lunes, 2 de septiembre de 2024

Lo que los medios ocultan sobre Venezuela.

 

Lo que los medios de comunicación ocultan sobre las elecciones en Venezuela

 

Por Marc Vandepitte

 

Las pasadas elecciones presidenciales en Venezuela fueron una inteligente pieza de guerra electoral en la que los medios de comunicación desempeñaron un papel fundamental. En este artículo enumeramos algunas cosas sorprendentes que los principales medios de comunicación han callado.

Un abuelo valiente

Si hemos de creer a los medios de comunicación, estas elecciones fueron entre el bien y el mal. Se retrata al actual presidente Maduro como un demonio peligroso, mientras que se caracteriza al principal candidato opositor, Edmundo González, como un abuelo bonachón y a María Corina Machado, la mujer fuerte que lo respalda, como una estrella del pop.

La verdad es algo más siniestra. Entre 1981 y 1983, González fue el número dos de la embajada de Venezuela en El Salvador. Dependía directamente del Embajador Leopoldo Castillo, formado en la infame Escuela de las Américas (1).

González participó en la Operación Cóndor, una operación de la CIA relacionada con el asesinato de líderes religiosos y otros civiles en El Salvador. Documentos publicados por la CIA en 2009 muestran que fue reclutado por el servicio de inteligencia para formar grupos paramilitares y escuadrones de la muerte desde su puesto como funcionario de la embajada venezolana en San Salvador.

Desde esa embajada se utilizaron esos escuadrones de la muerte contra líderes religiosos y sociales. Se calcula que durante los años de liderazgo de Castillo y González en la embajada en El Salvador fueron asesinados 13.194 civiles por escuadrones de la muerte apoyados y dirigidos por Estados Unidos.

González seguía activo como asesor de la CIA cuando seis sacerdotes jesuitas y dos empleados universitarios fueron asesinados por escuadrones de la muerte el 16 de noviembre de 1989.

Una estrella del pop

González es el títere de María Corina Machado, la figura de facto y mujer fuerte de la oposición de extrema derecha. En los grandes medios de comunicación aparece Machado como una estrella del pop actual y popular a la que el gobierno de izquierdas negó la oportunidad de presentarse a las elecciones.

Sin embargo, los medios de comunicación no mencionan por qué no se le permitió presentarse a las elecciones. Al igual que González, firmó un decreto aprobando el golpe en 2002. A diferencia de otros candidatos de la oposición, Machado ha recibido abiertamente dinero de la NED, una organización pantalla de la CIA. Además, ha defendido sistemáticamente el bloqueo económico contra Venezuela y ha pedido repetidamente una intervención militar contra el país.

En 2014, Machado encabezó una campaña de violentas protestas callejeras y bloqueos de carreteras (“guarimbas”) dirigidos contra infraestructuras como hospitales, escuelas, universidades y el metro. En el proceso murieron 43 civiles y varios miembros de las fuerzas de seguridad.

En los últimos años Machado fue en parte responsable de la trama de corrupción en la que participó el autoproclamado presidente interino Juan Guaidó, que llevó a la privatización de empresas estatales en el extranjero por valor de hasta 34.000 millones de dólares.

Fuente dela foto.

Ningún país europeo lo toleraría y muy probablemente alguien con semejante historial estaría entre rejas en un país occidental.

Otra cosa que los medios ocultan llamativamente es que Machado fue recibida personalmente por el presidente Bush hijo en la Casa Blanca en 2005 y que, dos días después de las últimas elecciones, hubo una reunión entre la oposición de extrema derecha y un alto asesor de Biden para trazar la estrategia para el futuro próximo. Los medios tampoco mencionan que Machado pidió al primer ministro Netanyahu de Israel una intervención militar en Venezuela en 2018.

Son mensajes que exponen la verdadera naturaleza de Machado y no encajan en el cuadro de los medios de comunicación dominantes. Por eso lo callan.

Unas personas encantadoras

Un contraste llamativo: las voces más vociferantes desde el extranjero en defensa de la democracia en Venezuela abogaron en el pasado por golpes de Estado en otros lugares o son de un carácter dudoso. Son molestos y por eso los grandes medios de comunicación los están borrando. Veamos algunos ejemplos.

Uno de los defensores más activos de Machado y compañía es Elon Musk, personificación de la aristocracia financiera y tecnológica que domina el mundo. Es el hombre que apoya activamente la campaña presidencial de Donald Trump y avivó las llamas de los disturbios antiinmigrantes de extrema derecha en el Reino Unido.

A través de X, de la que es propietario, Musk ha acusado al Gobierno de Maduro de un «gran fraude electoral». Lo hizo el propio Musk utilizando bulos (2). Fue Musk quien apoyó el golpe de extrema derecha contra el presidente democráticamente elegido de Bolivia, Evo Morales, en 2019. Más tarde escribió en X: «¡Daremos un golpe de Estado contra quien queramos! Asúmelo». Es revelador que este golpista quiera «salvar la democracia» en Venezuela.

Musk estaba en buena compañía. Otro amante de los golpes de Estado que consideró oportuno denunciar el «megafraude electoral» no fue otro que Pedro Carmona. Puede que ese nombre no le diga mucho, pero fue Carmona quien fue nombrado presidente interino en Venezuela por los militares tras el golpe de 2002.

Los principales medios de comunicación informaron de que Mireya Moscoso, la expresidenta de Panamá, pidió que se reconociera a Edmundo González Urrutia como presidente electo de Venezuela. Lo que esos medios no mencionan es que al final de su mandato indultó a Luis Posada Carriles, el Osama Bin Laden de América Latina. Carilles fue uno de los responsables del derribo de un avión de pasajeros cubano.

Sin duda no habrán leído ni oído que Erik D Prince aboga por una recompensa de cien millones de dólares por información que lleve a la detención o condena del presidente Maduro y de Diosdado Cabello, figura destacada del gobierno venezolano. Prince es el fundador de Blackwater, el tristemente célebre ejército mercenario estadounidense, comparable en muchos aspectos al Grupo Wagner de Rusia.

Este «guardián de la democracia» pidió recientemente a Estados Unidos que colonizara África y América Latina. La caída o detención de Maduro sería un paso más en su deseo de colonizar Venezuela.

Foto: El fundador de un ejército mercenario estadounidense pide una recompensa por la cabeza del presidente Maduro y de su principal asesor.

Un guion preciso

Un poco de periodismo de investigación revela que nada de lo que ocurrió antes, durante y después de las elecciones fue casual o salió de la nada. Las maniobras de la oposición de extrema derecha siguieron un guion cuidadosamente preparado desde Estados Unidos, cuyas partes principales incluso se publicaron en Internet con antelación. El guion fue redactado por un experto estadounidense en cambios de régimen y desinformación.

Foto: El guion para implementar el cambio de régimen en Venezuela está en internet.

Entre otras cosas, estas instrucciones indican que se deben utilizar de forma ágil las sanciones económicas, que la oposición impulsada por Estados Unidos tiene que estar unificada, que se intente infiltrar en el Consejo Nacional Electoral, que la propia oposición presente resultados antes de que la junta electoral anuncie los resultados oficiales, que es mejor que la presión sobre Venezuela la ejerzan los países de la región y no Estados Unidos. Además, el guion asume, o sugiere, que habrá (o debería haber) disturbios, y en ese caso habría que presionar al ejército.

No encontrará nada al respecto en los principales medios de comunicación. Según sus informes, las elecciones se celebraron sin injerencias extranjeras, y las acciones y actividades de la oposición antes y después del 28 de julio fueron espontáneas. Se ‘olvidan’ mencionar que Estados Unidos, a través de organizaciones encubiertas de la CIA como la National Endowment for Democracy (NED), lleva décadas intentando manipular los procesos electorales en países ‘insumisos’, a menudo con éxito. Al parecer, no es necesario mencionarlo.

Encuestas y sondeos

En vísperas de las elecciones las encuestas de Datanálisis, Delphos, Consultores 21 y ORC Consultores daban al candidato opositor de extrema derecha una ventaja sobre Maduro de entre 20 y 30 puntos. Los principales medios de comunicación recogieron con entusiasmo estas encuestas. Gracias a esos artículos, la población venezolana y los ciudadanos del mundo ya estaban convencidos de que Maduro no podía ganar sin cometer fraude.

Lo que esos medios no nos dijeron es que esas agencias de sondeos a menudo no son más que máquinas de guerra ideológicas camufladas y que nunca carecen de vínculos con la CIA o con sus organizaciones encubiertas. Esos mismos medios también ocultaron que encuestas de otras agencias como Hinterlaces, Paramétrica y Ámbito una daban ventaja a Maduro sobre el candidato opositor González.

En las encuestas a pie de urna vimos lo mismo. Se mencionó con entusiasmo la encuesta de Edison Research. Según ella, el candidato de la oposición, González, obtenía un 65% y Maduro un 31% de los votos. Ningún medio mencionó que esta agencia está vinculada a la CIA, y todos guardaron silencio sobre las encuestas a pie de urna de la prestigiosa agencia Hinterlaces, que al mediodía daba a Maduro un 54,6% y a González un 42,8% (muy cerca del resultado oficial).

