¿Qué va a pasar hoy en Venezuela?
28/07/2024
Lo que no te cuentan los medios europeos
Hoy va a ganar las elecciones Nicolás Maduro Moros, un
conductor de autobús que fue obrero, sindicalista, diputado, presidente de la
Asamblea y una década Canciller y a quien Hugo Chávez, gravemente enfermo, vio
como su sustituto. El jueves, en el cierre de campaña en Caracas, sacó a medio
millón de personas a la calle. Cinco veces más que la oposición. Es verdad que
la calle no son los votos, pero orientan.
Edmundo González, el anciano enfermo elegido para reunir a
la oposición, no sin crueldad, por María Corina Machado -inhabilitada por pedir
una intervención estadounidense en su país, no por apoyar al autoproclamado
presidente Guaidó, que no quiero pensar lo que diría el PP si Puigdemont
hubiera llegado a tanto-, ha hecho una mala campaña y su magia y su gloria sólo
aparece en los medios de comunicación occidentales. Lo mismo pasó en México con
Xotchil Gálvez – entrevistas, encuestas abultadas, noticias tendenciosas,
demonización de la izquierda- y Claudia Scheinbaum le sacó 30 puntos de
distancia.
María Corina Machado, y los medios occidentales, no te han
contado que se presentan, además de Edmundo González y Nicolás Maduro, otros
ocho candidatos de derecha que no comulgan con la oferta de violencia de
Machado ni con el socialismo de Maduro. Esos candidatos, junto con Maduro,
firmaron aceptar el resultado que dicte el árbitro electoral, el Consejo
Nacional Electoral. González y Machado no lo aceptaron. Poniéndose en la estela
de Trump, Bolsonaro, Abascal, Feijóo y Díaz Ayuso. No se entiende cómo la
derecha a la que le asusta Abascal, Le Pen, Trump, Orban, Milei, Salvino o
Meloni no se asusta con María Corina Machado, que es igual de neoliberal y
racista pero mucho más violenta en sus propuestas.
La incapacidad de la derecha venezolana
El tándem González-Machado no puede ganar en Venezuela por,
al menos, nueve razones:
1. Son los mismos golpistas de siempre y no representan nada
nuevo (apoyaron el golpe contra Chávez en 2002). En el imaginario popular
significan violencia, lucha callejera, conflicto, pérdida de soberanía.
2. Su propuesta política es privatizar todo, incluido el
petróleo, desmantelar todo lo hecho por Chávez y Maduro (con lo cual se
perderían derechos sociales y también títulos) y desplegar en Venezuela la
misma agenda de Milei en Argentina.
3. Han prometido venganza contra todo lo que tenga que ver
con el chavismo.
4. No se han ganado a los evangelistas por su evidente
ausencia de agenda social.
5. No se han ganado a la patronal, que está con el
oficialismo por el buen momento económico. La vinculación de Machado a los EEUU
hace sospechar al empresariado venezolano de que todo lo que han ganado en
estos años de sanciones puede terminar en manos de multinacionales extranjeras.
6. No se han ganado al ejército por su falta de compromiso
con la defensa del Esequibo, por los insultos constantes a las fuerzas armadas
y por la falta de un proyecto de país donde ese ejército, de extracción popular
-a diferencia de otros ejércitos latinoamericanos- tenga claro su papel.
7. La vinculación de Machado con la lucha callejera -es la
candidata elegida en su día por el imputado por terrorismo Leopoldo López-
genera mucha inquietud en la ciudadanía, pues el recuerdo de las guarimbas -una
versión radicalizada de la kale borroka- les aterra. Aún más en un momento
donde el crecimiento económico ha hecho olvidar parte del infierno pasado
producto, principalmente, de las sanciones. (Este fin de semana salía un
artículo en el Washington Post donde se demostraba que las sanciones a
Venezuela -las que se niegan a Israel- han sido tres veces más radicales que
los efectos de la gran depresión en EEUU.
8. Se sabe que son mandatados de los Estados Unidos, y si
algo molesta al venezolano es que le amenacen.
9. Desprecian al pueblo llano de Venezuela, pobres, negros,
trabajadores informales, campesinos, pescadores, vendedores ambulantes, culonas
y desdentados como les llaman. Y el pueblo lo sabe.
La derecha global donde puede golpea, y donde no, hace como
el avestruz, esto es, esconde la cabeza para aparentar que las cosas no pasan.
Y por eso les va tan mal en Venezuela. Hemos escuchado al prófugo y terrorista
Leopoldo López, el protegido del PP, decir que van a hacer un seguimiento desde
la CNN en Miami de la campaña electoral, es decir, que, desde los EEUU, esto
es, desde el lugar donde se suplantó a la Asamblea Venezolana. Esto es, desde
donde se suplantó al pueblo de Venezuela y se nombró presidente a Juan Guaidó,
resulta que van a decir otra vez quién es el nuevo presidente de Venezuela y
quien va a actuar de presentador de esa farsa es Leopoldo López.
