viernes, 2 de octubre de 2015

Volkswagen y el reino de España

Dos historias alemanas: Volkswagen y el reino de España

mientrastanto.org


I
El actual orden capitalista encuentra en la idea de excelencia una de sus bases de legitimación social. Las empresas líderes se supone que lo son porque tienen una dirección adecuada y son capaces de ofrecer mejores productos a la sociedad. Los países que mejor han capeado la crisis han mostrado su eficiencia en la gestión macroeconómica y en su actividad productiva. Las personas que triunfan lo son a causa de su esfuerzo y su buen hacer. La excelencia es un atributo de los triunfadores. Y a la inversa los perdedores son responsables de su propio fracaso, de su falta de esfuerzo, de su incapacidad por hacer las cosas bien. Las pequeñas empresas fracasan porque no alcanzan un nivel de eficiencia adecuado. Los países con problemas, Grecia es el paradigma, lo son por sus propios errores. Y los millones de parados que buscan empleo arrastran gran parte de la culpa de tener una formación inadecuada (se equivocaron a la hora de elegir “currículum” escolar), o simplemente de no tenerla en absoluto, o de no buscar empleo con ahínco, de ser poco competitivos.
Y cuando se habla de excelencia en el manejo de la economía, Alemania es el ejemplo predominante de un país al que debemos copiar. Que de golpe una de sus principales empresas —Volkswagen—, uno de sus iconos en cuanto eficiencia productiva, reconozca que ha hecho trampas de extrema gravedad invita a reflexionar, entre otras cosas, sobre la futilidad del concepto de excelencia que tan abusivamente se utiliza para justificar el renacido darwinismo social con el que tratan de esconderse las inaceptables desigualdades, el sufrimiento humano y la gran ineficiencia social del capitalismo actual.
II
La historia reciente de Alemania, como la de muchos otros países, está trufada de escándalos de todo tipo —evasión fiscal, corrupción en contratos públicos, uso de información privilegiada, pagos ilegales a directivos— que han afectado a varios de sus grandes grupos empresariales como Mannesman, Siemens, Daimler-Chrysler, Deutsche Bank, Deustche Post y la misma Volkswagen. Son las enfermedades endémicas del capitalismo, acentuadas en la actual fase neoliberal.
Tampoco es novedad que la industria automovilística reconozca fallos técnicos en sus vehículos. Las llamadas a revisión de millones de coches han pasado a constituir un hecho habitual en el sector tras descubrirse algún fallo grave en algún accidente. Ya se sabe que la presión por abaratar costes tienen estas cosas. Pero lo que desvela el nuevo affaire Volkswagen es algo de una mayor dimensión puesto que ya no se trata de un simple fallo de diseño o fabricación sino que constituye una acción consciente para eludir las normas técnicas dictadas para tratar de reducir el impacto ambiental y la contaminación. Es realmente un diseño criminal. No es un caso tan excepcional, como lo muestran historias como la de los aditivos que utiliza la industria tabacalera para aumentar la adicción de los fumadores o la de los diversos problemas de salud generados por el sector farmacéutico. Pero tiene el relieve de afectar a uno de los emblemas del modelo alemán, a una industria que ha basado su expansión en la “calidad”, en un país que además presume de preocupación ambiental.
III
El caso Volkswagen se tratará en los medios como una anécdota más, uno más de los escándalos que jalonan la historia económica reciente. Pero los casos aislados tienen poco recorrido. Hay precedentes como lo que ocurrió con el caso Enron (costó la vida a la entonces mayor empresa de auditoría y consultoría del mundo —Arthur Andersen— pero dejó casi intacto el sector), o la criminal crisis bancaria (que se saldó con el salvamento público del sector y un nuevo salto en el poder del sector financiero). Para elaborar una política diferente hace falta salir de la anécdota.
El caso Volkswagen muestra una vez más dos cuestiones sobre las que mucha gente ha llamado la atención: la difícil, por no decir imposible, convivencia del capitalismo con las políticas de ajuste ambiental y los fracasos de la regulación neoliberal.
La difícil relación de la empresa capitalista y el medio ambiente proviene de que la primera no sólo requiere crecimiento para funcionar con éxito, también porque se trata de una organización —la empresa privada— que está organizada en torno a una determinada línea de actividad, algún tipo de producto específico, y por lo general le resulta difícil adaptarse cuando cambia el tipo de bienes que hay que producir. Para la sociedad en su conjunto, por ejemplo, el cambio de un modelo de transporte basado en el coche privado a uno basado en sistemas de transporte colectivo podría organizarse simplemente trasvasando trabajadores de una a otra actividad (no es nunca un proceso sencillo pero es viable). Para la empresa que fabrica coches el cambio puede representar el cierre. Esta es una cuestión que reconocen muchos economistas convencionales; por ejemplo es lo que plantea Schumpeter al hablar del desarrollo capitalista como un proceso de destrucción creativa. Lo que no tienen en cuenta gran parte de los economistas convencionales es que el mundo real no es el de las pequeñas empresas de la competencia perfecta (la que se utiliza como referencia en la enseñanza de la economía académica) sino un mundo con empresas que han alcanzado un grandísimo volumen de actividad (y peso del mercado), una compleja estructura organizativa. Estas empresas, cuando se ven enfrentadas a cambios importantes no reaccionan como las pymes, desapareciendo ante lo inevitable. Por el contrario, tratan de utilizar parte de sus recursos para bloquear el cambio, para mantener su actividad en marcha. El lobby petrolífero contra el cambio climático o los ingentes pagos de las tabacaleras a los políticos americanos son ejemplos de libro de estas respuestas. Las grandes empresas van a hacer todo lo que esté en sus manos para evitar que el ajuste ambiental acabe con sus negocios. Si Volkswagen ha tratado de camuflar sus emisiones quizás es porque reducirlas le planteaba problemas técnicos, o incrementaba sus costes de producción o afectaba a la potencia de sus vehículos, y antes de adaptarse ha hecho todo lo que ha podido para rehuir la norma. Visto lo ocurrido en otros sectores, más bien hay que pensar que debemos sospechar del conjunto del sector, básicamente porque todos se enfrentan al mismo tipo de problemas y usan técnicas parecidas. Una economía política en clave ecológica debe plantear en serio el tema de la empresa, de cuáles son las formas institucionales y organizativas que mejor permiten que una sociedad se adapte a formas diferentes de producción. Pensar simplemente que la empresa privada tradicional se adaptará a cambios en las regulaciones me parece ingenuo y superficial.
