estado por cometer genocidio contra los uigures”. 

El informe, publicado el 8 de marzo por el Instituto Newlines de Estrategia y Política, en colaboración con el Centro Raoul Wallenberg de Derechos Humanos, sigue una acusación de última hora hecha en enero por la administración saliente de Trump, junto con declaraciones similares de los holandeses y Parlamentos canadienses. Se publicó poco después de la publicación de un informe notablemente similar el 8 de febrero que fue encargado por el Congreso Mundial Uigur respaldado por el gobierno de Estados Unidos, y que alegaba que existe un “caso creíble” contra el gobierno chino por genocidio.

CNNThe GuardianAFP y CBC elogiaron el informe Newlines del 8 de marzo como un “análisis independiente” y un “informe legal histórico” que involucró a “docenas de expertos internacionales”. Samantha Power, nominada por el gobierno de Biden para dirigir la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), también lo promovió: “ Este informe muestra cómo este [genocidio] es precisamente lo que China está haciendo con los uigures”, afirmó la notoria intervencionista humanitaria.

 Y ver todo el  articulo.

https://thegrayzone.com/2021/03/17/report-uyghur-genocide-sham-university-neocon-punish-china/

lunes, 29 de marzo de 2021

Aznar y Rajoy y la caja B.

 

Aznar y Rajoy: la última espantá



Fuentes: Ctxt


Fueron tres horas de interrogatorio para quienes durante 28 años dirigieron un partido que nos gobernó y que se financió de forma tramposa durante décadas. Tres horas de negaciones y balones fuera

José María Aznar López y Mariano Rajoy Brey juraron decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, como si eso fuera algo posible para ambos a estas alturas de la vida, a estas alturas del caso que los sentaba ante la sala 1 de la Audiencia Nacional vía telemática. A pesar de las poquísimas expectativas puestas en que saltase alguna sorpresa –Rajoy ya se declaró anteriormente infanta total y Aznar sigue empeñado en batir la plusmarca mundial de no reconocer una mancha en su impecable biografía–, esta era la jornada estrella del juicio a la Caja B del PP. No todos los días dos presidentes del Gobierno se someten a las preguntas de un tribunal. A pesar de sus responsabilidades orgánicas en el partido, lo hacían ambos en calidad de simples testigos, como testigos son los peatones presentes en el lugar y el momento en el que se produce un accidente que a posteriori toca enjuiciar. En este caso, el accidente consiste en décadas de supuesta contabilidad en negro mediante un sistema de donaciones opacas por parte de empresarios a cambio de contratos y favores políticos. Unas donaciones que, según Bárcenas, eran usadas para cubrir gastos del Partido Popular y para repartir sobresueldos entre sus mandamases.

Un Aznar enfadado y agresivo –bajar a la Tierra siempre les supone cierto trastorno comprensible a los dioses– juró decir la verdad porque prometer, más allá de la honestidad con la que uno vaya por la vida, es fórmula clásica de rojos y separatistas, como ya sabemos. Mascarilla blanca FPP2 mientras declaraba, supuestamente solo, en un despacho ubicado en su propia vivienda. Cuando un letrado de la acusación le preguntó el motivo por el que ocultaba parte de su rostro a pesar de estar solo en casa, el mismo Aznar que salió corriendo de Madrid a Marbella en marzo de 2020 desoyendo las recomendaciones sanitarias aludió a su ejemplar comportamiento cívico para tomar esta medida de precaución que las autoridades sanitarias –¿mascarilla estando solo en casa?– en ningún caso han recomendado. Aznar en estado puro. 

Hasta que el presidente de la sala le recordó que, si le habían molestado de sus vacaciones en el Olimpo, era para que respondiese preguntas y no para que las hiciese, Aznar se dedicó a desenmascarar a los letrados de la acusación, amigos de socialistas unos, separatistas otros, intentando darle a aquello el tono bronco que siempre le va bien al mourinhismo. “Yo nunca he recibido un sobresueldo”, sería la frase más repetida y la que mejor resume los sesenta minutos de comparecencia de Aznar ante el tribunal. Una frase en la que es importante, vital, diría, subrayar el yo. Aznar y ese pronombre personal que tan bien define al personaje, ya sea en un juzgado o en su carrera política. “Yo –subrayen el yo– no sé lo que hicieron los demás, ni me importa”, ha declarado quien fuese máximo responsable del PP durante 14 años de supuestos sobresueldos y mordidas. Ni lo sé ni me importa, declaró quien tomó el control de ese partido el mismo año en el que se registraron las primeras anotaciones en B. El Capitán Schetinno tomándose un mojito desde la orilla mientras el Costa Concordia hace aguas. Con una diferencia: Schetinno acabó pidiendo perdón, quizá avergonzado por la espantá.

Aznar –el aznarismo es así– no solo aseguró durante su comparecencia bajo juramento no conocer la contabilidad B, sino que se negó a responder si conocía las condenas judiciales firmes contra su partido por otros casos de corrupción ya juzgados y conocidos por todos. Tampoco recordó Aznar haber denunciado en su momento al diario El País tras la publicación de los papeles de Bárcenas, unos papeles que ahora dice que no van con él. Convencido de salir ganador de cada no va conmigo, de cada no recuerdo, de cada no me importa, el expresidente lo celebra con el clásico gesto chulesco de sacar morritos, gesto perceptible a pesar de la mascarilla. Aznar, y así acabó su interrogatorio, no recordaba haber recibido donaciones, ni recordaba tampoco lo dicho el día anterior por Ignacio del Burgo, cuando el exdiputado del PP declaró que Aznar autorizó pagos recogidos en los papeles de Bárcenas. Para esa altura de la tarde, el listón del no recuerdo estaba ya a la altura del gran estadista que supo ver armas de destrucción masiva en Irak y no supo ver corrupción en su sede.

