lunes, 13 de noviembre de 2017

Blade Runner 2049.- Androides hologramas:

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Blade Runner 2049 de Denis Villeneuve

Blade Runner' en las tripas posthumanistas

  Slavoj Zizek
 
Para Žižek, la película expresa el pasaje del capitalismo “humano” a otro incipiente: el (aún más terrible) capitalismo posthumano

¿Cómo se relacionan el capitalismo y la perspectiva de una post-humanidad? Habitualmente se plantea que el capitalismo es (más) histórico y nuestra humanidad, que incluye la diferencia sexual, más básico, hasta ahistórico. Sin embargo, lo que presenciamos hoy es nada menos que un ensayo de integrar el pasaje a la posthumanidad al capitalismo: de esto tratan los esfuerzos de los nuevos gurús multimillonarios como Elon Musk. Su predicción de que el capitalismo “tal como lo conocemos” está llegando a su fin se refiere al capitalismo “humano” y el pasaje del que hablan es el pasaje de lo “humano” al capitalismo posthumano. Blade Runner 2049 aborda este tema; la historia tiene lugar en 2049, cuando los replicantes (humanos creados por bioingeniería) se han integrado a la sociedad como sirvientes y esclavos. K, un modelo de replicante más nuevo, creado para obedecer, funciona como un “blade runner” para el Departamento de Policía de Los Angeles, cazando y “retirando” a los replicantes facciosos de un modelo más antiguo. Su vida familiar transcurre con su novia holográfica Joi, producto de inteligencia artificial de Wallace Corporation. La investigación de K sobre un creciente movimiento libertario de los replicantes lo lleva a una granja, donde encuentra los restos de una replicante que murió en una cesárea de emergencia. A K esto le resulta inquietante dado que se creía que el embarazo era imposible en los replicantes.
¿Por qué entonces el hecho de que dos replicantes (Deckard y Rachael del primer Blade Runner) formaran una pareja sexual y crearan un ser humano al modo humano se experimenta como un acontecimiento tan traumático, festejado por algunos como un milagro y castigado por otros como una amenaza? ¿Tiene que ver con reproducción o con el sexo, es decir con la sexualidad en su forma humana específica? La imagen de la sexualidad en la película sigue siendo la habitual: el acto sexual se muestra desde la perspectiva masculina, de manera que la mujer androide de carne y hueso queda reducida al soporte material de la mujer holograma de fantasía Joi creada para servir al hombre. La película sólo extrapola la tendencia, que ya está en auge, de más y más muñecas de silicona perfectas… o, como dijo Bryan Appleyard: “El amor unidireccional podría ser el único romance del futuro”. La razón del poder que tiene esta tendencia es que en realidad no trae nada nuevo: sólo actualiza el procedimiento masculino típico de reducir a la compañera real a un soporte de su fantasía. La película tampoco explora la diferencia (potencialmente antagónica) en el seno de los androides entre los androides de “carne de verdad” y los androides cuyo cuerpo es sólo una proyección holográfica en 3-D: en la escena de sexo, ¿cómo se relaciona la mujer androide de carne y hueso con el estar reducida a ser soporte material de la fantasía masculina? ¿Por qué no se resiste y la sabotea?
La película ofrece todo un arsenal de modos de explotación, que incluyen a un emprendedor semiilegal que usa el trabajo infantil (cientos de huérfanos humanos) para buscar viejas máquinas digitales. Desde el punto de vista marxista tradicional, aquí surgen preguntas extrañas: si los androides fabricados funcionan, ¿la explotación opera aquí también?, ¿su trabajo produce valor que excede su propio valor como materia prima de modo que sus dueños pueden apropiarse de él como plusvalía? Uno debería señalar que la idea de aumentar las capacidades humanas para crear trabajadores o soldados posthumanos perfectos tiene una larga historia en el siglo XX. A fines de la década de 1920, nada menos que Stalin durante algún tiempo apoyó financieramente el proyecto del “simio humano” propuesto por el biólogo Ilya Ivanov (seguidor de Bogdanov, blanco de las críticas de Lenin en Materialismo y empiriocriticismo): la idea era que, por medio de la copulación entre humanos y orangutanes, se crearía el trabajador y el soldado perfectos insensibles al dolor, el cansancio y la mala comida. (Con su racismo y sexismo espontáneos, Ivanov, naturalmente, trató de unir a los machos humanos con hembras de simios. Además, los seres humanos que usó eran negros de Congo dado que se suponía que estaban genéticamente más cerca de los simios. El Estado soviético financió una costosa expedición a Congo). Cuando sus experimentos fracasaron, Ivanov fue liquidado. Por otra parte, los nazis también usaban regularmente drogas para aumentar la capacidad de sus soldados de elite y el Ejército estadounidense ahora está experimentando con cambios genéticos y drogas para hacer que los soldados sean súper resistentes (ya tiene pilotos listos para volar y combatir durante 72 horas, etc.).



