Negocios y esclavitud: la cara oscura del liberalismo
Por Enric Llopis
| 19/09/2024 |
https://rebelion.org/negocios-y-esclavitud-la-cara-oscura-del-liberalismo/
Negocios y esclavitud: la cara oscura del liberalismo
Por Enric Llopis
| 19/09/2024 |
https://rebelion.org/negocios-y-esclavitud-la-cara-oscura-del-liberalismo/
¿Armar a un Estado genocida para pedirle luego moderación?
JONATHAN COOK
Hay muchas razones por las que Gaza lleva meses fuera del
radar de los medios de comunicación occidentales, a pesar de que se está
convirtiendo en una zona de exterminio cada vez mayor
Texto completo en: https://www.lahaine.org/mundo.php/armar-a-un-estado-genocida
DESPERTANDO DE LA ANESTESIA: DECLIVE Y VIOLENCIA EN FRANCIA
ALEXIS MORAITIS
TRADUCCIÓN DE MARIO AGUIRIANO
La LBD40 es una pistola antidisturbios de mano equipada con una mira electrónica que le permite lanzar balas de goma de cuarenta milímetros a veinticinco metros de distancia. Utilizada sistemáticamente por la policía francesa para reprimir a los manifestantes que salieron a la calle para desafiar las «reformas» del presidente Emmanuel Macron, esta arma no letal de fabricación suiza dejó decenas de desmembrados y ciegos. La LBD40 es el arma preferida de una élite estatal ansiosa que teme que la sociedad que preside escape a su control y deba ser domada con balas de goma.
De hecho, la sociedad francesa es «cada vez más salvaje», según el Ministro del Interior, Gerald Darmanin. Hay una grave «crisis de autoridad», sostiene, y el Estado tiene que «reafirmar su poder» y «no dejar pasar nada». En mayo de 2021, el mismo ministro, en señal de pleno apoyo a «sus tropas», participó en una protesta organizada por los sindicatos policiales franceses. Reunidos frente a la Asamblea Nacional, acusaron a la justicia de fallarles, de ser demasiado indulgente con el aumento de la criminalidad. Sin embargo, las cárceles francesas están gravemente superpobladas y el número de encarcelados nunca ha sido tan elevado como hoy. Sin embargo, para el Ministro del Interior, las celdas de las prisiones no están lo suficientemente llenas.
¿Cómo responderá la OTAN a su derrota en Ucrania?
Rafael de Poch .
En Moscú saben que, gane quien gane en Washington en
noviembre, si Estados Unidos no acepta su derrota, la perspectiva de una guerra
mayor está servida.
Mucho dependerá de las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos. Rusia deberá moderar las exigencias de su “victoria”, sea cual sea el significado y contenido real de tal palabra, pues la guerra también pasa allá una dura factura, seguramente con más de 200.000 muertos e inválidos. Además, la ocupación de territorio ucraniano puede ser una fuente de problemas, como apuntábamos hace más de un año. Ucrania está perdiendo la guerra, pero Rusia no la está ganando. – Rafael Poch de Feliu (2)Pero ¿qué pasa si la OTAN no acepta su derrota, es decir si Estados Unidos persevera en su voluntad de desangrar a Rusia a costa de una guerra mayor? ¿Se dará rienda suelta a la histeria de bálticos y polacos sobre una “amenaza (ofensiva/ invasora) rusa” contra Europa que, además de inexistente, ha mostrado, precisamente, sus limitaciones militares en Ucrania? En ese caso, las cosas están en los términos ya conocidos: si es objeto del ataque de una fuerza militar superior como es la OTAN, el grupo dirigente ruso declarará un “peligro existencial” para Rusia, lo que según su doctrina, que está siendo corregida para hacerla más flexible, significa la posibilidad del uso del arma nuclear.
https://rafaelpoch.com/2024/09/13/como-respondera-la-otan-a-su-derrota-en-ucrania/
Notas del blog
(1).- .https://braveneweurope.com/glenn-diesen-the-increase-in-ukrainian-casualties
(2).- https://rafaelpoch.com/2023/07/19/ucrania-esta-perdiendo-la-guerra-pero-rusia-no-la-esta-ganando/
(3).- https://rafaelpoch.com/2024/06/03/nos-llevan-a-una-guerra-mayor/
(4 ).- https://edition.cnn.com/2024/09/08/europe/ukraine-military-morale-desertion-intl-cmd/index.html.
