domingo, 26 de enero de 2020

Gitanos . El genocidio olvidado .


Trabajo esclavo, fusilamientos masivos y cámaras de gas. Gitanos, el genocidio olvidado de la Segunda Guerra Mundial
 

Toby Simpson Barbara Warnock

Comparado con el Holocausto, el asesinato en masa de medio millón de gitanos (romaníes, sintis y otros grupos) en Europa permanece ignorado y no reconocido. Esta ausencia y la persecución de la que siguen siendo víctimas nos plantean preguntas para las que todavía no hay respuestas claras.

Se trata del "genocidio olvidado" de la Segunda Guerra Mundial: alrededor de 500.000 gitanos fueron asesinados en Europa por los nazis y sus colaboradores durante la Segunda Guerra Mundial, tras la aplicación de políticas destinadas específicamente a perseguirlos. ¿Por qué ha sido olvidado el genocidio de los gitanos? ¿Por qué el reconocimiento aunque sea parcialmente, de esas muertes tardó tanto? ¿Cuáles son los obstáculos que nos impiden aún hoy reconocer plenamente la importancia de este genocidio?

Actualmente, y hasta marzo del 2020, tiene lugar la exposición Víctimas olvidadas: El genocidio nazi de los sintis y los romaníes, en la Biblioteca del Holocausto de Viena en Londres, dedicada a examinar la destrucción nazi de la vida de los gitanos, a examinar las políticas que precedieron a la masacre y a sacar a luz aspectos de esta historia que permanecieron ocultos y en gran medida desconocidos durante décadas. (1)

Ya antes de 1933, los romaníes y los sintis eran víctimas de prejuicios y discriminación en Alemania, pero cuando los nazis llegaron al poder la persecución se acentuó.

A mediados de la década de 1930, se prohibió a los gitanos el ejercicio de ciertas profesiones y muchos fueron trasladados a campos de concentración. A finales de los años1930, la ideología racial nazi se amplió para incluir la noción de que los gitanos eran de "sangre extranjera" y representaban una amenaza para la fuerza racial de la "raza maestra aria". Como parte del desarrollo de estas ideas, los gitanos fueron sometidos a un programa masivo de investigación pseudocientífica y a programas de esterilización forzada.

Durante la Segunda Guerra Mundial, los gitanos de los territorios ocupados por los nazis fueron víctimas de deportaciones a campos y guetos, condenados a trabajos forzados y malos tratos, muchos murieron de inanición, fueron víctimas de fusilamientos masivos o murieron en las cámaras de gas en campos como el de Chelmno o el de Auschwitz. Algunos regímenes colaboracionistas, como los Ustachas en Croacia, cometieron también asesinatos en masa contra las poblaciones judías y romaníes.

En un relato donado a la biblioteca de Viena, el doctor Max Benjamin, sobreviviente judío de Auschwitz, describe la "liquidación" del "campo de gitanos" el 2 y 3 de agosto de 1944: esa noche, "todos los gitanos que formaban parte de la población de ese campo fueron asesinados en las cámaras de gas".

A pesar del terrible sufrimiento y de la injusticia sufridos por la población gitana de Europa durante el período nazi, el genocidio de los gitanos ha sido a menudo relegado o minimizado. Una de las principales razones de ello es la multiplicidad de prejuicios, la discriminación y la marginación que los sobrevivientes romaníes y sintis siguieron sufriendo después de la liberación. La hostilidad y los estereotipos negativos sobre los gitanos permanecieron después de 1945. En muchos países, la exclusión de los gitanos de la representación política y del poder económico ha sido un obstáculo para toda campaña en favor del reconocimiento de la persecución y del genocidio.

Esta marginalización se manifiesta en el hecho de que no se procesó a los autores de los crímenes contra los gitanos en los primeros juicios por crímenes de guerra. En la Alemania occidental de la posguerra, existía un clima de negación de la importancia de los horrores cometidos contra las víctimas gitanas, que a menudo no recibían siquiera la indemnización otorgada a otras víctimas de la persecución racial nazi. Muchos memoriales construidos en las décadas posteriores a la guerra no dejaban lugar para las víctimas gitanas.

