domingo, 2 de marzo de 2025

La geopolítica de la paz .

 

 

La geopolítica de la paz

 

Por Jeffrey Sachs | 03/03/2025

 

  Transcripción editada del discurso del profesor Jeffrey Sachs en el Parlamento Europeo en un evento titulado “La geopolítica de la paz”, organizado por el ex secretario general adjunto de la ONU y actual eurodiputado por BSW Michael von der Schulenburg, el 19 de febrero de 2025. La transcripción ha sido editada para mayor claridad y anotada en notas a pie de página e hipervínculos. La transcripción sin editar y la versión en audio se encuentran aquí:  https://singjupost.com/transcript-jeffrey-sachs-on-the-geopolitics-of-peace-in-the-european-parliament/

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https://rebelion.org/la-geopolitica-de-la-paz/


sábado, 1 de marzo de 2025

Europa y Ucrania, en pánico .

 

 

Europa y Ucrania, en pánico ante el desastre del encuentro entre Trump y Zelenski

 Los aliados europeos de Kiev intentan a contrarreloj amortiguar el choque entre Trump y Zelenski, y evitar que el destino de Ucrania quede en manos de EEUU y Rusia.

 Juan Antonio Sanz

 01/03/2025  

 Tras la humillación a la que le sometió ante todo el planeta el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el líder ucraniano, Volodímir Zelenski, busca este fin de semana en Londres una salida de emergencia que puedan abrir sus aliados europeos para evitar que el fin de la guerra lo dicten Washington y Moscú, y que la suerte de Ucrania quede a merced de los oligarcas estadounidenses y los autócratas rusos.

 “Ucrania nunca ha estado tan cerca del colapso total”, afirmó en la red social X Yulia Mendel, exportavoz de Zelenski. “Hay pánico en el país” tras lo ocurrido en la Casa Blanca entre el presidente ucraniano y su homólogo estadounidense, agregó.

 En este sentido, Estados Unidos ya está considerando detener los envíos de ayuda militar que estaban a punto de salir para Ucrania, valorados en miles de millones de dólares, según indicó a The Washington Post un alto cargo de la Administración Trump.

 En tales circunstancias, y salvo que Zelenski no reaccione y se humille ante Trump, Europa tiene ante sí la difícil y urgente tarea de intentar restañar la herida abierta entre la Casa Blanca y el Gobierno de Kiev. Pero también ha de cerrar la brecha que se expande entre las posiciones de EEUU y la Unión Europea, junto con Reino Unido, respecto a la manera de poner fin a la guerra de Ucrania, que podría devenir en una derrota total del país invadido.

 Hasta el momento, los aliados europeos han sido excluidos del proceso de conversaciones entre representantes rusos y estadounidenses abierto el 12 de febrero.

¿Abocada Ucrania a la rendición de mano de Trump?

 Trump quiere “ya” la paz y no está dispuesto a disquisiciones sobre si Ucrania va a perder más o menos territorio ocupado por las tropas rusas, si aquel país en un futuro será un cortafuegos neutral entre Occidente y Rusia, o si acabará convertido en un Estado satélite de Moscú. Para sus amigos europeos, en esa “disquisición” está en juego el futuro de Europa.

 El espectáculo montado el viernes en la Casa Blanca ha dejado a unos EEUU totalmente rebotados contra Ucrania y sus amigos europeos, y ahora quedan las dudas de si tal situación no estaba de hecho planeada por Washington para acelerar unas conversaciones de paz en la que Kiev estaría obligado a aceptar las condiciones rusas. Es decir, la rendición.

 El espectáculo montado el viernes en la Casa Blanca ha dejado a unos EEUU totalmente rebotados contra Ucrania y sus amigos europeos

 A Trump no le acababan de convencer ni el acuerdo para explotar los minerales y recursos estratégicos entre Ucrania y EEUU que se iba a firmar esa misma tarde y que no se ratificó, ni el riesgo de enfadar a los rusos con ese documento, que daba a Washington buena parte de las riquezas ucranianas.

El mayor escollo era que Zelenski, a cambio del aparentemente suculento contrato (o quizá no tanto, pues muchos de los yacimientos contemplados para la explotación conjunta están en territorios controlados ya por el ejército ruso), exigía garantías de seguridad concretas por parte de EEUU y no solo para después de la guerra. Esto habría socavado el acercamiento estadounidense a Rusia que es prioritario ahora mismo para la Casa Blanca.

Por eso fue tajante Trump: usted “no está preparado para la paz”, le dijo al mandatario ucraniano. Entre muchas otras cosas, también le acusó de querer aprovecharse de EEUU para alcanzar la paz. El plan de paz de Zelenski, o de la victoria, incluye demandas que ya nunca podrán cumplirse, como la retirada de las tropas rusas del este de Ucrania o su entrada en la OTAN, que Trump ha rechazado tajantemente y que Kiev sigue reclamando con apoyo de algunos países europeos.

Zelenski recibe el apoyo de Ucrania y Europa

 El presidente de Ucrania ha recibido un gran apoyo en su país por aguantar la cara ante las duras palabras de Trump y su vicepresidente, JD Vance. Pero son también muchas las voces que le reprochan no haber tenido más “pragmatismo” y sangre fría sabiendo cómo se las gasta el mandatario estadounidense.

 Y sobre todo, ante las sospechas de que esa reunión, convocada originalmente para firmar un acuerdo de explotación conjunta de las reservas minerales estratégicas de Ucrania, en realidad pudo haber sido una celada para sacar definitivamente al líder ucraniano de la negociación de paz, ahora en manos de Moscú y Washington.

