domingo, 19 de abril de 2015

El neocolonialismo en Africa.

Empresas extranjeras arrebatan las tierras a los pobres en África

IPS


Una nueva lucha se libra en África. Las élites políticas y las empresas extranjeras expulsan a los habitantes pobres de sus hogares a medida que se apoderan de grandes extensiones de tierra en todo el continente, denuncian activistas.
“Nuestros antepasados ​​protestaron… cuando los colonialistas se apoderaron de sus tierras hace más de un siglo, pero hoy la historia se repite, ya que nuestros propios líderes políticos y compatriotas ricos están saqueando la tierra”, afirmó Claris Madhuku, director de la Plataforma por el Desarrollo de la Juventud (PYD, en inglés), una organización no gubernamental (ONG) de Zimbabwe.
El activista Owen Dliwayo, de la Red de Acción Diálogo Juvenil, otra ONG de Zimbabwe, sostiene que las empresas transnacionales tienen la culpa de la apropiación de las tierras que aqueja a la mayoría de los países africanos.
“Le puedo dar el ejemplo del proyecto de combustible de etanol en Chisumbanje, aquí en Chipinge”, en el sudeste del país, indicó.
“El proyecto resultó en el desplazamiento de miles de aldeanos para allanar el camino para una plantación de azúcar” mediante la liberación de “miles de hectáreas de tierra para… la producción de etanol”, explicó Dliwayo a IPS.
La plantación de caña de azúcar de 40.000 hectáreas, que comenzó en 2008, desplazó a más de 1.754 familias, según PYD.
Hace 15 años, Zimbabwe aplicó un controvertido plan de reforma agraria para resolver los desequilibrios en la tenencia de la tierra heredados de la época colonial.
“Decir que naciones africanas como Zimbabwe resolvieron el problema de la tierra es faltar a la verdad porque la tierra… confiscada a los agricultores blancos fue repartida entre las élites políticas a costa de… los campesinos”, denunció Terry Mutsvanga, un reconocido activista de los derechos humanos, en diálogo con IPS.
“La confiscación de las tierras en África ayudó a perpetuar desigualdades económicas similares a los desequilibrios económicos de la época colonial”, agregó.
En 2010, el servicio de noticias ZimOnline informó que unos 2.200 zimbabwenses negros pertenecientes a la élite del país controlan casi 40 por ciento de las 14 millones de hectáreas de tierras confiscadas a los granjeros blancos, y que el presidente Robert Mugabe y su familia poseen 14 fincas con una extensión de 16.000 hectáreas, al menos.
En Uganda sucede un patrón de desigualdad similar, según un informe realizado en 2011 por Joshua Zake, coordinador del Grupo de Trabajo Forestal de la organización Alerta Ambiental.
La sospecha de la presencia subterránea de petróleo y otros recursos minerales fomenta el acaparamiento de las tierras en África, y especialmente en Uganda, como sucedió en los distritos ugandeses de Amuru y Bulisa, según Zake.
Lo mismo se aplica en Zimbabwe, donde el gobierno desplazó a más de 800 familias de la localidad de Chiadzwa, en la oriental provincia de Manicaland, tras el descubrimiento de diamantes en la zona en 2005.
Pero la apropiación de tierras también se produce en el ámbito urbano, según urbanizadores privados africanos.
“Existe una gran demanda de tierras para la construcción de viviendas en los pueblos y las ciudades de África, debida a la fuerte migración rural”, explicó Etuna Nujoma, un empresario inmobiliario de Windhoek, la capital de Namibia.
“Los ricos y los poderosos, así como los políticos corruptos, se aprovechan de la demanda de la tierra y… suelen repartirse los terrenos urbanos entre ellos para su reventa a precios exorbitantes a costa de los pobres”, sostuvo.
En estas circunstancias, en 2014 un grupo de habitantes de asentamientos informales en las afueras del balneario costero de Swakopmund, en Namibia, ocuparon terrenos municipales.
Mientras tanto, en Mozambique, los pobres están perdiendo la partida frente a los inversionistas extranjeros a pesar de que en ese país no existe la propiedad privada de la tierra.
La constitución mozambiqueña establece que el Estado es el único propietario de la tierra y de sus recursos derivados, pero las leyes otorgan a los particulares el derecho al usufructo y al beneficio de las tierras, aunque no tienen un título formal.
Una encuesta realizada en 2014 por la Unión Nacional de Agricultores de Mozambique reveló que en el país se producía una apropiación de tierras al estilo colonial, ya que empresas con vínculos políticos confiscaban a los agricultores cientos de miles de hectáreas de tierras de cultivo.
Según GRAIN, una organización internacional que apoya a los pequeños agricultores y los campesinos del norte de Mozambique tienen dificultades para mantener sus tierras a medida que compañías extranjeras se instalan con sus agronegocios a gran escala.
A los mozambiqueños se les dice que estos proyectos les traerán beneficios, pero esa no es la opinión de César Guebuza y otros campesinos.
“Las inversiones agrícolas de la empresas extranjeras no nos han beneficiado. En cambio, perdimos las tierras ante estas empresas que invierten aquí y nos tratan como extranjeros en nuestra propia tierra”, comentó Guebuza a IPS.
“El gobierno de Mozambique es conocido por ponerse del lado de los inversionistas extranjeros, que ahora ocupan grandes extensiones de tierra para su propio uso, mientras que los campesinos locales pierden las suyas, que son su derecho de nacimiento”, subrayó Kingston Nyakurukwa, un economista independiente de Zimbabwe.
Este año, la organización humanitaria ActionAid Tanzania indicó que, a través de la Unión Europea y Estados Unidos, la Nueva Alianza para la Seguridad Alimentaria y la Nutrición planea invertir unos 8.200 millones de dólares en el desarrollo agrícola de África.
Sin embargo, estas iniciativas empresariales les quitarán a los africanos su dinero bien ganado, cuando compren los productos agrícolas, aseguró Nyakurukwa.
Del mismo modo, en Nigeria, Mozambique y Tanzania, los pequeños agricultores son desplazados de sus tierras con el fin de liberarlas para las plantaciones de caña de azúcar, arroz y otros cultivos destinados a la exportación, con el respaldo del dinero de la Nueva Alianza, según ActionAid Tanzania.
En Tanzania, las grandes inversiones podrían gradualmente dejar a los campesinos sin tierra.
“El dinero de los inversores parece estar empujándonos de nuestras tierras aquí en Tanzania, ya que a nadie se le ofreció la posibilidad de elegir si quiere ser reubicado o no porque, a la fuerza, se nos ofrece dinero o tierras de reasentamiento”, dijo el campesino Moses Malunguja.
Editado por Phil Harris / Traducido por Álvaro Queiruga
Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2015/04/empresas-extranjeras-arrebatan-las-tierras-a-los-pobres-en-africa/

sábado, 18 de abril de 2015

La batalla de Grecia.




El amigo Pablo me envía esto y lo pongo...

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La batalla de Grecia

Intentemos leer esta entrevista (más abajo) sin demasiados preconceptos. Es más: leámosla dos veces. El entrevistado es un periodista eurodiputado griego. Para mí, está bastante claro lo que esta pasando. Nos intentan convencer de que lo que pasa en Grecia es culpa exclusiva de los griegos, al igual de que nos intentan convencer de que los únicos culpables de los desahucios son los desahuciados. Ésta es la lógica vertical y tramposa de los banqueros que gobiernan el mundo.

