domingo, 29 de noviembre de 2015

Una cuestión de método.






Una cuestión de método.

Los estados europeos al ver como se solucionó la crisis del euro , sin coordinación conjunta , y sálvese el que pueda, y para que me salve yo que importa que te hundas tu , y así como en el salvamento de los bancos franco alemanes, no solamente estamos en lo mismo sino que lo repetimos, Merkel , quiso lavarse las culpas con los exiliados y en vez de eso creó el caos  y de querer ya algunos proponerla para el Nóbel , ahora   terminaron como el perro del hortelano .
 Y la situación en Oriente lo mismo, destrozando los estados laicos siguiendo el mismo método que en Yugoslavia ,cuando Alemania empezó a reconocer la independencia de Eslovenia y otras, algunos pusieron el grito en el cielo , que estaba provocando una guerra inter étnica, como les salio bien y encontraron un chivo expiatorio, Milosevic,   siguieron, con Sadam y tras el Gadafi y luego Asad.

 En Ucrania lo mismo cuando Merkel, le decía al anterior presidente derrocado, “esperábamos otra cosa”,
Ya decía Prodi , hace tiempo, “ahora manda la señora” , bueno,  pues......... la señora es también el caos.

El poderoso impone el relato y se convierte en relato del poder del centro sobre su `periferia ..Y si pasamos a la periferia de la periferia el mismo o tras ella lo mismo .

Turquía y Grecia están en la OTAN , pero cuando la primera ocupó Chipre , solo lo aprovecharon para venderle armas a Grecia.  Cuando Grecia quiso parar la compra de armas le dijeron que no, eso si le pedían profesionalizara  el ejército o sea más arma sofisticadas.  Al igual Turquía está en la OTAN pero ayuda al ISIS, no solo comprándole el petróleo. Y al igual los saudíes y los qataríes, como tienen importantes inversiones en Europa, de ellos ni piaron.
 Hablan de Siria y la culpa siempre la tiene Asad, los más de 70 mil soldados sirios muertos nunca los mencionan  ni los 7.6 millones de refugiados ACNUR bajo su gobierno y que son además no solo las minorías ,sino los sunnitas laicos .
 En París , curiosamente , apareció un pasaporte sirio, ya es raro un suicidio a la puerta del estadio sin matar a nadie más , pero además luego un pasaporte egipcio, pero esto no se le dio importancia , solo discutir si era falso o no , el primero. Cuando se sabe que tanto Qatar como Turquía dieron pasaportes sirios, legales a cientos.
 En Egipto derribaron un avión ruso , pero eso no toca. Turquía derriba un caza ruso por bombardear a los turcos sirios que apoya contra ASAD. La OTAN la apoya .

 En la polis griega la ciudad era el centro, la civilización y en  el exterior los bárbaros y detrás del exterior los salvajes, lo mismo que ahora, pero ese relato ya no funciona se ha `producido una metástasis .de la realidad global y ese relato ya no explica ahora lo que está pasando.

 Solo explican el humo que provocan las bombas .

Solo mecanismos del miedo y el miedo, ya encubó la serpientes del pasado...otra vez la ciudad en la colina está rodeada de salvajes. De Washington a Jerusalén.
 Como en el pasado, al derecho y al revés, Hanna Harendt dijo,  la serpiente (el racismo colonial  creó el nazismo ), paso de las colonias a las metrópolis.

La gente cae en el relato hegemónico de ese sistema y que sostiene a ese sistema con su relato y en vez de pensar por si mismo, se lo creé, y estamos en lo mismo cuando los de arriba en ese caso, los políticos, tocan la gaita los de abajo bailan y aun que les falta la música , aun siguen bailando mientras la partitura además la hacen otros , en sillón giratorio.


 Ahora Merkel , organizó una mini cumbre paralela" ,¡ como siempre! , para pagar a Turquía y que detenga a los exiliados , no  dicen que precisamente Turquía, Qatar y los Saudíes los financian, y les mando encima a los exiliados , ¿ porqué? por que querían que intervinieran contra Asad , se vio en la foto del niño ahogado ,que ponía. " La culpa es de Asad!..O sea ,¡ ESTABAN DE ACUERDO! . Por eso se oía , ¡ venté a Alemania  sirio! . Turquía facilito 100 mil pasaportes sirios, no solo a sirios sino a iraquíes..También se refugian en Turquía. Pero en eso viendo la jugada , intervino Rusia.

 Claro todo es cuestión de método y  recurso al método y al relato ..




 Y como decía la serpiente , al flautista, deja de tocar esa música, que ya me duele la cabeza.