Me van a perdonar, pero esto ya excede cualquier respeto a
la inteligencia. Y si la derecha venezolana está acostumbrada a tratar con
tarados, que no piensen que todo el mundo va a caer con tanta facilidad en sus
embustes.
El cansancio ante las mentiras de la democracia liberal
Esta semana el presidente Nicolás Maduro dijo dos cosas muy
importantes. Una se tergiversó y la otra se ignoró. Dijo textualmente: "El
28 de julio, si no quieren que producto de los fascistas, Venezuela caiga en un
baño de sangre, en una guerra civil fratricida garanticemos el más grande
éxito, la más grande victoria de la historia electoral de nuestro pueblo".
Es decir, Nicolás Maduro se adelantaba a las intenciones de
la derecha venezolana, donde una parte, la golpista de siempre, vuelve a
prometer desconocimiento de las reglas de juego. La derecha venezolana, como
Trump, como Milei, como Abascal, aceptan la democracia solo si ganan.
Lo otro que dijo el presidente Nicolás Maduro me parece de
lo más lúcido que se ha planteado desde la teoría de la democracia. Porque
resulta que es la izquierda la que está respetando la democracia liberal, pese
a que esa democracia de partidos, parlamentos, burocracias, jueces no siempre
decentes y medios de comunicación podridos, no permite cambios radicales para
terminar con las desigualdades, luchar contra el calentamiento global,
remunerar la tarea de cuidados de las mujeres, reconducir la geopolítica
mundial, parar las guerras y los genocidios, cuidar con dignidad a los ancianos
o igualar la esperanza de vida de los ricos y los pobres en nuestros países. Y,
por supuesto, garantizar la participación ciudadana más allá del voto.
Sin embargo, es la izquierda la que defiende esa democracia
mientras que la derecha la patea constantemente pese a beneficiarse de la
misma.
Es la derecha que ve normal que, en Venezuela al presidente
Maduro, como presidente del Gobierno, le quiten recursos robándose CITGO,
robando el oro del país, imponiendo sanciones o alentando sabotajes de la red
eléctrica para que el Polo Patriótico vaya a las elecciones golpeado. Mientras
que los mismos EEUU que perjudican a la candidatura de Nicolás Maduro,
financian a María Corina Machado y a Edmundo González para que vayan bien
dopados a las elecciones o le paguen el boleto a Miami al delincuente Leopoldo
López.
En España, Unidas Podemos tuvo seis millones de votos y el
Partido Popular, el que da cobijo en España a los venezolanos ladrones de la
oposición, utilizó el aparato del Estado, pagado con dinero de todos los
españoles -policías, comisarios, jueces y periodistas- para inventarse todo
tipo de acusaciones contra Podemos hasta convertirlo en un partido pequeño.
Es decir, la derecha puede utilizar el poder económico, el
judicial y el poder político del Estado para acabar con sus adversarios. Porque
son ellos los que deciden qué es y qué no es democracia. Y pueden poner
sanciones a Venezuela porque no les gusta el gobierno, pero impiden que se
pongan sanciones a Israel por el genocidio en Gaza donde decenas de miles de
niños han sido asesinados, amputados, heridos para toda su vida.
O pueden encarcelar a Lula Da Silva sin pruebas. O pueden
perseguir a Cristina Fernández de Kirchner o a Rafael Correa o a quienes ellos
les dé la gana. Y lo más importante: pueden desmantelar la Constitución y
acabar con todos los derechos sociales como está haciendo Milei en Argentina. Y
la pregunta relevante es: ¿tiene derecho nadie a acabar con la dignidad de los
pueblos porque ganan unas elecciones presidenciales? ¿Tiene derecho Milei a
condenar a la ignorancia, al hambre y la enfermedad a los argentinos y
argentinas o ese bienestar está por encima de los Gobiernos? ¿No está
garantizado ese derecho por la Constitución? ¿Dónde está el Ejército argentino
defendiendo los derechos del pueblo?
El presidente Maduro ha sido muy claro en una reunión casi
familiar donde ha dicho que él ha evitado una guerra civil, porque si la
derecha llega al poder y cree que a través de la violencia puede desmantelar
las victorias populares en el país, el pueblo no lo va a aceptar y se va a levantar
como poder constituyente en una revuelta "civil y armada" -civil y
armada como en la revolución francesa, en la revolución americana o en la
resistencia frente al fascismo- frente a los que quieran desmantelar el
carácter social y popular de la Constitución venezolana. Y el Ejército, como
Ejército constitucional, va a estar apoyando la defensa de la Constitución.