En Grecia se está jugando demasiado como para que nos demos el lujo de tomárnoslo a la ligera. Estoy algo cansado de escuchar, de gente aparentemente abierta y considerada, que Grecia no tiene más salida que aceptar lo que digan los banqueros (alemanes o de donde sea), porque no hay otra salida y porque los griegos, perezosos y pillos, son los únicos culpables de lo que les pasa.

El tema en Grecia no es económico (hablamos de cantidades de dinero pequeñas, en comparación con lo que se maneja en la Eurozona): quieren que el gobierno griego acepte la esclavitud para sentar antecedentes. Es como si, cuando llegan las pateras llenas de humanos escapándose de África, de Siria o de Pakistán, los recibiéramos con balazos porque...”¿qué os habéis creído, que podéis venir a Europa a ser esclavos cuando ya tenemos nuestros propios esclavos europeos y en este momento no os necesitamos?”...Bueno, de hecho, eso es exactamente lo que está pasando. En Ceuta y Melilla –ciudades española en el norte de África–, recibimos a los inmigrantes “subsaharianos” –eufemismo de negros– literalmente a balazos –de momento, son balas de goma y cuchillas filosas en las verjas, aunque hace unos meses, en una refriega de éstas, asesinaron nada menos que a 15 “subsaharianos” (con balitas de goma...).

Quizás alguien sienta y objete que el entrevistado nos intenta manipular con el miedo a que, si el gobierno de Syriza cae, será sustituido por el de Amanecer Dorado, que son los neo nazis griegos. Pero por favor, id más allá. Fijaros las escenificaciones que se están produciendo entre Varoufakis, ministro de economía de Grecia, y Paul Schaube, ministro de finanzas de Alemania. Y lo que se divisa tras esta escenificación: “Que Grecia se joda, vamos, que los griegos se jodan, pues nosotros, los demócratas productivos, civilizados y modernos, nos alineamos con los banqueros, que son los que nos dan de comer y nos salvan de la invasión de subsaharianos –negros– (ya sabéis que me gustan las metáforas, una palabra de origen griego que etimológicamente significa algo así como “traslado más allá”, no al “más allá”).

En la batalla de Grecia se está jugando la posibilidad de reconstruir Europa de una manera distinta, de recuperar algunos valores de la propia fundación de Europa, básicamente la democracia y la existencia de estados o de un supra estado que de verdad intente compensar las enormes desigualdades sociales que empiezan a verse en todos los rincones de este continente (en los otros continentes la cosa está aun mucho peor).

A suivre / to be continued / continuará...

Saludos  

Pablo






"Si Syriza cae el próximo gobierno será el 
de los neonazis"

"Estamos sufriendo un golpe de estado silencioso, sin tanques ni aviones", denuncia el eurodiputado Stelios Kouloglou. Grecia patalea para no ahogarse; su caída en bancarrota podría aupar a la ultraderecha de Amanecer Dorado, tercera fuerza política.



Stelios Kouloglou,  .

ALEJANDRO LÓPEZ DE MIGUEL

Público.es

VALENCIA.-"Hemos pasado de la vieja Troika a la nueva, la de las amenazas, chantajes y ultimátums. Pero no nos rendiremos". El silencio dio paso a un estruendoso aplauso cuando, con ojos brillantes, Stelios Kouloglou denunció este jueves el chantaje al que se está viendo sometido el nuevo Gobierno griego.

Kouloglou no es un hombre fácilmente impresionable. A sus 62 años el periodista y eurodiputado de Syriza ha visto a gente matar y morir en los Balcanes, libreta y bolígrafo en mano; ha dirigido documentales, ha plantado cara a la censura. Y nunca, asegura, había tenido que pelear en un escenario tan difícil.

El próximo 24 de abril Grecia volverá a reunirse con las instituciones europeas para presentar sus últimas propuestas y pedir financiación y, de no conseguirla, no podrá mantenerse a flote por mucho tiempo. Kouglou tomo posesión de su escaño tras las elecciones generales de hace tres meses, y desde entonces ha trabajado a contrarreloj con sus compañeros de partido para buscar la salida del laberinto. 

Si fracasan, si topan con más muros, los neonazis de Amanecer Dorado podrían ascender con fuerza. Ya son el tercer partido más votado y la caída de Syriza podría darles alas, impulsando también a formaciones como los ultraderechistas de Marine le Pen en Francia. Con los gobiernos de la UE y los grandes medios de comunicación en contra, Syriza planea apurar hasta el último cartucho, echar el resto: todo antes que volver a recetar austeridad al castigado pueblo griego. "No nos rendiremos", promete Kouloglou.


Este jueves dijo en una conferencia que los europeos no conocen la difícil situación que hoy afronta Grecia. ¿Qué está pasando?

Inmediatamente después de las elecciones, de la victoria de la izquierda de Syriza, comenzó una operación para estrangular económicamente al país, y el Banco Central Europeo nos ha cortado cualquier vía de financiación. Syriza se enfrenta hoy a la misma situación que vivió el Chile de Salvador Allende en los años 70. Richard Nixon ordenó a la CIA que acabase con su economía, y una de sus primeras medidas fue cortar el crédito de EEUU a los bancos. Pero si cae Syriza el próximo Gobierno será de la derecha, de la extrema derecha de los neonazis de Amanecer Dorado, y esto podría impulsar a su vez al Frente Nacional de Marine le Pen. Syriza es la última esperanza de la democracia, y si llegan los neonazis esta esperanza se habrá extinguido. 

¿Se puede decir que están viviendo una suerte de golpe de Estado?

Sí, es un golpe de Estado silencioso, sin tanques ni aviones. No lo han orquestado a la manera tradicional, sino con dinero.

¿Están atacando con todo lo que tienen?

Con absolutamente todo lo que tienen.
"Syriza es la última esperanza de la democracia en Grecia, y si llegan los neonazis esta esperanza se habrá extinguido"
¿Por qué lo hacen? ¿Por qué asfixiar económicamente al pueblo heleno?

Están estrangulando la economía para forzar al Gobierno a abandonar sus promesas electorales, para que sigamos las líneas que ya siguieron quienes gobernaron antes. Son las líneas que nos llevaron a la catástrofe, y quieren que sigamos el mismo camino. Dicen que para darnos más dinero tenemos que seguir el programa que nos dictan, este es su juego. No quieren que enfrentemos la crisis humanitaria de las 300.000 familias que no tienen electricidad. Esto nos costará 200 millones de euros al año, no es mucho dinero, pero no nos dejan. Quieren recortes y despidos masivos y no podemos aceptarlo. La tradición europea no lo permite, ¿por qué nosotros tenemos que hacerlo? 

Ya han aceptado aplicar una amnistía fiscal y seguir con las privatizaciones firmadas por el Gobierno de Samaras por valor de 1.600 millones. ¿Sienten que han traicionado la confianza de sus votantes? ¿Cuál es la última línea roja? 

Hemos pospuesto algunas promesas, sí, pero la línea roja sigue siendo la misma, la mantenemos: no más austeridad. Tendríamos el mismo resultado que los gobiernos anteriores, duraría más la recesión y lo que queremos es que el dinero circule, que llegue a manos de la gente. No, no a la austeridad, no al recorte en las pensiones, ya se han recortado bastante. Y desde luego tampoco vamos a hacer las privatizaciones como ellos quieren. Respetaremos las que habían sido acordadas, pero no para vender barato, no para el lucro de un único comprador interesado.
"Hemos pospuesto algunas promesas, sí, pero la línea roja sigue siendo la misma, la mantenemos: no más austeridad"
¿Quién está detrás de la campaña que denuncia? Se supone que la Troika fue disuelta.