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 Rutger Hauer Blade Runner 1982  como replicante  que se humaniza .





Llegan los zombis
En el campo de la ficción, uno debería incluir a los zombis en esta lista. Las películas de terror registran las diferencias de clase bajo la forma de la diferencia entre los vampiros y los zombis: los vampiros tienen buenos modales y son exquisitos y aristocráticos, viven entre las personas normales, mientras que los zombis son torpes, inertes, sucios y atacan desde el exterior, como una rebelión primitiva de los excluidos. La ecuación entre los zombis y la clase trabajadora se hizo de manera directa en White Zombie (1931, Victor Halperin), el primer largometraje sobre zombis anterior al código de censura de Hays. En ese film no hay vampiros pero, significativamente, el principal villano que controla a los zombis está interpretado por Bela Lugosi, que se hizo famoso un año después como Drácula. White Zombie tiene lugar en una plantación en Haití, donde se desarrolló la más famosa rebelión de esclavos. Lugosi recibe a otro dueño de plantaciones y le muestra su fábrica de azúcar donde los trabajadores son zombis que, como rápidamente explica Lugosi, no se quejan de trabajar durante largas horas, no reclaman tener un sindicato, nunca hacen huelga y sólo trabajan y trabajan… Una película como esa fue posible sólo antes de la imposición del Código Hays.
Invirtiendo la fórmula tradicional en la que el héroe, que vive como un tipo común (y piensa que lo es), descubre que es una figura excepcional con una misión especial, aquí K piensa que es la figura especial que todos buscan (el hijo de Deckard y Rachael) pero gradualmente se da cuenta de que es sólo un replicante común obsesionado con una ilusión de grandeza y por eso acaba sacrificándose por Stelline, la verdadera figura excepcional que todos buscan.
La enigmática figura de Stelline es crucial aquí: ella es la hija “verdadera” (humana) de Deckard y Rachael (el resultado de su cópula), lo que significa que es la hija humana de unos replicantes, que invierte el proceso de los replicantes fabricados por los seres humanos. Al vivir en su mundo aislado (imposibilitada de sobrevivir en un espacio abierto lleno de plantas reales y vida animal), condenada a la suprema esterilidad (vestido blanco en una habitación vacía de paredes blancas), su contacto con la vida limitado al universo virtual generado por máquinas digitales, Stelline está en la situación ideal como creadora de sueños (trabaja como contratista independiente, programando recuerdos falsos que se implantarán en los replicantes). Como tal, Stelline ejemplifica la ausencia (o, más bien, la imposibilidad) de la relación sexual, que ella reemplaza con el rico tapiz fantasmático. No es de sorprender que la pareja que se crea al final de la película no sea la pareja sexual tradicional sino la pareja asexual de padre e hija. Es por eso que las últimas tomas de la película resultan tan familiares y tan extrañas al mismo tiempo: K se sacrifica con un gesto como el de Cristo sobre la nieve para crear a la pareja… de padre e hija.
¿Hay poder de redención en este reencuentro? ¿O deberíamos interpretar la fascinación por este reencuentro contra el telón de fondo del sintomático silencio del film sobre los antagonismos sociales entre los seres humanos en la sociedad que representa: dónde se ubican las “clases bajas” humanas? Sin embargo, la película sí muestra muy bien el antagonismo que atraviesa a la elite dirigente en nuestro capitalismo global: el antagonismo entre el Estado y sus aparatos (personificados por Joshi) y las grandes corporaciones (personificadas por Wallace) que buscan el progreso hasta su autodestructivo fin. Aunque Wallace es un ser humano real, ya actúa como inhumano, un androide cegado por un deseo excesivo, mientras que Joshi representa el apartheid, la estricta separación entre humanos y replicantes: su punto de vista es que, si no se sostiene esa separación, habrá guerra y desintegración.
Una mirada marxista
¿No deberíamos entonces complementar, con respecto a Blade Runner 2049, la famosa descripción del Manifiesto comunista, agregando que también “la unidireccionalidad y la intolerancia sexuales se vuelven cada vez más imposibles”, que también en el campo de las prácticas sexuales “todo lo que es sólido se desvanece en el aire, todo lo que es sagrado es profanado”, de modo que el capitalismo tiende a reemplazar la heterosexualidad normativa tradicional por una proliferación de identidades y/u orientaciones inestables y cambiantes? La celebración actual de las “minorías” y los “marginales” ES la posición mayoritaria predominante –hasta los derechistas alternativos que se quejan del terrorismo de la Corrección Política liberal se presentan como protectores de una minoría en peligro–. O fíjense en los detractores del patriarcado que lo atacan como si todavía fuera una posición hegemónica, haciendo caso omiso de lo que escribieron Marx y Engels hace más de 150 años, en el primer capítulo del Manifiesto comunista: “Dondequiera que la burguesía ha logrado la supremacía, ha puesto fin a las relaciones idílicas feudales y patriarcales”. Para no hablar de la perspectiva de nuevas formas de una posthumanidad androide (genética o bioquímicamente manipulada) que hará añicos la separación misma entre lo humano y lo inhumano.
¿Por qué entonces la nueva generación de replicantes no se rebela? Los viejos replicantes se rebelaron porque creían que sus recuerdos eran reales y así pudieron experimentar el distanciamiento de reconocer que no lo eran. Los nuevos replicantes saben desde un principio que sus recuerdos son falsos y por eso nunca se engañan… y de este modo están más esclavizados a la ideología que con la simple ignorancia de su funcionamiento. La nueva generación de replicantes está privada de la ilusión de tener recuerdos auténticos, de todo contenido sustancial de su ser y, por lo tanto, está reducida al vacío de subjetividad, es decir al status proletario puro de substanzlose Subjektivitaet. ¿El hecho de que no se rebelen significa entonces que la rebelión debe ser sostenida por algún contenido sustancial mínimo amenazado por el poder opresivo?
K monta un accidente falso para hacer que Deckard desaparezca no sólo de la vista del Estado y el capital (Wallace) sino también de la vista de los rebeldes replicantes (que son dirigidos por una mujer, Freysa, nombre que obviamente es un eco de libertad, Freiheit, en alemán). Si bien uno puede justificar su decisión por el hecho de que Freysa también quiere que Deckard muera (para que Wallace no pueda descubrir el secreto de la reproducción replicante) –tanto el aparato del Estado (encarnado por Joshi) como los revolucionarios (encarnados por Freysa) quieren a Deckard muerte–, la decisión de K de todos modos da a la historia un giro conservador-humanista: trata de dejar el dominio de la familia fuera del conflicto social clave al presentar a ambas partes como igualmente brutales. Este no tomar partido delata la falsedad de la película: es demasiado humanista, en el sentido de que todo circula en torno de los seres humanos y los que quieren ser (tomados como) humanos o aquellos que no saben que no son humanos. (¿Acaso no es resultado de la biogenética que nosotros –seres humanos “comunes”– en la práctica seamos eso, humanos que no saben que son humanos, es decir, máquinas neuronales con conciencia de sí?)
Imagen relacionada
Metrópolis, de Fritz Lang  de  indudable influencia en  la pelicula de 1982