Migraciones y geoestrategia del caos del Imperio Occidental
9 septiembre, 2024
«Se denuncia un fuerte aumento del número de inmigrantes ilegales que llegan a España. Así, Tenerife está repleta de inmigrantes y refugiados, entre los cuales, por primera vez, la mayoría son hombres que huyeron de la guerra civil en Sudán».
Este es un titular cualquiera de la prensa española de este
verano.
Lo que no dice ni dirá ningún artículo de esa misma prensa,
como de cualquier otra europea, es que el Imperio Occidental lleva más de 500
años saqueando las tierras y poblaciones del mundo, a las que convirtió en
«Periferias» del que constituiría como Sistema Mundial capitalista. Por
supuesto, gran parte de esa historia de masacre, sometimiento y explotación la
protagonizaron las formaciones socioestatales de Europa occidental, las cuales
en el siglo XX fueron relevadas en su protagonismo, que no en su accionar, por
EE.UU.
Sin embargo, las poblaciones del planeta tuvieron un
contrapeso en la URSS que les ayudó en sus esfuerzos de «descolonización
parcial» o «independencia formal», que no económica ni en muchos casos
política, pero que permitió también la consolidación de proyectos de soberanía
y de cooperación mutua (Conferencia de Bandung, Grupo de los 77,
Tricontinental, No Alineados…).
Con la caída del Bloque Soviético o «Segundo Mundo», todo
ello se desmoronó o sufrió un grave retroceso, al tiempo que la ofensiva contra
las «Periferias» o «Tercer Mundo» se recrudecería. Así, «Tratados de Libre
Comercio», «Planes de Ajuste Estructural», endeudamiento masivo e imposición de
agendas draconianas de destrucción de sus servicios sociales y de protección
ciudadana, incremento del trasvase de sus recursos hacia las sociedades
imperiales y, cuando fue necesario, golpes de Estado, generación de «guerras
civiles» e invasiones militares. A ello se ha sumado recientemente el
terrorismo directo: la infiltración de paramilitares, mercenarios y yihaddistas
en la desestabilización y ruina de sociedades enteras. Todo acompañado también
por el bombardeo y la destrucción de las mismas (véanse Irak, Siria, Yemen,
Somalia, Sudán, Libia…), y, por supuesto «revoluciones de colores» de distinto
pelaje, con ciberguerra por medio.
Y es que cuando buena parte de la población mundial se ha
hecho «excedente», ya no requerida ni como fuerza de trabajo ni como ejército
de reserva, pasa directamente a convertirse en «desechable». Es decir,
suprimible, eliminable. Las políticas de exterminio, por tanto, no hacen sino
multiplicarse por doquier.
Por si todo eso fuera poco, el sostenimiento de la
civilización capitalista-occidental (urbano agro-industrial) requiere de un
enorme flujo de energía de las Periferias a los Centros del Sistema, algo cada
vez más difícil debido a que se está llegando a los picos de extracción de los
combustibles, así como a los de distintos compuestos imprescindibles, como el
fósforo y los nitratos, amén de las tierras fértiles y de la propia agua
potable. Todo concomitante con el desequilibrio
cada vez menos reversible de los ecosistemas.
Es decir, que se ha convertido a la mayoría del planeta en
un CAOS inviable, una barbarie de explotación, miseria, precariedad, represión,
masacres, genocidios y opresión del que miles de millones de seres humanos
quieren escapar: se calcula que al menos 4.000 millones de personas están en
eso que se llama tan eufemísticamente, «disponibilidad migratoria» (incluida
una buena parte de la juventud española), constituyendo una fuerza de trabajo
migrante global, un inacabable ejército laboral de reserva para el capital
también global.