 El presidente estadounidense, Donald Trump, habla con el presidente ucraniano Volodimir Zelenski, durante una reunión este viernes, en la Casa Blanca en Washington.

 El mayor respaldo lo ha tenido Zelenski en Europa, donde se ha rechazado de forma casi unánime la acusación de Trump de que no quiere la paz y que no tiene ningún plan realista para conseguirla, y de que, por el contrario, sus acciones desde el comienzo de la invasión rusa han puesto en riesgo a Europa de una guerra nuclear.

 El problema es que los europeos no saben en este momento qué pasos dar para contener la hemorragia que ha provocado Trump en la alianza occidental contra Rusia desde que llegó en enero al poder. Y menos aún tras la tormenta desatada este viernes en el Despacho Oval de la Casa Blanca, que puede implicar el relegamiento total de Zelenski como eventual interlocutor en la búsqueda de la paz en Ucrania.

Cumbre en Londres este domingo

 

Por eso quieren aprovechar la cumbre de catorce países europeos, incluida Ucrania, y Canadá, que este domingo acogerá Londres, para buscar una salida a esta complicada situación, después de que Trump quemara los últimos puentes tendidos con Ucrania a favor de su creciente y positiva relación con el presidente ruso, Vladímir Putin.

La inmensa mayoría de los países europeos le hicieron llegar a Zelenski y Ucrania el mensaje de que no están solos y que todos apoyan una paz justa y duradera. El problema es que, con la lentitud del dinosaurio europeo para reaccionar en la práctica, cualquier tipo de ayuda militar puede llegar demasiado tarde, debido a la situación actual del campo de batalla, con una imparable iniciativa bélica rusa.

 Como preámbulo de la cumbre del domingo, Zelenski llegó la víspera a Londres para reunirse inmediatamente con el primer ministro británico, Keir Starmer. Reino Unido ha sido uno de los principales defensores de Ucrania en la arena internacional, le ha enviado miles de millones de libras en armas, incluidos los misiles de largo alcance Storm Shadow, y se ha declarado dispuesto a despachar incluso tropas de interposición para detener la agresión rusa e impedir futuras ofensivas militares del Kremlin si se firma algún tipo de alto el fuego.

 Reino Unido ha sido uno de los principales defensores de Ucrania en la arena internacional

 En cualquier caso, los mandatarios europeos acuden a Londres con el miedo en los huesos, pues se van cerrando las puertas a un amplio entendimiento que incluya a Ucrania y Europa en la mesa de las negociaciones, mientras crecen las posibilidades de que solo vaya a haber un pacto entre su perpotencias.

Temor en Ucrania a la suspensión de la ayuda estadounidense

 El temor es mayor en Ucrania, donde, en medio de una doble ofensiva del Kremlin en la región de Donetsk, este del país, y en la región rusa de Kursk, donde hay desplegadas tropas ucranianas, se teme con mucha lógica que el fin de la ayuda armamentística estadounidense podría verse precedido por la suspensión del apoyo logístico y de inteligencia, sin el cual Kiev estaría literalmente perdido.

 Esta amenaza ya la vertió posiblemente Trump el viernes a Zelenski en uno de los momentos de más acaloramiento en el Despacho Oval: “Sus problemas comienzan ahora mismo”, le espetó.

 Incluso el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, quien participará en la reunión de Londres, llamó este sábado la atención a Zelenski y le recordó todo lo que ha hecho por Ucrania el armamento estadounidense, proporcionado incluso antes de la invasión. Sin esas armas, dijo Rutte y citó expresamente a los lanzamisiles portátiles Javelin, Ucrania “no habría tenido ninguna oportunidad” al comenzar la invasión rusa en febrero de 2022.

 Al presidente Trump “hay que darle crédito, por eso y por todo lo que todavía está haciendo”, manifestó Rutte. El secretario general de la OTAN instó a Zelenski a “encontrar una forma de recomponer su relación con Trump”, a quien felicitó por su iniciativa de hablar con Rusia y así “romper el bloqueo” de la guerra.

 Este novedoso posicionamiento de Rutte define mucho el grado de inquietud que lo ocurrido entre Zelenski y Trump ha causado en Bruselas. Rutte siempre se ha mostrado a favor de continuar la guerra hasta la derrota rusa, pero en esta ocasión parece haber reculado ante la catástrofe que se puede venir encima si EEUU retira todo su apoyo, financiero, armamentístico y de inteligencia.  (1)

Una catástrofe si EEUU retira su apoyo de inteligencia a Ucrania

 Sin el apoyo de los satélites estadounidenses, por ejemplo, Ucrania no podría siquiera disparar con precisión sus misiles de largo alcance contra el interior de Rusia, ni anticiparse a las oleadas de drones lanzadas por los rusos continuamente y menos aún recargar regularmente sus sistemas antimisiles que protegen no tanto las ciudades, como sus bases militares.

 El diputado ucraniano Oleksí Goncharenko, del opositor partido Solidaridad Europea liderado por el expresidente Petró Poroshenko (uno de los rivales de Zelenski en unas eventuales elecciones), advirtió este sábado sobre las “consecuencias muy negativas” que puede tener la confrontación con EEUU.