 NOTAS .-

 El político y abogado, Dilek Kurban, en su artículo para el periódico alemán 'Die Zeit', aseguró que este acuerdo desde el principio fue controvertido, por su aspecto moral y político, y debería ser revisado críticamente después de los ataques terroristas en París. Kurban duda que Turquía sea capaz de ofrecer a los refugiados políticos la protección adecuada, si se tiene en cuenta que Ankara ha introducido el régimen de la llamada "protección temporal", dejando a los refugiados sin un estatuto jurídico. En consecuencia, el acuerdo entre Turquía y la UE contradice al derecho internacional.http://cort.as/ZiOr
Según otro rotativo alemán, 'Die Welt', la organización alemana Pro Asyl, que proporciona ayuda a los refugiados, también advirtió sobre "un negocio sucio a expensas de los derechos humanos". El acuerdo de la UE con Turquía será una señal de apoyo a las "políticas inhumanas" del presidente turco, Erdogan, y la "quiebra moral" de Europa. http://cort.as/ZiPR
 Este 27 de noviembre pasado en los principales diarios occidentales, como The New York Times (Estados Unidos), Le Monde(Francia), La Vanguardia (España), Le Temps (Suiza),El Mercurio (Chile), El Comercio (Perú), El Espectador(Colombia), puede verse que ninguno menciona la información sobre el tráfico de petróleo robado entre Turquía y el Emirato Islámico, ocultando así el hecho que un país miembro de la OTAN apadrina el terrorismo. y seguimos lo mismo .http://cort.as/ZmDH


Diferentes medios de comunicación han informado de las repercusiones bursátiles de los atentados del 13 de noviembre en París (130 muertos y 350 heridos). “El Boletín.com. Diario de Actualidad y Finanzas” publicó el 18 de noviembre que los diez mayores fabricantes de armamento del mundo ganaron casi 13.000 millones de euros tras la masacre parisina. La compañía italiana Finmeccanica (la novena en venta de armas en la ratio mundial) mejoró su cotización bursátil un 8,2%. La empresa Lockheed Martin, que desarrolla el sistema de misiles Aegis, obtuvo unas ganancias del 3,78%. Los beneficios bursátiles de Raytheon, fabricante de los misiles Tomahawk, ascendieron a 1.684 millones de dólares.







sábado, 28 de noviembre de 2015

La verdad es la primera víctima de la guerra.

No es la coalición, sino la tensión entre potencias lo que tiene futuro en Siri
La diplomacia de Hollande ha nacido muerta