A los «primermundistas occidentales» les parece terrible que
esas masas quieran venir a toda costa, y como sea, a sus territorios. Poco se
acuerdan ya de cómo sus antepasados se expandieron colonizadoramente por el
mundo, apropiándose de los territorios de los demás o poniéndolos al servicio
del capital europeo, y de cómo centenares de millones de europeos anegaron el
planeta huyendo del capitalismo salvaje de la Primera y Segunda Revoluciones
Industriales, hasta bien entrado el siglo XX. El flujo migratorio mundial desde
el siglo XIV fue siempre de las metrópolis, luego «Centros» del Sistema, a sus
«Periferias». Sólo tras la Segunda Guerra Mundial comenzó a cambiar el sentido
mayoritario de los mismos, invirtiéndose el flujo, una vez se consolidó y
extendió el proceso de proletarización mundial.
Muros, vallas, alambradas, fosos, se multiplican hoy por el planeta para frenar el libre movimiento de seres humanos, al que la ONU reconoce como un derecho inalienable. Nunca la humanidad hasta hoy había sufrido tamaño impedimento a moverse, justo en el momento en que las mercancías y sobre todo el capital han gozado de la mayor libertad de movimiento [en este enlace expliqué por qué (1) ) y para mayor detalle (2) .
Se trata de que quienes salven esos «obstáculos» (entre los
millares y millares que no lo logran cada año –casi 30.000 muertos o
desaparecidos desde 2014 sólo en el Mediterráneo reconocen cifras oficiales,
ridículamente cortas respecto a la realidad), lo hagan en condiciones de
clandestinidad, sin derechos ni posibilidades de protesta o reivindicación,
listos para aceptar cualquier condición laboral (antes había que ir a hacer esclavos
y asumir los costos de su traslado,
ahora, una vez desposeídas la mayor parte de las poblaciones
del mundo de sus fuentes y medios de vida, ellas mismas «se costean» su
traslado). Mano de obra extrabarata y «dócil». Ejército laboral de reserva inagotable
y, en principio, autodisciplinado. El paraíso del empresariado global.
No hace falta explicar cómo el «poder social de negociación»
de la fuerza de trabajo en cada lugar queda así reducido significativamente, y
con ello la degradación de las condiciones laborales y salariales en casi todo
el planeta. La fuerza de trabajo es la
única mercancía que en el mercado mundial capitalista no adquiere el mismo
precio, precisamente para que sea más barato al empresariado emplearla de
distintas procedencias y con desiguales protecciones sociales.
Eso quiere decir que las políticas de inmigración de las
sociedades centrales están diseñadas en función de los mercados de trabajo, que
son profundamente desregulados en su aspecto social. En consecuencia, se
concibe a la población inmigrante exclusivamente desde su condición de fuerza
de trabajo. Una fuerza de trabajo que se quiere lo más vulnerable posible, para
que se inserte de manera «aproblemática» en los cada vez más despóticos
mercados laborales del capitalismo degenerativo (aumento de la jornada laboral,
disminución de la estabilidad de la ocupación, deslocalización, pérdida de la
contratación colectiva, desregulación – flexibilidad – informalidad – sumersión –
economía gris – economía delictiva… son hoy algunas de sus
señas distintivas).
De hecho, las disposiciones jurídicas y gubernamentales
sobre la inmigración van destinadas a obtener la precarización y vulnerabilidad
de esa fuerza de trabajo migrante global. La ausencia de verdaderas políticas
de integración responde al imperio de mercado, en el que la mayor parte de la
inmigración no está protegida. Incluidos los menores, que quedan en condiciones
poco compatibles con supuestos «Estados de derecho» e incluso a menudo son
devueltos sin más. Toda la actual polémica en torno a ellos en el Reino de
España se explica porque precisamente no están dentro del mercado laboral y por
tanto, no hay políticas de integración para ellos.