El mensaje humanista implícito de la película es el de la tolerancia liberal: deberíamos dar a los androides con sentimientos humanos (amor, etc.) derechos humanos, amenazarlos como seres humanos, incorporarlos a nuestro universo… ¿pero con su llegada nuestro universo seguirá siendo nuestro, seguirá siendo el mismo universo humano? Lo que está ausente es toda consideración del cambio que significará la llegada de androides con conciencia para el status de los seres humanos mismos: los humanos ya no seremos humanos en el sentido habitual, surgirá algo nuevo y ¿cómo se lo definirá? (Además, con respecto a la distinción entre androides con cuerpo real y androides hologramas: ¿hasta dónde debería extenderse nuestro reconocimiento? ¿Los replicantes hologramas con sentimientos y conciencia (como Joi, que fue creada para servir y satisfacer a K) deberían ser reconocidos como entidades que actúan como humanos? Deberíamos tener presente que Joi, ontológicamente un simple replicante holograma sin cuerpo real propio, comete en la película el acto radical de sacrificarse por K, acto para el cual no estaba programado (o programada).
El evitar esto Nuevo sólo deja la opción de un sentimiento nostálgico de amenaza (la esfera “privada” amenazada de la reproducción sexual), y esta falsedad está inscripta en la forma (visual y narrativa) misma de la película en la cual vuelve lo reprimido de su contenido: no en el sentido de que la forma es más progresista sino en el sentido de que la forma sirve para confundir el potencial anticapitalista progresista de la historia. El ritmo lento con imágenes estetizadas expresa directamente la postura social de no tomar partido, de una deriva pasiva.Resultado de imagen de blade runner 1982 Rutger Hauer Blade Runner 1982  como replicante  que se humaniza .

