jueves, 16 de agosto de 2018

El reino de Galicia medieval .

Resultado de imagen de Anselmo López Carreira. 0 reino medieval de  galicia

 Resultado de imagen de el reino de galicia en los mapas medievales

A desaparición do Reino de Galiza na historia española. Anselmo López Carreira. Parte II / II



 O Reino suevo
  Resultado de imagen de reino suevo



Resultado de imagen de el reino de galicia en los mapas medievales
 

    Detalle cartográfico del noroeste penínsular donde  se aprecia en rojo el nombre  de "Jalikiah", y en negro el resultado de la traducción de  ese termino por el autor; "reino de León",, Asi no más .
1850 Historia General de España  …Modesto Lafuente







domingo, 12 de agosto de 2018

El atentado contra Maduro .

 
Drones mediáticos contra Maduro .

Un alto porcentaje de la prensa, especialmente la española, no da credibilidad a la noticia y no la presenta como un atentado, sino que insinúa que se trata solo de la versión del gobierno venezolano

No fiarse de las fuentes oficiales es un valor en periodismo, pero si se aplica en función de que esa oficialidad sea amiga o enemiga, una vez más, nos encontramos con un periodismo al servicio de una causa política
 y sigue ..
   

https://www.eldiario.es/zonacritica/Drones-mediaticos-Maduro_6_801129903.html


y ver ..

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=244970

  y ver ..


 



Nota  blog .- "Sectores opositores en el exilio, particularmente en la ciudad de Miami, con presumibles conexiones internas, se han atribuido la autoría del intento de magnicidio a Nicolás Maduro. La periodista Patricia Poleo leyó el comunicado en el que la célula clandestina conocida como Soldados de Franela se atribuía lo sucedido. También han declarado, atestiguando la existencia de un operación contra Maduro, el escritor, presentador y periodista peruano Jaime Bayly, que tiene vínculos cercanos con sectores de la disidencia venezolana en Miami, y Salvatore Luchese, exdirector de la Policía Municipal de San Diego, en Venezuela, abogado y activista opositor en el exilio, alguna vez militante de Voluntad Popular, partido del cual se retiró por diferencias políticas.
Estos grupos están muy distanciados, existen profundas diferencias de enfoque con los grupos de la oposición política formal de la Mesa de la Unidad Democrática, espacio al que critican de manera incesante."  en http://cort.as/-92G6
 

jueves, 9 de agosto de 2018

El Imperio económico alemán .