IV
De forma más inmediata lo que este caso desvela de nuevo es el fiasco de las regulaciones neoliberales. El neoliberalismo, legitimado por los nuevos enfoques predominantes en la economía académica, ha minado la mayor parte de mecanismos de control público sobre la gran empresa. La ideología económica dominante supone que la mera competencia conduce a las empresas a aplicarse en hacer el bien a la sociedad. Su interés egoísta —obtener beneficios— se convierte en bien público porque la empresa que lo haga mal será castigada por el mercado: los clientes dejarán de comprarle. Se supone también que los precios reflejan de forma nítida la eficiencia de las empresas y por tanto éstos son el mejor indicador del buen hacer de las mismas. Mirado desde otras perspectivas, estos supuestos no tienen ningún sustento serio. La mayor parte de bienes y servicios son bienes complejos, muchas de sus características no son visibles fácilmente, muchas actividades generan efectos colaterales que no se tienen en cuenta, muchos productos son difíciles de comparar con los de la competencia. Por ejemplo es difícil que algún conductor descubra que su motor está trucado. Y los precios reflejan tanto elementos de eficiencia productiva como de poder y de costes sociales no contabilizados. Ya lo dice el dicho popular “lo barato a menudo es caro”, algo que significa que detrás de muchos precios bajos hay problemas de calidad, de bajos salarios. Pero las élites económicas dominantes y sus ideólogos han conseguido imponer su sesgada visión y un claro debilitamiento de los mecanismos de control públicos y colectivos sobre el hacer empresarial.
Un relajamiento del control que se traduce en medidas tales como la endémica infradotación de los servicios públicos de control sobre las actividades empresariales, en la sustitución de supervisores públicos por privados, en el relajamiento de las normas de control, en la sustitución de los mecanismos de control por la apelación a la Responsabilidad Social de las empresas, en un cambio de orientación de las políticas de la competencia que considera poco relevante el tamaño de las empresas… En suma, por unas políticas laxas de regulación que dejan a las empresas un gran margen de maniobra. Si a ello se añaden tanto la política de puertas giratorias que comunica a los líderes empresariales con las élites políticas y la laxitud y baja intensidad con que se aplican sanciones económicas (a menudo las empresas ya han descontado el coste de las posibles sanciones) el resultado es la sucesión de affaires del que Volkswagen es ahora protagonista.
Un nuevo caso que debería ayudarnos a replantear de nuevo la necesidad de reforzar los controles públicos, con medios, independencia, cortafuegos contra las puertas giratorias, claridad de reglas, trasparencia. Y que muestra con clarividencia el peligro que tienen los nuevos marcos regulatorios (más bien desregulatorios) que tratan de colarse en tratados como el TTIP o el TISA.
V
Volkswagen no es un caso excepcional ni sorprendente. La empresa ya ha tenido otros casos de corrupción. Ni es un caso único en el panorama alemán. Pero es un caso oportuno que desmonta la pretendida autoridad moral de los líderes alemanes cuando pretenden dar lecciones de buen hacer al Sur de Europa. Y un ejemplo más que detrás de marcas prestigiosas se esconde mucha mierda.
En el mundo neoliberal el tema de las marcas ya no es sólo de las empresas. Los estados, las ciudades, también juegan a la imagen. Y las grandes instituciones internacionales no paran de elaborar rankings para clasificar a los países, señalar a buenos y malos y, sobre todo utilizar estos marcadores para influir en las políticas de los estados y las percepciones de los ciudadanos. Instituciones como el FMI o la OCDE, promotoras del neoliberalismo, utilizan las evaluaciones para, entre otras cosas, mostrar la bondad de sus políticas. Y suelen utilizar experiencias nacionales para mostrar que quien las sigue marcha bien. Ahí es donde entra en juego la otra “historia alemana”. Mis colegas de allí me cuentan que ahora España es presentada en Alemania como el mejor ejemplo de la bondad de las políticas de ajuste. Hemos pasado de formar parte de los PIGS a estar entre los alumnos ejemplares. Ya habíamos estado anteriormente en una buena clasificación, cuando el país crecía y creaba empleo. En aquel tiempo era difícil explicar a colegas extranjeros las debilidades del modelo, la extrema dependencia de la actividad constructora. Y ahora ya vuelven a las andadas. El crecimiento económico español vuelve a deslumbrar y es presentado como un ejemplo de lo buenas que son las políticas de la troika. Para ello basta fijarse en aquellas variables que interesan (el crecimiento del PIB, el crecimiento del empleo), olvidarse de las que no interesan (el crecimiento de la deuda exterior, la tasa de paro, la tasa de pobreza, la evolución del saldo exterior) e ignorar los elementos que permiten explicar la situación actual por razones diferentes a las del éxito de las políticas de ajuste (el crecimiento ha vuelto cuando se ha parado la política de recortes, cuando el euro se ha depreciado respecto a otras divisas, cuando se ha producido una afluencia masiva de turismo por razones externas, porque en una fase de aguda crisis un pequeño aumento del gasto activa el mecanismo del multiplicador keynesiano). Y se pasa por alto también las debilidades estructurales que auguran una vuelta de problemas en cuanto cambie alguno de los datos de coyuntura. De momento el ejemplo de España les sirve para sacar pecho y demostrar que “sus” políticas son las buenas. Ocupamos el lugar que antes han tenido otros países como Argentina, Irlanda, etc. Cuando el modelo se vuelva a torcer volveremos a ser un “pig” y dirán que la culpa es de la sociedad española, de los sindicatos, etc. Por eso es tan necesario explicar las cosas bien, valorar el éxito de un sistema económico desde múltiples ámbitos, entender las causas de los problemas actuales y futuros, captar las contradicciones y carencias. Esto no interesa a unas élites que llevan años implantando un modelo injusto, ineficiente, inviable en muchos aspectos y que utilizan sus evaluaciones para culpar a la víctima y construir su propio discurso encubridor. Por ello no hay que dejarse deslumbrar por las noticias de éxitos y fracasos momentáneos y construir un relato donde lo fundamental quede a la vista. Y hoy lo fundamental en el caso Volkswagen debería ser cambiar el sistema de regulación económica, y en el de la economía española luchar por una política económica que permita romper con un modelo insostenible en lo económico, lo social y lo ambiental.
Fuente: http://www.mientrastanto.org/boletin-139/notas/capitalismo-excelente-dos-historias-alemanas-volkswagen-y-el-reino-de-espana#sthash.ftJ75WA4.dpuf