La Troika ha sido reemplazada por las instituciones que la constituían, son la misma gente y defienden las mismas políticas. En lugar de enfrentarnos a la Troika tenemos que vernos con el BCE, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional. Detrás de todo eso está Berlín, está el ministro Wolfgang Schäuble [titular de Finanzas]. Schäuble está totalmente en contra de todo lo que está haciendo Grecia, y la forma en que se comporta con nosotros no tiene precedentes en la política europea. Hace bromas, ironiza sobre el ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis. “Ahora voy a ver cómo explicas todo esto a tus ciudadanos”, le ha espetado en más de una ocasión. Pues lo hemos explicado, hemos avisado de que tendremos que aceptar compromisos, pero tan pronto como lo hicimos él violó las reglas del acuerdo que habíamos contraído.

En febrero les dieron una prórroga de cuatro meses para seguir planteando reformas y negociando, pero finalmente la reunión decisiva tendrá lugar la próxima semana. 

Había un acuerdo, teníamos cuatro meses para formular nuevas propuestas. Plantearon que si les convencíamos podríamos seguir cobrando para poder pagar la deuda, porque además el dinero que en teoría nos iban a dar no era para la economía griega, sino para mayor gloria de la deuda. Desde el verano pasado la Troika nos ha estado negando la financiación diciendo que no hemos cumplido con nuestras obligaciones, y hemos estado haciendo malabarismos para conseguir dinero y no declarar la bancarrota. Esa es la situación.

¿Hay alguien moviendo los hilos tras Berlín? ¿Interesa a los poderes financieros que Grecia navegue hasta la bancarrota? 

Es un asunto político.
"Tienen miedo a que el Gobierno griego tenga éxito y haya cambios, a que esto se propague por Europa"
¿No es económico?

No. Las instituciones calculan que necesitamos cerca de 2.000 millones, y eso no es un importe tan grande como para que un país declare la bancarrota, para que toda la Eurozona y la economía mundial tengan problemas. Es un juego político. Este miércoles, el FC Barcelona jugó un partido contra el París Saint Germain: el precio de los fichajes de los jugadores que pisaron el césped era de 1.000 millones. 2.000 millones No es tanto dinero para un país, pero lo que importa es que el Gobierno alemán no quiere aceptar que la política que ha recetado ha fallado estrepitosamente. La historia lo ha demostrado: todos los poderes hegemónicos se han negado a reconocer sus errores. Tienen miedo a que el Gobierno griego tenga éxito y haya cambios, a que esto se propague por Europa. La política que han defendido e impuesto cambiaría, y no quieren eso. 

¿Es eso lo que temen de Podemos en España? ¿Tienen miedo de que puedan reproducir el modelo griego, de que este se propague por las economías del euro?

Pienso que tienen miedo a Podemos. Tienen miedo a Podemos y a la izquierda en España.

¿Temen también a Izquierda Unida?
"Tienen miedo a Podemos, temen una coalición entre ellos e IU".
Sí. Temen una coalición entre Podemos e IU, tienen miedo del Sinn Féin en Irlanda, de que esto se extienda, porque toda su política económica cambiaría. Además, el Gobierno alemán se está aprovechando de la crisis. El Ejecutivo, y no sus gentes, está ganando dinero con esto, y mientras la crisis esté bajo control el Gobierno y los oligarcas seguirán ganando dinero. El euro está débil frente al dólar, y eso facilita las exportaciones alemanas. Su prima de riesgo es cero, pero además a veces es incluso negativa. Se aprovechan de todo esto.

En un año de vida Podemos ha sufrido varios ataques políticos y mediáticos. ¿Hay paralelismos entre la situación que afronta el partido de Pablo Iglesias y la que vive Syriza, salvando las distancias? ¿Deben esperar ataques aún más duros si llegan a gobernar? 

Sí. Tienen que estar preparados para tiempos difíciles. El que te hagas con el poder político no significa que tengas el poder real: ese poder está en manos de los oligarcas, algunas instituciones y los medios. Ganamos las elecciones a pesar de la oposición de los medios mayoritarios que anunciaban que llegaría el fin del mundo si Syriza llegaba al poder, y no estoy exagerando. Dijeron que la crisis económica se extendería por Europa y saltaría a EEUU, de Norteamérica pasaría a Japón y después provocaría la explosión del planeta. Hoy los medios privados están atacando a Syriza con más dureza que nunca, están siendo incluso más agresivos que antes. Primero, porque no les gusta Syriza, y segundo, porque queremos obligarles a pagar los 600 millones de euros que deben por sus licencias de emisión. Tienen que pagarlos porque llevan años sin hacerlo. Tienen que pagar porque no lo han hecho hasta hasta ahora, y no lo aceptan.
"Si tenemos que elegir entre pagar la deuda o los sueldos pagaremos los salarios, está claro. Pero no nos rendiremos"
¿Cuenta Syriza con apoyos fuera de sus fronteras para defender estas ideas? ¿Se sienten solos ante los poderes que ha mencionado?

No, no tenemos apoyo internacional, y Gobiernos como los de España o Portugal tampoco ayudan. Hace poco intentamos conseguir el apoyo de Rusia, pero tampoco fue posible.

¿Por qué Bruselas fue tan crítica con la reunión de Alexis Tsipras y Vladimir Putin?¿Por qué temen esa alianza?

Alemania quiere monopolizar las relaciones con Moscú. Siempre hemos tenido buenas relaciones con Rusia pero ahora parece que no podemos, que sólo ellos tienen derecho.
"Si algo pasa, si caemos en bancarrota, la culpa no habrá sido nuestra. Será de quienes nos dejaron caer"
Si en la cita de la semana que viene no logran un acuerdo, ¿hasta cuándo podrán aguantar sin recibir dinero?

Si tenemos que elegir, si en algún momento llega el momento de tomar decisiones, elegiremos el pago de los salarios. Si tenemos que elegir entre pagar la deuda o  los sueldos pagaremos los salarios, está claro. Pero no nos rendiremos.

¿Tienen ustedes un plan B? ¿Han dispuesto algún salvavidas?

No tenemos ningún plan B. Tenemos que solucionar la crisis dentro de la Eurozona, eso es todo. Y si algo pasa, si caemos en bancarrota, no habrá sido culpa nuestra. La culpa será de quienes nos dejaron caer.

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y ver otra entrevista que ya había puesto y la retire..

ver ...



viernes, 17 de abril de 2015

La reforma laboral aprobada por el Partido Popular



 Adoración Guamán analiza a fondo la reforma laboral aprobada por el Partido Popular (PP) el pasado 10 de febrero, medida que endurece aún más las condiciones de los trabajadores después de las reformas aplicadas en 2010 y 2011 por el Partido Socialista Obrero Español 

 




miércoles, 15 de abril de 2015

La total desconexión entre el sector financiero y la colectividad.