El “Sacro Imperio” económico alemán

Viento Sur


La fractura entre el oeste y el este de la Unión Europea (UE) no se reduce a la oposición entre democracias liberales y gobiernos autoritarios. Refleja una dominación económica de las grandes potencias sobre los países del antiguo bloque del Este, utilizados como reservas de mano de obra de bajo coste. Ya en la década de 1990, muchas empresas alemanas deslocalizaban su producción y la trasladaban a Polonia, Chequia, Eslovaquia y Hungría.
Es un bonito cuento, una bonita historia: considerada en 1999 el “hombre enfermo de la zona del euro” (The Economist, 3 de junio de 1999), dicen que Alemania habría sanado milagrosamente gracias a las leyes de precarización del trabajo asalariado (leyes Hartz), que entraron en vigor entre 2003 y 2005. Cuentan que aquellas reformas restablecieron por sí solas la competitividad de las empresas, reanimado las ventas de Mercedes en el extranjero… y convencido a Emmanuel Macron de la necesidad de aplicar la misma receta en Francia. Error fatal.
“Para comprender el éxito de Alemania como exportador mundial”, explica el historiador de la economía Stephen Gross, “hay que mirar más allá de sus fronteras. Porque este modelo se basa en una parte decisiva en el desarrollo de redes comerciales con los países de Europa Central y Oriental.” 1/ Y más concretamente en los intercambios económicos desiguales establecidos con Polonia, la República Checa, Hungría y Eslovaquia, un cuarteto bautizado con el nombre de Grupo de Visegrado. Desde hace un cuarto de siglo, la rica Alemania practica con sus vecinos, en efecto, lo que hace EE UU con sus fábricas instaladas en México: la deslocalización de proximidad.
Sólidamente establecidos entre el IIº Reich de Otto von Bismarck y el imperio de los Habsburgo a finales del siglo XIX, los intercambios económicos privilegiados entre Alemania y Centroeuropa no datan de fecha reciente. Limitados durante la guerra fría, se reanudaron en la década de 1970 en forma de cooperaciones industriales, tecnológicas y bancarias, al amparo de la Ostpolitik (1969-1974) emprendida por el canciller socialdemócrata Willy Brandt. La caída del muro de Berlín marcó la hora del banquete de las fieras. Desde comienzos de la década de 1990, las multinacionales alemanas se abalanzaron sobre las empresas estatales privatizadas en un ambiente de apocalipsis industrial. La toma de la empresa de automóviles checa Škoda por parte de Volkswagen en 1991 señaló el rumbo, utilizando de entrada las instalaciones existentes en Chequia como plataformas de subcontratación.
Para ello, la multinacional alemana utilizó un viejo mecanismo de deslocalización tan discreto como desconocido: el tráfico de perfeccionamiento pasivo. Este modo de proceder, codificado en la legislación europea en 1986, autoriza la exportación temporal de un bien intermedio (o de piezas de recambio) a un país no miembro, donde será transformado y acondicionado (perfeccionado) antes de ser reimportado a su país de origen, beneficiándose de una exención parcial o total de los derechos de aduana. 2/ Tras el hundimiento del Bloque del Este, la ampliación de las cuotas de importación procedentes de los países de Centroeuropa ofrecía a la patronal alemana excelentes perspectivas. ¿Subcontratar el cromado de grifos o el pulido de bañeras a obreros checoslovacos altamente cualificados, pero poco reivindicativos? ¿Confiar los tejidos a las ágiles manos de trabajadoras polacas pagadas en złotys y recuperar las chaquetas para venderlas con una marca berlinesa? ¿Hacer que los crustáceos se pelen en el país vecino? Esto es posible desde la década de 1990, como si ya hubieran desaparecido las fronteras de la UE.
Del telón de acero a las maquiladoras
“El tráfico de perfeccionamiento pasivo es la versión europea de la disposición estadounidense que abrió la vía al desarrollo de la maquiladora en la región fronteriza entre México y EE UU”, 3/ explica la economista Julie Pellegrin. Más que ningún otro país miembro, Alemania se benefició de esta subcontratación de trabajos de confección, fundamentalmente en el sector textil, así como en la industria electrónica y del automóvil: en 1996, las empresas renanas reimportaron 27 veces más (en valor) productos perfeccionados en Polonia, la República Checa, Hungría o Eslovaquia que las empresas francesas. En el año citado, el tráfico de perfeccionamiento pasivo representó el 13 % de las exportaciones del Grupo de Visegrado a la UE y el 16 % de las importaciones de Alemania procedentes de esta zona. Determinados sectores se metieron de lleno: el 86,1 % de las importaciones alemanas del sector textil y de la confección de Polonia se amparan en este régimen. En menos de un decenio, constata Julie Pellegrin, “las empresas de los países de Europa Central y Oriental se encuentran integradas en cadenas de producción controladas principalmente por compañías alemanas”.