 Y aunque agradeció todas las muestras de apoyo europeas en las redes sociales o en comunicados, Goncharenko fue realista: “El problema es que no se puede interceptar un misil ruso con una declaración en X. No se puede detener un tanque ruso con un comunicado o con unas palabras. Necesitamos armas, necesitamos inteligencia y buena parte de ellas las recibimos de Estados Unidos"

 El problema es que no se puede interceptar un misil ruso con una declaración en X

 En este sentido, manifestó su temor de que Washington pueda bloquear para Ucrania el internet de alta velocidad Starlink, así como toda la información de inteligencia que presta EEUU a Kiev. Una posibilidad muy real, pues, según la citada información de The Washington Post, la Casa Blanca ya contempla parar los “miles de millones de dólares en radares, vehículos, municiones y misiles que esperan ser enviados a Ucrania”.

Si esto ocurriera, la resistencia ucraniana tendría los meses contados, si no las semanas. Es, seguramente, el escenario que previó Trump cuando en medio de la campaña electoral, y también antes, prometió acabar con la guerra de Ucrania en 24 horas. La excusa de la confrontación con Zelenski le ha dado ya el pretexto.

https://www.publico.es/internacional/europa-ucrania-panico-desastre-encuentro-trump-zelenski.html

 (1) Nota del BLOG  .-  El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, acaba de pedir al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, que repare su relación con Donald Trump después de la acalorada discusión pública de ayer tras la que no se produjo ningún acuerdo que acerque la paz a su país. El dirigente de la organización atlántica añadió que Zelenski debe  «respete todo lo que ha hecho» el estadounidense por el país europeo ya que, según ha afirmado en una entrevista con la BBC, Ucrania «no habría tenido ni una sola oportunidad» de no ser por el apoyo de EEUU, apoyando así la tesis de Trump. En medios diplomáticos se asegura que esta declaración de Rutte constituye el final militar de Ucrania.

miércoles, 19 de febrero de 2025

Un nuevo orden mundial tripolar

 Rusia emerge como uno de los pilares del mundo multipolar con la derrota de Ucrania y de la Unión Europea



El contenido de la conversación telefónica entre los Presidentes Donald Trump y Vladímir Putin para poner fin a la guerra en Ucrania cayó como rayo en un día despejado en la víspera de la reunión de ministros de Defensa de la OTAN y la antevíspera de la Conferencia de Seguridad de Múnich. Ambos coincidieron en que Ucrania tendría que ceder territorio a Rusia y desistir de sus aspiraciones para ingresar a la OTAN, acuerdo que fue transmitido al Presidente ucraniano por el propio Trump. La Unión Europea y Ucrania protestaron por no haber participado de dicho intercambio. No obstante, se ha iniciado el camino hacia la paz.

Fijar posición

Lo conversado entre ambos Presidentes fue expuesto por el secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, en la reunión de la OTAN. Dijo que la incorporación de Ucrania a ese organismo no es realista y que Estados Unidos ya no priorizará la seguridad europea y ucraniana, dado que la administración Trump se enfocará en asegurar las fronteras de Estados Unidos y disuadir la guerra con China: “La dura realidad estratégica impide que Estados Unidos se centre en la seguridad de Europa”. Asimismo, informó que no habrá tropas estadounidenses desplegadas en Ucrania y que volver a las fronteras de Ucrania anteriores a 2014 “es un objetivo poco realista”.

Durante la Conferencia de Seguridad de Múnich, iniciada el viernes, el Vicepresidente estadounidense, J.D. Vance, le dio un mazazo a la Unión Europea al señalar que la principal amenaza para Europa no era Rusia ni China, sino “la amenaza desde dentro, el retroceso de Europa de algunos de sus valores más fundamentales, valores compartidos con Estados Unidos de América”. También expresó su apoyo a los partidos de derecha a los que se les ha prohibido unirse a los gobiernos de Europa, e inclusive a participar de esa Conferencia. Al respecto, dijo: “La democracia se basa en el principio sagrado de que la voz del pueblo importa. No hay lugar para cortafuegos”.

Vance dijo que Bruselas había cerrado redes sociales por contenidos que incitan al odio y criticó a Alemania por lo que describió como redadas contra sus propios ciudadanos por publicar comentarios antifeministas, a Suecia por condenar a un activista cristiano, al Reino Unido por retroceder en materia de derechos religiosos, y a Rumania por haber anulado las elecciones presidenciales de primera vuelta porque no les agradó el candidato elegido por el pueblo. El desconcierto era absoluto y el rostro desencajado de Ursula von der Leyen reflejaba el golpe, pocos días después de que Trump anunciara aranceles de 25% a las importaciones de acero y de aluminio procedentes de Europa y de otras regiones.

El ministro de Defensa de Alemania, Boris Pistorius, rechazó la caracterización que hizo Vance de las políticas europeas y dijo que no era aceptable comparar las condiciones en algunas partes de Europa con las de las regiones autoritarias. El canciller alemán, Olaf Scholz, evitó un encuentro pactado con Vance por “problemas de agenda”. A una semana de las elecciones en el país anfitrión, queda claro el apoyo de Estados Unidos a Alternativa por Alemania, partido vinculado al nazismo, y al movimiento Patriotas por Europa, grupo de extrema derecha del Parlamento Europeo.

Enajenación 

En la guerra de Ucrania, los europeos no pudieron desprenderse del dogma de la denominada Doctrina Wolfowitz, una guía de planificación de la defensa de Estados Unidos redactada en 1991 por quien fuera subsecretario del Departamento de Defensa de Estados Unidos y décimo presidente del Banco Mundial. En ella se trazaba una política exterior unipolar y de acción militar preventiva para evitar que dictaduras ascendieran a la categoría de superpotencias, ya fuese en el territorio de la antigua Unión Soviética o en cualquier otro lugar. Ello explica las 800 bases militares expandidas por más de 100 países y el haber incorporado a países de Europa del Este a la OTAN, incumpliendo los acuerdos con Rusia.

