lunes, 30 de septiembre de 2024

Netanyahu declara la guerra al mundo

                               



Netanyahu declara la guerra al mundo

30 septiembre, 

 Contropiano

 Diario digital  italiano

“Sois un pantano antisemita «dijo el Premier Israelí en la Asamblea General de la ONU. Repetía así la argumentación que esgrimió en la Corte Internacional de Justicia. De esta definición injusta e insultante a la amenaza de guerra a menudo hay un paso corto…

Netanyhau declaró la guerra al mundo entero. Excepto a la parte que lo sostiene, lo alimenta, lo arma o simplemente le tiene miedo.

 

Es incluso difícil seleccionar, entre sus frases, las más indicativas de una fiebre homicida desenfrenada.

 

De hecho, comenzó afirmando que los ataques contra Hezbollah en el Líbano continuarán, al igual que la guerra en Gaza, «hasta la victoria total«. Un buen lema de propaganda, pero que todo experto en materia militar, de cualquier país y de cualquier régimen político, sabe que es palabrería. Porque toda guerra tiene sentido si se lleva a cabo con un objetivo político realista, por ambicioso o criminal que sea.

 

Si, por el contrario, la «victoria total» coincide con la destrucción -por este orden- de Hamás, de Hezbolá, de Irán, del Yemen de los hutíes, y en general de los musulmanes chiítas (mayoritarios en Irak), y también para todos los musulmanes (algo más de 2 mil millones, el 25% de los seres humanos), resulta evidente que nos encontramos ante una locura que sólo es comprensible dentro de una interpretación supremacista de una religión decididamente minoritaria.

 

Pero la proclama inicial estaba dirigida fundamentalmente a sus patrocinadores occidentales, empezando por Estados Unidos y Francia, que el miércoles -en el mismo lugar- habían pedido «un alto el fuego inmediato de 21 días». Y si hablamos así con los «amigos», imagínense lo que se puede reservar a los enemigos y a los «neutrales».

 

“ No era mi intención venir aquí este año, mi país está en guerra y luchando por su vida ”, dijo luego ante un público que era la mitad de los delegados, porque muchas delegaciones decidieron irse en el momento de su discurso. Clara demostración que para gran parte del mundo es Israel el que está practicando un genocidio en Gaza, una agresión militar contra un país soberano y contra muchos de sus países vecinos, incluso con operaciones abiertamente terroristas (como lo llegó a valorar el exjefe de la CIA, León Panetta )

 

Pero a Netanyahu no le importa absolutamente nada lo que piense el resto del mundo, y ha amenazado a todos abiertamente, en primer lugar rechazando tajantemente cualquier resolución de la ONU (como lo hace Israel desde 1947): » Israel no permitirá que ninguna fuerza del mundo amenace su futuro. Y este es mi mensaje para todos los países aquí representados: cualesquiera que sean las resoluciones que adopten, cualesquiera que sean las decisiones que se tomen en sus capitales, Israel hará todo lo que sea necesario para defender nuestro Estado y defender a nuestro pueblo. Los días en que el pueblo judío permanecía pasivo frente a enemigos genocidas han quedado atrás para siempre ”.

 

De paso , es necesario señalar que el «pueblo judío » (unos 13 millones en todo el mundo) no coincide en absoluto con los «habitantes de Israel de fe judía » (unos 6 millones y medio). Pero es el juego típico de los sionistas más extremistas, el de hacer pasar la parte por el todo…

 

“Las Naciones Unidas – dijo – deberían finalmente liberarse de su obsesivo ataque a Israel. En cuatro años de horribles masacres en Siria, más de 250.000 personas han perdido la vida: diez veces más que el número total de israelíes y palestinos que han perdido la vida en un siglo de conflicto entre nosotros. Sin embargo, el año pasado esta Asamblea aprobó 20 resoluciones contra Israel y sólo una sobre la matanza en Siria. Cuéntalos: ¡veinte! Hablando de desproporción ”.

 

Hasta un burro sabe que a) las muertes palestinas en 77 años son infinitamente más (41.000 sólo en Gaza, en el último año), b) que Israel nunca ha respetado una sola resolución de la ONU y, a pesar de ello, nunca ha sido sometido a sanciones internacionales gracias a la cobertura de países occidentales con derecho de veto (Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña).

 

La amenaza y el odio hacia el resto del mundo se hicieron explícitos cuando se dirigió a toda la asamblea de la ONU (es decir, a los representantes de todos los países) con estas palabras: » Sois un pantano antisemita «. Repitió así su argumento ante la Corte Internacional de Justicia, que emitió una orden de aprehensión en su contra. Y de esta definición injusta e insultante a la amenaza de guerra a menudo hay un paso corto…

                                                                           

Pero el enemigo inmediato de “Bibi” sigue siendo Irán: “ Setenta años después del asesinato de seis millones de judíos, los gobernantes iraníes prometen destruir mi país, asesinar a mi pueblo. Y la respuesta de este organismo, la respuesta de casi todos los gobiernos aquí representados fue un cero absoluto, un silencio total. Un silencio ensordecedor ”.