Intentos de desestabilización

Otro aspecto ‘olvidado’ de las pasadas elecciones son los intentos de desestabilización desde el extranjero. Dos días antes de las elecciones un comando armado intentó sabotear una importante central eléctrica. Se frustró el ataque, pero de haber tenido éxito, siete provincias del oeste se habrían quedado sin electricidad durante días y hubiera sido imposible el voto electrónico en esas provincias.

Además, el día de las elecciones se produjo un ciberataque masivo desde Colombia y Estados Unidos contra varias instituciones gubernamentales, entre ellas el Consejo Nacional Electoral. Este ataque retrasó el recuento de votos durante horas y dio a la oposición la oportunidad de salir con sus propios resultados antes de que hubiera resultados oficiales.

En un país amigo de Estados Unidos esos sabotajes de un proceso electoral serían noticia de primera plana. En un país como Venezuela ni se mencionan.

Protesta «pacífica»

Al día siguiente de las elecciones hubo protestas civiles (las llamadas «caceroladas») en muchas ciudades de Venezuela. Muchos medios de comunicación las mencionaron, pero éstos ‘olvidaron’ informar de que las protestas se vieron rápidamente eclipsadas por una ola de violencia, que al parecer estaba bien organizada y respondía, como vimos anteriormente, a un guion preestablecido.

En todo el país fueron atacadas 12 universidades, 28 escuelas, 37 centros de salud, 11 estaciones de metro, 10 secretarías del partido de Maduro, dos ayuntamientos, un ministerio y 10 edificios del Consejo Nacional Electoral. Se incendiaron 38 autobuses y se destruyeron 27 monumentos y estatuas, así como una planta de tratamiento de aguas residuales. En esos ataques murieron 2 soldados y 141 soldados y policías resultaron heridos.

Ni una palabra al respecto en los principales medios de comunicación. Cualquiera que conozca un poco de la historia reciente de Venezuela sabe que esto fue básicamente una repetición de las violentas “guarimbas” de 2014 y 2017, cuya finalidad era provocar un levantamiento general. Al parecer, los medios de comunicación no han tenido en cuenta esta observación tan obvia, lo que nos lleva al siguiente punto.

Contexto e historia

Los medios de comunicación occidentales no suelen tener en cuenta el contexto ni la historia. Los análisis dominantes en los principales medios de comunicación reducen las pasadas elecciones en Venezuela a una batalla entre el gobierno de Maduro en funciones y la oposición. Al hacerlo, ocultan el hecho de que Venezuela lleva 25 años en la línea de fuego de Washington.

Ocultan que Estados Unidos ha hecho todo lo posible para sabotear este proyecto izquierdista por medio, entre otras cosas, de dos golpes de Estado, un intento de asesinato del presidente, bloqueos callejeros asesinos, un cierre patronal del petróleo, aislamiento diplomático y el reconocimiento de un presidente no electo. Muestra todo ello de la guerra híbrida.

Los medios de comunicación también ‘olvidan’ informar de que todos los países de la región que han tomado un rumbo izquierdista en los últimos 20 años se han enfrentado a intentos de desestabilización y de cambio de régimen, desde golpes militares, guerra jurídica y golpes institucionales hasta intentos de “revoluciones de colores”.

Lo que los medios también niegan es que Estados Unidos lleva años intentando estrangular económicamente a Venezuela. Según el Washington Post, las más de 900 sanciones contra el país han contribuido a una contracción económica tres veces mayor que la causada por la Gran Depresión en Estados Unidos.

Con estas sanciones Washington pretende agotar a la población y así chantajearla electoralmente. Esperan que el pueblo venezolano se aparte del gobierno actual con la esperanza de que Estados Unidos ponga fin a su estrangulamiento económico una vez que Maduro ya no sea presidente.

En otras palabras, Venezuela no es un país ‘normal’, es un país en guerra sin que caigan bombas. En un contexto así es extremadamente difícil celebrar elecciones de forma soberana. Si se omite ese contexto bélico, se distorsionan los hechos reales de todo el asunto y se llega a conclusiones simplistas.

* * *

La cobertura de las elecciones presidenciales por parte de los principales medios de comunicación fue tendenciosa y todo menos sutil. Incluso antes de las elecciones, los principales medios de comunicación occidentales y los medios comerciales venezolanos se habían puesto incondicionalmente del lado de la oposición de extrema derecha. Después de las elecciones, por supuesto, no cambió su postura.

Si nos alejamos un poco, veremos que estas elecciones presidenciales tratan del enfrentamiento entre, por un lado, un proyecto social de izquierdas que busca por ensayo y error mejores condiciones de vida para las capas más bajas de la población. Por otro lado están la oligarquía y la clase alta venezolanas, representadas políticamente por la extrema derecha, y apoyadas y dirigidas por Estados Unidos y las fuerzas reaccionarias y de extrema derecha de la región.

La cobertura de las últimas elecciones muestra de qué lado están nuestros principales medios de comunicación. Si nos fijamos en quiénes son los propietarios de estos medios, no debería sorprendernos.

Notas:

(1) La Escuela de las Américas fue un programa de formación organizado por Estados Unidos para militares de América Latina. La Escuela es tristemente célebre por educar y formar a torturadores, dictadores y organizar masacres en el hemisferio occidental.

(2) Por ejemplo, difundió un tuit de un supuesto selfie de funcionarios del CNE mostrando pantallas de ordenadores en las que se veía que había ganado la oposición. En realidad eran empleados de Mercal Aragua, una institución ajena a las elecciones. También difundió una foto de un supuesto robo de papeletas electorales, aunque se trataba del robo de aparatos de aire acondicionado.


Texto original:https://www.dewereldmorgen.be/artikel/2024/08/23/wist-je-dat-wat-de-media-verzwijgen-over-de-verkiezingen-in-venezuela /   


 Traducido del neerlandés para Rebelión por Sven Magnus


https://rebelion.org/lo-que-los-medios-de-comunicacion-ocultan-sobre-las-elecciones-en-venezuela/



Marc Vandepitte es miembro de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad (REDH) y fue observador durante las elecciones presidenciales en Venezuela.

domingo, 1 de septiembre de 2024

La prensa europea al servicio de la golpista Machado.

 

  La prensa europea al servicio de la golpista Machado

Cientos de ONG, 'think tanks' y partidos de derecha se vuelven creíbles y, quién sabe por qué, "independientes", y sus declaraciones se toman al pie de la letra.

  Geraldina Colotti 

 ¿Qué impulsa a los principales periódicos europeos, incluso los supuestos «progresistas», a apoyar enérgicamente a un personaje como María Corina Machado que, si la antigua ecuación entre progresismo e izquierda es válida, no es progresista en absoluto? ¿Por qué estos diarios dedican páginas enteras a presentar como paladína de derechos a una persona que en su «programa de gobierno» -presentado a través de un candidato títere intermediario, alias Edmundo Gustavo Urrutia- se declara partidaria del mismo modelo propuesto por el «loco de la motosierra» en Argentina (privatizaciones salvajes y recortes de servicios públicos), de Trump y del genocida Netanyahu en política exterior? ¿Cómo es posible que una oligarca supremacista blanca, a la que dan asco las mujeres «negras» (y pobres) – sea presentada como feminista y defensora del matrimonio igualitario?

 .Cualquiera con un mínimo de honestidad intelectual debe reconocer que sólo con el socialismo bolivariano las mujeres de los sectores populares y tradicionalmente excluidas (al punto de no tener ni siquiera cédula de identidad porque permanecían por generaciones al servicio de familias oligarcas como los Machado) tuvieron tanto éxito, libertad y poder para decidir sobre la propia vida y en la política.

 Cualquiera con un mínimo de honestidad intelectual recordará el triste destino político reservado a la única candidata trans elegida entre las filas de la derecha en un ciclo electoral anterior. También recordará las manifestaciones organizadas por la extrema derecha a la que pertenece Machado para pilotear a los sectores reaccionarios de las iglesias evangélicas, emanaciones de esas poderosas multinacionales que alimentan a la derecha en Brasil, Argentina, África y América Latina, y que chocan con las asociaciones interreligiosas progresistas, aliadas al socialismo bolivariano.

 Sectores reaccionarios que llegaron a asediar el Parlamento venezolano precisamente para impedir que se discutiera la propuesta de «matrimonio igualitario» y chocaron con las organizaciones de la «sexo-diversidad» que apoyan el socialismo bolivariano.

 La cuestión es que, como nunca antes, en el contexto de una redefinición de las relaciones de poder geopolítico a nivel global, también es necesario restablecer los paradigmas ideológicos de una nueva hegemonía, que cohesione el discurso de las clases dominantes. Es imprescindible, por tanto, establecer la separación definitiva entre la defensa de los derechos económicos, que son la base de la dignidad de la persona, y los llamados derechos sociales.

 Es necesario, es decir, ocultar la asimetría de clases inherente a la defensa abstracta de los derechos sociales: porque una lesbiana blanca rica ciertamente tendrá más posibilidades de escapar del racismo que una lesbiana pobre, negra o indígena. Y porque la lucha contra el patriarcado – siendo un tema «sistémico» que recorre la producción y reproducción de la vida – es un eje fundamental de la lucha contra el capitalismo y el imperialismo, ya que se trata de conquistar la libertad para todas y todos. Y por esto es necesaria una elección de bando: porque si no estás ni de un lado ni del otro de la barricada, acabas siendo tu mismo la barricada.

