Entrevista a la
eurodiputada irlandesa Clare Daly
«El papel de la Unión Europea ha sido frenar la paz en
Ucrania y está haciendo lo mismo con Gaza»
Pablo Elorduy
| 26/02/2024 |
Fuentes: El Salto
La eurodiputada irlandesa de The Left Clare Daly se ha hecho
conocida por sus duros discursos contra el establishment. En esta entrevista se
despacha contra la Comisión Europea y muy especialmente contra su presidenta,
Ursula Von der Leyen.
La palabra que mejor puede definir a Clare Daly (Newbridge,
Irlanda, 1968) es ‘cañera’. Junto a su compañero Mick Wallace, ha crecido a
golpe de discursos sin tapujos en el Parlamento Europeo. Ambos pertenecen a un
pequeño partido irlandés radical, Independientes por el Cambio, con el que
superaron al partido tradicional de la izquierda irlandesa, el Sinn Féin en las
elecciones europeas de 2019. Integrados en el grupo The Left en el Parlamento
europeo, las intervenciones de Daly y Wallace se han hecho conocidos en todo el
mundo. Llamar a Biden “Carnicero Joe” o a la presidenta de la Comisión Europea
“Frau Genocide” puede parecer un exceso retórico, pero el hecho es que sitúa a
la izquierda en unas coordenadas muy diferentes a la del lenguaje alambicado de
la burocracia europea, y abre el campo para pensar en un modelo que impugne de
raíz el estado de las cosas que se promueve desde Bruselas.
Foto: Clare Daly, eurodiputada desde 2019, pertenece al
partido Independientes por el cambio, que obtuvo el 15% de los votos en las
últimas europeas. (The Left)
El Parlamento Europeo aprobó el 18 de enero una resolución
pidiendo un alto el fuego condicionado en Gaza. ¿Por qué votó en contra de ese
texto?
La resolución que se aprobó no exigía en absoluto un alto el
fuego. Utilizan las palabras “alto el fuego” para enmascarar las condiciones
previas israelíes para el cese de las hostilidades, que consisten esencialmente
en la eliminación de Hamás y la liberación de los rehenes. Todo el mundo sabe
que eso es lo que Netanyahu ha dicho que le llevará a poner fin a la guerra. Y
el resultado de la votación fue celebrado como tal por todas las autoridades
israelíes. Tuitearon diciendo que la Unión Europea se mantenía a su lado, que
les reafirmaba, y agradecieron la postura del Parlamento. Así que, en efecto,
la votación dio luz verde a la continuación del genocidio, razón por la cual no
votamos a favor. Fue una traición deplorable. No solo eso, sino que se votaron
en contra de mociones que decían que los dictámenes del Tribunal Internacional
de Justicia debían ser ratificados. El dictamen no se había emitido en ese
momento, pero votaron en contra. En otras palabras, este organismo, la Unión
Europea, que afirma que apoya el estado de derecho y los derechos
fundamentales, rechazó una moción que decía que debemos respetar el resultado
del Tribunal Internacional de Justicia. Votaron a favor de sancionar a Irán. No
Israel, sino Irán. Realmente ridículo. También votaron en contra de muchas
propuestas constructivas. Por eso votamos en contra.
¿El Parlamento Europeo tiene capacidad real de hacer algo
para que Israel deje de matar en Gaza?
Podría empezar por lograr que tres de sus propios estados
miembros —Alemania, Francia e Italia— dejen de armar el genocidio israelí. Lo
he dicho en mi propio país: si Viktor Orban hubiera estado enviando armas,
estarían pegando saltos, gritando para que compareciera ante el Tribunal Penal
Internacional. Pero nadie ha abierto la boca sobre los líderes alemanes,
franceses e italianos que han aumentado sus ventas a Israel desde que comenzó
el genocidio. Es verdad que el Parlamento Europeo no tiene poderes legales para
detener lo que ocurre, pero tiene el poder de la política y la opinión política
para demostrar que no está de acuerdo con lo que está sucediendo. Además,
podemos usar nuestro papel para avergonzar a nuestros líderes nacionales en
casa.
¿De qué manera?