Alemania reconoció oficialmente los crímenes nazis contra los gitanos como genocidio recién en 1982. La primera disculpa de Francia por haber colaborado en los crímenes nazis contra los romaníes y sintis recién tuvo lugar en 2016.

En la Unión Soviética y en Europa del Este, el genocidio gitano fue también en gran medida ignorado. Los gitanos, que deseaban seguir siendo nómadas, debieron asentarse por la fuerza. En el período poscomunista, la discriminación contra los gitanos aumentó aún y al mismo tiempo, las condiciones de vida y el acceso a los servicios se deterioraron drásticamente.

Nuestra exposición intenta abordar la amnesia colectiva con respecto al genocidio de los gitanos. La Biblioteca del Holocausto de Viena cuenta con colecciones importantes sobre este tema, incluyendo los primeros testimonios de sobrevivientes gitanos (2) recopilados en el marco de un proyecto dirigido por la doctora Eva Reichmann, miembro de la biblioteca, a partir de los años 50. La Biblioteca tiene proyectado publicar algunos de estos testimonios en el correr del año 2020.

También contamos con material recogido en ocasión del primer proyecto de investigación que intentó documentar sistemáticamente el genocidio, un proyecto llevado a cabo por Donald Kenrick y Grattan Puxon a finales de la década de 1960. En la exposición se presentan varias piezas de esta colección, incluidos resúmenes de testimonios de sobrevivientes.

Otro elemento destacado de la exposición es una fotografía de posguerra de Margarete Kraus en la que se puede ver, pese a que no aparece con claridad en la foto, el tatuaje del número de campo en su antebrazo izquierdo. Margarete Kraus fue una romaní checa sobreviviente de Auschwitz, donde fue víctima de experimentos médicos forzados. El retrato de Kraus fue realizado por el periodista de Alemania Oriental Reimar Gilsenbach en la década de 1960. Gilsenbach investigó la persecución de los romaníes durante el período nazi.

Una pieza muy diferente en esta exposición es un documento titulado "Prohibiciones publicadas con respecto a los polacos, judíos y gitanos", presentado en el Juicio de Crímenes de Guerra de Nuremberg como prueba de los crímenes nazis. Con fecha del 10 de marzo de 1944, se trata de una circular enviada por Heinrich Himmler a un grupo de altos funcionarios del Estado informándoles que la "evacuación completa y el aislamiento efectuado" de los judíos y gitanos significaba que ya no eran necesarias más directivas sobre ellos.

La "evacuación" y el "aislamiento" significaban en este contexto que la gran mayoría de los judíos, sintis y romaníes de la Gran Alemania ya habían sido deportados a guetos, a campos de concentración o asesinados. La terminología utilizada aquí ilustra la "realidad plomiza" del lenguaje burocrático de las SS, descrito memorablemente por el historiador Mark Roseman como una "parodia diabólica de la precisión administrativa" [Mark Roseman es autor, entre otros trabajos, de The Wannsee Conference and the Final Solution: A Reconsideration, 2003].

La exposición recoge también la historia de Hans Braun, un sinti alemán nacido en Hannover en 1923. Braun sobrevivió tanto a Auschwitz como a Flossenbürg. La mayoría de los miembros de su familia fueron asesinados en Auschwitz.

Cuando Hans Braun presentó una demanda de indemnización al estado alemán en 1950, la policía local decidió abrir una investigación en su contra - buscando pruebas falsas de que Braun había sido encarcelado como "criminal" - para justificar el rechazo de su pedido.

El hecho de que la verdadera naturaleza y la amplitud del genocidio de los gitanos hayan sido negadas, minimizadas o ignoradas por tantas personas durante tanto tiempo ha resultado insoportable, provocando  indignación entre las víctimas sobrevivientes y sus familias.