Como la derecha siempre ha sido de respetar tradiciones, Mariano Rajoy apareció por plasma tras el que lo designó sucesor con su incorrupto dedo. Con mejor tono que su antecesor en el partido y en la declaración judicial y sin mascarilla que ocultase su cara, gesto que le agradeció un letrado de la acusación de Izquierda Unida. Después de una hora de Aznar y sus formas, la aparición de Rajoy recuerda a un arcoíris. Con otros modos, lo expuesto por Rajoy coincidía con la defensa de Aznar: el presidente de un partido no se ocupa de los asuntos económicos del partido. Tiene gracia que, en la formación política que presume de buena gestión económica cuando llegan las campañas electorales, nadie supiese quién llevaba la economía propia durante tres décadas. En época de Rajoy, serían las meigas.

Absolutamente falso. Esa fue la frase más repetida por Rajoy durante su declaración cada vez que un letrado leía lo declarado por Bárcenas. Hablando de meigas, un enigma: ¿cómo es posible que quien no sabía lo que pasaba con la gestión económica del PP esté en posición de asegurar que lo declarado por quien sí llevaba esta gestión es absolutamente falso? La explicación dada por Rajoy a esta pregunta despejaba todas las dudas: “Llevo 40 años en el Partido Popular y nunca nadie ha hablado de una caja B”. Pues ya estaría. Si el nombre usado no era caja B, sino aguinaldo, habría que ir dando el caso por archivado. Los papeles de Bárcenas son falsos, sostuvo Rajoy durante toda su comparecencia, y daba en este caso otros dos argumentos de peso. El primero, que el 95% de quienes aparecen, entre ellos Rajoy, había negado haber recibido esas cantidades. Como nueva versión del anuncio de nueve de cada 10 dentistas puede colar. Como argumento de defensa es bastante discutible. El segundo argumento para sentenciar la falsedad de los papeles es que el propio Rajoy encargó una investigación interna en el PP, dirigida por el PP, y el PP concluyó que el PP no tenía una contabilidad B. Tras la ejemplar auditoría, se quedó tranquilo. 

Con Rajoy delante es una tentación difícil de esquivar preguntarle por sus grandes éxitos, y en aquella sala eran humanos. Preguntado por el “Luis sé fuerte”, cuando se supo que Bárcenas tenía una cuenta en Suiza, Rajoy, metido a esas horas del largo interrogatorio más en el personaje de coaching que en el de expresidente del PP, explicó que en la vida no siempre acierta uno. Preguntado sobre por qué a Bárcenas se le mantuvo despacho, sueldo y chófer después de ser imputado, la explicación dada fue que, en ausencia de condena, los derechos de los trabajadores son sagrados. Arriba tesoreros de la tierra, a mí famélica legión. Absolutamente falso. No sé absolutamente nada. A partir de la hora y media de interrogatorio, el Rajoy agradable empezó a ponerse de los nervios, quizá molesto por tener que dar la misma respuesta una y otra vez a las mismas preguntas, quizá porque había partido de la selección sub 21 contra Eslovenia y se lo estaba perdiendo. 

Fueron tres horas de interrogatorio para quienes durante 28 años dirigieron un partido que nos gobernó y que se financió de forma tramposa durante décadas. Tres horas de negaciones y balones fuera que han sido una pequeña biografía de estos dos presidentes de España y que explican bien los males de este país. Tres horas que demuestran que uno encara los problemas como encara la vida. El Aznar del yo, el impoluto pese a los horrores que rodean su carrera política. El Rajoy experto en no hacer nada con los problemas, salvo vivir cómodamente en ellos. Una década de espantás de dos presidentes a la vista de todo un país. La actitud de Bárcenas es en parte liberadora. No estoy aquí por venganza, sino porque cometí una serie de delitos y quiero colaborar con la Justicia para subsanarlos, dijo. Sea por un pacto con la Fiscalía o sea por venganza, reconocerlo debe haberle quitado un enorme peso de encima. Si las cámaras de la historia no le enfocasen, quiero pensar que Rajoy reconocería su parte de culpa a cambio de poder dejar de huir de su pasado y de dormir mejor por las noches. Aznar no tiene esos problemas. Si gana, si consigue subirse al bote mientras su barco hace aguas, él duerme a pierna suelta. Si todo sale según lo previsto, solo Bárcenas pagará y esta habrá sido la última espantá.

Gerardo Tecé. Soy Gerardo Tecé. Modelo y actriz. Escribo cosas en sitios desde que tengo uso de Internet. Ahora en CTXT, observando eso que llaman actualidad e intentando dibujarle un contexto.

Fuente: https://ctxt.es/es/20210301/Firmas/35451/Aznar-Rajoy-PP-caja-b-Barcenas-juicio-Partido-Popular-Gerardo-Tece.htm


domingo, 28 de marzo de 2021

La conspiranoia de la derecha en España.

 


Las entrañas de la teoría de la conspiración de la derecha en España

El sociólogo Alejandro Romero explica el funcionamiento de las teorías conspirativas difundidas por la derecha española y sus efectos en la realidad del país. El libro recién publicado por Akal es un aviso a navegantes: ¿Qué es en lo que creemos?

Guillermo Martínez

Confabulaciones, reuniones secretas, planes estratégicos al alcance solo de los poderosos y truculentas decisiones tomadas en la oscuridad. Todo ello se entrelaza en las teorías de la conspiración, más presentes en la cotidianeidad de lo que se podría imaginar. Desde la idea del dominio judeomasónico hasta el implante de microchips en las vacunas fabricadas por un Bill Gates ávido de nuevos nichos de mercado. Un fantasma recorre el mundo y nadie, excepto algunos iluminados, sabe cuál es. Su única prueba: los prejuicios. Muchos de esos pocos que conocen la verdad absoluta se prestan para difundirla. 