Por eso, la solución a todo esto no pasa precisamente por
evitar que las personas migren, sino por que tengan los mismos derechos y su
hora de trabajo la misma retribución. De esa manera, el empresariado no podría
usar a las poblaciones del mundo como «ejército laboral de reserva».
Las migraciones masivas se pueden utilizar también como arma
para desestabilizar países (los mayores porcentajes de personas migradas sobre
«autóctonas» no están precisamente en las formaciones centrales del Sistema).
EE.UU. la está empleando contra Europa (a la que se decidió a destrozar como
potencial futuro competidor con su moneda única, mediante guerras en su propio
suelo –Yugoeslavia y Ucrania), sembrando también de guerras toda la zona
alrededor de este pseudocontinente.
Con ello, más y más el tema migratorio se convierte en
elemento estrella de las contiendas electorales y de las pugnas políticas,
coadyuvando a los procesos de renazificación de Europa y de cierres
identitarios autocentrados, sin viabilidad alguna por supuesto a medio plazo,
porque la necesidad de fuerza de trabajo (sobre todo barata e indefensa)
seguirá imperando por sobre las tan brutales como estúpidamente simplistas
proclamas de cada vez más parte de las fuerzas políticas y, desgraciadamente,
de crecientes sectores de las clases trabajadoras que ven desmoronarse su
«Estado de Bienestar» y anhelan inútilmente preservar lo que queda del mismo
para sí en exclusividad.
Esto se manifiesta en el despiadado incremento de las
políticas de represión y de mantenimiento selectivo de las fronteras, incluida
la violación del derecho al tránsito en aguas internacionales (lo que
constituye actos flagrantes de piratería). También se muestra en el permanente
desplazamiento de la frontera europea hacia el Sur, para control sobre el
propio terreno de las sociedades exportadoras de fuerza de trabajo, aumentando
asimismo, de paso, la injerencia en ellas, a las que se chantajea
frecuentemente con el arma de la «cooperación» o «ayuda al desarrollo», para
que colaboren en la represión.
Mientras, las fuerzas «progres» reeditan el mercado de
fuerza de trabajo «periférico-central» (al menos en lo que queda que esos
términos puedan seguir teniendo sentido, dado que el Mundo Emergente liderado
por China y Rusia está empezando a cambiar las cosas de nuevo y pronto
posiblemente también lo que signifique la propia «centralidad»), para legalizar
la importación de esa fuerza de trabajo extra barata y luego devolverla tras su
explotación ad hoc, y así no tener que hacer apenas frente a salarios
indirectos y sobre todo diferidos.
De ahí, por ejemplo, el reciente viaje del presidente de
gobierno español a varios países africanos…
https://www.elviejotopo.com/topoexpress/migraciones-y-geoestrategia-del-caos-del-imperio-occidental/
NOTAS DEL BLOG .
Nota 1 .-
Nota 2 .-
https://studylib.es/doc/6989368/cap%C3%ADtulo-vii-significado-de-las-migraciones
Lo mismo pero en otro enlace
El ascenso y la próxima caída del lobby israelí
CHRIS HEDGES
Entrevista con Ilan Pappé, historiador israelí.
"Estamos en medio del último capítulo de este proyecto sionista en
Palestina. Y los últimos capítulos son violentos, son capítulos de
descolonización"
Leer entrevista
Las raíces nazis de la OTAN
6 septiembre, 2024
El conocido chiste que la OTAN es en realidad la NAFO, la Organización Fascista del Atlántico Norte, no es ningún chiste. Es una realidad mortalmente seria…
Una vez que a Himmler le quedó claro que esta guerra había fracasado, a partir de la época de la batalla de Stalingrado en 1943, comenzó a hacer propuestas secretas a Occidente para formar una alianza que les permitiera, colectivamente, hacer lo que los nazis -así como los fascistas japoneses- eran incapaces de hacer por sí solos.