miércoles, 30 de septiembre de 2015

La Generalitat riega a la prensa catalana con dinero .

La Generalitat 'riega' 'La Vanguardia' con 810.000 euros

Ara.cat es el medio digital más subvencionado por Presidencia

El Departamento de la Presidencia de la Generalitat de Catalunya ha dado a conocer las subvenciones estructurales concedidas a publicaciones impresas y a medios digitales en catalán y aranés correspondientes a 2015.

En cuanto a los medios impresos, La Vanguardia recibe 810.719,99 euros, El Periódico recibe 463.987,34, El Punt Avui, 457.496,32 euros, y Ara, 313.495,25. Las siguientes posiciones en el ranking de los más subvencionados por Presidencia las ocupan los diarios locales en catalán más potentes: Regió 7 (147.484,23 euros), Segre (147.110,64 euros) y Diari de Girona (146.192,25 euros).

También destacan los 140.219,36 de L'esportiu, los 90.244,20 de El Temps, los 82.579,08 de Time Out, los 77.291,60 de Ara Balears y los 58.920,00 del gratuito Diari Més de Tarragona, Reus y la Costa Dorada (Més Ebre recibe otros 11.827,19 euros).

Las dos ediciones de El 9 Nou totalizan más de 80.000 euros en subvenciones: la de Osona y El Ripollès percibe 51.626,40 euros y la del Vallès Oriental, 28.473,90.

Las publicaciones de Edicions Cavall Fort SL (Cavall Fort y El Tatano) suman 71.617,68 euros, mientras que las de Sàpiens SCCL (que incluye a Sàpiens, Cuina, Experiències, Descobrir y Súpers) se elevan entre todas por encima de los 109.000 euros.

Catalunya Cristiana recibe 45.611,80.

Los beneficiarios digitales
En cuanto a publicaciones en Internet, la subvención más grande corresponde a ara.cat (216.213,27), seguida por las de Nació Digital (205.484,28 euros) y Vilaweb (136.998,27).

Las ediciones digitales de El Punt Avui (95.810,56 euros) y El Periódico (76.331,70) también reciben más de 50.000 euros este año. Por debajo de ese umbral destacan El Mundo (antes denominado El Singular Digital, con 40.615,89 euros), timeout.cat (39.618,15 euros), Racó Català (37.384,06 euros), el digital de Diari de Girona (35.617,79 euros) y e-notícies (30.189,69 euros).


Los webs de las publicaciones de Sàpiens, por su parte, suman entre todas más de 57.000 euros en subvenciones.

Si la realidad no coincide con la teoría, peor para la realidad ,

La burguesía independentista no alcanza sus objetivos pero margina la cuestión social de la agenda política en Cataluña


Por razones de claridad es necesario realizar un doble análisis de los resultados de las elecciones catalanas de manera que pueda aclararse la dualidad de proyectos que hay en juego. El primero sería el de la capacidad de las fuerzas independentistas por alcanzar sus objetivos, el segundo sería el de la posibilidad de que un proyecto de izquierdas juegue un papel esencial en el desarrollo político del Estado español. Los dos proyectos estaban en discusión en la campaña catalana. Había un tercero que en estos momentos no nos interesa demasiado, la lucha por la hegemonía en el seno del bloque liberal-conservador español entre el PP y Ciudadanos.
La burguesía independentista catalana había creado con JxS un instrumento político para dotarse de un mayor apoyo electoral - especialmente el de la pequeña burguesía pero también el de otras clases populares - con el objetivo de lograr una mayoría absoluta en el parlamento y tener las manos libres para continuar su proyecto sin tener que depender de los independentistas de izquierdas (CUP). El proyecto de la burguesía catalana tampoco es perfectamente claro, aparentemente es la obtención de un Estado independiente encajado dentro de la UE, manteniendo el contenido neoliberal practicado por el anterior gobierno de CiU, pero si hubiese obtenido esa mayoría que anhelaba y hubiese iniciado el proceso de independencia existen dudas razonables para pensar que si se encontrase en una situación de aislamiento en Europa tal vez transformaría su proyecto de independencia por otro de obtención de un Estatuto más ambicioso a cambio de su continuación dentro del Estado español.
Sin embargo, el resultado de las elecciones han arruinado esas expectativas, los resultados de JxS no solo no les conceden la mayoría absoluta de diputados, sino que son inferiores en 9 diputados a la suma de CiU y ERC en 2012. En esta situación de debilidad para continuar con un proyecto tan ambicioso como proclamar la independencia unilateralmente, aquél solo puede continuar si consigue el apoyo de la CUP. Pero esta alianza complica extremadamente el proyecto y liderazgo del mismo por la burguesía catalana. Los objetivos de la CUP, con su política anticapitalista, contemplan una Cataluña fuera del euro y de la OTAN y, por supuesto, una política económica y social en las antípodas de la burguesía catalana de CDC. Una alianza de JxS y la CUP, aunque fuese para un difícil programa de mínimos como conseguir la independencia, sería a costa de la destrucción final de una de las dos fuerzas. Y dada la desproporción de fuerzas entre JxS y las CUP, previsiblemente sería esta última la perdedora en dicha alianza. Un complicado dilema para las CUP que va a poner a prueba la coherencia de esta formación y en el que se juega su futuro.
En relación con este proyecto el panorama continúa, por tanto, completamente abierto. Primeramente porque los resultados en votos del bloque independentista han sido inferiores al bloque no independentista (47,8% frente al 52,2%) y esta situación les debilita en el panorama interno e internacional para el reconocimiento de una independencia declarada unilateralmente y en un entorno hostil. Como apuntábamos anteriormente, si la burguesía independentista catalana se encuentra con el doble obstáculo de tener que depender de la CUP y encontrar mayor rechazo en las instancias internacionales a su declaración unilateral de independencia, seguramente una parte de ella se repliegue hacia el objetivo de conseguir un Estatuto más ambicioso para Cataluña. Pero, además, otros factores pueden jugar en este sentido si en diciembre finalmente el PP es desplazado del poder y un nuevo gobierno facilita esta última salida. Finalmente tampoco es posible descartar que una falta de acuerdo en el seno del bloque independentista aboquen a una repetición de las elecciones. Así pues, hasta finales de año se producirá un panorama incierto tanto por el pulso dentro del bloque independentista como por la campaña para las elecciones generales en España, donde la cuestión catalana se convertirá en el tema estrella marginando a la cuestión social, es decir, la agenda contra el programa neoliberal de las políticas de austeridad.
Habíamos señalado que había un segundo proyecto en juego en estas elecciones, el de la capacidad de las formaciones a la izquierda del PSOE para desplazar a éste como principal referente en el campo de la izquierda o progresista y de convertirse en alternativa de gobierno o, al menos, en factor determinante en la política española. Este proyecto no se jugaba solo en Cataluña, por supuesto, ni era su primera prueba. Las enormes expectativas de Podemos que le daban las encuestas a principios de año se han ido desinflando conforme pasaba el tiempo y se celebraban diferentes elecciones. Primero en Andalucía, luego en las autonómicas, y ahora en las catalanas, con porcentajes cada vez más bajos.
Pero en estas elecciones celebradas en Cataluña se había creado una importante expectativa, basada sobretodo en el exitoso resultado de BeC en las elecciones municipales. Con ese precedente y la alianza electoral entre Podemos, ICV y EUiA (CSQP) se pensó en la posibilidad de quedar como segunda candidatura más votada sobrepasando así al PSC y a Ciudadanos, y sirviendo también de base de lanzamiento para las elecciones generales a celebrar en diciembre, además que un resultado de este tipo hubiese significado que la cuestión social se situaría a un nivel parecido que la cuestión independentista en la agenda política de Cataluña.
Estas expectativas se han derrumbado con el resultado obtenido por CSQP (8,98% y 11 diputados), inferior al obtenido por ICV e EUiA hace tres años. El PSOE ha vuelto a demostrar por tercera vez en este año que no existen posibilidades reales de ser sobrepasado, al menos en un horizontes próximo, por Podemos o algún tipo de alianzas que construya; y la cuestión social ha quedado claramente marginada frente a la independentista, pues entre CSQP y la CUP suman solamente el 17,25% de los votos. Lo que es aún más preocupante, la cuestión social seguramente va a quedar eclipsada en los próximos meses en la campaña de las elecciones generales por la cuestión catalana y, en estas condiciones, las expectativas de las fuerzas a la izquierda del PSOE posiblemente se reducirán como ha pasado en estas elecciones del 27-S.
Los resultados de CSQP desde luego tienen su explicación principal en clave catalana, pero sobre una tendencia de fondo más amplia. Podemos está rebajando sus expectativas electorales en toda España, IU está sumida en una grave crisis, y en Europa la claudicación de Syriza ha sido un punto de inflexión en el ascenso de las fuerzas de izquierdas en el viejo continente, tras el cual parece que las nuevas formaciones y líderes se decantan más bien por un proyecto socialdemócrata renovado que por una renovación de la izquierda transformadora.