Un segundo objetivo consistía en “reforzar y ampliar el sistema de acuerdos de seguridad entre las naciones libres y democráticas y unirlas en la defensa común contra la agresión y crear hábitos de cooperación”. Es decir, se buscaba una respuesta colectiva en caso de amenazas. La ilegal invasión a Irak, de la cual Wolfowitz fue uno de sus principales artífices mientras era el número dos del Pentágono, así como la intervención en Afganistán, la más disimulada intervención en Siria —en la que la CIA se alió con Al Qaeda—, las primaveras árabes y otras intervenciones más sutiles y pintadas de colores como la naranja en el Maidán, en Ucrania, en 2014, se insertaron en esta lógica. 

En efecto, las relaciones entre Rusia y Ucrania se tensaron desde 2014, cuando la CIA y funcionarios del gobierno estadounidense, en particular Victoria Nuland, entonces portavoz del Departamento de Estado, participaron del golpe que derrocó al ex Presidente de Ucrania, el pro-ruso Víktor Yanukóvich, que ocasionó la muerte de más de 120 personas entre manifestantes y miembros de la policía ucraniana. 

En este escenario hubo alzamientos de las fuerzas separatistas prorrusas de la República Popular de Donetsk (RPD) y la República Popular de Lugansk (RPL) que se enfrentaron al ejército ucraniano. Los Acuerdos de Minsk de 2014, firmados por representantes de Ucrania, Rusia, la RPD y la RPL, y el de 2015, firmado por los mismos protagonistas, con la intermediación y supervisión de Francia y Alemania, tenían como objetivo principal el alto al fuego. Pero, lejos de cumplirse con el objetivo durante los ocho años que precedieron la intervención militar de Rusia en febrero de 2022, el conflicto dejó 14.000 muertes y 30.000 heridos. La ex Canciller alemana Angela Merkel ha señalado que el Acuerdo de Minsk II sirvió para ganar tiempo para rearmar a Ucrania. Según un reportaje publicado por el New York Times, la CIA creó una red de 12 bases secretas de espionaje en la frontera de Ucrania y Rusia durante la última década. Además, se negociaba el ingreso de Ucrania a la OTAN que había sido aprobado en 2008, durante su cumbre en Bucarest.

Necedad

Dos años después de haberse iniciado la invasión militar rusa en Ucrania, los gobernantes europeos liderados por Olaf Scholz (Alemania), Emmanuel Macron (Francia) y Donald Tusk (Polonia) se negaron a aceptar la derrota de Ucrania. El trío señalaba que harían lo imposible para evitar que Rusia ganara la guerra, cuando los ucranianos ya no podían con su alma. Los tres mandatarios decidieron adquirir más armas, ampliar la producción de equipamiento militar y avanzar en la fabricación de artillería de cohetes de largo alcance. 

Inclusive el Papa Francisco exhortó al bando perdedor del conflicto a dejar de arrastrar Ucrania “al suicidio”, tener el valor de rendirse y aceptar las negociaciones, que deberían llevarse a cabo “a tiempo”. Sus palabras dieron lugar a duras respuestas de Ucrania y sus aliados, así como del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. Este último señaló: “Si queremos una solución negociada, pacífica y duradera, la manera de lograrlo es proporcionando apoyo militar a Ucrania”, y agregó que “lo que sucede alrededor de una mesa de negociaciones está indisolublemente ligado a la fuerza en el campo de batalla”. 

Ya entonces, el secretario de prensa del Departamento de Defensa para Asuntos Públicos, John Kirby, se oponía a enviar tropas a Ucrania, “pero Macron tiene derecho a emitir su opinión, aunque no en nombre de la OTAN”. Otro aspecto que vale la pena recordar es lo expresado por el senador republicano Mike Lee en la revista The American Conservative, donde señala que si países de la OTAN ingresan tropas en Ucrania, Estados Unidos debe lisa y llanamente retirarse de la organización. “Si somos serios y queremos mantener la hegemonía estadounidense, de ninguna manera nuestra nación debe ser forzada por una Europa dependiente a aceptar el riesgo de la escalada nuclear”. La venta de armamento con el consiguiente enriquecimiento del complejo industrial militar era suficiente. 

La enajenación de Europa a la doctrina Wolfowitz dio lugar a su suicidio económico al renunciar a la energía barata que le suministraba Rusia, aun en tiempos de la Guerra Fría. Varios gobiernos europeos son cómplices de los atentados al gasoducto Nord Stream 2 que transportaba gas natural desde Rusia a Alemania por el mar Báltico —que tanto costó por las sanciones impuestas a empresas occidentales que participaban en su construcción en tiempos de Donald Trump— para obligar a Europa a comprar gas licuado, extraído con técnicas de fracking, más caro y contaminante, a Estados Unidos. Su destrucción ha tenido un impacto devastador en la economía alemana y europea en general. Mientras tanto, Rusia vende su gas natural a Oriente. 

Los desafíos

El inicio de las negociaciones de paz entre Rusia y la OTAN en territorio ucraniano ya es un hecho, no exento de dificultades. Volodímir Zelensky, una suerte de Juan Guaidó ucraniano, ha dicho que no se sentará a la mesa de negociación con Rusia si no tiene antes un acuerdo con Estados Unidos y la Unión Europea. Hace apenas ocho meses, tuvo lugar una Cumbre de Paz para Ucrania, en Suiza, a la cual Rusia no fue invitada. De los países participantes, 80 aceptaron firmar una declaración, mientras que 13 (los miembros de los BRICS —Brasil, India, China y Sudáfrica— además de México, Armenia, Bahréin, Indonesia, Eslovaquia, Libia, Arabia Saudí, Tailandia y Emiratos Árabes Unidos) se abstuvieron.