Esta integración de países que ayer mismo todavía estaban atados al Este a través del Consejo de Asistencia Económica Mutua (CAEM o Comecon, 1949-1991), dirigido por Moscú, fue tanto más rápida cuanto que la exaltación del consumidor liberado por el acceso a los productos occidentales compensó durante un tiempo el desconsuelo del trabajador sometido a la subcontratación de esos mismos productos. A medida que los acuerdos de libre comercio suprimieron los aranceles aduaneros, en la segunda mitad de la década de 1990, el tráfico de perfeccionamiento pasivo dejó de tener interés frente a la inversión directa extranjera (IDE). Las multinacionales ya no se contentaban con deslocalizar un pequeño segmento de su producción, sino que pasaron a financiar la construcción de fábricas filiales allí donde la mano de obra era más barata.
De 1991 a 1999, los flujos de IDE alemanes hacia los países de Europa Oriental se multiplicaron por 23. 4/ A comienzos de la década de 2000, Alemania acaparaba por sí sola más de un tercio de la IDE realizada en los países del Grupo de Visegrado y extendió su actividad capitalista a Eslovenia, Croacia y Rumania. Las fábricas de la industria auxiliar del automóvil (Bosch, Dräxlmaier, Continental, Benteler), de plasturgia y electrónica surgían como setas. Porque desde Varsovia hasta Budapest, los salarios medios representaban una décima parte de los que se pagaban en Berlín en 1990, y un cuarto 2010. No obstante, los trabajadores se beneficiaron del sólido sistema de formación profesional y técnica vigente en el este. Mucho más cualificados que sus homólogos asiáticos, además se hallan más cerca: si un contenedor que sale de Shanghái tarda cuatro semanas en llegar a Rotterdam, bastan cinco horas para que un camión de gran tonelaje, cargado de piezas mecanizadas en los talleres de Mladá Boleslav, en el nordeste de Praga, empiece a descargarlas en la sede de Volkswagen en Wolfsburgo.
Así, al comienzo del nuevo milenio, Alemania pasó a ser el primer socio comercial de Polonia, la República Checa, Eslovaquia y Hungría. Estos países representan para Berlín un hinterland de 64 millones de habitantes, convertido en plataforma de producción deslocalizada. Claro que las empresas italianas, francesas y británicas también se aprovechan de este comercio asimétrico, aunque a menor escala. Los Audi y Mercedes tal vez no serían tan habituales en las avenidas de Nueva York y Pekín si su precio no incluyera los bajos salarios de la mano de obra polaca y húngara.
Cuando en 2004 se produjo la ampliación de la UE a los países centroeuropeos, promovida infatigablemente por Alemania, la anexión de la región al espacio industrial renano ya estaba muy avanzada. Se reforzó todavía más a partir de 2009, cuando la industria automovilística alemana intensificó sus deslocalizaciones a los países del Grupo de Visegrado con el fin de restablecer sus beneficios erosionados por la crisis financiera. “Es una paradoja de la historia”, señala el investigador Vladimir Handl, “que haya sido precisamente la integración europea –un proyecto encaminado a domar al gigante económico alemán de la posguerra fría– la que haya llevado a Alemania a desempeñar el papel de hegemon.” 5/
La sombra que proyecta su potencia sobre el mapa del continente dibuja un Sacro Imperio industrial en el que el centro compra el trabajo más o menos cualificado de sus provincias. En el noroeste, los Países Bajos (principal plataforma logística de la industria renana), Bélgica y Dinamarca tienen en su gran vecina a su principal socia comercial, si bien sus industrias de alto valor añadido y sus Estados desarrollados les garantizan una autonomía relativa. Del mismo modo que Austria, en el sur, que también está integrada en las cadenas productivas y los intereses alemanes, aunque posea sus propios buques insignia, especialmente en los servicios y los seguros. Pero en el este, en situación subalterna, por no decir colonial, las industrias polaca, checa, eslovaca, húngara, rumana e incluso búlgara dependen de su primer y principal cliente: Berlín.
Sin esta China a su puerta, los industriales y dirigentes alemanes habrían tenido enormes dificultades para someter a la clase trabajadora al yugo de las leyes Hartz. Puesto que se acepta más fácilmente ser sustituido en su puesto por el checo vecino que por un lejano vietnamita, las deslocalizaciones cercanas tienen un poderoso efecto disciplinario, descrito por un equipo de economistas nada sospechosos de izquierdismo: “Las nuevas posibilidades de deslocalizar la producción al extranjero sin perder la proximidad modificaron la relación de fuerzas entre trabajadores y patronos alemanes. Sindicatos y/o comités de empresa se vieron obligados a aceptar derogaciones de los convenios sectoriales, lo que a menudo comportó una reducción de los salarios de los trabajadores.” Los representantes de estos últimos “tomaron conciencia de que tenían que hacer concesiones”. 6/ Resultado: la oposición a las leyes de flexibilización del empleo fue inconsistente. Y los salarios cayeron en picado. El director del Instituto Alemán de Investigación Económica, Marcel Fratzscher, constató en 2017 que “para las personas de baja cualificación, la tarifa por hora pasó de 12 a 9 euros desde finales de la década de 1990” (Financial Times, 12 de junio de 2017).
