domingo, 28 de enero de 2018

La imaginación de los jueces

 

Reino de España: La imaginación de los jueces

Javier Pérez Royo

24/01/2018
La razón por la que el juez Pablo Llarena ha decidido no cursar la euroorden solicitada por la Fiscalía General del Estado, a fin de que el President Puigdemont fuera detenido en Dinamarca y puesto a continuación a disposición del Tribunal Supremo, es la misma por la que dicho juez instructor ordenó que no siguiera su curso la euroorden dictada en su día por la jueza Carmen Lamela antes de que se pronunciara sobre la misma la justicia belga. 
Y esa razón no es otra que la imposibilidad de convencer a ningún juez en un Estado democrático de derecho digno de tal nombre de que la conducta de Carles Puigdemont -y de todos los miembros del Govern o de la Mesa del Parlament-, es constitutiva del delito de rebelión.
El delito de rebelión en que se sustenta la querella admitida a trámite en primer lugar por la Audiencia Nacional y posteriormente por el Tribunal Supremo es un delito imaginario, es decir, un delito que existe en la imaginación de los jueces de instrucción que han admitido a trámite las querellas y han adoptado las medidas cautelares sobradamente conocidas. Y también en la imaginación de los jueces de la Audiencia Nacional y del Tribunal Supremo que han resuelto los recursos contra dichas medidas cautelares. La capacidad fabuladora de los Magistrados de nuestros dos máximos órganos jurisdiccionales parece que no tiene límites. 
Y dentro de España no los tiene, ya que nadie puede revisar sus decisiones. Pueden echar a volar su imaginación y calificar de violencia acciones que todo el mundo, literalmente todo el mundo, ha podido ver que han sido completamente pacíficas o darle un valor de proyecto para un golpe de Estado a documentos de una inconsistencia manifiesta desde esa perspectiva o de  imputar las cargas de la Policía Nacional y Guardia Civil ordenadas por la vicepresidenta del Gobierno al vicepresident del Govern… 
Pero fuera de España, en las democracias europeas, la imaginación de nuestros Magistrados sí tiene límites. Y el Juez Pablo Llarena lo sabe. Sabe perfectamente que no puede convencer a ningún juez de que hay argumentos jurídicos que avalen la calificación como rebelión de la conducta de Carles Puigdemont. Sabe que el juez danés o el belga no se iba a reír delante de él, porque los jueces europeos suelen ser personas educadas, pero que por dentro las carcajadas estaban cantadas. 
En esta ocasión, además, si se cursaba la euroorden no se podía ordenar posteriormente la retirada y, en consecuencia, el riesgo de que la Justicia Española quedara desautorizada ya no se podría evitar. Ya la retirada de la primera euroorden ha sido un golpe para el prestigio de la justicia española. Ese tipo de conductas son las que disminuyen el crédito de un país. 
Pero es que, además, en el caso de haber cursado la euroorden y no ser atendida por la justicia danesa en los términos en que se había formulado, es decir, por el delito de rebelión, ya no se podría seguir la causa por tales delitos contra todos los demás querellados, con lo que se vendría abajo toda la estrategia construida para perseguir penalmente al nacionalismo catalán, como apuntaba el pasado día 13 Elisa Beni en su artículo  El Supremo se hace bola.
Creo que hubiera sido muy positivo que un juez belga o un juez danés hubiera podido pronunciarse, tras haber oído a todas las partes, sobre la calificación de la conducta del President como delito de rebelión. Quienes pensamos que no existe tal delito, tendríamos que comernos lo que estamos diciendo y escribiendo en el caso de que alguno de dichos jueces hubiera coincidido con la opinión de los jueces de la Audiencia Nacional o del Tribunal Supremo. 
Lamentablemente no va a ser así. El control de la imaginación de nuestros jueces únicamente será posible, si todo sigue el curso que cabe prever, cuando, una vez que se haya dictado sentencia, se puede interponer recurso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. 
El coste para entonces de este delito imaginario  puede resultar insoportable. Pero en esas estamos.

es catedrático emérito de Derecho Constitucional de la Universidad de Sevilla.
 

Fuente:

Siria.- Territorio de las ‘fake news’ o de la posverdad.