 

Y, además, es igualmente explícita la estrategia de provocación seguida durante años por su gobierno, que ha asesinado a varios destacados científicos iraníes con operaciones del Mossad, llegando incluso a bombardear la embajada (cubierta de inmunidad diplomática, como todas las demás en el mundo) de Damasco.

 

Lo que según el derecho internacional vigente equivale a una declaración abierta de guerra. La técnica retórica del fanático sionista es exactamente la misma que se aplica a nivel militar: envilecer continuamente la verdad para «justificar» la mentira (cuando habla) o el genocidio (cuando dispara).

 

Una técnica que alcanzó cotas del ridículo y el crimen fue cuando mencionó el «problema palestino». “ El proceso de paz comenzó hace más de dos décadas, pero a pesar de los esfuerzos de seis primeros ministros israelíes, Rabin, Peres, Barak, Sharon, Olmert y yo mismo, los palestinos siguen negándose a llegar a una paz con Israel y a poner fin al conflicto. . Ustedes escucharon la negativa intransigente de los palestinos repetida una vez más aquí mismo ayer por el Presidente Abu Mazen. ¿Cómo puede Israel hacer las paces con un socio palestino que se niega incluso a sentarse a la mesa de negociaciones? «

 

No hay palabras capaces de describir tal desvergüenza por parte de un gobernante que repite cada día que «un Estado palestino nunca será aceptado«, palabras de personaje que está al frente de un Estado que desde hace 77 años se dedica a la «limpieza étnica» de millones de palestinos que han sido obligados a abandonar sus hogares y tierras ancestrales, su territorio del miles de años.

 

De hecho, los palestinos como mucho pueden decir que no quieren reconocer a Israel, mientras que Tel Aviv no se limita a decir que no  reconoce a este pueblo semita, sino que los desaloja, arma en mano, de los territorios que en teoría -según el objetivo de los «dos Estados»- debería albergar en un futuro el Estado de Palestina.

 

Un mentiroso declarado ahora se queda sin aliento en comparación con la realidad de un mundo cambiante. En cierto momento agitó sus ahora famosas diapositivas “persuasivas”, contrastando una de la «maldición» y otra de la «bendición«, explicando que «la cuestión que tenemos ante nosotros es cuál de los dos diseñará el futuro: un futuro, según  Netanyahu,  donde Teherán y sus aliados extenderán el caos y la destrucción o uno en el que Israel y otros países vivirán en paz? “.

 

Desafortunadamente para él, la «bendición» da un papel positivo a Arabia Saudita, cuya delegación se encuentra entre las que se marcharon cuando él entró en la sala. Quizás todavía confíe en los «Acuerdos de Abraham», que sin embargo nunca han entrado en vigor y, de hecho, a la luz del genocidio en curso y del ataque al Líbano, es poco probable que lo hagan.

 

Quizás aún no se ha dado cuenta que la Arabia Saudita sunita ya ha entrado en el grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica), junto con el Irán chiita (división histórica de los musulmanes, que se remonta a hace más de mil años). Y otros, incluida Turquía (que también es miembro de la OTAN), han hecho una solicitud similar.

 

Es cierto que los BRICS son una comunidad económica y no una alianza militar, pero representan ahora una alternativa muy concreta a la subordinación respecto de Estados Unidos y Occidente (de los cuales Israel representa la «cabeza de puente» en Oriente Medio).

Por lo tanto, Netanyahu amenaza al mundo, pero el mundo ahora lo desprecia. Y no hay duda qué intereses prevalecerán al final: la ansiedad por la dominación supremacista o la coexistencia multilateral en paz. Y las manifestaciones que tuvieron lugar fuera de la ONU demuestran que incluso en el «vientre de la bestia» imperial, Israel es considerado, más, como un «Estado canalla» contra el que hay que protegerse condenándolo por genocida.

https://observatoriocrisis.com/2024/09/30/netanyahu-declara-la-guerra-al-mundo/

 

 

 

                                                                  

sábado, 28 de septiembre de 2024

Sahra Wagenknecht y la izquierda española

Por qué la centroizquierda española repudia el fenómeno de Sahra Wagenknecht en Alemania

 

YARISLEY URRUTIA

En el PCE, integrado en Izquierda Unida y esta a su vez en Sumar, mentar a Wagenknecht es nombrar al diablo. Pero identificarla con la extrema derecha es una exageración

¿Ha prendido el liberalismo en la "izquierda" europea? Para el politólogo y autor Jorge Verstrynge, el hecho es evidente. "Ha prendido la idea de libertad de circulación de bienes, mercancías y personas, que no haya trabas a la circulación de nada", explica. En esa idea, añade, "la inmigración tiene cabida; que vengan todos y más".