Una hegemonía contestada
Desde todos los puntos de vista, la creación de un patio trasero económico fue un buen negocio para los industriales alemanes. No en vano, una parte significativa de los fondos europeos destinados a los nuevos países miembros fue a parar, como por arte de magia, a Berlín. “Alemania ha sido de lejos la mayor beneficiaria de las inversiones realizadas en los países del Grupo de Visegrado al amparo de la política de cohesión de la UE”, explica el economista polaco Konrad Popławski. “Estos fondos dieron lugar a exportaciones suplementarias a estos países por importe de 30.000 millones de euros en el periodo 2004-2015. El beneficio no solo fue directo –los contratos firmados–, sino también indirecto: una parte importante de los fondos se dedicó a las infraestructuras, lo que facilitó el transporte de mercancías entre Alemania y Europa Central y Oriental. Un factor decisivo para las empresas automovilísticas alemanas, que necesitaban buenas redes de transporte con el fin de construir instalaciones modernas en los países vecinos orientales.” 7/
Para los países del Grupo de Visegrado, el balance es más ambivalente. Por un lado, las inversiones alemanas han renovado la base industrial, comportado una transferencia masiva de tecnología, aumentado la productividad y las remuneraciones y creado numerosos empleos inducidos, algunos de ellos cualificados, hasta el punto de alarmar a la patronal, que ahora teme una penuria de mano de obra. Sin embargo, todo ello condena a la región a una economía de subcontrata y subordinación: la base industrial pertenece al capital europeo occidental, especialmente el alemán.
Esta alienación se puso de manifiesto a finales de junio de 2017, cuando estalló una huelga, por primera vez desde 1992, en la gigantesca fábrica de Volkswagen en Bratislava. 8/ El gobierno eslovaco apoyó la reivindicación de un aumento salarial del 16 %. “¿Por qué una empresa que fabrica uno de las coches más lujosos y de la máxima calidad, con una elevada productividad del trabajo, ha de pagar a sus trabajadores eslovacos la mitad o un tercio del importe que paga a los mismos trabajadores en Europa Occidental?, se preguntó el primer ministro, Robert Fico, un socialdemócrata que gobierna en coalición con nacionalistas. 9/ Un mes antes, su homólogo checo, Bohuslav Sobotka, puso en guardia a los inversores extranjeros con casi las mismas palabras. 10/
Deshacerse del papel de taller de montaje, desarrollar producciones soberanas con destino al gran mercado continental: esta es la vertiente económica del contraproyecto europeo, autoritario y conservador, desarrollado por los dirigentes del Grupo de Visegrado. 11/ En su defecto, por mucho que los salarios locales aumentaran sustancialmente, esta prosperidad relativa no podría más que favorecer la compra… de coches alemanes.
Notas:
1/ Stephen Gross, “The German economy and East-Central Europe”, German Politics and Society, vol. 31, n.º 108, Nueva York, otoño de 2013.
2/ Cf. el dosier coordinado por Wladimir Andreff, “Union européenne: sous-traiter en Europe de l’Est, Revue d’études comparatives Est-Ouest, vol. 32, n.º 2, París, 2001.
3/ Julie Pellegrin, “German production networks in Central/Eastern Europe: between dependency and globalisation” (PDF), Wissenschaftszentrum Berlin für Sozialforschung, 1999, de donde se han sacado las cifras de este apartado.
4/ Fabienne Boudier-Bensebaa y Horst Brezinski, “La sous-traitance de façonnage entre l’Allemagne et les pays est-européens”, Revue d’études comparatives Est-Ouest, op. cit.
5/ Vladimir Handl, The Visegrád Four and German hegemony in the euro zone (PDF), http://visegradexperts.eu , 2015.
6/ Christian Dustmann, Bernd Fitzenberger, Uta Schönberg y Alexandra Spitz-Oener, “From sick man of Europe to economic superstar: Germany’s resurgent economy” (PDF), Journal of Economic Perspectives, vol. 28, n.º 1, Nashville (Tennessee), invierno de 2014.
7/ Konrad Popławski, “The role of Central Europe in the German economy. The political consequences” (PDF), Centre d’études orientales, Varsovia, junio de 2016.
8/ Cf. Philippe Descamps, “Victoire ouvrière chez Volkswagen”, Le Monde diplomatique, septiembre de 2017.
9/ Citado por Financial Times, Londres, 27/06/2017.
10/ Ladka Mortkowitz Bauerova, “Czech leader vows more pressure on foreign investors over wages”, Bloomberg, Nueva York, 18/04/2017.
11/ Cf. “De Varsovie à Washington, un Mai 68 à l’envers”, Le Monde diplomatique, enero de 2018
Texto original en francés
Traducción: viento sur
Fuente: http://vientosur.info/spip.php?article14061