Así sigue siendo la economía española en 2015

El Captor

Idéntica a la existente en los prolegómenos de la crisis económica y financiera que se inició hace más de siete años ya. Hoy, en pleno año 2015, las cuatro actividades de mayor crecimiento económico en España son, por este orden, las financieras, las profesionales, lasinmobiliarias y las vinculadas a la construcción.
Exactamente las mismas que en el año 2006 se encontraban tirando con más fuerza de la economía española con tasas de crecimiento de hasta dos dígitos trimestre tras trimestre, según precios de mercado.
Y sin embargo nadie podrá cuestionar que durante todo este tiempo una indudable transición haya tenido lugar. Observen, si no, la evolución macroeconómica del sector de la construcción (por poner el ejemplo más claro) y aprecien la divergente correlación que se produce entre dicho sector y la economía de España a nivel global.
Pero un ejemplo de estas características no debe bastar, por sí solo, para proclamar el inicio de ningún tipo de recuperación, si desde ciertos ámbitos se ignora el desarrollo de otras variables de corte más colectivo y social. Así, una contribución positiva del VAB de la construcción -en términos macroeconómicos- al PIB global, puede no constituir motivo alguno de satisfacción social si simultáneamente la contribución de dicho sector al empleo o a la masa de remuneración salarial no la permite refrendar. Una circunstancia que en este caso, al menos de forma parcial, sí se puede corroborar.
Sin embargo, en lo que respecta al análisis macroeconómico y social de la evolución del sector financiero de la economía española, existen ciertas cuestiones sobre las que es muy importante profundizar. Tal y como habíamos indicado al principio del artículo, las actividades financieras y de seguros continúan engrosando en 2015 el grupo de los cuatro sectores económicos con mayor crecimiento interanual en la actualidad. Y, concretamente en este caso, su tasa es, además, la más alta de las cuatro, ya que crece a un 7,5% a precios de mercado, según los registros recientes de la Contabilidad Nacional del Instituto Nacional de Estadística. Por eso resulta desconcertante, aparte de socialmente indeseable, que la contribución del sector financiero al agregado de sus remuneraciones salariales esté arrojando al mismo tiempo variaciones negativas (-4,4%), cuestión que pone en evidencia La total desconexión que existe entre el sector financiero y la colectividad. Y como se puede observar, esto sucede no solo en la actualidad, sino que se incrusta en el tiempo de forma total y absolutamente estructural.
Fuente: http://www.elcaptor.com/2015/04/asi-sigue-siendo-la-economia-espanola-en-2015.html

martes, 14 de abril de 2015

La identidad judía por Shlomo Sand.







He dejado de ser judío
Shlomo Sand · · · · ·
12/10/14

 

Shlomo Sand, uno de los más audaces intelectuales de Israel (al que considera una "etnocracia liberal"), ofrece aquí un extracto editado de su How I Stopped Being a Jew [Cómo dejé de ser judío], que acaba de publicar en Londres la editorial Verso.

A lo largo de la primera mitad del siglo XX, mi padre abandonó la escuela talmúdica, dejó de ir de modo permanente a la sinagoga, y expresó de modo regular su aversión a los rabinos. En este punto de mi propia vida, siento a mi vez la obligación moral de romper definitivamente con el judeocentrismo tribal. Hoy soy plenamente consciente de no haber sido nunca un judío genuinamente secular, al entender que esa característica imaginaria carece de toda base específica o perspectiva cultural, y que su existencia se basa en una visión vacua y etnocéntrica del mundo. Antes creía erróneamente que la cultura yiddish de la familia en la que crecí era la encarnación de la cultura judía. Poco después, inspirado por Bernard Lazare, Mordechai Anielewicz, Marcel Rayman y Marek Edelman, todos los cuales combatieron el antisemitismo, el nazismo y el estalinismo sin adoptar una visión etnocéntrica, me identifiqué como parte de una minoría oprimida y rechazada. En compañía, por así decir, del dirigente socialista Léon Blum, del poeta Julian Tuwim y muchos otros, seguí siendo obstinadamente un judío que había aceptado esta identidad a causa de las persecuciones y los asesinos, los crímenes y sus víctimas.

Hoy, al haberme vuelto dolorosamente consciente de haber experimentado la adhesión a Israel, de haber sido asimilado por ley a un ethnos ficticio de perseguidores y de partidarios suyos, y de haber aparecido en el mundo como alguien de ese exclusivo club de los elegidos y sus acólitos, deseo renunciar y dejar de considerarme judío.

Aunque el Estado de Israel no esté dispuesto a transformar mi nacionalidad oficial de "judío" a "israelí", me atrevo a esperar de los generosamente filosemitas, de los comprometidos sionistas y exaltados antisionistas, todos ellos tan frecuentemente nutridos de concepciones esencialistas, que respeten mi deseo y dejen de catalogarme como judío. El hecho es que me importa poco lo que piensen, y todavía menos lo que piensen los idiotas antisemitas que queden. A la luz de las tragedias históricas del siglo XX, estoy decidido a no seguir siendo más una pequeña minoría en un club exclusivo en el que otros no tienen ni la posibilidad ni las cualificaciones para entrar.

Por mi negativa a ser judío, represento a una especie en trance de desaparición. Sé que al insistir en que sólo mi pasado histórico era judío, mientras que mi presente cotidiano (para bien o para mal) es israelí, y finalmente que mi futuro y el de mis hijos (al menos el futuro que deseo) debe guiarse por principios universales, abiertos y generosos, voy en contra de la moda dominante, que se orienta hacia el etnocentrismo.

Como historiador de la era moderna, adelanto la hipótesis de que la distancia cultural entre mi bisnieto y yo será tan grande o mayor que la que me separa de mi bisabuelo. ¡Mucho mejor! Tengo la mala suerte de vivir hoy entre demasiada gente que cree que sus descendientes se les parecerán en todos los sentidos, porque para ellos los pueblos son eternos…a fortiori una raza-pueblo como los judíos.

Soy consciente de vivir en una de las sociedades más racistas del mundo occidental. El racismo está presente en cierto grado en todas partes, pero en Israel existe profundamente inserto en el espíritu de las leyes. Se enseña en colegios y universidades, se propaga en los medios de comunicación y, por encima de todo y lo más espantoso, en Israel los racistas no saben lo que están haciendo y, debido a esto, no se sienten en modo alguno obligados a disculparse. Esta ausencia de una necesidad de justificación ha convertido a Israel en un punto de referencia particularmente preciado para muchos movimientos de extrema derecha en todo el mundo, movimientos cuya pasada historia de antisemitismo es sobradamente conocida.

Vivir en una sociedad así se ha vuelto cada vez más intolerable para mí, pero debo reconocer también que no es menos difícil hacer mi hogar en otra parte. Yo mismo soy parte de la producción cultural, lingüística e incluso conceptual del empeño sionista, y no puedo deshacer esto. Pero por mi vida cotidiana y mi cultura básica soy israelí. No estoy especialmente orgulloso de esto, del mismo modo que no tengo razón alguna para sentirme orgulloso de ser un hombre de ojos pardos y estatura mediana. A menudo me siento avergonzado de Israel, sobre todo cuando soy testigo de la evidencia de su cruel colonización militar, con sus débiles e indefensas víctimas que no forman parte del "pueblo elegido".