El Presidente Zelensky sostuvo una reunión con el Vicepresidente Vance, que calificó como positiva. Ha dicho que su línea roja consiste en no reconocer los territorios conquistados militarmente por Rusia porque así lo manda su Constitución. También ha pedido a Trump que detenga “al loco de Putin”, pues representa un peligro para el continente europeo, el cual pretende invadir este año. Pero Zelensky ya no tiene poder de negociación.

Ucrania perdió la oportunidad de lograr un acuerdo de paz con Rusia en Estambul en marzo de 2022, apenas un mes después de iniciada la intervención militar, al dejarse presionar por enviados del Reino Unido, Estados Unidos, entre otros, quienes le garantizaron el suministro de armas y el ingreso seguro a la OTAN. Así, utilizó la vida de decenas de miles de jóvenes ucranianos, y también rusos, como moneda de cambio para continuar una guerra auspiciada y promovida por la OTAN. 

Hoy Rusia espera con calma y, mientras tanto, avanza en la conquista de territorio ucraniano. Las autoridades no han participado en la Conferencia de Seguridad de Múnich porque no han sido invitadas. El portavoz del Kremlin, Dimitri Petkov, ha dicho que no hay novedades de resolución del conflicto.

Mientras tanto, Trump sigue haciendo cuentas y ha informado que Ucrania ha “acordado en principio” proporcionar a Estados Unidos metales de tierras raras por valor de 500.000 millones de dólares como pago por la ayuda militar brindada por Estados Unidos. Para hacer las cuentas enviará a Ucrania a Keith Kellogg, encargado de elaborar la propuesta para poner fin a la guerra.  

La guerra provocada por la OTAN contra Rusia, bajo el liderazgo de Estados Unidos, en el territorio de Ucrania, ha sido un fracaso para la Unión Europea y Ucrania, y un triunfo para Estados Unidos (que encabezó la provocación) y para Rusia, que emerge como uno de los pilares del mundo multipolar. Estados Unidos mudará sus cacharros bélicos a Asia para combatir a su maligno rival.

Fuente: https://www.elcohetealaluna.com/la-guerra-y-la-paz-2/

domingo, 16 de febrero de 2025

La guerra perpetua .

La guerra perpetua


Análisis de Jeffrey Sachs sobre el militarismo estadounidense


Jeffrey Sachs advierte que Netanyahu y Washington hunden a Israel en un abismo moral y político

En 1996, cuando Benjamin Netanyahu se convirtió en Primer Ministro por primera vez, elaboró un plan con asesores políticos estadounidenses al que se llamó Clean Break. “Era un plan para una guerra perpetua de los Estados Unidos en el Medio Oriente, para derribar a todos los gobiernos que apoyaban la causa palestina respaldando a grupos como Hamas y Hezbolá”, informó Jeffrey Sachs [1].

Ante lo expuesto por Sachs ante el Cambride Students’ Union, Trump retuiteó a sus palabras. Sachs señala que lo imputado por él al gobierno de Estados Unidos “no es exactamente el discurso de campaña de Trump, no es exactamente el núcleo de la política exterior estadounidense que se puso tan imprudentemente y de manera despiadada en manos de los extremistas israelíes”, comentó.

Al tiempo, el presidente de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, congresista Brian Mast, lideró el camino para que esa Cámara sacara adelante un proyecto de ley “que probablemente pasará por el Senado y será firmado por el Presidente Trump con sanciones contra la Corte Penal Internacional. En otras palabras, no contra Netanyahu, no contra aquellos que cometen crímenes de guerra, sino contra la Corte por señalar crímenes de lesa humanidad”.

Sachs cita una serie de hechos políticos entre Israel y Estados Unidos que a su juicio “significan por supuesto que el gobierno de Netanyahu está tratando de presionar a Trump para que lance ataques con misiles contra Irán. Y Trump no parece estar muy entusiasmado en este momento, a juzgar por algunas cosas que ha dicho, mientras Netanyahu está usando la orden de la CPI como una razón para no ir a Washington”.

Sachs afirma que no hay dudas de que Netanyahu ha estado en pie de guerra contra Irán durante esencialmente 30 años. “Esta no es una historia nueva, y en medio de todas las guerras que ha provocado, Irán es el último en caer. Y esto es muy interesante porque, como mencioné, su entusiasmo por la guerra en Irak y su entusiasmo por la guerra en Siria son absoluta y claramente parte de una agenda que incluía siete guerras. Para avalar esto tenemos muchos testimonios, pero el más importante es el del ex comandante de la OTAN de Estados Unidos, Wesley Clark”.

Poco después del 11 de septiembre, un alto funcionario del Pentágono le entregó a Clark un documento que incluso sorprendió al militar, dijo Sachs. “Y el general Clark ha hablado extensamente sobre esto desde entonces –puedes encontrar sus discusiones en línea–. Lo que decía ese documento era que la política del gobierno de los Estados Unidos incluía siete guerras en cinco años; esta era la lista de Netanyahu y las siete guerras eran conflictos esencialmente en la región árabe más Irán. Así que se extendían por el Medio Oriente y el Noreste de África e incluían al Líbano, Irak, Siria, Irán, Libia, Somalia y Sudan”.

Fritz anticipó la política de las siete guerras.