miércoles, 8 de agosto de 2018

La manipulación de Cambridge Analytica .

¿Qué hizo Cambridge Analytica para dañar a Cristina Fernández?



Un informe del Parlamento inglés describe la manipulación científica de las emociones a través de las redes sociales. M áquinas, robots y fórmulas matemáticas secretas influyen en la mente y las opiniones políticas de millones de ciudadanos.
Los diarios de todo el mundo se ha hecho eco de una investigación de la Cámara de los Comunes del Reino Unido sobre la industria de las noticias falsas. En un apartado se menciona una campaña realizada por SCL -Strategic Communication Laboratories, que agrupa entre otras empresas a Cambridge Analytica- contra la expresidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner.
La campaña fue desplegada en los meses previos a elecciones del 2015, que tuvieron como ganador al actual mandatario Mauricio Macri. Con la participación de oficiales retirados de agencias de inteligencia de Israel, EE.UU., Reino Unido, España y Rusia se desarrollaron tácticas de desprestigio, mediante la actividad de cuentas falsas de Facebook y Twitter.
Lo que no se revela es qué hizo exactamente Cambridge Analytica en su campaña anti-kircher para dañar la reputación de Cristina Fernández, y por añadidura, del candidato presidencial de su partido, Daniel Scioli. Los detalles específicos, son por el momento, un misterio. Pero hay mucha información sobre la estrategia general de la empresa en distintos escenarios.
Para quién trabaja SCL
El informe titulado “Desinformación y noticias falsas”, de 89 páginas, resume las conclusiones de una investigación sobre el modus operandi de 30 organizaciones, entre ellas Facebook y Cambridge Analytica, a partir de documentos públicos, material periodístico y comparecencias de sus directivos ante los parlamentarios británicos. Se analizó de qué manera el poder de las noticias falsas difundidas a través de redes sociales se utilizó para influir en las votaciones de distintos países -entre ellos, Argentina, Nigeria, Trinidad y Tobago, el referéndum del Brexit y el de la independencia de Cataluña.
Los parlamentarios dedican un capítulo a analizar el rol de fuentes rusas como influencia en campañas políticas, aunque no revelan vínculos con SCL. Luego expresan su preocupación al comprobar que el Grupo SCL llevó a cabo operaciones en distintos escenarios, por cuenta de los Gobierno británicos, de EE.UU. y otros estados aliados. Los personeros de las empresas confiesan que trabajan en el ámbito de la defensa y seguridad de los estados, y se escudan en acuerdos de confidencialidad con sus clientes para dar más detalles. Aunque admiten que, a escala planetaria, pueden estar jugando en varios tableros al mismo tiempo.
¿Qué poder especial pueden tener las redes para influir tan poderosamente en las mentes de los ciudadanos?
Publicidad de masas vs marketing de segmentación
La tradicional publicidad de masas, que empinó a marcas como Coca Cola o Ford, utilizaban mensajes genéricos destinados a un público indiferenciado: por la radio, la TV o los periódicos, millones de personas recibían el mismo mensaje. Utilizaban mensajes subliminales y otras técnicas de alto impacto emocional en las personas. Pero aquello era apenas la infancia de la manipulación masiva.
El moderno marketing y los estudios de mercado perfeccionaron estas técnicas, con el estudio del público y su segmentación en diferentes tipos de audiencia, que permitieron la elaboración de mensajes especialmente diseñados para cada tipo de personalidad. Entender los hábitos de consumo de los clientes le permitió a las marcas optimizar recursos, mejorar los anuncios y descubrir nuevos espacios de contacto con su audiencia.
Las redes sociales fueron un gran salto adelante para estas tecnologías. Incrementaron extraordinariamente el conocimiento íntimo de las personas, y por lo tanto, el poder de manipularlos a través de una sofisticada maquinaria. Algoritmos detrás de escena, cruce de datos y perfiles están siendo usados de nuevas maneras para apuntar a la gente con información especialmente diseñada”, dice en un pasaje del informe Elizabeth Denham.
