miércoles, 18 de enero de 2017

El Tribunal Supremo defensor del neoliberalismo salvaje .

El Tribunal Supremo: un obstinado y pertinaz defensor del neoliberalismo salvaje

Por Tribunal Ciudadano de Justicia - 15M


Reabriremos la querella en breve en la Audiencia Nacional, aportando nuevas pruebas y señalando nuevos delitos, porque son muchos los agujeros del desastre de Caja Madrid, y el pueblo organizado no se rinde.

Las puertas del Tribunal Supremo siguen cerradas al pueblo. Ha tumbado nuestro recurso contra el archivo de la querella contra la trama que gestionó Caja Madrid entre 2003 y 2009 y que sembró las minas de la burbuja inmobiliaria que estallaron más tarde en forma de preferentes, desahucios y rescates bancarios. Seguiremos luchando en los tribunales, en las calles, en todos los espacios posibles y en los imposibles, en aquellos en los que no nos esperan, en los que aprendemos cada día, en los que fabricamos con la creatividad y la indignación. Que no lo duden los banqueros y los políticos, reguladores financieros y fiscales que se arrastran a sus órdenes, y, especialmente, ciertos magistrados intrigantes que defienden una y otra vez a sus valedores.
            La Sección 3ª de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional bloqueó la instrucción abierta por el juez De la Mata. Lo hizo chapuceramente, mediante dos autos vergonzantes y contradictorios, dictados en las fechas veraniegas, cuando creía que no conseguiríamos los recursos suficientes para asumir las costas en caso necesario. Despertaron, una vez más, la solidaridad y la fuerza de este espíritu inmenso que es el 15M. En apenas cinco días se recaudó con la campaña de crowdfunding dinero suficiente para volver a la lucha judicial. Ahora, el Tribunal Supremo ha tumbado nuestro recurso sin tener ni siquiera la dignidad de pronunciarse sobre el fondo del asunto o debatir si hay que investigar. Simplemente no lo admite. Considera que no existen motivos para instruir una causa contra los pirómanos del mayor incendio económico y humanitario de las últimas décadas, que ha arruinado la vida a millones de personas, y que siguen impunes con sus guardaespaldas judiciales.
            El engendro jurídico lo firma Manuel Marchena Gómez, presidente de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo. Marchena siempre ha obedecido a los deseos de los poderes que le han propulsado en los últimos treinta años hasta la cúspide del sistema. Da igual que sea para ilegalizar partidos en Euskadi o partirles la espalda a jueces como Baltasar Garzón, expulsado de la carrera judicial por un delito de prevaricación cometido durante la instrucción del caso Gürtel. O Elpidio Silva, expulsado por haber mandado a Blesa a pasar una bien merecida noche en la cárcel. Marchena es experto en aligerar responsabilidades por robar a manos llenas —Nova Caixa—, absolver a amigos del alma —Francisco Camps— o a franquistas como Fernández Díaz, ex Ministro de Interior. Siempre está ahí con la sociedad secreta ultracatólica Opus Dei, cerca del PP, cerca de la banca, cerca del poder, cerca de todo lo que defiende la corrupción y la falta de ética que atenta contra la cohesión de la sociedad.
            Firmó la sentencia que condenó a tres años de prisión a ocho de los manifestantes del Parlament de Catalunya, pero se opuso a que la Policía detuviera a militantes del PP que agredieron a rojigualdos banderazos a un ministro en una manifestación. Le parecía genial la creación del Sistema Integrado de Interceptación Legal de Telecomunicaciones (SITEL), el sueño de cualquier Estado policial, empleado en la operación contra Anonymous efectuada en España. Le parecía genial hasta que se utilizó para pinchar llamadas, en la instrucción de la Gürtel, a sus jefes en el entorno del PP. De entornos, Marchena sabe mucho. Sabe diferenciar tanto los entornos que es capaz de ver indicios de prevaricación en la jueza Victoria Rosell, candidata para Las Palmas, a veinte días de unas elecciones, sin ningún sustento documental o testifical imparcial, pero incapaz de apreciarlos en la nunca investigada —gracias a él, por supuesto-— actividad del ex ministro Josep Piqué en relación a fabricantes de armas y contratos del Estado. A Marchena no le costó nada aceptar la versión del exministro Soria para dictar auto de apertura contra la candidata por Las Palmas. El abogado de Soria, Eligio Hernández, es amigo suyo, y es quien lo trajo con él cuando era Fiscal General.
            Por supuesto, las mariscadas pantagruélicas que comparte con sus amigos, entre ellos los ex altos cargos del Estado Ángel Acebes y Pedro Calvo, influyen en su capacidad de dilucidar procesos con tan sabia precisión. También su amistad con Alfonso Carrascosa, residente en Miami y dueño de Legálitas, es decir, el patrón de una porción importante de los letrados que participan en los procedimientos sobre los que Marchena dicta autos y sentencias.
            Marchena se encuentra cómodo en las sociedades secretas ultracatólicas como el Opus Dei, y, como buen cum laude de Deusto, tiene un montón de amigos entre los más importantes bufetes de abogados del Estado, incluido Carlos Aguilar Fernández, el abogado de Miguel Blesa en nuestra querella. Aguilar Fernández también defiende a Ángel Acebes, sí, el de antes, el de las mariscadas, el investigado por la salida a bolsa de Bankia. También a la ex consejera de Educación de la Comunidad de Madrid, Lucía Figar. Aguilar Fernández es también catedrático de Derecho Penal Económico —con conocimiento de causa, sin duda— de la Universidad Rey Juan Carlos. Aguilar y Marchena coinciden con cierta frecuencia en los menesteres académicos, en los que el juez se distingue por su participación en cursos y publicaciones que patrocinan Wolters Kluwer, Garrigues, Ancert, Cybex, El Corte Inglés, Postal Trust, Secuware, Symantec, T-Systems, INGEFOR, Instituto de Fomento Empresarial, CajaMar o ICADE.
            Marchena no es la excepción. Es el ejemplo acabado del magistrado tipo del Tribunal Supremo, ese “alto tribunal” que ha politizado la Justicia. En 2012, el presidente del mismo presentó su renuncia por haber utilizado recursos públicos para costear viajes privados durante cuatro años mientras la ciudadanía se enfrentaba a una escalada de recortes a sus derechos y los presupuestos de salud, educación y servicios sociales entre otros. Su sucesor expresó el compromiso de los jueces para agilizar los casos de corrupción, asegurando que la dilatación en el tiempo de estos procedimientos “genera desaliento en la sociedad”. Desde la pronunciación de aquellas sabias palabras se ha dilatado nuestra querella más de dos años hasta archivarla. Decía que solo desde el respeto al Derecho “será posible la convivencia pacífica y la prosperidad de los españoles”, y pidió a la clase política estrategias de “prevención y regeneración de la acción pública”. Ignoró que somos una acción pública. También ignoró la advertencia de la presidenta de la Red de Presidentes de Cortes Supremas Europeos, Susan Denham, quien le señalizó que “la independencia del sistema judicial no es un privilegio de los jueces, sino una garantía para los derechos humanos de la población”.
            Reabriremos la querella en breve en la Audiencia Nacional, aportando nuevas pruebas y señalando nuevos delitos, porque son muchos los agujeros del desastre de Caja Madrid, y el pueblo organizado no se rinde.
Fuentes:
El Tribunal Supremo: un obstinado y pertinaz defensor del neoliberalismo salvaje