La Vanguardia


El Presidente francés, François Hollande, despliega estos días una enorme actividad encaminada a forjar esa “gran y única coalición” contra el Estado Islámico que los bárbaros atentados de París le han inspirado. El lunes recibió a David Cameron en París, el martes se encontró con Obama en Washington, ayer cenó con Merkel en el Elíseo y hoy recibe a Matteo Renzi antes de salir para Moscú a entrevistarse con Vladimir Putin. Esta actividad será inútil.
El motivo es que tal ofensiva no tiene la menor posibilidad ni intención de abordar el principal problema del momento: el sostén al enemigo declarado por parte de los Estados amigos del Golfo y de potencias de la OTAN, particularmente Arabia Saudita, Qatar, los Emiratos Árabes Unidos, Kuwait y Turquía. La propia OTAN, como tal, está mucho más preocupada por los “avances” rusos -los insólitos desafíos militares de Moscú, primero en Ucrania y ahora en Siria- que por el Estado Islámico que militarmente no es gran cosa.
El viernes, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó por unanimidad la resolución francesa que llama a “redoblar y coordinar esfuerzos para prevenir y suprimir los actos terroristas cometidos por el Estado Islámico así como el Frente Al Nusra y los demás individuos, grupos, proyectos y entidades asociados con Al Qaeda y otros grupos terroristas”. Esa voluntad nace muerta mientras no se ponga orden en la coalición occidental. Y el problema es que eso no puede hacerse sin desestabilizar toda la geopolítica de occidente en la primera región energética del mundo.
En Siria hay tres fuerzas que combaten al espectro señalado por la resolución de la ONU: el régimen de Asad, dictatorial y sanguinario, los rebeldes kurdos y la aviación rusa. Las potencias occidentales y sus amigos del Golfo son hostiles a los tres; el cambio de régimen en Damasco ha sido hasta ahora la prioridad occidental, los rebeldes kurdos son bombardeados por Turquía, y el derribo del avión ruso y los apoyos que ha recibido en Bruselas y Washington, hablan por si solo. Y eso en la hipótesis más optimista de que no hubiera un acuerdo previo de Turquía con la OTAN respecto al derribo del avión.
Para quienes definen la estrategia belicista en Bruselas y Washington -que son los mismos- que Rusia se haya metido en el avispero sirio y que el ejercito de Asad avance posiciones gracias a ello, es mucho peor que el Estado Islámico. Respecto a Turquía y los amigos del Golfo, basta con echar un vistazo al documentado informe de Nafeez Ahmed, un conocido periodista británico de The Guardian, para comprender el alcance de la broma.
Turquía ha proporcionado miles de pasaportes falsos al Estado Islámico, incluido a sus brigadistas europeos que entran y salen de la UE como Pedro por su casa, como se ha demostrado trágicamente en París. Turquía ha permitido el tránsito de columnas islamistas por su territorio para atacar a los kurdos en la ciudad siria de Serekaniye, informó el año pasado Newsweek. “Comandantes del Estado islámico nos decían que no temiéramos nada porque había una plena cooperación con los turcos”, explicó un técnico de esa organización citado por el semanario. En los tribunales y diarios turcos, son abrumadoras las pruebas y testimonios de esa complicidad, tanto en tráfico de armas, como de personas y de petróleo a lo largo de la frontera. El periodista Ahu Ozyurt del diario Hurriyet ha explicado su “conmoción” al conocer los sentimientos pro Estado Islámico de los “pesos pesados del AKP -el partido de Erdogan- en Ankara. “Son como nosotros, luchando contra siete grandes potencias en la guerra de independencia”, señalaba uno de ellos. “Prefiero tener al Estado Islámico de vecino que no al PKK”, el partido kurdo, decía otro, citado en el mencionado informe de Nafeez Ahmed.
Mientras las modernas armas antitanque occidentales y la financiación llegan al Estado Islámico y otras franquicias integristas a través de los amigos del Golfo, y mientras el petróleo y las personas circulan a través de la frontera turca, en Occidente se asombran por la resistencia y la expansión del proclamado enemigo, cuya logística y economía cuenta con complicidades tan flagrantes como inconfesables. En el Bundestag la vicepresidenta Claudia Roth, una partidaria de las “intervenciones militares humanitarias” se asombra de que la OTAN haya consentido a Turquía el entrenamiento y la transferencia de armas para los guerrilleros integristas. Cuando en septiembre del año pasado, en la comisión militar del Senado de Estados Unidos se le preguntó al entonces militar número uno del país si algún Estado árabe “aceptaba” al Estado Islámico, la respuesta del General Martin Dempsey, presidente del Estado Mayor Conjunto, fue meridiana: “conozco a grandes Estados árabes que lo financian”.
El martes en Washington Hollande propuso a Barack Obama que se selle la frontera turco-siria, un propósito elemental dada la situación, pero el Presidente de Estados Unidos no estuvo nada receptivo al respecto. Su mensaje general, además de defender el derribo del avión ruso, fue que Rusia no puede ser un “socio fiable” mientras apoye a Bashar el Asad.
“Detrás de la idea de una “gran y única coalición” contra el Estado Islámico que Hollande abrazó en su marcial discurso de Versalles del día 16, “está la voluntad de los rusos de primar sobre los americanos en Europa y dividir a la OTAN”, advierte un experto americano en declaraciones a Le Figaro. La lógica de bloque, de hacer pagar caro a Moscú su desafío militar -en Ucrania y en Siria- pesa en Washington mucho más que cualquier veleidad de coalición. Ante estas señales el propio Hollande vacila. Su visita de hoy a Moscú, significativamente la última de la serie, no aportará nada.
Sin sus amigos, sus cómplices y sus flujos, en y desde Turquía, Arabia Saudita y Qatar, el Estado Islámico no tendría gran cosa que hacer. El problema de la OTAN es que no puede actuar de verdad contra el Estado Islámico sin fortalecer a Asad y a los rusos, lo que aún incrementa más la ambigüedad.
Un estudio de la Rand Corporation de Estados Unidos, institución estrechamente vinculada al complejo militar-industrial, evocaba en 2008 así el nudo de la aparente incongruencia: tras evocar la “fuerte dependencia” que las economías de los países industrializados tienen del petróleo de Oriente Medio, concluía que, “Estados Unidos tiene motivos para mantener la estabilidad y buenas relaciones” con esos países. Naturalmente, siempre y cuando estén en el cuadro de la geopolítica occidental.
No era el caso de Siria, que se alineó con un proyecto energético ruso-iraní, negándose a firmar en 2009 el proyecto de oleoducto para llevar crudo saudí hasta Turquía. En lugar de eso Asad firmó en 2011 un acuerdo de 10.000 millones para otro oleoducto desde Irán-Iraq hasta el Mediterráneo (es decir hasta la Unión Europea), vía Siria, con participación de Gazprom el gran consorcio energético ruso. Eso eran palabras mayores que invitaban a Europa hacia una mayor autonomía internacional, algo a evitar. Hoy el acuerdo nuclear de Occidente con Irán abre de par en par la puerta a ese proyecto.
Fue entonces, en 2011, cuando empezaron los problemas para Asad. 250.000 muertos después, todos bombardean un país que ya ha dejado de existir, generando ese tipo de desolación material que es el caldo de cultivo para nuevos y futuros monstruos.
Las víctimas de París son inseparables del más de millón de muertos que se ha cobrado hasta ahora la desastrosa serie de guerras emprendidas después del 11-S neoyorkino.“Formamos parte del terrorismo porque en Oriente Medio vendemos armas y libramos guerras petroleras y gasísticas”, dice Oskar Lafontaine. “Hasta que los Obama, Merkel y Hollande no comprendan que las madres de Afganistán, Iraq, Siria, Yemen, y de todos los lugares en los que la “comunidad de valores Occidental” promueve guerras, lloran a sus hijos igual que las de París, no estaremos en situación de luchar contra el terrorismo”, dice Lafontaine.
“La causa del terrorismo está en las guerras entre potencias para controlar una zona del mundo en la que se produce una riqueza inmensa », dijo ayer Jean-Luc Mélenchon en el Parlamento Europeo.
Así que, de momento, no va a ser la coalición de Hollande contra el Estado Islámico, sino la tensión entre potencias animada por el Imperio del Caos, lo que tiene un buen futuro en Siria. Hasta el próximo desastre.