Guerra en Siria "La información que nos ha llegado de Siria corresponde a la 'posverdad'"

El profesor e investigador de la Universidad Complutense de Madrid Pablo Sapag publicaba la obra “Siria en perspectiva”, editada por Ediciones Complutense. Sapag disemina las claves que han marcado los seis años de conflicto entre el gobierno de Bashar al Assad y una multitud de agentes internos y externos.



 Resultado de imagen de Pablo Sapag   “Siria en perspectiva”



Nacho Valverde @javat91

El pasado 19 de diciembre, el profesor e investigador de la Universidad Complutense de Madrid Pablo Sapag publicaba la obra “Siria en perspectiva”, editada por Ediciones Complutense. Bajo el subtítulo “De una crisis internacionalmente mediatizada al histórico dilema interno”, Sapag disemina las claves que han marcado los seis años de conflicto entre el gobierno de Bashar al Assad y una multitud de agentes internos y externos. El ensayo elaborado por el experto en comunicación social y propaganda ahonda en las falsas informaciones transmitidas por los medios dominantes sobre la guerra en Siria, poniendo el énfasis en la simplificación y catalogación del conflicto como “guerra civil” y en el desconocimiento de la realidad siria por parte de los países occidentales.

Motivado por sus vínculos familiares y de origen en el país árabe, la cruda realidad que afectó a millones de sirios a partir de 2011 le motivaron a redoblar el interés y el conocimiento acerca de la historia y de la composición étnica-religiosa siria. En este libro, Sapag delimita el 2012 como el año en que los Hermanos Musulmanes y otras facciones se apoderaron de un descontento popular desorganizado, derivando en un virulento intento de secularizar el Estado, y decantando a la población hacia la salvaguarda de la esencia multiconfesional de Siria, a pesar de las criticas profundas que amplios sectores de la población tenían hacia Bashar al Assad.

En el libro sostiene que en Siria no existe una guerra civil ¿Qué condicionantes no se cumplen en la teoría y en la práctica para no merecer tal consideración?


Autores como Moro o Sambanis citan la guerra civil española como el modelo arquetípico. Una guerra civil necesita que existan dos gobiernos, dos ejércitos -no milicias, ni grupos armados-, unos frentes delimitados que abarquen extensiones amplias -no un pueblo o un barrio- y exige que haya dos administraciones que provean servicios a la población de tipo social, educativo o sanitario. Ninguna de esas condiciones se ha dado en Siria y, para que se pueda hablar de guerra civil, tendrían que existir combatientes sirios. En el caso de los grupos armados que han combatido al Estado, a partir de 2012 queda sobrepasado el llamado Ejército Libre Sirio, y se adueñan de la rebelión grupos terroristas extranjeros como Al-Nusra y Estado Islámico.
¿La etiqueta de ‘guerra civil’ ha legitimado a estos grupos terroristas?


Deberíamos preguntarnos por qué se ha insistido en que hablemos de guerra civil, si tú lo llamas ‘guerra civil’ te permite justificar el reconocimiento a determinadas autoridades paralelas a las oficiales del Estado. Esa legitimación parte de una lectura equivocada de la realidad y del sistema político sirio para sacarla de la ecuación regional. Desde el punto de vista occidental, se presentó el conflicto como un problema sectario-religioso que no existe en Siria. Siria es uno de los países más complejos del mundo árabe por su composición étnica y religiosa, como país habitado más antiguo del mundo, y las lecturas simplistas no son aplicables al marco suníes contra chiíes.



En la crisis que se inicia en 2011, establece la acción de los Hermanos Musulmanes como el principal elemento instigador ¿Qué pretensiones tiene la organización?