 Y  ver el caso del juez .. que apuntan ahí..


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lunes, 16 de enero de 2017

Tarajal .-La psicosis del Estado en el PP. Desmontando la impunidad en la frontera sur. Documental.





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DOCUMENTAL..



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La  psicosis de Estado del PP.
“¿Hasta qué punto los estados europeos pueden violar los tratados internacionales y las leyes propias? ¿Hasta qué punto una persona puede ser matada?”, se cuestiona en el film la prestigiosa filósofa norteamericana Judith Butler, para quien la forma de justificar lo ocurrido fue la creación de la “amenaza negra”, el peligro de que ciudadanos africanos “asalten” las fronteras europeas. Para Butler, la justificación de la muerte de estas 15 personas por evitar su entrada en suelo español sólo tiene dos lecturas: “O bien son considerados animales, o bien, enemigos”. Una “amenaza negra” que según Kalik Barak, antropólogo, genera insatisfacción en los autóctonos, en los ciudadanos de origen europeo. “Este trato al inmigrante genera al europeo una sensación de privilegio, ve lo que le ocurre al resto y no a él”, explica Barak. Para explicar la creación de esta “psicosis”, tal y como la denominan en el documental, la artista y activista Daniela Ortiz comenta: “Se crea el estado-nación sobre los cuerpos de las personas migrantes”. Artigas lo explica así: “En un contexto de globalización económica, no son los estados los que dictan las políticas. Es la destrucción del estado-nación. Por ello, se fortalece la idea del estado-nación frente al inmigrante. Frente a la globalización se construye el estado-nación en el cuerpo del inmigrante y para ello se utiliza al sistema político, judicial y, por supuesto, policial”. La creación del otro, del enemigo, del diferente.
  Texto en ...