NOTA.DEL BLOG..

 La suma de los partidos o coaliciones que no han roto abiertamente con el neoliberalismo realmente existente alcanza la cifra de 114 diputados en el Parlamento catalán, más del 80%.
El voto del trabajador es volátil y tornadizo, escasamente ideológico y nada politizado. Prima la emoción sobre la reflexión: ese es el granero ideal para confrontaciones nacionalistas sin fuste social de contenido meramente sentimental.
  Esta idea permanente de esperar que España se cambie desde Catalunya , cuando luego termina siendo al revés es de sillón de psicoanalista, 1.616.962 votos (39’6%) y 62 diputados de alguien que su programa es puramente un eslogan futurista si se logra , ..y si no, ¿ tienen algún programa alternativo ? o harán el de CUP? , y seguir en el poder para seguir gobernando…y con un dominio masivo de neoliberales…y de apellidos masivamente catalanes de siempre. cuando su población no llega al 50%. ¿no son eso unas elites que se perpetúan para que nada cambie?, y donde están los votos de los emigrantes y/o un millón de extranjeros asentados en Catalunya , que pudieron votar como en las municipales?.

 Si el sistema electoral fuera auténticamente proporcional, Junts pel Sí tendría 55 en lugar de 62 escaños, y la CUP tendría 12 escaños en lugar de 10, con lo cual la suma de escaños (67) no alcanzaría los 68 necesarios para nombrar al nuevo gobierno catalán, necesitando otro partido para alcanzar la mayoría en el Parlament.
 Añadido eso a que no superaron el 50% del SI , algo  está fallando.

Los recortes fueron pedidos por la troica para salvar sus bancos y aplicados por el PP ,pero el PP los hizo caer sobre las autonomías y sobre sus presupuestos fundamentalmente sociales traspasados y sobre la subvenciones culturales y otros, y no aplicados con esa misma austeridad al estado ni al presupuesto de defensa por ejemplo , y antes del 2012 los aprobó en Cataluña CiU y PP....y la primera movilización fue la del Parlamento..que acabó como el 15 M ,en la plaza de Cataluña a porrazos y imputaciones...y al final les estallo todo en las narices , a Mas con la Diada y al PP de rebote con la independencia , para ese camino no se necesitaban tantas alforjas . y señales de humo de aprendices de brujo.
 Ahora la operación judicial contra Mas, trata de sacar el palo al pajar nacionalista y que se incliné a ERC y CUP y entonces el bloque burgués gire como ya han hecho la gran patronal ,    buscando apoyo del estado como tantas veces hizo la burguesía antes y después , siendo nacionalista. Desde Prim y la Jamancia , Solidaridad catalana , solidaridad obrera y Semana Trágica o Revolución de julio de 1909 ,  huelgas de los años 20 , ruptura con las municipales en la Transición  , al ganar PSC-PSUC ,  y en ese caso potenciar el bloque nacionalista CiU-ERC..inmunidad de Pujol , dejar que ERC se presentara con otro nombre y dinero para hacerlo y con el sistema electoral no proporcional  ante el miedo a Barcelona y su radio metropolitano y nada de repetir un Frente Popular.
Ya además . ¿quien va reconocer una República de izquierdas así en el exterior?.


Este adelanto de elecciones les salio mal a los independentistas, no llegaron a lo esperado , que era  tener muchos mas votos del SI-NO .. de la consulta.. Les hubiera ido mejor no convocar elecciones ahora y hacer un gobierno conjunto Convergencia y ERC ,con independientes y mantenerse en el derecho a decidirque agrupaba mas del 70% y esperar a las generales para ver si se habría una vía .. de lograr incluso un nuevo estatuto.. apostarlo todo al referéndum tampoco es seguro ... ahora les salio CUP como eje menor pero imprescindible ..para incluso formar gobierno, ¿ qué programa harán sino tiene mayoría sin CUP?...y les pueden bloquear , aunque terminen aceptando a  Mas o quien sea…


 Y es igual que cuando los izquierdistas aun   dicen que el error de Podemos es no defender una  república española democrática federal con derecho a la autodeterminación de las nacionalidades. Si teóricamente muy bonito y , ¿quién lo apoya a nivel de estado?. Si es un partido estatal .