La Hermandad Musulmana aspira a que el Estado sea confesional suní y en Siria el Estado es aconfesional desde la independencia, aunque en la práctica diaria es multiconfesional. Allí, los sirios celebran por igual las festividades del islam y las cristianas. El pueblo sirio sabe que el triunfo de la Hermandad Musulmana supondría una confesionalización del Estado y termina apoyando al Estado como garante de la multiconfesionalidad, aunque discrepe enormemente con Bashar al Assad. Durante la crisis, curiosamente, una de los grandes focos propagandísticos del gobierno ha sido el ejército multiconfesionalizado como garante del mantenimiento de la esencia siria, no el ensalzamiento de la figura del presidente.
El Gobierno sirio proclama el sesgo aconfesional del Estado, pero en la Constitución se estipula que el presidente debe ser musulmán. ¿Esas concesiones a los islamistas han podido dar mayor protagonismo a los Hermanos Musulmanes y que se hayan visto legitimados para llevar a cabo la revuelta?

El Gobierno debió ser mucho más explícito en las cesiones que estaban haciendo a los islamistas, sobre todo, de cara al exterior. En el exterior han configurado la imagen del Estado sirio como un sistema laico e incluso antirreligioso, cuando éste ha protegido y ha amparado todas las religiones. El Estado protege constitucionalmente los bienes públicos de todas las confesiones y eso no le gusta a la Hermandad Musulmana, que quiere tener el estatus privilegiado que en España tiene la Iglesia Católica.
¿Se ha quebrado ese pacto social de respeto e igualdad étnico y religioso?



No se ha roto porque esa es la esencia de los sirios, no se lo ha impuesto ningún agente externo. En Siria no hay barrios o regiones separadas por religiones y eso la ha permitido resistir. Con una sociedad dividida sectariamente el país hubiera estallado. Esa esencia siria se ha fortalecido con esta crisis, con muestras de solidaridad redobladas para afrontar la hecatombe vivida.

En los seis años de conflicto, los medios han recogido ataques del Gobierno con armas químicas sobre la población difundidos por el Observatorio Sirio de DDHH. ¿Qué hay de veraz en estos actores y sucesos que han marcado la trayectoria de la crisis siria?

La mayoría de información que nos ha llegado de Siria corresponde al territorio de las ‘fake news’ o de la posverdad. En el caso del Observatorio Sirio de Derechos Humanos no todo lo que sacan es falso, pero su gran problema es que detrás están los Hermanos Musulmanes. En términos de propaganda, está ocultación deliberada de la fuente se llama propaganda negra. Otro factor clave de la propaganda exterior ha sido la utilización y entrenamiento de supuestos blogueros y activistas sirios que, en realidad, detrás de esos activistas se encontraban estadounidenses residentes en Europa.
Bashar al Assad le confesó en una entrevista que hay una suerte de sacudida identitaria excluyente ¿Cómo puede superar Siria esta escalada y no acabar como Irak?


El futuro, como poco, será mejor que el presente y el pasado. Las pérdidas de vidas han sido terroríficas y los daños representan 200.000 millones de euros, siete veces el PIB de Siria antes del conflicto. En primer lugar, el problema de Siria es que tiene un 20% de la población que, permanentemente, intenta confesionalizar el Estado y que con apoyos externos puede aprovechar una nueva oportunidad. En segundo lugar, el país se puede enfrentar a procesos del terrorismo de gran escala como el que vivió Irak después de la invasión estadounidense. Siria hoy es un Estado mucho más débil de lo que era antes de 2011 desde el punto de vista regional, en un mundo tan volátil como Oriente Próximo en el que está rodeado de vecinos hostiles.




sábado, 27 de enero de 2018

“Manipulación” de ‘El País’ sobre Catalunya.



En las últimas semanas (meses incluso) El País ha estado en el centro de las críticas por su, en este caso, cobertura de la actualidad sobre Catalunya. El diario ha sido cuestionado en multitud de ocasiones por sus informaciones y acusado de tratar de demonizar el proceso independentista.
En las últimas horas se ha viralizado en Twitter un hilo de @jmangues sobre El País y su tratamiento del tema catalán. El tuitero denuncia que el diario ha llegado a "manipular datos" o "crear noticias falsas". Para argumentarlo, aporta una serie de imágenes con las que intenta retratar la peculiar "postura subjetiva" del periódico respecto a Catalunya.











José Piñera tambien quiere dejar sin pensiones a los españoles .



El lobby español que quiere dejarte sin pensiones.