 

950 cabeceras de periódicos y revistas anarquistas vieron la luz entre 1869 y 1939 en España

950 cabeceras de periódicos y revistas anarquistas vieron la luz entre 1869 y 1939 en España
Prensa anarquista contra el pensamiento único



Uno de los autores que expresa con mayor rotundidad la crítica a los medios de comunicación es el cineasta Peter Watkins (Norbiton, Inglaterra, 1935). Precursor de nuevos rumbos en el docudrama, el falso documental y la “no-ficción” cinematográfica, el realizador británico ha criticado la actual narrativa audiovisual “totalitaria”, a la que ha denominado “monoforma”. Autor de filmes como “Punishment Park”, “Edvard Munch” o “La Commune (París, 1871)”, en 1968 abandonó Inglaterra tras la censura de “The War Game”. En febrero de 2017 la editorial Pepitas de Calabaza publicará en castellano el ensayo de Watkins “La crisis de los medios”, de 288 páginas, donde alerta de la “amenaza omnipresente del totalitarismo audiovisual, y la neutralización de toda obra que se pretenda ingenuamente contestataria”, anuncia el colectivo editor. Aunque hoy no figuren en los programas universitarios ni en los listados oficiales de ventas, los periódicos anarquistas se revelaron en su día como un modelo “alternativo” a los medios empresariales. El investigador anarquista Paco Madrid menciona a Peter Watkins como ejemplo de artista no engullido por el “establishment”. Hoy existe “puro adoctrinamiento, y al que se sale del esquema dominante lo ningunean”, sostiene el historiador.
En el curso 1988-1989 Paco Madrid publicó una tesis doctoral de 966 páginas, “La prensa anarquista y anarcosindicalista en España desde la I Internacional hasta el final de la Guerra Civil (1869-1930)”, que continúa siendo un punto de referencia. El segundo volumen de la tesis consiste en un catálogo de la prensa anarquista en el periodo 1869-1939, que incluye entre otros datos título y subtítulo, lugar de edición, duración, periodicidad, nombre del director, precio, tendencia y número de páginas. Hace una década publicó “Solidaridad Obrera y el periodismo de raíz ácrata”, y es autor de una antología de textos de Anselmo Lorenzo editada por Virus (“Un militante proletario en el ojo del huracán”) además de otra compilación sobre Antonio Loredo (1879-1916) –“Las palabras son mi vida” (LaMalatesta)-, uno de los anarquistas representativos de la evolución de los grupos de afinidad en las dos primeras décadas del siglo XX.
Queda mucho por hacer en la tarea de recuperación. Una de las propuestas del investigador es digitalizar la prensa anarquista, tal como están haciendo los militantes de la Idea en Argentina y Chile. “Los anarquistas digitalizan un volumen de publicaciones mucho mayor, proporcionalmente, que la Biblioteca Nacional de España”, destaca Paco Madrid. Pone otro ejemplo, una página Web configurada en Alemania http://www.bibliothekderfreien.de/lidiap/eng/, que permite el acceso a toda la prensa anarquista digitalizada en cualquier idioma. Hace más de una década, en formato papel, el historiador introdujo y compiló, junto a Claudio Venza, la “Antología Documental del Anarquismo Español (Volumen I), de la Primera Internacional al Proceso de Montjuich (1868-1896)” (Fundación Anselmo Lorenzo, 2001); y el Volumen VI, sobre la “Bibliografía del Anarquismo en España (1868-1939)”, con Ignacio C. Soriano, que incluye los folletos y libros. Tras años de indagar a conciencia en los archivos, Paco Madrid concluye que durante 70 años, entre 1869 y 1939, se publicaron en el estado español cerca de 950 cabeceras de periódicos y revistas anarquistas o anarcosindicalistas. “Es cierto que algunas resultaron efímeras, pero otras alcanzaron un gran desarrollo y llegaron a ser periódicos diarios”, resalta el historiador.