 Lo positivo que queda es que se logrará un blindaje de lo social y un nuevo acuerdo fiscal autonómico. Y un pacto PSOE- Cs  social liberal  .  Y un nuevo estatuto de autonomía no recortado. ¿Y posibilidad aun de un referéndum? . Veremos.



lunes, 28 de septiembre de 2015

Historia de cómo los catalanes independentistas, ellos mismos se quieren independizar los unos de los otros.









La parte contratante de la primera parte.


- Haga el favor de poner atención en la primera cláusula porque es muy importante. Dice que… la parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte. ¿Qué tal, está muy bien, eh?
– No, eso no está bien. Quisiera volver a oírlo.
– Dice que… la parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte.
– Esta vez creo que suena mejor.
– Si quiere se lo leo otra vez.
– Tan solo la primera parte.
– ¿Sobre la parte contratante de la primera parte?
– No, solo la parte de la parte contratante de la primera parte.
– Oiga, ¿por qué hemos de pelearnos por una tontería como ésta? La cortamos.
– Sí, es demasiado largo. ¿Qué es lo que nos queda ahora?
– Dice ahora… la parte contratante de la segunda parte será considerada como la parte contratante de la segunda parte.
– Eso si que no me gusta nada. Nunca segundas partes fueron buenas. Escuche: ¿por qué no hacemos que la primera parte de la segunda parte contratante sea la segunda parte de la primera parte?

https://youtu.be/AuAJzvyEATE


.......................
 Nota....de la prensa... El diario .es .
Artur Mas tiene muchas papeletas para irse a su casa. Si finalmente JxSí se queda en 62 escaños, necesitará el voto positivo de las CUP  a su candidatura, algo francamente improbable. Si consigue 63, le bastaría con la abstención de las CUP, también difícil. No parece que Junqueras vaya a ser presidente, pero no descarten a Raül Romeva, ni tampoco elecciones anticipadas, donde, si no hay acuerdo, Convergencia y ERC recuperen sus siglas. Mas puede estar hasta cinco meses en funciones y parece que lo va a intentar. Pero si hay tres votaciones y no sale elegido president, las elecciones se convocan de forma automática.

 La trampa en el discurso independentista –contar a Catalunya sí que es pot y a Unió como “no alineados”– no se sostiene. Ambas formaciones están por convocar un referéndum, pero no por la independencia, y así lo han explicado en sus programas. Se pongan como se pongan, no salen los números: hay mayoría por el derecho a decidir, pero no hay una mayoría absoluta independentista en Catalunya que permita subirse a un balcón a declarar la ruptura unilateral.


Antonio Baños ha reconocido que el independentismo ha perdido el plebiscito al no haber superado el 50% de los votos. La CUP, que había reclamado una declaración de independencia al día siguiente del 27-S si se ganaba, ha descartado esa posibilidad. "No hemos ganado el plebiscito, no hay declaración unilateral de independencia", ha explicado Baños. Pese a eso, para el número uno de la CUP, este 27-S el independentismo ha ganado las elecciones constituyentes, lo que permite seguir con el proceso soberanista adelante.

http://cort.as/Xgve


En estas elecciones si tomamos los programas y políticas realizadas por los partidos que se han presentado en una balanza y en otra los intereses de las clases populares y la oligarquía financiera, veremos que sale enteramente triunfadora ésta última. Los partidos neoliberales, pro austeridad, pro OTAN, pro UE, pro FMI, etc., salen victoriosos. Juntos suman 114diputats. La guillotina para los recortes dispuesta a expropiar las rentas salariales para llenar los bolsillos del capital financiero hispano, catalán, inglés, alemán, francés, belga y holandés, para sufragar el déficit presupuestario y pagar la deuda creada por el capital financiero, seguirá funcionando sin parar en aras del cumplimiento de las leyes de austeridad aceptadas de pleno por tales partidos (Tratado UE, LOEPSF, LEP, LRSAL). Tras estas elecciones las dos propuestas de la burguesía dominante, los dos nacionalismos, seguirán campeando como cortina de humo para que las clases populares sigamos mayoritaria e inconscientemente apoyando tales políticas austericidas, tanto en Madrid como en Barcelona.

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=203798

 Nota del blog ...

De este ultimo texto el blog  comparte datos como el anterior `pero no estrategias. aparte hay un dato erróneo sobre Tarragona , no gano el si ..Pero tampoco comparte la diatriba contra Podemos..  que no sea una república federal modelo suizo o una monarquía federal  donde el monarca fuera puramente simbólico como en una república parlamentaria no presidencialista , la única diferencia es que no seria elegido , no hay consenso para una República a nivel de Estado y igual para un derecho a la autodeterminación,pero si referendums estilo suizo , como tampoco comparto la concepción de nación . La nación es la ley democrática y plurilingüe en Madrid y en Cataluña. Y la corrupción se combate con una clara división de poderes para empezar . Podemos debía especificar como seria su reforma constitucional y territorial y la ley electoral y demás.
 Y VER ....





viernes, 25 de septiembre de 2015

Las resistencias civiles silentes , frente al nacionalismo en Cataluña.





Cataluña, república de eufemismos



Eso sería mi moral: desconfiar y, cuando uno se convierte en víctima, oponer resistencia; cómo, no sé. (…) pero hay otras posibilidades para defenderse y cuestionar permanentemente la infalibilidad de la prensa. Esa sería mi moral.
Heinrich Böll, entrevista en TV, 1974.
En Cataluña existe un discurso oculto, del que me siento partícipe, el de los otros actores de la sociedad catalana que permanecen al margen de entidades políticas, ya sean partidos u organismos de la llamada sociedad civil subvencionada, los ciudadanos desubicados frente a la actual situación política. La Generalitat con gran potencial político y una constante presencia mediática ha establecido una distancia enorme entre los dominantes, que defienden la independencia arrasando con cualquier posible crítica contraria a su política social o sobre la corrupción practicada durante decenios, y los dominados que han quedado silenciados para expresar su descontento y escasamente representados por una izquierda exenta de contaminación nacionalista.