Si bien ya es demasiado tarde para reparar las injusticias sufridas, no lo es para ocuparse de la marginación y la discriminación a las que se enfrentan las comunidades gitanas hoy en día en países como Hungría, donde la discriminación y la hostilidad hacia los gitanos es habitual, o Ucrania, donde los grupos fascistas han llevado a cabo una serie de ataques violentos contra los gitanos en los últimos dos años. Esta exposición es quizás un comienzo, al reconocer hasta dónde pueden llevar la discriminación y los prejuicios.


Las Editions Page deux (http://www.page2.ch/page2/), Lausana, Suiza, publicó en 2009 la investigación de Thomas Huonker et Regula Ludi, Roms, Sintis et Yéniches. La «politique tsigane» suisse à l’époque du national-socialisme (Romaníes, sintis y yeniches. La “política gitana”  suiza en la época del nacional socialismo, con epílogo de Thomas Huonker y un cuaderno de documentos comentados por el mismo Huonker.

Notas

1) Forgotten Victims: The Nazi Genocide of the Roma and Sinti. https://www.wienerlibrary.co.uk/Forgotten-Victims  
(2) https://blog.ehri-project.eu/author/cschmidt/

Traducción de Ruben Navarro – Correspondencia de Prensa


sábado, 25 de enero de 2020

El Agit-prop de Casado y Cia..




Agit-prop de una derecha desnortada y peligrosa

El PP anda desnortado sin saber qué quiere ser, porque le ha salido una conciencia agitadora a su extremo que viene acompañada de un panorama mediático insultantemente antidemócrata

Pablo Casado es un dulce bocado para quienes aspiran a tener un líder blando sin consciencia de su ruta, porque eso hace posible tener un hombre de paja al que guiar en beneficio propio: una derecha sin rumbo ni concierto y, por eso, muy peligrosa

Antonio Maestre


 El diario.es

Pablo Casado anda confuso. No sabe si raparse la barba o ponerse gafas. En ocasiones es un digno heredero de Rajoy y su calma atemporal, y en pocas horas pasa a ser un furibundo defensor de las esencias ideológicas de lo peor de la aznaridad. 
El PP anda desnortado sin saber qué quiere ser, porque le ha salido una conciencia agitadora a su extremo que viene acompañada de un panorama mediático insultantemente antidemócrata. 
Un extremo que le urge constantemente a tomar decisiones extemporáneas y atribuladas y le obliga a levantar mucho la voz. A ir a rebufo de Vox.
 Ruido en las redes, ruido en las ondas, ruido en las portadas. Mucho ruido para un líder popular que no sabe bien qué deriva tomar y se siente acomplejado por su falta de liderazgo.
Pablo Casado es un dulce bocado para quienes aspiran a tener un líder blando sin consciencia de su ruta, porque eso hace posible tener un hombre de paja al que guiar en beneficio propio. Una derecha sin rumbo ni concierto y, por eso, muy peligrosa.
El agit-prop marxista fue cooptado hace tiempo en España por la extrema derecha. Está a mandos de Federico Jiménez Losantos, que tiene a sus cachorros diseminados por todos los medios conservadores españoles siguiendo sus instrucciones y enseñanzas como pequeños chacales adiestrados.
 Pero hasta para hacer ruido hay que tener cierto talento. La elección fallida de las guerras culturales de estos días permite pensar que los discípulos están aún muy lejos del maestro.


La estrategia de agit-prop es constante desde los medios conservadores con El Mundo a la cabeza, que se ha demenciado (más aún) bajo la dirección de Francisco Rosell y que, con Jorge Bustos en opinión, está marcando la pauta de una oposición mediática imbuida del espíritu del antiguo maoísta Losantos.
 El verdadero artífice del corpus discursivo de todos y cada uno de los representantes del panorama mediático conservador dirige la orquesta y hace que sientan miedo a que desde las ondas los tilde de maricomplejines.
 Esa estrategia constante de urgencia, de escándalo, de emergencia crítica que transmiten estos medios provoca en sus correligionarios una sensación de peligro y alarma, que es el germen propicio para el odio de los salvapatrias.
Tendemos a creer que el proceder de nuestra derecha cuando se encuentra en la oposición, y no maneja a su antojo los resortes del poder, es específico de nuestro país y que su concepción patrimonial del ejercicio del gobierno es una enfermedad española. Pese a que nuestro patrioterismo reaccionario tenga unas especificaciones regionales heredadas del pensamiento doctrinario del XIX no es una cuestión endémica, sino un modus operandi habitual en las derechas europeas y allende los mares cuando el poder es desocupado por los que lo consideran capital propio por derecho divino.