“Tierra y Libertad” vio la luz en 1888 como “quincenario anárquico-comunista” y prolongó su vida impresa hasta 1939. Prohibido tras los sucedidos de la “Semana Trágica” de Barcelona (1909), el periódico “llegó a convertirse en el órgano oficioso de los grupos de afinidad anarquista”, subraya Paco Madrid. En un primer periodo (1888-1889) publicó una veintena de números. Llama la atención que dedicara una parte de los diez primeros ejemplares a explicar el modo en que deberían funcionar los núcleos de afines, señala el investigador. Se defendía no sólo un alto grado de autonomía individual, sino la importancia de que –junto a la sintonía ideológica- primaran la camaradería y el afecto personal. El individuo tendría que disponer de suficiente independencia –según esta línea de pensamiento- para desarrollar sus acciones, siempre que no contradijeran las propuestas del grupo. Una de las máximas consistía en no someterse a posibles imposiciones de la asamblea, que se consideraba un complemento del individuo. Precisamente un grupo de afinidad –“Cuatro de Mayo”- gestionó “Tierra y Libertad” a partir de 1904 en Madrid, y unos años después en Barcelona. Divulgador de autores como Kropotkin, Luigi Fabbri, Rudolf Rocker, Federica Montseny o Max Nettlau, la edición del periódico corrió a cargo de la Federación Anarquista Ibérica (FAI) a partir de 1930; esa década “Tierra y Libertad” llegó a imprimir, según algunos historiadores, 30.000 ejemplares.
A quienes hoy pudieran extrañarse por el músculo de la prensa anarquista, tal vez una vía de acercamiento fuera “Solidaridad Obrera”. Se llegó a editar en ciudades como Madrid, Sevilla, Vigo, Gijón o Valencia, y “tuvo mucho éxito porque recogía los dos conceptos que afirmaba la cabecera”. Pasó de órgano oficial de la confederación regional catalana a serlo del conjunto de la CNT, pero se convirtió sobre todo en un referente simbólico para los partidarios del sindicalismo de acción directa. Lanzado en 1907 en Barcelona, se convirtió en periódico diario desde el primero de marzo de 1916 y continuó siéndolo durante la II República. “El último número, el 2.105, se estaba imprimiendo cuando las tropas franquistas entraban por la Diagonal de Barcelona en enero de 1939”, recuerda Paco Madrid. Uno de las características del periódico fue el uso de las viñetas. En el primer número de “Solidaridad Obrera” (19 de octubre de 1907) aparece debajo del titular “¡Proletario despierta!” la ilustración de un trabajador apoyado en una mesa, a quien ha derrotado el sueño que provoca el opio burgués. Una mujer, que porta entre sus manos el periódico anarcosindicalista, trata de despertarle. Desde sus inicios pueden distinguirse en “Solidaridad Obrera” seis etapas, cercenadas por numerosas suspensiones.
Entre 1887 y 1893 (año del atentado en el barcelonés Teatro del Liceo), destacó en la capital catalana un periódico de matiz anarcocolectivista, “El Productor” (“diario socialista”). Fue el primer periódico anarquista publicado diariamente, aunque sólo durante 27 números, ya que después pasó a semanal. Sus páginas incluían las colaboraciones de Anselmo Lorenzo, Pedro Esteve y Antonio Pellicer Paraire; fueron asimismo significativos los enfrentamientos que mantuvo con “Tierra y Libertad”, por sus simpatías hacía diferentes corrientes del anarquismo. A lo largo de 367 números, en sus páginas se recogieron artículos de Proudhon, Reclus, Tarrida del Mármol o Bakunin. Entre la proliferación de medios libertarios en el último cuarto del siglo XIX despuntó, desde 1886 hasta 1888, el periódico mensual “Acracia” (“Revista Sociológica”). Editado en Barcelona pero de difusión estatal, en sus páginas colaboraron 'vacas sagradas' del anarquismo como Rafael Farga Pellicer, Anselmo Lorenzo y Antonio Pellicer Paraire, los tres tipógrafos. Antonio Pellicer se exilió a Estados Unidos por la represión sufrida en el estado español; en Nueva York comenzó a editar en lengua castellana “Cultura Proletaria”, que más tarde devino en “Cultura Obrera”.
La revista “Acracia” fue “una de las publicaciones más relevantes del siglo XIX por su presentación y contenidos”, subraya Paco Madrid. Otra de las firmas que el lector podía seguir era la del escritor anarquista cubano Fernando Tarrida del Mármol, autor de “Los inquisidores españoles” (1897) y defensor de un anarquismo “sin adjetivos”. “Acracia” demostró con el tiempo una capacidad real para movilizar estados de opinión. Por ejemplo difundiendo, en 1886, una conferencia del doctor José Letamendi sobre la adulteración de los alimentos de la época, en la que sostenía que el pan y el vino habían perdido su autenticidad. La veintena de números que llegaron a publicarse de la revista “Acracia” fueron reeditados, en edición facsímil, por la editorial Letera Dura en 1978. El periódico también incluía, en la más pura tradición del siglo XIX, los libros por entregas. Por ejemplo, un volumen del filósofo húngaro Max Nordau (1849-1923) de título significativo: “Las mentiras convencionales de nuestra civilización”.