 Pero aquí entra en juego otro «dogma» de la democracia burguesa, el de la «independencia»: de la información, de las instituciones, etc., etc. Como si las opiniones no derivaran de una visión concreta del mundo, determinada por los intereses de clase. Así, por ejemplo, las declaraciones (tardías) de uno de los rectores del Consejo Nacional Electoral, abiertamente opositor, que sembró dudas sobre los resultados electorales, parecen más «independientes» que aquellas que, en cambio, invitan a respetar la democracia venezolana, presentando evidencias y no suposiciones.

 Y así, los cientos y cientos de ONG, ‘think tanks’ y partidos de derecha se vuelven creíbles y, quién sabe por qué, «independientes», y sus declaraciones se toman al pie de la letra. Dada la gran concentración mediática, correspondiente a la económica, el nivel de «independencia» de los medio europeos lo pueden ver, en primer lugar, por el nombre de quienes los financian y de quiénes son los dueños de las «redes sociales».

 Y se puede ver en los millones de euros que se destinan para apoyar la llamada «libertad de prensa» en Venezuela. El gobierno sueco ha decidido dar una última contribución «urgente» de 10 millones de coronas: «para ayudar a los periodistas a documentar las restricciones a las libertades y a los DDHH tras las controvertidas elecciones en Venezuela», declaró el Ministro de Cooperación Internacional para el Desarrollo y el Comercio Exterior, Johan Forssell.

 Hace dos años, una investigación del periódico sudafricano Daily Maverich denunció la financiación de un millón de libras esterlinas, proporcionada a organizaciones y medios venezolanos (entre ellos el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa, Efecto Cocuyo y Radio Fe y Alegría) por parte del gobierno británico. a través de la Fundación Westminster para la Democracia.

 A la nota de protesta del gobierno venezolano, el británico respondió, con arrogancia, que «la libertad de expresión y los medios de comunicación libres son necesarios para la democracia y protegerlos en todas partes del mundo es una prioridad». El grado de protección de la libertad de prensa por parte del imperialismo británico se puede ver en el número de periodistas asesinados en Gaza por las armas suministradas a Netanyahu.

 Y al menos debería hacernos sospechar que incluso los ni-nis de la izquierda ligera, reacios a todo lo que huele a «comunismo» como sinónimo de «dictadura», estén ahora ansiosos por retomar los argumentos de esa parte del Partido Comunista de Venezuela que acusa a Maduro de ser moderado y «antidemocrático», pero votó… por la extrema derecha.

 La cuestión es que, en el contexto de la «tercera guerra mundial fragmentada», según la acertada definición del papa Bergoglio, la estrategia del «caos controlado» deseada por el imperialismo y la OTAN debe corresponder a la de la guerra cognitiva contra los cerebros y las conciencias, para que pierdan el vínculo entre significante y significado.

 ¿Cómo se puede conceder el Premio Sakarov a un nazi que ha reivindicado serlo, el venezolano Lorent Saleh, y tildar al socialismo bolivariano de «dictadura»? Pero ya se ha hecho, y la foto difundida por la ex presidenta chilena «progresista» Michelle Bachelet, que debería tener un recuerdo de los nazis, mientras abraza a Saleh, fue la prueba del cortocircuito.

 ¿Cómo se puede proponer al Premio Nobel de la Paz a una golpista como Machado que, en los países europeos, llevaría años en prisión? Pero ya se ha hecho, y se hizo con otros criminales de guerra, como Obama. Y ahora, en Praga, la señora es una de las tres finalistas del Premio Václav Havel de DDHH, que concede cada año la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE). El premio en juego es de 60.000 dólares. Servirán así para cubrir los gastos de los numerosos «influencers» que actúan en el extranjero en nombre de la extrema derecha y que deben adormecer el cerebro de los jóvenes.

 Un video de la cuenta de Instagram @nitantukky muestra una conversación filtrada de Greg Allessandro Sewo Hernández, mejor conocido como @GregAventuras, en la que revela cómo funciona el pago. Sewo Hernández explica que los influencers contactados por el fascismo venezolano reciben un total de 400 dólares por un paquete que incluye la creación de dos ‘reels’ en Instagram, dos videos para TikTok y ocho ‘stories’ durante dos semanas.

 El creador de contenido, que se encuentra en Argentina, señala que recibe el pago por adelantado a través de Binance. Sin embargo, en los mensajes se niega a ir demasiado lejos en sus llamados a la violencia callejera por temor a las consecuencias legales.

 Hoy más que nunca, el socialismo bolivariano es un laboratorio que indica barreras y perspectivas para un posible modelo alternativo para este tercer milenio.

 En el plato (un plato rico), está en primer lugar la posesión de recursos. Venezuela tiene las mayores reservas de petróleo del mundo, revaloradas en más del 30% este año; las primeras en oro, está en cuarto lugar en reservas de gas, es una de las primeras reservas de hierro, aluminio, coltán; posee el 21% de las reservas de agua de América del Sur… Recursos que, como dice abiertamente el plan «de gobierno» de Machado y sus compinches, deben ser nuevamente privatizados: empezando por la empresa petrolera nacional, PDVSA.

 Está en juego la sólida posición de Venezuela en la redefinición de un mundo multicéntrico y multipolar que tiene en el centro la alianza BICS, una alternativa al G7, al que el país ha pedido unirse. La cumbre 16 de la alianza, de la que Rusia ostenta este año la presidencia pro témpore, tendrá lugar en la ciudad de Kazán, del 22 al 24 de octubre.

 Sin embargo, las reuniones preparatorias ya han comenzado. El viceministro para las políticas antibloqueo, William Castillo, participó en el VI Foro Municipal Internacional en el que se discutió cómo recuperar la economía de países que, como Venezuela y Rusia, se encuentran entre las cinco naciones sancionadas más perseguidas en el mundo; y por ello están desarrollando estrategias comunes.

 Y la Viceministra para Europa, Coromoto Godoy, se reunió con el encargado de negocios ruso en Venezuela, Eduard Sokolov, para establecer las modalidades de participación en la cumbre de Kazán, en la que Venezuela participará como observador. Septiembre será un mes crucial de vísperas. Entre los más de 200 eventos programados en territorio ruso, se celebrará en Moscú, del 17 al 19 de septiembre, el Congreso Internacional de Tecnología, que se centrará en la búsqueda de «la soberanía tecnológica y el papel de los BRICS». Según anunció el canciller venezolano, Yvan Gil, en septiembre habrá una reunión de cancilleres en Nueva York para definir cómo Venezuela puede sumarse a la alianza.

 Y el papel de Lula, que se juega entre los BRICS y el Mercosur, dentro del cual el presidente de Brasil se dice desde hace tiempo dispuesto a firmar un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, estaría en el origen de la dudosa actitud adoptada respecto a las elecciones presidenciales venezolanas.

 Una postura abiertamente criticada en la reunión extraordinaria de los países del Alba, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América, creada por Cuba y Venezuela, que expresó un firme apoyo a la soberanía del país bolivariano y un claro rechazo a la injerencia externa. Según el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, que seguramente tiene experiencia en los asedios imperiales de su país, Lula y su homólogo colombiano, Gustavo Petro, «están compitiendo por el liderazgo en la región, en nombre de la administración estadounidense», que acecha y amenaza con el poder de sus bases militares y sus mercenarios.

 Por otra parte, Daniel reiteró que el gobierno y pueblo de Nicaragua se opondrán a cualquier acto de hostilidad contra la nación bolivariana, con la que Nicaragua mantiene sólidas relaciones de amistad y colaboración. «Necesitamos prepararnos, Nicolás, para luchar y derrotarlos. Y tengan la seguridad de que en esta batalla pueden contar con los combatientes sandinistas», dijo.

 Otro gran punto en juego es la paz del continente latinoamericano, el único que aún no está infestado por la guerra imperialista. El objetivo de una extrema derecha que tiene sus baluartes en la región -dijo el presidente Maduro- es destruir la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), declarada «zona de paz». Pero, quien se atreva a atacar a Venezuela tendrá que lidiar – dijo – «con nuestros amigos, que nos protegerán, porque mucha gente está dispuesta a todo para lograr la paz en Venezuela, que es la paz de Sudamerica».

 Mientras tanto, continúa el ataque al proceso bolivariano, articulado también por grandes multinacionales «humanitarias» como Amnistía Internacional, que ha salido al terreno lanzando una recogida de firmas contra el derecho del país a decidir sobre la base de sus propias leyes, y falsificando el número de fallecidos, como siempre atribuyéndolos al bando equivocado.

 Es una lucha sin cuartel.

 Nunca antes el frenético ataque contra la Venezuela bolivariana, sus instituciones, su proyecto social y su presidente, Maduro, reelegido el 28 de julio, tuvo un valor y un alcance que trasciende las fronteras del país latinoamericano, y las del continente al que pertenece.

 https://www.resumenlatinoamericano.org/2024/08/28/venezuela-la-prensa-europea-al-servicio-de-la-golpista-machado/

 

miércoles, 28 de agosto de 2024

Lo que callan sobre la detención de Pavel Durov .