Wagenknecht, por contra, aboga por un control y en función de las necesidades del país. Tal posición le granjea la etiqueta de "contraria a la inmigración" y de compartir posturas xenófobas como la ultraderecha."Yo escribí en uno de mis libros que el nazismo no volverá como tal y con la misma apariencia, pero tendrá una posibilidad a través del tema migratorio. Y es lo que está pasando, así de fácil", afirma Verstrynge, para quien la centroizquierda española debe "corregir" su enfoque actual sobre esta cuestión o la derecha llegará al poder por muchos años. "Pedro Sánchez ya lo está empezando a percibir, pero la centroizquierda española es otra cosa", matiza.

"No se puede decir para nada que Wagenknecht defienda posiciones xenófobas", asegura por su parte el también politólogo y autor Manuel Monereo. Opina que la política izquierdista alemana en realidad "se queda corta" tras la iniciativa de "migración circular" anunciada por Pedro Sánchez en Mauritania, Gambia y Senegal.

"Toda la política de la UE es de control rígido y geopolítico de la inmigración. Hay que dejarse de retórica buenista; la inmigración es cada vez más un problema geopolítico y se va a resolver en términos geopolíticos. Y hay que dejar claro que es un problema, no es una bendición", sostiene Monereo.

Los sindicatos también abordan la idoneidad de las políticas migratorias anunciadas por Sánchez. Durante un debate radiofónico en RNE, Pepe Álvarez, secretario general de la Unión General de Trabajadores (UGT), sostuvo un choque dialéctico con Pablo Iglesias al entender que "no es razonable" acudir al África subsahariana a contratar en origen a miles de trabajadores en vez de centrarse antes en el cerca del "medio millón de extranjeros sin papeles" y los 2,7 millones de desempleados que hay en España.

Tal clima de debate evidencia que las posiciones de Wagenknecht en materia de inmigración "no son una ocurrencia de un día para otro", sino "un proceso lento de maduración de una parte de la izquierda alemana ante un mundo cambiante para refundar su propio discurso", apunta Monereo, convencido de que tal discurso es "muy elaborado" y que Wagenknecht, como buena alemana, no deja nada a la improvisación. A su juicio, sus posiciones reflejan "carencias de la izquierda europea".

"Si no se soluciona el problema de la inmigración, una parte de la población terminará padeciendo una inseguridad cultural unida a la inseguridad económica y a la inseguridad política".

"¿Es casualidad que ella tenga éxito en la ex RDA, donde Alemania todavía no ha sido capaz de integrar a una parte del país, cultural y étnicamente alemán?" En Alemania oriental la percepción imperante es la de ser parias en su propio país, recuerda este politólogo. "Y ven la llegada masiva de gente que compite con ellos en lo que va quedando del estado del bienestar alemán, donde la desigualdad social se ha incrementado".

¿Es extrapolable el fenómeno a España?

Dado que el BSW de Sahra Wagenknecht designa problemas que atañen al conjunto de toda la centroizquierda europea, cabe preguntarse si es viable el surgimiento en España de una formación de izquierda con un ideario y planteamientos semejantes.

"Un fenómeno como el suyo no es extrapolable a España", zanja Jorge Verstrynge, convencido de que una opción como la que representa la alemana no obtendría apoyos en el electorado de izquierdas. "Porque la centroizquierda española es la que es", añade, en referencia al carácter liberal de este espectro en España.

"No hay izquierda en España", sostiene Verstrynge, que solo atisba una hipotética acogida favorable entre el electorado comunista, algo "poco factible", en su opinión.

"El PCE [Partido Comunista de España, integrado en Izquierda Unida y esta a su vez en Sumar] tiene dos almas. Una la representa el secretario general, Enrique Santiago, que traga con todo con tal de estar en el Gobierno. En ese alma, mentar a Wagenknecht es nombrar al diablo", explica Paco, nombre ficticio de un militante de base del PCE-Madrid que prefiere mantener el anonimato.

"En el otro alma, que la representa el sector que disputa a Santiago la secretaría general, entienden que lo que hace Wagenknecht está muy bien, salvo su postura en la política de inmigración. Pero en este sector también hay gente que la comprende perfectamente", revela esta fuente, que entiende que el perfil de Wagenknecht no es el que describen los medios.