Contubernios nacionales. Una panorámica ilustrada de las teorías de la conspiración de la derecha española (Akal, 2021) es el ilustrativo título de la obra resultante de la pluma del sociólogo Alejandro Romero y del pincel de El Bute. "El plan normalmente es dominar el mundo, provocar el caos y exterminar a la buena gente", recoge el libro a modo de introducción. Con esa socarronería que le caracterizará hasta el final, el volumen es un viaje a través de las grandes teorías de la conspiración que se han dado en España por parte de la derecha. ¿Y la izquierda? "El auge del nacionalpopulismo y que este tipo de teorías abunden más en el bando perdedor, ya sean unas elecciones o una moción de censura, nos hizo ver la efervescencia que en este sentido estaba teniendo la derecha, y por eso nos centramos en ellas, pero eso no significa que las personas de izquierdas estén libres de creérselas también", responde el autor.

El libro conjuga texto e ilustración de la misma forma que seriedad y humor. El Bute, a los mandos del dibujo, caricaturiza a las personalidades más relevantes en cuanto a conspiración española se conoce. La obra coloca a Pedro J. Ramírez en un apartado propio y le sitúa como uno de los grandes ideólogos de la teoría de la conspiración del 11-M. Y es que la importancia de los periodistas es vital en estas teorías: "Los medios pueden promover las conspiraciones por diversas razones, pero también ayudan a difundirlas en la medida en que no contrastan la información y solo se limitan a reproducir afirmaciones de las personas entrevistadas sin ningún tipo de crítica", explica Romero.

Así pues, en esa humorística pero desgraciada galería de grandes conspirógrafos de España seleccionada por el autor de la obra también aparecen Francisco de Quevedo, Lope de Vega, Juan Tusquets, Enrique Jardiel Poncela, Federico Jiménez Losantos, Luis del Pino y Luis «Alvise» Pérez.

Judíos, prejuicios y consecuencias directas

Como profesor de teoría sociológica y análisis electoral en la Universidad de Granada que es, el autor lleva investigando las teorías de la conspiración desde hace años. Y como mala hierba, nunca mueren: "Incluso cuando se ha demostrado una y otra vez que los Protocolos de Sion son fraudulentos, que el documento es falso, quienes creen en ellos aceptan la falsedad del texto pero afirman que lo que cuenta es verdadero y eso les sirve para explicar su realidad", declara Romero en referencia al germen del mantra que defiende un plan estratégico e hipersecreto de dominación mundial por parte de los judíos.

Y es que "por pura estadística debería haber un par de participantes del contubernio judeo-masónico y al menos un secuaz de George Soros en cada pachanga futbolera de andar por casa", escribe irónicamente en el libro. 

La peligrosidad aparece, y ya fuera bromas, cuando las teorías de la conspiración eluden, ignoran, no atienden a razones ni hechos, algo parecido a lo que sucede con las fake news: "Las teorías se basan en que señalan a enemigos y culpables que son congruentes con nuestra visión del mundo y nos las creemos porque nos esperamos lo peor de tal sujeto o grupo de personas. Si las noticias falsas crean un clima de opinión o una percepción determinada del estado de las cosas que apoyan dichas teorías, se refuerzan entre sí", agrega el escritor que así lo explica en la obra: "La posverdad no es simplemente mentira instrumental de toda la vida (...). Es necesario, además, que los receptores del embuste lo acepten y lo difundan a sabiendas de su falsedad, anteponiendo su militancia en la causa del embustero a la realidad de los hechos".

Y es que las teorías de la conspiración son muy útiles. Identifican a los culpables, nos liberan de la carga de la prueba, se pueden revisar indefinidamente, son irrefutables y nos devuelven el control. Todo son ventajas, si quieres creértelas, claro. "La teoría de la conspiración puede ser muy rentable políticamente cuando se logra una proporción relevante del electorado que cree en ella", recoge la monografía. De esta forma, "una teoría conspirativa sobre judíos, masones y comunistas que envenenaban España desde dentro —continúa Romero en el libro— justificó una conspiración real de militares para acabar con la República".

El PP y su 11-M

El Partido Popular protagoniza un capítulo dedicado también a Manos blancas y los Peones negros: "Las teorías sobre la conspiración se convierten en teorías de la conspiración cuando dan una vuelta de tuerca no amparada por las pruebas disponibles, o incluso en contradicción con ellas, e interpretan las otras hipótesis más sólidas como consecuencias o instrumentos de la conspiración para encubrir lo que realmente ha ocurrido". Parecen perfectas, todo está a su favor, menos las pruebas .

En el mismo capítulo, Romero afirma que "las teorías conspirativas redundan en la deslegitimación, en un círculo vicioso, o quizá virtuoso para quien pueda desear la polarización política. Y la polarización, a su vez, nos convierte en militantes, más que de opciones políticas, de versiones incompatibles con la verdad". Según el escritor, Vox sería el líder de las teorías de la conspiración porque "basta ver las cosas que dicen y las ideas que promueven". Precisamente esta formación política de extrema derecha lleva avisando de una invasión planificada por parte de los árabes que lentamente se están adueñando de la Península Ibérica.