Tiempo atrás en mi vida tuve el fugaz sueño utópico de que un palestino israelí debería sentirse en casa en Tel Aviv como un judío norteamericano en Nueva York. Luché y busqué que la vida civil de un musulmán israelí en Jerusalén fuera semejante a la de una persona judía francesa en París. Quería que los niños israelíes de inmigrantes cristianos africanos fueran tratados como lo son los hijos británicos de los inmigrantes del subcontinente indio en Londres. Esperaba con todo mi corazón que todos los niños israelíes fueran educados juntos en las mismas escuelas. Hoy sé que mi sueño es escandalosamente exigente, que mis demandas son exageradas e impertinentes, que el mismo hecho de formularlas es considerado por los sionistas y sus partidarios como un ataque al carácter judío del Estado de Israel y, por lo tanto, como antisemitismo.  

Sin embargo, por extraño que pueda parecer, por contraposición al carácter cerrado de la identidad secular judía, tratar la identidad israelí como político-cultural en lugar de "étnica" parece ofrecer el potencial de lograr una identidad abierta e inclusiva. De acuerdo con la ley, de hecho, es posible ser ciudadano israelí sin ser un judío "étnico", participar en su "supra-cultura" a la vez que se preserva la propia "infra-cultura", hablar el lenguaje hegemónico y cultivar en paralelo otro lenguaje, mantener formas variadas de vida y fusionar otras diferentes. Para consolidar este potencial político republicano, sería necesario haber abandonado desde hace mucho el hermetismo tribal, aprender a respetar al Otro y recibirlo, a él o a ella, como igual y cambiar las leyes constitucionales de Israel para hacerlas compatibles con principios democráticos. 

Lo más importante, si se ha olvidado momentáneamente: antes de que presentemos ideas para cambiar la política de identidad de Israel, debemos liberarnos primero de la maldita e interminable ocupación que nos lleva camino del infierno. De hecho, nuestra relación con quienes son ciudadanos de segunda está inextricablemente ligada a nuestra relación con los que viven con inmensa aflicción en lo más bajo de la cadena de la operación de rescate sionista. Esa población oprimida, que ha vivido bajo la ocupación durante cerca de cincuenta años, privada de derechos políticos y civiles, en tierra que el "Estado de los judíos" considera propia, sigue abandonada e ignorada por la política internacional,. Hoy reconozco que mi sueño de un final a la ocupación y la creación de una confederación entre las dos repúblicas, una israelí y otra palestina, era una quimera que subestimaba el equilibrio entre las dos partes.

Cada vez más parece que es ya demasiado tarde; todo parece ya perdido y todo enfoque serio de solución política parece estar en punto muerto. Israel se ha acostumbrado a esto, y es incapaz de deshacerse de su dominación colonial sobre otro pueblo. El mundo exterior, por desgracia, no hace tampoco lo que es necesario. Sus remordimientos y mala conciencia le impiden convencer a Israel de que se retire a las fronteras de 1948. Y tampoco está dispuesto Israel a anexionarse oficialmente los territorios ocupados, puesto que supondría otorgar igual ciudadanía a la población ocupada y, sólo mediante ese acto, transformarse en un Estado binacional. Es más bien como la serpiente mitológica que se traga una presa de gran tamaño, pero prefiere ahogarse antes que soltarla.

¿Significa esto, también, que debo abandonar la esperanza? Vivo en una profunda  contradicción. Me siento como un exiliado frente a la creciente etnicización judía, mientras que al mismo tiempo la lengua en que hablo, escribo y sueño es abrumadoramente hebrea. Cuando me encuentro en el extranjero, siento nostalgia de este idioma, vehículo de mis emociones y pensamientos. Cuando estoy lejos de Israel, veo la esquina de mi calle en Tel Aviv y siento ansias del momento en que pueda volver. No voy a las sinagogas para disipar esta nostalgia, porque en ellas se reza en un lenguaje que no es el mío, y la gente que me encuentro en ellas no tiene interés en absoluto en comprender lo que significa para mí ser israelí.

En Londres son las universidades y sus estudiantes de ambos sexos, no las escuelas talmúdicas (en las que no hay estudiantes femeninas) las que me recuerdan el campus en el que trabajo. En Nueva York son los cafés de Manhattan, no los enclaves [judíos] de  Brooklyn los que me invitan y atraen, como los de Tel Aviv. Y cuando visito las bulliciosas librerías de París, lo que me viene a la cabeza es la semana del libro hebreo que se organiza cada año en Israel, no la literatura sagrada de mis antepasados.

Mi profundo apego por el lugar sólo sirve para alimentar el pesimismo que siento hacia él. Y así caigo con frecuencia en el abatimiento por el presente y el temor por el futuro.  Estoy cansado y siento que las últimas hojas de la razón van cayendo de nuestro árbol de acción política, dejándonos yermos frente a los caprichos de los hechiceros sonámbulos de la tribu. Pero no puedo permitirme ser del todo fatalista. Me atrevo a creer que si la humanidad consiguió salir con éxito del siglo XX sin una guerra nuclear, todo es posible, hasta en Oriente Medio. Deberíamos recordar las palabras de Theodor Herzl, soñador responsable del hecho de que yo sea israelí: "Si lo quieres, no es leyenda".

Como vástago de los perseguidos que emergieron del infierno europeo de los años 40 sin haber abandonado la esperanza de una vida mejor, no tengo permiso del aterrado arcángel de la historia para renunciar y desesperar. Que es la razón por la cual, con el fin de apresurar a un mañana distinto, y sea lo que fuere que digan mis detractores,  seguiré escribiendo.

Shlomo Sand (1946), nacido en Linz (Austria), emigró a Jaffa (Israel) en 1948. Profesor de la Universidad de Tel Aviv, ha enseñado en Berkeley y París, donde se doctoró con una tesis sobre Jean Jaurès. Célebres libros suyos como La invención del pueblo judío (Akal, Madrid, 2011) y La invención  de la tierra de Israel: de tierra santa a madre patria (Akal, Madrid, 2013) han revolucionado de modo crítico la visión del judaísmo y el moderno Israel.

Traducción para www.sinpermiso.info: Lucas Antón

















Acerca del libro de Shlomo Sand "Cómo dejé de ser judío"
La cuestión de la identidad judía