 Libertad de expresión

 Lo que el mundo calla sobre la detención del CEO de Telegram, Pavel Durov.

 

Afinogenova y Zugasti 

En este mundo cambiante ya nadie parece estar dispuesto a tolerar que en su territorio o en su jurisdicción crezcan estructuras neutrales ni independientes. Las diferencias entre el látigo censor ruso y el francés son puramente de estilo, no son ideológicas

 El sábado pasado, un jet privado procedente de Azerbaiyán aterrizaba en el aeropuerto parisino de Le Bourget para un reabastecimiento de combustible. A bordo se encontraba el multimillonario de origen ruso y fundador de la plataforma Telegram, Pavel Durov, una mujer y su guardaespaldas.

 Sobre las 20 de la tarde, Durov fue detenido en el mismo aeropuerto por la policía francesa. Estaba declarado en busca y captura desde hacía tiempo y, según datos del canal francés BFMTV, la orden de detención fue emitida pocos minutos antes de que su jet tocara tierra. 

 ¿Por qué lo detuvieron y de qué se le acusa? El motivo oficial de la Fiscalía francesa son los presuntos delitos que se cometen en la plataforma Telegram: actividades relacionadas con pornografía infantil, terrorismo, tráfico de drogas, transacciones fraudulentas, piratería, etcétera. Tanto Durov como los administradores de Telegram, según la policía francesa, se negaron a colaborar con las autoridades del país para moderar todo ese contenido, de manera que, para la acusación, se convirtieron en cómplices. Dada la gravedad de los crímenes que se le atribuyen, podría enfrentarse a una condena de hasta 20 años de cárcel. El multimillonario, de 39 años, posee la ciudadanía francesa, además de la de Rusia y Emiratos Árabes Unidos, y será juzgado como un nacional.

 Hay muchas cuestiones en el aire relacionadas con esta detención y las informaciones que han ido saliendo a lo largo del fin de semana tampoco es que ayudaran a despejar esa nebulosa. ¿Por qué Durov decidió aterrizar en Francia cuando ha declarado públicamente en varias ocasiones que no era muy seguro para él pisar países occidentales y, por eso, llevaba siete años viviendo en Dubái?

 Otra cuestión que analizan los medios es el origen del vuelo en Bakú, la capital azerí. Visitó ese país en el marco de una gira por Asia Central que había anunciado en junio, pero su estancia en Azerbaiyán coincidió con una visita a ese país del presidente ruso, Vladimir Putin. No se sabe si se llegaron a reunir, si fue pura coincidencia o si estos detalles tienen que ver con la posterior detención, pero lo que está claro es que de las primeras cosas que va a investigar Francia son sus posibles vínculos con el Estado ruso.

 Nada de esto sería posible sin suscriptores

Detrás de este caso hay algo mucho más importante, como son las megaplataformas, que mueven datos de centenares o miles de millones de personas

 Al margen de todas las explicaciones y versiones oficiales, detrás de este caso hay algo mucho más importante, como son las megaplataformas, que mueven datos de centenares o miles de millones de personas. Telegram es una herramienta de comunicación encriptada para cualquier servicio de Inteligencia, por lo que se ha convertido en un frente de batalla más en el reparto de poder global que venimos observando en los últimos años.

 En este sentido, Durov no está dispuesto a compartir esos “megadatos” con nadie: ni con el FSB de Rusia ni con las policías europeas. La clave de Telegram es la encriptación de sus mensajes, que protege el anonimato del usuario y mantiene a las autoridades en la incertidumbre sobre quién envía, a quién envía y qué envía. Tanto Rusia como la UE y EEUU han intentado acceder a esa “llave de Telegram”, recurriendo a distintos argumentos, pero, según el propio Durov, sin éxito. Según el multimillonario, para él es mucho más importante la privacidad que todo lo que puede generarse en los canales de Telegram.

 Pero ¿por qué interesa tanto esta red social? Lo primero que tenemos que tener en cuenta es el peso de la plataforma. En España sigue usándose principalmente como un servicio de mensajería más, una alternativa a WhatsApp, pero su potencial es mucho mayor. En países como Rusia o Ucrania se trata de una de las principales plataformas mediáticas con presencia de todos los grandes medios de información, analistas e influencers. De esta manera, en los tiempos en los que la censura militar ha hecho del campo mediático tierra quemada apta solo para la proliferación de la propaganda, Telegram se convirtió en la plataforma donde expresarse libremente.

 Ahora mismo el número de usuarios activos de Telegram se acerca a los 1.000 millones, triplicando a los de X, antiguo Twitter. Por su parte, las descargas no han dejado de crecer: solo en 2013, aumentaron un 12%. El 38% de las descargas registradas proviene de Asia, el 27% de Europa y el 21% de América Latina. Es decir, además de Rusia y el espacio postsoviético, Telegram es especialmente popular en el Sur Global.

 Desde que se anunció la detención de Durov, el número de descargas de Telegram hechas en el Norte ha subido sustancialmente. En Francia se convirtió en la red social más descargada en App Store y en EEUU entró en el top 10 de las apps más populares (sin contar las de los juegos).

 Este efecto también salpica a Pavel Durov. El empresario, apodado el ‘Zuckerberg ruso’, ha mantenido un perfil bajo a lo largo de varios años; sin embargo, hoy protagoniza las portadas de los grandes medios internacionales, que se hacen una pregunta: ¿quién es Pavel Durov?

 El empresario tiene 39 años y se crio en San Petersburgo, donde él y su hermano frecuentaban olimpiadas matemáticas y aprendían esquemas de codificación de IBM. Cuando estudiaba en el colegio en esa ciudad rusa, un amigo le enseñó la plataforma Facebook, que acababa de nacer de la mano de Mark Zuckerberg, y le inspiró tanto que en 2006 decidió lanzar VKontakte, un análogo ruso de la red californiana.

 Vkontakte se volvió la principal red social del país y llamó la atención de los servicios de seguridad, que exigieron acceso a la información sobre los usuarios allí registrados. Según contó el propio Durov, empezó a pensar en crear Telegram como un servicio de mensajería seguro después de que los servicios de Inteligencia rusos se presentaran en la puerta de su casa en 2011. En ese momento las autoridades rusas le exigieron que bloquease grupos opositores en VK, pero Durov se negó en varias ocasiones. 

 Finalmente, en 2014, vendió su participación en la plataforma a los accionistas dispuestos a “colaborar” con el Estado y abandonó su país natal. De este modo, la plataforma pasó a ser totalmente funcional a los intereses de la administración rusa. En los Emiratos Árabes Unidos, donde Durov se instaló porque, según él, el Gobierno no se metería en su negocio, se dedicó a desarrollar Telegram que, también, como antaño Vkontakte, se convirtió en un dolor de cabeza, primero para Rusia, y luego para EEUU y la UE.

 Rusia intentó bloquear Telegram en 2018 por la misma razón por la que Francia hoy lo tiene detenido: por no querer compartir datos con los servicios de seguridad que consideraban claves para temas de seguridad nacional

 De hecho, Rusia intentó bloquear Telegram en 2018 por la misma razón por la que Francia hoy lo tiene detenido: por no querer compartir datos con los servicios de seguridad que consideraban claves para temas de seguridad nacional. El bloqueo, que generó una ola de protestas en el país, no salió del todo bien: se podía evadir a través de una red de proxys. En 2020, finalmente, el Estado ruso desbloqueó el servicio sin mayores explicaciones, lo que dio lugar a especulaciones sobre una suerte de pacto al que habría llegado Durov con Moscú. No obstante, él siguió insistiendo en que la privacidad está por encima de todo.

 Los activos de Durov se estiman en 15.500 millones de dólares y asegura que no tiene yates ni aviones ni bienes inmobiliarios; solo dinero o bitcoins. También hay que mencionar que en los últimos años ha estado desarrollando su propia criptomoneda, Toncoin, basada en su propio blockchain o cadena de bloques, llamada TON. Es decir, ya son dos enormes proyectos a los que los servicios de Inteligencia occidentales no tienen acceso. Se popularizan sobre todo en países BRICS, que buscan una desdolarización, y hasta tienen su propio ecosistema de criptos.

 Finalmente, para terminar de atar cabos, Durov además se ha pronunciado en varias ocasiones en contra de los gigantes tecnológicos estadounidenses. No solo reconoció que Apple y Google son competencia, sino que las tachó de grandes amenazas a la libertad de prensa. Teniendo en cuenta que Mark Zuckerberg acaba de reconocer, en una carta pública, que el Gobierno de Joe Biden presionó a Meta para que censuraran ciertos comentarios y ellos accedieron, muy desencaminado no está. Sin ánimo de romantizar a Pavel Durov, simpatizante de Trump supremacista y millonario blanco, la plataforma Telegram parece que garantiza la privacidad y no se somete a la censura con un poquito más de ganas que los servicios Meta (Facebook o Instagram).

 Facebook no solo configura su algoritmo para ofrecer contenido que le interesa y ocultar el que no. Además, colabora con los servicios de inteligencia, sin demasiados miramientos ni disimulo, y extrae los metadatos de los usuarios para venderlos a cualquiera que luego te quiere convertir en ‘target’ para su publicidad o su propaganda.