Se trata de la idea de España como capital de Eurabia. La publicación aporta un nuevo concepto al análisis: la recontraconquista. "Aznar ya dijo que España empezó a luchar contra Al-Qaeda hace siglos, conectando ese pasado casi mítico de Don Pelayo con la actualidad. Así empiezan las conspiraciones, planteando en términos épicos la situación presente. Muchas veces consisten en crear un relato de peligro por parte del nacional-populismo y convertir cada episodio de la lucha actual en una lucha existencial apocalíptica, queriendo hacer pensar que día tras días nos jugamos la existencia de España como nación cristiana", explica Romero.

Sobre feministas y gays

Pero el pasado político más inmediato del país también se las trae. Un capítulo aborda algunas de las ínfulas que tan solo existen en algunas mentes, pues ninguno de los efectos que preconizaron que tendrían han sucedido en realidad. "Contra el hombre y la familia: la ideología de género, el lobby gay y, ya puestos, la zoofilia" es su título, y Zapatero se las lleva todas. Haber aprobado la Ley de violencia de género en 2004, la Ley de matrimonio igualitario en 2005, la LOE con la asignatura de Educación para la ciudadanía en 2006 y la Ley del aborto en 2010 es lo que tiene. Pero ojo, la izquierda tampoco está libre de pecado, así que cuidado con las piedras: "Dadas sus críticas de las desigualdades económicas y del capitalismo, las personas de izquierdas pueden dar un salto peligroso al pensar que los culpables son unos señores en la sombra que lo controlan todo", según el sociólogo.

"La materia prima de la fabulación conspirativa es una mezcla de incertidumbre, impotencia, desconfianza y división", reproduce el escritor. Buena descripción de lo que es España en estos momentos. En el libro también hay espacio para las personas antivacunas, las plandemias, las dictaduras del confinamiento y el Nuevo Orden Mundial. "La crisis sanitaria ha sido el calvo de cultivo, la tormenta perfecta, para que las teorías conspirativas proliferaran. Es deprimente ver que a pesar de todos los recursos y herramientas que tenemos para situarnos en el mundo y tener una visión realista de las cosas, estas ideas prendan y se difundan con tanta fuerza", comenta al respecto el escritor a Público.

De ello se vale la derecha más envalentonada que hay actualmente en España, y es que "sacan provecho de la situación de polarización política en el país al dar a entender que en cada momento nos estamos jugando el destino como nación. No es lo mismo llevar a cabo cualquier acto de participación democrática si creemos que nos están gobernando asesinos, por ejemplo", en los términos del sociólogo. Él mismo señala el gran problema que existe como consecuencia de tener motivos por los que desconfiar de los medios de comunicación, por ejemplo. "Cuando los medios han mentido significa que han fallado respecto a la tarea que tienen encomendada, que aun con su línea editorial propia, se deben ajustar a los hechos, y cuando eso no ocurre la desconfianza está justificada".

Al fin y al cabo, como decir la verdad tan solo lo puede hacer quien la conoce pero mentir lo puede hacer cualquier persona, apunta tu lista de ingredientes para lo que podrá ser la próxima teoría de la conspiración: el chivo expiatorio, el crimen, el encubrimiento, los cómplices, pruebas e indicios y un plan a gran escala.

https://www.publico.es/culturas/entranas-teoria-conspiracion-derecha-espana.html

sábado, 27 de marzo de 2021

El camino hacia Bélgica .

 

El bucle político catalán


 El acto de constitución de la Cámara catalana ha mostrado, en primer lugar, la patrimonialización del Parlament por parte de las fuerzas independentistas, en la medida que consideran a esta institución no cómo la representación del conjunto de la ciudadanía sino como un instrumento para avanzar en la causa separatista que funciona solo al servicio de la mitad del país. Esto se ha puesto de manifiesto en la composición de la mesa, vulnerando el principio según la cual el órgano de gobierno de la Cámara debería ser proporcional a la correlación de fuerzas en el hemiciclo. Los votos de las tres formaciones independentistas con representación parlamentaria suman el 48,7% de los sufragios emitidos y el 54% de los escaños; sin embargo, ostentan cinco de los siete puestos de la mesa; es decir, el 75% de la misma. Se trata de la enésima prueba del uso instrumental de los procedimientos democráticos por parte de las formaciones secesionistas, que son invocados cuando favorecen a la causa y son desechados cuando la obstaculizan.

Por otro lado, desde el punto de vista político, la composición de la mesa constituye una amarga lección para los Comunes, que se han quedado fuera del órgano de gobierno de la Cámara.  Ello a pesar de sus filtreos con ERC a lo largo de la anterior legislatura, cuando su abstención permitió que se aprobaran los Presupuestos. Además, durante la campaña electoral, su líder, Jéssica Albiach, propugnó un tripartito de izquierdas con el PSC y ERC. Sin embargo, tras las elecciones, modificó este criterio para plantear un bipartito con Esquerra con el apoyo exterior gratuito del PSC. A pesar de ello, Esquerra se ha negado a cederles uno de sus puestos en la mesa, que sí que ha obtenido la CUP, a despecho de sus propuestas de constituir una “vía amplia” junto con los Comunes entre independentistas y soberanistas. Nos hallamos, una vez más, ante otra de las numerosas muestras del pagafantismo político característico de la relación de los Comunes con las formaciones independentistas. También, ante la cruda realidad política que no son los Comunes, sino la CUP quien, en el panorama de polarización de las fuerzas políticas sobre la cuestión nacional, posee la llave de la gobernabilidad del país que hubiera recaído en los Comunes si los partidos independentistas no hubieran conseguido la mayoría absoluta.