Pero además de las cabeceras icono del anarquismo, Paco Madrid repara en otro tipo de prensa, efímera, que tras una tirada de dos o tres números la represión forzaba a su cierre. Es el caso de “Espartaco”, semanario que comenzó a editarse en 1904 y que, tras la suspensión por su carácter “radical” e incitador a la acción directa, volvió a ser impulsado por los redactores con el título de “Nuevo Espartaco” (1905), que también fue clausurado... Pero resurgió. “Ocurría con muchas cabeceras”, apunta Paco Madrid; “la gente estaba ávida por escribir en la prensa”. Y también por la lectura. En las casas entraban los periódicos con sus “Bibliotecas” (que promovían si tenían capacidad para ello), integradas por folletos y libros.
También gozaron de enorme éxito las colecciones populares de “La Revista Blanca” (1898-1905), lanzada por Juan Montseny (“Federico Urales”) y Teresa Mañé (“Soledad Gustavo”). Casas editoriales de principios del siglo XX, como Sempere -un amigo de Blasco Ibáñez- o Maucci, editaron además de los libros “convencionales” los clásicos de la Idea, y con tiradas nada desdeñables. Entre la profusión de periódicos, revistas y folletos anarquistas, ¿puede establecerse algún hilo de conexión? Una de las características, afirma Paco Madrid, es la autenticidad: “Siempre dicen la verdad, no disimulan”. La prensa anarquista no se apuntaba a la “falsa objetividad”. Así lo entendió el un prefecto de la policía parisina, Louis Andrieux, que llegó a financiar un periódico anarquista -”La Revolución Social”- porque así podía conocer de primera mano cuanto se cocía en el anarquismo. Lo cuenta en el libro “Memorias de un comisario” (1885). Disponía de un “topo” en el grupo de afinidad de la anarquista francesa Louise Michel.
En un artículo publicado en 1901 en “El Imparcial”, Ramiro de Maeztu enumeraba algunas de las publicaciones que podían encontrarse en los escaparates de una librería: “La conquista del pan”, “Palabras de un rebelde” y “Memorias de un revolucionario”, de Pedro Kropotkin; “Evolución y revolución”, de Eliseo Reclus; “El dolor universal”, de Sebastián Faure; “El dinero y el trabajo”, de León Tolstoi; y “Dios y el Estado”, de Mijail Bakunin. Otros tendrían que aparecer en breve, si las casas editoriales cumplían su anuncio: “La sociedad moribunda”, por Juan Grave; “Psicología del anarquista”, por A. Hamon; “Historia de la Commune”, por Louise Michel; y “Filosofía de la Anarquía”, por Carlos Malato. A estos autores se agregaban los textos de los anarquistas autóctonos: Teobaldo Nieva, Juan Montseny, Ramón Sempau, Fermín Salvochea, Anselmo Lorenzo, Pedro Esteve...
“La prensa anarquista sustituyó la información política y de actualidad por la de carácter obrero -huelgas, despidos, malos tratos e injusticias-; la ayuda a los presos -campañas y recogida de fondos) o la inserción de colaboraciones literarias (poseía y relato corto)”, explica Paco Madrid en el artículo “La cultura anarquista en los albores del siglo XX”. Salvo excepciones, como la familia Urales, Ricardo Mella, Isaac Puente y algunos otros casos, la mayoría de los redactores fueron proletarios. “Cuando los periódicos comenzaron a ser diarios -subraya el investigador en la tesis doctoral- aumentaron los periodistas profesionales; por ejemplo Federico Urales contrató a principios del siglo XX para el periódico 'Tierra y Libertad' a Julio Camba y Antonio Apolo”. Predominaba el trabajo voluntario, después de interminables jornadas laborales.
Lo que se perdía en profesionalismo se ganaba en la frescura y espontaneidad de las colaboraciones, de modo que poetas y narradores anónimos, cronistas y articulistas surgidos del taller y la fábrica llenaron las páginas de estos periódicos con sus escritos, explica Paco Madrid. Podía distinguirse un núcleo de la redacción con cierta estabilidad, a la que se agregaba después el trasiego de colaboradores. “Se lee infinitamente mayor número de periódicos 'burgueses', pero en estos la actualidad siempre lo ocupa todo”, señaló Ramiro de Maeztu en las páginas de “El Imparcial”. La prensa anarquista dedicaba entre un tercio y una cuarta parte de su contenido a la constitución de sociedades obreras o a las luchas sindicales. El resto, a la difusión de la Idea, por eso los obreros conservaban los ejemplares. Sin embargo, la represión y la requisa de material ácrata hizo que muchas colecciones de periódicos se despedazaran en la trituradora..