Fuente original: http://blogs.lavanguardia.com/paris-poch



 y ver

Fuente: http://blogs.publico.es/puntoyseguido/3045/atentado-de-paris-13-preguntas-y-24-reflexiones/




jueves, 26 de noviembre de 2015

Los lobbies del sector sanitario madrileño



 Lobbies sanitarios, corrupción y sanidad: el desmantelamiento de la sanidad madrileña
La plataforma ciudadana Audita Sanidad presenta el informe 'Contratación pública de la Consejería de Sanidad 2014. Comunidad de Madrid', en el que se demuestra el continuo proceso de desmantelamiento de la sanidad pública de Madrid y la relación de éste con lobbies como el farmacéutico o el de empresas tecnológicas médicas. La plataforma denuncia que existen más de 2.200 millones de euros en contratos que han sido ocultados por la Comunidad de Madrid
26/11/15 ·  

Hoy, el grupo de trabajo de la Plataforma de la Auditoría Ciudadana de la Deuda en Sanidad (Audita Sanidad) ha presentado en una rueda de prensa en la librería madrileña Traficantes de Sueños el informe 'Contratación pública de la Conserjería de Sanidad 2014. Comunidad de Madrid'. El documento contiene información recopilada en un trabajo de investigación por diferentes fuentes y en el que se detalla la relación de la contratación pública de la Consejería de Sanidad de Madrid con diversos lobbies empresariales. Este informe pretende ser el primer paso para iniciar un proceso sistemático de auditoría ciudadana de la deuda en el ámbito sanitario para pormenorizarla, hacerla visible y, en su caso, no pagarla y exigir responsabilidades a los cargos políticos implicados.
El 41,52% del presupuesto total de la Consejería de Sanidad de Madrid en el 2014 fue adjudicado a empresas privadas ajenas a la administración pública. Lo que supone más de 2.800 millones de euros de dinero público transferido a estas empresas. Sin embargo, la plataforma Audita Sanidad denuncia que en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM) y el perfil del contratante sólo ofrece información de 1.414 contratos a dichas empresas, con un importe que asciende a 562 millones de euros. Lo que deja más de 2.200 millones de euros escondidos tras la opacidad de la administración pública. "Es tanta la opacidad que muestran las administraciones públicas en cuanto a las contrataciones y la privatizaciones que nos ha sido imposible encontrar en el BOCM la información que están obligados a dar", explica Vicente Losada, integrante de la plataforma Audita Sanidad. "Desde la Plataforma exigimos transparencia, para que se muestre a la ciudadanía en que se han gastado y quien ha recibido esos 2.200 millones de euros que no han publicado y que es imposible encontrar por los medios de información convencionales", indica.

Los lobbies del sector sanitario madrileño

Más del 50% de los contratos pertenecen a los mismos lobbies de la industria sanitaria
El informe destapa que de todos los contratos concedidos a las empresas privadas y publicados, más del 50% pertenece a los mismos lobbies de la industria sanitaria. De ese modo se desvela que uno de cada dos euros del importe de contratación es asignado a empresas vinculadas a lobbies sanitarios. Porcentaje que se incrementa en loscontratos de “suministros” donde tres de cada cuatro euros va a parar a estas mismas empresas. Entre estos lobbies, los más importantes que se han identificado son Farmaindustria, Fundación IDIS, AESEG, SEDISA, Club Gertech, la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (FENIN) como lobbies específicos del sector sanitario y el FORO PPP, este último integrado por empresas pertenecientes a diferentes sectores de la actividad económica y más ligado al ámbito de las concesiones.
El 31,54% del total de los 562 millones de euros adjudicados por la Consejería de Sanidad en 2014 y que han sido publicados en el BOCM, han sido para empresas relacionadas con la industria farmacéutica por un importe total superior a los 177 millones de euros, lo que nos da una idea del papel que ésta tiene en la sanidad madrileña. Entre las empresas que destacan por su volumen de contratación se encuentran Janssen Cilag SA–Johnson & Johnson SA, Merck Sharp & Dohme SA, Grifols SA, Abbvie Farmacéutica SLU y Gilead Sciences SL, proveedora del medicamento Sovaldi contra la hepatitis C.
Las empresas de tecnología médica conforman el segundo grupo en importancia según el ranking por importe de contratos adjudicados. En 2014, de los datos encontrados e investigados, dichos contratos ascendieron a la cifra de más de 35 millones de euros. Entre las más destacadas de dicho ranking se encuentran Hewlett-Packard Española SL, Philips Ibérica SA, el grupo Medtronic Ibérica SA–Covidien Spain SA y Boston Scientific Ibérica SA.
Por otro lado, las 20 primeras empresas del ranking acumulan cerca del 30%del total de los 1.414 contratos adjudicados y publicados. Cabe destacar al grupo Medtronic Ibérica SA–Covidien Spain SL, Janssen Cilag SA–Johnson & Johnson SA y Prim SA.

La corrupción en el sistema sanitario de la Comunidad de Madrid

Audita Sanidad denuncia que “elCaso Gürtel y laOperación Púnicamuestran como la corrupción se ha instalado en la Comunidad de Madrid y forma parte de la estructura del sistema”.
En el caso Gürtel, el informe destaca el convenio de colaboración firmado en 2012 por el Ministerio de Ciencia y Tecnología por la entonces ministra Cristina Garmendia, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, con el Instituto de Desarrollo de Madrid (Imade) para favorecer el “desarrollo de la estrategia estatal de innovación en la Comunidad de Madrid”.
El Imade, una de las entidades madrileñas investigada en el Caso Gürtel, fue clausurado en enero de 2011 y la gestión de los créditos pasó a Madrid Network mediante otro convenio de colaboración firmado entre la Consejería de Economía y dicha empresa. Uno de los proyectos seleccionados fue el denominado Madrid Medical Destination, empresa constituida en octubre de 2010, de Manuel Lamela, exconsejero de Sanidad entre 2003 y 2007, que resultó beneficiaria de un préstamo de 1,3 millones de euros con un interés del 1,2%.
El proyecto de turismo sanitario privado nunca llegó a ponerse en marcha. Madrid Network resolvió el contrato en noviembre de 2012. La empresa solo llegó a recibir el primer desembolso, de 523.600 euros.