Tal es la hegemonía actual de este bloque dominante que, en la campaña para las elecciones autónomicas-plebiscitarias, apenas se hablará del subdesarrollo social de Catalunya [1] propiciado por los sucesivos gobiernos de CIU. El deterioro del bienestar y de la calidad de vida de las clases populares es de tal magnitud que hemos descendido hasta la peor situación de la época democrática, tal y como afirma Vicenç Navarro. El desempleo afecta a uno de cada cuatro adultos y más de la mitad de los jóvenes están en paro, el número de personas que llevan buscando trabajo durante dos años sin éxito ha crecido en un 1.000%. También ha aumentado el número de familias en las que todos los miembros activos de la unidad familiar buscan, pero no encuentran, trabajo. La mayor destrucción de empleo se ha producido desde 2011 con gobierno de CIU (ahora divididos en CDC y UDC). Estos y otros datos que proporciona el artículo de Vicenç Navarro ha provocado que Catalunya sea el país con mayores desigualdades después de Grecia, Portugal y España. Sin embargo todo este dolor humano, que se ha creado durante la crisis y del que son responsables CIU y ERC por su apoyo constante a las políticas de CIU, no emergerá en la campaña electoral y será acallado por el dominio mediático que ejerce sin contemplaciones el poder político y que es coreado por una masa disciplinada que arremete contra quien intenta ponerlo sobre la mesa de la actualidad electoral. ¿Cómo han llegado súbitamente (hasta hace menos de un decenio el independentismo a duras penas llegaba al 20% en Cataluña) miles de ciudadanos/as a esta ceguera fanática? La potenciación de la identidad y la autoconfianza, señala Juan M. Blanco [2] , en un mundo de dudas e inseguridades interiores, es el mecanismo psicológico que alimenta el nacionalismo. Identificarse con una nación permite atribuirse cualidades, nunca defectos, que el nacionalismo atribuye a esa idealizada colectividad. No sirve de nada visibilizar los datos del derrumbe social catalán, el nacionalismo como creencia que es, se mueve por emociones mesiánicas y nada razonado les apartará del camino de la “salvación” (=de la independencia).

Por tanto, cuanto más arbitrariamente se ejerce el poder, el discurso público de los dominados adquiere una forma más estereotipada y ritualista, en otras palabras, cuanto más amenazante sea el poder, más gruesa será la máscara de silencio tras la que se esconden [3] . Sin embargo, los dominados existen y se expresan desde el ámbito de la infrapolítica, nos advierten que existe una gran variedad de acciones de resistencia que recurren a formas indirectas de expresión como chistes, canciones, imágenes, blasfemias, chismes, juegos de palabras, metáforas, gestos y desorden (que hoy viajan por WhatsApp y las diversas redes sociales pero que también se expresan en bares, cafés y mercados). Algo que nos recuerda a lo sucedido durante la Transición democrática (1975-1982). En Cataluña a este sector que compone la mayoría de la población, desmovilizada pero obstinadamente renuente a votar la propuesta independentista, le identifican el anonimato y el silencio excepto cuando se siente seguro entre gente de confianza. Una peligrosa situación de marginación que podría verse atraída por “cantos de sirena” de la derecha representada por el nacionalismo español populista de Xavier García Albiol, de idéntico ideario al que ha prosperado en algunos países europeos, como Dinamarca, ahora tan admirados por el sector predominante del independentismo.

El discurso público de los dominadores, representado hoy por la candidatura de “Junts pel sí” en la que aúnan sus intereses gobierno y oposición (CDC y ERC), tiene por fundamentos primordiales la afirmación, el ocultamiento, la unanimidad y los eufemismos [4] .

La afirmación viene de la mano de algunos acontecimientos que se plantean como afirmaciones discursivas de un modelo específico de dominación, las manifestaciones de los últimos tres años de la Diada son muestras de exhibición del poder, un ritual nacionalista orquestado para “convencer”. Si los subordinados creen en el poder de sus superiores, esa misma impresión ayudará a que estos se impongan y, a su vez, aumentará su poder real. Las apariencias importan y por ello estas manifestaciones de fuerza se promueven como una demostración de autoafirmación para acallar al oponente e impresionar a los dominados.

La ocultación pretende eliminar del discurso público hechos que todo el mundo podría conocer porque se han publicado. Que la desigualdad ha crecido está cuantificada en cifras y muy visible en el temido por los independentistas “cinturón rojo” de Barcelona. Que la renta disponible para el 20% más rico, sobre el 20% más pobre, ha crecido desde las 4,7 veces en el inicio de la crisis (2007) a las 5,7 veces en 2013, con un incremento del 21%. Mientras el promedio de la UE-15 fue de 4,9 veces. Esta desigualdad de rentas, la mayor de la UE-15 después de Grecia, España y Portugal, es incluso mayor cuando se comparan al 10% de la población catalana de mayor y menor renta. Desde el inicio de la crisis hasta el año 2012, los más ricos (10% superior) pasaron de tener 7,65 veces más que los pobres (el 10% inferior) a 15,35 veces (un incremento nada menos que de un 100%) [5] .

Hoy en Cataluña se está desarrollando una cultura doble: la cultura oficial llena de deslumbrantes eufemismos, silencios y lugares comunes, y la cultura no oficial que tiene su propia historia, su propia literatura, poesía, música, una propia percepción de la escasez, la corrupción y las desigualdades. La afirmación y la ocultación han logrado calar en amplios sectores de la población, especialmente de clase media pero también entre los sectores más populares, que han canalizado su descontento a través de consignas patrióticas exculpando a los verdaderos responsables de su situación. Avalando de una forma inconsciente la ocultación y la mentira sistemática utilizadas para mantener el poder político e incluso incrementarlo mediante el alzamiento de unas nuevas fronteras y un nuevo estado.

Si por algo se caracteriza en la actualidad la situación política de Cataluña es por los eufemismos que utiliza el independentismo agrupado en “Junts pel sí” para soslayar los temas delicados, para borrar lo que se considera negativo o que puede convertirse en un problema si se declara explícitamente. Se trata de ocultar “hechos desagradables de la dominación y su transformación en formas inofensivas o esterilizadas” ( Scott, 2003: 89).

¿Cómo no esconder los desproporcionados recortes en gasto público social, los más elevados que se han producido en España y en la UE-15? Recortes que se han producido especialmente en aquello más desintegrador y que acrecienta la desigualdad como sanidad, educación, servicios domiciliarios a personas discapacitadas, vivienda social y servicios de prevención de la exclusión social. ¿Quizás culpando de todo ello a España bajo el famoso, “España nos roba”, que exculpa, por arte de magia, a CIU, el partido que ha pilotado Cataluña durante la crisis?

Las instituciones sanitarias y docentes han sido las que más empleados públicos han perdido durante los últimos cinco años en Cataluña, durante los gobiernos Mas y Mas-Colell. Desde 2010, los recortes presupuestarios han reducido el personal de la Generalitat en 6.832 personas (son datos publicados en su propia página web). El 55% de estos puestos de trabajo perdidos corresponden a esos dos sectores, salud y educación, los pilares del, muy mercantilizado y privatizado, estado de bienestar catalán. Sólo los cuerpos de seguridad, Mossos d'Esquadra y bomberos, han visto incrementar a sus efectivos en unas 1.000 personas (el aumento se debe, básicamente, a una convocatoria de empleo público para mossos en 2011). Los cuerpos de seguridad han pasado de sumar 16.108 agentes en junio de 2010 a 17.152 durante el mismo periodo de 2015 (casi todos ellos funcionarios, sólo hay 32 interinos).