Porque el ejército en una democracia está para defender la Constitución, no
para disparar contra el pueblo.
Hay mucha gente en Venezuela que sabe que, si ganase la
oposición, quitarían la pensión a sus padres y abuelos, se privatizarían las
universidades y estudiar sería otra vez un privilegio de ricos, sus abuelos no
tendrían asistencia médica, sus hijos no tendrían escuela, las empresas venezolanas
terminarían en manos extranjeras y las grandes compañías volverían a hacerse
con el petróleo.
Y por eso, gente que, legítimamente, pueda estar en
desacuerdo con el Gobierno, no va a votar por la derecha porque no tienen un
proyecto de país sino solamente un proyecto de desmantelamiento del país.
Además, hay millones de venezolanos y venezolanas que, si a
alguien se le ocurriera desmantelar los logros de los Gobiernos chavistas, les
harían saber que hay un pueblo consciente, organizado y con memoria que no iba
a permitir que los mayordomos de intereses de fuera volvieran a robarle el
bienestar que este pueblo escribió en su Constitución.
Una nota para la Cadena Ser y los demás medios que mienten
sobre Venezuela
Tristemente, la Cadena Ser no ha dicho la verdad en su
información de Venezuela. Que lo hagan los medios de la derecha es
comprensible, pero cuando los medios progresistas hacen lo mismo, es o porque
no se enteran de la realidad o porque hay intereses en uno y otro lado que son
coincidentes. En cualquier caso, hay mucha inconsecuencia en cómo ha recogido
las elecciones, de la misma manera que El país en Venezuela es un órgano de la
oposición.
1. Hay mucha encuestas con
prestigio que dan ganador a Nicolas Maduro. Citan los medios solo las encuestas
interesadas, que son las misma que por ser propaganda fallaron estrepitosamente
en México. Como decíamos, Claudia Sheimbaum ganó por 30 puntos a Galvez. ¿De
verdad nadie se dio cuenta?
2.
Parte de la campaña de desprestigio tiene que ver
con el show bochornoso de expresidentes latinoamericanos, algunos de ellos
golpistas, y de la derecha española del PP.
El art.481 de la ley orgánica electoral de Venezuela dice
que no puedes ser observador si no estás autorizado. Vente Venezuela, el
partido de Machado, no está inscrito y, por tanto, no puede invitar a nadie. Y
lo mismo ocurre con el artículo 7.1 de la ley de extranjería que dice que no
serán admitidos en territorio electoral quienes vayan a causar alteraciones del
orden público o comprometan las relaciones internacionales del país. No es que
no dejaran entrar a los diputados del PP por capricho: es que no estaban
autorizados. Y quizá debieran los medios haber recordado que Cayetana Alvarez
defendió el terrorismo en Venezuela, celebrando, ella, el látigo del terrorismo
en España, que quemaran a un policía en Caracas. Además de que los que se
quejan de la injerencia rusa en España quieren hacer lo mismo en Venezuela.
3. No estaría mal recordar que el partido de María
Corina Machado, Vente Venezuela, acaba de firmar un acuerdo con el Likud que
sitúa a esta señora como cómplice de Netanyahu, con el que tiene una enorme
sintonía y al que ha ofrecido todo su apoyo. Vamos, que es cómplice de
genocidio. Esa es la señora a la que blanquean todos los medios en Europa.
El problema de fondo es que esta información prepara el
desconocimiento del resultado electoral si, como dicen las encuestas, gana
Maduro. Se entiende de la derecha; menos de otros espacios políticos y
mediáticos.
El guion está escrito: Maduro ganará las elecciones y la
derecha no lo reconocerá, haciendo un escándalo internacional. ¿Qué hará
entonces Europa? Las sanciones ya las aplicó. Y la Unión Europea quedará otra
vez como idiota cuando EEUU levante las sanciones a la Venezuela de Maduro y
los europeos sean rehenes de sus propias mentiras.
https://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2024/07/28/que-va-a-pasar-hoy-en-venezuela/?doing_wp_cron=1722163024.0254859924316406250000#md=modulo-portada-fila-de-modulos:4x15-t2;mm=mobile-medium
Nota del blog .-Extracto del libro del asesinato del golpe corporativo:
Maduro de Venezuela sobre el complot de John Bolton para matarlo .
Vale la pena leer el articulo para ver como se las gastan
ANYA PARAMPIL
https://thegrayzone-com.translate.goog/2024/07/16/corporate-coup-assassination-venezuelas-maduro-boltons-plot/?_x_tr_sl=en&_x_tr_tl=es&_x_tr_hl=es&_x_tr_pto=sc