Cuando se debate la pregunta de “¿los androides han de ser tratados como humanos?”, el foco suele estar en la conciencia: ¿tienen vida interior? (Aun cuando sus recuerdos estén programados e implantados, de todos modos pueden experimentarlos como auténticos). No obstante, quizá deberíamos cambiar el foco de la conciencia al inconsciente: ¿tienen un inconsciente en el sentido freudiano? El inconsciente no es una dimensión irracional más profunda sino lo que Lacan habría llamado la “otra escena” virtual que acompaña el contenido consciente del sujeto. Tomemos un ejemplo quizá inesperado. Recuerden el famoso chiste de Nintotchka de Lubitsch: “‘¡Mozo! ¡Una taza de café sin crema, por favor!’. ‘Lo siento, señor, no tenemos crema, sólo leche’. ‘¿Puede ser entonces un café sin leche?’”.
En el nivel fáctico, el café sigue siendo el mismo, pero lo que podemos cambiar es hacer que el café sin crema sea café sin leche… o, más simplemente aún, agregar la negación implícita y convertir el café solo en café sin leche. La diferencia entre “café solo” y “café sin leche” es puramente virtual, no hay diferencia en la taza de café real y exactamente lo mismo vale para el inconsciente freudiano: su estatus es también puramente virtual, no es una realidad psíquica “más profunda”. En suma, el inconsciente es como la “leche” en el “café sin leche”. Y ese es el problema: ¿El gran Otro digital que nos conoce más de lo que nos conocemos nosotros puede también discernir la diferencia entre el “café solo” y el “café sin leche”? ¿O la esfera contrafáctica está fuera del ámbito del gran Otro digital que se limita a los hechos de nuestro cerebro y los entornos sociales de los que no somos conscientes? La diferencia de la que aquí nos ocupamos es la diferencia entre los hechos “inconscientes” (neuronales, sociales…) que nos determinan y el “inconsciente” freudiano cuyo estatus es puramente contrafáctico. Este campo de lo contrafáctico sólo puede ser operativo si está presente la subjetividad: para registrar la diferencia entre el “café solo” y el “café sin leche”, un sujeto tiene que ser operativo. Y, volviendo a Blade Runner 2049, ¿los replicantes pueden registrar la diferencia?
Traducción: Elisa Carnelli



 Nota del blog  .- 1

Según el sociólogo David Lyon:
El escenario de Blade Runner 1982 es de decadencia urbana: edificios abandonados que fueron majestuosos en el pasado [interpretados por los teóricos postmodernos como símbolos de la modernidad caída], calles abarrotadas y cosmopolitas, interminables mercados callejeros, basura sin recoger y una llovizna gris constante. [...] Sin duda, el progreso está en ruinas. [...] Columnas griegas y romanas, dragones chinos y pirámides egipcias se mezclan con gigantescos anuncios de neón de Coca-Cola y Pan Am. [...] La imagen dominante es de decadencia, desintegración y caótica mezcla de estilos. ¿Qué hace postmoderno a Blade Runner? [...] Para empezar, se cuestiona la «realidad» misma. Los replicantes quieren ser personas reales, pero la prueba de la realidad es una imagen fotográfica, una identidad construida. Ésta es una forma de ver la postmodernidad: un debate sobre la realidad. El mundo de sólidos datos científicos y una historia con finalidad que nos legó la Ilustración europea, ¿es meramente un anhelo?  
 https://es.wikipedia.org/wiki/Blade_Runner

 Nota  del blog  .- 2
lavoj Žižek ( Liubliana, 21 de marzo de 1949) es un filósofo, sociólogo, psicoanalista y crítico cultural esloveno. Su obra integra el pensamiento de Jacques Lacan con el materialismo dialéctico marxista y en ella destaca una tendencia a ejemplificar la teoría con la cultura popular. Entre lo real , lo simbólico y lo  imaginado . Con una inmensa obra .