El salto


                                                                                                                
A José Piñera le salen los billetes por los ojos. También la desvergüenza. Cuando Chile era un sepulcro de opositores políticos, este acaudalado economista se encargaba de lavarle la cara al régimen genocida de Augusto Pinochet. Su objetivo: demostrarle al mundo que la dictadura podía ser muy feroz a la hora de torturar, pero extremadamente amable a la hora de privatizar. Desde su puesto de ministro de Trabajo, “Pepe” encabezó la reforma de las pensiones efectuada bajo el mando de los militares. Ocurrió en 1980. Desde entonces, jubilarse en Chile es algo así como sacarse un carné de pobre. Sobre todo si eres parte de ese mayoritario sector de la población que no disfruta de unos ingresos tan altos como los de Piñera.
Este exministro pinochetista —y hermano del nuevamente electo presidente de Chile, Sebastián Piñera— es un auténtico ídolo para los amantes de los fondos privados de pensiones a este lado del océano. Desde el BBVA hasta el diario El Mundo, pasando por el Círculo de Empresarios y hasta la Bolsa de Madrid, han adorado en algún momento de su vida al “padre de las pensiones privadas”. Al gurú de las jubilaciones para ricos y la miseria para pobres. Al reinventor de un invento más viejo que la rueda: si tienes muchos billetes de joven, seguirás teniéndolos de viejo. Solo hay que saber cuidarlos.
Los piñeristas españoles están hoy inmersos en una cruzada trascendental: convencer al Gobierno del PP de que la vía buena, la que todo demócrata de mercado debería defender, pasa precisamente por favorecer los fondos privados y, por consiguiente, recortar el sistema público.
En otras palabras, existen actualmente poderosos sectores de las finanzas que buscan una España en la que jubilarse (dignamente) sea solo un privilegio reservado para aquellas y aquellos agraciados que cobran auténticas millonadas. ¿Eres pobre? ¿Sufres la precariedad? Poco importa. Los piñeristas no son una ONG ni tienen compasión. Son ricos y quieren seguir siéndolo. A tu costa.
Hay trampa
El caballo de batalla se llama "fondo de pensiones" y genera todo tipo de lecturas desde el mundo académico. “Es un producto financiero que sirve para el ahorro privado con el objeto de que te sirva de previsión social. Eso sí, depende de tus ahorros. ¿Problema? Si no aportas lo suficiente, no tendrás pensión”, se responde a sí mismo Cristóbal Molina, catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social en la Universidad de Jaén.
“Es un fondo que recoge dinero y lo invierte en activos financieros. De los rendimientos de esos activos paga un rendimiento a la gente, que puede entenderse como una pensión”, apunta por su parte Albert Recio, profesor del Departamento de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona e integrante del Institut d’Estudis del Treball.
Durante los últimos meses, en medio de malas noticias sobre el futuro de las pensiones públicas, han crecido las suspicacias en torno a los intereses que giran alrededor de esos productos financieros. El escenario es casi idílico: si las jubilaciones de toda la vida corren serio riesgo de fallar mañana, entra dentro de toda lógica que los cotizantes de hoy hagan nuevos cálculos sobre el futuro que les espera. “Es normal que las ciudadanas y ciudadanos de a pie se sientan desconcertados”, señala Borja Suárez, profesor titular de Derecho del Trabajo y Seguridad Social en la Universidad Autónoma de Madrid y autor de El sistema público de pensiones: crisis, reforma y sostenibilidad (Editorial Lex Nova, 2014).
El experto incide en la estrategia del miedo que se ha instalado en torno a este tema. “Ante la perspectiva de recibir una pensión pública bastante inferior a la que está disfrutando hoy mi padre —subraya— es inevitable que considere necesario ir preparándome para compensarlo de alguna manera”.
Por tales motivos, Suárez advierte sobre la clara apuesta por parte del Gobierno del PP de “reducir el tamaño de las pensiones públicas y favorecer a las privadas”. “Se está creando una alarma para convertir la pensión privada en la alternativa a la pensión pública”, añade Cristóbal Molina.
Ahí entra en juego la letra pequeña. Los planes privados de ahorro tienen un tratamiento fiscal diferente, lo que permite a sus clientes desgravar en la Declaración de la Renta. Suena bien, sobre todo si tus ingresos son altos. Sin embargo, no pasa lo mismo si eres parte de esa mayoría que gana poco a cambio de trabajar mucho. “Los planes y fondos de pensiones pueden servir para aquellas personas que tienen un salario elevado. En otras palabras, puede ser razonable si tienes un salario de 30.000 o 40.000 euros anuales, pero resulta que el sueldo más frecuente en España está en torno a los 18.000 euros”, remarca Molina desde Jaén.