Corrupción y supremacismo

En segundo lugar, la elección de Laura Borrás como presidenta del Parlament de Junts per Catalunya ha revelado, una vez más, la subordinación del denominado nacionalismo/independentismo de izquierdas a la derecha separatista catalana. De hecho, la correlación de fuerzas tras el 14F arrojó una amplia mayoría de izquierdas que ha resultado inútil. El eje de dominancia nacional y la consolidación de los dos bloques antagónicos implica que las diferencias ideológicas derecha/izquierda se vean subsumidas por la (sin)razón patriótica. Un mecanismo que desde los tiempos del pujolismo se ha demostrado sumamente eficaz para paralizar a las izquierdas catalanas, a semejanza de los insectos prendidos en una tela de araña. Ni siquiera durante los tripartitos, presididos por los socialistas Pasqual Maragall y José Montilla, dejó de funcionar, pues su máxima prioridad fue la reforma del Estatut d’Autonomia, centrando el debate político en el eje nacional, lo cual permitió la recomposición de Convergència y está en el origen del proceso soberanista.

Aquí, la única diferencia radica en lo descarnado del caso. En efecto, Borràs, que está imputada por diversos delitos de corrupción y fue firmante del manifiesto Koyné, encarna, como Quim Torra, a los sectores más xenófobos y supremacistas del movimiento independentista. Borràs contó con el apoyo de ERC y el voto en blanco de la CUP, lo cual apunta a la reedición del actual pacto de gobierno con el apoyo exterior de la formación autodenominada anticapitalista. De este modo ha vuelto a manifestarse otro de los mecanismos del pujolismo, según el cual la bandera (entonces la senyera y ahora la estelada) sirven para tapar la corrupción. También, como los principios éticos contra la corrupción de los dos partidos del independentismo de izquierdas se diluyen ante la preeminencia de la causa nacional. Todo ello viene a ratificar que el independentismo funciona como la fase superior del pujolismo.

Borràs entonó un discurso de toma de posesión de carácter netamente nacional-populista, ignorando a la mitad de la Cámara, invocando al mismo tiempo la separación de poderes, para afirmar acto seguido y de modo contradictorio que no reconocería la autoridad del poder judicial sobre el Parlament. Asimismo criticó la ejecutoria de su predecesor en el cargo, Roger Torrent, quien evitó el choque con las instancias judiciales del Estado. De su discurso se desprende que Junts pretende mantener la pugna por la hegemonía del movimiento independentista con ERC, con quien le separa solo un escaño de diferencia, y continuar con el enfrentamiento, al menos en el terreno simbólico, con el Estado. Esto sin contar con que Borràs podría buscar ser imputada por un delito de naturaleza política para evitar ser inhabilitada por corrupción. Todo cual avala el pronóstico del veterano líder de Esquerra, Joan Tardà, según el cual la reedición del pacto con Junts supondría un “Vietnam diario”.

Esta perspectiva arroja espesas sombras de duda sobre el futuro de la mesa diálogo entre los gobiernos español y catalán, auspiciada por ERC, la cual se verá torpeada desde Junts y la CUP. Aquí se observa una inversión de papeles. Si en la anterior legislatura ésta se vio boicoteada desde la presidencia de la Generalitat, ahora lo será desde la presidencia del Parlament y por los socios de ERC.

Por otro lado, llama poderosamente la atención que, en los planteamientos de las fuerzas independentistas, la crisis sanitaria y económica provocada por la pandemia haya quedado en una suerte de segundo plano respecto al pleito nacionalitario que continúa centrando monotemáticamente el debate político.

Sombríos precedentes

Estos prolegómenos parecen disipar las tenues esperanzas respecto a que el relevo en las hegemonías dentro de los bloques independentista y constitucionalista, a favor de ERC y PSC, es decir, las fuerzas más proclives al diálogo, propiciase una distensión en la convulsa y polarizada vida pública catalana.

Estos primeros síntomas también cuestionan los pronósticos sobre la eventualidad de que Catalunya entrase en una fase postprocesista bajo la dirección de ERC. El resultado electoral, que no ha otorgado a esta formación la suficiente distancia con sus competidores de Junts, y el papel decisivo de la CUP en la conformación de la mayoría independentista, apunta a una cronificación del procés. De manera que el país se instala en una suerte de bucle político, en un callejón sin perspectivas de salida en el corto y medio plazo. Eso sí, cuando las fuerzas independentistas no cuentan con una carta de navegación estratégica, cifrándolo todo en el victimismo y en el enfrentamiento con el gobierno central y las instituciones del Estado. Ello mientras continúa la degradación de las instituciones de autogobierno.

Desde el punto de vista social, y quizás esto sea lo más grave, Catalunya se adentra en el camino hacia Bélgica. Es decir, hacia un país dividido en dos comunidades lingüísticas enfrentadas y sin puentes de diálogo.

 

https://www.elviejotopo.com/topoexpress/bucle-politico-catalan/

 y ver  ...La crítica no es solo en el Viejo Topo , sino en la propia prensa  nacionalista.

 https://www.ara.cat/opinio/generalitat-perill_129_3928748.html#

viernes, 26 de marzo de 2021

¿ Comunismo o libertad ?

 

España e Italia. La ofensiva de las oligarquías

  • Carlo Formenti escribe sobre el último libro de Manolo Monereo: ‘Oligarquía o democracia. España, nuestro futuro’
  • "¿Por qué tanto rencor contra un gobierno moderadamente socialdemócrata? La respuesta, escribe Monereo, no está en lo que hace este Gobierno, sino en lo que les impide hacer"

Carlo Formenti

La conversación y el debate con Manolo Monereo, exdirigente del Partido Comunista Español e Izquierda Unida, exdiputado de Podemos y una de las mentes más lúcidas de la izquierda ibérica, y más allá, han sido factores de enriquecimiento cultural y humano para mí en estos años de crisis global. Por ello, con mucho gusto voy a escribir sobre su último libro(i) Oligarquía o democracia. España, nuestro futuro, la editorial es El Viejo Topo, a quién les agradezco haber publicado las ediciones españolas de dos de mis obras recientes(ii). Se trata de una antología de cuerpo entero – más de 400 páginas –, que recoge unos cincuenta artículos – a en los que colaboraron Javier Aguilera, Julio Anguita, Héctor Illueca y Stuart Medina, así como Miguel Riera que firma el prólogo –, publicados entre la primavera de 2017 y finales de 2020 en las revistas El Viejo Topo y Cuartopoder.  ...