Si el Parlamento tiene una posición progresista, eso puede
ejercer presión en los Estados miembros. Pero lo que hemos visto en Europa es
un golpe llevado a cabo por Ursula Von der Leyen, que ha tomado poderes que no
posee legalmente, en un intento de hablar en nombre de la Unión Europea en
materia de asuntos exteriores. Que se le haya permitido hacerlo sin ningún tipo
de contestación es una de las cosas más vergonzosas que han sucedido en esta
situación. Pienso que el Parlamento podría hacer mucho, incluso como un
escenario de opinión para el aislamiento de Israel. Sería una influencia
poderosa. Hasta nuestros discursos se han conocido en todo el mundo. Mucha
gente de Estados Unidos se ha puesto en contacto con nosotros.
¿Cómo?
Usé el Parlamento para señalar a Joe Biden, que se reclama
irlandés. Pronuncié un discurso en el que dije: “no se puede ser irlandés y
apoyar un genocidio: eso va en contra de nuestra historia, estás poniendo las
armas en un genocidio. No sois vuestros antepasados, no, os repudiamos”.
Entonces, incluso los medios de comunicación mainstream estadounidenses, como
Newsweek, pidieron a la oficina de Biden que comentara al respecto. Eso
demuestra que solo una diputada del Parlamento Europeo de un país pequeño puede
presionar. Todo el mundo puede hacer algo en su propia esfera de influencia.
De cara al futuro, ¿cree que las instituciones europeos o
sus representantes pueden llegar a sentarse en el banquillo por su complicidad
en las acciones de Israel?
Lo serán, fijo. El hecho de que Israel utilizara las
palabras de Ursula von der Leyen en su defensa del caso planteado por Sudáfrica
fue increíblemente vergonzoso, por decirlo suavemente, para la Unión Europea.
Los Estados que han armado a Israel son cómplices, pero también los que se han
mantenido de brazos cruzados. Porque la responsabilidad en virtud de la
Convención de Ginebra no es solo de no cometer genocidio como país, sino de
prevenir y castigar al que lo comete. Y en ese sentido, no me cabe duda de que
todos ellos son cómplices. Sé que países como Irlanda y España han actuado
“menos mal”, pero en el contexto del genocidio, eso no basta. Creo que serán
juzgados. Sabemos que Nicaragua quiere que se procese a algunos de ellos como
cómplices y debería suceder.
De hecho, España ha seguido enviando armas.
No tenía ni idea.
En noviembre se envió casi un millón de euros en municiones.
El gobierno de España ha dicho que se trata de munición de práctica.
Fucking hell! Ok, todo esto mientras dan discursos…
Precioso.
¿Qué papel desempeñan en esta circunstancia los lobbies de
la industria armamentística?
Creo que cada vez son más influyentes. Sabemos que la
“burbuja de Bruselas” está siendo capturada por los grupos de presión, pero si
ves la transformación de la Unión Europea ahora, desde los tratados de Niza y
Lisboa, está avanzando a toda velocidad hacia un aumento masivo de la
militarización, hacia la “Unión de Defensa”. Tenemos una fuerza de despliegue
rápido, que en la práctica es un ejército permanente de, inicialmente, 5.000
soldados listos para el combate y, como ha dicho [Josep] Borrell, tienen
capacidad para ir a territorios donde no nos quieren, es decir, poner meterse
en el barro. Todo esto viene de hace diez años, cuando solicitaron
recomendaciones a un grupo de opinión sobre cómo podemos hacer que Europa sea
más segura y la mayoría de las personas de ese grupo, grupo de personalidades
como los llaman, pertenecían a la industria armamentística.
¿Cómo influyeron?
Ese grupo dijo: “bueno, para que Europa sea segura, tenemos
que gastar más dinero en defensa”. Así que crearon un plan para que los
impuestos de los contribuyentes de la Unión Europea se gastara en desarrollar
la investigación. Nuestro dinero se usó para que investigaran y después nos
volvieron a vender el resultado —creado con nuestro dinero— para obtener beneficios.
Eso dicta lo que está sucediendo en Israel. Esto es lo que dicta también su
absoluta necesidad de mantener la guerra en Ucrania a toda costa. El papel de
la Unión Europea ha sido frenar cualquier avance para un final pacífico allí, y
están haciendo lo mismo en Gaza. No han hecho nada para lograr un acuerdo
pacífico, en cambio están dando tiempo para que Israel cumpla sus objetivos de
limpieza étnica. Algunos lo hacen de manera muy abierta. Son así de descarados.