domingo, 15 de enero de 2017

El gobierno vende barcos de guerra a Arabia Saudita.





 







Vender barcos de guerra a Arabia Saudita: ¿Es España cómplice de crímenes contra la Humanidad?


Si España abastece de armamento a Arabia Saudita, ¿será cómplice de crímenes contra la Humanidad? ¿Y es sólo una complicidad moral o podría tener consecuencias legales?


La visita del rey Felipe VI a Arabia Saudita este fin de semana está envuelta en polémica. Desde muchos sectores se entiende que esta visita no obedece a un sencillo y cordial movimiento diplomático, sino que es más bien de un turbio viaje de negocios. Efectivamente, Arabia Saudita es un antiguo socio comercial y un buen cliente de la industria armamentística de España. La visita del monarca español se produce en un momento clave de las negociaciones entre ambos países para la firma de contratos millonarios, uno de los cuales corresponde a la fabricación y venta de 5 barcos de guerra por parte del astillero público español Navantia.

Como decimos, esta operación se suma a una larga trayectoria de España como proveedor armamentístico de Arabia Saudita: en el periodo 2006-2015, se exportó armamento al reino de Al Saud por valor de 1.300 millones de euros. Hay que recordar que el potencial comprador de las corbetas de Navantia es un país que en este momento se encuentra sumido en un conflicto armado con Yemen(1), y el comportamiento de Arabia Saudita en esta guerra ha sido duramente criticado por la mayoría de las organizaciones humanitarias internacionales, que consideran sin lugar a dudas que está cometiendo crímenes contra la Humanidad.

En este contexto, ¿qué papel ocupa España? En RT nos planteamos si la exportación de armas e infraestructura militar a Arabia Saudita en este momento vulnera la legalidad internacional, y si convierte a España en cómplice de los crímenes que Arabia Saudita está acusada de cometer. Para ello, contamos con la opinión de tres personas cuya visión arroja luz sobre esta cuestión.
"La operación es ilegal"

Uno de ellos es Eduardo Melero Alonso, Profesor de Derecho Administrativo en la UAM y miembro del Centro Delàs de Estudios para la Paz. En su opinión "la visita de Felipe VI a Arabia Saudita es una pieza más dentro de la política de exportación armamentística de España". Con respecto a la legitimidad de la exportación de las corbetas que está a punto de tener lugar, Melero opina que "no es legal. Es contraria tanto al Tratado del Comercio de Armas como a las legislaciones europea y española. El Tratado de Comercio de Armas prohibe exportar armamento que pueda utilizarse para cometer crímenes de guerra, y la normativa de la Unión Europea prohibe realizar exportaciones que puedan utilizarse para la violación de los Derechos Humanos. Está claro que Arabia Saudita está participando en la Guerra Civil en Yemen, está interviniendo activamente, y sería interesante saber por qué el Gobierno de España no ve ningún problema en la exportación de esas cinco corbetas".
Una enfermera pesa a una niña desnutrida en una unidad de cuidados intensivos de desnutrición en Sana, Yemen.Khaled AbdullahReuters

Hemos consultado también a Alberto Estevez, coordinador y portavoz de la coalición 'Armas bajo control', que aglutina a organizaciones como Amnistía Internacional, FundiPau, Greenpeace y Oxfam Intermón en contra de la venta de armas a Arabia Saudita. Nos explica que su preocupación "es que se cierre un contrato que es ilegal, no sólo inmoral. España incurriría en una complicidad de acuerdo con el Derecho Internacional". Además, advierte que "Arabia Saudita tiene un historial realmente devastador en cuanto al uso de armas, y desde el inicio del conflicto de Yemen en marzo de 2015 ha ignorado sistemáticamente el respeto a las leyes de la guerra, es decir, al Derecho Internacional Humanitario: ha bombardeado escuelas, hospitales y a civiles de forma indiscriminada, y todo eso constituye violaciones muy graves de esa legislación".