Los casos Gürtel y Púnica también salpican la sanidad de la Comunidad de Madrid

En el caso de la Operación Púnica hay que destacar las conexiones existentes entre David Marjaliza y el que fuera número dos de la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, ambos en prisión actualmente. David Marjaliza es gestor de numerosas empresas inmobiliarias. Entre ellas aparecen empresas, de apuestas deportivas y de importación-exportación. Pero también aparece –desde marzo de 2013- como gestor de dos empresas de sanidad privada; de la mercantil Centro de radiologia y resonancia magnética abierta de Valdemoro S.L. y del centro medico Valdemoro Plaza S.L.
Además, según investigaciones periodísticas, también su mujer Adela Cubas Navarro, participa en varias sociedades mercantiles una de ellas inequívocamente vinculada con el ámbito sanitario como es Importadora de tecnología médica S.A.. Adela Cubas Navarro es, además de mujer de Marjaliza, hermana del alcalde de Torrejón de Velasco, Gonzalo Cubas (PP), también uno de los alcaldes detenidos en la operación Púnica y acusado de prevaricación, fraude, malversación y cohecho.

De Damasco a París: Los acuerdos de Sykes – Picot

De Damasco a París: Los acuerdos de Sykes – Picot en el origen de las guerras de hoy

Los atentados de Nueva York, Madrid, Londres y París han llenado nuestras calles de dolor, pero en ningún momento hay que olvidar que los objetivos no siempre son seleccionados por su relación directa con la causa que defienden quienes los cometen, sino por su efectividad.