How I Stopped Being a Jew (en español Cómo dejé de ser judío de próxima aparición en Buenos Aires, editorial Canaan [N. de T.]),  el "símpatico" libro de Shlomo Sand en su versión en inglés, trata acerca de una pregunta que muchos se han hecho, pero han tenido miedo de hacerla: ¿qué hace que alguien sea judío? Si bien ha sido un enigma desde tiempo inmemorial, es más relevante en cuanto que Israel da la bienvenida a todos los que considera judíos independientemente de su nacionalidad o creencias religiosas (o la falta de ellas). Por otro lado los no judíos (25% de los israelíes), aunque nacidos y residentes en Israel no son ciudadanos plenos del Estado judío.
"Si Estados Unidos decidiera mañana que no es el Estado de todos los ciudadanos estadounidenses, sino que es el Estado de las personas de todo el mundo que se identifican como anglosajones protestantes, tendría un sorprendente parecido con el Estado judío de Israel“, (pág. 82).
Sand es israelí y judío laico, definido por su ascendencia judía como tal por el Estado de Israel. Es profesor de la Universidad de Tel Aviv, especializado en Historia de Francia. Es más conocido como autor de dos libros controvertidos, La invención del pueblo judío (2009) y La invención de la Tierra de Israel (2012).
Su argumento principal es que la afirmación de que los judíos de hoy son descendientes de los antiguos israelitas es simplemente un mito de gran utilidad para la causa sionista. Las teorías de Sand están hábilmente expuestas en un artículo de Paul Atwood publicado en CounterPunch en la edición del 14 a 16 febrero de 2014.
En pocas palabras Sand sostiene que los judíos europeos, e incluso muchos de los de Oriente Medio, son descendientes de conversos al judaísmo, sin conexión biológica con los antiguos israelitas. Sin embargo los fundadores del sionismo, en su mayoría judíos seculares y ateos, al tiempo que rechazaban los aspectos sobrenaturales y milagrosos del Antiguo Testamento tomaron sus leyendas como la historia verdadera.
"Para justificar la colonización de Palestina el sionismo apeló sobre todo a la Biblia, señalándola como el título de propiedad legal de la tierra. Se procedió entonces a representar el pasado de diversas comunidades judías no como un fresco denso y variado de los grupos abigarrados que se convirtieron al judaísmo en Asia, Europa y África, sino más bien como una historia lineal de personas de una raza, supuestamente exiliadas por la fuerza de su tierra natal y que aspiraron durante 2.000 años a volver a ella". (p. 48)
Esto proporcionó una dudosa justificación para el "retorno" a la "tierra prometida", la ya habitada Palestina, pero fue suficiente para convencer a las grandes potencias, que se sentían culpables del destino de los judíos en la Segunda Guerra Mundial y también estaban ansiosas por encontrar un lugar alejado de sus costas al que los sobrevivientes pudieran emigrar.
Además proporcionó una identidad y razón de ser a los judíos seculares y ateos de EE.UU. y otros lugares que los instaba al "retorno" a Israel para ayudar a desarrollar y defender la tierra, uniéndose a las granjas colectivas y al ejército.
Sand, que se autoidentifica israelí y desearía que esta fuera la única forma de identidad nacional para todos los habitantes de ese Estado, rechaza las bases históricas, culturales, raciales, étnicas y biológicas del hecho de ser judío. Se cuestiona la definición ortodoxa de un judío: una persona nacida de madre judía, ella misma nacida en ese origen desde tiempos inmemoriales. "Tengo la creciente impresión de que, en ciertos aspectos, Hitler fue el vencedor de la Segunda Guerra Mundial... su ideología perversa infiltrada y resurgida". (p. 5)
Sand explota la idea de una cultura judía común separada de la creencia religiosa, pero no encuentra ninguna evidencia convincente. Los judíos de Europa occidental, África y Oriente Medio pueden haber practicado su religión, pero en la vida cotidiana compartían la cultura y el vecindario con sus compatriotas. (Pág. 35) Por el contrario los de habla yiddish de Europa del Este tenían una cultura propia en el vestir, la comida, el idioma y el fundamentalismo religioso. (Pág. 36) Cierto número de hijos de estos judíos que a menudo se convertían en socialistas ateos en rechazo a la cultura de sus ancestros fundaron el movimiento sionista.
"Los colonos de cultura yiddish [en Israel], de hecho, fueron muy rápidos en descartar su despreciada lengua materna. La primera cosa que necesitaban era un lenguaje que uniera a los judíos de todo el mundo y ni Theodor Herzl ni Edmond de Rothschild podían comunicarse enyiddish. Más tarde los primeros sionistas aspiraron a crear un judío nuevo que rompiera con la cultura popular de sus padres y antepasados, así como con los miserables pueblitos que habitaban". (P. 41)
Sand sostiene que las fiestas judías solo son nostalgia para los judíos seculares y no honran su cultura universalista. Por ejemplo la Hagadátradicional del Séder de Pésaj incluye una "demanda explícita de exterminar a todos los pueblos que no crean en el Dios de los judíos y se atrevan a atacar a Israel... "(Pág. 67). En el Libro del Éxodo (23:23), Dios promete “exterminar a todos los habitantes de Canaán con el fin de hacer espacio en la tierra prometida para los hijos de Israel."(P. 72) En el Libro del Exodo (23:23) el Antiguo Testamento ordena amar a tu prójimo como a ti mismo, que se aplica sólo a los correligionarios judíos. (Pág. 70) El Talmud dice: "Vosotros seréis llamados hombres, pero los idólatras no serán llamados hombres" (Pág. 71).
Sand ofrece una larga lista de judíos que adoptaron una moral universalista (desde Karl Marx a Naomi Klein) y también se distanciaron de la tradición religiosa judía. (P. 73).
El autor refuta a los que dicen que lo que une a todos los judíos es su historia de víctimas exclusivas de las persecuciones: "la retórica sionista [insiste en que] hay ejércitos de asesinos como Hitler y en que nunca ha habido ni habrán víctimas como los judíos" (Pág. 63). Sin embargo, millones de no judíos fueron asesinados por los nazis; persecuciones, genocidios y limpieza étnica han sido y continuarán siendo infligidos a muchos pueblos.
Algunos críticos de Sand argumentan que un motivo para seguir siendo judío a pesar de no disfrutar nada de su cultura o de su religión es la legitimidad para criticar las políticas israelíes, pero esta es una base meramente pragmática para una decisión importante.
Sand concluye: "Deseo renunciar y dejar de verme a mí mismo judío" (Pág. 97). A pesar de que considera a Israel "una de las sociedades más racistas del mundo occidental" y perpetrador de una "colonización militar cruel [de] víctimas débiles e indefensas que no forman parte del 'pueblo elegido'", Sand sigue siendo un israelí en su vida cotidiana y cultural (P 98-99).
Otros han renegado del judaísmo en protesta por la política israelí. Sand sostiene que el motivo principal de la identidad judía es la religión. Los conceptos contemporáneos de la libre elección de la religión y la ideología están consagrados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, calurosamente defendida por los judíos seculares. Entonces, ¿por qué una persona no puede ser capaz de renunciar a cualquiera o todas las religiones y sistemas de creencias? Por el contrario no se puede renunciar a los antecedentes étnicos. Sand reconoce que los suyos son austriacos.
Aunque no tengo la experiencia necesaria para evaluar las afirmaciones históricas de Sand, la postura de los judíos seculares tienen un significado personal y es una cuestión independiente de los exilios, la wmigración y las conversiones de sus antepasados. Uno de los problemas de la elección de Sand es que las autoridades israelíes, los líderes religiosos judíos, el público en general y los antisemitas no van a dejar que él o los demás se aparten de sus antecedentes tan fácilmente. Unirse a otra religión hace la renuncia más convincente, incluso se reconoce legalmente en Israel, pero Sand no quiere hacer esto.
Otra cuestión son las celebraciones, bodas, funerales, compartir cenas, grupos de juventud, comunidades de valores compartidos, etc., si se evitan las instituciones judías. La religión ha sido una fuente de activismo por la justicia social y de consuelo, a pesar de sus defectos. Muchos judíos seculares siguen en la fe sin fe por estas razones. Una solución es unirse a una de las religiones (que brinda lazos grupales) que acojan ateos, como el Unitarismo Universalista, o las florecientes iglesias ateas de Inglaterra.
El sutil y accesible libro de Sand es susceptible de provocar polémica. Y debería hacerlo.
Joan Roelofs es profesora emérita de Ciencias Políticas, en Keene State College, New Hampshire. Ella es la traductora de   Principles of Socialism de Victor Considerant (Maisonneuve Press, 2006), y autora de Foundations and Public Policy: The Mask of Pluralism (SUNY Press, 2003) Greening Cities (Rowman and Littlefield, 1996). www.joanroelofs.wordpress.com ; Contacto: [email protected] 
Fuente: http://www.counterpunch.org/2015/04/06/the-question-of-jewish-identity/

Nota . Hay ya también , edición en castellano en la editorial Bellaterra
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Traducido del inglés para Rebelión por J. M.










rCR

lunes, 13 de abril de 2015

Europa y el muro mortífero del Mediterráneo.