Speidel y Heusinger, como muchos otros que se integraron en la OTAN, no habían sido nazis de bajo rango. Speidel fue ascendido a teniente general en enero de 1944 y recibió la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro por su servicio en la guerra de eliminación antisoviética.
https://observatoriocrisis.com/2024/09/06/las-raices-nazis-de-la-otan/
Telegram, Musk y la ciberguerra
Por Jorge Elbaum
La conflictividad global está atravesada por factores
económicos, comerciales y bélicos que tienen a las plataformas, las redes
sociales, la Inteligencia Artificial (IA), los satélites y los cables de fibra
óptica submarina como elementos claves que definen los espacios soberanos, el
espionaje y la capacidad para influir, condicionar y determinar formatos
cognitivos y conductas sociales.
Lo que los medios de comunicación ocultan sobre las
elecciones en Venezuela
Las pasadas elecciones presidenciales en Venezuela fueron una inteligente pieza de guerra electoral en la que los medios de comunicación desempeñaron un papel fundamental. En este artículo enumeramos algunas cosas sorprendentes que los principales medios de comunicación han callado.
Si hemos de creer a los medios de comunicación, estas elecciones fueron entre el bien y el mal. Se retrata al actual presidente Maduro como un demonio peligroso, mientras que se caracteriza al principal candidato opositor, Edmundo González, como un abuelo bonachón y a María Corina Machado, la mujer fuerte que lo respalda, como una estrella del pop.
La verdad es algo más siniestra. Entre 1981 y 1983, González fue el número dos de la embajada de Venezuela en El Salvador. Dependía directamente del Embajador Leopoldo Castillo, formado en la infame Escuela de las Américas (1).
González participó en la Operación Cóndor, una operación de la CIA relacionada con el asesinato de líderes religiosos y otros civiles en El Salvador. Documentos publicados por la CIA en 2009 muestran que fue reclutado por el servicio de inteligencia para formar grupos paramilitares y escuadrones de la muerte desde su puesto como funcionario de la embajada venezolana en San Salvador.
Desde esa embajada se utilizaron esos escuadrones de la muerte contra líderes religiosos y sociales. Se calcula que durante los años de liderazgo de Castillo y González en la embajada en El Salvador fueron asesinados 13.194 civiles por escuadrones de la muerte apoyados y dirigidos por Estados Unidos.
González seguía activo como asesor de la CIA cuando seis sacerdotes jesuitas y dos empleados universitarios fueron asesinados por escuadrones de la muerte el 16 de noviembre de 1989.
González es el títere de María Corina Machado, la figura de facto y mujer fuerte de la oposición de extrema derecha. En los grandes medios de comunicación aparece Machado como una estrella del pop actual y popular a la que el gobierno de izquierdas negó la oportunidad de presentarse a las elecciones.
Sin embargo, los medios de comunicación no mencionan por qué no se le permitió presentarse a las elecciones. Al igual que González, firmó un decreto aprobando el golpe en 2002. A diferencia de otros candidatos de la oposición, Machado ha recibido abiertamente dinero de la NED, una organización pantalla de la CIA. Además, ha defendido sistemáticamente el bloqueo económico contra Venezuela y ha pedido repetidamente una intervención militar contra el país.
En 2014, Machado encabezó una campaña de violentas protestas callejeras y bloqueos de carreteras (“guarimbas”) dirigidos contra infraestructuras como hospitales, escuelas, universidades y el metro. En el proceso murieron 43 civiles y varios miembros de las fuerzas de seguridad.
En los últimos años Machado fue en parte responsable de la trama de corrupción en la que participó el autoproclamado presidente interino Juan Guaidó, que llevó a la privatización de empresas estatales en el extranjero por valor de hasta 34.000 millones de dólares.
Ningún país europeo lo toleraría y muy probablemente alguien con semejante historial estaría entre rejas en un país occidental.