SIGUE  ....https://www.cuartopoder.es/ideas/2021/03/24/espana-e-italia-la-ofensiva-de-las-oligarquias/

Nota del blog .-Lamentablemente Cuarto Poder . un buen periódico de internet  cierra .. no  puede mantenerse ..

 Y ver   video  de la intervención en  las Cortes de Oskar Matute 

  <a href="https://twitter.com/OskarMatute/status/1374436822948876293?s=20"></a>

El simulacro de los Mossos.

Los Mossos y la construcción del simulacro

La policía catalana había vinculado a una mujer, que ha pasado 19 días en prisión preventiva, con el intento de incendio de una furgoneta porque llevaba un mechero idéntico al de otros arrestados y porque su ropa «emanaba olor a gasolina»

Hoy ha quedado en libertad la mujer acusada de quemar un furgón de la Guardia Urbana. Los Mossos d’Esquadra, en su afán por construir una gran ilusión, se han equivocado de mujer.Así acusaron los Mossos d’Esquadra a una mujer de intentar quemar un furgón de la policía local barcelonesa con un agente dentro durante la represión del pasado 2 de marzo en una manifestación de apoyo al rapero Pablo Hasel. La defensa de la investigada ha dado un giro al caso y ha demostrado que la policía autonómica detuvo a la persona equivocada, por lo que la jueza, con el visto bueno de la Fiscalía, ha ordenado su puesta en libertad tras 19 días de prisión preventiva.

En un auto, la magistrada que mantiene la causa abierta por grupo criminaltentativa de homicidio y otros delitos acuerda la libertad de la mujer tras atender el recurso de su defensa, que ejerce el penalista José Manuel del Río. En su recurso, el abogado argumentó que los Mossos d’Esquadra realizaron una «identificación claramente errónea» de la investigada tras aportar una prueba pericial antropométrica que, en base al visionado de las imágenes de los hechos, concluyó que «no caben dudas de que la persona que la lanza el líquido y S.C. no son la misma».

La fisonomía y la ropa de la detenida en el momento de los hechos, remarcó la defensa, «nada tienen que ver con la de la persona que roció ese líquido» al furgón policial: mientras la detenida vestía pantalones negros, botas negras y no llevaba ningún pañuelo en el cuello ni lucía gorro, las imágenes de los hechos y las declaraciones de un agente de los Mossos muestran que la mujer que rocía el furgón vestía tejanos, botas marrones y llevaba un pañuelo lila en el cuello y gorro en la cabeza.

El recurso desmonta punto por punto el atestado de los Mossos d’Esquadra, que llegó a incluir como elementos acusatorios que la ropa de la detenida «emanaba olor a gasolina» y que entre los objetos que se le intervinieron había «encendedores [mecheros] exactamente iguales a los intervenidos a otros detenidos». El atestado policial fue la base sobre la que prensa italiana y española dedicaron varios perfiles a la detenida ahora puesta en libertad. La construcción del acontecimiento había comenzado por los Mossos y continuado por los medios corporativos nacionales e internaciinales, en una clara connivencia.

La magistrada atiende todos los argumentos de la defensa y, en un breve auto, acuerda la libertad provisional de la investigada «revisada toda la documentación aportada» por el letrado, aunque ordena la retirada de pasaporte de la mujer y la obligación de que comparezca cada dos semanas en el juzgado. Los otros siete encarcelados de forma preventiva han pedido directamente a la Audiencia de Barcelona su libertad provisional.

Una vez constatado el error de los Mossos y la puesta en libertad de la hasta ahora acusada, la autoría del hecho delictivo más grave por el que el grupo fue detenido –la quema del furgón de la Guàrdia Urbana– corre el peligro de quedarse sin autor.

 Construcción del simulacro

El recurso que ha presentado el abogado penalista del Río que desmonta el accionar de la institución policial barcelonesa, ha dejado al desnudo las intenciones reales de fondo que constituyen la persecución y criminalización, a como de lugar.

En este sentido, la unidad central de investigación de los Mossos ha construido un relato en torno a un supuesto grupo criminal con una intención muy clara que es criminalizar el derecho de protesta, y de atribuir a todos los detenidos todos los delitos, por lo que ha construido un sujeto en torno a una figura diabólica y foránea como es la del anarquista italiano. Ni el auto de prisión ni los atestados de la policía autonómica concretan los hechos por los que está investigado cada uno de los ocho encausados, sino que les acusa a todos de participar en los disturbios y de intentar quemar un furgón de la Guardia Urbana de Barcelona con un agente dentro.

Es que no basta con asumir la fantasía obrante en el atestado de los Mossos de la existencia de un grupo criminal con el único nexo común de que hablan italiano y comparten piso. No existe ni en el auto, ni en todas las actuaciones, atribución de hechos concretos respecto a los investigados. No hay ningún elemento que haga presumir que son un grupo organizado más allá de que hablan italiano. Tampoco se les ha intervenido en los registros en su domicilio ningún objeto «susceptible de utilizarse en los disturbios» ni un plan ni material para cometer actos vandálicos. Da la sensación de que desde el departamento de Interior querrían encarcelar para detener las protestas sin coste político y ha encontrado al sujeto perfecto, el «simulacro del anarquismo italiano.