Esta idea de las siete guerras era de hecho la política ya a finales del 2000, según Dennis Fritz, “un informante muy importante” que en ese momento era un alto comandante de la Fuerza Aérea y que más tarde fue asignado a revisar documentos clasificados sobre la guerra de Irak en nombre de uno de sus arquitectos, Douglas Feith. “Fritz nos ha dicho en un libro llamado Deadly Betrayal que sí, que esta idea de guerras en serie una tras otra era la política a seguir. E Irak fue la primera de las siete guerras”.

“Eligieron Irak porque pensaron que tenían una excusa en una pieza de legislación aprobada en 1998 durante la presidencia de (Bill) Clinton –esto es mucho antes del 11 de septiembre– llamada la Ley de Liberación de Irak. Es asombroso leerla; es una ley que dice que es intención del gobierno de los Estados Unidos derrocar a Saddam Hussein. Tres años después, “el 11 de septiembre se convirtió obviamente en la excusa, en el momento para actuar. Y se decidió, bajo sionistas clave en el gobierno de los Estados Unidos como Paul Wolfowitz y Douglas Feith, que ahora iban a actuar. Y determinaron cuál sería el orden y el primero fue Irak porque pensaron ‘aquí hay una justificación legal mínima que podemos usar para justificar esta guerra’”.

“Pero no puedes ir a la guerra solo con una resolución del Congreso de 1998, así que tuvieron que inventar la historia y en realidad tenían un grupo de políticas dentro del Pentágono dirigido por un hombre llamado Abe Shulsky [2] para crear la narrativa de la guerra. Y Netanyahu desempeño el papel principal en esa narrativa, hizo apariciones especiales en el Congreso de los Estados Unidos diciendo que esto es lo mejor que se puede hacer.

“Ahora bien, lo que sucedió según Dennis Fritz, y es absolutamente fascinante que así haya sido, fue que Estados Unidos se atascó en Irak. Pensaron que era como disparar a peces en un barril, que era algo fácil, que bastaba con eliminar a Saddam. Cosa que hicieron rápidamente, pero luego hubo inestabilidad local y una insurrección (Estados Unidos tuvo que mantener sus efectivos allí de marzo 2003 a diciembre 2011). Eso es algo que el gobierno de los Estados Unidos nunca entiende, nunca considera, porque no se trata de generales sino de política y sociedad, de lo cual estos tontos no saben nada y siempre hacen todo mal, así que se equivocaron”.

“Estados Unidos se atascó en Irak y las siete guerras en cinco años tomaron más tiempo. Pero la agenda se mantuvo, y este es otro punto muy importante sobre la política exterior estadounidense. Es un aspecto que el Presidente Putin ha señalado en muchas ocasiones: los Presidentes van y vienen, pero hay una profunda continuidad. Después de todo, fue bajo Clinton que se firmó la Ley de Liberación de Irak, fue Bush hijo quien lanzó la guerra en Irak, fue Bush hijo en su último año quien invitó a Ucrania a unirse a la OTAN, pero fue Obama quien presidió el golpe que derrocó al gobierno de Yanukóvich en 2014”.

“Y como dijo el Presidente Putin en su famosa entrevista en Le Figaro en 2017, los Presidentes llegan al poder con ideas pero entonces aparecen hombres con trajes oscuros y corbatas azules que les explican la realidad, y ahí se terminan las ideas; nunca se vuelven a escuchar”.

“Simplemente quería decir que uno de los rasgos de las guerras en el Medio Oriente es que siempre llevan de una a otra porque nunca alcanzan ese punto de milagrosa estabilidad y éxito. Cómo podrían hacerlo, cómo podrían, si están yendo en contra de verdades sociales, históricas y políticas profundamente arraigadas. Por lo tanto, la idea de que Israel va a ser el gran imperio del Medio Oriente y que va a imponer eso por la fuerza y con el poder de los Estados Unidos en una región árabe islámica de cientos de millones de personas es claramente absurda, idiota, suicida. Pero esa es realmente la política de estas personas”.

“Ahora están hablando de guerra contra Turquía. De hecho ha habido un informe del gobierno en Israel que dice eso: que necesitamos prepararnos para una guerra con Turquía y que necesitamos empezar a armarnos para luchar contra Turquía. Que por supuesto es un aliado de la OTAN y tenemos a personas como Michael Rubin diciendo que debemos de estar preparados para matar turcos. Así que nunca termina; es simplemente una guerra perpetua. La gente habla de guerra sin fin, pero es guerra sin final, eso es lo que es. Y es un desastre para Israel y su pueblo porque siempre se encontrarán rodeados de amenazas, por lo que habrá paranoia y radicalización dentro de Israel, alimentadas constantemente”.

“Leí un artículo muy, muy perturbador por cierto de Seymour Hersh, que creo que es cierto, donde describe la radicalización del ejército israelí y las cosas que los soldados y oficiales israelíes están haciendo sistemáticamente en Gaza. Ha habido una propuesta realmente horrorosa, supuestamente proveniente de los generales, sobre cómo lidiar con el problema en Gaza, quejándose de que Hamas no ha sido realmente derrotado y que se está reorganizando. Y nuevamente la tesitura es no negociar, simplemente escalar aún más, hacer cosas que agraven los horrores que ya han ocurrido y que te lleven aún más hacia los crímenes de guerra”.

“Tal como dije, esta no es una estrategia ganadora o exitosa, es un abismo, es un abismo moral y político en el que Israel se hunde cada vez más y arrastra a Estados Unidos con él y a cada Presidente que se involucra en ello”.

“En cuanto a si Trump entiende eso, es difícil decirlo, porque la sensación con Trump es que siempre está en un proceso de aprendizaje pero nunca aprende completamente. Al menos esa es la impresión que tengo. Parte del problema es que hay una visión tan dominante de la opinión del círculo en Washington que inevitablemente contratas a personas que continúan con las políticas de ese círculo”.

“Una de las realidades de Trump en su primer mandato y probablemente otra vez ahora, es que independientemente de lo que él realmente crea, muchos de los llamados lugartenientes realizan maniobras para evitar al Presidente. Tenemos estas memorias de John Bolton, una de las figuras más repulsivas de la política estadounidense, quien se jacta de cómo engañó repetidamente al Presidente Trump cuando él era el asesor de seguridad nacional. No le gustaba lo que el Presidente quería, así que encontraba maneras de engañarlo. Esta es la realidad, y tal vez sea el modus operandi que describe el Presidente Putin sobre las personas que vienen y explican las cosas, y que tal vez no expliquen sino que simplemente engañen al Presidente”.

“Cuando se trata del desastre de Israel, porque es un desastre para Israel –y por supuesto un desastre mayor para los palestinos y para el Medio Oriente que ha estado en llamas durante décadas debido a las políticas Israel–, hay dos aspectos distintos en la historia de Israel que se alimentan mutuamente pero que lo están llevando al desastre. Uno es que la política está dictada abrumadoramente por lo militar y por la seguridad. Esto se ve constantemente: si en los Estados Unidos los políticos son hasta cierto punto una distracción, en Israel son el Mossad y las fuerzas de defensa quienes llevan la batuta más que casi cualquier otra parte de la sociedad. Es un Estado militarizado, un régimen militar, un régimen de seguridad, y tiene todas las características profundas de ser un régimen militarizado. Esto significa que no existe tal cosa como la diplomacia, no hay impresión de que el camino hacia la paz tenga una ruta diferente, que consiste en hablar con la otra parte y encontrar una manera de llegar a una solución. Es un país que durante décadas ha abandonado por completo cualquier diplomacia con el mundo árabe, con el mundo islámico en general o con sus vecinos; nada de diplomacia”.

“El otro hecho de Israel que es realmente asombroso y nuevamente contra-intuitivo, a menos que te sumerjas profundamente en ello –y cuando lo haces es tan desconcertante y diferente de cualquier cosa que pienses– es que hay un fervor religioso extraordinario que también alimenta esto, y no me refiero solo al fervor del nacionalismo y al fervor por un Estado judío, etcétera. Me refiero al fervor con textos literales del siglo VI a.C».

“Esto es algo absolutamente inusual: no existe casi en ningún otro lugar del mundo, pero los rabinos extremistas, los colonos ilegales en Cisjordania y las tropas de las FDA están leyendo textos del siglo VI a.C., como el Libro de Josué en el Antiguo Testamento. Que es un libro sobre genocidio, que dice que Dios dio esta tierra a los israelitas y les instruyó que exterminaran a cada hombre, mujer y niño que vivía allí. Uno de los aspectos interesantes de ese fervor es que el texto dice que esta no era la tierra primigenia e indígena del pueblo judío; era tierra conquistada. No solo conquistada, sino conquistada con una serie de genocidios”.

“Bueno, es muy desafortunado si la política pública se moldea de una manera tan absolutamente extraordinaria. Ahora bien, creo que lo que es tan trágico y alarmante de esto desde mi propia perspectiva –no soy un estudioso del Antiguo Medio Oriente ni de los 1.600 años de historia judía bajo estos textos, pero les diré como observador político– es que los fanáticos han perdido su Estado en repetidas ocasiones durante este periodo. Los antiguos judíos tuvieron rebeliones contra adversarios poderosos basadas en un fanatismo que terminó destruyéndolos. Uno de los episodios más famosos es la rebelión contra el Imperio Romano del año 66 al 73 (primera de tres) que llevó a la destrucción del llamado segundo templo en Jerusalén. El punto es que se rebelan contra el Imperio Romano y piensan que es una buena estrategia de Estado. Bueno, terminó con la pérdida del Estado y del templo para esos fanáticos y eso fue seguido durante 1.800 años más; fue un desastre”.

“Ahora, si uno se aleja del fanatismo de las interpretaciones literales de los textos sagrados antiguos y observa una región con 400 millones de personas; si se considera el derecho internacional, la justicia simple, la Asamblea General de las Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad, uno no querría perder al Estado de Israel haciendo demandas que son tan contrarias a cada norma estándar y ley que tenemos en la escena internacional. Pero ese es el camino que Israel está siguiendo y que los Estados Unidos han alimentado ciegamente”.

“En la administración de Biden se alimentó un fracaso desesperanzador e imprudente al seguir, apoyar, financiar, armar y proporcionar inteligencia para este conjunto de acciones completamente destructivas, crueles, imprudentes e ilegales de Israel. Y nuestro secretario de Estado, en su entrevista de despedida, dice: ‘No, todo está perfectamente bien’. Bueno, adiós señor Blinken, al menos con Donald Trump regresando tenemos una posibilidad de algo diferente”.

Notas:

[1] Economista y profesor estadounidense, destacado por su trabajo en el campo del desarrollo sostenible, la macroeconomía global y la lucha contra la pobreza. Fue director (2002-2016) del Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia y asesor especial de las Naciones Unidas en relación con los Objetivos del Milenio y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. En 2015 recibió el Premio Planeta Azul. Dos veces ha sido incluido en la lista de las personas más influyentes del mundo, elaborada por Time Magazine.