El muro mortífero del Mediterráneo: el asesinato en masa institucional de la Unión Europea

InvestigAction



Según la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados (1), en 2014 murieron 3.419 migrantes al tratar de cruzar el Mediterráneo. Esta macabra cifra convierte al Mediterráneo en la frontera más mortífera puesto que la cantidad total personas muertas en todo el mundo es de 4.272. En un lapso de tiempo más largo, desde 2000 más de 20.000 migrantes perdieron la vida. Además, la tendencia es a ascender permanentemente puesto que el año 2014 batió todos los récords y dejó muy atrás el anterior pico de 1.500 personas muertas en 2011. Los discursos políticos y mediáticos construyen cada nuevo drama como catástrofes imprevisibles sobre las que los gobiernos europeos no tendrían ninguna influencia ni responsabilidad. El discurso de la catástrofe oculta un proceso de asesinato en masa de la Unión Europea.Los ángulos muertos de las causas estructurales
El primer ángulo muerto de los discursos políticos y mediáticos es el de las causas económicas que empujan a decenas de miles de personas africanas a arriesgar sus vidas en travesías que saben que son mortíferas. Desde las independencias políticas en la década de 1960 unos mecanismos diferentes de la ocupación militar directa han venido a tomar el relevo para garantizar la reproducción del “pacto colonial”, es decir, la construcción de economías africanas según las necesidades de Europa y no según las necesidades de los pueblos africanos. Sin ser exhaustivo, recordemos algunos de estos mecanismos.
Los acuerdos de cooperación económica, financiera y monetaria que los diferentes países europeos impone a los países africanos implican una venta de materias primas a un coste inferior al del mercado mundial y prohíben el gravamen de los productos importados de Europa. Tomemos el ejemplo del último acuerdo firmado entre la Unión Europea y los 15 Estados del África Occidental denominado “Acuerdo de Asociación Económica” (APE, por sus siglas en francés). Este acuerdo prohíbe el gravamen de los 11.900 millones de euros de productos importados por la Unión Europea en 2013. Hace así competir la agricultura de subsistencia local con la agricultura industrial europea y lleva a la miseria a cientos de miles de campesinos. Las consecuencias caen por su propio peso:
Este acuerdo reforzará una migración masiva de poblaciones privadas de futuro en sus países, en una situación en la que la población de África Occidental superará el doble de su población actual de aquí a 2050 hasta alcanzar los 807 millones de habitantes (frente a los 526 millones de habitantes de la UE en el mismo año) y en un contexto de calentamiento climático particularmente acentuado en esta zona .” (2)
Es tal el carácter explotador de estos acuerdos que el profesor Chukwuma Charles Soludo afirmó el 19 de marzo de 2012 que el APE de África Occidental constituye una “segunda esclavitud” (3). Pero el APE no es sino la sistematización a gran escala de lógicas de establecimiento de dependencia anteriores, como la “ayuda vinculada” que impone el recurrir a empresas francesas a cambio de una financiación de proyectos de acondicionamiento, los Planes de Ajuste Estructural que imponen reformas liberales a cambio de un crédito o de un informe de pago de la deuda o, peor aún, la institución del franco CFA que permite el control de las políticas monetarias de la zona franco. Los discursos político y mediático dominantes eliminan estas causas directas de la pauperización africana y de la presión migratoria. Estas desmienten la idea de una catástrofe imprevisible sobre la que el ser humano no tiene influencia alguna. El discurso mediático de la catástrofe no es sino un proceso de ocultación de las causas económicas estructurales.
Por supuesto, estos mecanismos solo son posibles recurriendo directa o indirectamente a la fuerza, desde el asesinato de oponentes a estas políticas pasando por los golpes de Estado o las guerras abiertas. Esa es la razón de la frecuencia de las intervenciones militares europeas directas o indirectas en África. Si Francia es el país más presente en estas aventuras guerreras es sobre la base de una delegación europea. Así, ante el ascenso de las potencias emergentes, ante la competencia económica estadounidense y china, Europa designa a Francia para defender los intereses de “Euráfrica”, es decir, para consolidar un neocolonialismo socializado a escala de la Unión Europea. Esta “Euráfrica” económica y militar es un viejo proyecto de determinadas fracciones del capital financiero europeo. Fue frenado por la competencia entre los diferentes países europeos que se tienden a poner en segundo plano debido a la exacerbación de la competencia vinculada a la globalización capitalista. Así es como ya en enero de 1954 Aimé Césaire alertaba sobre Euráfrica equivocándose únicamente con la nacionalidad del soldado: “ Lo repito, el colonialismo no está muerto. Es experto en renovar sus formas para perpetuarse; después de los tiempos brutales de la política de dominación se han visto los tiempos más hipócritas, pero no menos nefastos, de la llamada política Asociación o Unión. Ahora asistimos a la llamada política de integración, que tiene por objetivo la constitución de Euráfrica. Pero sea cual sea la máscara con la que se atavíe el colonialismo, sigue siendo nocivo. Por mencionar únicamente su último hallazgo, Euroáfrica, está claro que sería la sustitución del viejo colonialismo nacional por un nuevo colonialismo aún más virulento, un colonialismo internacional, cuyo gendarme vigilante sería el soldado alemán (4).”
Estas guerras directas o indirectas (5) son la segunda causa de la presión migratoria. Miles de personas africanas arriesgan sus vidas en el Mediterráneo no solo para sobrevivir económicamente, sino para huir de las guerras europeas y de sus consecuencias en términos de instalación de regímenes dictatoriales o, peor aún, del caos, como en Libia o en Congo con la instalación de “señores de la guerra” con los que el comercio puede continuar. El discurso mediático de la catástrofe oculta también la responsabilidad europea respecto a esta causa de las migraciones contemporáneas.
FRONTEX o la creación de las condiciones de un asesinato en masa
Si las causas antes mencionadas bastan para comprender el aumento de la presión migratoria, no bastan para explicar el aumento de la cantidad de defunciones en el curso de la migración. Para ello hay que orientar la mirada a las respuestas de la Unión Europea a esta presión migratoria. Desde 2005 estas respuestas se concretizan por medio de la Agencia Europea para la Gestión de la Cooperación Operativa en las Fronteras Exteriores de los Estados miembros de la Unión Europea o (FRONTEX [del francés " Frontières extérieures ", fronteras exteriores. N. de la t.]). El estatuto de agencia ofrece una importante autonomía que se reforzó aún más el 10 de octubre de 2011 al autorizarla a poseer su propio material militar. Los medios financieros que se ponen a disposición de FRONTEX aumentan constantemente: 19 millones de euros en 2006 y 88 millones de euros en 2011 (6).