Y otros de manera menos abierta, como España, hablando de boquilla. Nadie,
ningún gobierno de Europa puede estar orgulloso de lo que ha hecho.
¿Cómo valora lo que está haciendo su país natal?
En el caso de Irlanda, como antiguo país colonizado —el
único en el lado occidental— tiene mucha capacidad de presión: hay 40 millones
de personas en Estados Unidos que afirman tener ascendencia irlandesa. Irlanda
realmente puede presionar a Joe Biden en un año electoral, porque sin el apoyo
de Estados Unidos esto ya se habría detenido. Y el hecho de que Irlanda no lo
haya hecho es vergonzoso en lo que a mí respecta. Transcurridos cinco meses,
enviaron una carta a España para que revisaran el acuerdo de asociación con la
UE, cuando dos malditos días después del ataque de Hamás, el 7 de octubre, ya
estaban revisando la financiación palestina. Y ahora, cinco meses después,
“están estudiando” el acuerdo. Es infame.
¿Entiende la resistencia de Hamás?
¿Si simpatizo con Hamás?
No, si entiende por qué se produjo el ataque del 7 de
octubre.
Justo al día siguiente del ataque, el 8 de octubre, tuvimos
una reunión privada del comité de seguridad y defensa aquí, en Bruselas. Los
representantes de la Unión Europea sobre el terreno, en Palestina, estuvieron
presentes en esa reunión y dijeron que lo único que les sorprendió de lo
ocurrido fue la escala del ataque, que la idea de que se hubiera producido ese
acto de resistencia no era una sorpresa en absoluto. Nos dijeron que había
tardado mucho en llegar, que estaba previsto y reconocido por el aumento masivo
de la violencia de los colonos, los ataques contra las mezquitas —especialmente
los de la mezquita de Al Aqsa— y por lo irrespetuosos y provocadores que
estaban siendo los israelíes. Dijeron: “Esto se veía venir, solo sorprende la
magnitud del ataque”. Incluso el periódico israelí Haaretz dijo: «¿Qué
esperabais, habéis encarcelado a la gente en una prisión al aire libre, esto es
inevitable“. Las personas que discuten las cosas de manera racional y adecuada
lo han entendido bien. Así que mi opinión es la misma: es increíble que no haya
ocurrido antes. Han creado las condiciones para esto.
Sin embargo, la resolución del Parlamento Europeo de la que
hablábamos antes insiste en el marco de la desaparición de Hamás.
Es como cuando se habla del Estado Islámico o de la guerra
contra el terrorismo: “todos son terroristas; la red de Hamás está en todas
partes: este es Hamás, este otro es Hamás, tú eres Hamás”. Israel tenía la responsabilidad
legal de dirigir la Franja de Gaza —cosa que no ha hecho, eso lo ha dejado en
manos de la ONU— y Hamás ha sido elegida como administración política de esa
zona. Hamás tiene un brazo armado que participa en actos de resistencia
violenta, como ellos la llamarían, contra la potencia ocupante. Y muchas otras
organizaciones también lo hacen, no solo Hamás. No tenemos la historia completa
de lo que pasó el 7 de octubre, y tal vez nunca la tengamos, pero lo que sí
sabemos es que, sin duda, allí había activistas y combatientes de la
resistencia armada que está bajo el paraguas de Hamás, también había otros
grupos, probablemente hubo jóvenes descontentos que vieron la oportunidad, y
sabemos que los propios israelíes también mataron a muchísimas personas ese
día. Así que no necesito estar en una gran comisión para tener una idea general
sobre qué pasó realmente. Pero probablemente nunca lo sepamos en detalle. Ya
sabes, los hechos reales de lo que pasó permanecerán ocultos y escondidos.
La semana pasada entrevisté a un especialista del movimiento
BDS, y me dijo: “A Israel se le está acabando el tiempo”. Están desesperados y
ven cómo la masacre de Rafah puede suponer un punto de inflexión desde el punto
de vista de su apoyo internacional. ¿Cuál cree que es la perspectiva a corto
plazo?