Nota .- 3 ...Plano inferior .......

 Blade Runner Ridley Scott,   1982 basada parcialmente en la novela de Philip K. Dick ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (1968) abajo Harrison Ford, Deckard ¿ el humano  que los " retira" ?. Una androide replicante ,disfrazada de maniqui para ocultarse , con velo de novia ,.en primera fila .Resultado de imagen de blade runner

Los 'Diarios' de Virginia Woolf en su integridad


Virginia Woolf, la vida es un soplo en una llama

JUAN ÁNGEL JURISTO | 

    «A lo largo de algunos años se publicarán los cinco tomos de los ‘Diarios’ de Virginia Woolf y ahora, a finales de este mes, saldrá el primero de ellos»

    «Los ‘Diarios’ son prácticamente la única obra que Virginia Woolf quiso salvar de su casa londinense antes de que la destruyera los bombarderos alemanes en 1940»

    «La mente de Virginia Woolf, depresiva, bipolar que se dice ahora con especial falta de rigor, veía la vida y sobre todo el Tiempo como una secuencia llena de atmósferas»



Virginia Woolf
La escritora Virginia Woolf cuando tenía 20 años. / Wikipedia

Salvo el caso de Flush, que se publicó en Destino en la década de los cincuenta y Una habitación propia que publicó Seix Barral en 1967, la obra de Virginia Woolf se editó entre nosotros sólo tras la muerte de Franco, y no es descabellado suponer que las entonces incipientes plataformas feministas tuvieron mucho que ver con la rápida traducción y edición, por parte de Lumen (ay, Esther Tusquets, cómo se te echa de menos) de las obras de una de las grandes escritoras del siglo XX. Pero había una laguna que sólo ahora parece rellenarse, una ausencia casi imperdonable habida cuenta de que muchas de las obras de la autora británica se han reeditado de manera constante en estos treinta años, aprovechando el tirón mediático, como la reedición de La señora Dalloway cuando se estrenó el film Las horas, que dirigió en 2002 Stephen Daldry con música de Philip Glass e interpretada por Nicole Kidman, Meryl Streep y Julianne Moore y las sucesivas tiradas de Una habitación propia y Tres guineas, ensayos donde Virginia Woolf expone su ideario de la libertad femenina, incluída una ingenua posición ante la guerra con la esperanza de que fueran las mujeres las que acabaran con la lacra. Esa ausencia imperdonable es la edición de los Diarios de la autora británica que parece que se va a hacer cargo la editorial Tres Hermanas: a lo largo de algunos años se publicarán los cinco tomos de los que constan y ahora, a finales de este mes, saldrá el primero de ellos, que abarca los años que van desde 1915 a 1918 en traducción de Olivia de Miguel y prólogo de Inés Martín Rodrigo. Laguna imperdonable que esperamos quede anegada con una edición impecable.
Porque hasta ahora la publicación fragmentaria de los Diarios de Virginia Woolf ha sido un tanto caótica, por emplear una palabra amable. Los Diarios constan de casi treinta cuadernos que se conservan desde 1979 en la Biblioteca Pública de Nueva York y son prácticamente la única obra que Virginia Woolf quiso salvar de su casa londinense de Tavistock Square antes de que la destruyera los bombarderos alemanes en 1940. Este material ha sido tratado en las ediciones anglosajonas de dos maneras: Leonard Woolf hizo una selección de los Diarios de su esposa y destacó sólo aquello que tenía que ver con sus reflexiones literarias. Llamó a éstos Diarios de un escritor y fue una de mis primeras experiencias de lectura de la escritora británica en la versión francesa de Editions du Rocher bajo el título de Journal d´un ecrivain. Leonard Woolf publicó aparte La muerte de Virginia, texto más breve que trata de los últimos días de la vida de su mujer antes de que se suicidara ahogándose en el río Ouse. Por su parte, Anne Olivier Bell editó en cinco volúmenes los Diarios en 1977 en la Hogarth Press, que hay que decir no están completos del todo a pesar de su ingente material y que es la versión que publicará Tres Hermanas en español aunque la publicidad inherente a estos casos se empeñe en lo contrario.
Hasta ahora, salvo la edición de Siruela que reproduce en su integridad el tomo tercero de los Diarios, es decir, los que comprenden los años que van de 1925 a 1930, han sido parciales, cosa que no debe importar siempre que se diga que no recogen los textos completos. No ha sido así, desde la traducción de Justo Navarro, con el título de Diario íntimo, hasta la llamada Hogarth House, 1915-1921, traducida por Antonio Merino, Inma Arrillaga y Sara Múgica, que es casi una mera repetición de la versión de Navarro, las versiones españolas han sido traducciones de fragmentos y es ahora, con la proyectada edición de Tres Hermanas donde se aborda la edición completa de Anne Olivier Bell.