 La pregunta es: ¿y ahora qué? Durov puede pasar a engrosar la lista de rehenes a intercambiar con Rusia, como se ha hecho recientemente en el canje más grande desde la Guerra fría, del que les hablamos hace unas semanas en La Base Agosto. Pero, en general, se trata de un síntoma más de la crisis de esta época de globalización de la que Durov es hijo, discípulo y adepto.

 No quiso colaborar con las autoridades rusas, se fue de Rusia y se instaló en Dubái. Tampoco quiso colaborar con aquellos que se consideran en el lado correcto de la historia, aunque bombardeen e invadan países del mismo modo que hacen los que no lo están. Creyó estar por encima de enormes maquinarias estatales, se creyó un ciudadano del mundo y, al final, está atascado entre dos grandes bloques enfrentados que solo entienden la lógica del siglo pasado, esa que dice “o estás conmigo o estás contra mí”.

 Las diferencias entre el látigo censor ruso y el francés son puramente de estilo, no son ideológicas

 En este mundo cambiante ya nadie parece estar dispuesto a tolerar que en su territorio o en su jurisdicción crezcan estructuras neutrales ni independientes. Las diferencias entre el látigo censor ruso y el francés son puramente de estilo, no son ideológicas. Maquillaje. Son los medios de información y algunos opinadores los que deciden que, por alguna razón, tener la bota policial francesa encima de la cabeza es más agradable que tener la bota policial rusa en el mismo lugar, o viceversa.

https://www.diario.red/articulo/canal-red/que-mundo-calla-detencion-ceo-telegram-pavel-durov/20240827194700034468.html


Nota del blog  .-

Un rotativo turco Sabah ha revelado que el régimen de Israel estaba detrás del arresto del fundador y director ejecutivo de Telegram, Pável Dúrov, en Francia..La Policía francesa detuvo el sábado al cofundador de Telegram, Pável Dúrov, cuando descendía de su avión privado en la pista del aeropuerto de París-Le Bourget, proveniente de Azerbaiyán.

En este contexto, el rotativo turco Sabah ha divulgado este miércoles que la publicación de las imágenes relacionadas con el genocidio israelí en la Franja de Gaza ha provocado las preocupaciones de las autoridades israelíes.

Anteriormente, algunos hackeres publicaron informaciones sobre el genocidio flagrante israelí en la Franja de Gaza y Telegram se resistió ante las presiones de las autoridades israelíes para censurar esas noticias.

El genocidio israelí en Gaza , la guerra entre Rusia y Ucrania y la pérdida de poder de Francia en África se encuentran entre las razones de la presión sobre Telegram . El MOSSAD está especialmente implicado en la detención de Durov y el objetivo es hacerse con el control de Telegram en el marco del plan.


 https://www.sabah.com.tr/galeri/dunya/sosyal-medya-cephesinde-savas-kizisti-telegram-operasyonunun-arkasinda-kim-var

 y ver   ..

https://mail.google.com/mail/u/0/#inbox/FMfcgzQVzNzwgfWvltFbNXbmNhrJgvbZ

 Y Meta bloquea   la cuenta pro palestina con 6,1 millones de seguidores

Una de las cuentas pro-Palestina más destacadas y virales de la red "Eye on Palestina", con más de seis millones de seguidores en Instagram, fue cerrada. 

 Última noticia.-

La Justicia francesa imputa al cofundador de Telegram Pável Dúrov y lo deja en libertad bajo control judicial La Fiscalía gala hizo públicos los doce delitos de los que lo acusa la noche del lunes, entre los que se encuentran complicidad con el tráfico de drogas, la distribución de pornografía infantil o la pertenencia a banda criminal

 

sábado, 24 de agosto de 2024

La guerra electoral hibrida en Venezuela..

 Venezuela, una guerra electoral de manual

 

Por Marc Vandepitte

 

| 23/08/2024 |  

Nada de lo ocurrido antes, durante y después de las elecciones presidenciales de Venezuela fue casual ni cayó del cielo. Todo estaba preparado a la perfección y fue un magnífico ejemplo de guerra electoral. ¿Sigue siendo posible la democracia soberana en tales circunstancias?

Para entender lo que está ocurriendo en Venezuela en las últimas semanas hay que darse cuenta de dos cosas: una, que esas elecciones presidenciales tuvieron lugar en el «patio trasero» de Estados Unidos y dos, que el país sigue un rumbo izquierdista.

Todos los países de la región que han adoptado este rumbo izquierdista en los últimos 20 años se han enfrentado a intentos de desestabilización y cambio de régimen que iban desde golpes militares, batallas jurídicas (1) y golpes institucionales (2) hasta intentos de revoluciones de colores (3). Véase en el anexo del artículo un resumen de esos intentos.

Guerra híbrida

Venezuela no es una excepción, todo lo contrario. Venezuela está en la mira del Occidente, más que ningún otro país de la región por ser pionera en la construcción de un mundo multipolar en el que Occidente ya no puede afirmar su superioridad. Desde que Chávez fue elegido presidente en 1999, el imperio ha hecho todo lo posible por sabotear este experimento izquierdista.

Hubo, entre otras cosas, dos golpes de Estado, un intento de asesinato del presidente, provocaciones militares a través de la ayuda al desarrollo, mortíferos bloqueos callejeros, un bloqueo por parte de los patrones del petróleo (4), aislamiento diplomático, acaparamiento de bienes esenciales para crear escasez, fuertes sanciones económicas, congelación de activos extranjeros e imposibilidad de realizar transacciones financieras.

Cuando pensamos en la guerra, inmediatamente pensamos en bombas y misiles. Pero en Venezuela, la guerra se libra de otra manera. Todas las agresiones enumeradas contra el país son ejemplos de lo que se denomina una guerra híbrida (5). Cada una de estas estrategias aplicadas fue trazada o financiada desde Estados Unidos.

Los acontecimientos de las últimas semanas en Venezuela tras las elecciones presidenciales encajan perfectamente en ese cuadro y se pueden describir como guerra electoral.

Guion preciso 

Nada de lo que ocurrió antes, durante y después de las elecciones fue casual ni cayó del cielo. Todo estaba bien pensado. De hecho, la oposición de extrema derecha había anunciado con antelación lo que estaba a punto de ocurrir .

Unas semanas antes de las elecciones el candidato de la oposición de extrema derecha Edmundo González había anunciado, al igual que Trump en Estados Unidos en 2020, que no aceptaría los resultados si perdía. En el pasado esto provocó disturbios y los infames cortes de carretera (“guarimbas”) en Venezuela. Una vez más, estaba escrito en las estrellas que esto volvería a suceder.

Las maniobras de la oposición de extrema derecha siguieron un guion cuidadosamente preparado. Sus partes principales incluso fueron publicadas previamente por Mark Feierstein, experto en guerra psicológica y desinformación. Este hombre fue también una figura clave en la guerra sucia contra Nicaragua en la década de 1980 y en el golpe de Estado contra el presidente Fernando Lugo en Paraguay.

Enumeramos los elementos clave de su guion.

1. Utilizar hábilmente las sanciones económicas (6). Según Feierstein, las devastadoras sanciones económicas son una palanca para forzar concesiones del gobierno izquierdista. Además, las sanciones son una excelente herramienta de chantaje electoral: un voto de izquierda mantiene las sanciones, un voto de derechas las hace desaparecer. Es una estrategia que se utilizó con éxito en las elecciones nicaragüenses de 1990 (7).

En cualquier caso, las sanciones han tenido un efecto devastador en la economía y las condiciones de vida. Han agotado a la población venezolana y parte de esta espera y desea que Washington cese su estrangulamiento económico cuando Maduro deje de ser presidente.

2. Unir a la oposición espoleada por Estados Unidos (8). La oposición estaba muy dividida en el pasado, lo que le daba pocas posibilidades contra Maduro y antes, contra Chávez. Esta vez Washington ha hecho todo lo posible para unir a la oposición y ha tenido un éxito razonable.

La influencia de Washington es innegable. En el pasado el presidente Bush Jr. recibió personalmente en la Casa Blanca a la actual candidata opositora, Maria Corina Machado, y dos días después de las elecciones se celebró una reunión entre la oposición de extrema derecha y un alto asesor de Biden para trazar la estrategia para un futuro próximo.

 

 3. Infiltrarse y presionar al Consejo Nacional Electoral (CNE) (9). El Consejo Nacional Electoral, que organiza las elecciones y es responsable de los resultados, es un organismo independiente que no depende del Gobierno, sino del Parlamento. Feierstein sugiere infiltrarse en el Consejo y también pide a los países de la región que presionen al CNE.8

4. La oposición debe presentar sus propios resultados antes de que la junta electoral anuncie los resultados oficiales (10). En el punto 8 describimos cómo las encuestas manipuladas y los sondeos a pie de urna falsos pretendían inculcar de antemano al pueblo venezolano y al mundo exterior que la oposición iba a ganar de todos modos y que si Maduro ganaba, los resultados oficiales serían el resultado de un fraude.