El odio

Las campañas de odio y difamación constantes desde los medios al que consideran poseedor ilegítimo del poder tienen antecedentes en otros países. Con similitudes y trágicas consecuencias. En el año 1982, Olof Palme recuperó el poder en las elecciones en Suecia después de haberlo perdido en 1976. El líder socialdemócrata había conseguido labrarse multitud de enemigos por una política internacional crítica con el imperialismo de EEUU y algunas actuaciones de la URSS, sobre todo en Afganistán.
 A Olof Palme se le consideró uno de los principales elementos que buscaban una tercera vía en la política internacional en el difícil contexto de la Guerra Fría. Una vez recuperado el poder en Suecia, Palme se encontró con una oposición muy virulenta liderada por los medios conservadores en un país en el que la mayoría era de esa adscripción ideológica. 
Jan Stocklassa narra en Stieg Larsson. El Legado: Las claves ocultas del asesinato de Olof Palme la campaña atroz que tuvo que sufrir el entonces líder socialdemócrata y que provocó un ambiente de odio hacia Palme.
Jan Guillou fue uno de los periodistas que puso en el foco a Olof Palme con su campaña constante de descrédito. Un periodista que perteneció a la corriente maoísta y que en la actualidad es un furibundo crítico con el movimiento feminista y contra el colectivo LGTBI. Las similitudes con otro locutor en España se aprecian fácilmente. Guillou acusó a Palme de tener relaciones con prostitutas y diversos escándalos relacionados con su vida privada. Según Stocklassa, "cuando el odio contra Palme estuvo establecido en diferentes sectores de la población, ya no se le pudo poner freno". 
La cascada de acusaciones, descrédito y deshumanización comenzó a ser imparable. Se publicaron caricaturas de Olof Palme con nariz aguileña, dientes rotos y ojeras exageradas. No hay que ir muy lejos para encontrar algo parecido en España; la compartió Vox el día de la investidura. Los diarios conservadores comenzaron a hablar de una ideología inventada llamada "Palmeísmo", que buscaba establecer el sentido peyorativo de toda idea emanada del presidente. 
En España lo llaman "Sanchismo". Finalmente, un diario de derechas llamado Contra vendía dianas con la cara de Olof Palme para que se practicase puntería con el líder socialdemócrata. A ese punto aún no hemos llegado, puede que no tardemos en verlo. El odio se hizo concreto y frío el 28 de febrero de 1986 en Estocolmo. Cuando Olof Palme volvía del cine con su esposa, un hombre se aproximó por detrás, le disparó por la espalda y le causó la muerte casi de inmediato. Están a tiempo de parar la escalada, el agit-prop reaccionario tiene consecuencias imposibles de asir una vez que se desata.

 

51 días de huelga contra la reforma de Macron



  


3350.000 personas marcharon en París a 51 días de huelga contra la reforma de Macron

Con enormes columnas de trabajadores y estudiantes, las manifestaciones reunieron a 350.000 personas en París y 1.3 millones en todo el país, según la CGT. Esta jornada de huelga y movilización confirmó que el movimiento está muy lejos de haber muerto.



http://www.izquierdadiario.es/350-000-personas-marcharon-en-Paris-a-51-dias-de-huelga-contra-la-refor

 Última hora
 

El Consejo de Ministros aprueba el proyecto sobre las pensiones, clave en el programa del presidente

viernes, 24 de enero de 2020

Los caniches de Trump

Los caniches de Trump

TopoExpress


Las oligarquías y sus representantes políticos intentaron vendernos durante años un cuento. Según esta historieta la interrelación, cada vez mayor, entre los países europeos y, especialmente, a través de los tratados (Maastricht y el euro) empujaría a Europa a una nueva edad dorada. Se preservaría la paz en el continente. Se profundizaría el espíritu democrático y el bienestar europeo. Se reequilibraría el peso de los diferentes países y, finalmente, Europa sería reconocida como agente internacional de primer orden. Las izquierdas postmodernas, alimentados algunos de sus dirigentes con Erasmus europeos y doctorados en Harvard, creyeron el cuento. Apostaron, sin querer ver la realidad, porque la entente entre los grandes (Alemania, Francia y Reino Unido) relanzaría la importancia de Europa como factor de moderación internacional. La izquierda encandilada apoyó la supuesta idea de una “nacionalidad europea” al creer que se difuminarían los estados-nación nacidos tras la paz de Westfalia. Quisieron auto-convencerse de que definitivamente Europa sería reconocida como un factor geopolítico diferenciado del bloque estadounidense y sus satélites. En realidad Europa se confunde con los intereses de la oligarquía alemana. El sueño europeo no es sino el sueño de una Alemania que domina el continente y que se pliega a su vez, a los intereses de EEUU.
Europa no ha representado un factor de paz en este tiempo. No ha sido un elemento de vertebración para la distensión internacional. Ha participado, por el contrario, a través de los países dominantes (Francia, Reino Unido o Alemania), en los conflictos militares en la zona. Europa, a través de la OTAN, participó activamente en la guerra por la disolución total de Yugoslavia (1991-2001). Alemania, que tenía intereses en los Balcanes desde antes de la Primera Guerra Mundial, creyó llegado el momento de imponer su hegemonía. Arrastró a los demás países. Clinton, con problemas con sus becarias, utilizó el conflicto para desviar la atención y configurar la zona. Su objetivo era convertir Centro Europa en una base militar contra Rusia, como así hizo con la aquiescencia europea.
Europa, a través de Francia y Reino Unido con participación española, destruyó Libia, y perpetró uno de los crímenes más horrendos de nuestra época. Europa y la UE han participado activamente en el financiamiento de los grupos terroristas en Siria y, al margen de la cacareada UE, cada país, como el caso francés, mantiene “sus guerras imperialistas” en otros continentes (por ejemplo en África Central) o mantiene la ocupación de Irak.
Europa no ha supuesto un factor de crecimiento de la solidaridad europea, sino que al contrario, ha sido subyugada por el “diktat” alemán y la influencia neoliberal de Inglaterra en tiempos de Margaret Thatcher. Europa ha sido la palabra talismán, el engañabobos para que la opinión pública, con el beneplácito de la izquierda atlantista, haya permitido el retroceso generalizado en las condiciones de vida y trabajo de la población. Ha sido el vehículo a través del cual se han introducido las políticas ultraliberales. La excusa para el recorte de pensiones, los recortes en Sanidad o servicios sociales es siempre Europa. En realidad hemos aprendido que son las mismas oligarquías nacionales las que imponen las políticas de ajuste para maximizar las tasas de beneficio empresarial. Agotado el modelo, el capitalismo neoliberal dibuja los contornos de una nueva frontera. El Brexit inglés muestra el debilitamiento del proyecto europeo. El capitalismo transnacional y las oligarquías territoriales apuestan a medio y largo plazo por el reforzamiento de los partidos neofascistas que tienen y tendrán desgraciadamente mayor influencia continental.