Estoy de acuerdo con esa lectura, quiero decir,
definitivamente Israel ha perdido. Está perdiendo a lo grande en el tribunal de
la opinión pública. El apoyo de Biden y Europa se está agotando, no por una
cuestión de conciencia, sino porque las personas de su jurisdicción no van a
aguantar esto mucho más tiempo. Obviamente, los Gobiernos de todo el mundo —del
mundo árabe y de otros países— están sometidos a una presión cada vez mayor y,
a su vez, están devolviendo una presión cada vez mayor a los Gobiernos
occidentales. Supongo que podemos esperar algún tipo de cese el alto el fuego
que sea una tregua, una pausa, que, en algún momento, se produzca algún tipo de
parada. Pero, ¿qué saldrá de eso? En realidad, mientras Estados Unidos siga
bloqueando un alto el fuego probablemente lo que estamos viendo continúe por
más tiempo. Pero sí creo que Israel ha perdido ya y también está perdiendo
militarmente.
¿En qué sentido?
Incluso si esto continúa e incluso si matan al doble de
personas de las que están matando, e incluso si siguen adelante en Rafah van a
seguir perdiendo militarmente. No pueden ganar desde ese punto de vista. Pero
al mismo tiempo, el proyecto sionista nunca va a ser derrotado militarmente,
solo puede serlo políticamente. Y eso está ocurriendo ahora, porque han perdido
el apoyo de grandes sectores de la comunidad judía, particularmente en Estados
Unidos. Y eso es decisivo.
Aún así, es difícil estar esperanzado en este momento.
Creo que este es un momento muy difícil para las personas
activistas: observan el horror y ven que continúa y piensan: “Oh, Dios mío, mi
actividad de protesta no funciona porque esto no se ha detenido”. Pero en
realidad hay muchas capas detrás de esto. Las personas que han estado
involucradas en la causa durante años están comprendiendo que, en realidad, se
ha acabado para Israel. Este proceso puede ser muy sangriento y horrible en
cuanto a la forma en que se desenreda, pero definitivamente ha terminado. Ahora
hay personas que están leyendo sobre Palestina y que nunca lo habían hecho
antes.
Esta semana se cumplen dos años desde la invasión rusa de
Ucrania.
Hemos gastado 133.000 millones en los últimos dos años de
gasto directo, proveyendo armas y manteniendo al Estado de Ucrania, y Rusia
está claramente en una posición mucho más fuerte que hace dos años. Había un
acuerdo de paz sobre la mesa en abril de 2022, que ahora sabemos que los rusos
y los ucranianos estaban dispuestos a firmar. El punto de quiebre de ese
acuerdo era que los ucranianos no iban a llegar a un acuerdo bilateral con
Rusia porque, de manera comprensible, no confiaban en ellos (¿por qué lo iban a
hacer?) y necesitaban una garantía de seguridad de las otras partes. Occidente
dijo que eso no iba a pasar y básicamente se les ordenó que siguieran luchando.
Y es devastador pensar que se han perdido cientos de miles de vidas y que
millones de personas han sido desplazadas. El país está en ruinas. Rusia se ha
apoderado de gran parte del país y, en la otra zona hay enormes sectores que
han sido absorbidos por fondos de inversión y fondos buitres que se están
involucrando en el ”proyecto de reconstrucción“. Así que la idea de Ucrania
como Estado independiente ha fracasado.
¿Cómo ha cambiado esto la Unión Europea?
Los dirigentes de la Unión Europea se las arreglaron para
disfrazar una guerra como un proyecto de paz. Los rusos fueron responsables de
la invasión en primer lugar, por supuesto que lo fueron, pero el jefe de la
OTAN dejó muy claro cuando llegó a Bruselas que Rusia fue a la guerra porque
quería que hubiera menos OTAN en sus fronteras, y se han asegurado de que tiene
más. Vienen aquí todas las semanas en busca de más dinero, más armas, a medida
que mueren más personas y se cede más terreno, y más personas en Europa están
pasando por dificultades económicas. Esta semana han publicado una encuesta en
la que solo el 10% de la población de Europa cree que Ucrania puede ganar la
guerra. Un 10%. Al 40% no le importa o no sabe si lo hará, pero no les podría
importar menos. Mucha gente dice: no quiero saber nada, estoy harto de esto.
Entonces, ¿qué tiene Europa?