En concreto, la Agencia organiza patrullas militares para devolver a las personas emigrantes a países vecinos por una parte y, por otra, firma acuerdos con Estados terceros para que sirvan de barrera de los candidatos a emigrar. Para poder realizar su misión la Agencia dispone de unos medios militares en constante aumento que son o bien propios o los ponen a su disposición los Estados miembros: más de una cuarentena de helicópteros y aviones, un centenar de barcos y aproximadamente 400 unidades de equipamiento como radares, sondas, cámaras, etc (7). Es a todas luces una lógica de guerra contra las personas migrantes. En particular, estos medios militares permiten a la Agencia garantizar patrullas frecuentes en las aguas territoriales de los Estados miembros, pero también en aguas internacionales. La Liga Belga de Derechos Humanos describe con razón la Agencia como “ un verdadero ejército al servicio de la política migratoria de una Europa que lleva a cabo con armas desiguales una guerra contra las personas migrantes que no tienen nada de soldado (8)”. Esta lógica de guerra lleva a las personas candidatas a la migración a arriesgarse cada vez más para escapar de la vigilancia de las patrullas de FRONTEX. El aumento de defunciones no se debe a una catástrofe imprevisible, sino que es el resultado de decisiones tomadas con plena conciencia de sus consecuencias mortíferas.
La segunda misión de FRONTEX consistente en firmar acuerdos con los países africanos ribereños del Mediterráneo no es sino una externalización del “trabajo sucio”, por retomar una expresión de la jurista Claire Rodier (9). Las consecuencias de esta externalización son lógicas: “ Esta externalización que consiste en subcontratar a los países limítrofes (Magreb, Europa del Este) para que gestionen la inmigración irregular supone varias ventajas para los Estados europeos: por una parte, transfiere el «trabajo sucio» (deportaciones en masa, detenciones arbitrarias, torturas) a países cuyos estándares son menos elevados que en Europa, lo que permite librarse de las obligaciones que las leyes europeas imponen en materia de respeto de los derechos humanos: por otra parte, participa de la relación de dependencia que mantiene la UE con su vecindario próximo. Y es que, a cambio de su colaboración, se promete a los países concernidos financiar acciones de colaboración o unas contrapartidas de naturaleza política o diplomática (10).”
Por consiguiente, a los muertos del Mediterráneo hay que añadir los malos tratos, la brutalidad y los muertos de esta subcontratación. Por supuesto, este papel de instalación de las condiciones del asesinato en masa institucional está ausente de los reportajes que nuestros medios de comunicación difunden con cada naufragio mortífero.
El discurso mediático sobre quienes trafican con personas migrantes
Tras ocultar las causas estructurales del aumento de la presión migratoria y las causas de su traducción en muertes en el Mediterráneo, al discurso mediático solo le queda centrarse en quienes trafican con personas migrantes . Ellos serían los únicos responsables de la situación y la lucha contra las redes de estos traficantes se presenta como la solución. El centrar el discurso político y mediático únicamente en estos traficantes contribuye una vez más a ocultar las verdaderas razones de los dramas regulares del Mediterráneo.
Está claro que no tenemos ninguna simpatía por quienes trafican con personas migrantes . Con todo, tenemos que recordar que mientras haya una demanda de personas migrantes habrá una oferta de travesías clandestinas. Abordar solo la oferta y ocultar la demanda es lo propio de las políticas que no quieren hacer frente a las causas de un problema social. Atacar solo a los traficantes, sin preguntarse por la demanda de “paraísos artificiales” de una cantidad cada vez mayor de ciudadanos, adoptar una política prohibicionista en materia de alcohol sin hacer frente a las causas de la alcoholización, etc.: son muchos los ejemplos de estas políticas hipócritas que pretenden actuar sobre las consecuencias mientras que las causas permanecen ocultas.
Al tener que hacer frente a un aumento de los riesgos de control, se incita a quienes trafican con personas migrantes a deshacerse lo antes posible de sus cargas molestas y por cualquier medio. “ Nuevos datos obtenidos el martes 16 de septiembre por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) vienen a confirmar la tesis según la cual, efectivamente, son quienes trafican con personas migrantes quienes abarrotaron voluntariamente el barco con cientos de personas migrantes antes de que este se hundiera ”, pone de relieve Elise Vincent en la edición de Le Monde del 16 de septiembre 2014. Si hay que perseguir y juzgar a estos criminales, no es menos cierto que estás prácticas solo son posibles porque la política económica crea las condiciones para ello.
Estas mismas orientaciones políticas proporcionan a la mafia una ocasión de oro de beneficiarse de la explotación de quienes han podido escapar a la muerte. El periodista de la agencia Reuter describe de la siguiente manera esta nueva “gallina de los huevos de oro” de la mafia en Lampedusa: “ Aquí, a ocho horas de barco de Sicila, la mafia ya ha hecho el negocio acogiendo a las personas emigrantes en unos centros explotados por unas sociedades privadas por delegación del Estado. Desde hace años son siembre las mismas quienes ganan las licitaciones. Una persona migrante reporta una treintena de euros al día de subvención. Es un negocio de oro con estas decenas de miles de migrantes, más rentable incluso que el tráfico de droga, según reconoce un gánster al que se le intervino el teléfono durante una investigación sobre la corrupción en Roma. Lo que es cierto en la capital será cierto en toda Italia. Una ilustración de esta organización es el escenario, siempre el mismo, que precede a los rescates. A bordo de los podridos cascarones de nuez que han partido de Libia no hay nada de comer ni de beber ni gasolina, pero sí un teléfono vía satélite para pedir ayuda. Un equipamiento demasiado costoso para quienes trafican con personas migrantes . Una vez en tierra, las personas migrantes proporcionan una mano de obra barata, en la agricultura en el caso de los hombres, en la prostitución en el de las mujeres. Un verdadero tráfico de esclavos y los esclavistas son africanos e italianos (11).”
Las obras de investigación sobre las discriminaciones consideran que una de sus formas es la discriminación sistemática, es decir, consecuencia de un sistema, y no de una decisión voluntaria de discriminar. Podemos tomar el mismo concepto en lo que concierne a las personas muertas en el Mediterráneo. Sin duda el asesinato de estas personas migrantes no es directo. Es, en cambio, el resultado ineluctable de las políticas de la Unión Europea, tanto en su política africana como en su política migratoria, tanto en el aumento de la presión migratoria como en su traducción en muertes a gran escala.
Notas:
(1) http://www.unhcr.fr/54871a45c.html , (2) Comunicado de prensa, “Non à la signature de l’Accord de Partenariat Économique UE-Afrique de l’Ouest par le Conseil de l’Union européenne !”, 11 de diciembre de 2014, http://www.solidarite.asso.fr/IMG/p… ;,
(3) Jacques Berthelot, “Il est urgent d’arrêter d’imposer les APE”, 16 de enero de 2013, http://www.diplomatie.gouv.fr/fr/po… ;,
(4) Aimé Césaire, “Le colonialisme n’est pas mort”, La nouvelle critique, n° 51, enero de 1954, p. 28.
(5) Raphaël Granvaud, Que fait l’armée française en Afrique, Agone, Marsella, 2009. (6) “Frontex, le bras armé de l’Europe Forteresse”, demain le Monde, n° 18, marzo-abril 2013.
(7) Ibid. (8) “Frontex : guerre aux migrants”, documento audio, http://www.liguedh.be/les-fichiers-… ;,
(9) Claire Rodier, Xénophobie Business, à quoi servent les contrôles migratoires, La Découvertes, París, 2012. (10) Entrevista a Claire Rodier,Libération, 1 de octubre de 2012. (11) Antonio Parrinello, Reuters, 17 de enero 2015.
Fuente: http://michelcollon.info/Le-mur-meurtrier-de-la.html?lang=fr

Traducido del francés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos