Najib Abu-Warda: “La nación palestina sin Estado es mucho
más fuerte que el Estado de Israel sin identidad nacional”
Francesca Cicardi
7 de julio de 2025
El profesor de
Relaciones Internacionales de origen gazatí, que ha desarrollado toda su
carrera en España, acaba de publicar 'Palestina. Historia documentada de 100
años de guerra'
Najib Abu-Warda (Gaza, 1953) ha dedicado gran parte de su
vida a estudiar, entender y explicar la política internacional y los medios de
comunicación en el mundo árabe y el mundo islámico. Se licenció en Ciencias de
la Información por la Universidad Complutense de Madrid, donde fue profesor de
Relaciones Internacionales entre 1989 y 2023. También fue profesor invitado en
universidades de otros países como Egipto, Argelia y México.
Cuando se jubiló, empezó a escribir un libro sobre
geopolítica, pero el ataque que el grupo palestino Hamás lanzó contra Israel el
7 de octubre de 2023 y la posterior guerra de castigo israelí contra su Gaza
natal desbarató sus planes. Empezó entonces una labor exhaustiva de
documentación que ha quedado recogida en 'Palestina. Historia documentada de
100 años de guerra' (Ediciones Trea). En una entrevista con elDiario.es en Casa
Árabe en Madrid desgranó los orígenes del conflicto en Oriente Medio y las
perspectivas –nulas, en su opinión– de que haya una solución a corto o medio
plazo.
¿Es el genocidio de Gaza uno de los motivos por los que
consideró que era necesario contar la historia de Palestina?
Sí, absolutamente sí. De hecho, antes del 7 de octubre,
estaba escribiendo otro libro sobre geopolítica en Oriente Medio. Pero cuando
estalló aquello pensé que era necesario empezar otro libro porque mucha gente
me empezó a llamar, a preguntar, a hacerme entrevistas. Me dije a mí mismo:
¿Por qué todo lo que estoy diciendo no lo incluyo en un libro para que sea más
fácil consultar?
Como yo digo siempre, la causa palestina es tan justa que se
defiende sola. Si se expone tal y como es, no necesita abogados. Lamentablemente
tiene los peores abogados del mundo, la actitud de sus defensores a nivel
palestino, a nivel regional, a nivel internacional realmente perjudica a la
causa.
Palestina es víctima de todo el mundo. Empezando a nivel
local; a nivel regional, todo el mundo árabe ha instrumentalizado la cuestión
palestina de distintas formas, porque a muchos de los regímenes árabes no les
conviene resolver el conflicto palestino porque les sigue siendo útil [tener]
el pretexto de que están en guerra con Israel. No están en guerra con Israel:
son dictaduras que necesitan mantener un Estado de excepción para aplastar a
sus pueblos, eliminando todo tipo de libertad y derechos. Y todos necesitan una
excusa, que es la causa palestina.
A nivel internacional, hay muchos intereses geopolíticos en
Oriente Medio. Entonces era necesario sembrar allí al Estado de Israel para
garantizar la inestabilidad durante mucho tiempo. Por lo tanto, la conclusión a
la que llego [en el libro] es que lamentablemente no hay voluntad o voluntades
de avanzar hacia una solución pacífica a este conflicto porque sigue siendo
útil para todos.
Gaza pone de manifiesto que no hay voluntad de buscar una
solución pacífica...
Yo creo que nunca hubo voluntad y hasta hoy no existe esa
voluntad. Para que haya una solución o una transición política se deben dar
varios componentes simultáneamente. En este conflicto hay actores locales,
regionales e internacionales y hay una interrelación entre todos ellos. Para
que haya un cambio que desemboque en una situación de paz deben coincidir los
intereses hacia una salida pacífica, en la que los intereses de todos sean
respetados de alguna forma y que todos vean en esa solución ningún perjuicio y
mucho beneficio. En este momento, no se están dando esas condiciones y esas
voluntades.