Sin afirmarlo explícitamente, Feierstein indica que lo mejor es que esas encuestas y los sondeos a pie de urna sean corroborados por los llamados «recuentos de la propia oposición», lo que les confiere un carácter casi oficial. Para ello era necesario retrasar los resultados oficiales. Hubo un ciberataque masivo (punto 9). Además, también había que publicar los resultados «propios», lo que requería un sitio web propio (punto 10).

(Este punto fue fundamental ,  publicaron resultados para invalidar a la CNE y  al mismo tiempo    la bloquearon   como en Bolivia con Evo ,y en parte lo lograron al centrar el resultado solo sobre las actas. Nota del blog )

5. Llamamiento a los países de la región (11). Feierstein es muy consciente de que Estados Unidos no es el país más adecuado para influir en los militares y en el Consejo Nacional Electoral, los dos actores fundamentales en el escrutinio. Incluso hay sectores de la derecha venezolana que consideran delicada la injerencia directa de Washington y que tampoco sería beneficiosa la de otras partes del mundo.

Por lo tanto, es mejor implicar a países de la región. Esta estrategia solo tuvo un éxito parcial (12). Varios países latinoamericanos que se alinean con la política exterior estadounidense no han reconocido los resultados oficiales. Pero países clave como Brasil, México y Colombia han indicado que reconocerán la victoria de Maduro si la confirman las autoridades competentes del país. Estos países también se oponen a la injerencia estadounidense en estas elecciones.

6. En caso de disturbios, presionar al ejército (13). Es poco probable que un alto cargo como Feierstein incite abiertamente a los disturbios, pero un silbato para perros trasmite igual de claramente el mensaje. Feierstein indica implícitamente que habrá (o debería haber) disturbios si Maduro gana. Estados Unidos tiene una larga tradición y mucha experiencia en organizar este tipo de disturbios.

Feierstein es consciente de que las fuerzas armadas son muy leales al gobierno de izquierda. Pero aún así espera convencer a una parte del ejército, sobre todo a los reclutas y a los oficiales inferiores, para que se pongan del lado de los amotinados.

Mauricio Macri, el expresidente derechista de Argentina, participó a esta parte del guion. Antes de que se conocieran los resultados, llamó en un tuit a las fuerzas armadas a volverse contra el presidente Maduro. Es muy trascendental que un exjefe de Estado extranjero llame a los militares a sublevarse contra un presidente.

 

El guion de Feierstein deja poco a la imaginación, pero faltan algunos elementos porque es difícil ponerlo todo sobre la mesa en un documento tan abierto (en internet). Los elementos que faltan son los siguientes:

7. Guerra mediática contra el proyecto bolivariano y Maduro. Los medios de comunicación en Venezuela siguen en gran medida en manos de poderosos grupos de capital alineados con Estados Unidos y virulentamente opuestos al gobierno de izquierdas. Tanto en la prensa nacional como en la internacional se ha librado durante años una verdadera campaña de desprestigio contra el proyecto bolivariano. Se guarda un recatado silencio respecto a las aplastantes sanciones económicas y así se puede culpar al Gobierno de los problemas económicos.

Aunque Maduro consiguió mantener a su país en orden en circunstancias extremadamente difíciles, se le retrata como incompetente, corrupto, narcotraficante e incluso un poco loco. Semejante contexto de guerra de conciencias es todo menos propicio para presentarse a las elecciones.

8. Encuestas y sondeos a pie de urna manipulados. En el periodo previo a las elecciones las encuestas se utilizaron como arma. Las encuestas realizadas por Estados Unidos (Datanálisis, Delphos, Consultores 21 y ORC Consultores) indicaban que el candidato opositor Edmundo González aventajaba a Maduro entre 20 y 30 puntos porcentuales.(A)

Los principales medios de comunicación, también los de Europa adoptaron con entusiasmo estas encuestas, gracias a las cuales la población venezolana y la ciudadanía del mundo ya estaban convencidos de que Maduro no podía ganar sin cometer fraude.

Estas supuestas agencias de sondeos a menudo no son más que máquinas de guerra ideológica camufladas, que invierten fortunas para manipular a la gente. Son muy claros los vínculos con la CIA directamente o con organizaciones encubiertas de la CIA.

En cambio, los medios occidentales ocultaron las encuestas publicadas por Hinterlaces, Paramétrica y Ámbito, que daban ventaja a Maduro sobre el candidato opositor González. Esta estrategia no es nueva. Incluso cuando Hugo Chávez era muy popular, estas empresas de sondeos ‘predijeron’ que perdería las elecciones.

La misma táctica se usó en las encuestas a pie de urna.

 A mediodía la prestigiosa Hinterlaces daba a Maduro el 54,6% y a González el 42,8%, muy cerca del resultado oficial.

Edison Research, en cambio, vinculada a la CIA, dio a González el 65% y a Maduro el 31%.

 

Este guion tiene grandes similitudes con las maniobras en torno a las elecciones de 2019 en Bolivia que finalmente desembocaron en el sangriento golpe de Estado en ese país y en la toma del poder por parte de la ultraderechista Jeanine Áñez.

9. Desestabilización del voto electrónico. En Venezuela se vota electrónicamente. El recuento es, por tanto, automático, y se comprueba dos veces mediante una copia en papel del voto electrónico que se guarda en las urnas.

La noche del 26 de julio, dos días antes de las elecciones, hubo un intento de sabotaje en una importante central eléctrica. Un comando había entrado en la central con todo tipo de explosivos. Pero se pudo evitar el ataque. Si hubiera tenido éxito, siete provincias del oeste del país se habrían quedado sin electricidad durante días y, por tanto, no se habría podido celebrar la votación electrónica.

El día de las elecciones se produjo un ciberataque masivo desde Colombia y Estados Unidos contra instituciones gubernamentales, entre ellas el Consejo Nacional Electoral. Esto retrasó el recuento de votos durante horas, lo que dio a la oposición la oportunidad de salir con sus propios resultados antes de que hubiera resultados oficiales.

10. Presentar los propios resultados. Para presentar sus propios resultados, la oposición de extrema derecha creó su propio sitio web la víspera de las elecciones, en la que supuestamente publicaron 23.000 informes oficiales, es decir, alrededor del 80% del total. Según esos datos, González ganó las elecciones con el 63% de los votos, frente al 30% de Maduro.

Sin embargo, el sitio solo contiene unas 9.000 informes, es decir, menos de un tercio. Muchos nombres están incompletos o solo incluyen iniciales. Además, bastantes de las personas que figuran en la lista están muertos… También es curioso que la distribución de los votos en las zonas urbanas y rurales, en la región amazónica y en la sierra, arroje exactamente los mismos porcentajes, algo totalmente improbable.

En otras palabras, se trata de datos fabricados de forma bastante burda. Pero a ninguno de los partidarios de la derecha les llama la atención ni tampoco, al parecer, a los grandes medios de comunicación occidentales.

Democracia soberana

El conjunto de estos 10 mecanismos es un poderoso manual estratégico. Dejan claro que a la derecha y a Washington no les interesan en absoluto la democracia ni unas elecciones justas. Solo buscan un cambio de régimen que vuelva a poner al país en línea con la oligarquía venezolana, Estados unidos y Occidente.

Este manual hace prácticamente imposible la celebración de elecciones soberanas y lleva casi inevitablemente a la violencia. Si estos mecanismos se aplicaran a las próximas elecciones presidenciales estadounidenses, podría desencadenarse una guerra civil. El asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021 fue un posible anticipo en ese sentido.

Cabe preguntarse hasta qué punto es útil convocar elecciones en tales circunstancias. En los países occidentales ya hay histeria sobre una posible influencia de Rusia en las elecciones. Pero, si la hubiera, sería nimio comparado con la injerencia y agresión masivas que tiene que soportar Venezuela.

¿Cómo puede un sistema político protegerse de tantas hostilidades externas e internas sin socavar su naturaleza democrática? No es tarea fácil construir una ‘democracia soberana’ (14). Por el momento en Venezuela lo han conseguido gracias a la sólida expansión y movilización de las organizaciones populares. Pero eso no impide que la polarización en el país sea y siga siendo muy alta, y organizar elecciones en un contexto de guerra electoral es una empresa muy arriesgada. El proyecto bolivariano se enfrenta a retos muy grandes y necesita más que nunca nuestra solidaridad.

Anexo: desestabilización y golpes de Estado contra gobiernos de izquierda en América Latina en los últimos 20 años

Argentina:

(2022): guerra jurídica contra la vicepresidenta Cristina Kirchner, que le impide presentarse a las elecciones presidenciales de 2023.

Bolivia:

(2019): golpe de Estado que obliga al presidente Evo Morales a abandonar el país.

Brasil:

(2016): guerra judicial contra el expresidente Lula y la presidenta en ejercicio Dilma Rousseff. Lula es encarcelado y Rousseff destituida.

Colombia:

(2023-4): el presidente Gustavo Petro está acusado de financiar ilegalmente su campaña electoral.

Cuba:

(2021): campaña digital destinada a provocar disturbios en el país.

Ecuador:

(2010): intento de golpe de Estado para derrocar al presidente Rafael Correa. En 2020 fue acusado de soborno, lo que le eliminó políticamente.

Honduras:

(2009): tras un golpe militar, el presidente Manuel Zelaya es expulsado del país.