"Porque es cierto que Alemania está saturada y que ella pide un control, pero de ahí a identificarla con la extrema derecha, es una exageración. El desconocimiento no nos debería llevar a decir cosas que desconocemos", subraya este militante comunista, que añade que, a diferencia de otros partidos de centroizquierda, la posición antiimperialista y anti-OTAN de las bases del PCE sigue siendo rotunda.

"Yo he escuchado decir a portavoces de Más Madrid [partido integrante de Sumar] que 'fuera de la OTAN hace mucho frío'. La centroizquierda liberal no tiene nada que ver con la izquierda real, que, creo, desea el surgimiento de una figura como la de Wagenknecht, algo que aglutinaría a la gente", explica.

Monereo tampoco cree que el ejemplo de Wagenknecht pueda replicarse en España. "Pero refleja como nadie que una izquierda ha terminado y que hace falta inventarse otra", añade. Este politólogo no cree que el mayor problema de la centroizquierda española sea su condición de cautiva de la liberalidad. "Simplemente, está desnortada, no tiene proyecto ni debate propio, solo vive a la sombra de su hermano mayor el PSOE, respecto al cual no tiene ninguna política realmente diferenciada".

Una descripción falseada

Wagenknecht se opone a la criminalización en Alemania de las expresiones en apoyo a Palestina y se opone frontalmente a que el Gobierno alemán contemporice con el de Netanyahu. Su oposición a la contribución de su país al esfuerzo bélico de la OTAN en Ucrania también es firme. Estas dos cuestiones de política internacional también son usadas para desprestigiar su proyecto interno.

"Su posición hoy es de clara defensa de la clase trabajadora y de denuncia del poder del gran capital que pudre la democracia. Propone medidas concretas que confrontan con los 'lobbies' y, sobre todo, habla claro", escribe en la red X el politólogo de la URJC Pedro García Bilbao, que entiende que las descalificaciones desde "la exizquierda" se deben al "temor" de que pueda prender en España y personificarse un discurso semejante al de Wagenknecht. "Les dejarían desnudos con sus miserias al aire".

"El pensamiento español es muy elemental, casi no hay pensamiento de izquierda en España. Por tanto, es muy fácil decir que ella es racista o xenófoba", añade Verstrynge. La visión oficial minimiza los problemas, empezando por el de la inmigración irregular. "En Francia es igual, dicen que no pasa nada, pero sí pasa. Por eso la Agrupación Nacional de Marine Le Pen es el primer partido en votos allí. Como partido, no como coalición", explica.

La crítica feroz contra Wagenknecht cabe entenderse en un contexto en el que una parte de Sumar, por ejemplo, integra el grupo de Los Verdes en el Europarlamento. "Y los verdes son quienes mejor representan el objeto de las críticas en Los engreídos", señala Monereo que estima que la política de la "coalición semáforo" que gobierna Alemania "va en contra de los intereses alemanes y lleva a Europa al suicidio".

La clave de las críticas reside en que la parte central de su proyecto establece la necesidad de "parar el conflicto en Ucrania, una crítica a la OTAN y EEUU, y la búsqueda de un acuerdo entre Alemania y Rusia en un momento que la OTAN no ha diseñado ni soñado", recalca.

En el fondo, en la UE se pone en duda proyectar soluciones y se favorece paliar los problemas. "Se calcula que en 2050, Nigeria tendrá 400 millones de habitantes, los mismos que la UE. ¿El problema de la inmigración se va a solucionar con medidas represivas?", concluye Monereo, que asume la necesidad de un nuevo orden económico internacional con inversiones en África "para que sus inmensos recursos sirvan para cambiar la vida y las relaciones humanas en favor de su desarrollo".

Sputnik

Texto completo en: https://www.lahaine.org/est_espanol.php/por-que-la-centroizquierda-espanola

 ---------------------------

https://www.elviejotopo.com/topoexpress/el-plan-de-paz-de-sahra-wagenknecht/

 https://www.elviejotopo.com/topoexpress/entrevista-a-sahra-wagenknecht/

  --------------

¿Puede una izquierda ser 'iliberal'? | Público (publico.es)

 https://www.eldiario.es/opinion/tribuna-abierta/rojipardos_129_11689871.html

viernes, 27 de septiembre de 2024

Entrevista a Jeffrey Sachs

 

Jeffrey Sachs: “EE.UU. nunca quiso la paz con Rusia sino la prolongación de la guerra fría”

Entrevista

El diseñador del plan de transición económica tras el colapso de la Unión Soviética cree que el rescate a Rusia en 1991 fue rechazado por los neoconservadores en nombre de  la hegemonía estadounidense

Andy Robinson

27/09/2024   

En 1990, a los 34 años de edad, el brillante economista de Harvard, Jeffrey Sachs fue invitado por Grigory Yavlinsky, el asesor económico de Mijaíl Gorbachov, para asesorar la transición de la Unión Soviética hacia una economía de mercado y, asi, abrir una nueva etapa de amistad con Occidente.