Otra cosa que los medios ocultan llamativamente es que Machado fue recibida personalmente por el presidente Bush hijo en la Casa Blanca en 2005 y que, dos días después de las últimas elecciones, hubo una reunión entre la oposición de extrema derecha y un alto asesor de Biden para trazar la estrategia para el futuro próximo. Los medios tampoco mencionan que Machado pidió al primer ministro Netanyahu de Israel una intervención militar en Venezuela en 2018.
Son mensajes que exponen la verdadera naturaleza de Machado y no encajan en el cuadro de los medios de comunicación dominantes. Por eso lo callan.
Un contraste llamativo: las voces más vociferantes desde el extranjero en defensa de la democracia en Venezuela abogaron en el pasado por golpes de Estado en otros lugares o son de un carácter dudoso. Son molestos y por eso los grandes medios de comunicación los están borrando. Veamos algunos ejemplos.
Uno de los defensores más activos de Machado y compañía es Elon Musk, personificación de la aristocracia financiera y tecnológica que domina el mundo. Es el hombre que apoya activamente la campaña presidencial de Donald Trump y avivó las llamas de los disturbios antiinmigrantes de extrema derecha en el Reino Unido.
A través de X, de la que es propietario, Musk ha acusado al Gobierno de Maduro de un «gran fraude electoral». Lo hizo el propio Musk utilizando bulos (2). Fue Musk quien apoyó el golpe de extrema derecha contra el presidente democráticamente elegido de Bolivia, Evo Morales, en 2019. Más tarde escribió en X: «¡Daremos un golpe de Estado contra quien queramos! Asúmelo». Es revelador que este golpista quiera «salvar la democracia» en Venezuela.
Musk estaba en buena compañía. Otro amante de los golpes de Estado que consideró oportuno denunciar el «megafraude electoral» no fue otro que Pedro Carmona. Puede que ese nombre no le diga mucho, pero fue Carmona quien fue nombrado presidente interino en Venezuela por los militares tras el golpe de 2002.
Los principales medios de comunicación informaron de que Mireya Moscoso, la expresidenta de Panamá, pidió que se reconociera a Edmundo González Urrutia como presidente electo de Venezuela. Lo que esos medios no mencionan es que al final de su mandato indultó a Luis Posada Carriles, el Osama Bin Laden de América Latina. Carilles fue uno de los responsables del derribo de un avión de pasajeros cubano.
Sin duda no habrán leído ni oído que Erik D Prince aboga por una recompensa de cien millones de dólares por información que lleve a la detención o condena del presidente Maduro y de Diosdado Cabello, figura destacada del gobierno venezolano. Prince es el fundador de Blackwater, el tristemente célebre ejército mercenario estadounidense, comparable en muchos aspectos al Grupo Wagner de Rusia.
Este «guardián de la democracia» pidió recientemente a Estados Unidos que colonizara África y América Latina. La caída o detención de Maduro sería un paso más en su deseo de colonizar Venezuela.
Un poco de periodismo de investigación revela que nada de lo que ocurrió antes, durante y después de las elecciones fue casual o salió de la nada. Las maniobras de la oposición de extrema derecha siguieron un guion cuidadosamente preparado desde Estados Unidos, cuyas partes principales incluso se publicaron en Internet con antelación. El guion fue redactado por un experto estadounidense en cambios de régimen y desinformación.
Entre otras cosas, estas instrucciones indican que se deben utilizar de forma ágil las sanciones económicas, que la oposición impulsada por Estados Unidos tiene que estar unificada, que se intente infiltrar en el Consejo Nacional Electoral, que la propia oposición presente resultados antes de que la junta electoral anuncie los resultados oficiales, que es mejor que la presión sobre Venezuela la ejerzan los países de la región y no Estados Unidos. Además, el guion asume, o sugiere, que habrá (o debería haber) disturbios, y en ese caso habría que presionar al ejército.