Europa y los países que la lideran se han convertido en los caniches de Trump: Alemania, Gran Bretaña y Francia van a obedecer la orden de Washington de matar el acuerdo nuclear con Irán. ¡Denunciarán a Irán!; precisamente el país que ha cumplido fielmente los acuerdos de los que eran garantes Alemania, Reino Unido y Francia. La UE-3, donde anida una legión de mediocres políticos, muchos rebotados de sus propios parlamentos, no debería ignorar que la ruptura del acuerdo con Irán es, en realidad, una fase más del enfrentamiento con China y Rusia en Oriente Medio. ¿Puede y debe permitirse Europa actuar en un bando y enfrentarse al otro? El gobierno Trump ha ordenado que cancele el acuerdo: ya han comenzado. Rusia y China, los otros cofirmantes, se oponen vehemente porque saben que es el preludio de nuevas guerras en Oriente Medio.
La UE-3, a pesar de las declaraciones altisonantes, siempre ha buscado formas para imponer restricciones a Irán, especialmente por su programa de misiles. La penetración del sionismo en los gobiernos europeos es más que evidente, de ahí la influencia de Tel Aviv en la política exterior. Cuando en mayo de 2018 Trump faltó a los acuerdos firmados, abandonó el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA) y reintrodujo sanciones contra Irán de forma ilegítima, la UE-3, en lugar de aferrarse al derecho internacional y denunciar la posición de Washington, no hizo nada por preservarlo. Dijeron, eso sí, que ellos seguirían apoyando el acuerdo. Finalmente claudicaron frente a las amenazas de imponerles sanciones si comerciaban con Irán. Incluso pretendieron crear un instrumento comercial (INSTEX) que no ha funcionado.
Si el presidente Trump ha faltado al más elemental decoro y legalidad internacional, no lo ha hecho menos la UE-3. En junio de 2018, Irán, tal y como estaba recogido en el tratado, activó el Mecanismo de resolución de disputas del acuerdo (se estableció para denunciar a la parte que no cumpliera los acuerdos, en este caso EEUU). Se envió una carta oficial al coordinador de la Comisión Conjunta del JCPOA. En la reunión organizada para cumplimentar el mecanismo, la UE-3 se comprometió a mantener su parte del acuerdo. Se reconoció que Irán estaba cumpliendo estrictamente las condiciones establecidas. Por ello, la UE-3 debería haber eliminado las sanciones económicas contra Irán, incluyendo el acceso a los fondos financieros del país retenidos por el Reino Unido, EEUU y Francia. El incumplimiento por parte de los firmantes europeos provocó que Irán, según el artículo 26 del tratado, reiniciara el reprocesamiento de uranio como medida de presión, pero esperó todo un año para hacerlo.
Todas los acuerdos firmados han quedado rotos, la amenaza de Trump ha bastado para la UE muestre su carácter. ¡Qué duros con las espigas, con los griegos, los refugiados o sus pensionistas! ¡Qué blandos con las espuelas! ¡Qué perritos falderos frente a la arrogancia de EEUU! Hemos visto como frente al incalificable asesinato del General Gassem Soleimani, un general de un ejército con el cual EEUU no está en guerra, la UE ha acabado posicionándose al lado de Trump, justificando con sus silencios e incluso dando apoyo, como hicieron alemanes e Ingleses, a una tropelía sin nombre en el derecho Internacional. De esta forma también la UE-3 ha acabado por sancionar nuevamente a Irán.
La UE es un vasallo desesperado de los Estados Unidos. Nos dicen que los estados han cedido parte de su soberanía a Bruselas; lo que ocultan es que la UE ha perdido su soberanía a manos de los EEUU. La retirada del JCPOA ha sido la prueba de fuego para la UE-3. El cambio geopolítico al que estamos asistiendo debería obligar a la UE a adoptar decisiones conflictivas, que no va a tomar. Las diferentes oligarquías europeas están confabuladas para mantener las relaciones de poder a través de una UE que sirve como excusa y garante de las formas de apropiación neoliberal. La UE habla y gesticula mucho, pero frente a las pruebas de fuego empequeñece y se esconde. Las capas humildes de este continente, los asalariados, los autónomos, las mujeres, los pensionistas… han de entender que se puede presionar a los gobiernos en el poder y que estos, al margen de lo que diga “Europa o Bruselas”, no solo tienen margen de maniobra sino que se pueden revertir políticas antisociales. La Francia de los chalecos amarillos y la lucha por las pensiones muestran que la idea de la “Sagrada Unión Europea” no es más que un “bluff”, otro cuento más con el que asustarnos.
Fuente: https://www.elviejotopo.com/topoexpress/los-caniches-de-trump/