En Cataluña llevamos muchos años “decidiendo” a través del voto a quién le damos la confianza para que nos gobierne, sin embargo la campaña por “el derecho a decidir” parece haber borrado de un plumazo que CIU ha gobernado el 80% de los años de democracia en que ha sido elegido por la ciudadanía. La “decisión” de hombres y mujeres de Cataluña durante casi cuarenta años ha sido otorgar confianza a un partido nacionalista moderado, no independentista, de la derecha neoliberal que ha sido el responsable de la situación de penuria social que sufre hoy Cataluña. Su colaboración con los gobiernos españoles del PP y del PSOE durante toda la etapa democrática parece haber desaparecido del frágil recuerdo de miles de ciudadanos/as que “creen” en la construcción narrativa de este partido que pretende hacernos creer que han luchado contra España, no desde hace cuarenta años, sino desde hace trescientos.

Cada vez que un eufemismo oficial logra imponerse sobre otras versiones, discordantes, los subordinados aceptan explícitamente el monopolio del conocimiento público que ejercen los dominadores. Puede ser que los subordinados no tengan otra opción; pero, mientras no sea cuestionado abiertamente, ese monopolio no tiene “que dar explicaciones”, no tiene que “darle cuentas a nadie” ( Scott, 2003: 90).

El eufemismo no se limita al lenguaje, esteladas en los balcones, calles y ayuntamientos, ceremonias públicas como la Diada, himnos y diversos rituales, como las famosas ruedas de prensa del Sr. Mas o los abrazos con el representante de la extrema izquierda independentista, el Sr. Fernández, son aspectos a través de los cuales los poderosos intentan presentar su dominación de acuerdo con sus gustos. “Vistos en conjunto, todos esos eufemismos representan el halagador autorretrato de la elite dominante” ( Scott, 2003: 91). Estigmatizar a quien discrepa no resulta difícil sobre todo en centros de sociabilidad (comisiones de bailes populares, centros excursionistas, corales, etc.) o en pueblos pequeños donde el control se hace agobiante sobre aquellos/as que se salen de la normatividad impuesta por el discurso oficial.

Se busca, naturalmente la unanimidad, el nombre de la candidatura lo revela, Juntos (por el sí), en la línea de aunar a todos haciendo un gran esfuerzo por alimentar una imagen pública de cohesión y de creencias comunes. Juntos la derecha y la izquierda (incluso es posible que la extrema izquierda en el último momento decisivo de la proclamación de la independencia) en un complicado pacto que, no se ha dado a conocer públicamente, para reducir al mínimo los desacuerdos. Para que las divisiones no aparezcan se estipula un discurso irreal, genérico, centrado en el victimismo y en el enemigo común. Para lograr esta unanimidad se reducen las discusiones informales, los comentarios espontáneos y se confinan en espacios afines que eviten situaciones embarazosas o tensas, resulta esperpéntico que el Sr. Romeva afirme sin pudor que solo irá a entrevistas en TV3. Los desacuerdos debilitan y se tienen que desterrar. Si la apariencia de unanimidad se extiende hasta los subordinados, su control se incrementa aún más.

Las manifestaciones públicas, como la Diada, son el componente visual y oral de una ideología hegemónica, la ceremonia formal en que se ha transformado esta manifestación en los tres últimos años sirve a los poderosos para celebrar y dramatizar su dominio. Han sido interpretadas como apoyo a sus gobernantes sin los cuales dichas ceremonias no serían posibles. Ninguna manifestación ha contado nunca en la época democrática con todos los medios de infraestructura (por ejemplo, m ás de 2.000 autocares fueron facilitados por la “generosa” Asamblea Nacional que trasladaron durante todo el día a alrededor de unos 100.000 participantes ), publicidad y protección policial a su disposición para realizarla. Incluso para ensayarla días antes como una puesta en escena.

Y es que se plantea así, como un espectáculo aéreo para ser retransmitido por las televisiones. Los participantes son actores al servicio del simbolismo orquestado por los organizadores que marcan la hora simbólica del inicio, 17:14, dónde se han de situar los participantes, de qué color deben llevar la camiseta y los punteros y cuándo han de recoger todo y marchar a sus casas. El recorrido de la última Diada se dividió en 135 tramos, agrupados en 10 bloques, tantos como ejes sobre los que los organizadores desean que se construya la República Catalana, cuya vindicación es el sentido de marcha. Dentro de los tramos se agrupaban los diversos colectivos que apoyaban la manifestación, jóvenes en el eje "democracia", sindicalistas en "justicia social", etc.

Nadie va a ver la manifestación. El espectáculo es de meros actores y actrices sin público, es una ceremonia que el poder organiza para sí mismo y para los medios de comunicación. Cuadro vivo de la disciplina y del control centralizado. Existe una inteligencia unificada que, desde el centro, dirige todos los movimientos del “cuerpo” Toda la escena, como imagen y como demostración de poder, transmite el sentido de unidad y de disciplina bajo una autoridad única y decidida. Cualquier desorden, división, indisciplina e informalidad se elimina de la escena pública, se crea una imagen de cómo deberían ser las cosas, el desfile es una idealización eficaz de una creación irreal (Scott, 2003: 99-100).

El mensaje que se quiso transmitir, al servicio de una opción política particular (la de los Sres. Mas y Junqueras), es la de la obligación de los subordinados a manifestar su sumisión y se les da a entender que no tienen nada que hacer, que su proyecto político es imparable y cuenta con la unanimidad de quienes aman su tierra, por tanto, su única opción es obedecer. Ocasionales rebeldías serán castigadas con la marginación, desautorización, cuestionamiento de su catalanidad, sospechas de traición y de su auténtica ideología que no puede ser sino de derechas, o por qué no, ya puestos, fascista. Lo importante es que el poder de la imagen de un frente unido para asombrar e intimidar a los subordinados.

Pero los subordinados existimos, no nos aúna una patria alternativa ni una bandera diferente, lo demuestra el hecho de que no se haya formado una candidatura nacionalista española y sea impensable la unión de la derecha y la izquierda. Existen e intentan pensar con autonomía, empoderarse para lograr el poder que, mediante la autogestión, mejore las condiciones de vida de los más débiles, de los que más sufrimiento han soportado durante la crisis. De esa parte de la población que no está incluida en la hoja de ruta de “Junts pel sí”, la coalición de partidos que ha ocasionado esa situación de crisis social.