Virginia Woolf
Portada de los ‘Diarios’ de Virginia Woolf que publicara hace un tiempo la Editorial Siruela

La introducción es del sobrino de Virginia Woolf, Quentin Bell, autor de una celebrada y primeriza biografía de su tía, y la edición de la mujer de éste, Anne Olivier, que en muchas ocasiones ha declarado que cree que todo lo que se anota en esos Diarios de la tía de su marido no se ajusta a la realidad. En realidad la cuestión, aunque importante para la familia, nos importa poco porque lo interesante de estos textos son justamente el modo en que percibía las cosas la autora de Las olas, una de las narraciones más curiosas que nos haya sido dado leer, como bien dejó constancia en un bello ensayo su traductora al francés, Marguerite Yourcenar.
Parece ser que la edición respeta la grafía de la autora, que anotaba “&” y no “y” cuando quería describir situaciones cotidianas y se reservaba esa “y” para reflejar momentos más elevados. La Yourcenar, con su tremenda lucidez, afirma que Virginia Woolf era una mística y que no lo sabía. Como los místicos, la verdad es que proyectaba estados de ánimos en cosas materiales, como la manía del grafismo, y lo cierto es que la mente de esta mujer, depresiva, bipolar que se dice ahora con especial falta de rigor, que veía la vida y sobre todo el Tiempo como una secuencia llena de atmósferas, de tono, fue capaz de detectar como pocos el espíritu de su tiempo y, desde luego, el irrepetible, el suyo, transfigurando el mundo, dándonos un buen ramillete de obras maestras.
Hora es ya de sumergirse en su intimidad.



domingo, 12 de noviembre de 2017

El desarrollo del nacionalismo en Europa occidental.



9788433905352: El dios de la modernidad (El desarrollo del nacionalismo en Europa Occidental)






Josep R. Llobera nació en La Habana en 1939, de origen catalán. Cursó estudios de economía y filosofía en la Universidad de Barcelona. Residente en Inglaterra desde 1969, se licenció y doctoró en antropología social por la Universidad de Londres. Ha sido profesor de antropología y sociología en el Goldsmiths College de dicha universidad hasta 1996. Ha publicado numerosos libros y artículos en inglés y otras lenguas. Anagrama ha publicado algunas de sus obras, como "Hacia una historia de las ciencias sociales", "Caminos discordantes", "La identidad de la antropología" y "El dios de la modernidad" 1996  en castellano . En los últimos quince años ha trabajado sobre temas de nacionalismo en la Europa occidental. También realizó un trabajo de campo de corte clásico en el Caribe (Barbados) en 1989-90. Su libro más reciente es "Antropología social" (Universitat Oberta de Catalunya, 1999). En la actualidad es profesor visitante de antropología en el University College de Londres y en la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona.



ver un resumen ..

 Nota .- Un libro que no habia leido y rescaté  , no por ser de 1996  deja de ser  anticuado , es de plena vigencia , no tanto por lo que diga sobre España y los nacionalismos de estado.  , o el nacionalismo civil de Cataluña, sino sobre el nacionalismo desde su origenes hasta el siglo XIX  y XX,  como idea que formo  Europa , como pueda ser el liberalismo o el socialismo .