Esto nos lleva a reflexionar sobre que, todo lo que consideramos como verdadero actualmente en realidad, no lo es. Lo que consideramos como verdadero es un simulacro y por lo tanto ya ha aprendido a engañar nuestros sentidos y pensamientos.

Y si nos preguntamos cómo es que hemos perdido entonces la noción de realidad y cómo es que estamos sumergidos en simulacros sin habernos percatado de ello, es porque éstos tienen un poderoso aliado: los medios corporativos de comunicación. Estos, han influido y continúan haciéndolo en la «hiperrealidad» en la que ahora creemos, ya que muchas veces se hacen construcciones de un concepto basados en los intereses políticos o de las industrias y es en este punto en el que se manipula nuestra percepción.

El verdadero poder de los medios hegemónicos reside en el establecimiento de los simulacros como la verdad, como lo único real. Nos encontramos manipulados y a merced de los deseos de quién controla los grandes conglomerados mediáticos.

Pero hoy, una magistrada acordó la libertad de la mujer detenida falsamente tras atender el recurso de su defensa, haciendo estallar uno de los globos de los simulacros. Aún quedan más por reventar.

 https://kaosenlared.net/los-mossos-y-la-construccion-del-simulacro/  

 Nota del bloc ..

   . Lo que mas me choco  en las declaraciones de los Mossos es decir que era anarquista y estaba claro por la A  pintada en el coche la delataba . y si anarquistas serian  -vete  a saber- pero no esa ...ni esos . Y ahora deben estar ya en  la luna . O peor una infiltrada , si era mujer  se disimula  mejor  (?).  La detención la hacen antes  y en otro lugar  sin  haber visto aun las fotos y en las fotos es irreconocible .No habían visto aun las fotos y detienen a una  mujer .  .Y lo que eran una banda  organizada porque tenían todos el mismo mechero Bic marrón  del pack  del tabaco barato de liar Horizon  ..no veas . Y mira que caldearon la prensa  con el suceso ,  Cataluña anarquismo y bla bla .. bla  y encima extranjeros , anarquistas italianos  . No eran indepes catalanes .Y el registro de la casa del Maresme okupa  lo mismo . Tenían libros y cascos de moto olor a gasolina  y cinta adhesiva  .Como si  las manifestaciones  no fueran por Hasél y no fueran en otras ciudades y hay ya 130 casos similares.  Hasta el Consejo de Europa les ha llamado  la atención  por  la ley de seguridad ciudadana  (1) . España es diferente y Cataluña no veas  y  democracia plena  de trampantojos policiales  y demás .  Y van .. la tercera , después de la Piñata y la Pandora  ..Y encima lo que no son capaces de decir ahora la  prensa es que lo  inventaron  todo para sacar pecho , ante la presión  de la portadas , populistas  mediáticas y buscar  un cabeza de turco..

Nota  . (1)  https://www.lahaine.org/est_espanol.php/estrasburgo-pide-al-estado-espanol

jueves, 25 de marzo de 2021

Argentina , el golpe militar y el papel de USA.

Los documentos secretos que revelan el papel de EEUU en el golpe militar de Argentina

Sebastián Lacunza 

En las primeras semanas de 1976, el Departamento de Estado norteamericano daba por hecho que se iba a producir un Golpe de Estado en la Argentina en el corto plazo. Lo sabía gracias a fuentes propias (militares, funcionarios de Isabel Perón, infiltrados, gentilhombres y periodistas), aunque no hacía falta contar con demasiados infidentes para anticiparse a una irrupción militar que era anunciada y reclamada desde la tapa de los diarios.

La Embajada de Washington en Buenos Aires, a cargo del republicano y ferviente anticomunista Robert Hill, manejó un rango certero sobre la fecha en que los militares ocuparían la Casa Rosada y estuvo al tanto de que se conformaría una cúpula de Gobierno con miembros de las tres armas, de cómo se dividirían los principales cargos entre civiles y uniformados, y de las primeras medidas, de acuerdo a documentos del Departamento de Estado y la CIA, desclasificados en los últimos años y ordenados esta semana por la organización civil estadounidense National Security Archive.

Más que acelerar un proceso que avanzaba por sus propios medios, el objetivo de la delegación estadounidense fue darle cauce para que se acomodara a sus intereses. “El Gobierno militar sería conservador y tendría como sus metas más urgentes aplastar al terrorismo, la eliminación de la corrupción del Gobierno y el movimiento sindical, y la reconstrucción de la economía”, describió el secretario de Estado adjunto para el Hemisferio Occidental, William Rogers, en un memo dirigido el 13 de febrero de 1976 a su jefe, Henry Kissinger. El régimen de facto “sería anticomunista en su política exterior”, “amigable para Estados Unidos” y la “comunidad financiera internacional, incluyendo la resolución de problemas de inversión que atañen a firmas estadounidenses”. Música para los oídos de Kissinger, aunque fuera necesario embarrarse un poco.

Una obsesión: el espejo de Pinochet

El mismo texto de Rogers, titulado “posible Golpe en la Argentina” y desclasificado en 2019, admitió que, “en la escalada de la lucha contra las guerrillas, un Gobierno militar en la Argentina casi con seguridad perpetraría violaciones a los derechos humanos”. El Departamento de Estado podría dar una mano para sortear ese percance que acarrearía inconvenientes a la hora de defender los beneficios del mundo libre, en plena disputa con el bloque soviético.