El catedrático recurre a los cálculos realizados por los mismísimos bancos para echar luz sobre tanta sombra: “Según las cifras provenientes de las entidades financieras, tienes que dedicar 7.000 euros de tu salario para poder tener acceso a una pensión media. Si tenemos en cuenta la media salarial en España, que incluso es más baja para los jóvenes, deberías dedicar prácticamente un tercio de tu salario al plan de pensiones”. En tal sentido, el también académico Borja Suárez destaca que, en el 75 % de los casos, las aportaciones que se realizan a los fondos de pensiones “no llegan a los 900 euros mensuales”, algo que califica como “una ridiculez de cara a una pensión futura”.
Estas cifras no conmueven a los lobbies financieros que promueven una reforma de las pensiones en España, y no precisamente para salvar a los asalariados pobres de hoy y jubilados aún más pobres de mañana. Mientras el Gobierno de Mariano Rajoy impulsa una serie de medidas para hacer más atractivas las jubilaciones privadas —desde rebajar las comisiones hasta ofrecer la posibilidad de disponer de los fondos acumulados en un plazo de diez años—, los insaciables jefes de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco) entienden que esas ideas son insuficientes, por lo que su presidente, Ángel Martínez-Aldama, las ha criticado sin contemplación. Los empresarios del sector quieren más. Mucho más.
La presión también llega desde Unespa, la patronal de las aseguradoras. No en vano, desde sus oficinas se han aireado informes aterradores sobre el futuro que espera a la España pensionista. Su premisa es que mañana habrá más jubilados para repartir menos dinero, por lo que defiende abiertamente la vía privada como antídoto contra esa catástrofe. Aquí también conviene leer la letra pequeña: “Prácticamente todas las grandes aseguradoras tienen una parte que se dedica a la gestión de activos, entre los que se encuentran los fondos de pensiones”, advierte Recio.
En esa línea, la “comisión de expertos” creada hace ahora cuatro años por el Gobierno del PP para analizar el futuro de las pensiones contó con la participación de varios economistas íntimamente ligados a las aseguradoras, lo que en su momento levantó todo tipo de dudas y críticas por parte de los grupos políticos de la oposición. La situación llegó a tal punto que el presidente de dicha comisión “independiente”, Víctor Pérez-Díaz, tuvo que defender públicamente su libertad de actuación. El motivo: distintas informaciones mostraban su nexo de unión con Unespa y, por consiguiente, con los intereses en torno a las jubilaciones privadas.
Un premio muy especial El lobby en defensa de los fondos privados cuenta con otro actor de lujo: el think tank Civismo. “España necesita un marco de estabilidad económica y social, cuyas bases se mantengan inalterables frente a los cambios motivados por la alternancia de los partidos políticos”, puede leerse en su manifiesto, disponible en su página web. Al cliquear en “quiénes somos”, aparecen nombres muy característicos de la derecha española: en su staff figuran la exdiputada del PP y actual directora del área Internacional de la fundación FAES Cayetana Álvarez de Toledo, el aristócrata Carlos Espinosa de los Monteros y Bernaldo de Quirós, expresidente de Mercedes Benz y ahora alto comisionado del Gobierno para la Marca España.
En octubre del año pasado, Civismo convocó a sus socios y amigos a la entrega de premios Sociedad Civil 2016. Muchos de los invitados llegaron a bordo de coches incalculablemente caros, pero el principal agasajado llegó en avión. Tuvo que hacer un viaje largo, pero cómodo: no es lo mismo cruzar el Atlántico en los diminutos asientos de clase turista que en esas butacas confortables de primera. El pasajero que viajó hasta Madrid en business para recibir los aplausos del think tank español tenía acento chileno y había trabajado para Pinochet. Su nombre: José Piñera. Su logro: privatizar las pensiones de su país. Su receta: hacerlo también en España.
Fuente: https://www.elsaltodiario.com/pensiones/lobby-espanol-pensiones


 Nota  .  Recuerda  uno , como en el País , Vargas Llosa defendia  el sistema de pensiones chileno de Pinochet -Piñera.

viernes, 26 de enero de 2018

El sistema universitario español es ya uno de los peor financiados de Europa.