Los atentados de París del pasado 13 de noviembre han dejado, de una interminable lista de comentarios ya firmacion es que se aproximan a la xenofobia que tanto decimos denostar, no pocos interrogantes sobre el origen y las causas de una guerra que se ha metido en nuestras casas y ciudades sin que sepamos los motivos de semejante atrocidad.
No hay una sola bala ni un solo instante de lo ocurrido en París que tenga justificaciónpero hace mucho que la historia nos enseñó que nada en ella ocurre porfatalismo ni casualidad. Y es hora de revisar el pasado para saber qué ocurre en el presente y qué es probable que suceda en el futuro.
alt
Hace exactamente un siglo, en noviembre de 1915, dos individuos se reunieron en secreto con el fin denegociar el reparto de Oriente Próximo tras el final de la Gran Guerraque aún estaba lejano y quede para  toda vía innumerables matanzas en las trincheras europeasEstos dos hombres eran el británico Mark Sykesmilitar y miembro del partido conservador que afirmaba que los árabes «detestan a los europeos con bigotudoestúpido e insensato desprecio», y el abogado y diplomático francés François Georges Picot. Los dos habían recibido de sus respectivos gobiernos la misión de llegar a un acuerdo para cuando se produjera la  derrota del imperio otomanoaliado en la contienda con Alemania.
Al mismo tiempo, en el territorio turco se libraba una guerra de guerrillas comandada por el coronel inglés Thomas E. Lawrence con el fin de provocar el levantamiento de las tribus árabes contra el poder otomano y colaborar con la victoria aliada a cambio de obtener después el control total de su territorio en forma de un estado árabe unificado o de una confederación de estados árabes.
Sykes y Picot conocían perfectamente cuál era la situación social y militar en Oriente Próximo y cuáles eran los términos del acuerdo impulsado por Lawrence —y por sus superiores militares—, pero no dudaron en emprender una política opuesta y sembraron con su pacto décadas de sangre que aún no han terminado.
alt
Respaldados sin fisuras por los gobiernos de sus países —presididos por el liberal Herbert H. Asquith, en Gran Bretaña, y por el conservador Raymond Poincaré, en Francia—, y avalados por los de Rusia e Italiatemerosos todos de que tras la liquidación del imperio otomano surgiera en la zona una gran potencia árabe que sirviera de ejemplo sus respectivas colonias, los negociadores acordaron que Oriente Próximo quedaría dividido en cinco zonas políticas y económicas sin tener en cuenta su poblaciónsu etnia o su religión.
alt
Así, se establecería una zona de control británico al este del actual Irak, con la inclusión de Bagdad y Basora y consalida al mar en el Golfo Pérsicouna zona de control francés al norte de la actual Siria, con la inclusión de Beirut y el futuro Líbano y con salida marítima al Mediterráneo; un protectorado británico o zona de influencia en el sur de Irak y Transjordania; un protectorado francés en el norte de Irak y el resto de Siriadesde Mosul a Damasco, y una zona internacional situada en Cisjordania y Palestina, con Jerusalén como centro neurálgicocuyo control quedó encomendado a la ineficaz Sociedad de Nacionesantecedente de lo que hoy es la Organización de Naciones Unidas(ONU).
El acuerdo fue firmado el 16 de mayo de 1916 y solo Turquía logró quedar fuera de estas argucias diplomáticasya que través de diferentes tratados durante la postguerra supo deshacerse muy pronto de las consecuencias de la derrota e inició su propio camino hacia la independencia mediante la figura de Kemal  Atatürk, artífice del actual estado turco.
alt
De modo que lo que hasta entonces había sido un territorio tribal quedó descuartizado gracias a los mapas, la escuadra y el cartabón de mister Sykes y monsieur  Picot, que traicionaron al pueblo árabe mientras se atusaban delicadamente los bigotes, y el sueño de un estado unificado fue liquidado entre pastas y tazas de té, como el coronel Lawrence explicó a sus superiores en Damasco cuando fue informado del acuerdo anglo-francés, convencido ya de que la ética nada tiene que ver con la política. La película Lawrence de Arabia, dirigida por David Lean en 1962, es un relato fidedigno de las amplias diferencias que pueden existir entre la guerra de trincheras y la guerra de despachos, como cualquier lector interesado puede deducir del libro Los siete pilares de la sabiduría, escrito por el propio coronel.
A este escenario de alfombras y maderas nobles se sumó al año siguiente un nuevo personaje, el también británico y conservador Arthur James Balfour, que tras haber sido primer ministro en 1902-1905 se convirtió en secretario de Asuntos Exteriores durante el gobierno de Asquith. Y en virtud de este cargo declaró en noviembre de 1917 que Gran Bretaña favorecería la creación de un estado judío en el territorio palestino, lo que inmediatamente levantó los recelos de las tribus árabes, pero ya era demasiado tarde: Rusiase desligaba del conflicto, Estados Unidos se incorporaba a la guerra y los aliados se encaminaban ya hacia la victoria sobre las potencias centrales.
Así que este trío de ases formado por SykesPicot y Balfour pasaría a la historia de la política y de la diplomacia como una banda de tahúres controlada por presidentes y primeros ministros y dispuesta a engañar a quienes les habían ayudado a derrotar a uno de sus principales enemigos, así como el causante de uno de los más importantes desastres del siglo XX. Y como bien sabemos, también del siglo XXI.
La guerra continuó en Europa, Estados Unidos aprovechó el conflicto para poner su pie izquierdo en el continente —tendría que esperar hasta 1941 para colocar el derecho—, la revolución de octubre y el nuevo gobierno de Lenin liberaron a Rusia de cualquier compromiso anterior mediante el tratado de Brest-Litovsk y en noviembre de 1918 el ejército alemán firmó en París el armisticio que puso fin a cuatro años de carnicería europea, si bien no fue más que una tregua que quedaría disuelta en 1939.
Los países aliados llegaron a la conferencia de paz de París, celebrada en 1919, con dos objetivos primordiales: la destrucción total de Alemania como potencia industrial y militar y la obtención de un suculento botín de guerra que compensara las penalidades sufridas durante la contienda. Y en los dos se equivocaron, pues si el primero encendió la mecha de la siguiente guerra mundial, el segundo generó un conflicto lento y duradero cuya sangre ocasionada aún mancha sus manos.
alt
En el palacio de Versalles se materializaron los acuerdos secretos que tres años antes habían alcanzado Sykes y Picot:Gran Bretaña obtuvo el mandato de Palestina, añadió Mosul a su zurrón y creó el estado de Irak, mientras que Francia cedió un pequeño territorio de su porción y dejó establecidas las fronteras de Siria.
Transjordania  fue separada de Palestina y entregada a Abd Allah ibn Husayn, hijo de Husayn ibn Ali —jerife de La Meca y cabeza de la dinastía de los hachemíes, con quien Lawrence había negociado la creación del estado árabe unificado—, primero como emir de Transjordania y finalmente como rey de Jordania.
Por su parte, los británicos decidieron que era mejor dejar Siria e Irak en manos de un gobierno manejable y entregaron el territorio a Faysal ibn Husayn, también hijo de Husayn ibn Ali y hermano, por tanto, del flamante emir de Transjordania. De modo que en 1920 los actuales estados de SiriaIrakJordania estaban en manos de los hachemíes, aunque muy poco después Francia reclamó el territorio sirio en virtud de los acuerdos de 1916 y Faysal se mantuvo únicamente como monarca iraquí.
¿Y Palestina? Los árabes de Cisjordania, bajo mandato británico, contemplaron cómo las palabras deBalfour se hacían realidad al introducir en su propio territorio el destinado a la comunidad judía, que tras la segunda guerra mundial adquiriría la forma de Estado de Israel.
A partir de entonces, los territorios que hoy conocemos como estados integrantes de Oriente Próximovivieron sus propias vicisitudes políticas, étnicas y religiosas derivadas del control aliado, de su evolución estatal, del secular enfrentamiento árabe-israelí y del no menos secular conflicto entre suníes chiíes, minoría musulmana que tradicionalmente ha ocupado el poder.
alt
Inglaterra y Francia jugaron con fuego al finalizar la Gran Guerra y Estados Unidos, permanente aliado de Israely dependiente de los lobbies judíos asentados en su propio continente, lo ha hecho aún peor desde que terminara la segunda guerra mundial e incluso antes de que concluyera la guerra fría. Y no solo por el tenaz apoyo a sus socios en las sucesivas guerras entre árabes e israelíes, sino por la torpeza y la falta de previsión que mostró cuando la Unión Soviética invadió Afganistán en 1980. Al apoyar y armar a los muyahidines que luchaban contra el ejército soviético, los estadounidenses edificaron el nido en el que ya habitaba Osama bin Laden, pero a Ronald Reagan le pareció que aquello podía ser un atajo para acabar con la URSS, ya debilitada económica y militarmente, y fue incapaz de prever que un día la maniobra se volvería en su contra. Diez años antes, ni siquiera Nixon se hubiera atrevido a semejante despropósito.
Y diez años después, George H. Bush apareció ante el mundo como el salvador del pueblo kuwaití frente a las garras iraquíes y dio un paso más en su enfrentamiento con la comunidad árabe internacional, pues si hasta entonces Estados Unidos gestionaba los asuntos de Oriente Próximo sin salir de casa, a partir de la guerra del Golfo demostró que podía poner los pies y los tanques en territorio musulmán sin que le importaran las consecuencias.
Las piezas del tablero se habían movido mucho desde los tiempos de Sykes-Picot y la necesidad petrolífera de reordenar el territorio se impuso sobre los mapas tras el 11 de septiembre de 2001. La matanza organizada por Bin Laden en Nueva York fue el pistoletazo de salida para una empresa queEstados Unidos tenía en mente desde mucho antes de que Al Qaeda planificara la suya y fue el argumento perfecto para que Bush (hijo) terminara el desastre iniciado por Bush (padre).
Sin embargo, el nuevo presidente tuvo la precaución de incorporar a su operación a un peso pesado de la política internacional, Tony Blair, y a un inspector de Hacienda venido arriba tras haber ganado dos elecciones seguidas frente a la nada, José María Aznar. Los dos le servirían de teloneros y comparsas en una de las fotografías más lamentables de la historia reciente, la de las Azores, seguida de aquellos lúgubres aplausos que la bancada popular dedicó a su líder en el Congreso de los Diputados tras anunciar la incorporación de España a la cruzada estadounidense. Una bochornosa página de nuestros tiempos de la que alguien debería responder, pues ciudadanos ingleses y españoles pagaron muy cara la osadía de sus dirigentes en forma de atentados indiscriminados perpetrados en Madrid, el 11 de marzo de 2004, y en Londres, el 7 de julio de 2005.
alt
Y sin embargo, la historia parece pasar de puntillas porlas mentes de estadistas y políticos que se nieganaaprender de los errores cometidos y, sobre todo, se niegan a aceptar que no existe la guerra de civilizaciones que se inventaron tras el 11-S, sino una colisión de intereses económicos occidental es frente a una realidad territorial, étnica y religiosa que no solo desconocensino que tampoco les interesa conocer.
Así pues, la línea lenta y continua que comenzó el día de 1915 en que se reunieron los señores Sykes y Picotsiguió su trazado con la declaración de Balfour en 1917, con el tratado de Versalles en 1919, con la independencia de Israel en 1948, con la guerra fría, con la invasión de Afganistán en 1980, con la guerradel Golfo en 1991, con la invasión de Irak en 2003 y con la creación en beneficio propio de la organización que ahora mismo Occidente teme y tiene en su punto de mira: el Estado IslámicoISIS (Islamic State of Iraq and Syria) o Daesh  (al-Dawla al-Islamiya al-Iraq al-Sham).
La invasión de Irak por parte de la pequeña coalición liderada por Estados Unidos supuso no solo que en pocos meses se desplazaran centenares de miles de refugiados, sino la radicalización de grupos religiosos que durante mucho tiempo compartieron celdas y salas de tortura con antiguos miembros de las fuerzas armadas iraquíes, desmanteladas mientras el mundo se sonrojaba al comprobar que las «armas de destrucción masiva» en poder de Sadam Husein habitaban solo en las fantasías bélicas de algunos dirigentes occidentales.
Y de los bombardeos de ciudades como Faluya, donde se empleó fósforo blanco contra la población civil, y de cárceles como la de Camp Bucca surgieron muchos futuros militantes de ISIS y una alianza que hasta entonces era difícil de imaginar, es decir, la de suníes y chiíes frente a dos enemigos comunes: su propio gobierno, que reprimió duramente las protestas populares de 2010 con ayuda de las tropas estadounidenses, y los ejércitos occidentales.
alt
Su ideología fundamentalista, basada en la yihad y elwahabismo —rama extrema de los suníes surgida en el siglo XVIII y caracterizada por su rigor doctrinal y por su afán de expansión—, no ha impedido queDaesh haya sido visto con simpatía por estados tan dispares como Israel o Arabia Saudí en su lucha frente a otro enemigo no menos feroz: Irán. Por su parte, Turquía —miembro de la OTAN— considera que los suníes del Estado Islámico pueden detener el avance de la influencia chií en su territorio y contener al movimiento kurdo, de modo que no ha impedido el tráfico de crudo por su territorio procedente de los campos petrolíferos controlados por el ISIS, operación que junto a la venta de gas y fosfatos supone casi la mitad de sus ingresos totales.
Siempre que hay un conflicto armado hay que preguntarse quién lo financia y a quién beneficia. Y en este aspecto entran en juego no solo las autoridades turcas, sino también las saudíes y las israelíes —aliadas naturales de Estados Unidos—, sabedoras también de que no pocos particulares entregan importantes sumas de dinero a los suníes de Daesh para que lo empleen en cualquiera de los objetivos preferentes para ellas: debilitar a Irán, frenar a los chiíes o contener a los kurdos.
Y en esta complicada trama en la que se dan cita diversos actores no puede faltar una guerra civil de la que todos los bandos se aprovechan: Siria.
Iniciada en 2011 como un enfrentamiento entre las fuerzas gubernamentales de Bashar Al-Asad —presidente del país desde el año 2000— y diversos grupos de oposición a los que se sumaron organizaciones yihadistas como ISIS y Al Nusra, considerada la rama de Al Qaeda en territorio sirio, ha ocasionado ya uno de los movimientos de refugiados más importantes de las últimas décadas, con más de tres millones de desplazados, y ha provocado la muerte de 300.000 personas, de las que al menos un tercio son civiles.
El conflicto ha permitido a ISIS avanzar desde sus posiciones en Irak hasta tomar la mitad del territorio sirio, lo que incluye grandes reservas de gas y petróleo, gracias a la complejidad del conflicto y a los diferentes intereses que se citan en él.
El presidente Al-Asad cuenta principalmente con el respaldo de RusiaIrán y Hezbolá, la organización chií libanesa que ha tenido siempre el apoyo de las autoridades sirias e iraníes, que coinciden al afirmar que el inicio de la guerra se debió al interés de otras potencias en precipitar la caída del gobierno. Por su parte, los grupos de oposición cuentan con la ayuda de Estados UnidosIsrael, TurquíaArabia Saudí y Qatar, por lo que en ocasiones se ha querido entender esta contienda como un enfrentamiento entre chiíes y suníes dentro del territorio sirio.

Pero en este complicado tablero geoestratégico las fuerzas de ISIS no se proponen el establecimiento de su califato únicamente en Siria e Irak, sino que elwahabismo de sus líderes y seguidores les lleva a pretender la conquista de todos los territorios del mundo en los que no se obedece con estricto rigor la sharia, es decir, la ley islámica, y especialmente de aquellas potencias occidentales que favorecen o favorecieron la división política y administrativa de su área de actuación.
Llegados a este punto conviene recordar de nuevo la línea lenta y continua que originaron Sykes y Picot y que ha avanzado en el último siglo a través de VersallesIsraelAfganistán e Irak, pues en todas estas «estaciones» se fueron sumando al  yihadismo grupos islamistas radicalizados que prolongan el trazo hasta Al Qaeda y Daesh.
Volvamos a París, 13 de noviembre de 2015. Cuando los terroristas riegan de sangre la ciudad no lo hacen porque hayan entonado el canto de guerra contra la capital de Francia, sino porque es una acción mediática contra uno de los iconos de la cultura europea que durante semanas ocupará las portadas de prensa y medios audiovisuales. Reventar un monumento milenario en tierras sirias o iraquíes apenas ocupa un faldón en los periódicos antes de las páginas de deportes, pero atacar París, como atacarLondresRomaMadrid o Berlín, tiene un efecto propagandístico que resulta muy atractivo para quienes aprietan el gatillo y que no se logra con un atentado en Beirut, como ocurrió en la misma fecha. La guerra entre Francia y el ISIS no existe, pero sí una guerra de ISIS contra todos en la que uno puede ser víctima, pero no causa.
No hay mayor error en un ejército que pensar que su enemigo ha enloquecido o no sabe lo que hace. Y pensar que los combatientes de Daesh forman una organización sin más rumbo que el terror sería una equivocación muy grave que Occidente no debe cometer, como tampoco debe repetir operaciones que en el pasado sembraron más sangre y, a medio plazo, mayor radicalización. Los atentados de Nueva YorkMadrid,  Londres  y París han llenado nuestras calles de dolor, pero en ningún momento hay que olvidar que los objetivos no siempre son seleccionados por su relación directa con la causa que defienden quienes los cometen, sino por su efectividad.
alt
Del mismo modo, y por las mismas razones, quienes han sido elegidos democráticamente no pueden olvidar que también están obligados a defendernos de la xenofobia y que si pretenden mantener en sus respectivos países una convivencia pacífica tienen que empezar por aprender a diferenciar entre árabes, musulmanes e islamistas —así como nosotros sabemos diferenciar entre europeos y creyentes—, única manera de no criminalizar a todo un pueblo por las atrocidades que otros cometieron, de conservar la razón y de poder seguir viviendo en paz con quienes cada día llegan a Europa en busca de una vida mejor.
Hoy es oportuno recordar que han sido necesarias decenas de muertos en las calles de París para que la Unión Europea se ponga a pensar en el modo de detener la guerra civil siria, algo que las 300.000 personas asesinadas hasta entonces no lograron.
Y es oportuno recordar también que tras la invasión de Irak, en 2003, escribí un texto en el que afirmaba que si no se ponían los medios políticos y legales para evitarla la guerra que acababa de comenzar duraría cien años de dolor y sufrimiento. Solo llevamos doce.



 Y VER .. OTRO ENLACE...