Sachs -actualmente catedrático de la prestigiosa Universidad de Columbia en Nueva York- había tenido éxito con el mismo encargo en Polonia en los años anteriores. Tras el golpe contra Gorbachov y el colapso de la Unión Soviética en 1990, Sachs viajó a Moscú en 1991 para ofrecer sus consejos al nuevo gobierno de Boris Yeltsin y su asesor económico Yegor Gaidar. El joven economista de Harvard sería blanco de críticas en algunos sectores  por diseñar el plan de terapia de choque al inicio del hundimiento dramático de la economía soviética. Pero, según explica aquí por primera vez en un medio europeo, lo que desató la crisis catastrófica de la economía post soviética fue la negativa de Washington a implementar un plan de rescate recomendado por el equipo de Sachs, que habría supuesto condonar miles de millones de dólares de deuda y implementar un ambicioso plan de apoyo económico de EE.UU. y el G7 a las reformas de Gorbachov, una suerte de Plan Marshall. Pese a su amistad con Bill Clinton, Boris Yeltsin tampoco logró el apoyo económico que necesitaba.

 El resultado fue un cataclismo social en la ex Unión Soviética,  el empobrecimiento de la mayoría de la población y el hundimiento de los índices de desarrollo, con una caída de la esperanza de vida media de 65 años en 1989 a 57 años en 1994.

 ¿Por qué Estados Unidos se negó a proporcionar la ayuda a la ex URSS ? La respuesta, según explica Sachs en esta entrevista, fue el plan  de consolidar la hegemonía estadounidense a escala planetaria después de la caída de la URSS. Cuanto más débil Rusia, mejor para el proyecto neoconservador que emergió con la administración de George H. W. Bush y siguió con Bill Clinton.

 Esto se manifestó también en el incumplimiento de la promesa de no ampliar la OTAN “ni una sola pulgada”, según prometió en una conversación con Gorbachov, James Baker, el secretario de Estado de la administración de George Bush padre.  Sachs confirma aquí hasta qué punto  los líderes rusos confiaban en ese compromiso estadounidense, sobre todo en relación con Ucrania y Georgia, que consideraban esenciales para la seguridad nacional de Rusia. Pero, desde 1991, doce nuevos países han ingresado en la OTAN. Ya en 1994, la decisión había sido tomada de facilitar el ingreso a Ucrania en la OTAN, dice Sachs. El resultado, treinta años después, es una coyuntura extraordinariamente peligrosa, -advierte- con un elevado riesgo de aniquilación nuclear.

 El reloj del “Doomsday” -del fin del mundo- está más cerca que nunca de la hora cero. Usted lleva mucho tiempo en esto. ¿Cómo se siente?

 En 1991, cuando fui a Moscú, el reloj del Doomsday estaba a 17 minutos de la medianoche. Hoy está a 90 segundos de la medianoche. Lo he mirado a lo largo de estos años. Lo he mirado muy de cerca. Y alucino. Recuerdo con detalle la sensación que tuve cuando estaba sentado en el Kremlin en diciembre de 1991, mirando a la cara a Boris Yeltsin. Y tuve la sensación de que todo iba a salir bien. Porque teníamos las bases para la paz, la cooperación y la normalización de las relaciones entre Rusia y EE.UU. El presidente de Rusia me lo acababa de decir directamente. Y lo dijo con argumentos fundados y  mucha credibilidad. Pero Estados Unidos no supo aceptar una respuesta afirmativa; querían el dominio total y no la paz. Y eso es donde estamos hoy. Es extraordinariamente peligroso.

 Cuando visitó Rusia y trabajó con Igor Gaidar, ¿Yeltsin confiaba en que no habría expansión de la OTAN?

 No me tocó ocuparme directamente de cuestiones relacionadas con la OTAN. Pero la sensación general en esos momentos en el liderazgo ruso, desde luego, fue que Rusia y Estados Unidos tendrían relaciones fuertes y positivas en todos los ámbitos, y que la OTAN no se expandiría hacia el este. Esto se lo habían prometido tanto los estadounidenses como los alemanes.

 ¿Estaba James Baker delineando una estrategia real cuando hizo la famosa declaración a Gorbachov en febrero de 1990 de que la OTAN no se expandiría “ni una pulgada” o fue una estrategia para lograr la retirada de las tropas de la URSS de Alemania Oriental?

 Baker estaba afirmando una política real de EE. UU. en ese momento. Posteriormente, Estados Unidos incumplió su palabra, y sabía perfectamente que lo estaba haciendo. Hubo un acalorado debate sobre este tema dentro de la Administración Clinton.