La financiación del sistema universitario español, por debajo de la media de la OCDE

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El informe del Observatorio del Sistema Universitario destaca un notable descenso del gasto total por estudiante en España desde 2009

El sistema universitario español es ya uno de los peor financiados de Europa. Esta es una de las principales conclusiones del informe ¿Quién financia la universidad?, un estudio recientemente publicado por el Observatorio del Sistema Universitario que analiza la evolución de la financiación de las universidades públicas españolas a partir de la comparación con distintos países de nuestro entorno. El informe destaca un notable descenso del gasto total por estudiante en España desde 2009, que sitúa la inversión universitaria en nuestro país un 13,1% por debajo de la media OCDE, y a una distancia de hasta el 16,8% en relación a la media de la UE22 –aquellos países de la Unión Europea que también pertenecen a la ODCE–.
Según el estudio del Observatorio del Sistema Universitario, los recortes en educación desde el inicio de la crisis económica son los principales responsables de la importante brecha abierta durante dicho período entre España y el resto de países de la UE y la OCDE en materia de gasto universitario. Este distanciamiento, que sitúa a España por debajo de la media comunitaria en todos los aspectos de la financiación de la educación superior -tanto pública como privada-, adquiere especial relevancia al analizar la evolución de estas cifras de gasto total, ya que en el año 2009 –primero de la serie histórica contemplada– la inversión por estudiante en las universidades españolas era ligeramente superior a las dos medias regionales comparadas.
Los motivos de este drástico cambio de tendencia pasan por un crecimiento conjunto de las medias de gasto en los diferentes países, unido a un importante descenso de la financiación española en esta materia que se cifra, según el Observatorio, en cerca del 28% entre los años 2009 y 2015.
En lo relativo al porcentaje de gasto universitario con relación al PIB, España también muestra notables deficiencias con respecto al resto de países de nuestro entorno. Según señala el informe, nuestro país se sitúa como el sexto país de la UE22 que menos invierte en su sistema universitario en proporción a su riqueza nacional, tan sólo por detrás de Eslovenia, Eslovaquia, Italia, Hungría y Luxemburgo, este último con un índice ampliamente determinado por sus particulares características en este apartado. En el caso de España, el porcentaje es de apenas el 1,08% del PIB, mientras que la media, tanto de la UE22 como de la OCDE, se sitúa en el 1,27%. De esta forma, según el estudio, nuestro país debería incrementar la proporción del PIB que destina a la financiación de sus universidades en un 17,7% para alcanzar la media comunitaria, y en hasta un 26,2% para llegar al nivel de la media de los países de la OCDE, más de un cuarto del gasto actual.
Al igual que ocurre con los datos de gasto total, la proporción de gasto desde el inicio de la crisis económica ha descendido un 0,03% –desde el 1,11% de 2009–. Esto contrasta con el mantenimiento, e incluso en algunos casos crecimiento, de este porcentaje en el resto de países. Así, de entre todas las comunidades autónomas de nuestro país, tan solo la Comunidad Valenciana y Andalucía alcanzan la media de la OCDE y la UE22, datos que dan muestra de las deficiencias de financiación que afectan nuestro país en este sentido.
Por último, el porcentaje de recursos económicos destinados a la financiación de la universidad en relación al total del presupuesto público en España es del 1,77%, muy por debajo del 2,43% de la media de la UE22 y a casi un punto porcentual del 2,72% de la media OCDE. Así, según el documento, nuestro país debería incrementar en un 53,7% su proporción de inversión en educación universitaria sobre los presupuestos públicos para igualarse con la media de los países de la OCDE.
Fuente: http://ctxt.es/es/20180117/Firmas/17368/espa%C3%B1a-educacion-sistema-universitario-ocde.htm