El tema obsesionaba a los conspiradores civiles y militares que se aprestaban a derrocar a Isabel Perón: había que evitar a toda cosa quedar expuestos ante los ojos del mundo como sanguinarios ejecutores y torturadores de disidentes, estigma que había arrasado con la imagen del chileno Augusto Pinochet y sus pares uruguayos. La preocupación fue filtrada a la Embajada por el funcionario de Cancillería de Isabel Perón Diego Medus (informante “protect” de Washington), el periodista Heriberto Kahn (citó fuentes castrenses) y el propio Emilio Eduardo Massera, entre varios. En su preocupación por la imagen internacional, lobistas del Golpe hicieron gestiones para que Kissinger recibiera a enviados militares antes de que tomaran el poder, algo que, con toda lógica, fue desalentado por el Departamento de Estado. Si algo le interesaba a la Casa Blanca era no dejar huellas.

El embajador Hill tomó nota de la aflicción de los golpistas. “Nos estamos enfocando en formas de evitar que el tema de los derechos humanos se convierta en asunto irritante para las relaciones entre Estados Unidos y Argentina”, escribió el diplomático una semana después del texto de Rogers, el 16 de febrero.

Esgrima entre el embajador y el marino

Avanzado marzo, el Golpe parecía inminente. Al punto de que Hill tenía previsto un viaje a Miami para el 17 de marzo de 1976 y analizó cancelarlo, pero concluyó que sería contraproducente, porque ello sería leído como que había cambiado los planes para colaborar con los golpistas. La prevención de Hill ante una lectura que habría acertado (en efecto, estaba colaborando) quedó asentada por escrito en un cable el 16 de marzo.

El Gobierno de Estados Unidos no podría de ninguna manera involucrarse en asuntos internos argentinos

El texto urgente llevó por título “Conversación del embajador con el Almirante Massera”. El mismo día en que fue despachado se había producido un encuentro entre Hill, otro funcionario de la Embajada, el banquero Alejandro Shaw y Massera. En un momento, el jefe de la Armada logró esquivar a Shaw y le confesó a Hill que los militares se harían cargo “muy pronto” del “vacío político”, pero le advirtió que no le daría más detalles porque sería tachado de “diplomáticamente incorrecto”.

El marino barnizó sus confesiones con una pátina de corrección al simular incomodidad por la anticipación de sus actos a un Gobierno extranjero. Hill aceptó el juego y respondió que Washington “no podría de ninguna manera involucrarse en asuntos internos argentinos”.

El minué continuó con alusiones del militar argentino al oprobio que representaba Pinochet y su compromiso de que todo se haría “dentro de la ley”, “del modo más democrático posible”. El nuevo Gobierno —insistió Massera utilizando “escrupulosamente un tiempo de verbo potencial”— no quería tener ningún reproche referido a los derechos humanos y lograría sosegar a los más militares exaltados que, en la versión del almirante, no lo incluían.

Hill —exsecretario adjunto de Defensa de Richard Nixon— anotó una confesión que el jefe de la Armada deslizó como “amigo”: los militares estaban “terriblemente preocupados por las relaciones públicas en Estados Unidos” si, en efecto, tenían que intervenir en política. Massera adujo “inexperiencia” para lidiar con temas de imagen y relacionarse con organizaciones civiles en la Argentina, “y mucho menos en Estados Unidos”, y le pidió a su interlocutor sugerencias de consultoras de relaciones públicas. El embajador cazó al vuelo de qué se trataba y se comprometió a facilitarle las opciones de firmas registradas en la Embajada en el plazo más breve posible.  

El 23 de marzo de1976, con Hill ya en Washington a la espera del Golpe, el segundo de la Embajada, Williams Beal, remitió un telegrama al Departamento de Estado con una descripción cruda de lo que estaba por llegar, como si la inminencia del derrocamiento de Isabel hubiera habilitado mayores dosis de sinceridad. La ilusión a una intervención quirúrgica de los militares que ordenaría las cosas en dos o tres años y llamaría a elecciones era vana, concluyó Beal. Los militares llegarían para quedarse y dispararían ajustes económicos que provocarían rechazo social, a la vez que prevalecía la idea entre los golpistas de que “había que poner a los peronistas y a los ‘terroristas’ contra un paredón sin juicio previo”, escribió el diplomático. Al parecer, Massera no podría controlar a los represores desorbitados como se había comprometido.

La máquina del terror de Estado se echó a andar por completo. Meses después, Kissinger, cabal intérprete del momento desde la óptica de los hardliners estadounidenses, instó al primer canciller de la dictadura, César Guzzetti, a que hicieran lo que tuvieran que hacer, pero rápido. Se acababa el tiempo con la probable victoria del demócrata James Carter en las elecciones presidenciales de noviembre de 1976. Un poco a contramano, Hill habilitó algunos salvoconductos para las víctimas de la dictadura y repartió una de cal y otra de arena en sus reportes a Washington. La asunción del Carter y de su representante especial para los derechos humanos, Patricia Derian, modificó el escenario para un diplomático republicano que priorizaba la aversión al comunismo por sobre todo. A mediados de 1977, Hill regresó a su país y se dedicó a matizar las denuncias de violaciones a los derechos humanos y a denunciar falta de comprensión internacional hacia la dictadura.

La empresa estadounidense de comunicación y lobby Burson Marsteller —luego absorbida por Young and Rubicam— acercó una propuesta de 34 páginas para contrarrestar las denuncias por crímenes de lesa humanidad y fue contratada antes del Mundial de 1978. El encuentro entre Massera y Hill resultó premonitorio. 

https://www.eldiario.es/internacional/golpe-embajada-eeuu-asesoro-massera-lidiar-denuncias-derechos-humanos_130_7345550.html