…
Bueno, sin duda se ha acelerado la industria de Defensa. Sin
duda, se ha impulsado la idea de la defensa con mucha más fuerza que antes. Han
logrado en gran medida extender la idea de la fusión de la UE con la OTAN de
una manera que nunca se había hecho. Hay una enorme ironía en esto, ya que
antes uno de los principales obstáculos para un ejército de la UE era Gran
Bretaña. Porque Gran Bretaña ama a la OTAN y quería mantener la Alianza Atlántica
con los Estados Unidos, mientras que las demás potencias europeas querían su
propio ejército europeo. Gran Bretaña se ha ido y el ejército de la Unión
Europea ahora es básicamente la OTAN. Ahora son una sola cosa, lo que es
terrible para países neutrales como Irlanda.
También esta semana se ha confirmado que Ursula Von der
Layen se postula para un segundo mandato como presidenta de la Comisión
Europea. ¿Cómo lo valora?
Para empezar, en el caso de Irlanda, creo que el pueblo
votará activamente para salir de la Unión Europea si ella sigue. La popularidad
de la Unión Europea en Irlanda, que era uno de los países más proeuropeos, está
por los suelos y cuando se pregunta a la gente una de las razones principales
es Ursula von der Leyen. Tenemos que recordar que Ursula von der Leyen nunca
debía haber estado en esta posición. Fue una ministra de Defensa fracasada en
Alemania, enfangada en la corrupción. Y cuando la ruptura de las conversaciones
para la presidencia de la comisión se rompió y no sabían a quién presentar,
dijeron: “sí es estupendo: nos deshacemos de ella, la sacamos de Alemania y no
puede hacernos ningún daño”. Y ahora nos está haciendo daño a todos.
¿Qué representa Von der Leyen?
Representa a las grandes corporaciones en todos sus
aspectos. Es absolutamente sionista y lo ha sido desde el principio. Es
pro-OTAN, una halcón de la guerra, que proviene de una élite muy adinerada que
quiere usar la Unión Europea como una especie de vehículo para quitarle más
poder a los Estados nacionales, a los Estados miembros, para que esta burbuja
asuma más poder. Creo que esas élites pueden sacarle mucho partido, es una
buena portavoz. Es moldeable. Es aseada, una especie de feminista de misil de
crucero, lo cual es simplemente asqueroso.
El día 22 manifestó que estaba abierta a pactar con la
extrema derecha siempre y cuando no sea una extrema derecha putinista.
Ella está más influida por la extrema derecha que cualquier
persona de extrema derecha de aquí. Está en contra de los inmigrantes. Es
racista en su comportamiento. Puede que sea más inteligente haciéndolo, pero el
hecho es que en la extrema derecha están contentos de tenerla en ese puesto.
Así que ese es solo un juego para ella, porque la verdad es que ha abandonado
el Green New Deal, lo ha tirado por la ventana, a cambio de los contratos de la
industria de la defensa y ha descartado las preocupaciones sobre medioambiente
para beneficiar a las grandes empresas agroquímicas. Así que lo normal es que
la extrema derecha esté muy contenta con ella y ella lo esté con la extrema
derecha.
Del otro lado, hay un problema con los partidos de centro
—Socialdemócratas, liberales, verdes— y la incapacidad de salir de determinados
marcos. ¿Cómo cree que puede quedar la situación después de las elecciones
europeas de junio?
Va a ser muy interesante lo que suceda. Estamos en una
coyuntura muy peculiar de nuestra historia. En mi opinión, la brecha entre las
personas en el poder y la ciudadanía común está en uno de sus puntos más
profundos. Cuando hablan de Europa y cuando hablan en nombre de los gobiernos
de Europa, no lo hacen en nombre de los pueblos de Europa. Pero tienes toda la
razón en que todo ese centro político, que incluye a los halcones de la guerra,
los Verdes, los socialdemócratas etc, ha dado lugar a una situación en la que
las personas que están en contra del sistema, y ven a todas esas personas
apoyándose en un lenguaje políticamente correcto y ocupando todo su tiempo en
temas de política de identidad —que son importantes, pero no son los más
importantes—, sienten que cuando expresan su preocupación por la guerra, por la
forma en que se manejó la crisis del covid, se les acusa de ser conspiranóicos,
locos, de extrema derecha. Y, de hecho, se trata de las condiciones de la
sociedad.
¿En qué sentido?