Oriente Medio es una zona históricamente de conflictos
internacionales. Si lo comparamos con todas las demás regiones del mundo, vemos
que en una escala del 1 al 10, Oriente Medio ocupa el nivel 10 de
conflictividad en toda la historia. Europa, en el segundo lugar, se sitúa en el
7. Hay una diferencia importante. Y el siguiente es África, que pasa al 5.
La situación es de conflictividad casi permanente en Oriente
Medio y Palestina es un elemento esencial para mantener, aumentar o bajar la
intensidad [del conflicto]. ¿Por qué esta zona ha sido siempre de máximo nivel
de conflictividad? Tenemos que analizar la política, la geografía como un
factor esencial. ¿Dónde está situado Oriente Medio? En el cruce de
comunicaciones entre el Cercano y el Lejano Oriente. Aparte del petróleo, la
energía, hay muchos factores, también culturales, religiosos... Este conjunto
de elementos puede explicar por qué Oriente Medio hasta hoy no ha tenido un
tiempo largo de estabilidad.
Históricamente las potencias europeas han tenido un papel
fundamental en Oriente Medio y en Palestina. ¿Por qué no han contribuido a
solucionar el conflicto?
El mapa de Oriente Medio actual es el mapa del colonialismo
europeo, o sea, el diseño del Acuerdo Sykes-Picot [de 1916]. Hasta la Primera
Guerra Mundial, toda la zona era parte del Imperio Otomano y había demandas de
crear una nación árabe unida. En aquel momento para Europa era un peligro: una
nación árabe unida y con expectativas de transformar Oriente Medio en una
potencia mundial. Una potencia mundial que, con la posición geopolítica que
tiene, hubiera condicionado a las demás potencias Europeas.
Entonces, era necesario buscar mecanismos para evitar a toda
costa una nación árabe unida. ¿Cómo? Crear el Estado de Israel y crear el
Estado de Jordania como protección del Estado de Israel, y crear la Liga de
Naciones Árabes para dividir el mundo árabe. Una nación árabe unida es una
línea roja desde hace cien años y sigue siéndolo porque Oriente Medio tiene
todos los factores necesarios para ser una potencia mundial competitiva. Tiene
las comunicaciones, el lugar geoestratégico, la energía, la demografía [con una
población muy joven y que aumenta]...
Pero para ello es necesaria una profunda transformación.
Primero, derrocar a todos los regímenes, todas las dictaduras impuestas por el
colonialismo. Hoy se llama neocolonialismo, pero vienen del antiguo
colonialismo, y los regímenes actuales son peores que los anteriores, lo
estamos viendo en Gaza. Todos participan en el bloqueo de Gaza. Los regímenes
árabes son cómplices activos, no pasivos. Europa es cómplice activo y pasivo.
El Occidente democrático no puede seguir manteniendo, armando
y financiando a un Estado fascista como el Estado de Israel, a un gobierno
fascista como el de Arabia Saudí o como otros gobiernos árabes. Son regímenes
dictatoriales que aplastan a sus pueblos y compran armas [de Occidente] para
utilizarlas contra su población.
Donald Trump lleva como lema el de la libertad de América.
Su primer viaje [al extranjero] fue a Arabia Saudí, a los países del Golfo
Pérsico, para financiar su [industria de] defensa. Los Gobiernos del Golfo
saben que sin el apoyo americano y occidental caerían.
¿Por qué todas las potencias occidentales apoyan a Israel y
nadie le ha parado hasta ahora?
El mundo está en silencio. Nadie critica lo que está
haciendo Israel que, como dicen los tribunales internacionales de justicia, va
mucho más allá de crímenes de guerra [en Gaza]. Pero no solamente es silencio,
todos están aceptando lo que está haciendo, es decir, es complicidad activa.
Netanyahu dice que esta es una “cuestión de existencia”.
¿Cómo puede Israel temer por su existencia como Estado si tiene todo el poder
del mundo, si tiene las armas –¡armas nucleares!– y todo lo que le da Estados
Unidos? Pero yo estoy de acuerdo con él, porque lo que está haciendo pone en
peligro la existencia del Estado de Israel, porque esa gente, esos niños que
están quedando heridos, mutilados, sin familia en Gaza, van a ser más radicales
que el Hamás de ahora.