No encontrará nada al respecto en los principales medios de comunicación. Según sus informes, las elecciones se celebraron sin injerencias extranjeras, y las acciones y actividades de la oposición antes y después del 28 de julio fueron espontáneas. Se ‘olvidan’ mencionar que Estados Unidos, a través de organizaciones encubiertas de la CIA como la National Endowment for Democracy (NED), lleva décadas intentando manipular los procesos electorales en países ‘insumisos’, a menudo con éxito. Al parecer, no es necesario mencionarlo.
En vísperas de las elecciones las encuestas de Datanálisis, Delphos, Consultores 21 y ORC Consultores daban al candidato opositor de extrema derecha una ventaja sobre Maduro de entre 20 y 30 puntos. Los principales medios de comunicación recogieron con entusiasmo estas encuestas. Gracias a esos artículos, la población venezolana y los ciudadanos del mundo ya estaban convencidos de que Maduro no podía ganar sin cometer fraude.
Lo que esos medios no nos dijeron es que esas agencias de sondeos a menudo no son más que máquinas de guerra ideológicas camufladas y que nunca carecen de vínculos con la CIA o con sus organizaciones encubiertas. Esos mismos medios también ocultaron que encuestas de otras agencias como Hinterlaces, Paramétrica y Ámbito una daban ventaja a Maduro sobre el candidato opositor González.
En las encuestas a pie de urna vimos lo mismo. Se mencionó con entusiasmo la encuesta de Edison Research. Según ella, el candidato de la oposición, González, obtenía un 65% y Maduro un 31% de los votos. Ningún medio mencionó que esta agencia está vinculada a la CIA, y todos guardaron silencio sobre las encuestas a pie de urna de la prestigiosa agencia Hinterlaces, que al mediodía daba a Maduro un 54,6% y a González un 42,8% (muy cerca del resultado oficial).
Otro aspecto ‘olvidado’ de las pasadas elecciones son los intentos de desestabilización desde el extranjero. Dos días antes de las elecciones un comando armado intentó sabotear una importante central eléctrica. Se frustró el ataque, pero de haber tenido éxito, siete provincias del oeste se habrían quedado sin electricidad durante días y hubiera sido imposible el voto electrónico en esas provincias.
Además, el día de las elecciones se produjo un ciberataque masivo desde Colombia y Estados Unidos contra varias instituciones gubernamentales, entre ellas el Consejo Nacional Electoral. Este ataque retrasó el recuento de votos durante horas y dio a la oposición la oportunidad de salir con sus propios resultados antes de que hubiera resultados oficiales.
En un país amigo de Estados Unidos esos sabotajes de un proceso electoral serían noticia de primera plana. En un país como Venezuela ni se mencionan.
Al día siguiente de las elecciones hubo protestas civiles (las llamadas «caceroladas») en muchas ciudades de Venezuela. Muchos medios de comunicación las mencionaron, pero éstos ‘olvidaron’ informar de que las protestas se vieron rápidamente eclipsadas por una ola de violencia, que al parecer estaba bien organizada y respondía, como vimos anteriormente, a un guion preestablecido.
En todo el país fueron atacadas 12 universidades, 28 escuelas, 37 centros de salud, 11 estaciones de metro, 10 secretarías del partido de Maduro, dos ayuntamientos, un ministerio y 10 edificios del Consejo Nacional Electoral. Se incendiaron 38 autobuses y se destruyeron 27 monumentos y estatuas, así como una planta de tratamiento de aguas residuales. En esos ataques murieron 2 soldados y 141 soldados y policías resultaron heridos.
Ni una palabra al respecto en los principales medios de comunicación. Cualquiera que conozca un poco de la historia reciente de Venezuela sabe que esto fue básicamente una repetición de las violentas “guarimbas” de 2014 y 2017, cuya finalidad era provocar un levantamiento general. Al parecer, los medios de comunicación no han tenido en cuenta esta observación tan obvia, lo que nos lleva al siguiente punto.