Pacto de silencio sobre la España real



Jeff Christensen Just Bussiness

(Just Bussiness de Jeff Christensen  . Salt Lake City, Utah)

Lo que Cataluña y Rajoy esconden


Durante la última semana han ocurrido cosas en España más graves que las relacionadas con el conflicto soberanista, pero un pacto de silencio del bloque constitucionalista y los grandes medios de comunicación, se ha encargado de ocultar, minimizar y manipular para que sólo importe el rechazo al independentismo
No hay país occidental cuya Democracia hubiera podido resistir que en la misma semana, al margen de la crisis soberanista, el inspector jefe de la Policía de Delitos Monetarios asegure, en el Parlamento, que hay indicios de que el presidente del Gobierno cobró dinero en B dentro de una trama de corrupción de máxima envergadura.
Durante la última semana han ocurrido cosas en España más graves que las relacionadas con el conflicto soberanista, pero un pacto de silencio del bloque constitucionalista y los grandes medios de comunicación (con honorables excepciones de grandes y valientes periodistas), se ha encargado de ocultar, minimizar y manipular para que sólo importe el rechazo al independentismo.
Tampoco muchos Ejecutivos hubieran quedado indemnes a la burla y falta de respeto que ayer demostraron los principales fontaneros del PP en la trama Gürtel: Francisco Correa y Álvaro Pérez “El bigotes” al declarar desde prisión en el juicio. Por decir, “El Bigotes” hasta dijo que tenía que marcharse porque estaba en un curso de cocina.
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( Siegfried Zademack   Bremen (Alemania) en 1952)

 Que en la misma semana, la EPA con datos oficiales nos diga que los españoles cobramos menos cada año, y que más de tres millones de personas ganan menos de 1.000 euros también debería hacernos pensar en cómo van las cosas realmente por esta España que sólo duele si habla un catalán independentista.
Por no hablar de la intervención de Hacienda al Ayuntamiento de Madrid.(1) Es como y una vez aplicado el artículo 155, ya todo le estuviera permitido
Que el que fuera presidente popular de la Comunidad de Madrid y mano derecha de Esperanza Aguirre, Ignacio González, tuviera cerca de cinco millones de euros –según la exclusiva de la cadena SER- ocultos en cuentas a nombre de sociedades tituladas por testaferros en Colombia, y que también esta semana haya quedado en libertad hasta la celebración del juicio, debería sonrojar a todos y cada uno de los políticos de este país que le dieron su apoyo. Y a todo un Estado de Derecho que permite, sin embargo, que Junqueras y sus consellers sigan en prisión. 
Que mientras, en España, se siga sin detectar a tiempo casos de malos tratos a menores, que en Málaga haya en un colegio público una plaga de pulgas desde hace semanas sin la correspondiente actuación ni cierre del centro por parte de la Junta de Andalucía, que Juana Rivas siga sin recuperar a sus hijos por decisión de la Justicia española, cuyos menores están en manos de su maltratador en Italia, y que los Pujol, Rato, Urdangarín y más delincuentes sigan sin entrar en prisión por eso de que la Justicia es lenta sólo para algunos, no lo hubiera resistido ningún Gobierno democrático de occidente por mucho que España tenga el apoyo de Juncker como presidente de la Comisión Europea.
Confieso que no soy mucho de la teoría de la conspiración. Pero hoy más que nunca entiendo a mi compañera y directora de opinión de Diario16, Beatriz Talegón. Hoy me cuesta creer que la crisis soberanista, la crispación creada, la alineación casi unánime de los medios de comunicación, no tenga que ver con mantener a Rajoy donde está, con la recuperación del bipartidismo y con no sé qué más bastardos intereses.
España tiene un problema, sí, muy grave. Pero siento comunicarles que no es el soberanismo.
El Pacto de Silencio de buena parte de la Prensa, de la alineación para ocultar lo que de verdad ocurre entre PP, PSOE y Ciudadanos(2), no me provoca sólo miedo, rechazo e indefensión. Lo que de verdad me da es mucho asco.http://diario16.com/ .

 Notas del log .-(1)
Fuente: http://www.eldiario.es/escolar/hipocresia-Gobierno-datos-intervencion-Madrid_6_705939415.html

  Y VER  ...
 http://www.lamarea.com/2017/11/09/cual-es-el-verdadero-motivo-que-lleva-a-montoro-a-intervenir-las-cuentas-del-ayuntamiento-de-madrid/


 Nota del blog (2)


https://youtu.be/v-jLZ5frT88



Imagen relacionada

Reina de Bastos ..surrealismo  USA   Jeff Christensen es un pintor estadounidense con base en Salt Lake City, Utah que produce cuadros surrealistas de diversas temáticas, todas las cuales siempre resultan enigmáticas al hacer una crítica social bastante cruda.