Toda esta información es recogida a través de las redes. P ermite la fabricación personalizada de ciertos mensajes con fines de persuadir a las personas según sus motivaciones e intereses personales, incluso cuando “no son consciente de ellos”.
La manipulación científica de las emociones
Las redes sociales y motores de búsqueda usan algoritmos o secuencias de instrucciones para personalizar noticias y otros contenidos para los usuarios. Los algoritmos seleccionan contenido basado en factores como la actividad en línea pasada del usuario, las conexiones sociales y su ubicación. Por lo tanto, Facebook tiende a mostrar contenidos y anuncios relacionados con sus preferencias y prejuicios, reforzándolos. Sus robots nos estudian y nos conocen mejor que nosotros mismos. Pueden hallar “puertas traseras” para manipular nuestras emociones en un nivel no consciente. El uso del análisis de datos, basado en el perfil psicológico de la audiencia, fue el corazón del trabajo de Cambridge Analytica, "presentando un acto respaldado por una emoción", como describió Alexander Nix, CEO de la empresa, en una comparencia ante la Cámara de los Comunes. Con el fin de hacer coincidir el tipo correcto de mensaje para los votantes, Cambridge Analytica usa información personal sobre ellos. Así se diseña, a la medida de los gustos, miedos y prejuicios de cada persona, un bombardeo de puntos de vista hiperpartidistas para descalificar a ciertos candidatos. Vale decir, por ejemplo, que para dañar a una autoridad política entre una “audiencia target” cuyos intereses se orienten hacia la preservación de los ecosistemas, será persuasivo un aluvión de mensajes que denuncien corrupción escandalosa en la Secretaría de Medio Ambiente.
No es necesario que la corrupción escandalosa sea real. En esta sofisticada campaña intervienen las noticias falsas, que ganan verosimilitud con las granjas de “trolls” que comentan o discuten sobre el tema, y su replicación por diferentes canales. El resto lo hace la contribución de cada usuario, ya sea dentro de las redes o en su vida social.
Hace falta pensar en la convergencia de esta estrategia con otros discursos mediáticos. En el caso de la ex presidenta argentina Cristina Fernández, es fácil deducir que, en el marco de una campaña abrumadora de acusaciones de corrupción por parte los medios hegemónicos, la distribución masiva de mensajes a través de las redes que acentuaran este aspecto -”se robaron todo”, “el gobierno más ladrón de la historia”, etc- terminó de fabricar una burbuja perceptiva que alteró los planes de votación de millones de personas .
Niebla de la razón colectiva
El poder en la formación de opinión es enorme, y los daños para las víctimas son irreparables. No hace falta que las “denuncias” se comprueben. Según reflexiona el informe británico, la misión de las campañas de desprestigio alcanza su meta con solo “sembrar la duda en la mente de todos”. Este tipo de campaña sucia no es punible actualmente. El Parlamento británico reconoce que el origen de las noticias falsas, memes y mensajes calumniosos no se puede rastrear. Para colmo, en su difusión intervienen millones de usuarios que en general no son conscientes de la falsedad de ciertos contenidos. “ Temas muy importantes e influyentes que nos afectan... se están planteando, directa o indirectamente, en estos espacios tecnológicos. El comportamiento de las personas se está modificando y cambiando como resultado de las compañías de medios sociales. Actualmente, no hay señales de que esto vaya a detenerse”, advierte el informe inglés. La información sobre los algoritmos que dictan lo que ven los usuarios no está disponible públicamente. Éstos pueden tener sesgos inherentes, como los relacionados con el género y la raza, la pertenencia política o valores más profundos. Estos sesgos son luego replicados, extendidos y reinventados. Esta niebla de la razón colectiva sigue profundizándose. Urge un replanteo del paradigma, para rehumanizar la comunicación entre las personas y detener la programación mental masiva por máquinas, robots y fórmulas matemáticas secretas.

Fuente: “Disinformation and ‘fake news’: Interim Report”. House of Commons. Digital, Culture, Media and Sport Committee. 29 Julio de 2018. Disponible en: https://publications.parliament.uk/pa/cm201719/cmselect/cmcumeds/363/363.pdf

lunes, 6 de agosto de 2018

La OTAN y Libia.