Palestina es una nación desde hace miles de años. El Estado
de Israel es un proyecto colonial sionista. Un proyecto colonial sionista puede
caer en cualquier momento si le falla cualquier elemento aliado. Si Estados
Unidos deja de ser Estados Unidos o hay un cambio político importante en
Estados Unidos, la existencia de Israel sería cuestionada.
Ahora mismo en Gaza o durante el ataque contra Irán [a
mediados de junio], Israel duraría un mes sin el apoyo de Estados Unidos y de
Alemania. ¡Si los egipcios van andando a Palestina, se acaba el Estado de
Israel!
Occidente lo sabe perfectamente. Por eso, cuando empezó la
guerra contra Irán, Francia dijo que Israel tenía derecho a defenderse. A ver,
¿quién empezó a atacar a quién? ¿Por qué nadie dijo que Irán tenía derecho a
defenderse? Pensaban que Irán iba a eliminar a Israel del mapa, se alarmaron.
Si los actores que han establecido el sistema de Naciones
Unidas no son capaces de respetar sus propias normas, significa que estamos en
una situación muy crítica del sistema internacional. [Esta situación] debe
desembocar en un nuevo orden internacional, creo que es necesario más que
nunca.
Entonces, ¿hasta que no haya un cambio en el orden mundial,
no puede haber solución al conflicto?
En mi opinión, no. Israel quiere mantener el estatus de ni
guerra ni paz porque le interesa, porque como he comentado antes, el Estado es
frágil y necesita consolidarse como nación. Y para pasar de un Estado a una
nación, necesita siglos, necesita generaciones. Toda su población tiene doble
nacionalidad, por lo tanto cuando se ven en peligro, vuelven a sus países. Por
esa fragilidad insiste en mantener la amenaza externa, para mantener unido al
pueblo.
La nación palestina sin Estado es mucho más fuerte que el
Estado de Israel sin identidad nacional. Israel tiene la potencia nuclear, pero
eso no resuelve nada, no cambia la historia. La historia de Palestina es la
fuerza de Palestina, el derecho de la historia y la historia del derecho son los
que van a seguir frente a cualquier narrativa ajustada a lo que está haciendo
Israel.
No va a haber solución al conflicto palestino hasta que haya
cambios mundiales que tengan en cuenta y vean que la estabilidad de Palestina
repercute en la estabilidad de Oriente Medio. No importa que Israel normalice
sus relaciones con todos, pero establecer relaciones diplomáticas no es no
normalizar al Estado de Israel en la zona. Egipto tiene relaciones [con Israel]
desde 1979, pero el pueblo egipcio sigue viendo a Israel como agresor, como
enemigo. Para que haya normalización, tiene que cambiar Israel para que los
demás cambien su percepción de él.
La estabilidad en Oriente Medio exige necesariamente una
solución justa al conflicto palestino israelí y para que los israelíes
normalicen [sus relaciones] con todo el mundo árabe o musulmán deben
normalizarlas antes con los palestinos. Si los palestinos le dicen a los demás
que conviven en paz con Israel –no importa cómo, en un Estado binacional, dos
Estados, un Estado federal, un Estado confederal, lo importante es que toda la
población tenga los mismos derechos y que éstos no sean cuestionados por la
otra parte–. Incluso los palestinos pueden jugar un papel fundamental [a nivel
regional], porque nadie entiende a Israel mejor que los palestinos.
Los cambios van a depender en gran medida de cambios
importantes a nivel regional y a nivel internacional. A nivel regional, se debe
democratizar Oriente Medio para que los pueblos de Oriente Medio vivan en
libertad y con derechos. Están sometidos a dictaduras, no pueden ni hablar, no
pueden manifestarse. El pueblo de Gaza casi tiene más libertad que el pueblo
saudí, a pesar de todo lo que está pasando en Gaza.
¿No ve una solución a corto plazo, en concreto, en Gaza?
A corto plazo, yo creo que a Trump le interesa calmar la
situación, pero no resolver el conflicto. Son cosas distintas.
https://www.eldiario.es/internacional/najib-abu-warda-nacion-palestina-fuerte-israel-identidad-nacional_128_12444786.html
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