Cuando se produjo la crisis financiera, se discutió sobre la
austeridad y el impacto en los niveles de vida de las personas y, ahora, nada
de eso está articulado. Se supone que la gente debe absorber un aumento enorme
del costo de la vida, un aumento enorme del precio de la vivienda, un aumento
enorme del sufrimiento, y los problemas ni siquiera se reconocen porque todo el
tiempo se habla de otras cosas. Esto ha llevado a la gente a buscar
alternativas. Y la extrema derecha —algunos de ellos— han mejorado su retórica
y afirman estar en contra el establishment. Mucha gente piensa que si el
sistema les critica, debe ser porque está bien. Así que no creo que la extrema
derecha crezca porque la gente sea necesariamente racista, creo que la extrema
derecha crecerá por la falta de alternativas, por el fracaso del centro. Sin
embargo, creo que habrá algunas personas interesantes que van a venir a
Bruselas y que son otra cosa.
¿Como quienes?
Hay posibilidad de que haya algunos buenos representantes de
la izquierda italiana. Hay opiniones encontradas al respecto, pero todo el
equipo de Sahra Wagenknecht involucra a muchos activistas por la paz y a mucha
gente de la izquierda. Son diferentes tipos de izquierda, y creo que eso es
necesario.
¿Cómo valora su propia experiencia en el Parlamento Europeo?
Ha sido increíble. La semana pasada estuve en la
contracumbre de la Conferencia de Seguridad de Múnich, hablando de paz, de
alternativas y justo cuando salí del tren un tipo me detuvo. Es gente que te ha
visto las redes sociales, que te dice: ”Tú y Mick Wallace habláis por
nosotros». Estuvimos en Londres por lo de Julian Assange. Fue increíble, no
podíamos ir por la calle sin que nos pararan. ¿Qué te dice eso? Una de las
ventajas que tenemos es que hablamos inglés y eso nos permite comunicarnos con
un público más amplio, pero también es el mensaje: recibimos literalmente
cientos de correos. Puede que en las próximas elecciones no me elijan, pero esa
es otra historia, el hecho es que el espacio político es enorme. Hay que
encontrar la salida porque, cada vez más, se manipula la política electoral. El
discurso oficial es que hay una lucha entre la democracia contra el
autoritarismo, pero en realidad están adoptando tácticas exactamente iguales a
las que utilizarían la Duma y Putin. Esos grandes poderes se parecen cada vez
más a lo que critican. Creo que es muy difícil, pero debemos tener esperanza.
Respecto a Julian Assange, el hecho es que él denunció
crímenes de guerra. Los responsables de esos crímenes están bien situado y él
depende de un Tribunal para no ser prisionero de por vida. Usted estuvo en
Londres esta semana para apoyarle, ¿qué piensa de todo este caso?
Primero, tengo que decir que la movilización ha sido
impresionante. Frente al Tribunal de Justicia había personas que vinieron desde
Australia, de Suecia, de Suiza. Gente que se ha gastado su propio dinero para
estar allí porque se dan cuenta de que esto va de la criminalización del
periodismo. Pero para mí trata también de provocar un efecto paralizante en el
movimiento por la paz, porque el hecho de que el trabajo de Julian expusiera
los crímenes de guerra, las torturas, ciertamente ayudó a cambiar esas
prácticas. Esa información pasó a ser de dominio público y provocó un trabajo
brillante sobre la industria armamentística, el blanqueo de dinero, el dinero
público que se embolsaron esas élites y cómo el proyecto realmente fue el de
crear una guerra sin final. Y creo que ese mensaje es muy relevante hoy en día.
Y sí, es irritante ver a los verdaderos criminales de guerra viviendo a lo
grande y que en el caso de Assange su vida ya se haya perdido, quiero decir…
¿Cómo puede alguien volver a ser él mismo después de haber vivido eso?
Hace poco, Tariq Ali decía que el caso de Navalny y el de
Assange tenían equivalencias, que solo cambia el ritmo al que se produce la
ejecución de la condena.
La respuesta a los dos casos es muy gráfica. Literalmente
saltan arriba y abajo por una y no mencionan la otra en absoluto. En cierto
modo eso te lo dice todo, sí.
Fuente: https://www.elsaltodiario.com/union-europea/paz-ucrania-palestina-entrevista-clare-daly
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