Además, Alberto Estevez nos remite a una carta abierta al Presidente de Navantia, D. José Manuel Revuelta, y al entonces Presidente en funciones, Mariano Rajoy, en la que las mencionadas ONG's advertían que "en virtud del derecho penal internacional, las personas físicas pueden tener que rendir cuentas por cooperar en la comisión de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad", para luego precisar que "cualquier empresa que proporcione material o equipos a usuarios finales que se sepa que están implicados en violaciones graves del derecho internacional de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario, como crímenes de guerra, correría el riesgo de violar estas normas. Además, las personas físicas implicadas en la venta de este material o equipos podrían ser cómplices en cualquier violación posterior del derecho internacional de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario en la que se utilizase ese material o equipo". En concreto, con esta contundente carta les avisaban de que "proporcionar equipos a Arabia Saudita cuando el proveedor sabe que hay un riesgo claro de su utilización en un conflicto en el que  hay indicios  crecientes de la comisión de crímenes de guerra puede dar lugar a una responsabilidad penal por parte del proveedor".
Un hombre llora tras perder a sus familiares en un ataque aéreo lanzado por Arabia Saudita en Sana, Yemen.Khaled AbdullahReuters

"Lo que queremos destacar -concluye Estevez- es que la operación es ilegal y existe un riesgo manifiesto de que se usen para cometer o facilitar violaciones graves del Derecho Internacional, de ahí que pidamos al gobierno que no autorice la exportación de armas a Arabia Saudita en la situación actual, incluidas las 5 corbetas de Navantia, si el contrato se materializa, sea este fin de semana o en las próximas fechas".
"No va pasar nada, ni siquiera se va a investigar"

También hemos consultado la cuestión con Fernando Moragón, experto en geopolítica y presidente del Observatorio Hispano-Ruso de Eurasia. Desde su punto de vista nos explica que "el problema es que Arabia Saudita está metida en una guerra en Yemen y está violando el Derecho Internacional en la medida en que está invadiendo un país de manera ilegítima. En ese conflicto se están cometiendo crímenes de guerra reconocidos por la Organización de las Naciones Unidas y por un montón de organizaciones internacionales". Moragón no duda en añadir que "además, aunque públicamente no se diga, todo el mundo sabe que Arabia Saudita apoya económicamente el terrorismo yihadista, y no es congruente que España lamente los atentados y luego tenga como socio comercial a un país que financia el yihadismo".

En cuanto a la complicidad de España en la posible comisión de crímenes de guerra por parte de Arabia Saudita, Moragón nos explica que el problema es que "el Derecho Internacional solo se aplica cuando le interesa a Estados Unidos, fundamentalmente, por lo cual España no va a tener ningún problema: ni siquiera se va a iniciar ninguna investigación. Pero esto es absolutamente ilegal".

Como hemos podido comprobar, nuestros analistas consultados mantienen una rigurosa unanimidad a la hora de considerar como ilegal (2) la operación comercial que está a punto de tener lugar entre España y Arabia Saudita para la exportación de los mencionados navíos militares (3), y que a su vez consideran el motivo principal de la visita de Felipe VI a Arabia Saudita.

David Romero.

RT.




 Notas ..del Blog.

1:_ Al menos 140 muertos y 525 heridos en el bombardeo saudí a un funeral en Yemen..http://cort.as/mfnk

2.- La Ley 53/2007 obliga a rechazar las autorizaciones para exportar armas a países en conflicto o donde se violen los derechos humanos, http://cort.as/o4EG

 3.-



 
 
    Los bombardeos de Arabia Saudita han llevado a una crisis humanitaria en Yemen.

     


    Las fuerzas de la aviación de la coalición árabe contra Yemen han destruido a 140 hospitales en 10 meses.