México:

(2018): campaña digital para impedir que el izquierdista Andrés Manuel López Obrador sea elegido presidente.

Nicaragua:

(2018): estallan grandes protestas tras la decisión del presidente Daniel Ortega de recortar las pensiones y aumentar las cotizaciones a la seguridad social.

Paraguay:

 

(2012): golpe institucional derrocamiento del presidente Lugo.

Perú:

(2022): golpe de Estado que provoca la destitución del presidente Castillo.

Venezuela:

(2002): golpe de Estado contra el presidente Chávez. Cierre patronal de la industria petrolera.

(2014 y 2017): Violentos bloqueos de carreteras bloquean el país.

(2017): fuertes sanciones económicas estadounidenses.

(2018): Atentado contra el presidente Maduro.

(2019): provocación militar a través de la ayuda al desarrollo. (2019): reconocimiento por parte de Estados Unidos y de la UE de un presidente interino no electo.

(2020):golpe militar fallido.

El hecho de que Chile no aparezca en la lista probablemente dice mucho del rumbo que está tomando el gobierno de Boric.

Notas:

(1) Lawfare o guerra jurídica es el uso de subterfugios legales para eliminar a un líder político.

(2) En un golpe institucional se manipula a la estructura política existente para deponer a un líder político manteniendo la apariencia de legitimidad constitucional.

(3) Según el manual de las revoluciones de colores, las ONG, las organizaciones estudiantiles y las organizaciones locales reciben financiación, formación y adiestramiento para organizar disturbios callejeros con la mayor eficacia posible. La violencia callejera debe desestabilizar el país hasta el punto de que el gobierno se vea obligado a dimitir o intervenga el ejército y lo destituya.

(4) Un cierre patronal es una situación en la que el empresario impide o prohíbe a los empleados trabajar o entrar en el lugar de trabajo.

(5) La guerra híbrida es una forma de guerra encubierta que utiliza toda una gama de medios: bulos, manipulación a través de las redes sociales, presión diplomática, subterfugios legales contra líderes políticos (lawfare), manipulación y dirección del descontento popular, presión nacional y extranjera sobre las elecciones, etc.

(6) «Hábil aprovechamiento de las sanciones económicas».

( Las sanciones   a  Venezuela son  nada menos que 913-nota del blog )

(7) En Nicaragua se trataba de una guerra sucia llevada a cabo desde la vecina Honduras por brigadas terroristas (llamadas «contras») contratadas por Estados Unidos. Al votar a la oposición, la población nicaragüense esperaba que acabara esta guerra sucia. Así se impuso Violeta Chamorro a Daniel Ortega por un estrecho margen.

(8) «Cohesión sin precedentes en la coalición de la oposición […] también resultado de la astuta diplomacia estadounidense».

(9) «Un buen lugar para empezar podría ser el Consejo Nacional Electoral.[…]. El Consejo […] podría estar sujeto a la influencia de homólogos de la región […]. Estados Unidos podría ayudar a fomentar ese acercamiento regional».

(10) «La campaña de González debería recibir copias impresas de los resultados en casi todos los colegios electorales […]. Eso también permitiría a la oposición y a los observadores independientes realizar los llamados recuentos rápidos […] que podrían revelar el probable ganador antes de que el régimen tenga la oportunidad de mentir sobre los recuentos de votos o desacreditar el proceso”.

(11) «Puede que Estados Unidos no sea el actor más eficaz para despertar los instintos democráticos de los militares venezolanos. Pero Washington podría fomentar el acercamiento de los mandos militares de la región que han mantenido vínculos con altos oficiales venezolanos […] Por esa razón, Estados Unidos y sus socios en Europa, Brasil, Colombia y otras naciones democráticas deben señalar enfáticamente su repudio a cualquier medida adicional que socave la candidatura de González».

(12) Las principales son Argentina, Chile, Perú, Guatemala, Ecuador, El Salvador, Uruguay y Costa Rica.

(13) “No está claro que los reclutas rasos y los oficiales de bajo y medio rango repriman a los manifestantes en nombre de un presidente que el electorado acabara de rechazar rotundamente. También podría ser una oportunidad para convencer al mando militar de que proteja los derechos de los votantes».

(14) El concepto de «democracia soberana» es del ruso Vladislav Surkov. Se desarrolló en respuesta a la injerencia occidental en los procesos electorales de los antiguos países de la Unión Soviética. Véase Zie Hiro D., After Empire. The Birth of a Multipolar World, Nueva York 2010, pp. 101-103.

 

Nota del  blog .—(A)  Los medios desconocieron  que sondeos a pie de urna de prestigiosas empresas el día 28J, como Hinterlaces, que arrojaron un resultado muy próximo al oficial  54,6 a favor de Maduro por 42,8 a favor de Edmundo y hay mas como Ámbito y Panametrica  que dijeron  al igual todo lo contrario  se acercaron bastante a los resultados oficiales.  .

  Y  la perla 


Traducido del neerlandés para Rebelión por Sven Magnus

Texto original: https://www.dewereldmorgen.be/artikel/2024/08/14/venezuela-electorale-oorlogsvoering-volgens-het-boekje /

https://rebelion.org/venezuela-una-guerra-electoral-de-manual/

Marc Vandepitte es miembro de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad y fue observador durante las elecciones presidenciales presidenciales en Venezuela..

jueves, 22 de agosto de 2024

Los medios de comunicación contra Julian Assange

 El nuevo fracaso del  "cuarto poder "

Julian Assange y los medios de comunicación

La liberación del periodista australiano, a fines de junio pasado, cierra un calvario de catorce años. Sin embargo, no reduce la responsabilidad de sus perseguidores. En este aspecto, Washington, Londres y Estocolmo actuaron con la complicidad de una institución que se supone que le dice la verdad al poder y protege a los inocentes: la prensa, por una vez bastante poco confraternal.

 

por Laurent Dauré

 Extracto

Desde el 25 de junio de 2024, y gracias a un acuerdo de “declaración de culpabilidad” firmado con el Departamento de Justicia estadounidense, Julian Assange quedó libre. Pero la prensa mundial no lanzó los fuegos artificiales eufóricos que hubiera recibido el retorno a la vida común de cualquier periodista encerrado durante catorce años por haber revelado crímenes de guerra. El ambiente editorial se mostraba alegre, es cierto, pero con una pátina de extraña moderación. “Sus acciones dividieron la opinión”, afirmaba el Guardian (26 de junio), principal diario de “izquierda” en el Reino Unido, que había publicado varias decenas de artículos hostiles al fundador de WikiLeaks. De modo invariable, los retratos consagrados al desenlace feliz perfilaban a un héroe decididamente poco recomendable: “un divulgador imprudente que puso vidas en peligro” (New York Times, 27 de junio), “alguien que busca publicidad” (BBC, 25 de junio), “un sospechoso de servir a los intereses de Moscú” (France Info, 25 de junio), en síntesis, “un personaje turbio” (Le Monde, 26 de junio). Para el vespertino, esa mala reputación se explicaba con facilidad: “Julian Assange no dejó de dar pasto a la controversia”. Una controversia que los periodistas mismos habían alimentado ampliamente antes de describirla como un hecho …

 

“No hay sino una manera de actuar: abatir ilegalmente a ese hijo de puta”. Desde el llamado a asesinar al “traidor” lanzado en Fox News en 2010 por el analista demócrata Robert Beckel hasta los editoriales de “apoyo” en forma de ajusticiamiento, pasando por las informaciones falsas del Guardian respecto de una supuesta conspiración entre Julian Assange, Donald Trump y Moscú en 2018, el periodista preso pudo apreciar los matices de la malignidad mediática (1). El tema central ya no era el mensaje –el contenido de las revelaciones de WikiLeaks y la realidad cruda del poder estadounidense que develaban–, sino la personalidad y la ética del mensajero, incluso su higiene corporal (Daily Mail, 12 de abril de 2019).

 

Se olvida con facilidad, de tan efímeras e interesadas que fueron, que las bodas entre WikiLeaks y la prensa tradicional se habían celebrado con gran pompa. Cuando la organización se propulsó al primer plano de la escena mundial en 2010 haciendo públicos documentos clasificados confiados por la lanzadora de alertas Chelsea Manning, analista de los servicios de información militares estadounidenses, ese maná alimentó antenas y columnas durante meses. WikiLeaks anudó entonces diversas colaboraciones con diarios prestigiosos para dar más eco a esas revelaciones abrumadoras para Washington: la conducta criminal de su ejército en Irak y Afganistán, el infierno de la prisión de Guantánamo o los entresijos turbios de la diplomacia de Estados Unidos.