Cómo la OTAN reventó Libia para saquearla luego a placer

Por Daniel Bellaco / Digital Sevilla
Era el país más rico de África y promovía una Unión Africana. Obama y Clinton decidieron destruirla matando a miles de personas y creando un estado esclavista

El 19 de marzo de 2011, hace más de 7 años, EEUU comenzaba una nueva guerra, esta vez contra Libia. La administración de Obama lanzaba su tormenta de fuego sobre el país más rico de África, laico y que lideraba la creación de muchas instituciones africanas para hacer frente a la neocolonización occidental.
Los belicistas Barack Obama y Hillary Clinton recurrieron al AfriCom y luego a la OTAN para destruir al completo Libia y quedarse con sus ricos recursos en petróleo y gas.
En 7 meses hubo 10.000 misiones aéreas de ataque lanzando decenas de miles de bombas y misiles, las empresas de armas de EEUU volvían a crecer en bolsa.
Francia y el Reino Unido, los de siempre, apoyaron esta nueva guerra con el apoyo de bases aéreas y aviones de toda la OTAN, en especial de Italia y España.
Había que destruir y matar, y para ello, se financió a grupos hostiles islamistas y a diferentes tribus para convertir, el estado laico con mayores reservas de petróleo de África, en un yermo a merced de los islamistas, los esclavistas y las ricas compañías petroleras occidentales.
Qatar hizo su parte y mandó sus fuerzas especiales. Libia con “altos niveles de crecimiento económico y elevados indicadores de desarrollo humano” según el Banco Mundial en 2010 había sido destruida.
Antes, dos millones de migrantes trabajaban en Libia y el país laico promovía la Unión Africana, el Fondo Monetario Africano, el Banco Central Africana y el Banco Africano de Inversión.
EEUU y Francia, como demuestran los correos destapados de Hillary Clinton, bloquearon el proyecto de Gadhafi de crear una moneda africana alternativa al dólar y al franco CFA, que Francia impone a sus ex colonias.
Una vez asesinado Gadhafi se quedaron con las mayores reservas de petróleo de África y de gas natural, así como un inmenso manto de agua oculta bajo el desierto que Libia posee.
A su vez el Estado libio tenía 150.000 millones de dólares invertidos en el exterior. De los 16.000 millones de euros bloqueados en Bélgica en la Euroclear Bank, han desaparecido curiosamente 10.000 millones sin que haya habido ninguna autorización para su retirada, y este proceso se está repitiendo en bancos estadounidenses y europeos.
Libia ingresaba 47.000 millones en 2012 por la exportación de petróleo y gas. En 2017 esta cifra ha caído a 14.000 millones que se reparten las empresas multinacionales y las distintas facciones que dominan el país.
Gracias a la OTAN los libios son pobres, sin servicios esenciales, sin seguridad ni justicia y en sus cárceles se tortura a los fieles de Gadhafi.
A su vez, se ha instaurado un rico comercio de esclavos que manda miles de personas a morir al Mediterráneo.
En Tawerga, las milicias islamistas de Misurata, que asesinaron a Gadhafi, y que están respaldadas por la OTAN, emprendieron una campaña de purificación étnica, torturando, violando y matando.
Los aterrorizados 40.000 sobrevivientes huyeron de esa ciudad libia. La izquierda europea, que hace 7 años clamaba por una guerra en Libia en nombre de una supuesta agresión a los Derechos Humanos, se ha quedado muda. ¿Qué pasa? ¿A quién temen?
Los proyectos de Gadhafi de Unión entre árabes y negros en África se han ido al traste. El capital gana y saquea, los medios mienten y todos contentos. Curiosamente, el mismo año de la guerra en Libia comenzaba la guerra en Siria, la otra gran matanza, con la OTAN metida hasta las narices en ella, sobre todo los de siempre, EEUU, Reino Unido y Francia.
Las consecuencias de ambas guerras se traducen en centenares de miles de muertos, heridos, desaparecidos, desplazados, refugiados y ahogados en el Mediterráneo, pero al parecer no hay dinero para aplacar todo esto. ¿Qué curioso no?