 Se suele defender la ampliación de la OTAN como la respuesta de buena fe de EE. UU. a los deseos de las naciones anteriormente controladas por los soviéticos. ¿Qué piensa usted de eso?

 Es cierto que los países de Europa del Este y de la antigua Unión Soviética querían ingresar en la OTAN. Pero eso no fue una buena opción. Rusia era muy sensible a la expansión, y nunca habría aceptado a Ucrania y Georgia en la OTAN. No es de extrañar.  EE. UU. jamás aceptaría bases militares rusas en el hemisferio occidental. Eso lo ha dejado muy claro a lo largo de 200 años, desde los tiempos de la Doctrina Monroe. EE. UU. y la Unión Soviética casi entraron en guerra nuclear por este mismo tema en 1962.

 ¿La Administración de Bush o de Clinton hizo algo para prevenir el colapso económico en Rusia?

 Ni Bush ni Clinton tomaron medidas activas y adecuadas para apoyar la estabilización económica y financiera de Rusia durante 1992-93, cuando el gobierno de reforma ruso estaba en el poder. Esta fue una oportunidad catastróficamente perdida. No querían la paz sino la prolongación de la guerra fría.

 ¿Cree que, en realidad, querían ver el colapso de la economía para debilitar aún más a Rusia y ampliar la hegemonía de EE. UU.?

 Asi es. Después de 1991, EE. UU. estaba afirmando su hegemonía global. No quería que Rusia colapsara, pero sí que Rusia fuera subordinada a EE. UU.

 EE. UU. parecía abierto a incorporar a China en la economía global y como base manufacturera para las multinacionales estadounidenses (y comprador de deuda de EE. UU.). ¿Por qué la política fue diferente con respecto a Rusia?

 En la visión del Estado de seguridad de EE. UU., China no parecía representar ninguna amenaza para la hegemonía estadounidense en los años 90 o principios de los 2000. De hecho, el estado de seguridad de EE. UU. prestó poca atención a China hasta la década de 2010.

 La economista Isabella Weber compara la resistencia de China a la terapia de choque con Rusia. Usted diseñó algo de terapia de choque para Rusia. ¿Fue necesario?

 Diseñé un programa de estabilización financiera para Rusia que EE. UU. y el FMI rechazaron. Acerté en mi diagnóstico económico, pero a EE. UU. no le interesaba la estabilización de Rusia, o al menos no una ayuda financiera significativa de EE. UU. para Rusia. China no necesitaba el mismo tipo de política de estabilización.

Diseñé un programa acertado en 1991 pero a EE.UU. no le interesaba estabilizar a Rusia

 ¿Consideró la administración de Clinton que la creación de la oligarquía rusa a través de la privatización fue un problema o parte del plan?

 Yo no  formaba parte de la administración de Clinton ni de sus decisiones sobre la privatización en Rusia. Como académico intenté advertir a la Administración Clinton en 1995-96 sobre la corrupción en Rusia con respecto al acuerdo de acciones por préstamos, pero fui rechazado por la administración, que no mostró ningún interés en el asunto. Nunca tuve ninguna responsabilidad de asesoramiento o participación en la privatización rusa, y fui asesor (no remunerado) del gobierno ruso solo desde finales de 1991 hasta finales de 1993, por lo que no estuve involucrado ni presente cuando los oligarcas adquirían su riqueza.

 ¿Por qué la ideología neoliberal estilo Davos - “la paz está garantizada entre dos países si ambos tienen un McDonald's” , llegó a escribir Thomas Friedman- no prevaleció?

 Porque EE. UU. no quiere la paz por sí mismo sino la paz a través de su hegemonía . Son cosas distintas. Creo que el asunto clave aquí no es ni el proyecto neoliberal. Es la hegemonía de Estados Unidos que sustituyó la hegemonía del Reino Unido, o sea que los angloamericanos deben gobernar el mundo y nada más. Siempre es así. La idea no era un nirvana de mercados, con el Foro Económico Mundial al mando del planeta. El objetivo desde el final de la Segunda Guerra Mundial era la hegemonía de EE.UU. Y claro, en ese contexto, las compañías multinacionales estadounidenses ganarían mucho dinero y podría haber comercio internacional y todo lo demás. Pero el verdadero objetivo durante todo este período y antes es el poder, así de simple.

La clave no es el proyecto neoliberal sino el objetivo de ampliar el poder  de EE.UU.

 ¿Por qué no era compatible Rusia con ese plan?