[2] Abram Shulsky es un académico neoconservador que ha trabajado para el gobierno de Estados Unidos, la Corporación RAND y el Instituto Hudson. Shulsky fue director de la Oficina de Planes Especiales. En el período previo a la invasión de Irak en 2003, Shulsky aprobó memorandos con puntos de discusión sobre Irak y las armas de destrucción masiva y el terrorismo. Shulsky es crítico del análisis de inteligencia tradicional, que se basa en el método científico-social, y de las agencias de inteligencia independientes. Shulsky está a favor de un modelo de inteligencia militar que pueda utilizarse para apoyar la política ya que, en sus palabras, “la verdad no es el objetivo” de las operaciones de inteligencia, sino “la victoria”. También trabajó para la administración de George W. Bush en la “Oficina de Planes Especiales”.

Fuente: https://www.elcohetealaluna.com/la-guerra-perpetua/

viernes, 14 de febrero de 2025

Lo que anuncian los ruidos de Trump

Lo que anuncian los ruidos de Trump

Donald Trump está diciendo muchas cosas: sobre Groenlandia, la Riviera de Gaza, sobre el canal de Panamá, México y Canadá o sobre la pacificación de Ucrania. Todo el mundo comenta y reacciona a lo que Trump está diciendo. Pero ¿qué es eso? Jeffrey Sachs tiene razón cuando afirma que es “ruido”, que es “Hollywood”, y que del ruido no se pueden extraer conclusiones ni apenas reacciones. No vale la pena seguirle el juego al show de este presidente, que además de criminal, como sus predecesores en el cargo, es un imbécil y un malvado enfermizo. Dicho esto hay algo en esa verborrea que sí parece claro. Se trata de la guerra comercial contra todos, adversarios y aliados. Esa es una línea clara. Y esa línea se va a volver contra Estados Unidos.

En busca del máximo beneficio para los sectores más ricos, el capitalismo neoliberal dio en las últimas décadas pasos decisivos hacia su suicidio. Deslocalizó la producción hacia lugares con menores costes, externalizó gran parte de su industria, su I+D y dejó de invertir en infraestructuras, concentrándose en el juego especulativo no productivo con grandes retornos a corto plazo del sector financiero. La de Estados Unidos es una economía mayormente desindustrializada. El capitalismo financiero ha convertido al país en una “economía industrial fracasada”, dice Michael Hudson.

En Rusia se sigue este proceso con gran atención. Cada viernes por la tarde la tele rusa dedica un espacio fijo, de entre cinco y diez minutos, a los accidentes ferroviarios de la semana en Estados Unidos. Con mucha guasa se muestran imágenes de puentes hundidos, trenes descarrilados, grandes accidentes por fallos de señalización… Son el resultado de años de abandono, porque desde hace demasiado tiempo el objetivo no ha sido la economía real sino las finanzas, los juegos de manos trileros.

Utilizar el dólar como arma política ha provocado una huida considerable de la inversión en deuda pública estadounidense en un montón de países. Rusia la primera. Entre febrero de 2022 y noviembre de 2023, Moscú se deshizo del 99% de esa inversión. China, y eso son palabras mayores por la fortuna que tiene ahí metida, cedió casi el 25% en el mismo periodo. Egipto lo hizo en un 72%, Indonesia en un 43% y hasta países como Hungría, Suecia, Dinamarca, Kuwait e Israel, se deshicieron de alrededor del 15% de su deuda estadounidense.

Entre 2014 y 2022 el incremento de la dependencia de China de la cadena de producción estadounidense en sectores como la electrónica, productos químicos, el transporte y la maquinaria ha sido extraordinario. El 41% de los semiconductores utilizados por el complejo militar-industrial americano proceden de China. El gráfico de la dependencia de suministros de componentes chinos para navegación, fuselajes, electrónica, etc., por parte de la propia industria aeronáutica militar americana (empresas como Lockheed Martin, Northrop Grumman, Boeing, Raytheon, General Dynamics, implicadas en sistemas de misiles), dibuja una densa maraña de vínculos comerciales.

Suministradores chinos en la cadena productiva de armamento de aviación de Estados Unidos en 2023.
Suministradores chinos en la cadena productiva de armamento de aviación de Estados Unidos en 2023

Trump quiere tomar el control estadounidense de la economía mundial dejando claro que todo el beneficio debe ser para Estados Unidos. En cierta forma lo que está afirmando es un regreso a las relaciones comerciales del siglo XIX basadas en la pura confrontación y el ‘todo para mí’, pero ¿cómo romper la dependencia e imbricación existente en la economía del siglo XXI maltratando a tus socios y proveedores sin dispararse a uno mismo en la pierna?

Lo más probable es que la guerra comercial contra todos se vuelva contra la economía de Estados Unidos, acelerando la inflación y la desindustrialización y aumentando el descontento popular entre la base social popular de Trump. Por todo eso, la hipótesis de que la presidencia de Donald Trump represente para Estados Unidos algo parecido al desastre que la de Yeltsin representó para Rusia es lo más razonable que se puede deducir de los ruidos que llegan de Washington. Queriendo “hacer América grande de nuevo”, este presidente imbécil va a acelerar el declive de Estados Unidos. Desde luego, hay que preguntarse qué oportunidades y qué nivel de desastre irradiará al resto del mundo ese gran hundimiento.

Rafael Poch-de-Feliu (Barcelona) fue corresponsal de La Vanguardia en Moscú, Pekín y Berlín. Autor de varios libros; sobre el fin de la URSS, sobre la Rusia de Putin, sobre China, y un ensayo colectivo sobre la Alemania  de la eurocrisis.

Fuente: https://ctxt.es/es/20250201/Politica/48542/Rafael-Poch-eeuu-guerra-comercial-contra-todos-economia-dolar-rusia-inflacion-china.htm