Los medios de comunicación occidentales no suelen tener en cuenta el contexto ni la historia. Los análisis dominantes en los principales medios de comunicación reducen las pasadas elecciones en Venezuela a una batalla entre el gobierno de Maduro en funciones y la oposición. Al hacerlo, ocultan el hecho de que Venezuela lleva 25 años en la línea de fuego de Washington.
Ocultan que Estados Unidos ha hecho todo lo posible para sabotear este proyecto izquierdista por medio, entre otras cosas, de dos golpes de Estado, un intento de asesinato del presidente, bloqueos callejeros asesinos, un cierre patronal del petróleo, aislamiento diplomático y el reconocimiento de un presidente no electo. Muestra todo ello de la guerra híbrida.
Los medios de comunicación también ‘olvidan’ informar de que todos los países de la región que han tomado un rumbo izquierdista en los últimos 20 años se han enfrentado a intentos de desestabilización y de cambio de régimen, desde golpes militares, guerra jurídica y golpes institucionales hasta intentos de “revoluciones de colores”.
Lo que los medios también niegan es que Estados Unidos lleva años intentando estrangular económicamente a Venezuela. Según el Washington Post, las más de 900 sanciones contra el país han contribuido a una contracción económica tres veces mayor que la causada por la Gran Depresión en Estados Unidos.
Con estas sanciones Washington pretende agotar a la población y así chantajearla electoralmente. Esperan que el pueblo venezolano se aparte del gobierno actual con la esperanza de que Estados Unidos ponga fin a su estrangulamiento económico una vez que Maduro ya no sea presidente.
En otras palabras, Venezuela no es un país ‘normal’, es un país en guerra sin que caigan bombas. En un contexto así es extremadamente difícil celebrar elecciones de forma soberana. Si se omite ese contexto bélico, se distorsionan los hechos reales de todo el asunto y se llega a conclusiones simplistas.
* * *
La cobertura de las elecciones presidenciales por parte de los principales medios de comunicación fue tendenciosa y todo menos sutil. Incluso antes de las elecciones, los principales medios de comunicación occidentales y los medios comerciales venezolanos se habían puesto incondicionalmente del lado de la oposición de extrema derecha. Después de las elecciones, por supuesto, no cambió su postura.
Si nos alejamos un poco, veremos que estas elecciones presidenciales tratan del enfrentamiento entre, por un lado, un proyecto social de izquierdas que busca por ensayo y error mejores condiciones de vida para las capas más bajas de la población. Por otro lado están la oligarquía y la clase alta venezolanas, representadas políticamente por la extrema derecha, y apoyadas y dirigidas por Estados Unidos y las fuerzas reaccionarias y de extrema derecha de la región.
La cobertura de las últimas elecciones muestra de qué lado están nuestros principales medios de comunicación. Si nos fijamos en quiénes son los propietarios de estos medios, no debería sorprendernos.
(1) La Escuela de las Américas fue un programa de formación organizado por Estados Unidos para militares de América Latina. La Escuela es tristemente célebre por educar y formar a torturadores, dictadores y organizar masacres en el hemisferio occidental.
(2) Por ejemplo, difundió un tuit de un supuesto selfie de funcionarios del CNE mostrando pantallas de ordenadores en las que se veía que había ganado la oposición. En realidad eran empleados de Mercal Aragua, una institución ajena a las elecciones. También difundió una foto de un supuesto robo de papeletas electorales, aunque se trataba del robo de aparatos de aire acondicionado.
Texto original:https://www.dewereldmorgen.be/artikel/2024/08/23/wist-je-dat-wat-de-media-verzwijgen-over-de-verkiezingen-in-venezuela
/
Traducido del neerlandés para Rebelión por Sven Magnus
https://rebelion.org/lo-que-los-medios-de-comunicacion-ocultan-sobre-las-elecciones-en-venezuela/
Marc Vandepitte es miembro de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad (REDH) y fue observador durante las elecciones presidenciales en Venezuela.