 En principio, no  hubo una incompatibilidad entre EE.UU .y Rusia. Ese fue mi punto de vista entonces, en 1991, cuando fui a Moscú, y sigue siendo mi punto de vista ahora. Escuché a Gorbachov, escuché a Yeltsin, escuché a todos. No había ninguna incompatibilidad. Había un consenso de que el bolchevismo había sido un paso en falso.

 ¿Es decir que la guerra es parte de una estrategia de treinta años para debilitar a Rusia?

 En realidad, data de antes, de 1945, desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Desde los años cuarenta hasta 1989, el malo de la película era el comunismo. No era Rusia en sí, sino la revolución bolchevique y el comunismo. Y eso terminó en 1991, y le puedo decir que terminó sin ninguna duda porque yo estaba sentado con Boris Yeltsin y me explicaba que quería que Rusia fuera una economía normal, y que el comunismo ya era el pasado. Pero, desde la perspectiva de Estados Unidos, no cambió absolutamente nada. Eso es muy interesante... el comunismo parece ser que fue una excusa. En el sentido de que había una gran potencia que era un rival y teníamos que derrotarlo. Por eso creo que la Guerra Fría se mantuvo después de 1991. La respuesta era: “Da lo mismo, comunistas o no comunistas; sigue siendo Rusia y tenemos que asegurarnos de que se incorporen al orden estadounidense.” Eso fue la mentalidad estadounidense.

 ¿Los neoconservadores, más que derrotar el comunismo querian que EE.UU elevara el alcance de su poder, cierto?

 Sí. Hay que recordar que eso era muy explícito en la mente de  gente (neoconservadora) en Washington, como, Robert Kagan.  Era el proyecto para el Nuevo siglo americano de Zbigniew Kazimierz Brzezinski. Y los historiadores más lucidos ahora me explican que ya se había decidido más o menos en 1994 que la OTAN se ampliaría para incorporar a Ucrania. Es muy interesante leer el artículo de Brzezinski sobre estrategia en Eurasia, publicado en Foreign Affairs en 1997. No está hablando de sus ideas, sino de lo que ya ha sido decidido en Washington. O sea, ya a mediados de los años noventa es la doctrina americana. Y esto encaja; es la continuación de la estrategia que se puso en marcha a mediados de 1945 según la cual Rusia ya era el nuevo enemigo.

La decisión de incorporar Ucrania a la OTAN  ya se había tomado en 1994

 ¿Por qué cree que estalló la guerra actual entre Rusia y Ucrania a principios de 2022?

 Estalló por varias razones interrelacionadas, incluida la expansión de la OTAN, especialmente el deseo de EE. UU. de incorporar a Ucrania y Georgia; el abandono del Tratado de Misiles Antibalísticos por parte de EE. UU. en 2002; las operaciones de cambio de régimen de EE. UU. en Serbia en 1999, Ucrania en 2014 cuando se EE.UU. apoyó un golpe contra el presidente Viktor Yanukovich,; sin olvidar las guerras de EE. UU. contra Irak en 2003, Siria en 2011 y Libia en 2011. Todos esos países eran aliados de Rusia. Luego estuvo el fracaso de Ucrania en implementar el acuerdo de Minsk y el fracaso de EE. UU. en presionar a Ucrania para hacer cumplir Minsk II. Y, por supuesto, el envío de armas a Ucrania por parte de EE. UU. después de 2014 y la colocación de misiles Aegis de EE. UU. en Polonia y Rumania. Luego estuvo la negativa de EE. UU. a descartar el emplazamiento de sistemas de misiles de EE. UU. en Ucrania y los ataques ucranianos en el Donbás después de 2014, usando armas y financiación de EE. UU. Y, finalmente, el fracaso de EE. UU. de negociar con Rusia sobre estos temas a finales de 2021, cuando Putin propuso un borrador de acuerdo de seguridad entre Rusia y EE. UU. Todo tiene un hilo conductor: la arrogancia estadounidense que da por hecho que EE. UU. está al mando y Rusia no cuenta para nada.

 Lo más extraño visto todo desde aquí en Europa es que Europa últimamente se ha alineado sin apenas debate con esa estrategia. Hace diez años, en 1994, tal vez Washington había decidido ampliar la OTAN hasta incluir a Ucrania, pero Europa no. ¿Por qué?