Notas:

[1] Este es el significativo título que Vicenç Navarro puso a un interesantísimo artículo: “Las causas reales (y ocultas) del subdesarrollo social de Catalunya”, público.es, Pensamiento crítico, 14 septiembre 2015. http://blogs.publico.es/vicenc-navarro/2015/09/14/las-causas-reales-y-ocultas-del-subdesarrollo-social-de-catalunya/

[2] Estas afirmaciones se basan en The Psychology of Nationalism de Joshua Searle-White, recogidas por Juan M. Blanco, “Psicopatología del nacionalismo”. Vozpopuli, 12-09-2015. http://vozpopuli.com/analisis/68131-psicopatologia-del-nacionalismo.

[3] Estos planteamientos del discurso público y oculto son una propuesta de James C. Scott (2003): Los dominados y el arte de la resistencia.Txalaparta, Tafalla.

[4] De nuevo tomamos como referencia la obra de James C. Scott (2003).

[5] Vicenç Navarro (2015): “Las causas reales (y ocultas) del subdesarrollo social de Catalunya”.

Blog de la autora: http://pensarenelmargen.blogspot.com.es/..



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Nota.blog 1

James C. Scott, profesor de Sociología y Antropología en la Universidad de Yale, ha centrado sus estudios en la resistencia a la dominación y en los propios dominados. ¿Cómo sobreviven las personas en situaciones de opresión? ¿Qué hace posible la resistencia e incluso la revolución? Este autor, en Los dominados y el arte de la resistencia[1], tiene una perspectiva original de la dominación puesto que afirma, en base a sus estudios sobre los pueblos del sureste asiático, que cuanto más grande sea la desigualdad de poder entre los dominantes y los dominados, y cuanto más arbitrariamente se ejerza el poder, el discurso público de los dominados adquirirá una forma más estereotipada y ritualista. Por ello, diferencia claramente discurso público (conducta del subordinado en presencia del dominador) de discurso oculto (conducta más allá de la observación directa de los detentadores de poder).http://pensarenelmargen.blogspot.com.es /

Nota blog 2..En ese sentido la historiadora Ana Cabana  en un reciente libro , La derrota de lo épico, sobre la resistencia del campesinado gallego al franquismo , nos da un idea totalmente diferente de una Galicia afin al franquismo .http://histagra.usc.es/es/nova/d4aabecc4692 /






jueves, 24 de septiembre de 2015

Fray Junípero Serra, funcionario de la Inquisición,



Franciscanos e indios en la Alta California española, 1769-1822..



http://revistas.uned.es/index.php/ETFIV/article/viewFile/1597/1479



 .Nota 1... Los que entraron en la Baja California fueron los jesuitas y luego cuando los tuvieron evangelizados pasó lo mismo que se ve en la película Misión . En el siglo XVII los jesuitas fundaron misiones en el indómito norte de México, que entonces todavía aparecía en los mapas como una gran mancha blanca. Ellos se diferenciaban de los otros misioneros en que de corazón deseaban preservar las comunidades originarias y realmente querían convencer a los pueblos indios asentados ahí de la buena nueva que traían consigo. Esta valoración de una cultura diferente y el principio rigurosamente guardado de la conversión voluntaria, fueron únicos en su época. También se esforzaron por proteger a la población autóctona de la esclavización y el saqueo perpetrados por los conquistadores españoles , luego llegaron dominicos y franciscanos... De todos modos..http://www.rebelion.org/noticia.php?id=203762



 Nota 2. El titulo se debe a que efectivamente fue   maestro de novicios y tenía un cargo de comisario de la Inquisición en México  capital .

Los independentistas y su sillón giratorio.






Los 'indepes' que 'chupan' de Madrid.


Figuras públicas afines al independentismo forman parte del consejo asesor catalán de Telefónica, una compañía encabezada por César Alierta, uno de los hombres más poderosos del mundo empresarial español que han alertado recientemente de efectos "super negativos" de la secesión y ha invitado a los empresarios catalanes a hacer números y ver si les interesa "seguir vendiendo o no"

Es muy conocido el posicionamiento del economista Xavier Sala-i-Martin, el más mediático de los 'indepes' de Telefónica. Pero la operadora también cuenta con Artur Carulla, presidente del holding Agroalimen (Gallina Blanca y Pans&Company, entre otros), que ha declarado su apoyo a la causa independentista y, según ha publicado El Confidencial, intentó vetar un comunicado del Círculo de Economía crítico con el 'proceso'.

En el mismo órgano están Imma Tubella, rectora de la UOC y miembro de la candidatura Junts pel Sí que ha definido a España en alguna ocasión como el país "del subsidio y del chollo", y el empresario Carlos Colomer, que se aseguró una jubilación dorada con la venta de su negocio a Revlon, y aunque no se ha decantado en cuanto a la secesión, es cercano a la órbita convergente y fue uno de los destacados financiadores del extinto Centre d'Estudis Jordi Pujol.

¿Y Endesa?

Germà Bel, número uno de la lista de Junts pel Sí por Tarragona, abandonó el consejo asesor de Endesa coincidiendo con su proclamación como candidato, pero la compañía energética -fundada en España, pero controlada por la italiana Enel- mantiene un puñado de partidarios del 'proceso' como asesores en Catalunya incluso mayor que el de Telefónica.

Entre todos ellos destaca David Madí, ex alto cargo de la Generalitat pujolista y ex jefe de comunicación de Convergència, que es el presidente (y, por cierto, es sobrino de Carlos Colomer). También forman parte del órgano consultivo el secretario general de UGT en Catalunya, Josep Mª Àlvarez, y su homólogo de CCOO, Joan Carles Gallego. Los dos se mostraron partidarios de la consulta del 9N del 2014 y contrarios a las declaraciones contra la independencia de los líderes estatales de sus sindicatos.


También hay que contar entre los alineados con el 'proceso' a Carles Sumarroca Claverol, exvicepresidente de Comsa Emte, imputado por la Audiencia Nacional en el caso de Jordi Pujol Ferrusola e hijo de uno de los fundadores de Convergència, y con Albert Mitjà, y, nuevamente, con Imma Tubella.


....http://cort.as/XVGX

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Oleguer Pujol, el hijo más joven del expresidente de la Generalitat, declaró a Hacienda el pasado 2 de septiembre de 2014 que posee un patrimonio en el extranjero cifrado al menos en 89.541.583,73 euros...

http://cort.as/XVJT