 

“Controvertido”

 

Respecto de este último dossier, conocido con el nombre de “Cablegate”, el New York Times, el Guardian, Der Spiegel, El País y Le Monde aprovecharon ampliamente las primicias que extraían de los 250000 telegramas diplomáticos. El 24 de diciembre de 2010, la redacción de Le Monde designó a Julian Assange “hombre del año”. Todos sabían que ese proveedor de contenidos explosivos hacía gravitar una amenaza sobre el monopolio de la información legítima reivindicado por los medios ya establecidos pero, por entonces, reinaba una paz provisoria asentada en una división del trabajo: WikiLeaks alimentaba con datos brutos autentificados a los medios de comunicación, que los clasificaban y jerarquizaban –y después se coronaban de laureles. Los jefes editoriales no ignoraban nada de la filosofía libertaria de Assange que, como gran cantidad de expertos en informática de su generación, soñaba con una nueva Reforma que aboliera a los intermediarios que tuvieran compromisos con el poder. También, durante ese día de Navidad de 2010, Le Monde acompañó su elogio con una etiqueta –“la personalidad más controvertida del planeta”– que no abandonaría nunca más al fundador de WikiLeaks y que volvería a aparecer cada vez que las noticias judiciales impusieran a las direcciones editoriales referirse al asunto, entre largos períodos de indiferencia: “’cyber-guerrero’ recluido y controvertido” (L’Express, 11 de enero de 2018), “héroe controvertido de la libertad de informar” (Agencia France-Presse, 10 de diciembre de 2021), “héroe controvertido de transparencia a veces enturbiada” (Le Point, 7 de septiembre de 2020), “figura controvertida en el centro de las teorías del complot” (“Complorama”, France Info, 29 de abril de 2022). “Controvertido”: bajo su aparente objetividad, este adjetivo-adhesivo presenta la extraña propiedad de pegarse sólo en los zapatos de los disidentes del mundo  occidental (…)

 Artículo completo está  en Le monde diplomatique  en  español agosto  2024 . este  extracto es de la edición chilena.

https://www.lemondediplomatique.cl/2024/08/julian-assange-y-los-medios-de-comunicacion.html


Venezuela, el sabotaje electoral y la intoxicación informativa .

 Venezuela, el sabotaje electoral y la intoxicación informativa

GUSTAVO VEIGA

El anuncio de que el sistema de transmisión de datos fue vulnerado desde el exterior ha sido ratificado por la empresa estadounidense Netscout y también por la multinacional Kaspersky

Venezuela es a esta etapa del siglo XXI lo que Cuba fue en el XX desde la década de 1960. Un país demonizado en la sociedad capitalista, cruzado por la intoxicación informativa, tan desproporcionada que por momentos saca de foco al genocidio palestino en desarrollo o a la guerra entre Rusia y Ucrania. Esta actualidad exacerbada por la alianza tácita del capitalismo 2.0 y las extremas derechas, alimenta un conflicto de intereses que oculta el núcleo del problema en la patria de Simón Bolívar. Un estado soberano sometido a asedio constante por su principal recurso no renovable: el petróleo.

Cualquier arma disponible, incluido el sabotaje a un sistema electoral elogiado hasta por los propios detractores de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, ha sido crucial para intentar que la correlación de fuerzas en el mundo de la comunicación digital se inclinara hacia la derecha liderada por la aristócrata María Corina Machado. Como si no bastaran el poder militar coercitivo de EEUU, la Unión Europea, la OTAN y el organismo regional más dócil a las políticas de Washington, la OEA. Incluso las recientes críticas de Lula y Gustavo Petro al presidente venezolano que lo apoyaron en otras circunstancias.

Después de un sábado con marchas chavistas y algunas contramarchas en Venezuela y otros países, de que Machado autoproclamara la victoria opositora subida a un camión luego de una efímera "clandestinidad" y de la kilométrica movilización por la paz del chavismo que recorrió las avenidas de Caracas y otras calles del país, el desenlace electoral sigue estancado.

El anuncio oficialista de que el sistema de transmisión de datos fue vulnerado desde el exterior ha sido ratificado por una empresa que es referente de la seguridad informática, la estadounidense Netscout. Uno de los modus operandi fue la utilización de IPS maliciosas, o sea direcciones de internet para atacar servidores en el país. Hubo otro: el uso de bots sincronizados que distribuyeron virus y hackearon información sensible. Y el más nocivo fue el envío de tráfico masivo para saturar redes y servidores hasta bloquearlos.

Ekaitz Cancela, escritor vasco y autor del libro Utopías Digitales, un especialista en nuevas tecnologías, dio su opinión: “El sabotaje de más de 325 portales institucionales, incluida la Presidencia de la República, la Asamblea Nacional y la policía y la Dirección General de Contrainteligencia Militar, revela la fragilidad digital del Estado venezolano”. El colectivo de hackers Anonymous, en una versión no confirmada, se habría atribuido los ataques a través de la red social X.

Cancela también explicó que “un ciberataque es un mecanismo más suave de bloqueo. Ilustra que un grupo hacker puede jugar un rol clave en la geopolítica. Para bien o para mal. Pero sobre todo existe el poder desigual en la esfera digital. Esto no le puede pasar a EEUU, China o Rusia tan fácilmente. Los países del bloque regional latinoamericano, que aspiren o hayan tenido un rol central en la hegemonía del bloque, contraria a los intereses de los centros de poder occidentales, estarán más expuestos en el futuro a este tipo de inseguridades”.

Netscout y también Kaspersky, una multinacional rusa dedicada al mismo rubro de los antivirus y que tiene filiales en doscientos países, coincidieron en que Venezuela fue la nación más atacada del mundo durante julio y agosto, a razón de 30 millones de ciberataques por minuto. El dato lo corroboró la ministra de ciencia y Técnica, Gabriela Jiménez.

Desde Caracas, una fuente cercana al gobierno consultada por este medio, admitió: “Ellos (por la derecha) necesitaban que no se diera la totalización de los datos o retrasarlos lo más posible. El ataque duró una hora, y retrasó el veredicto oficial. No fue tanto un ataque físico, sino emocional. Era anular la posibilidad de certidumbre que brinda el sistema electrónico. La táctica era sacar al Consejo Nacional Electoral del juego. Quisieron minar la confianza de nuestro pueblo en el sistema electoral, con 31 elecciones en 25 años. Fue un golpe muy inteligente”.

En 2004, el comandante Chávez, adelantándose a los problemas de hoy, declaró: “Es muy importante la creación del software, nuestro software, software libre” y ordenó migrar a sistemas operativos GNU/Linux. Aunque el gobierno actual sigue promoviendo ese uso, la tarea nunca se habría completado en todo el aparato del Estado. La ministra Jiménez explicó esta semana que el 65,32% de los ataques fue por denegación de servicios. “De modo tal que ninguno de nosotros podamos tener acceso a los portales de la República, a la Cancillería, al SAIME (Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería), al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), al Sistema Patria”, describió.

Las guerras en curso de cuarta generación incluyen como ingrediente el cibergolpismo. Algunos multimillonarios, obscenos financistas de aventuras para depredar recursos en beneficio propio, lo explican sin mediatintas. Elon Musk, el propietario de X, desnudó ese sentimiento impune cuando ocurrió el golpe contra Evo Morales en Bolivia en 2019. “Derrocaremos a quien queramos” escribió en su cuenta cuando todavía era Twitter. Hoy trata de “burro” a Maduro en las redes, respalda con decenas de millones de dólares la candidatura de Donald Trump en EEUU y hasta simpatiza con los neonazis de Alternativa para Alemania. Cuando interactúa no es uno más. Quiere condicionar el futuro de los gobiernos que no le gustan y si no puede, voltearlos.

El Consejo Nacional Electoral (CNE), integrado por cinco miembros – tres oficialistas y dos de la derecha – es el área de competencia en los comicios del 28 de julio de acuerdo al artículo 293 de la constitución bolivariana. La OEA, con la misma celeridad que reconoció al gobierno golpista de Jeanine Áñez en Bolivia hace casi cinco años, lo instó a publicar “de manera expedita las actas con los resultados de la votación de las elecciones presidenciales a nivel de cada mesa electoral”. Exigencia que no se le hace a ningún otro país.

La difusión asimétrica de noticias, con las armas tecnológicas al servicio de una construcción de sentido global que por ahora se impone en los países de Occidente – la del “dictador” Maduro y la “democracia” representada en la derecha – volvió invisibles o distorsionados hechos gravísimos que ocurrieron estos días en Venezuela. Un grupo de veedores electorales argentinos le enviaron una carta a la Comisión de DDHH del Parlasur con una cronología de los hechos violentos que derivaron en asesinatos, atentados y actos vandálicos contra dependencias del Estado, transporte público y ataques a sedes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

 Entre los episodios más cruentos informaron los crímenes de dos mujeres militantes de base del PSUV, Cirila Isabel Gil y Mayauri Coromoto Silva el 2 y 3 de agosto. La violencia que campea en Venezuela lleva la marca de agua de la derecha, que solo atribuye al aparato del Estado más y más represión con su mirada de cíclope.

 Luis Britto García, reconocido escritor, dramaturgo e intelectual venezolano de 83 años escribió en un artículo reciente sobre las graves dificultades que atravesó el sistema electoral desde el 28 de julio: “¿Se puede obstaculizar la transmisión de resultados? Desde luego. En su libro ‘Vigilancia permanente’, Edward Snowden cita al director de tecnología de la CIA, Ira Hunt, quien afirma que los servicios de inteligencia estadounidenses conocen el contenido de cualquier sistema informático del mundo. Sus aliados no sólo pueden paralizar transmisiones y redes: lo han hecho en repetidas oportunidades en Venezuela”.

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