 Eso es lo que me resulta verdaderamente chocante. ¡Cuántos líderes europeos en 2008, por ejemplo, tenían muy claro que la ampliación de la OTAN era peligrosa, provocadora, y que debería ser evitada! Me refiero a Merkel, Sarkozy... No tenían la más mínima duda. Resistían ante las presiones de George W. Bush en Bucarest. Yo tuve una larga conversación con un líder europeo que en estos momentos es primer ministro, en 2008 o 2009, y me preguntó: “¿Qué está haciendo tu presidente? Es una locura.” Ahora, la misma persona dice lo contrario, al menos en público. De modo que lo he visto con mis propios ojos. Y es bastante difícil de entender.  Macron me dijo en privado exactamente lo opuesto a lo que dice públicamente. Me dijo que consideraba que la OTAN era la causa de la guerra, pero luego en su discurso público dice exactamente lo contrario. Eso ocurre con otros líderes con los que he hablado. Orbán es el único que acierta. Y como consecuencia se le castiga. ¿Por qué? No sé si es la política del estado profundo, que Washington tiene a Europa en desventaja. No lo sé. Porque los cancilleres alemanes del pasado jamás se comportaban como Scholz: Willy Brandt, Helmut Kohl, Gerhard Schröder. Todos tenían su propia personalidad. Todos en algún momento estaban dispuestos a plantar cara a EEUU... ya no.

 Orban y Trump parecen ser mucho más pragmáticos, realistas en lo que se refiere a Rusia.

 Por supuesto. He hablado con muchos líderes europeos en los últimos años, y el que es de lejos el mejor informado, el más racional y que tiene las ideas más claras es Viktor Orban. Él entiende esta crisis a la perfección. Entiende las motivaciones de los diferentes países. Entiende los orígenes y la historia de la crisis. Y está siendo marginado precisamente porque dice la verdad en esta cuestión.

 Dices en tu articulo en Racket news que el plan que ustedes propusieron en 1990 para Gorbachov  fue rechazado por los “guerreros de la Guerra Fría” en la administración de George Bush padre. Uno de ellos era Dick Cheney. Y Cheney acaba de anunciar su apoyo a Kamala Harris... ¿Eso qué nos dice?

 Nos dice que existe un Estado profundo en Estados Unidos que trasciende los partidos políticos. Y si quiere hacer un seguimiento de esto, pues solo tiene que ver la trayectoria de mi nueva compañera en la Universidad de Columbia, Victoria Nuland que, por cierto es la mujer de Robert Kagan. Es fascinante. Ella era la número dos de Strobe Talbott en el departamento de Estado de Clinton. Ya era una figura clave en política respecto a Rusia en 1993-2000. Luego fue nombrada vice asesora de seguridad nacional por Cheney en la administración de George Bush hijo. Después ocupó el cargo de embajadora ante la OTAN de Bush. Luego, saltó de la administración Bush a ser la portavoz de Hillary Clinton. Luego fue número dos del departamento de estado en la administración Obama, que diseñó el golpe contra Yanukovich, y finalmente se hizo vice secretaria de estado en la administración Biden. ¿Qué es esto? ¿Es una parodia? No, es una gran estrategia consolidada por los Estados Unidos implementada por ambos partidos.   Y el respaldo de Cheney a Kamala Harris es exactamente lo que se podía esperar.

La neoconservadora Victoria Nuland ha oscilado entre republicanos y demócratas

En el debate presidencial en televisión la semana pasada, Kamala Harris habló sobre la amenaza de Putin a Polonia y Donald Trump habló sobre el peligro de la Tercera Guerra Mundial si no se negocia el fin de la guerra. ¿Quién cree que tiene razón?Trump tiene razón. Harris está hablando del guión del estado profundo de EE. UU. Trump  no está vinculado al estado profundo de la misma manera. Sin embargo,  está equivocado en muchas otras cosas. No voy a votar por ninguno de los dos. Pero parece que Trump y Vance entienden que la expansión de la OTAN es la causa de raiz de la guerra en Ucrania.

 ¿Cree que la escalada de tensión seguirá después de las elecciones ?

 La cuestión es si existe suficiente pragmatismo en la CIA o en la agencia de seguridad nacional o en el Pentágono para prevenir una escalada hacia una guerra nuclear. O sea, para conseguir una respuesta a tu pregunta habría que hablar con Bill Burns, el director de la CIA. Porque él tiene más poder que el presidente. Esta es la cuestión existencial... El fin de semana pasado la administración dijo que no iba a permitir golpes profundos dentro de Rusia. ¿Esto durará? No lo sé. Nadie está informando a la ciudadanía y a la opinión pública. No hay debate, no hay discusión. Lo único que hay es el comentario de Burns de la CIA de que no deberíamos estar intimidados. Lo cual es trágico y absurdo porque el mismo Burns redactó un informe en 2008 en el cual advirtió que la incorporación de Ucrania a la OTAN provocaría una reacción neurálgica no solo en Putin sino en toda la clase política rusa. Es una campaña de desinformación. Lo que tenemos es una escalada constante que es extraordinariamente peligrosa. Y no sabemos a dónde llegará.

 

 

https://www.lavanguardia.com/internacional/20240927/9947373/jeffrey-sachs-rusia-entrevista-guerra-fria.html